S a k u r a   y   T e n s h i
꧁  ──────── •✧• ────────  ꧂
Kuon, Arata ❙ Abierto ❙ En curso⌛

Vaya, parecía ser que su pequeño plan malvado había funcionado. Sorpresa o susto... No importaba, había logrado una reacción súbita y se conformaba.

Al ser reconocido de inmediato, no vio la necesidad de quitarse la capucha, ergo se mantuvo de brazos cruzados mientras observaba al chico pelirosa. Hacía un buen tiempo que no lo veía de cerca, así que con mayor razón su mirada se mantenía penetrante en él. Sin olvidar mencionar que la luz escaseaba.

—Sí, ¿quieres un autógrafo? —confirmó ladeando la cabeza luego de oír su nombre.

Solo le habían nacido ganas de cargosearlo un poco tras haberlo estado observando por tanto tiempo. ¿Cuánto habían caminado ya? Si no fuera porque le agradaban los paisajes que la residencia les brindaba, probablemente habría sido un suplicio, aunque seguir a Kuon de alguna forma compensaba el tiempo también. Le parecía curioso el comportamiento de las personas cuando creían no ser observadas por nadie.

No dijo nada más enseguida, sino que esperó a que el chico volviera a su centro.

—Mmm... No he tomado el tiempo —volvió a enderezar la cabeza—. Se te ha quedado esto en la biblioteca.

Deshizo la postura de sus brazos para extenderle la libreta. No podía saber si era suya o de algún conocido del chico, pero a él había visto que se le quedó.

Arata había estado leyendo un BL en un rincón de la biblioteca. Estaba algo aislado y pasaba desapercibido, por ende, era fácil no darse cuenta de que estaba allí, más aún si llevaba la capucha al hacer menos contraste con el entorno.

Un sonido había llamado su atención en el mencionado lugar, uno que al parecer había coincidido con la caída de la libreta y la distracción ajena que lo alejó de esta. Esa era su deducción; desconocía qué tan ocupada habrá estado la mente del chico y la razón que lo llevó a seguir a otra persona en aquel momento.

S a k u r a  y  T e n s h i


Kuon - Arata ❙ Abierto ❙ En curso


El ver como Arata lo miraba y escuchar sus palabras de alguna forma hicieron que Kuon recordara su primer encuentro con él, haciendo que inconscientemente una sonrisa se formara en su rostro. Y es que después de todo aquel había sido un encuentro agradable para él. Si bien un momento después, mientras continuaba escuchándolo, no pudo evitar mirar a los lados, pues rápidamente recordó a Bruma, por lo que trató de buscarla por un segundo con la mirada, aunque tal parecía que en esta ocasión la minina no acompañaba al pelirojo.


Siendo así entonces cuando Arata le mostró la libreta que durante tanto tiempo el pelirosa había estado buscando, haciendo que su mirada regresara a él.


- ¡Oh! Gracias. Lo has encontrado - dijo en un tono aliviado y con el que se notaba su agradecimiento, al tiempo que en su rostro se podía ver una de sus características sonrisas.


Kuon desconocía si el pelirojo hubiera llegado a ver su interior, pero más allá de eso, se alegraba de haberla recuperado. De esta forma extendió su mano para recogerla.


- Llevaba bastante tiempo buscándolo. Me alegra no haberlo perdido - añadió ya con el cuaderno en sus manos. Para entonces darse cuenta de un pequeño detalle - Espera... pero... ¿llevas desde entonces siguiéndome? - y tras una breve pausa añadió - No tiene mi nombre - si bien el decir esto último era más bien como una forma de verificar en voz alta para si mismo que para que Arata supiera que era suyo tenía que haber estado siguiéndolo, o buscándolo en caso de haberlo perdido de vista en algún momento, desde que él lo había perdido.


Y es que resultaba que desde su primera visita a la biblioteca, el pelirosa había pasado por el comedor para cenar, por los pasillos de las habitaciones hasta cuando se había dado cuenta que le faltaba, por la cafetería para buscarlo y de nuevo por la biblioteca. Para ahora, terminar en las zonas verdes exteriores donde estaban ambos jóvenes. Así pues al pensar en todas las vueltas que le habría hecho dar a Arata, en su rostro podía verse como se sentía algo mal por ello. Si bien tras una breve pausa, y ya con su habitual expresión, dijo.


- No he olvidado mi deuda anterior, pero ahora tengo otra - dijo dejando salir una de sus pequeñas risas amistosas al final - ¿Es un buen momento para ti?


Con esto el pelirosa se refería a que si a Arata le parecía bien podrían hacer algo juntos ahora. Ya fuera ir a la cafetería por alguna bebida, u otra cosa que el pelirojo pudiera querer como pago, por así decirlo, en agradecimiento por haber recuperado su cuaderno, y también por las molestias causadas. Si bien este no era el único motivo de Kuon para decir tales palabras, pues aunque nunca había llegado a llamarlo por teléfono o ir a buscarlo a su cuarto, en realidad la idea de poder conocer un poco más al pelirojo le agradaba. Quizás únicamente decir que le habría gustado que Bruma también estuviera presente en esta ocasión.

S a k u r a   y   T e n s h i
꧁  ──────── •✧• ────────  ꧂
Kuon, Arata ❙ Abierto ❙ En curso⌛

—Más o menos, me he tomado mi tiempo.

Adentró las manos en una  sudadera negra que llevaba puesta. Sentía  frío y la bufanda que traía no era suficiente para  él tampoco, por lo menos se había  abrigado un poco caminando de aquí para allá.

Claro que no había seguido  continuamente a Kuon. Había  comido tranquilo, paseado con Bruma y también llevado a  la  minina a dormir, razón por  la cual no estaban  juntos. Podría haber  esperado afuera del cuarto, mas no  le parecía divertido estar allí quizá por  cuánto tiempo en espera del pelirosa.

El cabello del músico ayudaba bastante a  localizarlo por  ser tan  pintoresco.  Si bien no  era  el único de cabello rosa, vestía diferente  a  Jay y no poseía  aquellas orejas puntiagudas que desde lejos  se podían notar también.

«Debería» dijo en sus  adentros tras la afirmación de Kuon  sobre el nombre,  mas  no halló necesario sugerir algo que   al menos a él  le  parecía demasiado  obvio.

Por otro lado, aun si pensó en añadirle otra deuda a Kuon  por el encuentro de su libreta, optó por no hacerlo. Pero ya que el susodicho se la apropió...

—Hmp, Ok —se quedó observando los rosados ojos del chico antes de añadir algo más—. ¿Dónde me quieres llevar? No se me ocurren muchos lugares por la noche.

Enarcó solo un poco una de las cejas. A su mente arribaba un establecimiento como un motel, mas solo se trataba de su imaginación indecorosa. Era consciente de la poca probabilidad de que pudiera ser una invitación de ese tipo por parte de Kuon, aunque quién sabe. Además, si mal no recordaba, se trataba de un café, pero su segunda deuda... ¿Cómo la saldaría?

S a k u r a  y  T e n s h i


Kuon - Arata ❙ Abierto ❙ En curso


Antes las palabras del Arata, Kuon afirmo con la cabeza en señal de comprensión. Al tiempo, se sintió algo aliviado al interpretar que aunque hubiera estado buscándolo, el pelirojo también había hecho sus cosas con calma.


Posteriormente, al escuchar la respuesta del pelirojo, Kuon no pudo evitar tener ciertos pensamientos no del todo puros. Y es que si bien esa no era su intención, las palabras de Arata tenían por costumbre hacer que pudiera interpretar las cosas de más de una forma, si bien el pelirosa prefería quedarse con una opción más neutra (por así decirlo), aunque fuera solo por prudencia. Aun así, era posible que en su rostro se notase ese fugaz pensamiento o interpretación por un momento.


De esta forma, y habiéndose dado cuenta de que parecía que al contrario que él, quizás por haberse estado moviendo tanto, Arata si parecía tener algo de frío, Kuon decidió proponerle algo que pudieran hacer dentro de la residencia.


- ¿Tal vez la cafetería? Así podría devolverte mi primera deuda - dijo en un tono amistoso divertido al final, pensando que además quizás así Arata podría entrar en calor también - La segunda... - se quedó un momento pensando - ¿Hay algo que quieras o que te gustaría hacer? - terminó preguntando con naturalidad, si bien cabe decir que no tenía ninguna intención impura en mente, como así se notaba en su rostro.


Lo que el pelirosa quería decir con sus palabras era que quería hacer algo que Arata también quisiera hacer. Por lo que aun si a él se le ocurrían ideas, quería saber que quería el pelirojo, en caso de querer algo. Y así, se quedo mirando al contrario por un momento, esperando por su respuesta, para instantes después añadir.


- Por ahora podemos volver al interior de la residencia si quieres.


Y es que después de todo ya era algo tarde, y teniendo en cuenta el frío que le parecía que Arata sentía, y que tampoco sabía donde estaba Bruma o si en algún momento el pelirojo pudiera necesitar atenderla, o tal vez si mañana tuviera que madrugar; Kuon no pretendía alejarlo del lugar.

S a k u r a   y   T e n s h i
꧁  ──────── •✧• ────────  ꧂
Kuon, Arata ❙ Abierto ❙ En curso⌛

«¿Oh?»
La luz no era abundante, pero podía visualizar el rostro del pelirosa y la expresión en él le pareció curiosa. ¿Qué habría pensado? Aun si sintiera cierta intriga, le parecía más interesante no preguntarle nada sobre ello.

—Vamos a la cafetería.

Con tranquilidad, sacó la mano izquierda del bolsillo, tomó a Kuon por la muñeca y comenzó a caminar en dirección a la cafetería. Con aquel gesto podría haber indicado solo su invitación a ponerse en marcha, mas no lo soltó.

—¿Qué es lo máximo que estarías dispuesto a hacer? —preguntó, mirándolo de soslayo.

No le pediría algo que estuviera sobre las limitaciones y los deseos de Kuon. Tampoco le robaría mucho tiempo, al menos no más del que parecía disponer. Si lo había invitado a la cafetería, podía deducir que en efecto la hora no era un inconveniente.

S a k u r a  y  T e n s h i


Kuon - Arata ❙ Abierto ❙ En curso


A las palabras de Arata, "Vamos a la cafetería" el pelirosa hizo un leve gesto con la cabeza en señal de afirmación.


Posteriormente fue cuando el pelirojo tomó la muñera de Kuon para comenzar a caminar así juntos hacia dicho lugar.  Algo que sorprendió un poco al pelirosa, no tanto por la iniciativa, que interpretó como un gesto amistoso, sino por el hecho de no soltarle aun después de haber comenzado a caminar. Si bien, en realidad ésto no era algo que le molestase, incluso interpretó que quizás era por el frío, así pues Kuon hizo un ligero movimiento con la mano como para indicarle a Arata que si quería podía tomarle de la mano de una forma más cómoda.


Por su parte, ya fuera que el pelirojo decidiera hacerlo, o por el contrario permanecer así o inclusive soltarlo, estaría bien con lo que hiciera. Por lo demás, cabe decir que la mano de Kuon estaba cálida en estos momentos, y su tacto era suave pues se aseguraba de cuidarlas bien.


De esta forma luego paso a responder a su pregunta, al tiempo que le devolvía la mirada.


- Mmm... es una respuesta muy amplia. Dependería de que es lo que tu quisieras hacer - Y tras una breve pausa añadió - Aunque el tiempo no es un problema. Mañana no tengo que madrugar, pero no se si es lo mismo para ti, o si quizás Bruma pueda necesitarte - le dijo con su habitual tono amistoso.


Por la mente de Kuon pasaban nuevamente varias formas de interpretar la pregunta de Arata. Así pues había decidido dar una respuesta algo general, esperando que el contrario fuera más especifico para tener una mejor idea de en que estaba pensando y de esta forma poder responderle él mejor.

Encuesta 2

1. ¿En qué mes estás de cumpleaños? Puede que una sorpresa toque tu puerta.

-Cumplo el 23 de Mayo, pero el regalo no es necesario-

2. Si ahora aceptas compartir cuarto, ¿te gustaría tener compañera o compañero? ¿Por qué?

-En un caso hipotético preferiría un compañero porque considero que es más correcto darles su espacio a las señoritas, no obstante no me opongo a la compañía de una mujer si ella está de acuerdo-

3. Si ahora no aceptas compartir cuarto, ¿crees que te gustaría compartir alguna vez?

-Por ahora prefiero mantener mi espacio, tengo demasiadas pertenencias-

4. En cuanto a gustos, ¿cuál es tu postre favorito?

-La gelatina de frutas casera-

Encuesta 3

1. ¡Dinos tres curiosidades sobre ti! Cualquiera cosa, ¿quizá algo que haces o dices que te parece normal, pero a otros no?

-1 Me operé los ojos para corregir mi visión; 2 Tengo facilidad para bajar de peso; 3 Mi primer trabajo fue ser niñero

2. ¿Cómo te has sentido en la residencia? ¿Extrañas tu antiguo hogar?

-Expresamente extraño el lugar donde nací al ser verdaderamente un hogar y no solo una estancia donde vivir por temporada o necesidad.

La residencia me da comodidad, cuenta con lo necesario para una vida independiente, o de soltero podría decir; mientras que al tener otros miembros cubre el sentimiento de soledad que puede surgir cuando se vive en solo, ello lo hace acogedor-

3. ¿Hay alguien en tu corazón o que te robe los pensamientos?

-Si, pero ese alguien no vive en este mundo-

S a k u r a   y   T e n s h i
꧁  ──────── •✧• ────────  ꧂
Kuon, Arata ❙ Abierto ❙ En curso⌛

Ante el movimiento de la mano ajena, aprovechó de tomarla, mas sin entrelazar sus dedos. La sostuvo como quien lleva de la mano a un niño pequeño. Si estaba fría, la iba a soltar, pero al no ser el caso, mantuvo el agarre. Le agradaba la calidez y la suavidad sentida aunque tuviera la mano quieta. Además de sentir algo de frío, su propia mano estaba helada y era probable que no soltara al pelirosa hasta llegar a la cafetería.

—Me tienes hasta las 22:00 —informó mientras miraba el camino hacia la cafetería.

Al mismo tiempo, comenzó a elegir en sus adentros maneras en las que el chico pudiera saldar su dizque nueva deuda. Por ende, recorrió parte de la conversación que tuvieron la primera vez.

—Mmm... Cántame —eligió, dirigiendo la mirada hacia él—. O quédate endeudado hasta una próxima vez —agregó con su voz calma de siempre.

Si prefería no cantar, podía permanecer «endeudado» hasta que el modelo eligiera algo más y tuvieran otro encuentro.

Por otra parte, Arata se dormía temprano por lo general, pues le gustaba poder levantarse por la mañana sin demasiada dificultad y aprovechar mejor el día. También prefería ejercitarse a esas horas del día; su noche era para dormir o... hacer otras cosas en la cama, pero siempre el objetivo final era acabar dormido.

S a k u r a  y  T e n s h i


Kuon - Arata ❙ Abierto ❙ En curso


Tras haber realizado el pelirosa el movimiento con su mano, Arata decidió tomarla, haciendo que Kuon pudiera notar mejor como ésta estaba realmente fría. Por ello, por su parte, seguiría tomado de su mano con la intención de trasmitirle calor hasta que el pelirojo así lo quisiera.


Posteriormente Kuon afirmo con la cabeza al escuchar hasta que hora Arata estaría con él. La hora le parecía bien.


Por su parte, debido a no tener un horario fijo por su trabajo, el pelirosa algunas veces llegaba a acostarse bastante tarde, más luego lo compensaba levantándose igualmente tarde, pues le gustaba tener sus horas de sueño, aun si no tenía un horario estable. Se podría decir que ya estaba acostumbrado y no le molestaba. Si bien, de normal prefería no irse a dormir demasiado tarde, por lo que la hora dada le parecía prudente y adecuada.


Tras esto fue cuando el pelirojo hizo su petición con respecto a lo que deseaba. Al escucharlo Kuon no pudo evitar cambiar ligeramente su característica expresión a una un poco más seria. Recordó entonces como durante su primer encuentro ya había salido el tema, y como él había preferido no hablar más al respecto, más parecía que ésta iba a ser la ocasión para ello.


- Mmm... cantar... es algo delicado para mi - Y tras una breve pausa decidió explicarse, aunque no diera todos los detalles - Hace tiempo paso algo después de que cantara en público. Nunca pude saber si realmente tuve algo que ver en ello o no, pero hubo personas que lo pasaron mal, por eso desde entonces he preferido no volver a hacerlo - Con esto intentaba decirle al pelirojo que no quería que por su culpa tal vez también él pudiera verse afectado y lo pasara mal como aquellas personas. Y así tras mirarlo al terminar de hablar, espero un momento antes de continuar para añadir - Prefiero entonces quedarme endeudado de nuevo - dijo con su habitual expresión amistosa de siempre. Además elegir esta opción le daba la oportunidad de volver a encontrase con Arata.

A r r e n d a j o
════ ⋆★⋆ ════
Tian Rue, Dai & Dekiru ❙ Abierto ❙ En curso

No vio necesario agregar nada más, por lo que permaneció en silencio mientras el peliblanco le entregaba las nuevas prendas a Tian Rue. Luego, cuando este le dio su espacio, el zorro también se alejó unos pasos para darle privacidad y permitirle cambiarse con comodidad. Debido a eso, había girado sobre su propio eje para darle la espalda, quedando frente al moreno.

Ante la despedida del director, se limitó a asentir sutilmente con la cabeza, indicando de esta forma que se haría cargo de la situación a partir de ese momento.

—Hasta luego.— añadió.

Siguió con la mirada al susodicho hasta que se perdió entre los árboles, y una vez se cercioró de que su aura se había desvanecido, se volvió para dirigir su mirada de nuevo al joven de cabello oscuro. Esperaba que ya hubiera terminado de cambiarse; no deseaba volver a verlo desnudo.

Por otro lado, no había pasado por alto la pregunta que le había formulado previamente y la respuesta que el joven le había dado. Por lo tanto, dio algunos pasos cortos hacia adelante para acercarse un poco más y examinarlo con mayor detalle. Optó por no acercarse del todo ni tocar el rostro del chico, respetando su espacio personal. A pesar de no notar nada evidente cerca de los labios del contrario, no descartó la posibilidad de que estuviera herido.

—Debemos ir a la enfermería.— Informó a Tian Rue, después de observar durante unos instantes la zona donde había mencionado sentir molestias. Luego, alzó la mirada para encontrarse con los ojos del joven. Esperaba que este no se opusiera a la idea.

—Lo dejaré a su elección: podemos utilizar el capullo, que nos llevará a la enfermería en cuestión de segundos, o podemos caminar, como usted prefiera.— Propuso.

Recordaba que a Tian Rue no le agradaba estar confinado, al menos eso había deducido ante la reacción previa que había tenido al ser encerrado. Por lo tanto, le brindaba la opción de caminar si así lo deseaba, aunque eso les tomaría más tiempo.

S a k u r a   y   T e n s h i
꧁  ──────── •✧• ────────  ꧂
Kuon, Arata ❙ Abierto ❙ En curso⌛

Cambió la dirección de su mirada hacia Kuon al sentir algo de silencio al comienzo. Fue entonces que notó el cambio que hubo en él que captó su atención, puesto que era inusual. Si no fuera porque se encontraban caminando, probablemente no hubiera apartado sus pupilas del chico.

Tras oírlo con atención, no dijo nada enseguida, sino que se quedó pensando en lo oído.

—Mmm... ¿Cantas muy mal?

Había sido lo primero que transitó sus pensamientos, lo más lógico también. Si hurgaba en más posibilidades, podría pensar en que se trataba de alguna clase de hechizo perjudicial para el resto, pero le parecía en demasía extraño, considerando que el canto poseía vibraciones también. Tenían que tratarse de unas en demasía densas como para que dañaran al resto. ¿Tal vez Kuon no era el chico bueno que aparentaba ser?

Por otro lado, el modelo comenzó a acelerar el paso porque ya no le estaba pareciendo grata la brisa que cada vez se tornaba más gélida. Como estaban teniendo una caminata tranquila, el calor que tomó antes persiguiendo a su acompañante ya había abandonado su cuerpo.

Quería beber algo cálido.

S a k u r a  y  T e n s h i


Kuon - Arata ❙ Abierto ❙ En curso


Kuon pudo notar como Arata prestaba atención a sus palabras. ¿Que pensaría sobre él ahora el pelirojo?, pensaba para si mismo.


Hasta que finalmente su acompañante le preguntó, "¿Cantas muy mal?"


La pregunta en cierto modo le sorprendió, más no tardo en responderle.


- Mmm... en realidad las pocas personas que me han oído cantar dicen que canto bien - Y tras una breve pausa añadió - El problema es otro. Mmm... ¿ves que mi cabello y mis ojos son rosas? Son así de nacimiento. Cuando era niño algunos pensaban que era hijo de un oni. En una ocasión siendo pequeño hubo un recital de música y yo participé en él. El recital duraba varios días, pero ese día solo participé yo cantando. Por algún motivo tras él, a los días siguientes, el resto de los niños que fueron enfermaron pero yo no. Era invierno, y mis padre dijeron que había sido por el frío y que no tenía que sentirme mal, que la culpa era de los maestros por organizar aquello en esas fechas. Pero yo nunca entendí porque entonces yo no enferme - Tras esto hizo una breve pausa - Como no se quien es mi padre biológico, no puedo saber si quizás lo que decían sobre mi es cierto, y si de alguna forma hice algo sin querer para que enfermaran. Por eso he preferido no volver a cantar delante de otras personas - tras terminar de hablar se quedó mirando a Arata de nuevo, casi como esperando saber que pensaría él sobre ello. Le había sido completamente sincero, como se podía haber notado en su forma de hablar. Mientras había estado hablando había mirado en ocasiones al frente otras hacia el suelo y otras hacia arriba, como muestra de las diferentes emociones que aquel recuerdo le producía.


Cabe decir que no era la primera vez que Kuon le contaba esto a alguien, y de hecho había conocido a varias personas que le habían dicho que no tenía porque sentirse mal por ello, así como lo habían hecho sus padres. Más el buen corazón de Kuon hacia que aun así una parte de él siguiera sintiéndose mal por lo ocurrido. Si bien en realidad él no había hecho nada. La verdad era tal y como sus padres decían, los maestros habían sido imprudentes, y por el frío y el posterior contagio entre los niños todos habían terminando enfermando. Si bien el motivo por el que Kuon no lo había hecho era debido a cierta protección con la que contaba desde su nacimiento, protección que a la vez se reflejaba en su característico color de ojos y de cabello. Más el pelirosa desconocía esto por completo.


Por lo demás, para este momento los dos jóvenes habían acelerado el paso, adaptándose Kuon al nuevo ritmo de caminar de Arata, entendiendo que éste tenía frío y quería llegar pronto al interior de la residencia.

Identificación visual: el día de la foto


Relato:


Hacía poco tiempo que Midori y Shima habían comenzado a conocer la residencia, por lo aun no estaban acostumbrados del todo a sus instalaciones, ni sabían donde quedaba cada cosa. Sin embargo, como nuevo residente permanente le informaron que necesitaban sacarle una fotografía para su ID. Por suerte, y gracias a las indicaciones que le dieron, el peliverde y su pequeño amigo no tardaron mucho en llegar hasta el lugar donde se realizaban las fotografías.


Al llegar la puerta estaba abierta, más por si acaso Midori miró antes de entrar coincidiendo con que otra persona llegaba también al lugar al mismo tiempo. Se trataba de uno de los trabajadores de IRO a cargo de realizar las fotografías, por lo que al ver al joven peliverde, y preguntarle si estaba allí para sacarse la fotografía, posteriormente le invitó a acompañarlo dentro, a lo que Midori le siguió.


Cabe decir que el peliverde no estaba acostumbrado a tomarse fotos, si bien, si que le gustaba sacárselas a su pequeño amigo. Aunque el hecho de no estar acostumbrado no era por ser algo no le gustase, sino tan solo que no se había dado la ocasión. Después de todo en su mundo la fotografía no existía. Y hasta ahora, al ser la anciana con la que había vivido anteriormente la persona con la que más se había relacionado en este mundo, y no tener la mujer demasiado bien el pulso, tan solo en una ocasión le había sacado una foto para mostrarle de primera mano lo que era.


De esta forma, tras confirmar sus datos con el trabajador que le había invitado a entrar, la compañera de éste, que era la encargada de hacer las fotografías, le indicó donde y como debía colocarse. Midori hizo entonces lo que ésta le decía, si bien había un “pequeño problema” y es que Shima parecía no querer dejar el hombro del peliverde. Así pues su compañero fue a su “rescate” acercándose a Midori para comentarse si podía encargarse él del pequeño ave mientras la foto era tomada. Esto hizo que Shima emitiera uno de sus característicos sonidos, pareciendo decir que él de ahí no se movía, pues ignoró al joven y se quedo donde estaba posado en el hombro del peliverde. La trabajadora que iba a sacarle la foto a Midori tuvo entonces una idea, yendo entonces a por algo de fruta para intentar convencer a la pequeña ave para moverse. Mientras, por su parte, el trabajador parecía sentirse ligeramente dolido por haber sido completamente ignorado, aunque esto fue solo algo momentáneo, pues Midori le explicó lo que pasaba. Su pequeño amigo estaba acostumbrado a que el peliverde le sacara fotos, y por ello parecía ser que él también quería salir en la fotografía esta vez. Si bien tras hablar Midori con Shima, la pequeña ave pareció entenderlo moviéndose así finalmente para posarse en lo alto de un perchero que había cerca de la puerta. Para entonces la trabajadora regreso con algunos trozos de fruta cortados en pequeños trocitos. Plato que posó en una mesa cercana al darse cuenta de que la pequeña ave ya se había movido, pareciendole el momento oportuno para tomarle la foto al peliverde. 


De esta forma la fotografía pudo ser finalmente tomada sin mayor contratiempo. Si bien, posteriormente, tras la llegada al lugar de otro de los trabajadores de la residencia y comentar entre ellos lo ocurrido con la pequeña ave, decidieron hacerles una segunda fotografía a ambos juntos. Fotografía que Midori les preguntó si podía tener una copia, algo que le dieron sin problemas. Tras lo cual, y estando el lugar bastante tranquilo, Shima que parecía contento, no dudo en aceptar entonces aquellos pequeños trozos de fruta que estaba sobre la mesa y que ahora uno de los trabajadores le ofrecía.

S a k u r a   y   T e n s h i
꧁  ──────── •✧• ────────  ꧂
Kuon, Arata ❙ Abierto ❙ En curso⌛

Pese a la incertidumbre que pudiera haber respecto a Kuon, su sensibilidad al frío era mayor e incluso se tomó la osadía de adentrar sus manos enlazadas en el bolsillo del pantalón del chico.

«Mejor»

Si bien la extremidad del pelirosa era cálida, un extra le venía bastante bien.

Dicha acción no lo desconcentró del habla ajeno. Continuó oyéndolo y observándolo de vez en vez, y con cada palabra  le hacía menos sentido la curiosa vida de su  acompañante. Le recordaba a las historias que los niños pequeños inventaban para no ser castigados o llamar la atención. Pero aun así estuvo con la mente abierta ante alguna posibilidad misteriosa como lo hacía parecer el susodicho.

—¿En qué se relaciona el color de tu pelo y ojos con un oni? —comentó elevando un poco la ceja.

El rojo era el color con el que se relacionaba a los oni, y por ello le parecía complejo realizar la similitud con uno. Por su parte, no tenía recuerdos de haber sido envuelto en chismes como tal o tal vez solo no los recordaba, pero sí albergaba en su memoria haber notado murmullos.

—Los que dicen que cantas bien, ¿han enfermado después de oírte?

Lo observó un breve momento tras su pregunta. Apenas quedaban unos pocos pasos para llegar a la puerta de la cálida y aromática cafetería.