¡Hola, hola!
Vengo a hacer entrega de las primeras medallas.
@Izula,
Por haber realizado Anécdota II: LGBTIQ+ con Kuon y Neko antes de que el mes de agosto acabe, has recibido el pin especial: la medalla del orgullo.
¡Felicidades!
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S o l i c i t u d d e i n g r e s o:
IA:
Raizel
Residente:
Felicia
Fotografía:♡
Ocupación:
N/A
No conoce el significado de chambear, nunca la han puesto a trabajar en su vida (yo quisiese pero no pudiese ¿?).
✦ ⸻ 〔 Algunos datos sobre Felicia 〕 ⸻ ✦
Leo │ 21 de Agosto │ Edad: ??? │ Altura: 1.68 │ Vampira
⚜ Proviene de una familia italiana bastante numerosa, siendo Dante su hermano mayor.
⚜ No le gusta codearse con vampiros de sangre manchada por otras razas y mucho menos con mortales; No le agrada la idea de encariñarse con criaturas que perecen en poco tiempo, por lo que simplemente prefiere evitarlas (irónicamente, uno de sus familiares más queridos no es de sangre pura).
⚜ La idea de estar sola le aterra bastante, por lo que siempre le hace jurar y perjurar a Dante que nunca la dejará.
⚜ La familia es muy importante para ella, por lo que trata de socializar con los integrantes de la misma lo más que puede.
⚜ Es de naturaleza extrovertida y coqueta, esto yendo de la mano de que es una persona bastante confiada de sí misma.
⚜ A pesar del punto anterior, no es una persona de muchos amigos por lo mismo de que suele ser bastante distante de individuos pertenecientes a otras especies. Uno/a de sus amigo/as más preciado/as es Yoshi (conocido/a formalmente como Yoshiki, residente de la habitación 01). Suele ser bastante cariñosa con Yoshi y es bastante sobreprotectora a la vez, ya que le ve como un integrante más de su familia (puede que algún día de estos le secuestre para no tener que compartirle con nadie más (?).
Cuarto:
02.
¿Desea compartir cuarto?:
Sí.
Compañero de cuarto:
Dante
ID:
S o l i c i t u d d e i n g r e s o:
IA:
Raizel
Residente:
Dante
Fotografía:♡
Ocupación:
N/A
✦ ⸻ 〔 Algunos datos sobre Dante 〕 ⸻ ✦
Tauro │ 12 de Mayo │ Edad: ??? │ Altura: 1.82 │ Vampiro
⚜ Proviene de una familia italiana bastante numerosa, siendo Felicia su hermana menor.
⚜ A diferencia de Felicia, Dante no tiene problema alguno con la interacción con otras especies (le da lo mismo a decir verdad).
⚜ Es un chico bastante reservado e introvertido, mas no se considera a sí mismo una persona tímida (no confundir estos términos).
⚜ Suele pasar su tiempo libre leyendo y estudiando diversos temas, es bastante nerd en ese aspecto en palabras de la propia Felicia. No tiene un interés especial por algún tema en específico y de hecho actualmente ha pasado más tiempo leyendo novelas que estudiando como tal (no deja que Felicia lo sepa).
⚜ Es alérgico a los gatos, sin embargo, le gusta acariciar a alguno apenas lo ve (luego termina pagando las consecuencias por dejarse llevar por el impulso).
⚜ Al igual que Felicia, se lleva muy bien con Yoshiki.
Cuarto:
02.
¿Desea compartir cuarto?:
Sí.
Compañera de cuarto:
Felicia
ID:
Última modificación realizada por Raizel (El 18-08-2023 à 06h21)
────────────── ⋆⋅☆⋅⋆ ──────────────ID
ID
Carta enviada por Aki tras revisar cuidadosamente la solicitud de ingreso llegada al buzón físico de la residencia. La carta es acompañada por un pequeño paquete cuidadosamente envuelto, el cual posee el logo de la residencia. También se ha enviado una copia de la carta a través del correo del nuevo residente.Recepcionista y Guía
¿A los patos les gustan las coles?
Participantes: Tian Rue-Boris-Aysha ❙ Abierto ❙ En Curso
—Esa es una reacción demasiado tierna— comentó Boris en voz baja, pues no quería avergonzarle más.
El camino de regreso a la residencia ocurrió sin contratiempos una vez Tian se trepó cual koala a él, con el sol disminuido en su esplendor, el clima daba paso a una brisa relajante. Al momento de topar con la puerta de acceso Boris se flexionó un poco para que Tian pudiera soltarse aterrizando más suavemente, después bajando con cuidado a Aysha. Apenas se había cansado al ser ambos chicos ligeros a su parecer. Pudo haberlos llevado hasta dentro, más no quería maniobrar con la puerta teniendo a la joven en sus brazos.
—Sanos y salvos— su sonrisa se hizo presente, cediendo el paso —Volviendo al tema de Col, seguramente haré los mandados entre esta y la siguiente semana; si me dan sus números de celular o habitación pasaré por ustedes, en caso de que aún quieran acompañarme—
Adelantándose a la decisión de sus compañeros, de su bolsillo sacó un trozo de papel y su bolígrafo. Posteriormente entregando una parte para cada uno con el mismo texto <<Boris. Cuarto 07☆ ...>> más su número personal. Haber sacado el móvil era en caso de que alguno deseara agilizar el contacto de una forma más "moderna", en su defecto, lo ocuparía como medio de entretenimiento mientras regresara a su habitación tras despedirse.
C o n t e m p l a n d o l a l u n a
Neko & Kafei ❙ Cerrado ❙ En curso
Sintiéndose feliz de que el chico aceptase su invitación y este comenzase a caminar a un lado suyo, continuó emprendiendo el paso, con la mente aparentemente en blanco, hasta que cierta pregunta le fue formulada.
—Mmmmm… ¿Que si me gusta? —Se detuvo a pensar durante un par de segundos. —Puedo asegurarte que, hasta hace algunos cuantos ayeres, era algo que me encantaba hacer junto a mi hermano mayor. Además, no es por presumir, pero considero que era bastante buena en ello. —Se llevó una mano al pecho, denotando así, el orgullo que sentía por dicha declaración.
—Aunque claro, eran Shayne o papá quiénes siempre me ayudaban a bajar... En eso sí que era un poco mala. —Pensó, cayendo en cuenta de que, aquella inhabilidad suya para volver a tocar el suelo firme, podría ser un problema que no había tenido en consideración. —Bueno, supongo que será una preocupación que puedo heredarle a la Kafei del futuro cercano. Ella será más lista que la yo de ahora, así que algo se le ocurrirá.
Sorprendentemente, en ocasiones como esta, incluso ella, quien era concebida como alguien racional, podía ser así de tonta.
—No obstante... Continuando con la respuesta, creo que, actualmente, no podría decir con certeza que sea algo que disfrute como en aquellos tiempos. —Expresó, quedándose con un fugaz sabor a melancolía en la lengua. El cual, al serle picante, buscó reemplazar por algo más ‘neutral’ al retomar su tono alegre y energético.
—Aunque, quien sabe… Luego de esta experiencia, es posible que gracias a mi nuevo amigo pueda reencontrarme con la fascinación de subirme a la copa de los árboles. —Afirmó, disponiéndose después a apoyar brevemente la mano sobre el hombro del joven.
Y así, tras haber dicho lo que era debido con una sonrisa adornando su rostro, pensó que, al no estar aún en su destino, podría aprovechar la oportunidad de formular alguna pregunta. Una que, en retrospectiva, debió haber realizado desde el primer momento.
—Así que… Nuevo amigo~, ¿cómo debería referirme a ti? Se me ocurren varias ideas grandiosas, pero considero que tu nombre sería lo más indicado.
Origen
Oz, Amn & Sirena
Cerrado | En curso
Asiente brevemente ante la afirmación de la muchacha sobre su llanto. Aunque la apariencia de Amn podría recordar a un ser emergido del abismo, la información que ha compartido es más que suficiente para demostrar que no es exclusivamente una entidad elemental. Como bien vuelve a exponer después la muchacha, y el rojizo reafirma con un gran asentimiento, él es un descendiente de un genio.
—Ja, ja, ja. Tú misma lo has dicho, es un tema complejo —mejor no hablar de relaciones, ¿verdad?
Durante la espera de cualquier comentario por parte de la residente, el genasi se da el pequeño gusto de observarla sin discreción. Si no fuera porque nota su cansancio en el rostro y le esperan en otro lugar, la conversación se desviaría por completo a la joven. Tiene preguntas, se muere por saber, ¿quién no las tendría si un supuesto humano menciona que proviene de las aguas? Pero nunca se debe priorizar la curiosidad por encima del bienestar. Al menos, eso intenta hacer a pesar de parecer ansioso.
—Ha sido tu día de suerte —se atreve a responder, gruñendo afirmativamente. Ha coincidido que resulta ser un tema del que es un erudito, ¿qué hubiera pasado con otros?
La vista del rojizo se posa en los dos pequeños trozos de papel que aguardan su atención. No se detiene a reflexionar sobre cuándo ha creado los dibujos ni siente la necesidad de preguntar acerca del animal en tinta roja. Los recoge con una sonrisa, pero su contemplación es interrumpida por las palabras que alcanzan sus oídos.
—¿Pagar? Vaya disparate —no tiene problema en compartir su saber, a diferencia de otros eruditos—. No necesitas taaantas formalidades, no soy como lunita —expresa ante este asunto y su invitación para estrechar las manos.
Por un breve momento, se mira a sí mismo. Desea guardar su nuevo regalo para proceder, pero no logra visualizar cómo hacerlo sin estropearlo. No obstante, así como llegó la necesidad, se desvaneció al perder relevancia, pues opta por sostenerlos con precaución usando solo una mano para con la otra atreverse en abrazar a la joven.
—Lo que quieras, aquí lo tienes —durante el cálido abrazo. A pesar de ser cariñoso, es un gesto breve al desconocer si le agradan—. Oh, ¡ah! ¿Está bien que no te acompañe a tu cuarto? —interrumpe al recordar de sopetón algo pendiente. Tanto sus palabras como su rostro ligeramente preocupado indican claramente que estaba considerando hacerlo, posiblemente para evitar dejarla sola a estas horas.
C o n t e m p l a n d o l a l u n a
Neko & Kafei ❙ Cerrado ❙ En curso
Neko escuchó con atención la respuesta de la joven, sintiendo algo de curiosidad sobre porqué de alguna forma hablaba en pasado, y si tal vez tendría algo que ver con el hermano que mencionaba. El pelinegro pensaba que era posible que le hubiera ocurrido algo a dicho hermano, y por ser esta afición algo que hacían juntos, ahora la joven ya no disfrutaba tanto de esta practica. El nekomata se quedo pues un momento pensando en esto, si bien, tras escucharla decir como afirmaba que era bastante buena en ello con cierto orgullo, no pudo evitar reír por un momento, pareciéndole divertida la manera en la que lo había dicho.
- << Así que si se subirá al árbol. Será interesante ver que tan hábil es >> - pensó para si mismo con una expresión divertida en el rostro. Y es que no era por presumir tampoco, pero Neko era realmente habilidoso cuando se trataba de subirse y bajarse de los arboles.
Las siguientes palabras de la joven hicieron que nuevamente el nekomata pensara si quizás podría haber pasado algo para que la joven sintiera eso, lo que hizo que tuviera curiosidad sobre el tema. Si bien, dejo que la joven siguiera hablando antes de preguntarle nada, quedándose así con la curiosidad por el momento.
Posteriormente fue cuando la joven se refiero a él como un nuevo amigo, al tiempo que luego toco brevemente su hombro. Esto fue algo que sorprendió ligeramente al nekomata, motivo por el cual por un momento movió ligeramente sus orejas, si bien no era algo que le molestase. Tan solo pensaba que la joven parecía ser alguien muy sociable, o quizás era que él le resultaba alguien agradable. Después de todo, Neko se dejaba guiar por su instinto a la hora de sentirse cómodo o no con otras personas, aun si apenas se conocían, por lo que pensaba que pudiera ser igual para otros.
Tras esto la joven prosiguió hablando, de forma que no fue hasta que terminó que Neko finalmente paso a responderle.
- Mmm... ya veo - y tras una breve pausa añadió - Ahora siento curiosidad sobre esas ideas que mencionas. Puedes proponer llamarme con algún nombre que se te ocurra si quieres. En realidad ya tengo varios nombres, por lo que no es algo que vaya a molestarme - le dijo en un tono y con una expresión amistosa.
Así pues, por el momento, el nekomata se guardaría su nombre, pues por ahora sentía mayor curiosidad por cuales eran esas ideas que la joven mencionaba. Por otra parte, y por una costumbre propia de su mundo, él no le preguntaría como se llamaba a ella, sino que esperaría a que fuera ésta quien quisiera decírselo.
『 ¿A los patos les gustan las coles? 』
Tian Rue, Boris & Aysha || Abierto || En curso
La expresión de Aysha cambió completamente al ser halagada que Tian rue sintió un suave cosquilleo en el estómago.
—Que adorable —dijo, asomándose por encima del hombro de Boris. Pegó su mejilla a la de él como un gato buscando caricias y miró a Aysha, malicioso, antes de dirigirse al chico—. ¿Verdad?
¿Sería este el inicio de un romance? Tan repugnante, quería verlo. Ahora Tian Rue sentía un irremediable cosquilleo en las manos. Bajar de un salto sería fácil, entonces empujaría a Boris sobre Aysha, probablemente lastimándolos en el acto.
Aguantó.
Apenas llegaron a la entrada se soltó de Boris para permitirle moverse con libertad y bajar a Aysha. Le dolían los hombros y brazos así que los estiró y masajeó. Ciertamente el cuerpo humano era una cosa frágil y delicada. Suave... se rompía con facilidad. Aún así le gustaba esa fragilidad, esa suavidad.
Ladeó la cabeza, escuchando a Boris. Bonita pluma la suya, ostentosa. Le dieron ganas de darle un manotazo a Boris y tirarle la pluma de la mano. No lo hizo, de todas maneras dudaba Boris se molestara. ¿O sí? ¿Sería importante? Ah, vaya duda. Lo dejó pasar sin embargo, centrándose en el hecho de que la forma en la que hablaba Boris sonaba a que se estaba despidiendo. Probablemente era una despedida.
—Habitación veinte —dijo, tomando el papel con la punta de los dedos—. Nos veremos pronto, sí.
Se deslizó suave, y con un gesto elegante acarició la mejilla de Aysha, se puso de pie de puntitas y besó su mejilla contraria. Era un beso puro y casto.
—Mua —dijo, suave, sin apartarse de ella.
Ah, si lo golpeaba que no fuera tan fuerte.
Anécdota II: LGBTIQ+
S o l i c i t u d d e i n g r e s o:
IA: Septiane.
Residente: Tian Rue Ouyang.
Fotografía:Fotografía
Ocupación: Onmyouji.
Cuarto: 20.
¿Desea compartir cuarto?: Sí.
Compañero de cuarto: —.
ID: —.
¿A los patos le gustan las coles?Tian Rue - Boris - Aysha | Abierto | En curso
Creyó escuchar murmurar algo a Boris, pero no le ha dado mucha importancia, estaba ensimismada mirando el paisaje, así mismo tampoco prestó total atención a las acciones del pelinegro, aunque claro lo había escuchado y aquello le hizo forjar una tímida sonrisa.
Si le había dado pena escuchar aquellos halagos, si es que eran halagos, sumado al hecho de ir en brazos de un chico. Eran cosas que no se veían ni experimentaban todos los días.
Una vez llegados a las puertas de la residencia, luego de que Tian Rue bajó de la espalda de Boris, la morena pudo pisar tierra nuevamente, soltando el suave agarre que ejercía su brazo derecho alrededor del cuello del peliverde.
—Gracias por traernos de vuelta—le ha dado suaves palmaditas en el pecho. Seguido de acomodarse su suéter.
En ese mismo instante, el chico tomó la iniciativa de ponerse de acuerdo para realizar el mandado previamente hablado. Aysha lo miraba y escuchaba con atención, en el momento en que ha sacado un bolígrafo muy bonito y ostentoso, había quedado maravillada observando todos sus detalles.
Posteriormente, les dió a ambos, un trozo de papel con su número de habitación y teléfono. Cuando Aysha lo ojeó, ha sonreído, antes de mirarle y dirigirse nuevamente hacia él:
—Habitación seis, estamos más que cerca— dijo, guardando el papelito entre la manga de suéter—Estaremos en contacto, entonces—agregó, mirando a ambos chicos—.
De pronto, y de manera súbita, el pelinegro ha acariciado su mejilla y ha dado un beso en esta. La ojivioleta, ante la estupefacción y con su rostro completamente rojo, ha emitido un sonido casi inaudible, para luego otorgarle una cachetada a su contrario, de forma automática.
Se ha cubierto la cara con las manos, antes de huir al interior del recinto con la lechuza nival, siguiendo su apresurado paso, y dejando a ambos chicos en el exterior.
S o l i c i t u d d e i n g r e s o:
IA:
LiaJay
Residente:
Aysha
Fotografía:Spoiler (Hacer clic para mostrar)
Ocupación:
Estudiante
Recibe dinero de sus padres
Cuarto:
06
¿Desea compartir cuarto?:
Si
Compañero de cuarto:
No tiene
ID:
—
Última modificación realizada por LiaJay (El 22-08-2023 à 06h44)
¿A los patos les gustan las coles?
Participantes: Tian Rue-Boris-Aysha ❙ Abierto ❙ Finalizado
Tomó nota de ambos números, sonriendo ante la observación de la joven sobre la cercanía de sus habitaciones, no obstante que el pelinegro besara a la chica sin avisar la hizo huir en un giro inesperado de acontecimientos, con Boris solo observando su figura alejarse.
—¿Con las mujeres también?— su sorpresa era evidente tiendo en cuenta que no era la primera vez que le tocaba ver algo similar, pero que decidiera no perseguir a Aysha se debía a que no ganaba nada con traerla de vuelta, no estaba en un riesgo mayor que la vergüenza del momento —Eres un alborotador y un besucón incontrolable, pero se que entiendes que hiciste mal con toda la intención—.
No fue un regaño propiamente dicho, manteniendo el tono común de su voz una vez vuelto a su expresión habitual. Mentir sería no admitir que también encontró la reacción de la joven llamativa, más seguro que de un modo diferente a Tian pues de haberse sobrepasado este último, seguro que no le hubiera hecho gracia ni ternura a Boris como si era el caso
—Supongo que no queda mucho por hacer ahora que has ahuyentado a la princesa— su mano se paseó suavemente por la zona lastimada en la cara de Tian, solo para segundos después pellizcar su mejilla sana con la suficiente fuerza, aun con ello tratando de mantener el control de no lastimarlo tanto —Ahora eres tu el que tiene ambas mejillas rojas— una burla juguetona para cerrar.
Sin más que agregar emprendió su camino regreso a su habitación, con la vista en el celular, y dejaría una carta debajo de la puerta de la joven antes de entrar en sus propios aposentos con una disculpa
<<Eso pudo ser inapropiado, me aseguraré de cuidarte mejor la próxima vez>>
Última modificación realizada por Meritya (El 30-08-2023 à 23h39)
『 ¿A los patos les gustan las coles? 』
Tian Rue, Boris & Aysha || Abierto || Finalizado
El bofetón no fue tan fuerte como esperaba, eso fue bueno. Tian Rue ya lo tomaba como una ganancia. Lo que sí no se esperó es que Aysha, avergonzada, saliera corriendo de la situación como una pequeña adolescente dramática que huye de sus sentimientos. «Linda.»
Sobó su mejilla con un gesto distraído mientras escuchaba a Boris.
Soltó un bufido lleno de sorna.
—Yo jamás haría ningún mal —dijo con fingida inocencia.
Bajó su mano cuando Boris le tomó la mejilla contraria, pellizcándola con fuerza, algo que lo tomó desprevenido. ¿Lo había hecho enojar? Divertido. Eso sí era satisfactorio.
Era entendible, después de todo había ahuyentado a su princesa.
—Ah, entonces sí puedes enojarte, eh.
Rió suavemente, dejando a Boris irse.
Ah, que pena, que pena. Había sido abandonado. Dio media vuelta sobre sus talones y echó a andar, decidiendo ser un residente permanente en el lugar. Tal vez la institución no era tan aburrida como creía iba a ser. O bueno, Tian Rue se encargaría de eso.
ID
Cartas enviadas a los buzones de los residentes.ID
Origen
Oz/Amn & Sirena/? ❙ Cerrado ❙ En curso
Sirena permaneció inmóvil durante el abrazo, no era la primera vez que la abrazaban sin avisar pero ciertamente la había tomado por sorpresa. Al mismo tiempo, al ser tan corto aquel acto no tuvo tiempo siquiera de pensar en corresponder, solo mirando a Amn una vez que se alejó para ofrecer su compañía
-¿Siempre eres así?
Soltó de repente, parecía querer enfatizar el comportamiento cariñoso de Amn. Le gustaba, aunque se le hiciera extraño por momentos; pues si bien parecía ser alguien juguetón, Sirena no lo sentía con malicia o coquetería
Una vez tomadas todas sus pertenencias, le hizo una señal al hombre para que ambos salieran de la biblioteca, mostrándose interesada en su oferta
-¿Por qué querías eeacompañarme? ¿Te gusta andar en grupo? ¿Es para no perdernos el uno al otro o curiosidad?
Incluso si se sentía un poco cansada no dejaba de ser curiosa. Por otro lado, dado el comportamiento del mayor, ella se sintió en libertad de tomarse de su brazo igual a la forma en que colgaba de su gemela, como si de esa forma se le fuera a hacer menos pesado caminar
Todo el trayecto restante fue cubierto más bien con los ruidos de sus pasos y alguno que otro externo, hasta llegar a la puerta, soltando su propio agarre para tomar el picaporte
"Estaría bien dar las gracias"
Sirena murmuró algo inentendible antes de dirigirse a Amn
-Nos servirá. Compartamos información otro día, ah, y no dejes que el señor Mafia siga enfermo
꧁ A n é c d o t a I I ꧂
─── •✧• ───
L G B T I Q +
—E-espera, los pasos... no... no paran, ¡se están acercando! —dijo apretando los brazos del pelirrojo en un intento por suprimir su nerviosismo a la par que intentaba frenarlo.
—No importa —respondió despreocupado.
—¿¡¿¡Que no importa...!?!? —gritó entre susurros, casi atónito.
Arata elevó un poco el torso y giró la cabeza hacia atrás en dirección a la puerta, pues la cama estaba en frente. Faltaba tan poco... No se iba a rendir aunque golpearan la puerta, además, al fin le había permitido llegar más lejos.
Toc toc.
—No entre —dijo un poco más alto para poder ser oído mejor desde al otro lado de la puerta.
—¿Están ocupados? —preguntó la madre del pelinegro.
—Sí, tenemos se-...
Arata fue enmudecido súbitamente por la mano del chico.
—¡¡Tenemos sesiones de estudio!!
—Oh, está bien. Lamento interrumpirlos, continúen. Nosotras iremos al mercado.
Se podía percibir orgullo en la voz femenina.
—De-detengámonos aq-... ¡AH!
—Así que justo aquí...
—Ngh...
Meneó un poco la cadera y el chico acabó por curvar la espalda una segunda vez. El pelirrojo había aprovechado la distracción para entrar por completo en él de una manera muy lenta.
¿Cuáles serían las represalias si los sorprendían?, ¿habría siquiera? Arata había sido criado de una forma en la que el gusto por alguien del mismo sexo era por completo normal, pero con las advertencias de que no lo era para todos. No hubo algo como «darse cuenta» que le gustaba un chico, solo le gustaba una persona como tal independiente de si era hombre o mujer. Tampoco fue algo que le tomara por sorpresa: solo sucedía y no le daba ese tipo de importancia que usualmente había en aquella sociedad conservadora en la cual había nacido.
Para bien y para mal hubo consecuencias debido a las diferencias entre su crianza y la del resto incluso para su madre. Según las habladurías, le había insertado «ideas raras» a Arata, puesto que este tenía una manera muy sincera de dirigirse a sus compañeros y al resto en general; también «temían» que el pequeño pelirrojo fuera una dizque mala influencia para sus hijos. No obstante, debido a la llamativa y atractiva apariencia de este, sumada su curiosa personalidad y manera de lidiar con la mente de otros, no sufrió violencia en general. No procesaba las situaciones de la misma forma que cualquier otro niño de su edad lo haría.
Irónicamente, el real problema era que otros se quisieran acercar a él cuando Arata prefería estar solo con un círculo muy reducido de personas. Además, aquel imán solía despertar la inseguridad, los celos y la desconfianza de sus intereses.
—Hmp... ¿Ahora debería decir «tengamos "sesiones de estudio"» cuando te lo quiera meter?
Bastante ruborizado, el chico le dio un débil golpe en el hombro al pelirrojo. De alguna forma le excitaba esa manera «camionera» que tenía el modelo de expresarse.
¿A los patos le gustan las coles?Tian Rue - Boris - Aysha | Abierto | Finalizado
El trayecto desde el hall hasta su habitación ha sido tranquilo, por fortuna nadie le ha preguntado el porqué sus mejillas estaban teñidas de rojo. Un rojo que se ya se estaba disipando, finalmente.
La huida había sido demasiado furtiva, y al ya verse tranquila en su habitación, un breve sentimiento de culpa la había invadido; no tenía porque golpear al chico, fue una reacción automática. Dado que el contacto físico no era su mejor fuerte, no estaba acostumbrada. Tenía que aprender a lidiar con ello.
"Me disculparé con él, la próxima vez que lo vea", pensaba para si misma, mientras estaba sentada sobre la cama, abrazando sus rodillas, y sus brazos tapaban la mitad de su rostro. La lechuza, que ahora se encontraba a su lado, le ha ululado en forma interrogante, la chica le ha acariciado su cabeza y luego su cara, de forma gentil:
—Estoy bien—sonrío finalmente. En eso recordó la nota en la manga de su suéter; los datos de contacto de Boris.
Sacó su teléfono; era de color blanco, y con tonos morado pastel en la funda. Empezó a digitar el teléfono del chico menta, y le ha agendado de la siguiente manera:
"Boris★"
Si hubiese tenido el de Tian, probablemente también lo hubiese agendado. Pero claro está, no lo tenía.
Se ha quedado pensando por un breve lapso de tiempo, cuando ha visto una nota en el suelo. Era extraño, cuando entró previamente, no había absolutamente nada. Ha debido de llegar, cuando estaba distraída pensando en todo lo ocurrido este día. Sin pensarlo mucho, fue y la recogió, sin tener ni la mayor idea sobre el contenido. Al abrirla, encontró el siguiente mensaje:
<<Eso pudo ser inapropiado, me aseguraré de cuidarte mejor la próxima vez>>
—Tsk, ¿ahora me tratarás como a una damisela en apuros?— río para si misma, le daba ternura su actitud protectora para con ella.
A juzgar por el papel y la caligrafía idéntica, con la de aquellos datos de contacto, Aysha dedujo que Boris, había dejado la nota bajo su puerta.
Lo normal habría sido ir hasta su puerta y agradecerle en persona, sin embargo, no tenía ganas de salir de su habitación, probablemente lo haría, pero para buscar algo de comer, pues ya se hacía tarde. Decidió dejarle un mensaje en su móvil:
<<Hola Boris
Recibí tu nota, no te preocupes, estoy bien. Disculpame por haber salido corriendo, ni siquiera me despedí de ustedes. Espero que no hayas sido muy duro con Tian, sé que no lo hizo con malas intenciones.
Y descuida, no necesito que me cuides 24/7, ya hiciste suficiente hoy♥︎
Nos vemos ^^>>
-Aysha
Con eso hecho, decidió rellenar la solicitud de residente formal, de todos modos, no hallaría mejor lugar que ese. Con mucho más por conocer, además.
Última modificación realizada por LiaJay (El 22-08-2023 à 20h13)
Origen
Oz, Amn & Sirena
Cerrado | Finalizado
La extrañeza de la joven borró la preocupación de Amn. Esta no es la primera vez que le hacen esa pregunta, por lo que su respuesta no se aparta de lo común. De hecho, que ella lo pregunte es una forma efectiva de determinar si su gesto fue acertado.
—Oh, siempre. Sé que hace sentir bien y eso me gusta —incluso sonríe con cierto orgullo—. Aaaunque, hay excepciones. No a todo el mundo le gusta —en lugar de encogerse de hombros, saca un poco la lengua. Podría interpretarse que le desagrada ser rechazado por ser tan abierto o que simplemente ha tenido innecesariamente experiencias negativas—. Y dentro de esa excepción está otra excepción, por supuesto. Por mucho que se queje lunita, sus quejas me importan poco después de tantos años, ¡ja, ja, ja! —como si no tuviera suficiente con Aiur—. Perdón si te ha incomodado. Las cosas bonitas necesitan respuestas bonitas —concluye su respuesta alzando la mano que contiene los dibujines.
Esa respuesta le ofrece tiempo de sobra a la joven para tomar todas sus pertenencias. No obstante, el rojizo no esperaba después recibir el señal que gustosamente acepta a pesar de tener ese pendiente en mente.
—Aah... Podría dar varias respuestas que entre ellas son bastante distintas, pero principalmente se trata de costumbres... —introduce, pero permanece pensativo unos segundos incluso cuando es tomado del brazo—. Quienes más amo suelen pasar mucho tiempo solos cuando no tenemos nada entre manos y... Er... Han pasado cosas... Entonces, prefiero estar siempre cerca de quien me cae bien, si puedo. De hecho, me han explicado que este lugar es seguro y menos peligroso que mi mundo, pero... No lo sé, no puedo dejar ir esa costumbre —explaya con cierta duda. Después, vuelve a permanecer pensativo, como una transición para cambiar a una actitud más alegre—. Pero oye, tal vez un día sí nos perdamos. Y llegado el momento, ¿quién te podría ayudar si vas por tu cuenta? Je, je —sin saber que Aki estará de stalker por los pasillos, evidentemente.
Una particularidad de sus explicaciones, si el genasi resulta agradable, es que el tiempo parece avanzar velozmente como arena entre los dedos. Sin embargo, llegó el momento inevitable en el que la conversación comenzó a dar señales de agotamiento por parte de ambos y culmina con el encuentro entre la muchacha y el picaporte.
—Je, je, que me vuelvan a matar si lo dejo enfermo más tiempo —de imprevisto parece una broma por el tono que emplea, pero realmente lo cree así—. Descansa mucho y bien, ¿sí? Nos vemos pronto, espero.
Justo cuando Sirena esté dispuesta a ingresar a su cuarto, será el momento en que Amn opte por regresar al de su amigo. Regresando a su propio camino, pensando en cómo las conexiones inesperadas pueden tejerse en las situaciones más simples... además de retomar mentalmente el asunto que le concierne.
Origen
Oz/Amn & Sirena/? ❙ Cerrado ❙ Finalizado
-De acuerdo, entonces no te pierdas de camino a tu habitación
Si era muy importante para el hombre, bien podía hacer un esfuerzo, después de todo había quedado satisfecha con sus explicaciones y la nueva amistad; Sirena entonces lo abrazó lo mejor que pudo, nuevamente dado la diferencia de estaturas y complexión, ante de finalmente entrar a su habitación. Cerró la puerta tras de sí y se recostó sobre su cama sin cambiarse, su ropa ya era suficiente ligera para no molestar en cambiarse para dormir
-Me alegro que hayas hecho un amigo, y al mismo tiempo encontraste la información que necesitabas sobre los genios
-Sobre eso...ah, cambié de opinión. Ya que no quieres ser mi sujeto de investigación le preguntaré a Aki si ella quiere, tengo la duda de saber... de saber si es un demonio o un diablo... y recuerda irte, no te puedes quedar sin ser residente
-Siempre haces lo mismo ¿no?
Para entonces Sirena ya había caído dormida, dejándole como única opción a aquella vocecilla escabullirse de la misma forma en que entró.
Nada mejor que un choque elemental
Amn & Jay | Cerrado | En cursoTras llegar de una sesión de fotos bastante agotadora, el pelirosa ha pasado por su habitación, y ha dejado su mochila sobre la cama. Tras deslizar el cierre, que ahora adornaban los marcapáginas que se le fueron otorgados hace un par de días, sacó su botella de agua y la volvió a llenar en un dispensador cercano, al salir hacia la cafetería.
Se sentía demasiado estresado, y por lo tanto decidió pasar el resto de la tarde fuera; específicamente en el bosque/arboleda cercana a la residencia.
Con paso ligero ha recorrido el espacio, respirando aquel aire natural que tanto le gustaba. Ha alzado la mirada hacia arriba; de las copas de los árboles entraban pequeños rayos de luz que con un poco de esfuerzo podría alcanzar. Al mirar más detenidamente a su alrededor, no vió a nadie más, por lo que extendió sus alas, para alcanzar la copa más alta. En aquella altura, comenzó a hacer uso de sus poderes, pues siempre los manifestaba estando solo o, con personas de su absoluta confianza.
Estelas y copos de nieve, adornaban el ambiente del bosque, mientras el ojiazul, pasaba por entre los árboles, con suma agilidad, usando el revoloteo de sus alas, para aterrizar de forma segura y ligera, en la siguiente rama, que le favoreciera el paso.
Sin embargo, un ruido proveniente de los arbustos, a su izquierda le ha hecho parar con su juego, sentándose acuclillado sobre una rama lo suficientemente gruesa para soportar su peso, mientras prestaba oído en aquella dirección.
Un segundo movimiento ha hecho que Jay, se sobresaltase, realizando un movimiento involuntario lanzando un rayo de hielo, en la dirección previa
—Uy.. —dijo, casi en un susurro, esperando no haberle hecho daño a nadie.
Última modificación realizada por LiaJay (El 23-08-2023 à 18h58)
Nada mejor que un choque elemental
Amn & Jay | Cerrado | En curso
Para Amn, el día de hoy está reservado para cumplir los encargos de su amigo de confianza. Hacía tiempo que no actuaba como recadero para él, así que su alegría era más palpable de lo común. Lo que añadía aún más a su felicidad era estrenar una flamante sudadera roja que le había regalado, hecha a su medida, que incluye en su diseño unos cuernos y una cola de diablillo.
—Pues si debía encontrar esto, no lo estoy viendo... —habla consigo mismo en voz alta en su idioma natal, siguiendo un mapa bocetado a mano.
El encargo actual implica la búsqueda de una planta herbácea de tamaño moderado, caracterizada por racimos de diminutas flores de tonos púrpura y blanco, cada una con cinco hojas. La singularidad de esta planta radica en sus vainas, las cuales, después de ser despojadas de su capa exterior ligeramente tóxica, revelan un fruto de sabor tardío y de destacadas propiedades nutricionales. Sin embargo, según las indicaciones de su amigo, esta planta no es común en el bosque a pesar de haber brotado en una roca cerca del riachuelo que suele visitar. Sus observaciones apuntaban a que parecía haber sido introducida de manera artificial quizá por algún residente, por lo que solo necesita seguir el mapa proporcionado y las instrucciones para cultivarla con las herramientas que porta en una bandolera de cinturón. El resto de la tarea, una incógnita para el rojizo, no está dentro de su responsabilidad llevarlo a cabo.
De alguna manera, sus pasos lo están llevando en la dirección correcta, aunque por el camino se topa con una familia de liebres y decide tratar de interactuar con ellos mientras guarda el mapa en uno de sus bolsillos.
—Hola chiquitos, ¿dónde vivís? —susurra, aunque su tono es similar a cuando un adulto habla con un niño pequeño—. ¿Me dejáis capturaros con este aparato? Es para que os vea un amigo —posicionándose de cuclillas con sumo cuidado para poder hacer una foto. No obstante, una de las liebres muestra cierta inquietud ante su presencia y en el instante en que saca el teléfono, emprende una carrera veloz para escapar entre los arbustos—. Oh, no te vayas —pero el resto proceden a seguir su fuga y termina solo—. Oh, vaya... —con una mueca de ligera tristeza.
Se le ocurre avanzar un poco para observar en qué dirección se dirigen, pero no solo no consigue divisar nada, sino que también tiene la fortuna (o falta de ella) de ser alcanzado por un inesperado rayo de hielo. Este impacta en la mano que sostiene el teléfono, de modo que cae al suelo por ser soltado en el momento que el genasi siente un cambio brusco de temperatura. Sin embargo, la preocupación reside en el objeto y no en su bienestar, puesto que lo pisa accidentalmente y no desea romperlo por segunda vez.
—"Ybbah!" —sale de su boca mientras resguarda sus manos entre ellas por el frío. Suspira a continuación cuando aparta el pie, no se ha roto y no procede bronca alguna.
Después de tomarlo y guardarlo entre sus bolsillos, se coloca bajo la sombra de un árbol y observa el panorama de la zona. No divisa a nadie a la vista, lo que le lleva a preguntarse: ¿habrá sido producto de su imaginación? Pero no, esa temperatura no podría haberla inventado por sí mismo aunque quisiera. Quizás si examinara la cima de uno de los árboles que se eleva en frente, podría avistar al responsable que fácilmente puede estar espiándole con gusto. Sin embargo, todo ha ocurrido tan repentinamente que no puede determinar la dirección exacta de la que provino.
『 Arrendajo 』
Tian Rue || Abierto || En curso
A pesar de seer un alborotador, Tian Rue, en su más profundo interior, siempre había sido una persona solitaria. Siempre marginado, se había habituado a la soledad y el desprecio directo. No había melancolía en ello sin embargo, Tian Rue encontraba placentero el herir, así como ser herido; ser abandonado, así como apartado. Tal vez era su naturaleza demoniaca hablando, o tal vez siempre había sido una criatura retorcida —a Tian Rue le gustaba pensar que era lo segundo—.
Y era por todo aquello que el bosque era, actualmente, su lugar preferido. Incluso más que la granja. Y la razón era demasiado clara, al menos para él: en el bosque no había seguridad. No había ojos que juzgaran, ni reglas implícitas que seguir.
La brisa agitó su pelo y notó, distraído, que un pájaro trinaba. Fue apenas un instante, un aleteo y entonces más trinos. Tian Rue se acercó, curioso, para ver qué pasaba. Siempre había sido una criatura curiosa y descarada por lo que no se molestó en esconder su presencia. Pisó una rama que crujió y un ave marrón salió volando al cielo, dejando plumas atrás y rastros de sangre.
Un gavilán, claro. ¿Había interrumpido su comida? Tal parecía ser el caso, pues un arrendajo aleteaba moribundo con el pecho abierto. Sus plumas, blancas y azules, eran ahora rojas. Pobre, pobre avecilla. Moriría pronto, eso era lo único innegable.
Tian Rue se acercó, provocando que el ave trinara y aleteara con más fuerza. Deseaba vivir, sí, y se esforzaba en huir, sin saber que eso solo aceleraría más su partida.
—Shh... —susurró, poniéndose de cuclillas para recoger el ave y brindarle algo de compañía. Le acunó en sus manos y acarició sus plumas ensangrentadas, manchándose las manos y esperó. Podría haberle hecho sentir menos dolor con un encantamiento, pero Tian Rue pensaba que morir y no saberlo era mucho peor que morir en agonía.
Tal vez lo entendió el arrendajo, o tal vez estaba demasiado cansado ya. Dejó de moverse, su pecho aún inflándose y desinflándose con cada respiro. Tian Rue tarareó una canción infantil. A Tian Rue le gustaban las canciones infantiles, aún si no le recordaban a nada en particular.
Arrendajo
Tian Rue & Sirena ❙ Abierto ❙ En curso
-¿Mm? ¿Vas a salir?
La vocecilla ya se había hecho la costumbre de visitar a la joven, sin embargo esta vez la peliceleste iba más allá de la puerta cuando llegó
-Voy al bosque a recoger ramas
-Oh, ¿Quieres que te acompañe? Quien sabe si hay una dríade esperando secuestrarte
-¿Las dríades pueden vivir tan cerca de las ciudades?
-No veo porqué no, el árbol sigue siendo árbol donde quiera que lo plantes
-Ya veo
Sirena encogió los hombros y se fue sin decir una palabra más, ahora más intrigada que al principio, cuando sus compañeros de trabajo intentaron asustarla diciendo que en el bosque había un lobo come niñas y por eso la mayoría de residentes eran hombres. Obviamente no lo creyó, no de todo al menos, más si consideraba la posibilidad de que hubiera un residente peculiar como Amn al que estuvieran confundiendo, a esos tipos les encantaban los rumores. El asunto con las ramas era verdad, plus si podía encontrar a la criatura de la que hablaba la vocecilla era resolver tres cosas en una
Se aproximó entonces, un poco fuera de lugar iniciando desde su elección de ropa: sandalias y un vestido muy primaveral, por otro lado tampoco era muy buena ubicándose aunque a ello si que le prestó atención, dejando post-it por donde pasaba para no perder el camino de vuelta o en última estancia le pediría ayuda a la IA. Recogió hojas, ramas, piedras y demás cosas que le llamaron la atención; y las guardó cuidadosamente en los diferentes compartimientos de su bolso. Hasta ese momento nada había pasado
Unos minutos después, cuando empezaba a dar por terminada su búsqueda un ruido la tomó desprevenida; su cabeza giró de forma instintiva
-¿Un ciervo?
Fue lo primero en su mente pese a no ver uno. Con curiosidad y siguiendo el lugar de donde creyó escuchar el crujido finalmente dió con un suceso extraño, alguien estaba tarareando una canción en mitad del bosque, aunque Sirena desconocía cual era. La criatura en cuestión parecía ser una persona, hombre o mujer, no lo identificaba bien pero de espaldas tenía el cabello oscuro y semi largo. Qué dilema. Por la harmonía de la canción podría ser la dichosa ninfa aunque fijándose bien a los pies de aquel frente de ella había una especie de mini escena del crimen ¿El lobo, entonces?
Igual no eran tan mentira las habladurías o se estaba sugestionando, no lo sabría si no investigaba
-¿Quién eres tú?
Con el ID a la mano se mantuvo a una distancia prudente esperando la respuesta mientras la IA al activarse comenzaba el rastreo del lugar en el que se encontraban