E l a r r u l l o d e l a n a t u r a l e z a
Arata & Neko ❙ Cerrado ❙ En curso
- Mmm... puedo hacerlo, aunque no suelo. Quizás algunas veces por las noches cuando estoy solo, me gusta mucho mirar la luna, por lo que a veces inconscientemente lo hago. "Ella" suele reírse en esos momentos cuando me ve, diciéndome que es como si volviera a ser un gato - le respondió con un tono sincero, y también con el que se notaba el cariño que le tenía a "ella" al recordarla.
Posteriormente Arata continuó acariciando al nekomata, haciendo nuevamente que se sintiera bien, algo que se notaba por los gestos que hacía, de forma que Neko no pudo evitar pensar que realmente su acompañante tenía buena mano para acariciarlo. Entonces el pelinegro recordó el nombre de Bruma que anteriormente le había mencionado el pelirojo, pensando que era una minina afortunada por tener a alguien como Arata como su protector.
Cabe decir que Neko no consideraba que una persona pudiera ser el dueño de un gato, por lo que aquellas personas que cuidaban de uno, para él eran sus protectores.
A así, mientras disfrutaba de los mimos y algo perdido momentáneamente en sus pensamientos, Neko se encontraba tan a gusto que inconscientemente dejo salir un pequeño ronroneo. Siendo ésto una muestra indudable de que las caricias estaban siendo de su agrado y de que se sentía cómodo estando con Arata.
Si bien, esto duró solo un instante, pues entonces escuchó decir la palabra "lástima" por parte del joven pelirojo. Haciendo así que volviera a prestarle atención, al tiempo que ladeó momentáneamente la cabeza, algo confuso sobre porqué usaba esa palabra. Pensando entonces que quizás era porque le hubiera gustado verlo también vestido en su forma original. Aunque éste fue solo un pensamiento fugaz, pues al notar como seguía siendo acariciado, volvió a centrarse en los mimos que estaba recibiendo una vez más.
Esta vez pudo notar como la caricia era algo diferente, no centrándose solo en su cabeza, sino continuando por su lomo, algo que le agradaba mucho. Si bien, cuando noto como se acercaba hacia su cola, hizo un leve movimiento con esta, como si quisiera decirle que hasta ahí estaba bien, pero que la cola no. Al tiempo, Neko giró su cabeza para mirar a Arata. Si bien no le dijo nada, pues consideró que con el movimiento que había hecho era bastante para que lo hubiera entendido. Y así, tras una breve pausa y regresando la cabeza a la posición que tenía antes, añadió en voz baja.
- El lomo... me agrada - le dijo como una forma de aclararle que aunque hubiera hecho ese movimiento, en la zona del lomo si que le gustaba ser acariciado.
Dicho de otra forma, a Neko le gustaba especialmente ser acariciado en la cabeza, sobre todo en la zona de las orejas. Y también en el lomo, pero solo hasta la mitad del cuerpo aproximadamente, ya que la zona más cercana a la cola ya no le agradaba tanto, o más bien, era un tanto bastante selectivo a la hora de dejar quien y cuando se la tocara.
De esta forma, nuevamente hizo otra breve pausa antes de continuar hablando.
- ¿Te sientes un poco mejor? - le preguntó con sinceridad mirándolo de nuevo, al tiempo que también se sentía un poco culpable por estar recibiendo tantos mimos sin saber si ésto le estaba ayudando en algo al joven pelirojo.