Hola∼
Ni modo, toco comentar el capitulo desértico, por partes pero bueno24
Empezamos potentes con nuestro querido conserje y su esposa (algo me dice que va a llover poco hasta que se junten la lorialet y el falso lorialet)
Hay una biblioteca en medio del desierto... Curiosamente puede tener todo lo que queremos saber sobre el marionetas... Que buena idea! Vamos a mandar a los individuos más competentes de la guardia, una humana tontita e hiperactiva, un humano tontito con una alta tensión sexual con la muerte (literalmente) y un tío muy guay...
¿Qué puede malir sal?
Nada en absouto, soloquesomoslaGuardiadeEelysinolaliamosnoestamoscontentos ja ja ja... Será divertido...
Bueno, creo que ya es un buen momento para poner canciones de camellos.
Hiiro un día se va a hartar de todo el mundo y se va a ir a hacer un trato con el hilos con la única condición de que el no le obligue a ponerse falditas. Igualmente Hiiro del desiertom no hay que añadir nada más.
Leiftan nunca ye hagas tesorero por favor, y suelta esa navaja que ya la chupó el diablo.
No se por que pero estoy empezando a sentir una especie de compasión por el trajeado.
Gèrard sabe cosas... Pero ¿Alessa sabe que Gèrard sabe cosas? Y si es así ¿Gèrard sabe que Alessa sabe que sabe cosas?
Perry el alcopafel... Solo Perry el alcopafel.
Sinceramente pagaría mucho por ver a seis mataos corriendo por el desierto para huir de un gusana de arena.
Pensé que pasaría algo malo en el oasis pero a fin de cuentas el setas no puede estar siempre a tiempo... Y he vuelto a sentir esa compasión.
Obviamente Erika tuvo que hacer honor a su hiperactividad (lo cual es un logro porque creo que nunca nadie más llegó a doscientos veinticinco elefantes).
Llevo más capítulos de los necesarios intentando pronunciar el nombre del kjätzchitjlohj. Una vez me pillo mi hermana y me miró muy mal.
Si, her lips lied... Una grande Shakira.
Me compadezco de Valkyon y su crisis existencial y de Shemila por ayudarle.
Simonn aguantando favores a pulso por un cotilleo representa a todas las señoras de pueblo.
Erika y un cactus... Una de las mejores pelas del capitulo.
Y un águila marcial sospechosa más tarde por fin en la biblioteca... Y después de eso obviamente no habrá más incidentes... Ja
Li, ¿qué chotas haces vivo?
No voy a hacer preguntas sobre el individuo más esperado de todo el capítulo.
Sombreros de copa te me calmas.
No diré nada sobre las elecciones de lectura de Leiftan y sobre el posible hecho de que Li sepa cosas... Como Gèrard...
Lucien... Lucien... Lucien... Dicen que si pronuncios mucho una palabra esta deja de tener sentido pero Lucien no tuvo sentido en en ningún momento.
Ezarel empoderado.
-Mi nombre es Ezarel Zacarías Lein’th Arebehn Narciso III, de la casa de Rètiere-Meitel y Eëng’Dalhar, miembro de la Guardia Brillante de la Guardia de Eel y Líder de la Guardia Absenta; pero más importante que todo eso, soy la pareja del hombre al que te has atrevido a llamar “alimaña” y de la chica que has asegurado que es tu “alma gemela”, así que me da igual que seas el fantasma chispeante del espíritu de mi novio, antiguo Líder de la Guardia o el Oráculo encarnado; cuando estés hablando de él, le vas a tratar con respeto si no quieres tener problemas conmigo, ¿entendido?
El clan Fujimori y la abuela de Hiiro me intrigan.
Li... sisabescosasaquetodoelmundoquieresaberdilasydejadeobligarnosavivirenlaamargura.
Ja llorialet...
Pobre Erika acaba de tener la revelación de su vida para que le quiten la ilusión tan rápido.
Oh ¿Qué es eso? Es un Hiiro maullador, único en su especie.
No por favor, todo menos el perro.
Alessa... Por favor...
Un águila peleándose contra un perro me da la misma impresión que estas en clase de francés intentando salvar el año, mirar por la ventana y ver a una ardilla peleándose con una urraca.
Una maravilla la pelea no violenta en la biblioteca.
No Leiftan no, sal de ahí.
Yo tambien me cambiaría el nombre si me llamase Nae Tulah digo Teleh.
No... No voy a hablar de Lucien y Leiftan básicamente porque no entendí nada, es más estoy esperando a que la persona a la que convencí para leer esto llegue a esta parte y me explique que entendió.
A continuación todo se compone de un espacio borroso en el proceso de comprender... Todo.
Y Alessa... No por favor tu eras muy guay. ¿Esto es lo que sabía Gèrard?
Y ahora es el momento de poner la cancioncilla del principio de Aladdín.
Grande Adalric.
Su Sulta es la clase de persona que da miedo sin darlo, no se como.
Pobre Valkyon teniendo que aguantar el desastre mental que se carga el resto de la chupipandi.
Me alegra que ande por ahí otro comesueños viviendo en sociedad, y como no tiene más pircings que otra cosa.
Pesadilla que tienen que ser los baños mixtos.
Hiiro... Yo se que quieres arreglar las cosas pero creo que por el momento será mejor no molestarle mucho y mantener la esperanza de que en algún futuro volverá, porque va a volver, no?
Cuá, cuá.
NO HIIRO, QUÉJATE, HAZ LA DE SAN QUINTÍN, DEJA LA VERGÜENZA A UN LADO POR UNA VEZ EN TU VIDA Y REVINDICA TU DERECHO. SABEMOS DE SOBRA LO QUE PASA CUÁNDO TE FALTA ESA PRENDA(y encima hay setas).
Y bueno, ya estaría lo que quiero comentar y a la próxima comentaré parte por parte.
Y solo añadir que en este punto no se que esperarme en el siguiente capítulo.
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#101 El 06-03-2022 à 15h25
Hola∼
Ni modo, toco comentar el capitulo desértico, por partes pero bueno24
Y bueno, ya estaría lo que quiero comentar y a la próxima comentaré parte por parte.
Y solo añadir que en este punto no se que esperarme en el siguiente capítulo.
Desconectado
#102 El 21-03-2022 à 22h25
¡Hola, hola!
Predón x el retrazo, para varias, porque quería haber publicado la semana pasada peeeeero ha pasado esto y lo otro y luego llegó el fin de semana y aún estoy intentando recuperarme de ello. En fin. Más vale tarde que nunca. ¿Qué tal? ¿Todo el mundo contento?
No sé si lo habéis visto, pero ya no estamos solos en esta sección del foro, al fin :’) alguien más se ha decidido a abrir un fanfic, no dudéis en ir a echarle un ojo (? A ver si más gente se anima a escribir y repoblamos la sección, que hasta ahora ha estado bastante vacía.
Vamos a ver ese comentario que hay (?
Maera
Holap (? Es un capítulo cargado de arena. Si vas a mirar tus zapatos, te encontrarás que están llenos de arena, ya verás.
Ostras Andrée y Julia, me había olvidado de ellos, tengo que volver a meterlos en la historia (?) Ah, los planes completamente anti-fallos de la Guardia. Por supuesto que todo va a salir a pedir de boca.
Canciones de camellos (? Not me con la playlist del desierto. Oh, el día en el que Hiiro se aburra está cada vez más cerca, desde luego xd ¿Compasión por Tripleté? Hmmm yo me lo pensaría dos veces (?
Hmmm... Bueno, Gèrard sabe cosas, y Gèrard sabe que Alessa no sabe que Gèrard sabe cosas porque ya se ha asegurado de ello porque Gèrard no quiere que le maten, así que posiblemente Alessa no sepa que Gèrard sabe cosas, ¿o...?
La pobre Erika necesita tener algo con lo que entretenerse 24/7, caminar por el desierto es muy aburrido xd En los viajes que hacía con mi padre en verano que teníamos que hacer unas 4 ó 5 horas de camino a mí me gustaba ponerme a contar elefantes todo el rato y creo que llegamos a +500 elefantes así que... Erika tiene aún muchos elefantes que contar.
El kjäbicho es pronunciable, promesa. Algún día tengo que intentar transcribir la pronunciación (? Valkyon teniendo la revelación de su vida en medio de la nada en el desierto más de 10 capítulos después de que su arco de personaje fuera relevante (?
Simonn será un comesueños, pero los marujeos también se los come a dos carrillos. Ah, a mí la que me gusta es la pelea de El Titiritero contra otro cactus, los cactus son criaturas muy peligrosas... No lo digo por experiencia... Estúpidas chumberas...
Li no es sólo que sepa cosas, Li está aquí jugando al ajedrez en 4D mientras el resto está intentando ganar el juego con fichas de othello en vez de piezas de ajedrez (?
Ezarel gritándole a Lucien mientras chasquea los dedos agresivamente con uñas de acrílico puestas (?) Clan Fujimori, hmmmm, me pregunto si serán relevantes en el futuro... La frase del llorialet es de mis frases preferidas en todo el capítulo, sé que es una persona horrible pero adoro a Naytili (?)
Ya sabes lo que dicen: Hiiro maullador, poco arañador. Miau, miau. Perro, more like perron’t, y Alessa es un psicópata. WHAT ahora necesito ver un conflicto ardilla-urraca, seguro que es más intenso que mi gata maullando agresivamente a las palomas (?) Lo ocurrido con Lucien se explicará, promesa (?
Oh, Alessa es muy, muy guay, por supuesto (? Lo que Gèrard sabía... Hm, me pregunto qué será.
SI A ARABIA TÚ VAAAAAAA- Ejem, me gusta mucho Aladdín, disculpa funfact: en mi cabeza tengo un AU del fic con la ambientación de Aladdín porque Simonn como el Genio 10/10. Su Sulta es un Draezel Aënwer un poco menos Draezel y un poco más Aënwer (? Valkyon es la fortaleza mental de la Guardia, el día que él pierda los estribos, Eel se derrumba (? El pobre Hiiro que sólo quiere asegurarse de que Nevra está comiendo y liándolo todo como siempre :’) Cuá, cúa ????
Shh, no, déjale, déjale; que está muy bien así como está (?
Gracias por el comentario ♡ Que además ya estás puesta al día del todo, enhorabuena, la verdad es que tenías una buena parrafada para leer hasta llegar aquí (?
Vamos entonces al siguiente capítulo, a ver qué maquinaciones trata su Sulta...
Capítulo 24.10.-
Con el cacareo de Adalric como acompañamiento, volvemos a hacer el camino en dirección al salón del trono en el que hemos estado antes. En esta ocasión todo es un poco menos... Formal. Las puertas de la habitación están ya abiertas para nosotros cuando llegamos, y en el interior la cortina está descorrida... Además de eso, Khash parece haber encontrado un asiento mucho más cómodo que su trono, visto que ahora mismo está sentade sobre el regazo de Harim, que intenta con todas sus fuerzas mantener una expresión seria a pesar de que Khash le hace todo tipos de carantoñas y cucamonadas con mucho cariño.
-Ah, finalmente -Cuando nos ve llegar, no se baja de donde está, sino que se mantiene subide a Harim, aún jugando con su pelo. El otro ni siquiera reacciona ante nuestra presencia-. ¿Os ha sido relajante el baño? ¿Vuestra residencia os resulta satisfactoria? ¿Os gusta la ropa?
-Todo estupendo, Khash -Ezarel le responde con una sonrisa que no se molesta en ocultar nuestra verdadera opinión.
-¡Fantástico! En ese caso, querí- -Su ceño se frunce de repente. Entro en pánico al darme cuenta de que lo ha hecho cuando su mirada se ha posado en mí- A ti te falta algo... -Oh, no. OH, NO. Por favor dime que no es tan obvio que- ¿Por qué has decidido ignorar mis joyas?
Ah, es... Sólo eso. Vale.
-S-soy... -Intento no trabarme con mis palabras, mientras que siento la mirada abrasiva de Ezarel queriendo gritarme no demasiado lejos- L-lo lamento. No puedo vestirlas. Soy alérgico al oro.
-Que eres... -Parece que mi respuesta le confunde- Que eres qué, ¿perdona? No... No puedes alérgico a... -Se corta con una risa- ¡La gente no es alérgica al oro!
Por favor dime que mi estúpida alergia no va a ser lo que cause un accidente internacional. Por favor. Prometo cometer seppuku para arreglar mis errores si se da el caso, pero por favor.
-Eso no es... -Se lleva una mano a la cara, casi con desesperación- El oro puro no produce reacción alérgica... Has debido sufrir los efectos de alguna aleación, por supuesto, pero es imposible que...
-Khash -La voz profunda de Harim le llama-. Las patologías médicas del extranjero pueden esperar. Tenemos otros asuntos más importantes en nuestras manos.
-S-sí, supongo... -Aún parece trastornade por mi alergia. Lo siento. Siento haber nacido así. De mi padre he heredado todo lo malo...
Carraspea levemente.
-Bien... -Ahora habla finalmente poniéndose en pie, y Harim le sigue cuando comienza a bajar las escaleras hacia nosotros- Ahora que vosotros tenéis una apariencia más presentable y yo estoy algo más complacide por vuestra presencia después de vuestra humilde disculpa, quizá podamos llegar a tener una conversación más productiva, si es que tal vez hayáis recuperado el don de la verbalidad... -Sus propias palabras parecen hacerle gracia- El bueno de Harim ha sido tan amable de contarme su propia versión de los hechos. Veréis, desde el momento en el que arribasteis en Port Huaria le pedí que mantuviera un ojo puesto sobre vosotros... Es tan diligente, ocupa bien su puesto, desde luego -Le lanza a Harim una mirada casi enamorada, pero al otro parece que no podría importarle menos. Ante el rechazo, Khash hace un gesto resignado antes de volver a mirarnos a nosotros-. En fin... Apenas he tenido tiempo para reflexionar sobre cómo lidiar con esta situación, verdaderamente, pero he decidido hacer, ¡una vez más!, un ejercicio de fe y pensar que debe haber algo de bondad en vosotros. Aunque sea, tenemos una enemiga común, y eso me interesa. Decidme, aquella mujer malvada y horrible, ¿podríais decirme cómo se hace llamar ahora?
-Naytili -Nevra es el que responde sin dudar ni un segundo, sin que la identidad de a quién se refiere sea ningún tipo de incógnita-. Es una enemiga de la Guardia... Es nuestro objetivo acabar con ella.
-Anda, ¿sí? -Al oír esas palabras, una sonrisa satisfecha se esparce en el rostro de Khash- Quién lo diría, pues no fue la Guardia la que tan fieramente la defendió cuando yo traté de hacer lo mismo veinte años atrás.
Sus palabras levantan la sorpresa en nosotros. Especialmente en Nevra, cuyo cuerpo se tensa de inmediato al oír esas palabras. A mí también me hacen pensar. Veinte años... ¿Fue eso lo que causó el problema entre la Guardia y la Ciudad de Oro?
-Desconocemos qué fue lo que pasó hace veinte años... -Leiftan interviene ahora- Pero estaríamos interesados en averiguarlo, para poder... Solventar nuestras diferencias, si fuera posible.
-Por supuesto que sí -La sonrisa de Khash se hace aún más radiante-. Os contaré la historia, si así lo deseáis... Pero no será aquí, no... -Comienza a andar, directamente hacia nosotros, y Ezarel y Nevra (al que le cuesta reaccionar por un segundo) tienen que apartarse para dejar que pase entre ellos- Seguidme. Hablemos en una habitación en la que todos nosotros estemos en igualdad de condiciones...
Erika le sigue sin pensárselo un segundo, y detrás de ella va Leiftan... Y después de Leiftan el resto, vaya. Salimos de la habitación siguiendo a Khash (que en cuanto pone un pie fuera comienza a ser seguide por los dos guardias que custodiaban la puerta) y Harim se mantiene detrás de nosotros vigilándonos con ojos atentos.
Pasamos por una serie de pasillos decorados con tapices y otros elementos decorativos que posiblemente tengan más valor que presupuesto tiene la Guardia de Eel, hasta que Khash nos guía a una habitación cerrada por dos puertas rojizas y doradas que los dos guardias abren para elle, quedándose fuera para cerrar y custodiar las puertas una vez todos entramos al interior. Dentro, es Harim el que se queda frente a la puerta, con manos cruzadas a la espalda y expresión seria mirando al frente.
En el interior hay una mesa baja de algún material que debe ser el equivalente eldaryano al marfil que se encuentra rodeada de todo tipo de asientos mullidos y cojines para sentarse. Khash inmediatamente va a ellos, colocándose de tal forma que “preside” la mesa (aunque por su forma octogonal es, bueno, difícil de decir cuál es el puesto que preside), mientras que el resto nos acomodamos en los asientos libres, con todo el mundo procurando quedarse a una distancia considerable de elle.
-Veamos, veamos, Naytili... -Comienza a hablar, apoyade con un codo sobre el respaldo del asiento y una sonrisa falsamente agradable en el rostro- Qué decir de semejante víbora. He conocido a gente mezquina y desagradable, a mucha; y he visto en el desierto criaturas de todo tipo, agresivas y malintencionadas... Pero nunca, nunca en mi vida he tenido la desgracia de sufrir a nadie como esa mujer.
-La Guardia ha tenido también el... honor, de sufrir sus virtudes -Leiftan habla entre suspiros-. Esto fue tiempo antes de que ninguno de nosotros se hubiera alistado en ella, por lo que nos es imposible desconocer la historia completa, pero Naytili consiguió escalar, a base de la traición y la violencia, el escalafón de la Guardia y convertirse en una Líder... Fueron tiempos oscuros. Afortunadamente, gracias al esfuerzo de nuestro compañero Nevra, logramos purgar a la Guardia de la influencia de aquella malvada mujer.
-Interesante -Khash le dirige una mirada a Nevra, que ha pegado un respingo al oír su nombre ser pronunciado. Juraría que no le gusta demasiado cuando la gente menciona su historia con Naytili-. Quizá puedas ayudarme a mí entonces también, Nevra. Y a la Guardia de Eel.
-Por supuesto -Él consigue disimular su incomodidad lo suficiente como para hablar sin que le tiemble la voz, aunque noto perfectamente la tensión en sus palabras-. Podemos... Ayudarnos mutuamente, quizá -Sus palabras despiertan una risa en Khash.
-Quizá, quizá... -Se frota la barbilla en tono pensativo- Bien, dejadme contaros la historia, sobre cómo esta mujer consiguió ganarse mi odio, proeza que pocos han conseguido, y empañar las relaciones de nuestros dos territorios...
El tono de su voz cambia a uno ligeramente más grave y serio. Su sonrisa también cae, de esa aparente amabilidad a una que resulta casi siniestra, con un tinte de amenaza en la curvatura de la misma.
-Naytili nació aquí, en las calles de mi Ciudad de Oro, en un desafortunado encuentro. Su madre era una prostituta de algún burdel escondido entre las sombras de los edificios más altos, lo que hizo que su nacimiento fuera claramente desafortunado para la pobre mujer. Fue criada en aquel burdel, y de ese modo creciendo sólo conoció las facetas más oscuras de las personas; aquellos que se dejan dominar por su lujuria, aquellos que dejan que el alcohol y los narcóticos nublen su mente, aquellos que, en brotes de ira, no tienen reparo en emplear la violencia para conseguir lo que desean... Podéis criticarme, si queréis, por hablar con tanta imprudencia sobre los crímenes que asolan las calles oscuras de mi ciudad; y os diré la única explicación posible: ni con todo el poder que ostento me atrevo a imaginar siquiera el ser capaz de limpiar de ponzoña no sólo mis calles, sino el corazón de todos mis conciudadanos, que es de donde nacen todas estas maldades. Hay pocas cosas que el poder y el dinero no pueden arreglar, pero esta es una de ellas: la oscuridad seguirá siempre siendo oscura, incorregible, porque no obedece a las mismas leyes que yo o vosotros hemos impuesto con el valor ficticio del oro.
>>Volviendo a la historia de nuestra buena amiga, ella creció con tres posibilidades claras frente a ella de cara al futuro: Seguir los pasos de su madre y vender su cuerpo por el placer de otros; negarse a ello y salir a la calle, arriesgándose a un destino peor a manos de los esclavistas o cualquier pillo armado con un cuchillo; o morirse de hambre. Valorando las tres opciones, os imaginaréis cuál es, teniendo en cuenta las circunstancias, la opción más... segura, incluso si sé que a todos nosotros nos puede causar un escalofrío pensar en vernos en una situación similar.
>>Con esas opciones limitadas, Naytili se vio obligada a seguir los pasos de su madre a... Una corta edad. A día de hoy cualquiera cuestionaría quién quisiera acostarse con una mujer tan horripilante y, creedme, por aquel entonces también era una pregunta que la gente se hacía en voz alta... Pero por motivos distintos a los que nosotros tenemos para ello, pues Naytili... Ah, Naytili. Había un rumor muy curioso sobre ella. Varios, realmente, una serie de historias que resultarían escalofriantes sobre cualquier persona, pero especialmente aterradores siendo sobre una niña tan joven.
>>Se decía que esta mujer... Esta niña, en aquel entonces, realmente...
Su mirada se levanta, fijándose directamente en la figura de Leiftan sentado directamente frente a elle; sus ojos relucen con un brillo peligroso y amenazante, y el tiempo parece congelarse por completo por un instante.
-Que por las venas de Naytili corre sangre de daemon.
Un escalofrío recorre mi espalda.
No sé si será por la intensidad de su mirada, por el tono de su voz, o si será por alguna tercera razón. Pero algo en todo esto hace que en mi corazón crezca el miedo por unos instantes.
Daemon.
Por supuesto que he escuchado hablar de ellos, después de estudiar la historia de Eldarya. Aquellos que se negaron a participar en el Sacrificio Azul, condenando a este mundo a estar incompleto. Aquellos que desaparecieron... Sin que nadie sepa cómo, sin dejar rastro. Hay quién dice que fueron el resto de faeries, enfadados por lo ocurrido durante el Sacrificio, los que les hicieron “desaparecer”. Otros sugieren que fueron ellos mismos los que se mataron entre sí. La verdad no está clara, nadie la conoce.
Acompañando a estos textos hay siempre mil historias horribles sobre lo malévolos que son los daemon. Dejando que su vida se guíe por el pecado, criaturas terribles incapaces de sentir amor o empatía... Una descripción así coincidiría, desde luego, con Naytili.
-Pero eso es imposible.
La voz de Ezarel nos devuelve a todos a la realidad. A casi todos, creo, porque Leiftan aún sigue en shock, a juzgar por la palidez de su rostro y la expresión de su cara. Si a mí ya me ha producido miedo sólo escuchar la palabra, no puedo imaginar cómo debe de sentirse alguien nativo de este mundo... Especialmente Leiftan, que tanto interés parece tener por la Historia Prohibida y las artes oscuras, donde deben de describirse con mucho más detalle los horrores de estas criaturas.
-Los daemons están extintos -Ezarel continúa hablando, con el ceño fruncido-. Es imposible q-
-Los dragones están extintos también -Khash responde recostándose contra su asiento, con una postura mucho más relajada que la que tenemos el resto. Dirige su mirada a Valkyon con un gesto de obviedad.
El aludido reacciona a ello con un pequeño respingo, como si eso le hiciera salir de sus propias ensoñaciones. Me suena haber leído algo sobre eso también, sobre cómo... Los dragones y daemons eran enemigos a muerte, o algo.
-Pero ahí tenemos prueba viviente de que eso no es cierto... -Los ojos dorados de Khash se fijan en los de Valkyon, que tienen el mismo color, antes de descender por él observando el resto de su anatomía. Valkyon no parece demasiado contento por el examen visual, a juzgar por cómo se cruza de brazos.
-Pero tú misme has dicho que era un rumor -Ezarel continúa hablando-. No tienes pruebas sobre las que respaldarte, ¿o me equivoco?
-Cierto, todo eran historias y rumores inventados... -Le da la razón asintiendo con la cabeza- Pero yo decidí creerlos.
>>Veréis, Naytili no aportó resultados satisfactorios en su profesión. No pasó mucho tiempo hasta que hubo un... accidente. Uno que causó un gran revuelo, cuando se descubrió que el hijo de una cierta figura prominente en esta ciudad no sólo visitaba esos inapropiados lares, sino que buscaba satisfacer sus oscuridades con... -Su rostro refleja una ira aterradora por un momento, pero consigue apaciguarse un poco, lo suficiente como para que en su lugar su rostro sólo muestre una expresión del más puro desprecio que he visto nunca- Niños.
Y cómo pronuncia esa palabra me hace saber que considera ese crimen mucho más terrible que cualquier acto que haya podido cometer la propia Naytili. Y lo entiendo, porque es un terror mucho más real que la existencia de un daemon, o que cualquier otro monstruo. No hay nada más aterrador que aquel que se aprovecha del que no puede defenderse, especialmente de... De niños. Que deberían ser inocentes y felices, y no deberían sufrir mal alguno.
La idea es simplemente repulsiva e, incluso pensando en Naytili, y en lo terrible que es esa mujer, y en las ganas que tengo de que sufra la más horrible de las muertes, siento una verdadera lástima por ella si ha tenido que sufrir algo así.
Quizá esté pensando, también, en la cantidad de desconocidos, mucho mayores que yo, que fueron a recogerme a la salida del colegio los viernes, sin que yo supiera quién eran siquiera, sólo porque a alguien le pareció que era gracioso hacerse pasar por mí y ofrecerle mi... compañía, a aquel que la quisiera.
Siento que mi corazón se hunde al pensar en ello, y de repente tengo frío a pesar del calor de Elsur. Abrazándome a mí mismo, ligeramente encogido, simplemente escucho en silencio el resto de la historia.
-El “accidentado” recibió a manos de Naytili el destino que se merecía -Khash continúa la narración-. Su padre quedó muy enfurecido por ello, por supuesto, y llevó a Naytili frente a la justicia para que recibiera un castigo por lo que había hecho... A cambio de la vida de su hijo, Naytili debía ofrecerle su vida a él. Bien fuera derramando su sangre como había hecho con su agresor; o bien fuera condenándose a sí misma a una vida de servidumbre y esclavitud a manos de aquel individuo.
>>La cosa es, que el incidente había causado suficiente revuelo como para que todo el asunto llegara a mis oídos. Una historia terrible, sí, pero también curiosa para mí... Teniendo en cuenta los rumores que existían sobre la naturaleza de aquella niña, cuya ascendencia podría ser, ¡daemónica! Por supuesto que me interesé en ello. Y, desafortunadamente para aquel individuo que había pedido la cabeza de Naytili... En la Ciudad de Oro, mi palabra es la ley. YO soy la justicia. Y fui yo quién decidió el destino de la joven Naytili...
Su postura vuelve a relajarse. La expresión en su rostro muestra ahora una sonrisa arrogante, en lugar de la cólera helada de antes.
-Decreté que, de ese punto en adelante, Naytili formaría parte de mi harem personal.
Hay más de un sonido de sorpresa en nuestro grupo cuando dice eso. Mis labios están sellados de modo que no digo nada, pero tengo la misma pregunta en la mente que el resto de mis compañeros.
-... A pesar de que has indicado lo mucho que aborreces ese tipo de prácticas -Alessa habla con dureza. Parece que se le ha pasado el miedo a que le degollen... O que esto es mucho más importante.
-Sé que desde el punto de vista de alguien ajeno, mis intenciones pueden parecer perversas... -Khash niega con la cabeza, agitando levemente su pelo con el gesto- Pero puedo aseguraros que no es así. Dejad que os explique, extranjeros, algunas diferencias entre nuestras culturas. Para empezar, de mí debéis saber dos cosas; la primera de ellas, que aquellos de mi linaje fueron bendecidos hace mucho tiempo con una vida extraordinariamente longeva. Yo aún soy joven, y no hace tanto tiempo que heredé de mi padre todas sus riquezas, pero dentro de cien, doscientos, trescientos años, la diferencia de edad que habrá entre mí y mis cónyuges será mucho mayor que la que existe entre mi edad actual y la de Naytili. La segunda noción que debéis conocer es, precisamente, lo mucho que adoro expandir mi harem. Vosotros y yo no entendemos la unión conyugal de la misma forma. Para mí, el matrimonio es muchas cosas, no sólo una muestra de amor. Por supuesto, adoro a todas y cada una de mis parejas, pero no en la forma tradicional en la que se ama a un compañero de por vida, salvo en contadas excepciones de aquellos que verdaderamente han conseguido cautivar mi corazón... ¡Harim, estoy hablando de ti!
...
...
...
-Si sólo pudiera al menos fingir que me aprecia tanto como le aprecio a él... -Hace un gesto de decepción aparente al no obtener ninguna reacción por parte de su amado- Bueno. Las relaciones que tengo con los miembros de mi harem son cada una distinta, pero ninguna de ellas simple. Algunos son simplemente personas a las que considero atractivas y por ello decidí cortejarlas; otras son razas inusuales de faéricos que he querido añadir a mi “colección”, si queréis llamarla así, y es el caso de mi querida Sara a la cual creo que ya habéis conocido; otras personas... He tomado un interés particular en ellas, o simplemente he querido acogerlas bajo mi techo a modo de caridad, o de protección. Por supuesto, no penséis que voy a forzar a nadie a casarse conmigo, ¡para nada! La decisión es siempre suya, y más de alguno ha rechazado mis propuestas, desde luego. Pero aquel que me acepte y pase a formar parte de mi harem, sabe que, por larga que sea su vida, estará siempre bajo mi protección inmediata y vivirá siempre rodeado de lujos. Nunca le faltará la comida, dormirá todas las noches entre las sedas más cómodas, se le procurará al instante todo lo que quiera... A cambio, meramente, de permanecer aquí conmigo, en el Palacio del Oro. Ni siquiera tienen que amarme, son libres de no hacerlo si quieren, y si encuentran a otra persona a la que quieran entregarle su corazón, son libres de hacerlo con todas mis bendiciones... Con todo, siento que soy una pareja bastante permisiva, ¿no es así? -Nos enseña una sonrisa que, una vez más, está cargada de una arrogancia bastante consciente.
>>El caso es que, apiadándome de esa pobre criatura que estaba a punto de entregar su vida a un señor maloliente, y habiendo escuchado los rumores sobre su supuesta ascendencia, decidí proponerle que se instalara en el Palacio del Oro conmigo con la condición de que, cuando cumpliera su mayoría de edad, contrajera matrimonio conmigo... Un trato de lo más atractivo para ella, si se me permite decirlo. Y, por supuesto, ella lo aceptó y aquí vino, al Palacio del Oro, donde fue tratada con los mejores tratos que mi servicio pudo procurarle.
>>Limpié su cuerpo y lo adorné con las mejores vestimentas, llené su estómago vacío, le procuré la mejor educación que ella podía haber deseado e incluso le regalé ese fenrirsulfr suyo que lleva consigo a todas partes... Todo lo que esa mujer ha tenido en la vida... Me lo debe a mí, incluso su cuerpo... -Se ríe de forma cortante, y luego se echa hacia delante para dar un fuerte toque sobre la mesa con un dedo- Sin mí, Naytili no sería la mujer que es hoy.
>>Pero como entenderéis, algo debió salir mal. ¿Cómo decidió pagar esta mujer todos mis buenos tratos, mi benevolencia y caridad? Con nada más que traición y sangre.
>>Algunas noches antes de cuando debía producirse nuestro enlace, Naytili cometió la falta más grave con la que nadie me ha deshonrado nunca. Decidió mostrar su ingratitud huyendo de mí, del palacio, de la Ciudad de Oro... Yéndose, para siempre. Pero no es eso lo que me molesta, no; porque incluso hubiera podido entenderlo, hubiera podido dejarlo pasar...
>>Antes de irse, decidió atacar a mi harem. Se atrevió a derramar sangre dentro de las paredes de mi propio palacio, y muchos perdieron su vida aquella noche: miembros de mi harem, guardias del palacio, incluso ciudadanos inocentes de la Ciudad de Oro que tuvieron la desgracia de estar en su camino durante su huida. Y puedo soportar muchas cosas, pero lo que no puedo permitir es que se ataque a mi gente. Soy le Gran Sulta de Elsur, Gobernante de la Ciudad de Oro, y no puedo permitir que una niñata ingrata se atreva a mancillarme de esta manera...
>>Por supuesto, movilicé a todas mis fuerzas para ir tras esta mujer horrible, pero la desgraciada supo cubrir sus huellas y tardamos en encontrarla... Para cuando lo hicimos, sin embargo, descubrimos que había ido a esconderse... No a otro lugar sino que a la Guardia de Eel, a la que le había jurado su lealtad.
>>Yo misme hice acto de presencia frente a las puertas de Eel, con mis mejores tropas, dispueste a llegar a una resolución pacífica. Lo único que quería era que se me devolviera a aquella mujer, para poder ajusticiarla como la justicia (que, una vez más, os recuerdo: soy yo) lo considerase apropiado. Y sin embargo... -En su rostro aparece una expresión de desprecio durante unos instantes- El que era el Líder de la Guardia entonces, el venerable Kaze, se negó a devolverme a aquella mujer. No sé qué patraña habría contado ella sobre mis crueldades, habiendo conseguido convencer a la Guardia de que ella había escapado de las garras de un matrimonio arreglado por une gobernante despótique y violente, pero desde luego la Guardia de tragó su historia y se negó siquiera a negociar conmigo... Y, podría... Podría haber decidido iniciar una guerra. Podría haber cogido a mis tropas, entrar en la Guardia a la fuerza y no salir de allí sin la cabeza de Naytili en mis manos, no importa cuánta sangre se derramase...
>>Pero decidí que, incluso con la intransigencia de la Guardia, no iba a ser yo quién iniciase las hostilidades. No valía la pena, a fin de cuentas, iniciar semejante conflicto con una de las mayores fuerzas de Eldarya sólo por aquella mujer. De modo que retiré a mi ejército y volvimos a casa, para que pudiera realizar los ritos funerarios de aquellos que se habían perdido en el ataque de Naytili sin tener que enterrar a nadie más.
>>Esa es la historia, Guardia de Eel. Así fue como decidisteis proteger a esta criminal, que más tarde os heriría a vosotros con el mismo veneno con el que me hirió a mí. Quizá ahora, con las manos quemadas, seáis capaces de entender que mi enfado no viene de una postura irracional, sino que tengo verdaderas razones para querer a esa mujer muerta... Y, espero, entendáis que la mejor forma de reparar nuestras relaciones es atacar juntos a este enemigo común que tenemos.
Hay unos instantes de silencio después de que termine su narración. En las caras de mis compañeros veo tensión, pero nadie se atreve a expresar nada en voz alta durante unos instantes, mientras la nueva información sobre Naytili se asienta.
-Gracias... Por contarnos esta historia -Finalmente, es Leiftan quién habla, aunque en su voz falta... Algo. No sabría decir el qué, pero es como si no estuviera hablando él, sino otra persona...-. Ahora que la conocemos, podemos... Llegar a una base de entendimiento mutuo.
-Eso es lo que estaba esperando... -Cambia su postura, cruzándose de piernas ahora mientras extiende sus brazos en el respaldo de su asiento- Veréis, no me ha gustado nada ver a la Guardia de Eel entrando en mi territorio sin permiso, desde luego que no, pero sé aprovechar una oportunidad cuando la veo... Y parecéis verdaderamente arrepentidos con vuestra ofensa, de modo que quizá podamos llegar a algún tipo de acuerdo... Yo ya me había resignado a la idea de que Naytili iba, muy desafortunadamente, a escaparse de mis manos gracias a la protección de la Guardia, pero viendo que ha perdido esta... Y teniendo en cuenta que, de hecho, es la Guardia quién la persigue ahora, ¿por qué no dejar atrás nuestro pasado turbulento, hm? Tengo dos peticiones para vosotros, Guardia de Eel. La primera de ellas, estoy segure de que no tendréis problema en aceptarla...
Se inclina hacia adelante, juntando sus manos en el gesto. Una vez más, su mirada tiene un aire peligroso cuando nos examina.
-Traed ante mí a Naytili. Viva o muerta, me da igual. Traédmela, y todos nuestros conflictos pasados quedarán resueltos, y obtendréis de mi parte una sustanciosa recompensa. Nuestras relaciones estarán restauradas y la Guardia de Eel tendrá completo pasaje en Elsur, podréis venir a nuestras tierras a vender vuestros productos de igual manera que podréis comprar los nuestros, y de mis manos recibiréis todo el oro que podáis desear... A cambio, simplemente, de esa mujer.
Lo que dice suena muy bien para nosotros. Nuestro objetivo ya era capturar a Naytili y hacerla pagar por sus crímenes, pero elle parece tenerle incluso más ganas que nosotros, así que ponerla en sus manos desde luego nos asegura que Naytili va a estar... a buen recaudo. Todo beneficios. Y puedo imaginarme a Miiko salivando con todas las cosas que acaba de ofrecernos, especialmente con eso del oro...
Pero a pesar de eso...
Es fácil leer en el aire que muy pocos de los que estamos aquí están de acuerdo con aceptar esa... “petición”.
-¿Y la segunda? -Ezarel abre la boca de nuevo, cambiando él también su postura cuando se coloca completamente recto y con una pierna cruzada sobre la otra- Has dicho que eran dos peticiones.
-Ah, sí, por supuesto... -Echándose hacia atrás de nuevo, en sus labios se esparce una sonrisa tranquila- Mi segunda petición es también de lo más simple. Sé que vosotros habéis presentado ya vuestras disculpas pero, veréis, no es suficiente. Quiero saber que vuestro arrepentimiento es verdadero, y para eso, quién tiene que tomar la responsabilidad... -Levanta un dedo, señalando hacia... arriba- Es Miiko. Quiero que venga aquí, al Palacio del Oro, a presentar sus respetos y sus disculpas ante mí.
Miiko.
Que la mencione hace que de nuevo todo nuestro equipo se tense. Especialmente Valkyon, que no parece tomarse muy bien las palabras de Khash, y no puede impedir que su ceño se frunza con ellas. Parece que va a ir a decir algo, pero Leiftan alarga el brazo en su dirección, colocándole una mano en la rodilla y se adelanta a sus palabras posiblemente con otras de mayor prudencia.
-Lo lamento, pero no creo que eso esté dentro de nuestras posibilidades -Dice, en tono suave... pero inflexible-. Hay una razón por la cual Miiko no ha venido con nosotros, y eso es porque su lugar está en Eel. Ahora mismo, su cometido es el de defender tanto a la Guardia como al Gran Cristal de una posible agresión del que es nuestro enemigo. El más mínimo desliz podría causar consecuencias terribles para todo Eldarya. Es por eso que...
-Sé que he dicho que era una “petición”... -Khash le corta, interrumpiendo con algo de brusquedad las palabras de Leiftan- Pero eso es sólo porque trato de mostrar con vosotros la cortesía que no se me ha mostrado a mí. Para dejarlo claro: sois bienvenidos aquí, en mi palacio, hasta que yo diga lo contrario... Y pienso manteneros como mis invitados durante el tiempo que tome, hasta que vuestra Líder se presente aquí para disculparse por la osadía de la Guardia.
Lo que significa... Que no va a dejar que nos vayamos hasta que Miiko no venga a por nosotros.
Sirenas de alarma se disparan al escuchar eso, porque el asunto acaba de tomar una nueva dimensión. Si sólo fuera tener que hacer caso a sus exigencias, si sólo fuera tener que perseguir a Naytili (a pesar de lo que implica ello), es algo con lo que tendríamos que aguantarnos, como castigo por haber roto las cortesías. Pero... Según lo que acaba de decir, prácticamente puede decirse que nos va a usar como rehenes políticos para traer a Miiko a sus tierras. A su palacio. Abandonando Eel y su labor como Líder de Guardia. Lo cual realmente no es muy igualitario, y, bien, no soy un experto en política, pero hasta yo sé entender por dónde van los tiros cuando fuerzas a un líder extranjero a ir a tu casa y pedirte disculpas de rodillas en el suelo.
-Tengo la sensación de que requerís de un tiempo para deliberar mis peticiones... Incluso si yo considero que son de lo más simples -Esgrime una sonrisa satisfecha al decir eso-. Puedo dejaros a solas, si así lo queréis, para que discutáis entre vosotros la decisión que querréis tomar... Pensadlo con calma, sin problemas. Tenéis todo el tiempo del mundo para hacerlo, a fin de cuentas... -Con un gesto de muñeca, levanta su mano en el aire- ¡Harim! Escolta a nuestros invitados a la Casa del León, si fueras tan amable. Espero que esta haya sido ya adecuada para ellos, pero házmelo saber si requieren de cualquier otra atención que podamos proporcionarles...
-Por supuesto, Khash -La voz de Harim se escucha detrás de nosotros. Me giro levemente para verle asintiendo frente a la puerta, antes de girarse a ella y abrirla-. Guarida de Eel, por favor, seguidme...
-¿Y si no queremos seguirle? -Ezarel habla sin girarse hacia Harim, mirando a Khash sin inmutarse con nada, pero con unos ojos a los que les falta poco para empezar a lanzar fuego- ¿Qué ocurre entonces?
-Tenéis libertad para deambular por el palacio a vuestro gusto -Esa es la respuesta de Khash-. Me temo que no puedo dejaros ir más lejos, puesto que incluso las calles de mi querida Ciudad de Oro pueden ser peligrosas, especialmente para extranjeros poco habituados a sus costumbres... De modo que tendré que pediros que no abandonéis el palacio. En su interior, sin embargo, sois libres de hacer como os plazca.
-Bien -Diciendo eso, Ezarel se levanta. Un poco confundidos, el resto le seguimos, todavía sin saber si es para irnos de la habitación o si es que nos vamos a lanzar todos a intentar estrangular a Khash antes de que Harim nos haga pedacitos con su cimitarra-. Muchas gracias. No dudo de que nos veremos en breve para terminar de cerrar nuestro acuerdo.
-Como he dicho, tomaos el tiempo que consideréis oportuno... -Khash aún mantiene la sonrisa en su rostro- Yo esperaré con paciencia.
-Bueno es saberlo -La sonrisa de Ezarel, aunque radiante, parece igual de afilada que el filo de una espada.
Gira sobre sí mismo de la forma más dramática posible, haciendo que con ello tanto sus ropas como su pelo hagan el mismo movimiento dramático con él, y luego se dirige con paso firme y recto en dirección a la salida de la habitación. Todos nos quedamos un poco confundidos con la actitud del elfo, juraría, pero nadie dice nada y simplemente le seguimos, y no sé si esto es apropiado o no pero a mí se me escapa el gesto de hacer una escueta reverencia en dirección a Khash antes de que nos vayamos.
Es Harim una vez más nuestro guía, paseándonos por corredores que ya empiezan a ser familiares en dirección a la Casa del León, como la última vez que nos hizo de guía. El paseo se me hace más corto que antes, y llegamos frente a las puertas adornadas con leones sin mayor problema. Él las abre para nosotros y nos deja entrar, cosa que hacemos en fila, siguiendo a un muy obviamente irritado Ezarel que lo primero que hace es ir a sentarse sobre el sofá central del salón sin decir ni una sola palabra. La habitación ha cambiado un poco: los cojines que antes hemos desordenado están ahora recogidos, sobre la mesa hay un cuenco con fruta que tiene bastante buena pinta, y en el aire puedo oler algún tipo de incienso siendo quemado...
-El servicio debería haber terminado de adecuar la casa para vosotros -Harim habla con tono firme una vez hemos pasado todos, entrando con nosotros-. Os rogaría que por favor reviséis las habitaciones del piso superior y nos notifiquéis de si requerís de algo que hayamos pasado por alto. Igualmente, si podemos serviros cualquier cosa, no dudéis en decirlo: podemos ofreceros fruta fresca, cualquier tipo de alimento, dulces si lo deseáis, bebidas tanto con o sin alcohol y varios tipos de tabaco para los fumadores... Podéis hablar con cualquier miembro del servicio para ello, ya sea a los guardias o a los encargados de las labores domésticas, a los que reconoceréis por su uniforme. ¿Puedo ofreceros unas últimas palabras que dedicaros antes de dejaros a solas con vuestros pensamientos?
-Adelante -Nevra le mira arqueando la ceja al oírle decir eso.
Por primera vez desde que le conocemos, en el rostro de Harim aparece una gran, enorme y terriblemente sincera sonrisa.
-Estáis jodidos.
Esas son sus últimas palabras, que nos dejan a todos boquiabiertos, antes de salir por la puerta e irse. Quizá me lo imagine, pero juraría escuchar su risa al otro lado convirtiéndose con el tiempo en el chirrido de un ave.
Y nos quedamos, bueno. A solas con nuestros pensamientos.
Ezarel decide expresar los suyos en voz alta levantándose y gritando, empezando a pasearse por la habitación como un tigre enjaulado. O un león, quizá, porque estamos en la casa del... Huh, me pregunto si el nombre será ese porque es aquí donde encierran a los “invitados”... Como un león enjaulado... Eso explicaría por qué el león es en singular cuando hay dos leones en la puerta, supongo. Creo que le estoy dedicando a esto más pensamientos de los que debería, pero la intriga me carcome. No es el momento, Hiiro, Ezarel está teniendo un ataque de histeria.
-¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!
-Opino lo mismo -Nevra coincide con el elfo, que desata su furia a base de tirar cojines al aire que Erika va recogiendo tras él-. ¿Qué se supone que vamos a hacer? Miiko no puede abandonar Eel...
-Más que no poder abandonarlo, la cosa es que no deberíamos permitir que lo haga -Leiftan hace un gesto nervioso, mordiéndose el labio-. Pero imagino que no nos queda otra...
-Un problema a la vez -Valkyon interviene. Parece que la idea le gusta bastante poco, pero aún así se mantiene más sereno... Al menos más que Ezarel, que sigue gritando. Menudos pulmones-. Naytili. Qué hacemos con ella.
-¿Pensáis que es verdad lo que ha dicho de que puede tener sangre daemon? -Alessa hace la pregunta con tono intrigado, haciendo que su cola ondee- Soy más experto en dragones que en daemons, pero... Ahora que sabemos que los unos no están extintos, quizá...
-Preferiría no ponernos en ese supuesto, por ahora -Leiftan le corta-. Sabemos.. que Naytili es una persona horrible, daemon o no.
-Aunque eso explicaría algunas cosas -Nevra se cruza de brazos al hablar-. Su atracción por las artes oscuras, eso de que pueda corromper cristales... Y el hecho de que sea una enorme hija de puta, de forma metafórica y ahora sabemos que literal, todo se explica con ello. Desde luego, no siente ni amor ni empatía...
-Como un daemon -Completa Alessa.
-¿No se sabía en la Guardia de qué raza es Naytili? -Erika habla mientras masajea los hombros de Ezarel, que ya se ha cansado de gritar y ahora está sentado en el sofá reponiendo energías- Se supone que hay un registro de ello, ¿no?
-Nunca se supo exactamente su raza -Aclara Nevra-. Estaba marcada como “híbrida”. Igual que los faelinne como tú o Valkyon, también hay infinitas posibilidades de mezclas de sangre entre los faéricos, porque como es lógico no todo el mundo se empareja con alguien de su misma raza... Así que hay mucha gente que simplemente son mestizos, y a veces es difícil de decir cuáles son las razas “originales”, dependiendo de qué tan mezclada sea la sangre.
-Como el caso de Alessa -Cuando Valkyon dice su nombre, el mencionado casi pega un respingo-. Eras híbrido, ¿cierto?
-Ah, sí... -Eso parece haberle tomado por sorpresa- Mitad mentalista por parte materna, pero la otra parte es... -Se lo piensa por un instante, frunciendo el ceño- Incierta.
-Tiene sentido... -Erika hace una mueca, estirando los labios.
-Si se me permite intervenir... -Decido hablar, y veo que la atención recae en mí- Volviendo al asunto de Naytili. Lo siento si... -Mis ojos se posan en Nevra por un instante, pero luego dejo mi mirada caer al suelo- Lo siento si esto es insensible, porque sé que Naytili es una mala persona, pero no... No me ha gustado demasiado cómo ha hablado de ella, la verdad. Sé que es una amenaza, y que como mejor podría estar sería en prisión o ajusticiada, pero... -Frunzo el ceño- Hablaba de ella como si fuera algún tipo de posesión. Como si fuera algo que le pertenecía.
-Ese es el problema -Al oír eso, Ezarel parece volver a recuperar energía, y se levanta de un brinco-. Este tíe se piensa que puede comprar cualquier cosa, incluso la vida de las personas. ¿Habéis oído cómo hablaba de su harem? Está forzando a gente a casarse con elle y aún lo llama “benevolencia”.
-Por lo que ha dicho, tampoco les fuerza exactamente...
-Si la otra opción es convertirte en un esclavo o la muerte, ¿tienes realmente opción? -Soy yo el que responde a las palabras de Erika, y Ezarel me da la razón asintiendo. Parece que a los dos nos preocupa la misma parte del problema... Aunque haya muchas cosas de las que preocuparse, vaya- No quiero... Ir en contra de nadie, a lo mejor es simplemente que es otra cultura, pero a mí no me parece exactamente benevolente según lo ha planteado. Puedes elegir una vida sin preocupaciones, rodeado de lujos y de todo lo que quieras, o puedes ir a morirte de hambre al desierto. No hay mucha opción. Y... No me importa lo que le pase a Naytili, pero siento que no está bien... -Frunzo los labios- Participar en eso.
-Tampoco tenemos mucha opción nosotros mismos -Nevra frunce el ceño. Puedo decir que a él no le importa demasiado el destino de Naytili tampoco, o cómo la trate otra gente... Y, lo entiendo; pero por otra parte...-. Quiere a Naytili muerta. Nosotros también. Dos lovigis con la misma piedra. De las dos condiciones que nos ha puesto, juraría que esa es la que menos problema debería causarnos -Supongo que tiene razón en eso, pero...
-Agh, no puedo con esto ahora -Con paso acelerado, Ezarel se dirige hacia la puerta de la habitación-. Necesito aire fresco.
-¡Ezarel! -Valkyon le llama con tono casi indignado al ver que se va, pero Leiftan se coloca tras él para ponerle una mano en el hombro, lo que impide que pueda ir tras el elfo.
-Déjale ir -Eso dice, sus palabras acompañadas del sonido del portazo que pega Ezarel-. Es posible que sea mejor si le... Dejamos que se airee. Sabes que a Ezarel no le gusta sentirse atrapado.
No sé hasta qué punto será parte de la claustrofobia, pero Ezarel parece que odia todo lo que restrinja su libertad de movimiento en general, sea esto un concepto físico o de otro tipo... El palacio no es especialmente pequeño y tiene muchos lugares abiertos, pero es posible que la idea de estar encerrado dentro sin posibilidad de salir sea suficiente para alterarle.
De modo que dejamos que el elfo se vaya. La habitación parece perder energía sin él en su interior, y con algo de derrota hay gente que busca dónde ir a sentarse. Yo opto por quedarme de pie, echando una ojeada al interior de la habitación y su decoración mientras lo hago. Descubro de dónde viene el olor al ver una barra de incienso que arde en una intrincada escultura de oro que simula algún animal o familiar que no reconozco, que sostiene la barra entre una de sus patas. Acercarme tanto al humo me hace estornudar, pero procuro hacerlo lejos para no ser el toto que esparce toda la ceniza.
-¿No podemos votar a mano alzada sobre lo de Naytili? -Nevra habla después de un rato de silencio, tirado en el suelo con la cabeza apoyada en un puf que pretendía ser un asiento más que una almohada- Y así al menos nos quitamos eso de en medio.
-Si Miiko va a tener que venir, juraría que es mejor dejar esa decisión en sus manos -Responde Leiftan-. Ella es la Líder, a fin de cuentas. Lo que ella decida será lo que se haga... -Nevra tiene que conformarse con ello, pero suelta un gruñido indignado- Lo siento...
-¿Y qué vamos a hacer con Miiko entonces? -Cuestiona Alessa- ¿Es buena idea que venga?
-No se atrevería a hacerla daño, ¿no? -Valkyon, que es el único que se ha quedado de pie conmigo, también se muestra contrario a la idea.
-No creo... -Leiftan se lo piensa- Hacerle cualquier cosa a Miiko tendría repercusiones muy graves. No sólo se podría en contra de la Guardia de Eel, sino que tendría una respuesta inmediata por parte del Reino del Norte... porque a pesar de todo, sigue siendo la heredera al trono; y por parte de Feng Huang. Que Miiko y Huang Hua son amigas íntimas es un hecho conocido a lo largo y ancho de Eldarya.
-Así que no estaba peloteando cuando antes ha dicho que consideraba a Miiko la persona más poderosa de Eldarya, ¿no? -Leiftan niega con la cabeza ante la pregunta de Erika.
-Depende de cómo midas el “poder”, pero es innegable que Miiko tiene una enorme influencia. Su puesto en la Guardia fuerza que tenga hasta cierto punto relaciones diplomáticas con prácticamente todo Eldarya, quitando los que se oponen directamente a la Guardia; y si a eso le sumas su puesto en el Reino del Norte y su cercanía a Huang Hua... Es muy posible, sí, que Miiko tenga la mejor red de contactos en todo Eldarya.
-No es de extrañar que le preocupe tanto su imagen pública entonces... -Reflexiono en voz alta.
-Aunque eso no sirve de nada -Nevra gruñe-. ¿O nos hemos olvidado ya de Lund’Mulhingar? No sólo no nos recibió nadie, sino que no se nos dejó hablar con Ezael siquiera y tuvimos que estarnos escondiendo como criminales.
-La situación era un poco distinta entonces, porque pensaban que Ezarel había cometido un crimen muy grave.. -Leiftan suspira- Aunque entiendo tu postura. Igualmente, lo que puedo garantizar es que dudo que quiera invitar a Miiko para cotarle la cabeza... Primero, porque eso no queda muy bien a ojos internacionales, y segundo porque posiblemente haya formas más elegantes de matarlas, si eso es lo que verdaderamente quiere.
-Por lo que me ha parecido entender... -Una vez más, intervengo- Lo que Khash quiere es, más que nada, que la Guardia se arrepienta de haberse opuesto a elle... No tanto en forma de disculpa, sino a base de hacer que tenga que tragarse su orgullo. Obligar a Miiko a venir aquí a disculparse es... Algo bastante fuerte. Imagino que a ojos internacionales eso supone un cierto desmérito.
-Sea como sea, no podemos sacar a Miiko de Eel -Valkyon sigue oponiéndose a la idea-. No sólo por el desmérito o lo que sea, sino porque en el momento en el que ponga un pie fuera, El Titiritero va a atacar la Guardia, como pasó con Lund’Mulhingar. Ahora mismo sabe que estamos fuera, y después de lo que pasó con la biblioteca, que por cierto aún nos tenemos que poner al día de eso, posiblemente esté enfadado. A lo mejor ya ha atacado la Guardia y no nos hemos enterado ni siquiera...
-Será mejor que no nos pongamos en ese escenario... -Leiftan hace un gesto cansado- Por más vueltas que le demos, tengo la sensación de que realmente no nos va a quedar otra más que escribir a Miiko para que venga a rescatarnos.
-O podemos coger y escaparnos sin que nadie nos vea -Propone Nevra. Después de que su propuesta sea recibida con un silencio vacío, hace una mueca-. Ya. Vale. Idea estúpida, perdón por ser un Sombra.
-Quiero decir, a lo mejor tú te puedes transformar en murciélago e irte volando -Propone Erika.
-Y al resto nos matan en cuanto se den cuenta de que falta uno -Completa Alessa, con completo optimismo-.Estoy con Leiftan. Llamar a Miiko es la única opción que parece sensata ahora mismo. Incluso aunque no sea para que venga, deberíamos de hacerla consciente de nuestra situación... Habría que ponerse en contacto con Eel.
-En eso podemos estar de acuerdo -Valkyon asiente, conforme con la idea-. Leift, ¿haces tú los honores?
-Hmmm... -Se lo piensa- Realmente, antes de eso me gustaría saber qué opina Ezarel. Él es nuestro experto en diplomacia, a fin de cuentas.
-Pues -Erika finge un gesto de duda por un instante-, juraría que su opinión en el asunto es “¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!”, pero esa es la impresión que a mí me ha dado nada más.
-Esperemos a que vuelva -Después de sonreír con la tontería de Erika, Leiftan continúa-. Escuchemos si tiene algo más que añadir a nuestro debate y, con lo que sea, decidiremos qué hacer... Mientras tanto y, teniendo en cuenta que parece que vamos a pasar aquí un tiempo, deberíamos tratar de instalarnos y ponernos cómodos.
Es mejor que hacer nada, supongo. Valkyon en seguida se toma la sugerencia de Leiftan como una orden y decide subir a explorar las habitaciones, y yo le sigo. Siendo que evidentemente es una casa para invitados, en los dos pisos superiores no encontramos más que habitaciones. Varias de ellas están preparadas para tener invitados dentro, una para cada uno de los presentes, y todas son amplias y están llenas de todo tipo de lujos. Hasta nos han dejado una chocolatina encima de la almohada como en los hoteles, mira. Me pico un poco cuando Valkyon no me deja comérmela.
Hablando de comer, tengo un poco de hambre, así que cuando después de nuestra exploración volvemos al piso de abajo, decido ver qué si puedo comer algo del frutero, contando con que Valkyon no me prohiba comer de eso tampoco. Me llevo una decepción al comprobar que la fruta es fruta de Eldarya... Lo que significa que no va a hacer mucho para mí.
-Al menos te llenará el estómago -Objeta Leiftan, cuando expreso mi decepción en voz alta-. Este... entiendo que nos darán de comer en algún momento, pero por el momento puede servirte para aguantar.
-Supongo... -Resignado, cojo una fruta de color azul que no tengo muy claro qué es y no puedo evitar hacerle alguna que otra mueca.
-Es una peraguada -Leyendo mi confusión, Leiftan se apresura a explicar-. Son frutas muy jugosas cargadas de agua, por lo que son altamente codiciadas por aquellos que quieren viajar a través del desierto. Aquí son un producto de lujo... Por lo que vi en Port Huaria, se venden muy caras.
-Hay personas que las llaman “peras del desierto” -Alessa se une a la explicación, sentado junto a una ventana al fondo de la sala-, o “desperas”, para acortar. Un nombre que ni pintado, porque cuando estás en mitad del desierto muerto de sed, a veces uno puede estar desesperado por una de ellas...
Mientras que Alessa se esfuerza en suplantar el puesto de Ezarel como payaso oficial de la Guardia, mordisqueo la peraguada, sorprendiéndome un poco al darme cuenta de que efectivamente tiene bastante jugo dentro... Buaj, me voy a pringar seguro... Hm, al menos no está mala. No tan dulce como una pera normal, pero casi que lo agradezco.
-¿Entiendo que no hay ni rastro de nuestras cosas, no? -Pregunta Leiftan, también decidiendo ignorar abiertamente a Alessa. Valkyon niega con la cabeza.
Esperaba que hubieran tenido la amabilidad de al menos dejar nuestras mochilas en algún lugar, aunque hayan confiscado nuestras armas, pero... No ha habido suerte. Eso me molesta un poco y luego tendré que hablar con alguien porque en mi mochila están mis medicinas, y por lo que me ha avisado Alessa no es buena idea dejar de tomarlas de repente. Tuvo que negociar él con Harim que me hayan dejado tomarlas durante estos días de viaje, pero acabaron por aceptar, así que entiendo que me devolverán mis pastillas si les explico la situación...
En lo que me termino la peraguada, Nevra y Erika aparecen desde las escaleras que vienen al sótano. Los dos se dirigen directamente hacia mí, con una sonrisa en la cara, y Erika me coloca ambas manos en los hombros. La miro bastante confundido con media pera todavía en la boca.
-Hiiro.
-¿...? -Erika si te respondo ahora mismo te voy a llenar la cara de pera, no me hagas hablar.
-¡Ha llegado tu momento!
-¿¿?? -Qué está pasando, qué... Miro a Nevra con mucha confusión, esperando que él pueda aclararme algo. Su sonrisa es más radiante que la de Erika todavía.
-Hay una piscina en el sótano.
QUE HAY QUÉ EN DÓNDE QUÉ, ¿¡QUÉ!?
-¡Tienen baños como en los que hemos estado! -Explica Erika, zarandeándome ligeramente cuando lo hace- ¡Y tienen una piscina! ¡Para NADAR, Hiiro!
Inmediatamente trago lo que me queda de pera, casi atragantándome con ella.
-¿P-puedo verla? -Pregunto, sintiéndome emocionado ante la perspectiva de una PISCINA, incluso con las circunstancias en las que estamos.
Erika tira de mí para arrastrarme escaleras abajo, mientras que Nevra se coloca a mi espalda y me empuja, y entre los dos me desplazan hacia el sótano. En el piso inferior vemos una sala llena de azulejo similar a la que había a la entrada de los baños, y de ella salen dos puertas... Una de ellas imagino que lleva a los baños en sí, que supongo que serán similares a los que hemos usado antes, mientras que la otra, aquella en cuya dirección soy forzado a ir, lleva a una amplia sala que tiene una...
Oh. Una piscina. Es... E-es una piscina de verdad, como las del mundo humano... Casi. Echo de menos el olor a cloro en el aire, pero quitando eso, es una piscina normal y corriente. Será extraño pero, en todo el tiempo que he estado en Eldarya, desde luego no he visto una sola piscina... Así que esto me hace muy, muy feliz.
-Enhorabuena, chico sardina -Erika se medio burla de mí cuando me acerco al borde de la piscina para ver el agua de cerca-. Tus sueños se han vuelto realidad... ¿Vas a darte un baño?
-Um... -Me lo pienso- No... Bueno, me gustaría, pero... Tampoco tengo bañador, así que...
-Seguro que si pedimos uno te lo dan...
¿Quizá? Preguntar no duele, imagino. Vuelvo a levantarme, a punto de pedir que por favor me saquen de aquí antes de que me lance de cabeza a la piscina, pero cuando me giro me doy cuenta de que Nevra me está mirando con una cara rara, casi como de... sorpresa... Le miro con algo de duda, pero al segundo le veo carraspear y rápidamente mirar a otro lado.
-Eh... -Se piensa sus palabras por un instante- Buscaremos la forma de que puedas bañarte, tranquilo. Quizá a alguno más nos apetezca también. Depende de cómo se desarrolle todo con Khash y sus peticiones.
Asiento. Entiendo que esto no son unas vacaciones, que es... Una situación bastante delicada, de hecho, y no sé si es buena idea distraerse con estas tonterías. Volvemos todos al piso de arriba, y Valkyon parece también algo curioso por la idea de una piscina... Aparentemente le gustó cuando en Memoria compartí con él mi rutina de entrenamiento de cuando nadaba, quizá podamos hacerla de nuevo si se da la ocasión.
Sin nada más que hacer, con la casa ya explorada, simplemente nos quedamos a la espera de que Ezarel vuelva a aparecer.
Y... esperamos.
Y seguimos esperando.
Y esperamos un rato más...
-Vale, o se ha perdido o ha conseguido enfadar a alguien y le han ejecutado -Después de un tiempo excesivo de espera, Nevra se pone en pie y se pone delante de todo el mundo junto a la entrada-. Creo que es hora de ir a buscar...
El sonido de unos toques en la puerta le interrumpe.
-¡Tic, tiquitoc, toc! -Y, con el ruido, se escucha de nuevo la voz de Sara. Por alguna razón, oírla me pone de buen humor- ¿Se pueeeede?
Nevra opta por abrir la puerta para ella esta vez, y Sara se lo agradece con una sonrisa cuando entra en la habitación, antes de echarnos un vistazo a todos.
-A ver a ver... Sip, estáis todos -Asiente para sí-. Decidme, ¿está todo a vuestro gusto? ¿Hay algo que pueda ofreceros?
-Dos cosas -Es Leift quién responde, con un tono inusualmente serio para él-. Primero, ¿qué ha sido de nuestras cosas? Tanto nuestras pertenencias personales como la ropa que dejamos en los baños.
-Vuestras pertenencias están, por el momento, en posesión de la Guardia Dorada, pero no debéis de preocuparos por ellas -Aunque habla con una sonrisa, su tono deja claro que no nos las van a devolver por el momento-. Con respecto a la ropa... Bien, después de vuestra travesía por el desierto, se encontraba en un estado... Hmmm, no muy agradable. La hemos mandado al servicio de lavandería, en cuanto vuelva a estar limpia se os devolverá, no os preocupéis por eso. Dicho eso, ¿espero que os gusten los atuendos que se os ha proporcionado? -No... No, la verdad es que no, y tengo un par de cosas que me gustaría decir al respecto pero no voy a poder decirlas sin morirme de vergüenza.
-La segunda cosa -Leiftan ignora esa pregunta-, has dicho que “estamos todos”, pero es mentira. Falta nuestro compañero elfo, Ezarel. No sabemos qué ha sido de él... ¿Dónde está?
-Hmmm... -Se lleva una mano a la mejilla, como si se lo tuviera que pensar- Vuestro compañero ha... Cometido una pequeña infracción dentro del palacio, me temo. Está siendo castigado por ello ahora mismo.
-¿¡Cómo!? -Erika se levanta de un salto al escuchar eso. No es la única que se sorprende, y tanto Valkyon como Nevra se tensan al oírlo. Leiftan se queda donde estaba, sentado en el sofá, pero su mirada parece amenazar a Sara con convertirla en polvo de un momento a otro.
-¿A qué te refieres con “castigado”, exactamente? -Su voz... No suena amable. No es hostil, pero no es amable.
-Nada sobre lo que debáis preocuparos -Asegura-. No es nuestra costumbre causar malestar a nuestros invitados, simplemente es una... -Hace un gesto incómodo, como si ella tampoco estuviera muy de acuerdo con sus propias palabras- Medida correccional. Todo se aclarará en breves, no os preocupéis...
-¿Qué es exactamente lo que ha hecho Ezarel? -Pregunta Valkyon.
-Una... -Parece que intenta contenerse, pero se le escapa el tirón de una sonrisa en los labios- Una travesura que desde luego no le ha gustado nada a su Sulta. Pero nada lo suficientemente grave como para despertar su ira. Aunque sería de agradecer que, de ahora en adelante, no permitáis que se repitan este tipo de acciones... -Leiftan va a ir a hablar de nuevo, pero antes de que pueda hacerlo Sara da una palmada- ¡Bueno! No hablemos más de esto; como os he indicado, todo se resolverá en breves. ¿Tenéis hambre? Khash ha expresado su deseo de comer con vosotros, las cocinas llevan hooooras preparando la comida más deliciosa que probaréis nunca... -En su sonrisa se intuye que no tenemos opción de rechazarla- ¡Acompañadme, por favor!
Pues nada... Movimiento de nuevo, una vez más. Somos escoltados por Sara otra vez por los pasillos del palacio. He de admitir que lo que ha dicho de la comida ha llamado mi atención... Como he expresado antes de engullir la peraguada, efectivamente tengo algo de hambre, e imagino que no debo ser el único porque el desayuno que hemos tomado, antes incluso del amanecer, ha sido escueto y escaso.
Llegamos a una habitación que debe ser un comedor muy formal, donde nos espera una mesa alargada, con la cubertería y vajilla ya puestas y con la cantidad de sillas perfectamente contadas para cada uno de nosotros... Y tres que nos sobran, por el momento, las tres que presiden un extremo de la mesa. Sara nos invita a sentarnos y eso es lo que hacemos, esperando pacientemente a que ocurra algo...
Que no tarda mucho en suceder. Después de un corto rato de espera, al otro lado de la habitación se abre una puerta y por ella entran Khash, escoltade por sus dos guardias, Harim y... Ezarel.
A nadie se le escapa que el elfo tiene las manos esposadas.
Leiftan se levanta de su silla inmediatamente, dando un golpe fuerte en la mesa que hace que los cubiertos salten y que todos los guardias en la habitación desenfunden sus armas y las blandan contra él.
-Soltadle inmediatamente -Su voz reverbera por la habitación con el sonido de un trueno.
Khash meramente levanta la mano, pero no dice nada. Le dirige una mirada de reojo a Ezarel, que hasta el momento estaba mirando al suelo y suelta aire antes de levantar la cabeza para mirar a Leiftan.
-Ni te molestes -Dice-. Me lo merezco.
-Sí que te lo mereces -Es el comentario de Khash-. Siéntate. Tú también, Leiftan.
Leiftan no se sienta. Ezarel sí, por el contrario, cuando uno de los guardas retira una silla para que pueda ponerse en ella, y Khash hace lo mismo después de que Harim le coloque la silla a elle, antes de colocarse él mismo en el asiento que queda libre a la derecha de Khash.
-Cuanto antes te sientes, antes daré la orden de liberar al elfo... -Khash habla con voz cantarina- Me ha parecido un castigo justo, junto a una buena regañina, por la falta que ha cometido. Créeme, si no hubiera sido uno de mis invitados... Ooh, la cosa habría terminado de forma muy distinta -Cuando Leiftan finalmente se sienta, con un gesto muy lento y aún sin quitarle los ojos de encima a Khash, elle dirige su mirada al apresado elfo-. ¿Querrás compartir con tus amigos tus heróicas andanzas, o prefieres que sea yo quién se las cuente?
-No creo que tengamos la misma versión de los hechos -Se excusa Ezarel. Sus manos se mantienen en su regazo, de forma que la cadena que las ata queda escondida bajo la tabla de la mesa.
-No, desde luego que no... -Khash hace un gesto exasperado. Con lo que parece que es irritación, cambia de postura en su silla- Vuestro compañero aquí ha decidido que sería una idea estupenda... -Suelta aire. En sus ojos dorados, con los que mira al elfo, aparece un enfado que realmente no parece tan peligroso, pero que se nota que le ha dejado moleste- Abrir todas y cada una de las pajareras del palacio.
En el silencio que causan sus palabras, ante el cual la mayoría sólo podemos reaccionar con sorpresa, sólo se escuchan el sonido de la mano de Nevra golpeando su frente y la carcajada que se le escapa a Harim.
-¡No te rías! -La osadía de Harim es castigada por un manotazo de Khash, pero el otro no parece molestarle en lo absoluto, porque sigue sonriendo a pesar del obvio enfado delle Sulta.
-Nuestra más sinceras disculpas... -Leiftan habla con un suspiro, parece que su enfado disipándose rápidamente. La situación es menos seria de lo que esperábamos y Ezarel no parece correr peligro, simplemente se ha llevado un castigo algo merecido por su travesura. A juzgar por las mejillas rojas del elfo, no son las esposas lo que más le molesta ahora mismo.
-Por favor, no dejáis de añadir cosas a la lista de disculpas... Agh -Khash hace un gesto irritado, como si le doliera la cabeza-. Harim lleva años intentando convencerme de que me deshiciera de las pajareras... Bien, enhorabuena, has conseguido que su deseo se cumpla de un plumazo... -Al escuchar esa última palabra, Harim vuelve a reír. Cuando Khash pilla la broma, pone los ojos en blanco- Eres terrible. Horrible. Te detesto.
-El sentimiento es mutuo, su Sulta -Harim dice sus palabras con una sonrisa satisfecha, mientras retira la servilleta que había en su sitio para colocarla sobre su regazo.
-Lo que sea -Khash habla ahora con resignación-. Procedamos a comer, tengo hambre. Que alguien libere al elfo... Tienes suerte de aún mantener tus manos para poder usar la cubertería -Mientras dice eso, uno de los guardias se acerca a Ezarel, que levanta las manos para que puedan abrir el cerrojo de sus esposas, y con eso ya es un hombre libre. Ah, si Lund’Mulhingar hubiera sido así de fácil...-. Disculpadme por no haber preguntado de antemano, ha sido un día atareado, ¿alguno de vosotros prefiere un menú vegetariano? -Se dirige a todos, pero sólo encuentra cabezas que niegan- ¿Alguna dieta que deba tenerse en cuenta? Como debéis saber ya, en Elsur la comida tiene un peculiar gusto picante, pero confío en que mis cocineros hayan adaptado el menú para todo el mundo... Y respecto al tema de las alergia..... aaas.... -Su mirada se posa en mí de repente y hace una mueca- Hm. Se me había olvidado... -Lanza una mirada hacia abajo y yo hago lo mismo, con la misma preocupación que elle al ver los cubiertos- Toda mi cubertería es de oro...
-¿... puedo usar palillos? -Propongo, y a punto estoy de disculparme por mi osadía y decir que no pasa nada que, total, de algo hay que morir, pero en cuanto digo eso su cara se ilumina de nuevo.
-¡Oh, perfecto! -Entusiasmade, hasta da una palmada- Tengo un juego de palillos de madera quemada de Fenghuang al que apenas doy uso, sí, por favor, que alguien vaya en su búsqueda para nuestro atópico amigo...
-Inmediatamente, su Sulta -Sara hace una reverencia y se deshace en polvo, posiblemente yéndose a por los palillos.
-Trata de pedirle a Adalric que aparezca si le ves, por favor -Pide Khash, antes de que la comesueños termine de desaparecer-. ¿Qué hay de la bebida? ¿Qué puedo ofreceros? Quizá sea aún muy temprano para nuestros licores más fuertes, pero...
A pesar de que el inicio de la comida y el asunto de Ezarel nos ha tenido algo tensos, Khash se esfuerza en hacernos sentir cómodos en la comida. Cuando la comida hace su aparición finalmente, el humor de todo el mundo mejora bastante. Hay todo tipo de manjares que sorprenden a muchos, porque parece que estas son comidas exóticas y especialidades propias de Elsur. Erika parece especialmente entusiasmada por la comida, y después de preguntar por el nombre de varias recetas, Khash le asegura que podrá tener una conversación con su jefe de cocina para poder intercambiar recetas. Aquellos que aceptan los licores exóticos también parecen muy satisfechos por ellos, así que imagino que serán de calidad (yo prefiero beber zumitos). Para los que nos gusta el picante, también tenemos para disfrutar, porque aunque en general la comida intenta ser para todo el mundo (a pesar de las muecas que Nevra y Erika hacen a ratos), también hay algunas cosas un poco más fuertes... Alessa puede estar contento.
Puedo decir que la pieza central de la comida es cuando, con los segundos, los camareros colocan delante de casi todo el mundo lo que parece ser algún tipo de carne bañada en... ¿o-oro? ¿Oro comestible? Me suena haber oído algo así en algunos restaurantes súper caros del mundo humano, pero...
-¿E-esto es comestible? -Pregunta Nevra, con cara de mucha sorpresa, mientras mira su plato como si nunca en su vida hubiera tenido comida delante.
-¡Por supuesto que lo es! -Khash parece más que satisfeche con la respuesta que su plato estrella ha despertado en los comensales. Todo el mundo parece más que impresionado, incluso Ezarel, que ha tenido que ver más comida pija en su vida- Por favor, disfrutad de esta experiencia de mi parte... Quizá pueda pareceros inusual, pero os aseguro que todo lo que se sirva en mi mesa es delicioso... ¿En qué otro lugar de Eldarya ibais a poder probar algo así, sino en la Ciudad de Oro? -Después de decir eso, con una gran sonrisa, vuelve a acordarse de mi existencia y juraría que veo el pánico en sus ojos por un segundo- Lo siento, verdaderamente lo siento, um, me encargaré personalmente de encontrar algo con lo compensar esto para ti...
-N-no hay problema -Tartamudeo un poco cuando me doy cuenta de que tengo alle Gran Sulta disculpándose conmigo porque soy alérgico a su comida-. C-con o sin oro, la comida está deliciosa...
Juraría que mi alergia le descoloca completamente, casi como si la temiera, aunque soy yo el que está aterrado de pegarme demasiado a una pared y que me salga un sarpullido. Como sea, mientras todo el mundo disfruta de su filetón bañado en oro (que, por las caras que veo, debe ser que está bastante rico y que no debe parecerse a la experiencia de comer papel albal que yo imaginaba), yo soy servido el menú vegetariano junto a Harim, que no incluye ni oro ni carne. Sigue estando delicioso, alguna verdura rellena con una pasta de algún tipo que trae consigo una explosión de sabores... Todo delicioso.
Aunque sigo prefiriendo la comida de mamá.
-He de decir... -Entremedias de la comida, Khash vuelve a hablar. Alguien (¿Nevra?) me arrea una patada por debajo de la mesa, y eso me hace levantar la cabeza y darme cuenta que, sorprendentemente, parece que... ¿m-me está hablando a mí?- Es... de lo más inusual encontrar a alguien con esa condición. Una alergia al oro... Nunca lo había visto en mi vida, de hecho, ¡jamás había oído hablar de ello! Es sorprendente... Pero según Harim, no es la única peculiaridad que tienes, ¿cierto? Cuéntame... -Con una sonrisa , se inclina hacia adelante en la mesa. Yo me tenso un poco ante la atención- ¿Cómo viene a ser que no tienes tatuajes para adornar tu piel?
-Um... -Esa es... una pregunta rara... AUCH NEVRA DEJA DE PEGARME PATADAS- E-eh, bueno, tengo... Un tatuaje, pero... -Frunzo el ceño.
-¿Ah? Harim dijo que no poseías aquellos propios de tu raza, sin embargo.
Harim dice muchas cosas. Le lanzo una mirada al hombre, que por su parte sí que está cubierto de tatuajes. Evidentemente no se ha pasado todo el viaje hasta aquí sin camiseta, pero incluso con la ropa que lleva puesta, una camisa bastante fina, se puden intuir las manchas oscuras de los tatuajes que adornan su piel... Y, bueno, algunos de ellos suben hasta lo alto de su pecho y también tiene la cara tatuada, así que esos no son difíciles de ver. Al ver la mirada que le dirijo, Deja su comida por un instante para dirigirme una mirada que parece casi indignada.
-¿Tratas de esconder tu origen? -Me pregunta- He visto tu transformación. Cualquiera que sea la condición que causara que te alejases de tu tribu, no has de temer mi rechazo. Me es completamente indiferente, pero me genera curiosidad el haber encontrado a un aignar sin las marcas de su tótem.
Quée...
-Hiiro no es un aignar -Ezarel interviene por mí, al ver la cara de tonto que se me queda-. Creo que ha habido alguna confusión.
-Le vi transformarse -Repite Harim.
-Era una transformación distinta -Ahora habla Nevra-. Producida a través de la alquimia, no de algo natural.
-Oh, eso es... aún muy interesante, sí -Khash se frota la barbilla en aire pensativo-. Lo lamento, Harim, parece que no será este el día en el que encontremos a otro de los tuyos... -Al otro no parece importarle tanto, sólo se encoge de hombros.
-¿Puedo preguntar qué es un “aignar”? -Erika hace la misma pregunta que yo tenía en mente pero que no me estaba atreviendo a hacer por cortesía.
-Por supuesto, Erika... -Khash mira en dirección a Harim, que de nuevo hace un gesto de indiferencia- Los aignar son moradores de las frías tierras del norte... Incluso más allá de las tierras de los kitsune en Gengaku. Tribus de fascinantes aignar, que siguen los designios del tótem al que adoran. Al nacer, cada uno de los aignar es bendecido con la guía de un espíritu animal, que marca su cuerpo con los tatuajes que podéis ver en la piel de mi compañero... Cada aignar es bendecido por un espíritu distinto, pero la influencia de este es muy clara. En el caso de Harim, bueno, su tótem es...
-Un águila marcial -Ezarel termina la frase casi entre dientes.
-Correcto -Y Khash sonríe.
-A Ezarel le gustan mucho los pájaros -Explica Erika.
-No me digas...
-Cuando vimos a Harim en el desierto se emocionó muchísimo -Ella sigue hablando, para la vergüenza de Ezarel que intenta esconderse de todo el mundo agachando la cabeza-. Pero es normal, porque es raro ver un pájaro del mundo humano, supongo. Ah, ¿se supone que estos “espíritus animales” son del mundo humano?
-Así es -Khash asiente-. La conexión entre el tótem y los aignar se estableció mucho antes de la creación de Eldarya.
Hmm... Empiezo a entenderlo. Cuando me vio medio transformado en gato, Harim debió pensarse que era un aignar como él. Desgraciadamente, no, sólo soy un humano aburrido.
-Aaaahh... -Erika se lo piensa- Bueno, a Hiiro y a mí también nos hizo ilusión verlo, la verdad. ¡Los dos venimos del mundo huma-AUCH.
Debe ser que Nevra le patea a ella también. A pesar de eso, ya se le ha escapado decir... Un pedazo de información importante. Los ojos de Khash refulgen con un brillo interesado al escuchar esas palabras, y tengo la sensación de que algo en su actitud parece cambiar.
-Qué... interesante. ¡Del mundo humano! -Da un golpecito con su tenedor en el plato, haciendo algo de ruido- De lo más peculiar, sí, sí... Parte de mí siempre ha querido visitarlo y conocer las tierras de mis ancestros pero, oh, dudo mucho de poder llegar a hacer eso en el futuro inmediato... -Una sonrisa se estira en su rostro- Es curioso, entonces. Venís del mundo humano pero, si no he entendido mal, tú eres... ah, ¿qué era? Una estrella, ¿cierto? ¿Qué significa eso?
-Este... -Erika se queda en blanco con eso. Con el voto de silencio que nos han impuesto a lo largo del viaje no hemos tenido oportunidad de hacernos muchas preguntas con respecto a todo lo que pasó en la biblioteca...- L-la verdad, no lo tengo muy claro. Hace, hmm... Poco que descubrí que era una estrella, y... La verdad es que estoy bastante confundida al respecto.
-Oh, pobre... -Con la mueca que hace, su lástima parece sincera- ¿Sabes qué? Quizá aquí podamos ayudarte. Adalric es tode un experte en... -Mira alrededor y luego hace una mueca- No ha aparecido.
-Lo siento... -Sara, que ha estado en una esquinita de pie junto a otros camareros, ayudando ocasionalmente a servir comida o retirar platos (y yo me siento mal por ellos porque llevan todo el rato mirándonos comer), suspira con cansancio- Le pedí que viniera, pero...
-No pasa nada, ya aparecerá... Tal vez -Khash pone los ojos en blanco. A su lado, Harim también hace un gesto que indica que no debe hacerle mucha gracia el amigue nebulose- Buscaré la forma en la que puedas hablar con elle, dulce Erika. Adalric es une amante de las estrellas... Si hay alguien en Eldarya con quién debas conversar para aprender del cielo nocturno, es con elle.
-¿Sí? Entonces quizá se lleve bien con Leift -Erika también sonríe y le lanza una miradita a su novio, que estaba medio distraído y al escuchar su nombre se endereza-. Él también es un experto en estrellas y constelaciones...
-Bu-bueno, yo no diría “experto”... -Parece avergonzado.
-No todo el mundo es capaz de... entender, a Adalric -Khash se dirige a Leiftan ahora-. Pero por favor, no te cortes en darle conversación. Sus palabras, aunque en ocasiones enigmáticas, siempre dan que pensar -Leiftan asiente-. Y ahora que hemos resuelto el misterio de la estrella... Aún hay uno de vosotros que me tiene llene de curiosidad.
Y ahora, sus ojos pasan a Valkyon. Él ha estado bastante entretenido con la comida (y no le culpo por ello), pero en seguida levanta la mirada a Khash y deja su comida tranquila.
-¿... sí? -Pregunta, en tono calmado. Khash sonríe con una inocencia casi infantil.
-Un pajarito me ha dicho... Que tú eres un dragón.
-Sí -Valkyon asiente, sin nada que esconder.
La sonrisa de Khash se hace aún más grande.
-Estupendo. Dime, ¿no te casarías conmigo?
El sonido de Nevra dejando caer sus cubiertos viene acompañado por el de Ezarel atragantándose y la exclamación de sorpresa de Erika. El resto también nos sorprendemos, por supuesto, especialmente Leiftan al que veo que ha entrado en un shock mudo. Valkyon debe encontrarse en un estado similar, porque mira a Khash completamente en blanco, con la confusión más turbulenta reflejada en sus ojos.
-Por supuesto, la oferta se extiende a todos vosotros, para el que quiera aceptarla... Excluyendo al elfo. Sois un grupo muy interesante, pero... -Con toda la calma del mundo coge su copa y se la lleva a los labios, dando un escueto sorbo- El dragón me interesa más que ninguno. Quiero decir, ¡un dragón! Oh, uno de los Reyes del Cielo. Valkyon, estaría encantade de poder tenerte como mi esposo, si quisieras aceptar mi propuesta...
-Um... -Valkyon sale de su estado de estupor, poniéndose tenso y carraspeando cuando lo hace- N... N-no estoy... E-eh, gracias, p-pero no puedo... aceptar la propuesta...
Sus últimas palabras son casi un susurro. Hay una parte en mi interior que al ver a Valkyon avergonzado por primera vez en ¿nunca? hace que me recorra un hormigueo, porque se me hace adorable y a la vez me divierte... Por otro lado, teniendo en cuenta toda la situación, casi me da miedo la que sea que pueda ser la respuesta de Khash al rechazo...
-Oh, vamos, no seas tímido -Eso es lo que dice, riéndose levemente antes de dar otro sorbo a su copa-. No tienes que tomar la decisión aquí y ahora. Tienes tiempo para pensártelo mientras permanezcáis en el palacio... La oferta está siempre abierta -Le dirige a Valkyon una sonrisa cálida-. Lo mismo para el resto, por supuesto. Mi harem está siempre listo para acomodar nuevos miembros... Y hay entre vosotros individuos bastante peculiares a los que me complacería poder desposar.
Se asegura de mirarnos uno a uno cuando dice eso... Salvo a Ezarel. Entiendo un poco la vergüenza de Valkyon cuando los ojos de Khash se fijan en mí... P-por supuesto que no tengo intención de casarme, ni con elle ni con nadie, pero la idea del matrimonio me genera esa extraña sensación de vergüenza que siento cuando veo a dos personas besarse en público. Sé que no pasa nada, pero me da vergüenza igual. Ay. No sé.
-Tendremos la oferta en cuenta, pero no creo que ninguno de nosotros esté pensando en casarse ahora mismo -Nevra es el que responde, en nombre de todos-. Tenemos... Otras tareas más urgentes delante de nosotros.
-Por supuesto, por supuesto... Pero pensáoslo, ¿de acuerdo? Tengo ganas de organizar una gran boda... Quién sabe, quizá hasta una unión pudiera ayudar a mejorar nuestras relaciones con Eel, ¿no?
Matrimonio... Hmmmph. No. Por ahora, no. Y menos con alguien a quién no conozco de nada.
Hay un cierto aire de incomodidad en la mesa después de esa conversación, pero este se disipa cuando, después de un tiempo, llegan los postres. Ezarel parece resucitar cuando una pila de todo tipo de dulces es puesta frente a él en la mesa, y el humor de todo el mundo mejora considerablemente... Salvo, tal vez, el de Khash, cuando comprueba que buena parte de los postres tienen oro comestible a forma de decoración de alguna manera u otra e, incapaz de mirarme a la cara, simplemente murmura una retahíla de “lo siento”, mientras que yo intento asegurarle que no pasa nada y me disculpo también.
Los dulces (los que puedo comer, al menos) están deliciosos. Tartas cremosas con una textura suave y melosa; porciones pequeñas de hojaldre con distintos rellenos y coberturas, algunas con cremas dulces y otros con merengues que se deshacen en la boca; bombones y chocolates que no empalagan a pesar de ser tan dulces y deliciosos... Tengo que contenerme para no pasarme comiendo, porque la comida ha sido ya bastante contundente, pero incluso llevando al límite mi estómago para postres me quedo con ganas de mal porque... Simplemente, está bueno. Todo.
-Ezarel, ¿estás llorando? -Le pregunta en un momento dado Nevra, mirando al elfo con cara de duda, viendo que el otro no deja de hacer el gesto de frotarse la cara.
-N-no. Cállate.
Es ahora donde normalmente empezarían a tirarse migas de pan mutuamente desde lados opuestos de la mesa, pero afortunadamente Nevra recuerda que deberíamos al menos guardar un mínimo de etiqueta delante delle Sulta y ningún proyectil comestible cruza el aire. En su lugar, la comida llega a su fin poco a poco, aún con los sonidos de gusto de Ezarel escuchándose de cuando en cuando. Es un poco raro.
Pero hasta el elfo termina por cansarse de comer (o, más bien, intuye que no es educado pasarse cinco horas comiendo tarta) y el postre finaliza, dejándonos a todos sin saber qué hacer o decir cuando los camareros comienzan a llevarse todos los platos y recoger la mesa.
-Ah, esa ha sido una comida deliciosa, sin duda -Dice Khash, aparentemente satisfeche. Echándose atrás en su silla, nos dedica a todos una amplia sonrisa-. Espero que a vosotros os lo haya resultado también.
-¡Desde luego! -Erika en seguida responde, también muy contenta por su parte- ¡Todo estaba riquísimo! Hay muchas cosas que no había comido nunca antes...
-Me alegro de saberlo -Khash asiente-. En lo que se alargue vuestra presencia en el Palacio del Oro, no debéis de preocuparos por el alimento... Para vosotros se prepararán los mejores manjares, no tengáis duda de ello... -Se echa ligeramente a un lado, inclinando un poco la cabeza- Decidme, ¿habéis decidido ya si atenderéis a mis peticiones?
Me parece escuchar, a lo lejos, el sonido de un cepo cerrándose en seco. Por un instante, incluso si no se me ha olvidado que no estamos entre amigos, me había olvidado completamente de... sus peticiones. Miiko.
Intercambiamos miradas entre nosotros. Yo pongo la mía en Leiftan, siendo que él ha sido un poco el que ha llevado las riendas de ese asunto. Los ojos de Leiftan están fijos en Ezarel, que le devuelve la mirada y hace un gesto leve... Como encogiéndose de hombros. Leiftan lanza un par de miradas más alrededor, esperando a que alguien tenga algo que decir... Pero no encuentra nada.
De forma que todo lo que hace es tomar aire y cambiar su postura a una mejor, enderezando su espalda, mientras que su mirada se posa esta vez en los ojos dorados de Khash.
-Esperamos poder escribir a Eel en cuanto nos sea posible. Notificaremos a Miiko de la situación y de tus condiciones... -Khash asiente, satisfeche al escuchar eso- Será ella quién decida qué hacer entonces.
-Me parece una decisión acertada -Eso dice, contente-. Muy bien, entonces. Procuraré que alguien te proporcione papel y tinta... -La sonrisa en su rostro se vuelve... radiante- Y esperaré, con las mismas ansias que vosotros, la respuesta de vuestra líder.
Ah. Pues. Qué bien, ¿no?
Revelaciones, intrigas, traiciones y COMIDA. Ojalá vivir allí, vaya (?
Siento que se me están alargando un poco los capítulos en la Ciudad de Oro, pero sinceramente es que estoy disfrutando mucho de la ambientación y de los personajes. Hay tantas ideas de cosas pequeñitas que me gustaría meter por aquí y por allá... Pero no hay ni espacio ni tiempo para todo, baia.
Para dar la lata un poco, porque nunca me rindo en mis incesantes intentos de transcribir lo que hay en mi cabeza al resto del mundo, traigo un pequeño recopilatorio de basurillas relacionadas con algunos de los personajes relevantes para este capítulo...
Ábrelo bajo tu propia responsabilidad
Hay dos versiones de Harim porque no me terminaba de convencer qué tipo de tatuajes me gustaban más (? A gusto del consumidor, supongo. Also, alguien tiene una cara... Uh, muy pocha.
Anyways esto es todo por hoy. Nos vemos dentro de ±2 semanas con más aventuras desérticas que... La verdad llevaba muchísimo tiempo queriendo escribir y que no puedo esperar a poder publicar :) :) :)
Hale. Nos vemos cuando las arenas del desierto dejen de llenar las calles de arena. Muchos besitos (? ¡Gracias por leer!
Última modificación realizada por Prirenna (El 21-03-2022 à 23h39)
Desconectado
#103 El 01-04-2022 à 21h25
¡Hola, hola! Fíjate qué bien que hoy publico con un poco de adelanto ;_; Porque quiero recuperar un horario decente de actualizaciones un día de estos. En verdad quería publicar ayer porque era jueves, día de actualización del fic por excelencia, y como era el día de la visibilidad trans, quizá aprovechar y... Visibilizar a alguna persona trans porque hay algo entre líneas que creo que nadie ha leído aún, pero bueno (?
Anyways, aquí estamos. ¿Listos para el capítulo? Yo sí, y de hecho mucho, porque creo que este puede ser de mis capítulos favoritos de TODO el fic :)))))) Tengo muchas ganas ya
ASÍ QUE VENGA, allévamos.
Capítulo 24.11.-
(Narra Leiftan)
-Muy... bien.
Tomo aire. De forma un poco nerviosa, aliso la hoja de papiro frente a mí. Sus bordes, acostumbrados a estar enrollados, tratan de curvarse... Intento estirarle un par de veces antes de simplemente darme por vencido y suspirar. Con algo de nervios, miro la pluma y el bote de tinta que hay en la mesa junto al papiro... Salvo que no es tinta, no la usual tinta de pulpatata que yo conozco al menos, porque es un líquido dorado y brillante... ¿P-por qué tiene que ser todo de oro por aquí? O, dorado, en general...
Hemos pasado un rato, después de la peculiar comida con su Sulta, hablando entre nosotros sobre qué le vamos a decir a Miiko. Además de llorarle porque venga a recogernos, hemos creído oportuno también contar lo que ha pasado hasta ahora... Así que nos hemos tenido que poner al día de todo lo ocurrido en la biblioteca, porque sólo teníamos cada uno un pedazo distinto de la historia. Ponernos al día ha hecho que salgan a la luz varios puntos muy interesantes.
El primero:
-¡Por supuesto que El Titiritero tenía que ser un antiguo miembro de la Guardia, por supuesto! -El grito exasperado de Ezarel cuando concluimos ese punto después de que Li le dejase pasar sin problemas al interior de la biblioteca- De la Guardia Brillante. Propongo que Miiko cambie por favor eso de que el puesto de la Guardia Brillante es vitalicio, con efecto inmediato y retroactivo.
-A favor -Dijo Nevra, asintiendo.
-A favor -Añadió Valkyon también.
-Y a favor por mi parte -Yo también di mi voto-. Ha sido... Inesperado, pero sinceramente, teníamos que haberlo visto venir, ¿no? Tanto odio hacia la Guardia... Su situación debe ser similar a la de Naytili.
-Bueno, quizá podríamos haber averiguado más sobre “su situación” si...
Segundo punto:
-Y no hemos podido sacar ni un solo libro -Alessa hizo un gesto de decepción, llevándose una mano a la frente-. Con la interrupción de la Guardia Dorada es comprensible, pero aún así es... Irritante.
-Siempre podemos hacer una segunda intentona en el futuro, supongo... -Suspiré para mi al decir esas palabras- Si nuestras relaciones con Elsur se arreglan después de todo esto, quiero decir.
Tercer punto... Buenas noticias, al menos:
-Así que, sí, aparentemente, ¡soy una estrella! -Esas fueron las palabras de Erika, seguidas de algunos aplausos cordiales iniciados por Nevra y seguidos por el resto del grupo- Gracias, gracias... ¿Alguien tiene alguna idea de qué significa eso?
Con esas palabras pronunciadas, todas las miradas se posaron en mí. Ya. Comprensible.
-Lo siento, Erika... -Pero tuve que disculparme, y a ella se le escapó un poco de decepción en la cara al escucharme, lo que a mí me rompió un poco el corazón- La verdad es que no... No he oído nada de una “estrella” siendo... Um, bueno, siendo una persona.
-Siempre puedes ir a hablar con... -Ezarel carraspeó- “Adalric”. Seguro que esa es una conversación interesante.
-Ja, ja -Erika hizo un gesto de fastidio-. Supongo que todo es probar, pero no me hace especial ilusión...
-No te preocupes, Erika... -Traté de dedicarle mi mejor sonrisa- Puede... Puede que no sea algo inmediato, pero te prometo que descubriremos más. Mientras tanto... Tú sigues siendo tú, Erika, y te seguiremos queriendo tal y como eres.
-Awwww... -Ella se puso rojita con eso... Qué linda es... La quiero muchísimo...- Gracias, Leift... ¡Eso es muy similar a lo que dijo Ezarel!
-Sois adorables -Decretó Nevra, con una sonrisa-. Todos vosotros. Peeero si se me permite, y hablando de querer a la gente tal y como es...
Y su mirada, junto con la del resto que habían estado en el interior de la biblioteca, se posaron en mí. Cuarto y último punto:
-Sobre este tal... Lucien... -Valkyon habló con tono cauteloso.
-No... -Pensar en... Pensar en Lucien hizo que se me frunciera el ceño- No sé... No sé qué deciros de él. Lo siento. Me pilló tan por sorpresa como a vosotros, y no... No entiendo quién era esa persona, o qué hacía ahí.
Eso... no es cierto del todo. Creo... Creo que sé quién es Lucien, qué hacía ahí. Pero no puedo decírselo. Tengo que... mentir, como siempre.
-¿Puede explicarnos alguien quién es Lucien a Hiiro y a mí? -Pidió Alessa, en tono curioso.
-Dentro de la biblioteca había un clon de Leiftan -Explicó Erika-. Era como él, pero... Bueno, tenía el pelo mucho más largo, y rubio del todo. Y los abdominales cubiertos.
-Huh -Ah, si tiene los abdominales cubiertos no soy yo, cambiemos de tema...-. Leiftan, quizá esto sea un poco extraño pero... ¿Podrías decirme cuál es tu color de pelo natural?
-¿Disculpa? -Esa pregunta me pilló por sorpresa, sí- ¿I-importa eso?
-Es negro, ¿no? -Cuestionó Erika- Quiero decir, tus cejas...
-Pero las dejas también se pueden teñir, mira a... -La frase de Nevra se cortó a medias cuando Ezarel empezó a fulminarle con la mirada- N-no he dicho nada...
-Es negro -Intervino Valkyon-. Cuando era más pequeño recuerdo haberle visto con el pelo negro del todo...
-P-pues no -Y, antes de que siguiera la conversación, yo me decidí a aclararlo-. N-no es negro. Pero tampoco soy rubio, es... -Dudé sobre cómo decirlo- No lo entiendo muy bien, pero crece así. A veces negro, a veces rubio.
-Puede pasar en algunas personas con algunas particularidades genéticas -Ezarel se coló en la conversación también-. Igual que la gente cuya piel absorbe melanina de forma irregular así que les aparecen estas “manchas”, o la gente con heterocromía. Pero no creo que nada de eso importe o aporte nada al debate que estamos teniendo. Sea quién fuera Lucien, desgraciadamente ya no podemos ir a hacerle ninguna pregunta porque Li se le cargó después de que intentase atacar a El Titiritero. Lo siento, pero creo que por el momento simplemente vamos a tener que meter a Lucien en el saco de las incógnitas y centrarnos en un problema a la vez... El Titiritero, por el momento.
Sus palabras me hicieron respirar con alivio, sobre todo cuando con ellas consiguió que la gente dejase a “Lucien” estar. Gracias, Ezarel. Por todo.
El resumen de la situación de la biblioteca es que, para variar, ha sido un fracaso absoluto. Podemos echarle la culpa de ello a El Titiritero, a Lucien, a la Guardia Dorada o a nuestra propia incompetencia, pero el resultado es que después de semanas de viaje a través de las arenas, no hemos conseguido sacar nada de esa dichosa biblioteca.
Tomo aire una vez más antes de armarme con la pluma, destapando el tintero para mojarla en la tinta dorada y empezar a escribir con mi mejor caligrafía...
“Querida Miiko,
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA-”
No, no. Es broma.
“Querida Miiko,
Te escribo desde el Palacio de Oro en la Ciudad Dorada, donde su Sulta nos ha recibido con brazos abiertos como sus invitados. Posiblemente te preguntes cómo hemos llegado a esta situación, bien, te lo explicaré...”
Trato de sonar... Formal, y de dejar que las implicaciones de la invitación de su Sulta se cuelen entre las líneas que escribo, sin decir abiertamente que ahora mismo somos rehenes. También explico escuetamente que nuestros planes en la biblioteca han sido frustrados, sin entrar en detalles del todo, y de hecho muy abiertamente procuro nada más que mencionar por encima a Lucien, sin hablarle mucho de él porque preferiría que todo el mundo se olvidase de su existencia...
Cuando al fin termino la carta, al final no me ha quedado tan breve como pensaba, pero eso no es problema... Espero. Meto el papiro en el sobre que me han proporcionado, uno perfumado con un aroma que no sé identificar del todo, y lo cierro después de lamer el pegamento... Quizá sea una tontería pero siempre se me ha hecho muy divertido enviar cartas por esa razón, je, je.
-Pues esto ya está -Comunico, y el resto de mis compañeros que estaban repartidos por la sala levantan la cabeza hacia mí-. Ahora, para enviarlo...
-A lo mejor aquí también tienen a su comesueños explotada para el servicio postal -Bromea Nevra-. Prueba a llamarla en voz alta, a ver qué pasa.
-M-me sentiría mal haciendo eso... -Si ya me siento mal por Simonn cada vez que me toca gritar su nombre... La verdad es que parece un poco cruel tener que llamarle así- Creo que... Voy a ir a buscar a alguien que pueda ayudarme. Se supone que tenemos libertad absoluta para pasearnos por el palacio, así que...
-Ahora que dices eso, quizá sea buena idea explorar un poco para hacernos una idea de cómo está distribuido este sitio -Propone Alessa-. En caso de que, no sé, debamos salir huyendo de él por algún motivo u otro.
-Oh, oh, ¡eso suena a trabajo de Sombra! -Erika da unas palmadas entusiasmadas, levantándose de su sitio en el suelo y con el gesto tirando la torre de varillas de incienso que ella y Hiiro parecían estar haciendo. Hiiro no parece contento con eso- Podemos hacerlo nosotros tres.
-Eeeeh, uff -Por la cara que pone Nevra, diría que le da pereza, pero cuando Erika le lanza una mirada llena de entusiasmo, no puede resistirse... No le culpo-. Vale. Trabajo para la Sombra, entonces, y así al menos nos entretenemos -Erika hace un gesto celebratorio con eso-. Seguro que Alessa nos puede avisar si hay pasajes secretos indetectables detrás de las paredes o algo.
-No... no funciona así exactamente...
-¿Y el resto qué hacemos? -La voz de Valkyon se sobrepone a la de Alessa.
-Custodiar a Ezarel para que no vuelva a enfadar a nadie -Propongo, ganándome una risa sarcástica por parte del elfo-. No, um... No sé. Realmente tampoco hay nada que “haya” que hacer, um... Ah, ¿no queríais Hiiro y tú nadar en la piscina o algo? Ya tenéis algo que hacer.
-¿P-podemos? -Hiiro levanta la cabeza en cuanto digo eso. De verdad que es un chico sardina... ¿Estamos seguros de que es humano, verdad? ¿No es ninguna especie acuática antropomórfica?
-Es mejor si nos tomamos todo esto como unas vacaciones -Hablo con una sonrisa-. Mejor que pensar que somos prisioneros, al menos. Tratemos de... Ver el lado positivo. Seguro que podemos aprender mucho de Elsur en lo que estamos aquí. Así que, vamos a tomárnoslo con calma, mejor que desesperarnos, y disfrutemos de nuestra estancia.
-Vacaciones en Memoria, vacaciones en Feng Huang y ahora esto, cualquiera diría que somos la Guardia de Eel -Ezarel se queja porque, como siempre, tiene que quejarse de todo.
-Contigo dentro siempre he pensado que somos más bien la Garde du Soleil -Comenta Erika, y aunque a mí el comentario me resulta raro, a Hiiro le saca una risa... Hmm, deben ser cosas humanas.
-No lo pillo -Ezarel tiene la misma reacción que yo-. Lo que sea. Me aburro, así que voy contigo a buscar el buzón más cercano -Se dirige a mí, y yo me encojo de hombros. No voy a rechazar su compañía, desde luego...
-Pues hale, ya tenemos todos algo que hacer...
Con esas últimas palabras de Alessa, cada uno se pone a lo suyo. Ezarel y yo salimos de la Casa del León con la esperanza de ir a encontrar a alguien que pueda ayudarnos con nuestros problemas postales... Harim dijo que podíamos pedirle ayuda a cualquier persona del servicio, así que entiendo que no será muy difícil que encontremos a nadie que pueda ayudarnos.
No hemos conseguido llegar del todo al edificio principal del palacio, aún a medio camino desde la Casa del León, cuando Ezarel me fuerza a detenerme de repente cogiéndome por un brazo. Me paro en seco y me giro a él para mirarle algo preocupado, sin saber de dónde viene eso, y al ver su expresión seria me preocupo un poco.
-¿Ezarel? -Le invito a hablar pronunciando su nombre.
-¿Estás bien?
Estoy... ¿qué?
-¿Disculpa...?
-Sé que.. No tenemos mucho tiempo para hablar de estas cosas y que aquí probablemente hay orejas en todas partes, pero... -Mira alrededor, como esperando encontrarse una oreja flotante de repente- Sobre lo que pasó en la biblioteca con ya-sabes-quién. No hemos vuelto a hablar de eso. Y no... Quiero reabrir viejas heridas, pero estabas hecho mierda. Juraría que debes seguir estándolo, viendo que todas estas noches te has despertado a gritos. No has debido mirarte a la cara, pero se te ven las orejas. Y... Bueno, y es obvio que te pasa algo, pero nadie ha dicho nada hasta ahora porque tampoco hemos tenido tiempo para ello.
Ah...
La verdad es que, con todo lo que ha pasado desde que hemos llegado a la Ciudad de Oro, mi mente se ha aclarado un poco... Pero los días que hemos pasado de travesía en el desierto a lomos de los bananadrilos han sido... Algo difíciles.
En mi cabeza se han repetido varias veces las distintas escenas que viví en la biblioteca, la sucesión de... Muertes, a cuál más terrible. Y... En sueños, he visto... Esos mismas visiones, y otras... Distintas. Recuerdos lejanos de... Otras personas. En ocasiones, son visiones de Infierno, horribles. Otras veces es la sonrisa de una mujer que se parece mucho a Erika, pero que sé que no es ella. Y otras, es... Un hombre al que no reconozco, de ojos rojos, cabello negro y mirada triste, que hace que algo se encoja en mi pecho con un sentimiento de angustia.
Pienso atentamente qué decir. No encuentro palabras para responder a Ezarel. No sé si existen palabras para describir la multitud de sentimientos entremezclados, igual que mis memorias, que se acumulan en mi interior. No sé si las palabras son siquiera suficiente, si hay forma de expresar... esto.
Él interpreta mi silencio de una manera un poco distinta. La mano que sujetaba mi muñeca me suelta de forma delicada y en sus labios escucho un suspiro.
-Disculpa. Sé que tiene que ser duro, no quería...
Antes de que su mano pueda irse del todo, la sujeto con la mía, interrumpiéndole cuando entrelazo mis dedos con los suyos. No digo nada, él tampoco. Un segundo suspiro por su parte. Mi mente continúa ajetreada tratando de pensar en cómo comunicarme.
-No... Sé si puedo... -Lentamente, las palabras salen de mis labios- Es... difícil.
-Está bien -Su voz suena firme y segura, contrario a la mía. Apenas soy consciente del trazo que su pulgar hace sobre el reverso de mi mano, y a la vez todo mi cuerpo se concentra en esa sensación cosquilleante-. Tómate tu tiempo, si es lo que necesitas. Puedo esperarte. Ya lo hice una vez.
Cierto. Cuando... Cuando le prometí contarle mi historia, él esperó pacientemente hasta que me sentí preparado para ello. El tiempo que me tomó poder hacerlo... Agh, aquel tiempo fue una tortura. Por varias razones, entre otras el hecho de que aún estaba en pánico porque hubiera descubierto mi naturaleza, muy abrumado por los sentimientos que el estúpido elfo había conseguido revivir en mí y, bueno, devastado por la ruptura con Erika. En esta ocasión, hablar con él no debería ser tan difícil como lo fue entonces. Y, sin embargo... es aún complicado.
-Por la... noche -Digo-. Cuando no haya nadie.
-Cuando tú quieras -Asiento cuando dice eso-. Y no tenemos que hablar de ello si no...
-No es eso, es... -Me muerdo el labio- Estoy muy confundido. No es que no quiera... hablar, ojalá, creo... Creo que de verdad necesito sacarme esto del pecho... -Según digo eso, aprieto su mano casi por reflejo- Pero es... Son muchas... ideas, me abruma...
-No pasa nada -Continúa hablando en ese tono calmado y paciente, dulce como la miel que tanto le gusta-. A tu ritmo, Leift.
Leift. Una pequeña sonrisilla se forma en mis labios al oír el mote. Me hace sentirme cálido.
-Gracias, Ez.
Ahora es él el que da un apretón a nuestras manos unidas.
-Vamos a buscar ese estúpido buzón -Dice, y echa a andar de nuevo, tirando un poco de mí para arrastrarme con él.
El combo de escucharle acortar mi nombre y que aún no haya soltado nuestras manos hace que me ruborice un poco, pero ni él ni yo decimos nada al respecto. Caminamos hacia el palacio de nuevo, con la esperanza de encontrar a alguien que pueda ayudarnos, pero no tenemos mucha suerte de primeras porque las personas que nos encontramos no parecen saber mucho al respecto. Nos redirigen hacia Adalric, pero ninguno de nosotros está especialmente contento con la idea de hablarle alle silfe, así que tratamos de escabullirnos para una segunda opinión... A las muy malas, simplemente tendríamos que decírselo a su Sulta. Es elle el más interesade en que enviemos la carta, a fin de cuentas.
Mientras que no llegamos a Khash, llegamos a la segunda mejor opción, que es encontrarnos a Harim en uno de los patios del palacio, hablando con una pareja de faeries que, a juzgar por la conversación, están intentando sonsacarle algo sobre el grupo de extraños que ha aparecido esta mañana en palacio.
-¡Ah, mira, dos de ellos! -Comenta el hombre, mirando en nuestra dirección. Cuando Harim se gira y nos ve, hace una mueca que no parece muy contenta. Estando ya en público, voy a soltarme de la mano de Ezarel, pero en cuanto lo intento él aprieta aún más fuerte, impidiéndome que le deje ir. Oh... V-vale.
-¡Hola! -Es la mujer la que habla ahora- ¿Sois nuevos miembros del harem?
-No -Ezarel y Harim responden a la vez, con el mismo tono indignado. Los dos intercambian una mirada en la que saltan chispas-. Oh, gran emir, quizá puedas ayudarnos, estábamos buscando a alguien que sea útil.
-No uses mi título si no va a ser con respeto -Harim responde con tono algo seco, girándose del todo hacia nosotros con los brazos cruzados-. ¿Qué puedo ofreceros, invitados?
-Tenemos la carta -Anuncio, levantándola tímidamente con mi mano libre-. ¿Cómo podemos enviarla?
-El correo lo mandamos a través de...
Se interrumpe a media frase de repente, mirando a Ezarel con ojos muy abiertos. Lo siguiente que sale de su boca es una sonora carcajada que nos deja a todos muy extrañados. La pareja de faéricos se despide con un cabeceo y se aleja murmurando para sí, mientras que nosotros nos quedamos delante de un muy divertido Harim, a juzgar por cómo se ríe.
-Oooooh, es que no podías haberlo hecho mejor... -Al final consigue reponerse de su ataque de risa y mira a Ezarel ahora con malicia en sus ojos- Nuestro correo se envia principalmente a través de pájaros mensajeros...
-Ah -Ezarel abre mucho los ojos con sorpresa.
-Oh, no... -Yo me llevo la mano a la frente.
-Afortunadamente, esos pájaros estaban adiestrados así que sí que han vuelto a su puesto -Harim continúa, aún hablando con burla-. Junto con algunos otros más. Podremos mandar vuestra carta sin problemas, aunque no garantizo cuánto tiempo pueda tardar. No solemos enviar cartas a Eel, a fin de cuentas.
-Gracias... -Extiendo la carta en su dirección, y él le recoge sin problemas y la guarda en un bolsillo- De nuevo, me disculpo por el asunto de los pájaros...
-No, ha sido gracioso -¿En... en serio? Me sorprende un poco su respuesta, y a Ezarel parece que también.
-Su Sulta mencionó que tú también querías liberarlos -Recuerdo. Él se encoge de hombros-. Es... ¿por tu tótem?
-Quizá... -No parece muy dispuesto a hablar de ello- Me gustan los pájaros, simplemente. A Khash también. Pero dónde elle prefiere poder observarlos de cerca, yo prefiero encontrarlos volando libres.
-Porque los pájaros están hechos para volar, no para estar encerrados -Se queja Ezarel, gruñendo entre dientes.
-A Ezarel también le gustan los pájaros -Comento, sonriente a pesar del codazo que me arrea Ezarel. Ay,
-Eso me ha parecido oír...
Una vez más, se ojean el uno al otro. La tensión podría cortarse con un cuchillo, vaya...
-Su familiar es un alfeli -Sigo hablando, ignorando los golpes de Ezarel-. Se llama Taenmil. Ha tenido que quedarse en Eel, pero están muy unidos... Ah, y tiene una colección de plumas en su habitación.
-Leiftan... -En la voz de Ezarel se escucha una amenaza.
-Dime, ¿no crees que pudieras darnos una de las tuyas? -Pero yo ya he decidido que voy a seguir por este camino, incluso si al final del mismo sólo hay un acantilado por el que despeñarme- Te estaríamos muy agradecidos...
Harim nos mira con aire... No enfadado del todo, pero sí curioso, como si esa fuera una petición extraña. Supongo que lo es. Se lleva una mano a la cabeza para revolverse el pelo, con aire pensativo por un instante... Pero al final se encoge de hombros.
Su cuerpo empieza a transformarse entonces, haciéndose pequeño y llenándose de plumas, con su rostro alargándose en un pico afilado y sus brazos convirtiéndose en dos magníficas alas emplumadas... Hasta que delante de nosotros todo lo que tenemos es un águila... Um... No me acuerdo. un águila.
Cuando hace un aspaviento con las plumas y pía, yo me echo algo hacia atrás, impresionado. Ezarel, por el contrario, tiene los ojos puestos en la criatura, y es ahora cuando suelta mi mano, mucho más interesado en el águila que en mí. Cuando coloca un brazo frente a él, el ave no tiene problema en subirse a él de un salto, y observa al elfo casi con la misma curiosidad con la que el elfo le mira a él.
-Fascinante... -Escucho a Ezarel murmurar para sí. Quizá sea porque ahora mismo su mente está en otra parte, pero ha pasado al élfico de repente.
Estudia al animal con los ojos. Harim me sorprende por su paciencia, pero me sorprende aún más que de hecho colabora, extendiendo una de sus alas para que Ezarel pueda apreciarla mejor o levantando alguna de sus patas para que puedan verse sus garras. Verles a ambos es... Bueno... Hay algo en toda la escena que me hace muy feliz, así que simplemente observo en silencio.
Después de un tiempo, Ezarel hace un gesto con su brazo y Harim se baja de él, recuperando forma antropomórfica en el mismo movimiento de forma que aterriza en el suelo un poco más atrás con un pequeño bote.
-Gracias... -Ezarel dice eso, agachándose para recoger del suelo una de las plumas que se han caído del águila- ¿Puedo quedarme esto?
-Teniendo en cuenta que no me la puedo volver a incrustar en un brazo, sí, pues quedártela si así lo deseas -Con eso dicho, Ezarel observa la pluma a contraluz unos instantes, antes de ir a guardársela en un bolsillo... Salvo que la ropa que está vistiendo ahora no tiene bolsillos. Sí, esos trajes son muy imprácticos, la verdad...-. Si eso es todo en lo que puedo ayudaros, iré a encargarme de que la carta sea enviada.
-Muchas gracias -Digo, antes de que Harim se retire. Cuando se va, me coloco frente a Ezarel, que sigue mirando la pluma-. ¿Qué tal? ¿Cómo ha sido poder ver un pájaro del mundo humano?
-... -Él se lo piensa un instante, jugando con la pluma aún y frunciendo los labios- Guay.
-¿Vas a guardarte la pluma para tu colección?
-Hm... -Sus labios se aprietan un poco más- La colección la tengo en Lund’Mulhingar... Quizá debería empezar otra en la Guardia.
-Bueno, ya tienes una para empezar... Y yo puedo darte una de las mías si quieres -Recuerdo algo por un instante-. Ah, ¿recogiste la pluma de Lucien en la biblioteca? Era muy bonita, seguro q-
-No la cogí -Me corta en seco, retirando su mirada de la pluma para ponerla en mí-. No quiero nada de él -Antes de que pueda encontrar una respuesta a sus palabras, extiende una mano en mi dirección-. ¿Volvemos, o quieres hacer algo más?
-No, um... -Con algo de duda, cojo su... mano- P-podemos volver, si quieres...
Echa a caminar, tirando de mí. Procuro que el grito que quiero lanzar se quede sólo como algo interno.---
El resto del día es mucho más tranquilo que lo que hemos vivido hasta ahora. Hiiro y Valkyon se pasan la tarde entera en la piscina y cuando salen los dos parecen bastante contentos con sus largos; y el equipo de la Sombra también parece haberse entretenido. Alessa se encarga de dibujarnos un plano general del palacio, y luego Erika le agrega detalles (véase: dibujar gatitos en los márgenes del dibujo). A media tarde, Sara aparece para reunirnos a todos con una gran sonrisa en la cara.
-Su Gran Sulta ha preparado un banquete en vuestro honor -Dice, aparentemente muy contenta-. ¡Será fabuloso! Estáis fervientemente invitados a participar -Obligados, vaya.
-¿No nos ha hecho ya un banquete esta mañana? -Objeta Nevra. Ella parece despistada por eso.
-¿No? Lo de esta mañana era una comida normal, ¿qué quieres decir?
Con la invitación fervosa a la que no podemos negarnos encima, seguimos a Sara cuando nos lleva a uno de los patios interiores del palacio, de donde viene el sonido del jolgorio y la música. Allí nos encontramos... Supongo que esto es el “banquete”, pero realmente es más como un festejo. Es cierto que hay comida y bebida para aburrirse, pero además de eso hay también un pequeño grupo de músicos tocando instrumentos y una serie de bailarines que animan el ambiente con sus danzas, que agitan los distintos abalorios de metal y trapos coloridos de sus ropas... Es... fascinante, en cierto sentido.
El “banquete” no parece ser solo para nosotros. Una buena cantidad de personas se han reunido aquí, y nos observan a todos entre murmullos varios. No me cuesta mucho entender que este debe ser el harem de su Sulta, vista la diversidad de faéricos de todo tipo que se unen a la celebración de forma animada. Está... casade con mucha gente, vaya.
-¡Ah, bienvenidos! -Alle mencionade Sulta le encontramos sentade sobre un montón de cojines con pinta de ser cómodos, rodeado de una buena cantidad de sus amantes (Harim incluído, que nos saluda escuetamente desde su puesto tumbado sobre el regazo de su Sulta, que acaricia su pelo con aire dulce)- ¡Los invitados de honor, la Guardia de Eel! -Con entusiasmo, levanta la copa que tiene en su mano libre- ¡Por la Guardia de Eel!
El grito es recibido con entusiasmo, y más gente levanta la bebida a nuestro honor. Me siento un poco incómodo, a decir verdad...
-¿Es esta celebración en nuestro honor? -Me atrevo a preguntar.
-¡Por supuesto que lo es! -Responde, con una sonrisa agradable- Ya lo he dicho, sois invitados de honor. Vuestra presencia aquí merece ser celebrada. Con eso dicho, añadiré: cualquier razón es buena para armar un buen jaleo. Ahora, ¡no seáis tímidos! Tenéis a vuestra disposición toda la comida y bebida que queráis... ¡Disfrutad, Guardia de Eel, como si no hubiera un mañana!
Parte de mí se toma esa frase como la amenaza de que piensa pasarnos a cuchillo a todos por la noche, pero luego racionalizo que si esas fueran sus intenciones, lo hubiera hecho ya mucho tiempo antes... Y que aún necesita que Miiko venga a por nosotros, así que no puede matarnos.
Aunque tengo algunas reservas aún, algunos de mis compañeros (Nevra) no parecen tan echados para atrás como estoy yo y se unen a las celebraciones. Valkyon parece interesado en la bebida, Ezarel en los dulces, Nevra por supuesto en las exquisitas alfombras del suelo y no en los bailarines, y aunque Hiiro y Alessa parecen igual de cómodos que yo, Erika me convence de dejarlos atrás cuando me agarra de la mano y tira de mí para unirnos a la celebración, exigiendo una degustación gastronómica de cada uno de los platos que encontremos.
Nos dedicamos a hacer eso porque, por qué no, y todo está tan rico como esperaba. Me atrevo a mojarme los labios con algún licor después de que me aseguren de que es suave, pero procuro mantenerme a base de zumitos, que también están muy ricos. Erika, por el contrario, sí que se atreve con alguna de las diversas bebidas, aunque no todo parece ser de su gusto y al final se une al club zumitos también. Una vez arrasamos con toda la comida, nos buscamos algo más que hacer, porque hay bastante. Disfrutamos de la música y de los bailarines, que lo hacen muy bien, conversamos con algunos de los presentes, que tienen muchas preguntas para nosotros (y nosotros para ellos, y así acabamos descubriendo que de hecho Khash tiene dos humanos en su harem, un hombre y una mujer, aunque ambos son nativos de Eldarya), y al final ambos acabamos junto a Nevra muy interesados en probar un tabaco que se sirve en una especie de sifón como los que se usan para hacer café.
-Ni una palabra de esto a Eweleïn -Nos pide Nevra, antes de que ninguno de nosotros se atreva a probarlo. Erika y yo asentimos con fuerza, ambos conocedores de cómo Gèrard sufre las consecuencias de su tabaquismo día tras día.
Resulta una experiencia bastante interesante porque aparentemente hay distintos sabores de tabacos, cosa que desconocía, y el que yo elijo tiene un toque bastante interesante que me resultaría muy placentero, imagino, de no ser porque estoy a punto de asfixiarme en varias ocasiones. Bueno... supongo que eso es parte de la experiencia. Ha sido interesante, cuanto menos...
-Ah -A mitad de la sesión de fumeteo, Erika ve algo en la distancia que le llama la atención y rápidamente se incorpora-. ¡Adalric!
Sin decir nada más echa a correr en dirección alle silfe, alle que se le puede ver a lo lejos. No queriendo dejarla sola, me levanto para ir con ella despidiéndome escuetamente de Nevra, que se queja un poco pero no demasiado porque ya ha encontrado buena compañía en manos de uno de los bailarines, que parece haberse interesado en él.
Sigo a Erika, entonces, para encontrármela a media conversación con Adalric.
-¿Sobre estrellas? -Elle habla con sorpresa, apoyando la barbilla en una mano- Sí, por supuesto. Son mis amigas, oh, son excelentes conversadoras... ¿Qué quieres saber de ellas?
-Pues... -Erika hace un par de muecas y juega con las telas de su falda, parece que algo insegura sobre cómo mantener esta conversación- Alguien me ha dicho recientemente que yo, um... Soy una estrella.
-Eso tendría sentido -Adalric asiente-. Brillas como una -Mientras que coincido con que Erika tiene un brillo propio del cual estoy enamorado, si de verdad brillase como una estrella, estaríamos todos muertos ahora mismo.
-Pues yo... Yo no le veo el sentido -Eso dice, frunciendo el ceño-. Quiero decir, no entiendo cómo es que soy una estrella, ni... Ni nada, la verdad.
-¿Qué hay que entender? -Elle parece confundido.
-Um, ¿qué tal si nos alejamos un poco del barullo para mantener esta conversación? -Propongo, temiéndome que Erika pueda tener algún tipo de reacción negativa que le agüe la fiesta al resto- Y así tenemos algo más de privacidad.
-Pero acabo de llegar... -Adalric hace un gesto de decepción- Oh, bueno, está bien. Seguidme.
Eso es lo que hacemos. Nos lleva a otro de los patios del palacio, uno que no está muy lejos y que tiene un pequeño estanque en el que nos sentamos para poder charlar y mojar los pinreles de mientras. En mi caso no es muy complicado, teniendo en cuenta que nadie me ha proporcionado zapatos porque, pfffft, a quién le importa si me clavo una piedra en el pie o si cojo algún hongo extraño o si-
-De nuevo, ¿tu pregunta era? -Adalric pregunta de nuevo cuando ya estamos todos instalados. Elle no puede mojarse los pies porque no tiene, desafortunadamente.
-Si soy una estrella, ¿por qué no estoy en el cielo? -Esta vez, Erika decide ser algo más directa.
-No entiendo la pregunta... -Pero sólo parece confundir a Adalric- Al igual que los pájaros se posan en tierra y no se mantienen en el aire siempre, ¿por qué no iba una estrella a hacer lo mismo?
-Porque las estrellas no... -Se corta por un instante- ¿Las estrellas están vivas? ¿S-son criaturas inteligentes?
-Examinando tu reflejo en el agua, tú misma podrás comprobar que al menos una de esas dos preguntas se responde con una afirmación -Eso no es muy educado por su parte, pero viendo que Erika no parece pillarlo, decido mantenerme callado al respecto.
-Nuestro problema es que no sabíamos que las estrellas podían bajar del cielo y caminar entre nosotros -Me meto en la conversación, intentando ayudar a que Erika no pierda la paciencia-. Lo que sabemos de las estrellas es que son... Cuerpos celestes, inanimados. No pensábamos que pudieran ser racionales y, mucho menos, que pudieran tomar forma de persona.
-¿Por qué no iban a hacerlo? -Una vez más, parece confundide- Tienen tanto derecho como cualquier otro, ¿no?
Estoy a punto de quejarme sobre si ese no es el punto, pero me detengo cuando me doy cuenta de que estoy hablando con la personificación física de los vientos. Quiero decir, dándole ese punto de vista... Si el agua, el fuego o el aire pueden tomar forma física como faéricos, si algo tan abstracto como “el sueño de una pareja recién casada” puede dar luz a una criatura hecha de algo inmaterial como es la energía onírica, ¿por qué no iba una estrella a tomar la forma personificada de Erika? O, supongo, de Stella, que ella sería estrella de pura... ¿sangre? ¿H-helio? ¿Puro helio? ¿¿??
-Supongo que hay cosas que simplemente tienes que aceptar “porque sí”.. -Erika suspira- Y si soy una estrella... ¿Se supone que en algún momento voy a implosionar sobre mí misma y causar una supernova?
-Esperemos que no se dé el caso... -Ummm... ¿eso significa que es una posibilidad?- No sé qué te preocupa tanto... Hasta el momento, has vivido tu vida sin problemas, ¿cierto? ¿Qué ha cambiado ahora?
-¿Todo? -Erika pone cara de agobio- Es... No sé, llevo mucho tiempo queriendo saber qué soy, y ahora que lo sé... -Frunce el ceño- Esto no era lo que esperaba.
Oh, Erika...
-¿Y qué es lo que esperabas? -Antes de que yo pueda intentar decir algo para consolarla, Adalric vuelve a hablar.
-No lo sé... Algo más... ¿n-normal, supongo? No una estrella, quiero decir...
-Pero ser una estrella debe ser magnífico -Elle sonríe-. Son tan brillantes, y tienen siempre tantas historias que contar... Son aquello que anima las noches, son las que nos dan luz y vida. ¿Qué tiene malo ser una estrella?
-No es que sea malo, es... Confuso. Siento... Siento que... -Se lleva una mano al pecho- Como que ya no me conozco a mí misma. Ahora que he descubierto esta parte de mí, que siento que no tiene sentido, es como si me hubiera vuelto una extraña para mí misma.
-En ese caso, todo lo que tienes que hacer es volver a conocerte -Adalric avanza hacia ella, colocando ambas manos sobre la que Erika ha puesto en su pecho, sobre el corazón-. Has descubierto parte de ti que desconocías, pero todo lo que hay en tu interior sigue siendo tú misma. Incluso si tú piensas que en tu interior habita ahora una extraña, recuerda que llevas conviviendo con ella toda tu vida. Nadie puede conocerte mejor que tú misma... Escúchate, escucha lo que tiene que decir tu alma, sólo tú puedes oírla. Todo tu cuerpo, todo tu espíritu, es una maravillosa obra de arte, similar a las estrellas. Tienes que hacerte caso. Busca en tu interior. Reconcíliate con la estrella... Y entonces entenderás.
-Entenderé... -Erika le mira con ojos confundidos- ¿El qué?
Adalric sonríe. Retrocede ahora, retirando las manos de donde las tenía.
-No tengo ni idea. No soy tú, a fin de cuentas.
Hay unos instantes de silencio. Por educación no digo nada, pero sinceramente no estoy nada convencido del sermón que acaba de soltar. O bien este tipe es une grurú sin igual cuyos acertijos místicos están a punto de abrir a Erika a la verdad de sí misma, o bien simplemente es une flipade que no tiene ni idea de lo que está diciendo y sólo dice cosas por probar.
Como sea, prefiero no decir nada y simplemente dejar que Erika digiera todas las palabras. Aún tiene la mano sobre su pecho, y contra ella se apoya el colgante plateado del llamador de ángeles que le regalé y que ha podido mantener incluso con nuestra ropa robada.
Mi mano viaja hasta la suya que aún tiene libre, y parece algo sobresaltada al sentirme, pero cuando se gira hacia mí, sonríe.
-Sé que... quizá esto sea algo que tengas que hacer sola, y que yo no pueda entender, pero... -Me agacho ligeramente hacia ella, dejando mi frente apoyada contra la suya- Estoy contigo, Erika. Siempre.
No responde con palabras, pero la escucho hacer un sonido de afirmación. Estamos juntos en esto.
Me retiro para volver a dejarla espacio, pero ella me sorprende con un besito en la mejilla antes de dejarla ir. Después de eso, se gira hacia Adalric de nuevo.
-¿Puedes hablarme un poco más sobre las estrellas? -Le pide.
-Por supuesto -Elle responde con una sonrisa-. ¿Qué quieres saber? Hay tanto que decir...
Al final, pasamos buena parte de la tarde simplemente conversando con Adalric sobre estrellas y sobre el cielo nocturno. Es, como ya es sabido, uno de los temas que me apasionan, así que desde luego yo también tengo cosas que aportar a la conversación, pero es sobre todo Adalric el que habla, y cuenta cosas... Muy confusas... Hago un esfuerzo, pero no sé si entiendo todo lo que nos dice. A Erika juraría que le pasa tres cuartos de lo mismo. Que nadie se lo diga a Ezarel, pero la verdad es que visto lo visto me gustaría escuchar una conversación entre Adalric “las estrellas me hablan” y Ayleen “el viento me susurra”, tiene que ser interesante...
Y, bueno. Hablando de Ezarel.
La fiesta se alarga unas buenas horas, hasta bien entrada la noche. Cuando Erika y yo volvemos a ella después de haber estado conversando con Adalric, conseguimos pasar un buen rato incluso con toda la situación en la que nos encontramos, pero al final, como todo el mundo, terminamos por volver a la Casa del León para dormir a una hora prudente.
A pesar de que le dije a Ezarel que hablaría con él por la noche... No lo hago. En parte, porque siento que aún no estoy preparado, y por otro lado, porque prefiero mantenerme alerta en caso de que la Guardia Dorada decida tendernos una emboscada nocturna y matarnos contra todo pronóstico.
Eso no ocurre y a la mañana siguiente todo el mundo aparece vivo, y yo me he quedado sin hablar con Ezarel... Que tampoco dice nada, y simplemente gruñe algo sobre que si dónde y cómo se supone que vamos a desayunar.
La segunda noche, tampoco hablo con él, porque al pensar en tener que poner en voz alta todo lo que vi en la biblioteca, un pinchazo de ansiedad súbito me hace quedarme congelado y atenazado por el miedo en mitad de mi habitación de la Casa del León.
Así pasan algunos días, sin que consiga atreverme a hacer nada. No tenemos mucho que hacer en lo que esperamos respuesta de Eel, de modo que los días son lentos y perezosos. Me entretengo, como el resto de mis compañeros, con lo que puedo encontrar en el interior del palacio... Doy paseos por él, admirando la arquitectura o sus jardines, me dedico a rebuscar algún libro interesante en la biblioteca una vez nos dan acceso a ella, paso horas conversando con algunos mis compañeros... Es una rutina lenta pero tranquila, al menos. La Guardia Dorada no es en absoluto hostil con nosotros, y el resto de habitantes del palacio tampoco. Nevra parece haber hecho algunos amigos que no sé si serán miembros del servicio o parte del harem de Khash, pero parece entretenerse bien con ellos. En alguna ocasión llego a cazar también a Harim conversando con Ezarel y por lo que escucho están compartiendo impresiones sobre ornitología, lo que se me hace simplemente adorable, así que procuro no intervenir para que no salgan huyendo en desbandada. Ocasionalmente también vemos a Khash, porque aunque tiene una agenda muy ajetreada, saca tiempo para comer con nosotros de cuando en cuando o simplemente entretenernos con una tarde de té, y elle también se muestra cordial y atente con nosotros...
No puedo decir que las condiciones sean malas, desde luego, pero... Que seguimos siendo prisioneros es un hecho.
Al final... Al final, una noche consigo armarme de valor y, con todo el silencio del mundo, salgo de mi propia habitación y recorro el pasillo en silencio de camino a la habitación de Ezarel. No llamo a la puerta, sino que me cuelo en su cuarto de nuevo sin hacer ruido, y luego me acerco a su cama... Parece tan en paz mientras duerme... Tan inocente... Todo lo contrario a lo que verdaderamente es.
Le zarandeo un poco, intentando despertarle con suavidad. Su respiración tranquila se corta por un segundo y abre los ojos con algo de confusión, con su cara arrugándose cuando me ve.
-Estoy... -Susurro mis palabras- Estoy listo. Creo.
-... De acuerdo.
Le doy tiempo para que se levante de la cama, se recoja el pelo y ajuste su vestimenta. Cuando termina de prepararse, se dirige a mí con una expresión interrogante en el rostro.
-¿Dónde?
-Umm... -Me lo pienso. No sé si quiero quedarme aquí, donde nos puede escuchar todo el mundo, pero a la vez, si salimos sé que posiblemente alguien de la Guardia Dorada de encargue de tener un ojo sobre nosotros...- Ven.
Salimos de la habitación, pero no bajamos a la planta baja. En su lugar, me dirijo a la ventana que hay en una de las paredes de la planta de arriba y que, si no recuerdo mal, debería dar al tejadillo sobre la entrada. Efectivamente así es, así que no tengo problema en apoyarme en él (no te resbales...) para poder, haciendo algo de esfuerzo, pegar un buen brinco y encaramarme al tejado de la casa. Tengo que subir a pulso, pero lo consigo sin demasiado problema, y luego miro hacia abajo para ver a Ezarel asomado por la ventana y mirando hacia arriba.
-Cuál es tu problema con tener que subirte a los tejados -Me pregunta, posiblemente recordando cuando le subí hasta lo alto de la torre de la Guardia.
-Es para poder empujarte cuando menos te lo esperes -Respondo. A veces me da por pensar en cuál tan sencillo sería posiblemente matar a todos los que me rodean... N-no lo haría, por supuesto que no, pero sería fácil... Quizá demasiado...
Ehh...
Silenciando mis propios pensamientos, ofrezco una mano para que pueda subirse también. Un poco de esfuerzo y en seguida está subido al tejado conmigo, y con cuidado lo escalamos hasta llegar a la parte de arriba del todo, donde nos sentamos en silencio durante unos instantes, contemplando el cielo nocturno, la luna y las estrellas...
-¿Piensas que alguna de esas es prima de Erika?
-khé -Miro hacia Ezarel bastante confundido cuando dice eso.
-Igual que el comesueños tiene miles de primos por ahí -Sigue hablando, mirando al cielo aún-. Si su bisabuela era una estrella, a lo mejor tenía una hermana en algún lugar. Y quizá esa estrella haya tenido descendencia. Así que a lo mejor Erika tiene familia en el cielo.
-Es... -Me lo pienso- ¿Es posible...? -Suspiro- ¿Esa es tu manera de romper el hielo?
-No, para hacer eso suele ser más eficaz un martillazo o un cuchillo calentado... -¿Su... pongo...? ¿¿??- ¿Y bien? ¿De qué quieres hablar?
-Querer, lo que se dice querer... -Tomo aire con resignación- Sobre... Lucien...
Guardo silencio unos instantes, pensando en las palabras que he estado practicando en mi cabeza para este momento. Me ha llevado... Mucho tiempo de introspección, de aceptación y de confusión el llegar a entender y aceptar lo que estoy a punto de decir.
Me giro hacia Ezarel, mirándole directamente a los ojos. Él me devuelve la mirada.
-Ezarel, creo... Creo que yo soy Lucien.
Por un instante no hay reacción, pero luego la confusión aparece en su rostro. Su cuerpo se tensa también, y el pellizco de sueño que quedaba en su cara se disipa rápidamente.
-¿Cómo?
-Es muy confuso... -Admito, llevándome una mano a la cara desesperado- Pero creo que soy... O que lo fui, bueno. En... En, en otra vida, al menos.
-¿Otra vida? -Su ceño se frunce- ¿Qué quieres decir con...?
-Cuando le vi... -Le interrumpo, y él guarda silencio- Es... La sensación que me dio. No... No estaba viendo a alguien que se pareciera a mí, ese era “yo”. Y es... extraño, porque, ¿cómo va a ser eso verdad?, pero... Cuando Lucien... Cuando Li le hizo desaparecer, yo... Tuve una especie de... visiones.
-Cuando te caíste al suelo... -Imagino- ¿Y qué viste?
Aprieto los puños. De acuerdo. Ahí... vamos.
-Vi... Me vi morir.
>>Una y otra vez. Demasiadas veces. De muchas formas distintas. Estaba en Infierno, y me moría. A veces porque me atacaban, otras veces me moría de hambre, en otra ocasión, me... M-me suicidé, pero... Recuerdo morirme, muchas veces.
Mi corazón se encoje con miedo al recordar aquello. Todas las veces que me sentí morir, de tantas formas horribles. Tan cruel, y tan... doloroso. Con la misma intensidad que si lo hubiera vivido en mis propias carnes.
-Y luego... Luego, de repente, estaba en la biblioteca, volando por encima... -Tomo aire y miro al frente, tratando de imaginarlo de nuevo- Con un par de alas blancas. Y en ese recuerdo... Yo era Lucien. Tenía que salvar a la biblioteca. Alguien estaba intentando destruirla... No, no “alguien” -Niego con la cabeza-. El Titiritero. Lo... Lo recuerdo tan vívidamente. Un odio horrible hacia él, porque había hecho tantas cosas terribles, porque me había forzado a separarme de Stella... -Su nombre sale de mis labios con precaución. Pronunciarlo, por alguna razón, me produce la misma sensación que llamar el nombre de Erika- Pero no pude contenerlo. Él me... En vez de destruir la biblioteca, fui yo el que recibió el ataque. Y... Morí. Estoy... Estoy convencido de que es así como tuvo que morir Lucien.
-¿Tuviste una visión sobre la muerte de Lucien?
-No... -Frustrado, tengo el impulso de ir a ponerme de pie, pero por aquí no es seguro echarse a caminar, así que todo lo que puedo hacer es cambiar de postura- No era la muerte de Lucien. Era YO, Ezarel. Era mi muerte. Y las otras... Las otras también lo eran... -Mi voz comienza a acelerarse según llego a la parte más horrible de mi narración y la ansiedad se apodera de mí- Estoy convencido de que no eran simples memorias. Las muertes... Lucien... Era yo. Soy yo. Ezarel... Llevo... Llevo mucho tiempo muriendo en bucle. Reencarnándome. Volviéndome a morir. Una y otra vez.
Le doy un segundo para que consiga entender lo que estoy diciendo. Veo en su cara, completamente seria, el esfuerzo que hace para mantenerse al ritmo de lo que le cuento. Su ceño se frunce cuando las palabras al fin cobran sentido, y en su cara aparece una pizca de dolor, pero aún queda algo de confusión en ella.
-¿Muriendo en bucle? ¿Reencarnándote...? -La voz le falla un poco al final- Puedes... ¿puedes explicarme cómo has llegado a esta conclusión?
-Es lo único que tiene sentido... -Sé que suena extraño, pero...- Eso no eran memorias, Ezarel. Eran recuerdos, era yo, lo sé. Igual que sé que soy Lucien. Sé que son reales. Sé que era yo.
-Te... te creo -Suena algo dubitativo, pero cuando dice las palabras sé que, aunque tenga sus reservas, va a creerme-. Pero... Lo siento, simplemente me cuesta... -Asiento. Lo sé, no es... fácil de asimilar- Pero... ¿por qué? ¿Qué iba a hacer que...?
-Porque así... funcionamos -Hablo... casi con miedo-. Esa es... Otra de las cosas que he entendido. Nosotros no... No morimos, Ezarel...
-¿Los daemon? -Asiento- No morís... -Le veo ir uniendo las piezas en su cabeza y yo espero con paciencia a que encaje del todo- Os reencarnáis. Entonces, Infierno...
Vuelvo a asentir.
Las piezas encajan del todo y su cara vuelve a cambiar. La expresión que refleja es similar a la que siento yo, salvo que además de su enfado y su horror, yo siento... Desesperación. Desesperación, pánico, ansiedad, ante la idea de que yo pueda volver allí un día, cuando me muera.
Infierno...
-Los daemon de Infierno... -Sus labios trazan las palabras con mucho, mucho cuidado- Si así es como "funcionáis", entonces están muriendo... Una y otra vez, como tú. Se reencarnan y vuelven a morir. A manos de los dragones, para... Para siempre. Sin escapatoria.
-Tortura eterna -Aunque no es gracioso, parte de mí quiere reir-. Ese es nuestro castigo... Por un crimen que no cometimos.
Se lleva una mano a la frente, quizá sintiendo parte de la misma desesperación que siento yo. El genocidio que los dragones estaban cometiendo era ya terrible de por sí, pero esta nueva información le ha dado una nueva dimensión al horror de Infierno.
¿Cuánto tiempo lleva esto pasando? ¿Cuántas veces he tenido que morir en ese tiempo? El mero pensamiento me aterra. Y, una vez más, la idea de... de que algún día, cuando “yo”... Cuando Leiftan muera, el siguiente que venga... Volverá a Infierno. Otra vez.
-Es... -Después de unos instantes, Ezarel consigue hablar de nuevo- No tengo palabras. Es simplemente horrible. ¿Por qué iba...? ¿Por qué? Simplemente, ¿por qué?
-Ojalá lo supiera... -Ahora sí, suspiro sin remedio- Lucien... Lucien lo sabía. Cuando recordé su muerte, sentí... Algo. Lucien detestaba a los daemons. Con fervor...
-Eso es obvio, por cómo hablaba de... -Se interrumpe un momento y me mira. Ya...
-No parecía tenerme mucho aprecio -Una vez más me dan ganas de reirme de algo que no tiene gracia-. Intentó matarme. A mí, a pesar de que era... Él... -El concepto aún me confunde- Quizá, para enviarme a Infierno de nuevo.
-Vamos a dejar una cosa clara -Me sorprende un poco por el tono firme de su voz, y aún más cuando me agarra de los brazos con mucha fuerza-. Tú no eres Lucien.
-¿Qué...? -Me confunde un poco- Pensé que ya habíamos dejado claro que...
-No. Tú eres Leiftan. Nada de Lucien. Lucien era un sociópata y una persona terrible. Tú no lo eres, así que no eres Lucien. ¿Eso queda claro?
Lentamente asiento. Cuando lo hago, él me suelta... Es... Es verdad que Lucien no fue demasiado amable conmigo. Lo cual es... Difícil de entender. Si él era un aengel... Sus plumas eran blancas, su cabello rubio... Eso significa que él debería ser “bueno”, ¿no? ¿Entonces por qué era así? Así de cruel y despiadado, como si... No tuviera empatía.
-Con eso aclarado... -Ezarel resopla- Posiblemente el tipo estuviera un poco ido de la olla después de tanto tiempo encerrado en la biblioteca. Cuánto, ¿doscientos años, si ha pasado ahí el mismo tiempo que el Titiritpeines en su torre?
-No, ya lo he dicho, lo... Lo vi en sus recuerdos, cuando murió... -A pesar del terror que me genera, a pesar de que siento mi piel arder y quebrarse, justo como en la visión de su muerte... Trato de recordar aquel momento- Él... era así de antes. Odiaba a los daemon, estaba... Estaba asqueado por ellos, y no quería nada que ver con ellos. Pensaba que él era “especial”. Que era distinto... Que era mejor que las que él llama "alimañas". Pero...
-... pero se reencarnó en Infierno -Asiento-. Como el resto de daemons.
-Porque al final, él también era... Ah -Me sobresalto a mí mismo al recordar algo más-. Había... Había uno más.
-¿Uno más? -Me mira sin entender.
-Una muerte más... Después de la de Lucien... L-lo cual creo que significa que es antes... Um... -Es confuso- Yo... Creo que era un aengel también esa vez. Mis alas eran blancas... -Puede que fueran memorias horribles, pero... No puedo evitar envidiar esas alas, a decir verdad- Había otro hombre. Él era un daemon de alas negras. Y estaba... triste.
-¿Triste?
-Acababa de apuñalarme... fue él el que me mató esa vez -Sin pensarlo, me llevo una mano al abdomen, allí donde me apuñaló su espada-. Pero lloró mi muerte. Huh -Me lo pienso-. Creo... Creo que es posible que sea la única persona que haya llorado ninguna de mis muertes.
-Diría que es muy tierno si no fuera porque acababa de apuñalarte -Supongo...-. Y... ¿qué hay con este tipo? ¿Qué pasa con él?
-No... sé -Hago una mueca, inseguro-. Hay algo en él, que... No sé. Tengo la sensación de que era una persona importante. ¿Sabes... este sentimiento cuando te despiertas de un sueño y tratas de recordar lo que es, pero no lo consigues del todo? -Él asiente- Así me siento yo ahora...
-Siento tener que decir esto, pero... Es muy posible que ese tipo esté muerto ya -Ah. Sí. Claro... El pensamiento me apena, por alguna razón-. Algo... ¿Algo más que recuerdes?
-No... A decir la verdad, he intentado no pensar mucho en ello -Al decir eso, lanza una disculpa en voz baja, aunque nada de esto sea culpa suya-. Vi... Vi a Roy. En una de las visiones.
-... e imagino que no de forma agradable -Niego con la cabeza.
-Desde entonces, he... Es obvio, porque creo que todo el mundo me ha escuchado gritar, pero estoy teniendo pesadillas. A veces, sueño con estas muertes. Otras veces, sueño con... No sé cómo decirlo. Como... Pequeños vistazos a las que creo que son las otras vidas -Me lo pienso-. Creo que he visto a Stella, en más de una ocasión. Al daemon que estaba triste. Y.... Muchas cosas horribles de Infierno.
-Stella... la bisabuela de Erika -Asiento-. Imagino que tampoco recuerdas mucho de ella.
-Poco. Sólo que... era idéntica a Erika, bueno. Y... -Me llevo una mano al pecho ahora, donde siento una calidez familiar- Que Lucien la quería muchísimo.
-Ya, bueno, Lucien sigue siendo una persona terrible, estuviera enamorado o no.
-Una cosa no quita a la otra, pero... Supongo que... Algo bueno tuvo que hacer Lucien -Trato de pensar bien mis palabras-. A fin de cuentas, él ayudó a atrapar a El Titiritero, ¿no? Y si era Líder de Guardia...
-Me da igual. Persona terrible -Se ha ganado el odio de Ezarel, parece, y esa es una mancha que no se borra. Parte de mí está un poquito contenta, pensando que su enfado con Lucien sea por mí-. Y hablando de personas terribles... Lo siento, esto no tiene mucho que ver pero, ¿qué opinas de lo de...?
-Naytili -Completo la pregunta antes de que pueda terminarla.
Naytili... Khash ha dicho que... Que tenía sangre daemon. ¿Puede ser eso verdad? No sé... Era un rumor, así que no tiene por qué ser verdad.
-Mi principal problema con creerme eso es... -Vacilo un instante- Si tiene sangre daemon, de algún sitio tiene que venir, ¿cierto? ¿De dónde? Los daemon llevan encerrados en Infierno desde la creación de Eldarya.
-Quizá alguno escapase, como tú... -Niego con la cabeza. Lo creo poco probable- O como Lucien. Él también tiene que haber salido de algún sitio. Quién sabe, a lo mejor incluso Lucien es el que le dio su “sangre” a Naytili.
-Ew -La idea de poder estar emparentado con esa mujer de alguna forma me produce náuseas-. Ewwwwww...
-Nada de “ew”, vete a saber lo que hizo Lucien, y además tenéis los mismos ojos -No, no los tenemos. Por favor, Ezarel, detente-. Quizá, en sus tiempos, simplemente... Pasasen cosas, y Naytili sea tu bisnieta, igual que Erika con Stella...
-No. Para. No. Detente, por favor -Sé que a estas alturas lo está haciendo más para picarme que por otra cosa, pero aún así sus palabras me horrorizan-. No... Vuelvas a mencionar eso. No sabemos nada sobre cómo esto pudiera haber llegado a pasar, o si será verdad siquiera y... Sinceramente, me da igual descubrirlo -No puedo evitar un bufido-. Daemon o no, es una mala persona. Su destino va a ser el mismo igualmente.
-Si tú lo tienes claro... -Se encoge de hombros- Simplemente... Quizá ella sabe algo que tú no. Sobre... todo el asunto de Infierno.
Hmm... Eso... Si de verdad Naytili supiera algo... ¿Es buena idea preguntarla al respecto, tratar de recabar más información? ¿O será mejor dejarlo estar, tratar de barrer bajo la alfombra? No sé... esto no es nada fácil, uuuughh...
-Hasta que no sepamos con certeza si meramente es un rumor o si tiene algo de verdad... -Hablo aún con algo de duda en mi voz- No... No me arriesgaría a hacer nada al respecto.
-Entendido...
El silencio se instala de nuevo. Ezarel dirige de nuevo su mirada al cielo, y yo hago lo mismo después de un tiempo. El cielo nocturno es desde luego distinto del que se ve e Eel... Estamos lo suficientemente lejos como para que las estrellas y constelaciones sean distintas. Aún así, la luna es la misma, y desde lo alto brilla sobre nosotros.
Me dejo caer sobre Ezarel, apoyando la cabeza en su hombro. Aunque siento su cuerpo tensarse, no reacciona ni me aparta.
-¿Un poco mejor? -Pregunta en su lugar.
-Hmmm... -Me encojo de hombros de forma vaga- No lo sé. Estoy... Cansado. Tengo sueño...
-Imagino que no has tenido que estar pasando muy buenas noches con tanta pesadilla.
-No, la verdad... -No contengo el bostezo que se me escapa- ¿Qué piensas tú de todo esto?
-¿De tus historias de daemon?
-No... De... La Ciudad de Oro, Khash, Miiko...
-No me gusta demasiado cómo se están desarrollando las cosas -Le veo fruncir el ceño, aún mirando a la infinidad del cielo-. Me da mala espina. No me gusta Khash...
-Creo que tú tampoco le gustas a elle.
-No me gusta su manía de encerrar gente. Los pájaros, nosotros, sus... Parejas. No me gusta nada.
-Pero todo el mundo parece... feliz, al menos, ¿no? -Trato de buscarle un lado positivo- Al menos lo que yo he podido ver. Khash parece tratar bien a su harem, y ellos parecen contentos de estar aquí...
-Sigue sin gustarme. Supongo que simplemente no me fío de la gente que tiene tanto dinero -Huh, comprensible. No le culpo.
-¿Sabes por qué hay tanto oro en Elsur? -Inquiero, ya preparando mis lecciones de “¿Sabías qué...?” de geografía en mi cabeza. Él niega con la cabeza, no sé si porque de verdad no lo sabe (que lo dudo, teniendo en cuenta que ha tenido que tener una buena educación) o si por amabilidad para dejar que me luzca- Dicen que los del linaje de Khash son descendientes directos del Rey Midas.
-¿El imbécil que convertía en oro todo lo que tocaba?
-Ese imbécil -Asiento. Aunque hay muchas versiones del mito, en todas las que he escuchado el tal Midas no es, um... muy brillante-. Se dice que aún conservan parte de sus poderes, y que por eso pueden tener tooodo el oro que quieran...
-Desde un punto de vista de leyenda, eso está muy bien; pero siendo realistas si eso fuera verdad el oro se hubiera devaluado hace ya mucho tiempo.
-Y por eso tienen su propia moneda -Explico.
-Que está carísima, por cierto. ¿Cuánto tiene la moneda de oro, el triple de valor que el maana? -Niega con la cabeza- No entiendo cómo su economía no se ha ido al garete.
-"Cuando en Elsur, el oro, el vino y la arena a caudales" -Recito un viejo refrán sin mucha coherencia sintáctica pero que hace su trabajo.
De nuevo, un amplio bostezo se escapa de mí, contagiando a Ezael y haciendo que bostece también. No tengo muy claro qué hora es, pero para él debe ser tarde, siendo un elfo diurno... Casi me siento algo mal por haberle sacado de la cama.
-¿Volvemos dentro? -Pregunto.
-Mhhghmsh...
Me tomo eso como una afirmación. Volvemos a deslizarnos tejado abajo para poder llegar hasta la ventana, y entrar es un poco más difícil que salir... Pero lo conseguimos, aunque Ezarel necesite un poco de ayuda.
Y, nada más terminar de entrar del todo, Ezarel pega un respingo de repente y mira en todas direcciones.
-¿Q- -Voy a hablar, pero me silencia tapándome la boca.
Esperamos unos instantes en silencio y en tensión. Después de unos momentos en los que no pasa nada, Ezarel retira su mano y se acerca un poco para susurrar:
-He escuchado una puerta cerrarse.
... Oh.
Con un poco de ansiedad, miro a las puertas de las habitaciones que nos rodean. No todas están ocupadas, porque hay demasiadas para todos nosotros, y más o menos nos hemos agrupado en la misma zona para estar más cerca... Cada uno en una habitación distinta, para fastidio de Erika, porque sabiendo de mis malas noches no quería molestar las suyas.
-¿Sabes cuál? -Le pregunto, pero él niega con la cabeza- ¿Alguien ha podido vernos...?
-No sé, yo creo que entrar por una ventana es una actividad muy discreta... -No es momento para sarcasmos, elfo- Lo que sea. Si alguien pregunta, simplemente hemos subido a ver las estrellas. Ya está.
-Lo ves muy fácil... -Suspiro.
Pero supongo que no se le puede hacer nada más. Hemos... Subido a ver el cielo nocturno, sí. Supongo...
Cuando pasamos frente a la puerta de Ezael, me dispongo a simplemente darle las buenas noches e irme a mi propia habitación a rumiar los acontecimientos, pero él me lo impide cuando me agarra de un brazo, impidiendo que me mueva. Le miro un poco sorprendido, y él me devuelve una mirada fija.
-¿Quieres... pasar?
Um... ¿¿ummm??
-¿P-pasar? -Algún par de ideas aparecen en mi mente, haciendo que mi cara se coloree. La suya hace lo mismo.
-Quizá, eh... Podamos encontrar alguna forma de conseguir que te sea más fácil dormir.
¿E-esto está pasando? Esto... ¿qué?
Veo que me alza una ceja, e interpreto el movimiento como una repetición de su pregunta. Ummm...
-S... si estás de acuerdo...
Sin decir una palabra, simplemente abre la puerta de su habitación y me arrastra con él, apenas dándome tiempo a cerrar la puerta tras de mí.---
(Narra Nevra)
¿¡LEIFTAN ES UN DAEMON!?
Si tuviera un corazón funcional, sé que ahora mismo me estaría dando un infarto. En su lugar, simplemente siento todos y cada uno de los músculos tensarse hasta casi dolerme, y una sensación extraña de mareo mientras intento procesar... esto.
Parte de mí no quiere creérselo porque, ¿Leiftan? ¿Leift? ¿El bonachón de Leift? ¿¡Cómo va a ser él un...!?
Y, sin embargo. No puedo negar lo que acabo de escuchar.
Cuando estaba a punto de salir de mi habitación para... Eh... para ahora no importa, he escuchado otra puerta cerrarse y susurros extraños. Al asomarme a ver, lo que he visto han sido a Ezarel y a Leiftan tratando de escaparse por una ventana... Por supuesto que tenía que ir a cotillear sobre eso. Esperaba que fueran a ir a pelearse por el amor de Erika, o que fueran a enrollarse, o yo qué sé qué esperaba, pero la conversación que he escuchado a escondidas desde la ventana NO era lo que estaba esperando.
Aengels, daemons, reencarnaciones, Lucien, ¿algo de un Infierno...?
No entiendo nada. De verdad que no he entendido nada...
Salvo que, aparentemente, Leiftan es un daemon.
... Qué está pasando.
-Wha... ¿Nevra?
El pánico que casi se me había pasado resurge en mí al escuchar la voz somnolienta de Hiiro.
... Así que al final he acabado entrando en su habitación en vez de a la mía. Lo cual no era mi objetivo porque ppffft por supuesto que no estoy siendo siniestro otra vez yendo a visitarle por las noches porque me están carcomiendo todo tipo de emociones negativas desde que me enteré de que, no sólo el psicópata de El Titiritero fue el que le salvó la vida de mí, sino que está obsesionado con él por alguna razón; y el hecho de que Hiiro sigue aterrado de mí y que aún así me ofreció a beber de su sangre y yo estuve a punto de hacerlo porque llevo semanas muriéndome de sed tampoco tiene nada que ver en mi propia obsesión...
Trato de disimular lo mejor que puedo apoyándome firmemente contra la puerta y dedicándole mi mejor sonrisa, porque sé que no voy a poder escaparme de aquí disimuladamente ahora que me ha visto.
Confianza, Nevra.
-Hey -Saludo, en un tono de voz que espero que no exprese mi pánico.
Desde su cama, Hiiro me mira con duda y ojos entrecerrados por el sueño. Le sostengo la mirada con toda la seguridad posible.
-It's just another weird dream...
Murmura para sí algunas palabras que no comprendo, pero se vuelve a echar sobre la cama con las mismas. Pacientemente espero, sin cambiar la postura, hasta que vuelvo a ver su respiración cambiar al ritmo pesado y profundo del sueño Sólo entonces me permito yo soltar aire. Vale, hemos evitado una crisis... Ahora la otra.
LEIFTAN ES UN DAEMON.
¿¡Cómo!? ¿¡Desde cuándo!? Bueno imagino que desde siempre, pero, ¿¡qué!? ¡¡Y EZAREL LO SABÍA!! ¿¡Por qué no ha dicho nada!? Espera, ¿es por eso que están “saliendo”? ¿L-Leiftan le ha hecho algo para seducirle y evitar que cuente su secreto? ¿Se lo ha hecho a Erika también? ¿Erika también lo sabe, entonces? ¿¡Qué está pasando!?
Salgo de la habitación de Hiiro procurando no hacer nada de ruido a pesar de mis gritos internos, para volver a mi propia habitación y allí rápidamente me tiro sobre la cama y muerdo una de las almohadas para evitar ponerme a gritar.
¿¡LEIFTAN!?
¿¡LEIFT!?
¿¡LEIFT ES UN DAEMON!?
Esto no tiene sentido. No tiene sentido.
No tiene ningún sentido...---
(Narra Hiiro)
Los días hasta obtener respuesta de Eel pasan... Bastante lentos. No hay nada interesante que hacer salvo esperar. Bueno, algo de entretenimiento sí que hay, es cierto. Algunos días paso horas en esa maravillosa piscina hasta acabar arrugado como una pasa, con la ocasional compañía de Valkyon de vez en cuando, lo cual es... Bien. Empiezo a darme cuenta de que quizá echo de menos la natación más de lo que yo mismo pensaba.
El resto parecen también buscarse cosas para hacer. La biblioteca del palacio debe ser interesante, porque Alessa pasa allí sus noches y sus días bastante entretenido; Erika en seguida se entretiene sola y si no ya se encarga de darle la vara a Ezarel o Leiftan... Valkyon es el que más frustrado de todos nosotros parece, porque no puede hacer sus entrenamientos de siempre así dentro, así que ha tenido que adaptarse un poco a las circunstancias.
Y luego está Nevra. Que está... raro.
La cosa es, no está sólo raro conmigo, lo cual sería hasta cierto punto comprensible porque él y yo llevamos raros mucho tiempo, sino que parece estarlo con todo el mundo. No sabría decir exactamente qué es lo que le pasa, pero de primeras, le vemos bastante poco el pelo, y cuando lo hacemos, no suele entrar a las conversaciones y simplemente se queda en una esquina mirando a todo el mundo... Le preguntaría al respecto, pero teniendo en cuenta cómo terminó nuestra última conversación en los baños, no sé si es buena idea que yo hable con él.
Me preocupa bastante, la verdad. Quizá pueda pedirle a Valkyon que hable con él...
... O quizá otra persona a la que se le dé mejor hablar, como a Leiftan, por ejemplo.
Mis pensamientos, elucubrados una mañana aburrida en la que estoy tirado en el sofá de la habitación central de la Casa del León sin nada que hacer porque “nO pUEdeS paSarTE el DíA eN El AGua”, son interrumpidos con la presencia de Adalric cuando aparece en la habitación. Ahora mismo, por aquí están también Ezarel y Erika, con él intentando explicarle a ella muy a conciencia algún asunto complicado al que ella simplemente asiente evidentemente sin enterarse de nada.
-Buenos días -Adalric saluda al llegar-. Veamos: uno, dos, tres... Ah, faltan algunos, ¿no es así? Diría que cuatro, quizá cinco...
-Cuatro -Le corrige Ezarel, levantándose del puf en el que estaba y mirando alle silfe con el ceño fruncido, posiblemente preguntándose como yo quién será la quinta persona a la que ha confundido con uno de los nuestros-. ¿Ocurre algo?
-Sí... -Adalric se lo piensa- Khash quería veros, ha dicho.
-Y... -Erika se levanta también- ¿Te ha dicho por qué, o...?
-Sí...
...
...
-¿Yyyyyyy...? -Ezarel le invita a dar más explicaciones. La verdad es que hablar con este tipe es un poco frustrante.
-Ah. No recuerdo lo que tenía que deciros... -Todos nos llevamos una mano a la frente- Preguntadle a Khash, posiblemente elle pueda indicároslo. O a Harim. Creo que está con Khash ahora mismo.
-Gracias, Adalric... -Erika habla entre suspiros- Iremos a buscarles.
-No hay de qué -Satisfeche por un trabajo bien hecho, Adalric sonríe-. Nos veremos más tarde en la ceremonia, entonces.
Con esas palabras dichas, rápidamente desaparece, yéndose flotando a través de una ventana, y a los tres nos deja aquí con la misma cara de tontos. Me levanto perezosamente del sofá, mirando a los otros dos como si tuvieran alguna explicación que pudieran darme.
-¿Qué “ceremonia”? -Pregunta Erika, mirando también a Ezarel como si él tuviera las respuestas.
-Ni idea, pero no creo que vaya a gustarnos, por cómo suena... -El elfo gruñe las palabras- Voy a buscar a Valkyon; Erika, tú ve a la biblioteca a sacar a Leiftan y Alessa de allí; y, Hiiro... Intenta que Nevra salga de su habitación.
Siento que estoy siendo usado como algún tipo de cebo, pero vale. Por cómo dice Ezarel esas palabras, ha debido darse cuenta también de que algo raro le pasa a Nevra... Y él tampoco debe saber cómo lidiar con ello.
Como sea, cada uno se va a buscar al que le toca, y eso significa que yo subo las escaleras y me dirijo a la puerta de la habitación de Nevra... Toc, toc.
-¿Nevra? -Le llamo- Khash nos ha pedido que vayamos a verle. Um... ¿Estás ahí? -Espero unos instantes, pero sólo me responde el silencio. Este...- V-voy a entrar, ¿vale? Dímelo si eso te pone incómodo...
Una vez más, no hay respuesta. De acuerdo... Lentamente, para darle tiempo a reaccionar si lo necesitara, hago girar el picaporte y abro la puerta... Al otro lado, me encuentro a Nevra tumbado sobre la cama de la habitación con... ¿C-con un libro? ¿Nevra, leyendo? ¿Qué es esto...?
Cuando me acerco, compruebo que realmente el libro se le ha caído en la cara y que el tío está sopa. Se ha dormido leyendo, vaya... Esto es un poco extraño para él, porque siempre le he oído quejarse de lo poco que le gusta leer. Dice que se le cansa la vista, así que, que se fuerce a leer algo con lo poco que le gusta, ya me parece extraño. Echo un ojo a la portada del libro, leyendo su título...
Oh. Es un libro sobre daemonología.
... Tiene sentido.
-Nevra -Le llamo una vez más, ahora empujándole un poco en un hombro.
Esta vez sí que reacciona, despertándose a la vez que pega un brinco, y el libro se le escurre de la cara cuando se incorpora como si tuviera un resorte y en el mismo movimiento su mano se aferra a mi muñeca y aprieta... Con, ay, mucha fuerza, ay, ay, ay...
-Hiiro... -Al reconocerme, me suelta, y yo rápidamente quito el brazo para frotarme mi muñeca dolorida. Ay- ¿Qué ocurre...? -Aún habla con voz de sueño.
-Khash nos ha mandado reunirnos -Informo.
Él asiente perezosamente, yendo a incorporarse. Cuando lo hace, el libro sobre daemons se desliza de él y cae al suelo con un golpe, abierto de tal forma que puede verse su título con facilidad. Los dos miramos el libro, pero aunque Nevra se apresura a recogerlo con toda la prisa que puede, me da tiempo de sobra a leer el título, incluso si lo había hecho ya antes.
-Nevra...
-Simplemente buscaba algo que leer -En seguida salta a excusarse, guardando el libro debajo de su almohada-. Parecía interesante. No lo sé. Lo he cogido al azar. Era un coñazo, de todas from-
-Nevra.
Ahora mi voz suena más firme. Se interrumpe y me mira con... Juraría que es algo de pánico en su mirada. Tomo aire lentamente antes de hacer... Lo que voy a hacer.
Me agacho un poco, hincando una rodilla en el suelo para poder quedar a una altura similar con él sentado sobre la cama, y con cuidado y cariño tomo sus dos manos entre las mías y aprieto con algo de firmeza.
-No estás solo, Nevra -Hablo mirándole directamente a la cara-. Todos estamos contigo. Y todos vamos a ayudarte a luchar contra esa mujer terrible. Daemon o no, da igual. Te ha hecho daño y eso es algo imperdonable. Pagará por ello. Descubriremos qué es lo que pasa con ella, y después de eso recibirá su castigo. Así que no... No intentes soportar esto solo, ¿vale? Estamos aquí contigo, Nev. No tienes que alejarte de nosotros.
En su mirada veo sorpresa, más que otra cosa. Lo entiendo porque mi discurso quizá... Quizá pueda estar un poco fuera de lugar, teniendo en cuenta nuestra historia. Pero me niego a dejar que soporte todo esto él solo. La revelación sobre la posible ascendencia de Naytili ha sido un golpe bastante fuerte, y a él ha debido dañarle a más que nadie, como todo lo que tiene que ver con esa bruja. La odio. La odio tantísimo. Por todo el daño que le ha hecho a Nevra, y todo el que le sigue haciendo.
-Eh... -Nevra me mira sin saber qué decir unos instantes- Naytili. Sí. Eh... -Su mirada viaja por un momento, bajando hacia nuestras manos antes de volver a subir a mi rostro- Uh... Lo tengo en cuenta. Gra-gracias, Hiiro...
-Lo siento si eso ha sido incómodo... -Avergonzado por mi propia conducta, le dejo ir, sintiéndome algo mal- Simplemente quiero que... Quede claro. Que no estás solo.
-Sí... -Una sonrisa leve aparece en sus labios- Lo sé. No lo estoy.
Esa respuesta me hace sonreír a mí también. Me incorporo del suelo y él hace lo propio, levantándose de la cama, creo que con un poco de mejor cara que como le he visto los últimos días. Eso me hace feliz.
-Sé que... -Armándome de valor una vez más, hablo con un tono de nerviosismo en mis palabras- Las cosas aún están... Raras entre nosotros. Pero, um...
-¿No han sido siempre un poco raras? -Su voz me corta con algo de burla. Tengo que darle la razón con una risa un poco incómoda. Siento la caricia de su mano cuando la coloca sobre mí, acariciando mi pelo y parte de mi mejilla cuando se escurre hacia abajo. El gesto me hace avergonzarme e inevitablemente desvío mi mirada al suelo.
-Supongo... -Carraspeo- Lo que quería, eh... Decir es... -Me lío un poco con las palabras en mi cabeza- Aunque ahora mismo aún siga raro, me gustaría... Poder intentar, uh...
Su mano se coloca en mi hombro, donde noto una ligera presión. Yo continúo luchando conmigo mismo intentando sacar mis palabras.
-... me gustaría intentar poder volver a ser amigos, si eso está bien.
Sintiéndome muy avergonzado por mis palabras, las cuales siento que suenan casi infantiles, me esfuerzo en mirarle a la cara de nuevo. Me le encuentro sorprendentemente cerca, con nuestras narices casi rozándose, y con una expresión de tremenda sorpresa en la cara. ¿E-es muy estúpido lo que he dicho...?
-Amigos -Pronuncia la palabra-. Hm. Eh. Sí. UUhhhh... -Se estira y da un paso hacia atrás como si le hubiera dado calambre casi, soltando mi hombro y mirando hacia alguna esquina de la habitación. Ah... Esa no es una reacción muy positiva. Me siento un poco tonto ahora, espero no haberle puesto incómodo...- S-sí, por supuesto, sí. Me encantaría que podamos ser... amigos.
Con la tensión que hay en tus palabras y su lenguaje visual, no me cuesta saber que se está forzando a sí mismo a decir eso. Es... Es una tontería, y yo soy tonto. Ah... Supongo que era demasiado pedir.
-No pasa nada, no tienes que forzarte... -Murmuro mis palabras, ahora incapaz de mirarle yo también- Eh... Voy a buscar al resto... Tenemos que ir a ver a Khash...
-¡Hiiro...!
Le escucho llamarme, pero para cuando ha terminado de pronunciar mi nombre, yo ya me he encargado de salir de la habitación con toda la prisa que he podido darme, muerto de vergüenza y con la cara roja. Esto es estúpido... todo es estúpido... Nevra es estúpido... Yo soy estúpido.
Me parece escuchar algún sonido fuerte y brusco viniendo de la habitación de Nevra, pero lo ignoro según me apresuro a salir de la Casa del León, por un momento cegándome con el sol y la diferencia de luz entre el interior y el exterior. Cuando consigo reponerme del flashazo repentino, echo a andar con prisas en dirección al edificio principal y, bueno, hacia donde recuerdo que estaba el salón del trono de su Sulta.
Allí llego, encontrándome ya que el resto de mis compañeros están allí, esperando delante de las puertas. Ezarel me pone mala cara al llegar.
-¿Dónde te has dejado al vampiro?
-Ahora viene -Respondo, en un tono tan irritado como el suyo.
-No le has hecho nada raro, ¿no? -Ezarel me alza una ceja. Yo frunzo el ceño en respuesta- Cada vez que se deprime es por tu culpa.
-Ezarel, ese no ha sido un comentario muy amable -Alessa salta en mi defensa, aunque no pueda evitar la puñalada que las palabras de Ezarel me provocan-. Hiiro no es responsable de las emociones de Nevra.
-Nooo -Ezarel pone los ojos en blanco con actitud sarcástica.
-Ezarel -Erika dice su nombre con tono enfadado.
-¿Qué?
-Ezarel... -Leiftan también lo hace, aunque él parece más exasperado que otra cosa.
Como último recurso, el elfo dirige su mirada a Valkyon, que muestra su desacuerdo en silencio negando con la cabeza. Después de un sonido frustrado, tiene que admitir su derrota.
-Vale, lo siento -Dice, cruzándose de brazos-. Eso ha sido inapropiado. Mis disculpas.
Me encojo de hombros, sin aceptar las disculpas porque sé que no son sinceras y que, desde que rompí con Nevra, Ezarel me odia. No es el único porque yo también me odio a mí mismo, así que realmente lo que sienta por mí me es indiferente, pero no es agradable del todo algunos de los comentarios que se le escapan a veces.
Como sea, en lo que todo esto discurre, Nevra consigue llegar hasta nosotros al fin. Si ha oído algo de nuestra conversación, finge no haberse enterado, y simplemente saluda con un cabeceo cordial.
-Pues ya estamos todos... -Leiftan suelta aire y se gira hacia las puertas, custodiadas por dos guardias- Umm... ¿podemos pasar?
En cuanto dice eso, los guardias agarran los pomos de las puertas y con un fuerte tirón las abren para nosotros. Pasamos al interior en silencio, diría que todos un poco intrigados por la razón por la cuál Khash haya querido reunirnos. Le encontramos encima de su trono, como siempre, pero en lugar de una túnica como la que le hemos visto vestir hasta el momento, hoy lleva un traje blanco que me sorprende y que me recuerda un poco a Luca, el primo de Simonn. Eso me recuerda a lo mucho que echo de menos a Simonn, genial. Llevamos demasiado tiempo fuera de Eel, así que le echo en falta... En cuanto lleguemos de vuelta pienso robársele a Miiko para tener una fiesta del té y contarle todas las aventuras que hemos vivido. Seguro que le gustan mucho las partes de las shaendels y la existencia de Sara.
-¡Saludos, Guardia de Eel! -Así nos da la bienvenida Khash, desde lo alto de su trono- ¡Glorioso día nos espera hoy, ¿no estáis de acuerdo?!
-No es el adjetivo que yo usaría, no -Ezarel, sin pelos en la lengua ni miedo ninguno a la autoridad delle Sulta, es el que habla-. ¿A qué se debe el buen humor?
-Me ha dicho un pajarito... -Su mirada viaja a Harim, que por supuesto estaba en la habitación, pero en esta ocasión, a los pies de las escaleras del trono, en vez de sirviendo como asiento de Khash. Me sorprende un poco que Harim también está muy bien vestido, especialmente teniendo en cuenta que él es también de la escuela de Leiftan y Alessa y le gusta ir sin camiseta a todos sitios (ninguna objeción)- Que ha llegado a nuestros puertos una embarcación perteneciente a la Guardia de Eel -Ante nuestra sorpresa, Khash muestra una sonrisa de oreja a oreja-. De modo que espero que nuestra querida Miiko nos visite en breves.
-¿Tan... pronto? -Leiftan parece verdaderamente sorprendido por la noticia.
-Los vientos del norte han sido generosos con las velas del navío, y el mar ha sabido mantener su calma para traerle a costa sin complicaciones... -Su sonrisa se hace más grande todavía- Sin duda, la propia naturaleza debe saber qué tan importante es este encuentro.
-... O Ayleen le ha dicho al viento que se dé prisa -Murmura Erika, llevándose un codazo de Ezarel-. Auch.
-Como sea -Khash hace un gesto de emoción, casi pegando un brinco en el trono, que la verdad es que es un poco grande para elle-. No podría entusiasmarme más este encuentro. Según hablamos, la diligencia bienvenida desde Eel hace su camino a palacio por las calles de mi querida Ciudad de Oro. Ah, apenas puedo contener mi emoción... He escuchado que Miiko es una mujer de fuerte carácter, incluso más fiera voluntad y, sobre todo, de una exquisita belleza.
-No vamos a negar nada de eso... -Leiftan habla con un tono de nerviosismo en su voz- Pudiera preguntar... qué tipo de, uh... Reunión tienes pensada para...
Se escuchan unos toques fuertes en la puerta, que interrumpen a Leiftan. Khash lanza un sonido emocionado que bajo otra circunstancia podría decirse que es adorable, y vuelve a pegar otro saltito en su sitio. Oooh... eso debe significar...
-¡Adelante! -Se coloca de la forma más digna posible en su trono, cruzando una pierna sobre la otra- ¡Que se abran las puertas y podamos bienvenir a la Guardia de Eel a nuestras tierras!
Con un sonido pesado, las puertas efectivamente se abren, y todos nos giramos hacia ellas y a la vez nos retiramos y dejamos el camino libre para que Miiko pueda pasar...
...
Salvo que...
Oh.
Oh, oh...
Avanza con pasos inseguros y nerviosos hacia el interior de la habitación, sin acercarse demasiado alle Sulta y sin alejarse del todo de nosotros. En su cara se pueden leer sus emociones fácilmente: los nervios y la ansiedad del encuentro, unidos a un pánico que se complemente muy bien con el horror mudo que se esparce entre el resto de nosotros.
Porque esta no es Miiko.
La persona que tenemos delante, desafiando la autoridad delle Sulta, no es sino Simonn, el comesueños.
No Miiko.
Simonn.
No la Líder de la Guardia de Eel.
Simonn.
No la persona que Khash ha pedido.
Simonn.
Por mucho que quiera alegrarme de verle, porque siempre me alegro de ver a Simonn, ahora mismo todo lo que siento es el pánico arañando las paredes del interior de mi cabeza. Con nervios miro en dirección a la puerta por la que ha entrado, esperando que Simonn sea simplemente, no sé, el telonero, o-o como se diga, y que Miiko venga detrás... ¡Pero no! ¡No hay nadie! Sólo hay... Dos guardias de la Guardia Dorada. Armados. Guay. Sí. Estupendo. Chachi pistachi. No, ¿sabes qué? Chachi piruleta.
El silencio se impone en la sala. Mientras todos los miembros de la Guardia miramos a Simonn con nada más que pánico, él evita todas las miradas bajando su vista a la punta de sus mocasines, evidentemente consciente de lo que la ausencia de Miiko significa.
Al otro lado de la sala, Khash mira al comesueños con rostro casi inexpresivo, a excepción de los ojos abiertos por la sorpresa. A los pies del trono, Harim muestra una mueca de enfado con el ceño fruncido.
-¡Guardias! -Grita, con voz potente.
-No, no, espera... -Khash hace un gesto de la mano para calmarle, con el mismo movimiento indicando a los guardias que ya se habían movilizado para echarse sobre nosotros que se estén quietos- Esto puede ser interesante...
Se coloca recte en su trono, mirando fijamente a Simonn con grave intensidad, mientras que el comesueños sigue mirando al suelo probablemente temiendo por su vida. Es bueno que los comesueños no suden, porque si no, posiblemente lo estaría haciendo a mares ahora mismo.
-Tú no eres Miiko.
Ese es el juicio que emite Khash, después de estudiar a Simonn con tanta intensidad que siento que ha estado a punto de hacerle explotar. Su voz, aunque algo decepcionada, no muestra enfado, sino más bien curiosidad.
-Pedí expresamente que fuera Miiko la que se presentara ante mí y, sin embargo... -Continúa hablando, alzando una ceja- ¿A quién es a quién tengo delante de mí?
Simonn se paraliza por un segundo. En su cara no se ve más que miedo durante unos instantes, pero después de una temblorosa bocanada de aire, consigue levantar la cabeza en dirección alle Sulta y...
-Simonn...
-¿Disculpa...? -Khash hace un gesto confundido.
-Me llamo Simonn... Vengo de la Guardia de Eel... En nombre de Miiko...
-No te... -Aún más confuse, Khash mira a Harim como esperando alguna aclaración, pero el otro se encoge de hombros, así que vuelve a mirar a Simonn- No te escucho, disculpa, tienes que hablar más alto...
-Simonn... De la Guardia de Eel... Miiko me ha mandado...
-Vale, no... -Khash niega con la cabeza- No escucho nada. De verdad lo siento.
Parece que de alguna manera Simonn ha conseguido contagiarle de su nerviosismo incluso a elle. Hasta Harim parece algo nervioso, salvo que en su caso estar nervioso significa no dejar de lanzarnos miradas a todos probablemente intentando leer cuál es buen momento para convertirse en pájaro e intentar sacarle a Nevra el ojo que le queda.
-Vamos a... -Khash habla con toda la delicadeza que puede, apiadándose de Simonn- Vamos a respirar. Con calma. No pasa nada, ¿vale? Sólo dime quién eres, quiero saber tu nombre...
Simonn hace lo indicado, respirando hondo. Cazo su mirada cuando me mira por el rabillo del ojo, y yo intento transmitirle toda la seguridad que puedo, también respirando hondo como él. Con todos los problemas que he tenido con mis ataques de ansiedad e hiperventilación, esto es algo de lo que más o menos entiendo.
Después de inspirar profundamente un par de veces, Simonn carraspea. Hace un último amago dubitativo antes de, finalmente...
-Mi nombre es Simonn -Consigue hablar al fin, haciendo que en la cara de Khash aparezca el alivio-. S-soy... Miembro de la Guardia Brillante de la Guardia de Eel... Miiko me ha mandado en su lugar...
-De acuerdo... -Parece algo más satisfeche con haber conseguido arrancarle algunas palabras- Y... ¿por qué has venido tú, en lugar de Miiko, si puede saberse? Pedí expresamente que ella viniera.
-Miiko está... -Tartamudea un poco por unos instantes. Simonn me da genuina pena ahora mismo. Todo lo que quiero hacer es ir a abrazarle, decirle que no es culpa suya y que todo estará bien...- No... puede dejar la Guardia en estos instantes... Por... P-por motivos que incumben a la seguridad de Eldarya... Así que me ha mandado a mí en su lugar... Por favor no me hagas daño...
-Bueno, esto no... -Khash se echa hacia atrás en su trono y se frota la barbilla en aire pensativo- Esto no era del todo lo que yo estaba esperando, no nos vamos a mentir... Hmmm... -Examina a Simonn atentamente, mientras el comesueños intenta de nuevo volverse invisible a base de mirar la punta de sus zapatos- Sabes qué... Está bien. Vale. Me gustas lo suficiente, eres muy mono... Decidido -Asiente solemnemente y levanta una mano-. ¡Harim! ¡Nuestro plan continúa! Guía a la Guardia de Eel, por favor; el resto tomad a Simonn y preparardle para la ceremonia... -Una sonrisa radiante se instala en su cara- No os resistáis, ¿sí?
-Por favor, seguidme... -Harim en seguida se adelanta, caminando hacia nosotros, mientras que todos nos quedamos muy confundidos por lo que sea que esté pasando.
-¿A dónde? -Con el repentino cambio de actitud, Ezarel se mosquea también y se dirige a Harim con el ceño fruncido cuando viene hacia nosotros- Vais a explicarnos qué está pasando aquí...
-¡Simonn! -Llamo al comesueños cuando los dos guardias que había dentro de la sala se acercan a él, que les mira con cara de miedo hasta que escucha mi voz, y entonces me mira a mí.
-E-está bien... -Trata de tranquilizarme, pero es obvio en su voz que él no está nada tranquilo por su parte- No pasa nada... V-vamos a... hacer lo que nos digan... He venido a sacaros de aquí, así que no...
-Exigimos saber de inmediato qué es lo que está sucediendo y qué planes tenéis para con la Guardia y para con Simonn -Leiftan se pone serio también, entendiendo que la situación está saliéndose de control.
-Me repito: seguidme -Harim vuelve a insistir, colocándose delante de Leiftan cuando él va a avanzar en dirección alle Sulta.
-No os preocupéis, tranquilos... -Khash, alegre, sonríe desde su trono- La situación ha cambiado un poco teniendo en cuenta que no es Miiko la que ha venido pero, oh, bueno. Mis planes no han cambiado. ¿Qué mejor forma de cerrar los rencores entre nuestros dos territorios y crear una nueva relación... sino a través del matrimonio?
Oh.
Oh, ahora lo entiendo.
Eso tiene sentido, tiene mucho sentido...
Iba a casarse con Miiko. O, bueno, a intentarlo; a extorsionarla para que se casase con elle...
Pero Miiko no está. Así que ahora va a...
-¡No! -Al entenderlo del todo, siento una sensación de pánico por un momento, pero luego también un enfado horrible y mucha indignación- ¡No vas a-!
-¿M-m-m-m-m-m-m-m-...? -Simonn se queda completamente colgado al escuchar la palabra, poniéndose amaraillo, y sólo reacciona con un respingo cuando uno de los dos guardias le pone una mano en el hombro.
-¿¡QUÉ!? -Leiftan reacciona con el mismo shock- ¡Esto no-!
-No volveré a repetirme... -Harim se adelanta un paso más, ahora claramente irrumpiendo en la burbuja personal de Leiftan- Seguidme, sin ofrecer resistencia.
No... No, no, no, no, no; esto no está pasando, esto no... Simonn no...
-Hay un límite -Aceptando la amenaza de Harim, pero ignorándola abiertamente, Leiftan se adelanta un paso también- hasta donde estamos dispuestos a soportar, por el bien de la diplomacia, pero esto...
-V-vaaaamos a calmaaaarnos -Nevra interviene, con la cara cambiándole cuando ve que Leiftan se enfada-. ¿Por qué no... intentamos... colaborar...?
-Eso es, eso es -Khash, que no se ha movido de su trono, asiente-. A todos nos irá mejor si colaboráis en esto...
-¡No! -Indignado, le lanzo una mirada terrible a Nevra para hacerle consciente de la grave traición de sus palabras, y luego me enfrento con la mirada a Khash- ¡No puedes forzarle a casarse contigo!
-No es tanto “forzar”, sino “convencer”, sabes...
-Pues a lo mejor te gusta cuando convenza mi puño en tu-
-¿Seguro que quieres terminar esa frase, Hiiro? -Khash me corta bruscamente con sus palabras. En su ceño fruncido veo que no le ha gustado mucho mi oposición, y por un momento me asustan las consecuencias de mis palabras antes de acordarme de que me importa una mierda, es Simonn el que está en juego ahora mismo.
Abro la boca para dar mi respuesta, muy consciente de cómo mis compañeros se tensan, de la mirada severa de Khash, de cómo los guardias de la habitación centran su atención en mí...
-¡E-está bien! ¡No pasa nada! ¡Todo está bien...!
Pero la voz de Simonn se adelanta a la mía.
Le miro algo asustado por sus palabras, y cuando nuestros ojos se cruzan veo en los suyos un miedo similar al mío. Simonn, no...
-E-esto es un poco repentino, ¡pero no pasa nada... en absoluto! -Continúa hablando, mirándonos ahora a todos los de la Guardia- ¡Toooodo está bien! Miiko... Miiko me ha dicho que tengo que llevaros de vuelta a la Guardia bajo cualquier circunstancia, así que...
Miiko le ha dicho que...
...
¡Pedazo de zorra!
¡Sabía que esto iba a pasar! ¡Ha vendido a Simonn! ¡Como la pille, pienso...!
-¡Eh! -Me quejo cuando, sin que yo pueda reaccionar, Harim deja de amenazarse con Leiftan y viene a mí para agarrarme sin problema alguno, levantarme a pulso y empezar a caminar en dirección a la salida conmigo a la espalda- ¡Déjame en el suelo! ¡No! ¡Simonn! Let me go, you birdbrain! Prick! Ghaaa!
Sin importarle en qué idioma le grite, Harim me ignora y continúa caminando como si nada, arrastrándome con él. El resto de la Guardia no tienen la misma seguridad a la hora de hacerlo, pero al final terminan por seguir a Harim, abandonando a Simonn a su suerte con Khash y los dos guardias que aún quedan en la habitación de la sala del trono.
Soy arrastrado en contra de mi voluntad. Acabo por resignarme a mi destino, pero eso no quita que aún me dedique a lanzar en mi mente una lista de improperios hacia Harim, Khash, Miiko, y hacia la inútil Guardia de Eel que acaba de VENDER a Simonn.
Salimos del recinto principal del palacio, cruzando parte de un jardín cuya belleza me es irrelevante ahora mismo porque estoy demasiado enfadado como para ponerme a apreciar la vegetación o el paisajismo, y llegamos a un edificio que, a falta de algo mejor, voy a comparar con una capilla. Aunque la arquitectura y la decoración sean distintas, siguiendo la misma estética dorada y rimbombante del resto del palacio, el edificio debe ser que sigue ese uso práctico, porque cuando entramos lo que veo son muchas filas de bancos a ambos lados de la habitación (algunos de ellos ya ocupados por personas que reconozco del harem de Khash) y al fondo lo que debe ser el altar, donde hay ya un oficial uniformado listo para encontrar a la primera pareja que se le pase por delante y... ¡Maldita sea! ¡Esto estaba todo planeado ya! ¡Ni siquiera pensaban que nadie pudiera negarse a casarse con Khash!
-Quédate quietecito y no causes problemas si no quieres que esto termine mal -Esas son las duras palabras de Harim cuando me coloca sentado en uno de los bancos, cerca de la primera fila-. Esto es lo mejor para todo el mundo. Tu amigo estará en buenas manos.
-No, no lo estará -A pesar de que aún me impone un poco, mi enfado consigue sobreponerse al miedo para poder darle esa contestación-. No debería estar en manos de nadie.
-Mala suerte.
Eso es todo lo que dice, dejándome indignado en el banco según se aleja para acercarse al altar. Voy a ir a protestar y a gritarle, pero Valkyon me detiene cuando es el siguiente en escurrirse por el banco hacia mí, tomando asiento y asegurándose de que yo no pueda salir de aquí a menos que me ponga a hacer parkour por encima de los bancos.
-Enfadarnos no va a mejorar la situación -Dice, en tono calmado-. Esto no es lo que esperábamos, pero...
-¿¡Pero qué!? -Cualquier excusa que pueda darme, no me importa. El resto de la Guardia toma asiento también a lo largo del banco y en el banco de detrás, un poco apretados los unos con los otros- ¡Esto no es...! ¡No es justo! ¡Les estamos dando a Simonn! ¡Miiko le ha vendido!
-Hiiro, intenta mantener la cabeza fría... -Leiftan me dirige una mirada de pena, pero dice lo mismo que el resto- Sé que esto es terrible, pero buscar una confrontación no nos conviene ahora mismo.
-Si no nos confrontamos ahora, ya me dirás cuándo -Le miro con enfado-. Simonn. Van a casarle con Khash. En contra de su voluntad. Ya mismo.
-Lo de “en contra de su voluntad”... -Nevra titubea sus palabras.
-¿Estás de coña? -Y yo le corto, casi con ganas de escupirle en el ojo- ¿Tú de verdad te crees que esto es algo positivo?
-Bueno, no sabemos q-
-Vete a la mierda, Nevra -Cualquier tipo de cariño que tuviera por él de repente se desvanece. ¿Qué cojones, Nevra?
-Pues yo estoy de acuerdo con Haru -Me sorprende encontrar un aliado en Ezarel, pero por la cara que tiene está tan enfadado por todo esto como lo estoy yo-. Le estamos dando el comesueños a une imbécil con complejo de Napoleón que se divierte coleccionando gente. Personas. Con su propia vida. Les coge, se casa con ellos y les deja encerrados para el resto de sus vidas en su palacio milloneti. ¿Qué diferencia hay entre el esclavismo y esto?
-¿Que al menos estos se supone que aceptan por su propia voluntad? -Prueba Erika.
-A Simonn no le está dando ninguna posibilidad de escoger -Me quejo-. ¡Ni siquiera le ha preguntado! -Me pongo de pie, ya incapaz de ignorar lo mucho que me pica, no, me duele la mano izquierda- Tenemos que...
-Siéntate -Valkyon me agarra por un hombro y me vuelve a sentar. Intento lanzale mi peor mirada-. No te lances a lo loco. Vamos a esperar a ver cómo se desarrolla esto y, si Simonn está en peligro, intervendremos...
-¡Van a forzarle a casarse con alguien! -Estallo en su cara- ¿¡Eo!? ¿¡No es eso suficiente!?
-Hiiro -Leiftan suspira con cansancio-, sabemos cómo te sientes, pero...
Se interrumpe cuando, con mucho júbilo por parte del resto de la audiencia, Khash aparece por la puerta de la habitación. La gente aplaude a su paso según elle desfila por la habitación, regalando sonrisas, saludos y agradecimientos a todo el mundo según se adentra en la sala. A nosotros no se acerca, sino que simplemente desde lejos nos lanza una sonrisilla que hace que a mí me hierva la sangre en las venas. Cuando sus ojos se cruzan con los míos y sonríe con un poco más de énfasis, tomo la decisión clara de que quiero verle muerte.
Aprieto los puños con mucha fuerza, posiblemente abriendo mi herida, pero no me importa. Esto es ridículo. Esto es absurdo. No. Me niego. NO va a casarse con Simonn. Si tengo que pelearme con toda la Ciudad de Oro, adelante; si tengo que enfrentarme a la Guardia de Eel, me da igual; pero Khash no va a tocar a Simonn mientras que yo siga vivo para decir algo al respecto.
Aún con ese pensamiento, me mantengo en silencio rumiando mis propias conspiraciones, lanzándole puñales con la mirada a Khash desde mi sitio mientras trato de pensar qué es lo que voy a hacer e ignoro las palmaditas de Valkyon en mi hombro.
Hasta que, de nuevo tras un rato de espera, veo a Adalric aparecer y flotar hacia Khash, con quién intercambia unas cuantas palabras, y después de que elle asienta satisfeche, Adalric se retira.
-¡Que dé comienzo la ceremonia!
La banda de músicos que hay en un pequeño escenario junto al altar se toma esas palabras como una instrucción y comienza a sonar una música formal y pomposa que inunda la sala. La gente murmura escuetamente, pero guardan un silencio formal después de unos instantes, y Khash se coloca frente al altar mirando hacia la puerta, donde se desvía la atención de todo el mundo, incluída la mía... Y así es como veo a Simonn cuando entra, escoltado por al menos cuatro miembros de la Guardia Dorada.
Por un momento, mi enfado se disipa al verle. Por alguna razón, quizá porque está cubriendo el papel de Miiko, le han puesto un vestido de novia en lugar de dejarle con su perfectamente adecuado a la ocasión traje. El vestido parece extrañamente hecho a medida a pesar de no ser su propietario original, con el corsé sabiendo ajustarse a su torso son sorpresiva elegancia a pesar de su anatomía masculina, y una larga falda que no termina de tener la pomposidad del corte princesa, pero que consigue atraer todas las miradas. El vestido se completa con una larga cola que Simonn arrastra tras de sí, en lugar de velo una diadema con algunas flores que se me hace bastante mona y un ramo de flores doradas con el que Simonn no parece saber qué hacer.
De hecho, no parece tener ni idea de qué hacer consigo mismo en estos momentos. Su cara coloreada de amarillo me indica la vergüenza que debe estar pasando, y en sus ojos se lee un claro pánico y una confusión que hacen que se me rompa el corazón. Recuerdo entonces, rompiendo la fascinación que verle con un vestido blando me ha causado, la terrible situación en la que estamos, y tomo consciencia de que si está vestido con algo que no sea su traje es porque alguien ha debido de ponerle un atrapasueños dentro para que su ropa no vuelva, lo cual me enfada más todavía si cabe.
A pesar de lo muy confundido y asustado que está, no hace más de veinte minutos que puso un pie en el palacio por primera vez, consigue echar a caminar hacia adelante cuando uno de sus escoltas le empuja ligeramente para que empiece a moverse.
Sus ojos miran en todas direcciones mientras avanza hacia el altar y hacia Khash, claramente desesperados en busca de ayuda, pero todo lo que encuentra son las sonrisas de los otros miembros del harem de Khash y la fría indiferencia de la ESTÚPIDA GUARDIA DE EEL PANDA DE INÚTILES PARA QUÉ ESTÁIS SI NO PODÉIS NI SIQUIERA SALVAR A UNO DE VUESTROS COMPAÑEROS DE LA ESCLAVITUD, OS ODIO, OS ODIO, OS ODIO, VOY A DESTRUIROS, VOY A REDUCIR LA GUARDIA A PEDAZOS, VOY A ROMPER VUESTRO MALDITO CRISTAL Y...
Los ojos de Simonn se cruzan con los míos. Rápidamente evita mi mirada, y mi corazón se rompe a la vez que una ira tóxica y abrasiva me invade.
Simonn termina por hacer el camino hacia el altar. Harim se acerca para retirar el ramo de flores de sus manos, y luego le deja a solas con Khash, que le dedica una sonrisa.
-El vestido te queda incluso mejor de lo que esperaba, Simonn -Dice, haciendo que al comesueños se le ponga la cara completamente amarilla.
-Gracias...
-Bienvenidos -Con voz potente, el oficial de la ceremonia comienza a hablar, sobresaltando a Simonn al pronunciar esa primera palabra-, a este evento que quiere celebrar la unión entre nuestre queride Sulta Khash Al-Muzdahir Ibn Midas Al-Elsi, Gran Sulta de Elsur, Gobernante de la Ciudad de Oro, Líder de la Guardia Dorada, Maestre del Ejército Primero de la Ciudad de Oro, Gran Maese del Gremio del Gran Comercio de Elsur, Sahba del desierto y sus arenas, Tercera Cabeza de la Corte real del Gran Reino sobre la Arena y... -Se toma un momento para respirar- Simonn.
... Giallo, de la Guardia Brillante de la Guardia de Eel, Caballero de la Guardia Real de Lund’Mhulhingar, AL MENOS DECID SU NOMBRE Y TÍTULOS.
-A partir de hoy, ellos dos compartirán el mismo camino en la vida, apoyándose mutuamente y sirviéndose para que ambos puedan encontrar la felicidad... -Sí, salvo que uno de los dos va a servir más... Voy a matarle... Juro que voy a matarle...- Nosotros habremos de ayudarles a cuidar esta felicidad, y para ello les desearemos nuestros mejores deseos en su próspero matrimonio. Es por eso que, si de los presentes, alguien tuviera alguna objeción que pronunciar, deberá hablar ahora o-
-¡PROTESTO! ¡PROTESTO FUERTEMENTE! ¡NO! ¡ME NIEGO A QUE ESTO SIGA!
A mi lado, Valkyon me mira con ojos muy abiertos cuando me levanto y me pongo a gritar. Pero por supuesto que no me iba a quedar callado. ¿¡Qué demonios!? ¡No! ¡Simonn no va a casarse con esa... ese... eso...! ¡ME DA IGUAL! ¡SIMONN NO VA A CASARSE CON KHASH!
-Hiiro, qué estás... -Escucho a Leiftan quejarse, pero por el rabillo del ojo cazo a Ezarel silenciándole a base de taparle la boca.
-Dales duro -Dice el elfo, evidentemente animando mi revolución.
-¿Oh? -Desde el altar, Khash me lanza una mirada de interés, algo contrariade, mientras que Simonn me mira con ojos brillantes que me ruegan que le saque de aquí- Esto es nuevo. No esperaba que nadie fuera a quejarse, la verdad. Lo de hablar ahora o callar para siempre está más por dar el pego que por otra cosa, ¿sabes?
-¡Pues yo me quejo igual! -Me aferro al respaldo del asiento que tengo delante, con tanta fuerza que casi temo ir a romper la madera y llenarme las manos de astillas- ¡Me niego a permitir que te cases con Simonn!
-Hiiroooo... -Escucho al comesueños decir mi nombre con un entusiasmo enterrado bajo muchas capas de terror.
-¿Y por qué será eso? -En los labios de Khash aparece una sonrisa arrogante- Si vas a protestar, dame un motivo, y uno que tenga verdadero peso, para evitar este matrimonio. Quién sabe, a lo mejor me convences...
-¿Además de que estás forzando a alguien a casarse en contra de su voluntad para satisfacer tus propios intereses políticos? -Escupo mis palabras con veneno.
-Hiiiiiiiro... -Valkyon susurra mi nombre con lo que parece que es miedo. QUE ME DA IGUAL, QUE ESTÁ FORZANDO A SIMONN A CASARSE CON ELLE.
-Además de eso, sí -La sonrisa de Khash se vuelve desafiante ahora-. ¿Y bien?
Siento el latido de mi corazón retumbando con una fuerza atronadora en mis oídos. La sangre se me sube a la cabeza, colorando mi rostro de rojo en parte por la rabia, por el esfuerzo de gritar, y por la vergüenza... Escucho un pitido a lo lejos. Casi, casi, siento que me estoy viendo a mí mismo a tercera persona, y que estoy a punto del desmayo.
A pesar de todo, me agarro con más fuerza al banco, haciendo que la madera se resquebraje bajo mis manos, y tomo aire profundamente antes de gritar, a pleno pulmón:
-¡NO PUEDES CASARTE CON SIMONN, PORQUE SIMONN VA A CASARSE CONMIGO!
Espera que acabo de decir q-
Un coro de gritos, exclamaciones y murmullos se abre paso después de mis palabras. Todas las cabezas se giran en mi dirección, todos los ojos me observan. Incluídos los de Khash, muy abiertos por la sorpresa. Incluídos los de Simonn, a los que no me atrevo a mirar.
Escucho, alta y clara, haciendo eco en las paredes de la sala... La risa de Khash.
-¡SÍ! -Entusiasmade, pega algunos brincos y una palmada- ¡Por fin, oh, por fin! ¡Llevo esperando este momento toda mi vida! ¡El DRAMA! ¡Agh! -Hace una serie de sonidos emocionados, extrañamente contente por toda la situación- Oh, esto es tan romántico. Me encanta, me encanta...
Me quedo un poco confundido por la reacción, no nos vamos a mentir. Esto no era para nada lo que yo esperaba. Salvo que tampoco esperaba nada porque sigo sin saber por qué he gritado lo que he gritado-Oh, dios, ¿estoy perdiendo la cabeza? ¿Es eso? ¿Estoy delirando?
-Pero ven, ven; ¡no seas tímido! -Con una mano me invita a acercarme al altar.
Un poco confundido, obedezco, empezando a moverme hacia allí pidiendo perdón a la serie de piernas por las que tengo que pasar para poder salir del banco encajonado. Mis compañeros de la Guardia me miran todos con sorpresa en el rostro, posiblemente aterrados ante mi atrevimiento y quizá hasta temiendo por todas nuestras vidas... Las excepciones son Ezarel, que me hace el gesto de dos pulgares hacia arriba, claramente contento con mi arrebato antisistema; y Nevra, que mira al suelo sujetándose las manos con la cabeza. Que le den. Que les den a todos, realmente, porque no sé lo que está pasando ni lo que va a pasar, pero sé que ninguno de ellos ha intentado mover un solo dedo para ayudar a Simonn.
Consigo hacer el camino hasta el altar bajo la atenta mirada de... Prácticamente todo el mundo en la habitación. Sigo esforzándome por evitar mirar a Simonn, porque siento que me voy a morir de vergüenza si tengo que mirarle a la cara.
-Oh, esto es... -Khash se acerca a mí con la más brillante de las sonrisas en el rostro- Esto es perfecto. Oh, sí. Entonces, dices que vas a robarme a Simonn para poder salvarle de mi tiranía y casarte tú mismo con él, ¿no?
¿... es eso lo que voy a hacer?
Quiero decir, no sé si me quedan muchas otras opciones. Puedo intentar agarrar a Simonn y salir corriendo pero, ¿a dónde iba a hacerlo? Khash tiene control sobre todo Elsur, iba a ser ridículo intentar escapar. “Robarle” a Simonn tampoco iba a ser la más inteligente de las ideas, pero...
Me atrevo, por primera vez desde mi súbita declaración de intenciones, a mirar a Simonn.
Él tiene los ojos pegados en mí. Ojos dorados de comesueños, tan distintos al dorado de Khash, que me miran... Como si fuera lo único en este mundo que valiera la pena mirar. Algo en sus ojos hace que sienta mariposas en el estómago, y mis mejillas brillan sonrojadas de la misma forma que hacen las suyas, aunque él lo haga de color amarillo.
Vuelvo a enfrentar mis ojos con los de Khash.
-... Yup -Asiento, con toda la firmeza que puedo.
Khash emite una concatenación de sonidos de significado confuso, si es que llegan a tenerlo, que más que un mensaje lo que transmite es una emoción.
-¡Estupendo! ¡ESTUPENDO! Oh, adoro esto, no sabes lo... -Se lleva a la cara para... ¿p-para enjugarse una lágrima?- Lo feliz que me hace todo esto. Llevo toda mi vida esperando este momento. ¡Por fin!
-¿No estás enfadade? -Cuestiono, aún confundido por su actitud.
-Oh, no, este es uno de los mejores días de mi vida... -Niega con la cabeza- Simplemente adoro las bodas, ¿sabes? Pero siempre que me caso es todo lo mismo. ¡Estaba deseando que por fin alguien interrumpiera una! Y no hay nada más pasional que oponerse a mí cuando estoy a punto de robarte a tu amado, ¿eh? -Su... ¿supongo? ¿Está este tipe bien? El poder debe habérsele subido a la cabeza, porque claramente está majara, y no Majarajá porque ese debe ser uno de los pocos títulos que no tiene, sino majareta- Es tan romántico. Lo adoro. Ven, ven aquí...
Me agarra de la mano antes de que pueda reaccionar y tira de mí hasta colocarme frente al altar, junto a Simonn, guiando ahora mi mano para coger la suya.
Pero un leve respingo al entrar en contacto con Simonn, y él hace lo mismo. Una vez más siento mi cara encenderse con el rojo.
-Sois... adorables... -Khash nos mira al uno y al otro casi pegando brincos en el sitio, muy entusiasmade- Oh, esto va a ser genial... ¡Ah, dejad que oficie yo la boda!
-¿¡Aquí y ahora!? -Sus palabras me sobresaltan al escucharlas y le sigo con la mirada cuando se coloca al otro lado del altar, forzando al otro oficial a retirarse a base de empujones y la escolta de Harim, que ha estado todo este tiempo en primera fila sin decir nada y simplemente juzgándonos a todos con la mirada.
-¡Por supuesto! -Khash coloca ambas manos en el altar, emocionade- A fin de cuentas, es lo que has dicho que ibas a hacer, ¿no? Casarte con Simonn.
... S-supongo que he dicho eso...
Lanzo una mirada a nuestras manos entrelazadas. Como para inspirarme confianza, Simonn da un pequeño apretón en ellas, lo que me sorprende un poco. Levanto la vista a él, hacia su rostro, dándome cuenta ahora que le tengo tan cerca de que también le han maquillado de forma suave, pero agradable a la vista... Claro que Simonn es siempre agradable a la vista. En más de un sentido.
-¿Quieres hacer esto? -Le pregunto, con un poco de duda en mi voz. Sé que he dicho que es para salvarle de la tiranía de Khash o lo que sea, pero también siento que me estoy imponiendo yo un poco casi forzándole a casarse conmigo.
Así que, con todo y con eso, me sorprende cuando asiente levemente, incapaz de mirarme a la cara por la misma vergüenza que me invade a mí. Una vez más, siento mariposas en el estómago.
-Me... -Habla por primera vez desde que empezó todo esto, con voz temblorosa plagada de nerviosismo- Me... encantaría... Poder casarme contigo, Hiiro...
Algo estalla en mi interior al escucharle decir esas palabras.
Aprieto sus manos con fuerza, y él se sobresalta un poco cuando lo hago, levantando la mirada a mí. Cuando lo hace, trato de dedicarle una sonrisa que, espero, sea al menos la mitad de radiante que todas las que me ha dedicado a mí a lo largo de tantos meses de amistad.
-En ese caso -Me giro hacia Khash, que nos está mirando con una sonrisa en la cara y los ojos de une niñe que ha encontrado su nuevo juguete favorito-. Nos casamos.
-¡Síiiiiiiiiiiiiiiii! -Grita con mucho entusiasmo, aplaudiendo- ¡Sí, oh, sí! Acabáis de hacerme la persona más feliz sobre la faz de Eldarya, buff... -Se lleva una mano a la frente- ¡Perfecto entonces! Resumiendo por donde nos habíamos quedado, voy a omitir toda la parte de las objeciones porque al que se atreva a interrumpirme esto le cortaré la cabeza y se la entregaré a su madre -Eso no es siniestro, para nada-. ¡Hiiro!
>>¿Aceptas la unión con Simonn en matrimonio, durante el resto de tus días, hasta que llegue el momento en el que el polvo de tus huesos sea uno con la arena?
Supongo que esa es la forma que tienen en Elsur de hacer estos ritos. Eh... Muy bien.
Tomo aire con toda la firmeza que puedo y miro fijamente a Simonn, que me devuelve la mirada. Aprieto ligeramente su mano.
-Sí, quiero.
-¡Y Simonn! ¿Aceptas tú la unión con Hiiro en matrimonio, durante el resto de tus días, hasta que llegue el momento en el que tu esencia onírica alimente los vientos cálidos del desierto?
En el rostro de Simonn aparece una sonrisa, haciendo que mi corazón palpite con más intensidad que nunca. Y al verle sonreír, sé que esta ha sido la decisión correcta.
-Sí, quiero.
-En ese caso... ¡Podéis besaros!
Ni siquiera me lo pienso. Me acerco a Simonn y me echo sobre él, cogiéndole por la cadera para echarle hacia atrás y, a pesar de la diferencia de altura, inclinarle para poder besarle con toda la intensidad que se merece. Es nuestro segundo beso, en unas circunstancias muy distintas a las que fue el primero, pero me aseguro de que en esta ocasión sea mucho mejor que la anterior, tratando de transmitirle el genuino sentimiento de cariño que tengo hacia él.
La habitación entera irrumpe en gritos y aplausos emocionados con nuestro beso, celebrando el enlace.
Enlace.
Es... ¿Es de verdad entonces? ¿Estoy casado? ¿Con Simonn?
Cuando separo mis labios de los suyos y me alejo un poco, puedo ver en sus ojos una mirada radiante. Me hace sonreír.
Nos incorporamos. Escucho a Khash lanzando más sonidos incongruentes, que imagino que debe ser la verbalización de cuando alguien hace un keysmash.
-¡Gracias por esto! -Nos dice, y cuando le miro veo que está... Está llorando, vaya- Es... de verdad que es el mejor día de mi vida...
-También es el mío -Simonn habla ya sin miedo, aunque en su voz aún se reflejan los nervios. Que diga eso, con la sonrisa radiante que tiene en la cara, hace que sienta calorcito en mi pecho.
-¡Alianzas, alianzas, vais a necesitar alianzas...! -Khash hace un gesto pensativo- No iba a usarlas porque, bueno, si tuviera que vestir un anillo por cada matrimonio, me quedaría sin espacio en los dedos rápidamente, pero vosotros necesitáis alianzas...
-¿P-pueden no ser de oro? -Pido. Parece personalmente ofendide con el comentario- Mi alergia...
-Bueno, ya veremos... -Gruñe para sí- Oh, tantas cosas que no estaban preparadas... Pero no os preocupéis, tenéis EL MEJOR de los banquetes esperándoos hoy, sí... Pienso hacer que hoy sea... el mejor día de vuestra vida. ¡La boda del año! Qué digo del año, ¡será recordada por siglos! ¡Harim! -Le llama chasqueando los dedos, y en seguida Harim se apresura a colocarse junto a elle- Tenemos mucho que planificar, vente conmigo. Ordena a tu equipo que velen por la seguridad de nuestros dos amigos... Nada ni nadie puede arruinar este día, ¿entendido?
-Sí -Harim asiente escuetamente. Le devuelve a Simonn su ramo de flores, que el comesueños recupera con algo de confusión-. Enhorabuena por el enlace... Que vuestra unión permanezca hasta que el desierto pierda su arena.
-¿G-gracias...? -Acepto la felicitación con algo de duda.
-¡Por supuesto, enhorabuena! -Khash sale de detrás del altar para acercarse a nosotros y a cada uno nos da un par de besos en las mejillas- Espero que vuestro matrimonio reciba bendiciones durante muchos años... -Habla con una enorme sonrisa- Tenéis, de aquí en adelante, mi protección plena. Olvidaos de la Guardia de Eel: vosotros dos sois mis protegidos. Pedid, cualquier cosa que queráis, y se os dará.
-Quitadle el atrapasueños -Es lo único que pido.
-No -Pero Simonn me sorprende al rechazar eso-. Quiero... llevarlo puesto un poco más -Me extraña, así que le miro con duda-. Um... Quiero seguir teniendo el vestido, si eso está bien...
-Por supuesto -Que diga eso me enternece-. Te queda estupendo, Simonn. Disfrútalo.
-Gr-gracias...
-Sois. Adorables -Por cómo nos mira Khash, juraría que está a punto de explotar de emoción-. AAAAAAAA-¡Harim, sácame de aquí antes de que me maten de un infarto!
-Como ordenes... -Harim suspira con cansancio.
Aún con eso, se lleva a Khash agarrándole de la mano, sacándole del edificio con Khash casi dando brincos según camina.
En cuanto ambos dos se van, la multitud de gente nos rodean a Simonn y a mí sin darnos tiempo a asimilar siquiera lo que acaba de pasar. El público, los miembros del harem de Khash, nos felicitan por el enlace, y nosotros les damos las gracias entre tartamudeos. Algunos expresan lástima porque ninguno de nosotros se haya unido al harem, otros nos dicen que les hemos hecho creer de nuevo en el amor verdadero y hay una persona que dice que moriría por nosotros si se lo pidiéramos.
-P-por favor, no hagas eso -Pide Simonn.
La multitud de gente se parte en dos cuando de repente aparece Erika entre ella. Se lanza a por nosotros sin darnos tiempo a decir nada, atrapándonos a ambos en un enorme abrazo que casi nos arrolla y que hace daño cuando aprieta.
-¡Hiiro! ¡Simonn! ¡Estáis los dos vivos! -Grita mientras nos abraza- Me alegro tanto... -Nos suelta y retrocede, y luego nos mira con algo de duda- Este... ¿E-enhorabuena por la boda? Estáis, tipo, ¿casados de verdad?
El resto de la Guardia se acerca a nosotros también. El público entiende que esto es algo un poco más privado, así que poco a poco empieza a salir del edificio con la promesa de un banquete, dejándonos a solas.
-Esto no... -Escuchar a Nevra abrir la boca me enfada, la verdad. De hecho, sigo enfadado con todos ellos- No puede tener validez real... Quiero decir...
-Nos ha casado su Sulta de Elsur -Hablo con el tono más seco que puedo-. Es perfectamente válido.
-... chincha rabincha -Simonn canturrea en voz baja, haciendo gimotear a Nevra.
Juraría que va a decir algo más, porque abre la boca, pero me encargo de apuñalarle con la mirada para que le quede claro que cualquier tipo de comentario que quiera hacer ahora mismo no es bienvenido y que lo mejor que puede hacer es callarse la boca. Así que se queda calladito.
-¿Enhorabuena? -Alessa parece confuso, pero lo dice igual- ¿Estáis seguros de que esto es una buena idea?
-La verdad es que no esperaba que esto fuera a terminar así -Leiftan también parece sorprendido-. Bien está lo que bien acaba, pero...
-Oh, a mí me encanta -Ezarel es el único que sonríe-. Y estoy deseando aprovechar ese banquete. Odio las bodas, pero me gusta la tarta de bodas...
Sabes... sabes qué. Que les den. A todos.
-Sois una panda de hipócritas -Mis palabras generan sorpresa cuando las digo, a todo el mundo sin excepción-. Habéis estado a punto de dejar que Khash directamente esclavizase a Simonn. Y no habéis hecho nada. Qué pasa, ¿que ahora que ya ha pasado estamos todos contentos y somos muy amiguitos? Pues no.
-Lo siento, Hiiro... -Leiftan me mira con cara de pena- Era una situación delicada y-
-Me la suda, Leiftan -Una vez más, mis palabras parecen causarle shock-. Si hubieran sido Ezarel o Erika, ya te digo yo que no ibas a estar tan tranquilo. ¿Qué pasa, que aquí somos unos más que otros, o qué?
-Hiiro... -Simonn me coloca una mano en el brazo como para intentar calmarme- Esto no... No es culpa de nadie. No te enfades...
-¡Sí me enfado! -Me giro a mirarle, indignado- ¡No iban a hacer nada por ti! Y, seguro, yo tampoco es que tuviera ningún plan en mente, pero no podía dejarte... -No quiero ni decirlo. Pensar en Simonn atrapado para siempre en este palacio me pone enfermo- ¡Y sí que tenemos culpable! Miiko, que te ha mandado aquí sabiendo perfectamente lo que iba a pasar.
-Miiko no podía saber...
-Piénsatelo mejor -Le interrumpo-. Gran Sulta de Millonetis con todo el poder del mundo y famose por su harem, en el que le encanta coleccionar faéricos extraños. Te manda aquí, a ti solo, un comesueños, diciéndote que tienes que sacarnos “bajo cualquier circunstancia”...
Se lo piensa unos instantes. Al final, llega a la misma conclusión a la que he llegado yo, y pone cara de enfado.
-¡Pedazo de zorra! -¡Eso es! ¡Dilo más alto, Simonn!
-Creo que estamos llegando a conclusiones precipitadas... -Leiftan sigue intentando calmar los ánimos, pero no podría importarme menos.
-Creo que deberías estarte calladito un rato tú también, Leiftan -Respondo, y esta vez parece que se ofende. Ignorando eso, extiendo un brazo para ofrecérselo a Simonn, que entrelaza el suyo con el mío-. Si nos disculpáis, a mí me apetece mucho celebrar nuestra boda, no sé qué dirá Simonn.
-Oh, me encantaría -Sonríe al decir eso, y yo imito el gesto.
-Así que, dicho eso, nos vamos. Ezarel si quieres tarta ya puedes irte dando prisa, porque no pienso guardarte un trozo.
Echo a andar, y Simonn camina conmigo, y así dados del brazo abandonamos el interior del edificio. Antes de salir, Simonn se asegura de tirar su ramo hacia atrás, y a ninguno de nosotros nos importa en manos de quién acabe, así que ni nos molestamos en mirar.
Al salir fuera, nos encontramos con más gente que nos recibe entre gritos y jolgorio, tirando pétalos de flores blancas por encima de nosotros. Les damos las gracias de forma algo embarazosa, pero nos reímos con la celebración. Intercambio una mirada con Simonn. Hay algo... liberatorio en todo esto, por alguna razón.
Tenemos ya a dos guardias preparados para hacernos de escolta. Como ninguno de nosotros tiene ni idea de qué se supone que está pasando, simplemente nos dejamos guiar por el palacio mientras que se nos informa un poco de cómo va el asunto. Aparentemente, cada vez que Khash se casa es festivo en todo Elsur, y elle y su nueva pareja hacen un recorrido por toda la Ciudad de Oro para festejar, pero ese paso vamos a omitirlo esta vez porque somos dos extranjeros a los que nadie conoce, así que todo se va a quedar en el recinto del palacio. Nos espera un banquete grandioso con comida, bebida, fiesta, música, baile y todo lo que podamos imaginar.
-Suena bien -Comenta Simonn. Yo simplemente le abrazo, contento por cómo se ha resuelto, y contento porque esté aquí, conmigo, y que esté bien.
Somos conducidos al patio principal, donde hay armada ya una buena celebración. En el centro del patio hay montado un cómodo espacio lleno de cojines donde nos espera Khash, que nos indica que ese es nuestro sitio como la pareja de honor.
-¡Aqui, aquí! -Nos llama, y hacia allí vamos- Ah, tenía tantas actividades preparadas para hoy. Ya veréis, va a ser un día magnífico... He mandado a Harim a por vuestras alianzas, no os preocupéis que llegará. ¿Qué más, qué más? ¿Qué puedo ofreceros? ¿Que queréis? No seré un djinn, pero puedo concederos cualquier deseo... ¡Oh! -Una idea ilumina su mente- ¿Queréis un djinn? Puedo ir a buscaros alguno... No son fáciles de encontrar pero-
-Está bien, Khash, gracias -Le corto antes de que pueda seguir hablando-. Todo esto nos ha pillado un poco por sorpresa así que...
-¿Podríamos estar a solas un rato? -Pregunta Simonn.
-Eso va a ser un poco difícil... -Khash mira a nuestro alrededor, donde los habitantes del palacio ya se han unido a la celebración- Al menos, en lo que duren las celebraciones. Pero no os preocupéis... -Nos guiña un ojo- Después de eso, me encargaré de que podáis disfrutar de la habitación que tengo yo preparada para mis lunas de miel.
Siento que se me calienta la cara un poco más al oír eso, y que no soy el único.
Aunque no pueda dejarnos “solos”, Khash entiende la idea general y considera oportuno alejarse, dándonos a Simonn y a mí una vana ilusión de privacidad durante unos instantes, aunque estemos en un patio completamente rodeados de gente con la atención puesta en nosotros.
Me giro hacia Simonn para mirarle a la cara, con él haciendo lo mismo. Una de sus manos busca la mía y nuestros dedos se entrelazan en un gesto dulce e íntimo.
-Gracias.
La palabra tiene mucho impacto, la siento resonar en mi pecho. Miro a Simonn con toda la dulzura del mundo, yo mismo agradecido meramente por el hecho de que esté aquí.
-Siento todo esto -Yo me disculpo-. Ojalá no hubiera tenido que...
-No -El agarre en mi mano se hace un poco más fuerte-. Esto es... -Hace una mueca avergonzada- Sé que no está bien decir esto, pero me hace... ¿un poquito feliz? Que estés dispuesto a casarte conmigo.
A mí me hace un poquito feliz también, no voy a mentir. Quizá algo más que “un poquito”.
-Entonces, um... -Avergonzado, casi me cuesta sostener su mirada- Es... e-está todo bien.
-Sí...
-Ahá...
-...
-...
-Eh, bueno -Carraspea, estirándose un poco y mirando ahora en alguna otra dirección-. Supongo que luego podemos... Eh, ya sabes, divorciarnos. Supongo. Para que luego no... Haya problemas ni nada...
-Ya, sí, eh... -Esto ha sido un poco shotgun wedding, pero tampoco ha habido mucha opción- T-tranquilo, no quiero que luego esto sea, como, que te moleste, ni...
-Q-No, no, no me molesta... -Hace una mueca- Es, eh, uh... En realidad, ¿sabías que si dos miembros de la Guardia se casan tienen derecho a una vivienda en el Refugio?
-Anda, ¿sí?
-Podemos tener una casa para nosotros solos... -Se ríe incómodamente- A lo mejor podemos seguir casados un tiempo, sólo por... Las ventajas.
-Sí, por supuesto -Asiento-. Hay que... aprovecharlo, ¿no? No me he casado nunca.
-Yo tampoco.
-Pues hay que vivir la experiencia.
-Sí.
-Eeeexacto.
-Eso mismo.
-Mhá.
Simplemente nos quedamos mirándonos a los ojos el uno al otro con infinito cariño, como dos buenos amigos.
Hasta que Khash viene a gritarnos de nuevo lo muy feliz que le estamos haciendo. Me alegro por ti, Khash. Es tu gran día. Sé feliz.
Pasamos todo el día recibiendo felicitaciones de todo el mundo. Cada vez que alguien de la Guardia se acerca a nosotros le bufo, y al final sólo tolero que Erika hable un poco con nosotros y ya, porque sigo enfadado con el resto. Nevra directamente ha desaparecido del mapa y yo me alegro por ello, adiós.
La comida es cuantiosa, y Simonn parece maravillado por ella, así que come a dos carrillos, igual que yo. La tarta de boda es... Fabulosa. Pisos y pisos y pisos de tarta. Tengo que disculparme con Khash cuando le digo que yo no puedo cortarla, y Simonn se indigna de que no le dejen hacerlo con un tenedor y tenga que usar una espada mística milenaria mágica mortal maravillosa, pero al final accede y es él el que la corta. Y está deliciosa. Cremosa, suave y dulce. Escucho a Ezarel llorando de la emoción en algún lugar.
También, aunque aquí no sea costumbre el “primer baile”, bailamos un poco. Es Simonn el que me fuerza, porque yo no tenía intención alguna de hacerlo, pero a él le hace ilusión y por él he estado a punto de intentar asesinar alle Gran Sulta de Elsur así que, como es obvio, hago lo que sea que él quiera. Y bailamos, aunque sea un poco aparatoso con su vestido, que aún no quiere quitarse (ninguna queja). Según va cayendo la tarde aparece la bebida, y por una vez la verdad es que me apetecería poder beber, pero no lo hago porque Simonn no puede acercarse al alcohol y yo no pienso despegarme de él hasta que lleguemos a nuestra futura casa en Eel, así que nada de bebida para mí.
También por la tarde, Harim aparece desde el cielo, posándose no muy lejos de nosotros y trayendo, en una cajita de madera lacada, nuestras alianzas.
-Están hechas a medida -Informa.
-¿Cuándo has tomado la medida d-
-Espero que os gusten -Su voz me deja claro que hay preguntas que es mejor que nunca tengan respuesta.
No es especialmente ceremonial, pero Simonn y yo hacemos un intercambio de alianzas un poco privado, sentados sobre la pila de cojines, haciendo comentarios entre murmullos sobre los anillos. No son de oro, lo cual me resulta un alivio, sino de una plata brillante y lisa. Sencillas, al contrario que todo el resto de la boda, lo único a destacar de las alianzas son nuestros nombres grabados en el interior de las alianzas, junto con la fecha del día de hoy.
Con mi anillo ya puesto y con él teniendo el suyo, miro a Simonn con una sonrisa en el rostro, sintiéndome algo... Emocionado, excitado quizá, ante todo lo sucedido. La misma sensación burbujeante cuando un chico guapo te sonríe o cuando tu crush se acuerda de darte los buenos días, salvo que mil veces más intensa. Simonn me devuelve la misma sonrisa de forma cómplice, y no me cabe duda de que debe sentir lo mismo que yo... Espero...
Le miro a los ojos, tratando de leer sus sentimientos. Él hace lo mismo. Sus ojos brillan como nunca, con un color dorado muy distinto al de toda la ostentosidad que nos rodea, simplemente... Es luminoso. Atractivo. Cálido.
Todas esas palabras sirven para describir a Simonn.
Siento que su mano se coloca sobre la mía, el contacto me resulta electrizante. Noto la calidez de su proximidad, la misma emoción burbujeante que sube por mi pecho, acelerándome el pulso...
-Sois mis dos personas favoritas en todo el universo.
Ambos pegamos un respingo al volver a oír la voz de Khash, separándonos bruscamente, y casi haciendo que yo me atragante con mi propia saliva por un momento, así que me echo a toser. Los dos nos miramos hacia elle. Nos mira con una sonrisa de oreja a oreja en la cara, terriblemente ilusionade, y un poco por detrás de elle Harim también nos mira con interés y una bebida en la mano de la que da sorbos cortos de cuando en cuando.
-Pensé que lo estabais fingiendo -Dice, pareciendo casi sorprendido por ello, y eso me hace sonrojarme con violencia-. Supongo que no.
-¡Ah, el amor joven! -Khash suspira- ¿Tú recuerdas nuestra noche de bodas, Harim? -El mencionado asiente escuetamente- Estabas tan guapo en tu traje... Jamás olvidaré ese día -Finge enjugarse una lágrima, antes de devolver su atención a nosotros- ¿Os lo estáis pasando bien? ¡Qué pregunta! Por supuesto que os lo estáis pasando bien, sólo hay que veros... -Su sonrisa cobra un tinte pícaro- Se está empezando a hacer tarde y todo el mundo parece satisfecho con las celebraciones... Quizá ahora sí que podamos daros esa tan deseada privacidad que antes pediais.
No me importaría algo de privacidad, la verdad. El día ha sido... Agotador. Aunque me lo he pasado bien celebrando mi reciente matrimonio, la verdad es que agradecería unos instantes de calma y tranquilidad para poder procesar el hecho de que repentinamente estoy casado.
-Estaría bien... -Simonn responde por los dos, quizá con más ganas que yo de deshacerse de la multitud, porque él debe estar hasta más confundido y estresado que yo- Decías que tenías una... Eh, ¿casa o algo?
-Oh, sí, está retirada del resto del palacio para tener toda la privacidad posible... -Asiente, complacide- Y está... perfectamente equipado para todas las actividades nupciales que queráis llevar a cabo.
Las implicaciones de sus palabras me hacen sonrojarme, pero intento no pensar demasiado en ello. Miro a Simonn, dándole el poder de tomar la decisión. Él evita un poco mi mirada cuando mis ojos se cruzan con los suyos, yendo a mirar a Khash, que parece muy satisfeche con nosotros ahora mismo.
-Hum, creo que... quizá deberíamos retirarnos por la noche...
-Por supuesto, por supuesto... -Da una palmada- Yo me encargaré de todo por aquí, no os preocupéis. Harim, guíales hacia sus dependencias, ¿de acuerdo?
Dicho y hecho, Harim asiente ante las palabras de su Sulta y apura un poco de la bebida antes de darle alle mancionade lo que queda del vaso, para después indicarnos a Simonn y a mí que le sigamos.
Eso hacemos, caminando con un poco de duda detrás de él mientras atravesamos la fiesta. Tiene toda la pinta de que aquí la gente se ha debido hasta de olvidar de quiénes somos nosotros, porque no parecen prestarnos demasiada atención, sino que siguen centrados en la celebración que discurre a su alrededor.
Así, no hay ninguna incidencia en lo que Harim nos lleva hasta uno de los edificios un poco más remotos, alejado del núcleo principal del palacio, pero que es bastante impresionante por su cuenta.
-La Casa del Perro -Informa Harim, llevándonos hasta la puerta del edificio. Es más pequeño que la Casa del León, pero también tiene dos plantas y espero que piscina-. Es tradición que su Sulta pase tres noches conviviendo con su cónyuge aquí antes de retomar su rutina, pero... -Nos mira alzando una ceja- Este es un caso especialmente particular.
-Um -Simonn levanta la mano tímidamente-. Si me paso tres días sin poder comer, voy a morirme.
-Cierto, comesueños... -Harim frunce el ceño- Te procuraremos el alimento adecuado, si así lo deseas. Dicho eso, ¿preferirías que se retirase tu atrapasueños? -Ah, ¿así que se lo ha puesto Harim?
-Me, um... -Simonn habla un poco avergonzado- Me gustaría mantenerlo por esta noche...
-Como tú desees -Harim asiente-. En el interior encontraréis una campana... Hacedla sonar para que alguien venga a atenderos al instante -¿Sara, quizá? Aún no he hablado a Simonn sobre su prima (¿Supongo que son primos?), estaba esperando un mejor momento...-. En privacidad, y sin que nadie se entere de ello, ¿se me permite un comentario?
-Por supuesto -Asiento al oírle decir eso. Por lo poco que he aprendido de Harim en lo poco que le conozco, aunque sea bastante rígido cuando se trate de su trabajo, tiene bien puestos los pies en la tierra.
-Aún no tengo muy claro si estáis fingiendo todo esto o no -Dice, bajando el volumen de su voz como si temiera ser oído-, pero poco me importa. Habéis hecho feliz a Khash y elle está satisfeche con eso, así que yo también. En caso de que realmente haya algo aquí, os doy la enhorabuena por el enlace. En caso de que simplemente hayáis hecho un apaño... -Me mira a mí- Tú eres un buen amigo, y deberías estar orgulloso de tu coraje -Antes de que pueda terminar de sonrojarme, se dirige a Simonn-. Y tu valor tampoco ha debido ser subestimado, pues estabas dispuesto a intercambiar tu libertad por el bien de tus amigos...
-Así que admites que los miembros del harem son captivos -Acuso. Harim pone cara de conflicto, aunque no parece especialmente ofendido por mis palabras, sino más bien herido.
-No todos lo somos -Parece elegir sus palabras con prudencia-. Khash ofrece a todo el mundo una oportunidad y, para algunos, es una verdadera salvación. Yo decidí casarme con elle por mi propia voluntad, y desde entonces mi vida no ha ido sino a mejor en todos los aspectos... Pero soy consciente también de que mucha gente acepta su propuesta porque no les queda otra salida -Niega con la cabeza-. Aún así, procuramos darles una buena vida. A todo el mundo. Khash no... -Frunce el ceño- No es como nosotros. No entiende... Algunas cosas. Se ha criado en la vanidad y el materialismo. Por supuesto que entiende que casarse con elle y ser parte de su harem es una oportunidad única y que todo el mundo debería estarle agradecido por ello. Así es como es... Pero sus intenciones no son venenosas, puedo asegurároslo -Parece tener verdadera devoción por Khash... Pero aún así, que sepa reconocer que tiene sus fallos me hace saber que la devoción viene el cariño que le profesa, en lugar de simplemente una idolatría ciega-. Como sea -Carraspea-, sea cuál sea la verdadera naturaleza de vuestra relación, os recomiendo mantener las apariencias al menos hasta que volváis a las tierras de Eel. Una vez lleguéis allí, sois libres de hacer lo que queráis.
-Gracias por el consejo -Digo, entendiendo perfectamente lo que quiere decirnos. Efectivamente, tiene los pies puestos en la tierra.
-Y, otro comentario que espero que no entendáis malintencionado... -Suspira pesadamente- La Guardia de Eel ha intentado pegarle una patada en el culo al comesueños. Yo de vosotros sería cauteloso con ella de ahora en adelante.
-Oh, no te preocupes por eso -Recordar a la zorra que tenemos por Líder y a los inútiles de nuestros ““““““““compañeros”””””””” me hace querer pegarle un puñetazo a algo-. Habrá repercusiones por lo que ha pasado aquí hoy.
-¿Vas a pelearte con la Guardia de Eel por mí? -Simonn habla con tono de broma, pero...
-He estado a punto de pelearme con su Sulta de Elsur, Simonn -Le recuerdo.
-No, no lo has estado, te hubiera empalado antes de que hubieras podido tocar a mi Sulta... -Harim masculla un poco sus palabras. Al menos él se preocupa por los suyos, no como OTROS- Como sea, no quiero entreteneros más. Por favor, procurad tener una noche placentera.
-La tendre... -Entiendo el doble significado de sus palabras y mi voz se rompe en un gallo, haciendo que Harim sonría-... mos.
Harim se aleja después de un cabeceo, lo que nos deja solos a Simonn y a mí. Hay un instante de silencio avergonzado antes de que ambos nos giremos en dirección a la Casa del... ¿qué animal era? Ni me acuerdo.
-Bueno... -Simonn va a hacer un gesto hacia la puerta. Yo le detengo, cogiéndole de una mano.
-Espera... Déjame hacer esto bien.
Evidentemente no me entiende, porque no sabrá comprender las tradiciones nupciales del mundo humano, así que se sorprende mucho cuando, con relativamente poco esfuerzo, le sujeto para poder levantarle a pulso y cogerle en brazos. Si fuera una persona normal, no podría, pero comesueños que es, pesa bastante poco, así que el único problema que tengo me lo causa su abundante falda.
-¿Qué está pasando? -Pregunta en voz alta, con el rostro coloreado de amarillo.
-Se supone que el marido tiene que llevar a la mujer en brazos cuando atraviesan el umbral de donde van a pasar la noche de bodas -Indico.
-Ah. Uh. ¿Y yo soy la mujer?
-Bueno, eres tú el que lleva el vestido.
-Tú también estás llevando falda.
-...
-...
-¿Quieres llevarme tú en brazos a mí?
-De hecho, no se está nada mal aquí -Pongo los ojos en blanco, mientras que él se ríe-. ¿Cómo se supone que vas a abrir la puerta?
-De una patada.
-¿En serio?
-No. ¿Puedes abrirla por mí?
Decir que la maniobra es torpe y poco grácil es poco, porque entre que Simonn ocupa bastante espacio y que yo tampoco soy la criatura más ágil de este mundo, al final necesitamos un par de intentos y que Simonn se dé dos cabezazos hasta que consigo hacernos pasar a ambos. Cuando cierro la puerta ahora sí de una patada, Simonn me aplaude.
El interior de la casa está decorado de forma exquisita, como se esperaba del Palacio del Oro. Por el suelo hay repartidos pétalos dorados de las mismas flores que tenía Simonn en el ramo, y la iluminación está compuesta de velas entiendo que para dar un ambiente más... eh, íntimo. En el centro de la habitación hay un sofá bastante grande con una mesa frente a él, y en la mesa hay una botella de algo que desde luego no nos vamos a beber y un par de copas.
-Oh, este sitio es... -Simonn, al que aún tengo en brazos, mira alrededor- No está mal.
-¿Mejor que la Guardia de Eel?
-No cuando tengamos nuestra propia casa -Cierto-. ¿Crees que podremos robar algo para llevárnoslo de souvenir?
-Podemos intentarlo...
Me acerco hacia el sofá para dejar a Simonn sobre él. Inmediatamente se levanta y empieza a curiosear por la sala, no sé si intentando tasar los objetos de la decoración con la mirada o si simplemente admirando el ambiente. Yo me siento en el sofá. Mejor, me desplomo sobre él. Ahora que no estamos rodeados de una multitud de gente, estoy exhausto. Ha sido un día muy largo y complicado.
Aún no termina de entrar en mi mente el hecho de que ESTOY CASADO.
Supongo que, depende de cómo quieras mirarlo, no ha cambiado nada desde el punto de vista de que lo único que pasa ahora es que técnicamente compartimos los mismos bienes, pero creo que eso sólo implica que ahora es verdad que Ohna y Yurio son hermanos. Me hace un poco de ilusión, supongo... Haberme casado con Simonn. Pero en realidad, tampoco ha cambiado mucho... Simonn sigue siendo Simonn y yo sigo siendo yo.
Ese pensamiento me hace fruncir el ceño por un instante, cuando se me ocurre algo.
-Pregunta -Cuando me escucha hablar, Simonn se gira hacia mí-. ¿Hiiro Giallo o Simonn Allen?
-Oh -Pone cara de sorpresa-. Pues, uh... N-no sé, realmente me da igual... No, espera, tengo todos los tenedores marcados como “SG”...
-Hiiro Giallo entonces -El nombre suena un poco raro en mi boca.
-Hiiro Oliver Giallo Allen-Fujimori -Simonn dice el nombre completo-. Guau, qué combinación.
-Guau -Coincido, alzando las cejas.
Vuelve conmigo al sofá, dejándose caer a mi lado, sin que le preocupe mucho que se le chafe la falda del vestido. Es un buen vestido. ¿Me pregunto si podremos quedarnoslo?
-Así que... -Simonn habla con voz un poco cortada- Marido.
-¿Dime, marido? -Respondo parpadeando de forma exagerada, y él se ríe un poco.
-Al final hemos acabado siendo un matrimonio de verdad -Posiblemente esté pensando, igual que yo, en todas las veces que hemos hecho nuestra broma de la familia feliz-. De verdad. Como si...
Se corta por un instante. Su mirada se pierde en el suelo por un segundo, y algo en su expresión me preocupa. Sintiendo un pinchazo de tristeza, estoy a punto de hacer una pregunta, pero él mismo me interrumpe con su explicación.
-Por alguna razón, creo que tengo ganas de llorar -Es lo que dice.
-¿P-por qué, qué pasa? -Preocupado, me inclino sobre él, colocando una mano sobre su hombro expuesto.
-Nada, simplemente es... -Se lleva una mano a la cara, casi como intentando esconderse- Todo esto me hace muy feliz. Son... lágrimas de felicidad, ¿supongo? Sé que es una tontería, pero no... No sé. Nunca pensé que pudiera llegar a... -Sus mejillas se tiñen de amarillo en un instante- C-casarme. Y ha sido... Raro y repentino y cuestionable, pero estoy... ¿Contento? ¿Me lo estoy pasando bien? Y, bueno, me hace feliz, simplemente. Todo esto. Lo siento si es siniestro...
-No lo es -Le aseguro ahora más aliviado y una vez más tomando su mano-. Yo también estoy feliz, Simonn. No tenía pensado casarme cuando me desperté esta mañana, pero... Teniendo que casarme con alguien, me alegro de que haya sido contigo.
Veo ternura en sus ojos cuando digo esas palabras. Hemos pasado por mucho hasta llegar hasta aquí. Recuerdo nuestro primer encuentro, cuando al despertarme accidentalmente por la noche me encontré a un tipo rarito trajeado con un tenedor delante de mi cara. A la noche siguiente, el mismo tipo intentó matarme... O fingió que lo hacía, porque se quedó contando hasta 9,99 periódico... Meses después, esa misma persona se había convertido en uno de mis mejores amigos y confidente por excelencia. Y no todo ha sido fácil, porque está todo esto de que, bueno, casi nos mata a todos y que de hecho él se murió a causa de su traición, pero al final... Todo ha salido bien. Salvó a Miiko, aunque sea una zorra asquerosa, y volvió a la guardia. Salvó a Ezarel, aunque sea un elfo pestilente, y demostró a todo el mundo su valía en Lund’Mulhingar. Salvó a Nevra, aunque sea un ██████████ ██ ██████, y se ganó su puesto en la Guardia Brillante. Y ahora, estamos aquí.
... Por ahora.
-¿Qué vamos a hacer? -Le pregunto. Él me mira con un poco de duda, evidentemente sin entender mi monólogo interno- Qué.. quieres hacer, más bien. Entiendo que lo más seguro es, de primeras, procurar salir de la Ciudad de Oro, y eso significa volver a Eel, pero, cuando volvamos... -Frunzo el ceño- Estoy muy enfadado con la Guardia.
-Lo sé -Invierte la posición de nuestras manos, de forma que su pulgar puede acariciar la mía-. Y lo entiendo. Pero no... No creo que merezca la pena enfadarse por esto.
-Per-
-Shh -Me silencia cuando, al estirarse, coloca el índice de su mano libre sobre mis labios-. No importa, de verdad, Hiiro. No va a ser la primera vez que Miiko intente mandarme a hacer puñetas. Pero ella tampoco es completa culpable de todo esto, porque la situación era... La que era. Si lo que quieres es que cojamos y nos escapemos de la Guardia y huyamos a una cabaña al bosque donde nadie nos encuentre, perfecto, te seguiré allí a donde quieras... Pero recuerda que, pese a todo, la Guardia tiene cosas buenas que ofrecer, y tenemos asuntos pendientes en ella. Por ejemplo... Nos deben una casa -Es verdad. Nuestra casa-. Podemos dejar esta conversación para mañana, o para cuando sea, si de verdad tenemos tres noches para nosotros solos. Porque si me preguntas qué es lo que quiero hacer, ahora... Bueno, ahora mismo todo lo que quiero es...
Desliza su mano a través de mi mejilla en una caricia, liberando a mis labios de la presión de su dedo, sólo para que esta sea sustituida por la de... sus propios labios sobre los míos. El beso me pilla por sorpresa sólo a medias, así que soy capaz de responder a él. Su mano suelta la mía para escurrirse hacia mi cadera y me acerca a él, mientras que yo coloco ambas de mis manos en sus hombros para poder aferrarme a él cuando su cuerpo se aprieta contra el mío...
-¿Esto está... bien? -Me pregunta en un susurro, interrumpiendo el beso por un instante, y veo su cara completamente amarilla y avergonzada- ¿No es raro?
-¿Qué tiene de raro besar a tu marido? -Contesto yo.
Una chispa de entusiasmo aparece en sus ojos con mi respuesta, sustituyendo a la vergüenza. En seguida sus labios vuelven a los míos, y yo me dejo hacer cuando me besa con cariño y amabilidad, pero también de forma atrevida cuando su lengua me busca. Me dejo hacer y lo disfruto, sin querer buscarle explicación o razón alguna a lo que está pasando. Es mi marido. Puedo liarme con él si me apetece. De hecho, es nuestra noche de bodas, así que por supuesto que... tenemos que... Quiero decir, es... Es lo típico.
La mano de Simonn en mi cadera tira un poco más de mí, hasta que consigue hacerme perder el equilibrio de forma que caigo hacia atrás, mientras que él se coloca sobre mí, sin romper el contacto ni un solo instante. Mis manos se abrazan a él y tantean sus hombros y su espalda, tratando de encontrar el lazo que ata el vestido por detrás, mientras que la mano de Simonn en mi cadera se desliza hacia abajo para encontrar la abertura de mi propia falda...
Simonn se despega de mí con algo de brusquedad, lo que me deja a medio calentón y sorprendido, y me mira con el ceño fruncido.
-¿Por qué no ll-
-No hagas preguntas -Le silencio rápidamente, tapándole la boca con una mano mientras me pongo más rojo de lo que ya debo estar. Siento cómo al otro lado de mi mano, sus dientes mordisquean mi piel, en un intento de que le suelte-. Hmpf... ¿Quieres, uh...? ¿Esto te...? -Me lo pienso unos instantes, sin saber cómo ponerlo en palabras- ¿Chicos?
Sus cejas se alzan. Con suavidad, aparta mi mano agarrándome por la muñeca antes de cogerla para entrelazar nuestros dedos, mirándome fijamente a los ojos.
-No realmente... -Ah. Oh, bueno...- Pero tú sí. Mucho.
Mis mejillas se calientan al oirle decir eso.
-Pensé que era bastante obvio... -Él también se sonroja, poniéndose amarillo- Quiero decir, no he sido... sutil.
-Pensaba que Miiko y tú...
-Sólo se interesa por mí cuando necesita desahogarse del trabajo o cuando se aburre -Hace una mueca que me indica que, quizá, esperaba algo más de su relación con Miiko. Pero qué vas a esperar de SEMEJANTE ZORRA, imagino.
-Pues va a tener que buscarse a otro... -Llevo nuestras manos unidas cerca de mi rostro, para poder besar el dedo anular en el que él lleva nuestra alianza- Ahora eres mío, ¿de acuerdo?
Se pone completamente amarillo al oír eso, pero asiente. Bien. Que le quede claro. Me da igual qué tan tóxicamente posesivo suene, pero esa PEDAZO DE ZORRA no va a volver a tocar a mi Simonn, ni a hacerle daño.
Me incorporo de mi posición tumbada en el sofá, sorprendiendo a Simonn cuando lo hago, aparentemente, y decido aprovechar su postura sobre mí para poder cogerle bien por donde intuyo que están sus muslos debajo de su falda y auparle cuando me levanto del sofá, llevándole conmigo. Lanza una exclamación asustada y sus brazos rápidamente pasan por mi cuello para poder sujetarse bien a mí.
-¿A-a dónde vamos? -Pregunta, con su rostro sonrojado a unos centímetros de mi cara.
-Tiene que haber un dormitorio en este sitio. Vamos a buscarlo. Luego te cuento el resto.-Fin del Capítulo 24-
Oh. Oh. ¡¿OOOOOH1?!?!?!?!!?
Interludio LXIX
¡Feliz April’s Fools!
No, Hiiro y Simonn no se han casado. Desafortunadamente. En nuestros corazones, son una familia feliz. Pero en el canon, sólo son amigos. No homo, bro.
¿Es canon el capítulo de ahí atrás? A medias. Quería aprovechar la situación para hacer una mezcla de canon e inocentada para que fuera más verídico. ¿Habré conseguido engañar a alguien?
El capítulo es canon hasta el momento en el que Leiftan y Ezarel vuelven a entrar en la casa por la ventana. Lo que significa: No, Nevra no se ha enterado de nada; no, Ezarel y Leiftan no han pasado la noche juntos; no, Hiiro no le ha dado calabazas a Nevra otra vez y; no, Simonn y Hiiro no están casados, desafortunadamente. Quizá todo haya sido un sueño del propio Hiiro, huh. Anyways, hay setas de esto porque por supuesto que voy a hacer setas de ello. De modo que si a alguien le interesan las setas importadas de Casablanca, que me contacte por mensajería privada.
Ahora os voy a dejar el capítulo de verdad, con unos asteriscos muy sutiles para indicar el momento en el que diverge del especial de april’s fools :)
Capítulo 24.10.- de verdad :)
(Narra Leiftan)
-Muy... bien.
Tomo aire. De forma un poco nerviosa, aliso la hoja de papiro frente a mí. Sus bordes, acostumbrados a estar enrollados, tratan de curvarse... Intento estirarle un par de veces antes de simplemente darme por vencido y suspirar. Con algo de nervios, miro la pluma y el bote de tinta que hay en la mesa junto al papiro... Salvo que no es tinta, no la usual tinta de pulpatata que yo conozco al menos, porque es un líquido dorado y brillante... ¿P-por qué tiene que ser todo de oro por aquí? O, dorado, en general...
Hemos pasado un rato, después de la peculiar comida con su Sulta, hablando entre nosotros sobre qué le vamos a decir a Miiko. Además de llorarle porque venga a recogernos, hemos creído oportuno también contar lo que ha pasado hasta ahora... Así que nos hemos tenido que poner al día de todo lo ocurrido en la biblioteca, porque sólo teníamos cada uno un pedazo distinto de la historia. Ponernos al día ha hecho que salgan a la luz varios puntos muy interesantes.
El primero:
-¡Por supuesto que El Titiritero tenía que ser un antiguo miembro de la Guardia, por supuesto! -El grito exasperado de Ezarel cuando concluimos ese punto después de que Li le dejase pasar sin problemas al interior de la biblioteca- De la Guardia Brillante. Propongo que Miiko cambie por favor eso de que el puesto de la Guardia Brillante es vitalicio, con efecto inmediato y retroactivo.
-A favor -Dijo Nevra, asintiendo.
-A favor -Añadió Valkyon también.
-Y a favor por mi parte -Yo también di mi voto-. Ha sido... Inesperado, pero sinceramente, teníamos que haberlo visto venir, ¿no? Tanto odio hacia la Guardia... Su situación debe ser similar a la de Naytili.
-Bueno, quizá podríamos haber averiguado más sobre “su situación” si...
Segundo punto:
-Y no hemos podido sacar ni un solo libro -Alessa hizo un gesto de decepción, llevándose una mano a la frente-. Con la interrupción de la Guardia Dorada es comprensible, pero aún así es... Irritante.
-Siempre podemos hacer una segunda intentona en el futuro, supongo... -Suspiré para mi al decir esas palabras- Si nuestras relaciones con Elsur se arreglan después de todo esto, quiero decir.
Tercer punto... Buenas noticias, al menos:
-Así que, sí, aparentemente, ¡soy una estrella! -Esas fueron las palabras de Erika, seguidas de algunos aplausos cordiales iniciados por Nevra y seguidos por el resto del grupo- Gracias, gracias... ¿Alguien tiene alguna idea de qué significa eso?
Con esas palabras pronunciadas, todas las miradas se posaron en mí. Ya. Comprensible.
-Lo siento, Erika... -Pero tuve que disculparme, y a ella se le escapó un poco de decepción en la cara al escucharme, lo que a mí me rompió un poco el corazón- La verdad es que no... No he oído nada de una “estrella” siendo... Um, bueno, siendo una persona.
-Siempre puedes ir a hablar con... -Ezarel carraspeó- “Adalric”. Seguro que esa es una conversación interesante.
-Ja, ja -Erika hizo un gesto de fastidio-. Supongo que todo es probar, pero no me hace especial ilusión...
-No te preocupes, Erika... -Traté de dedicarle mi mejor sonrisa- Puede... Puede que no sea algo inmediato, pero te prometo que descubriremos más. Mientras tanto... Tú sigues siendo tú, Erika, y te seguiremos queriendo tal y como eres.
-Awwww... -Ella se puso rojita con eso... Qué linda es... La quiero muchísimo...- Gracias, Leift... ¡Eso es muy similar a lo que dijo Ezarel!
-Sois adorables -Decretó Nevra, con una sonrisa-. Todos vosotros. Peeero si se me permite, y hablando de querer a la gente tal y como es...
Y su mirada, junto con la del resto que habían estado en el interior de la biblioteca, se posaron en mí. Cuarto y último punto:
-Sobre este tal... Lucien... -Valkyon habló con tono cauteloso.
-No... -Pensar en... Pensar en Lucien hizo que se me frunciera el ceño- No sé... No sé qué deciros de él. Lo siento. Me pilló tan por sorpresa como a vosotros, y no... No entiendo quién era esa persona, o qué hacía ahí.
Eso... no es cierto del todo. Creo... Creo que sé quién es Lucien, qué hacía ahí. Pero no puedo decírselo. Tengo que... mentir, como siempre.
-¿Puede explicarnos alguien quién es Lucien a Hiiro y a mí? -Pidió Alessa, en tono curioso.
-Dentro de la biblioteca había un clon de Leiftan -Explicó Erika-. Era como él, pero... Bueno, tenía el pelo mucho más largo, y rubio del todo. Y los abdominales cubiertos.
-Huh -Ah, si tiene los abdominales cubiertos no soy yo, cambiemos de tema...-. Leiftan, quizá esto sea un poco extraño pero... ¿Podrías decirme cuál es tu color de pelo natural?
-¿Disculpa? -Esa pregunta me pilló por sorpresa, sí- ¿I-importa eso?
-Es negro, ¿no? -Cuestionó Erika- Quiero decir, tus cejas...
-Pero las dejas también se pueden teñir, mira a... -La frase de Nevra se cortó a medias cuando Ezarel empezó a fulminarle con la mirada- N-no he dicho nada...
-Es negro -Intervino Valkyon-. Cuando era más pequeño recuerdo haberle visto con el pelo negro del todo...
-P-pues no -Y, antes de que siguiera la conversación, yo me decidí a aclararlo-. N-no es negro. Pero tampoco soy rubio, es... -Dudé sobre cómo decirlo- No lo entiendo muy bien, pero crece así. A veces negro, a veces rubio.
-Puede pasar en algunas personas con algunas particularidades genéticas -Ezarel se coló en la conversación también-. Igual que la gente cuya piel absorbe melanina de forma irregular así que les aparecen estas “manchas”, o la gente con heterocromía. Pero no creo que nada de eso importe o aporte nada al debate que estamos teniendo. Sea quién fuera Lucien, desgraciadamente ya no podemos ir a hacerle ninguna pregunta porque Li se le cargó después de que intentase atacar a El Titiritero. Lo siento, pero creo que por el momento simplemente vamos a tener que meter a Lucien en el saco de las incógnitas y centrarnos en un problema a la vez... El Titiritero, por el momento.
Sus palabras me hicieron respirar con alivio, sobre todo cuando con ellas consiguió que la gente dejase a “Lucien” estar. Gracias, Ezarel. Por todo.
El resumen de la situación de la biblioteca es que, para variar, ha sido un fracaso absoluto. Podemos echarle la culpa de ello a El Titiritero, a Lucien, a la Guardia Dorada o a nuestra propia incompetencia, pero el resultado es que después de semanas de viaje a través de las arenas, no hemos conseguido sacar nada de esa dichosa biblioteca.
Tomo aire una vez más antes de armarme con la pluma, destapando el tintero para mojarla en la tinta dorada y empezar a escribir con mi mejor caligrafía...
“Querida Miiko,
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA-”
No, no. Es broma.
“Querida Miiko,
Te escribo desde el Palacio de Oro en la Ciudad Dorada, donde su Sulta nos ha recibido con brazos abiertos como sus invitados. Posiblemente te preguntes cómo hemos llegado a esta situación, bien, te lo explicaré...”
Trato de sonar... Formal, y de dejar que las implicaciones de la invitación de su Sulta se cuelen entre las líneas que escribo, sin decir abiertamente que ahora mismo somos rehenes. También explico escuetamente que nuestros planes en la biblioteca han sido frustrados, sin entrar en detalles del todo, y de hecho muy abiertamente procuro nada más que mencionar por encima a Lucien, sin hablarle mucho de él porque preferiría que todo el mundo se olvidase de su existencia...
Cuando al fin termino la carta, al final no me ha quedado tan breve como pensaba, pero eso no es problema... Espero. Meto el papiro en el sobre que me han proporcionado, uno perfumado con un aroma que no sé identificar del todo, y lo cierro después de lamer el pegamento... Quizá sea una tontería pero siempre se me ha hecho muy divertido enviar cartas por esa razón, je, je.
-Pues esto ya está -Comunico, y el resto de mis compañeros que estaban repartidos por la sala levantan la cabeza hacia mí-. Ahora, para enviarlo...
-A lo mejor aquí también tienen a su comesueños explotada para el servicio postal -Bromea Nevra-. Prueba a llamarla en voz alta, a ver qué pasa.
-M-me sentiría mal haciendo eso... -Si ya me siento mal por Simonn cada vez que me toca gritar su nombre... La verdad es que parece un poco cruel tener que llamarle así- Creo que... Voy a ir a buscar a alguien que pueda ayudarme. Se supone que tenemos libertad absoluta para pasearnos por el palacio, así que...
-Ahora que dices eso, quizá sea buena idea explorar un poco para hacernos una idea de cómo está distribuido este sitio -Propone Alessa-. En caso de que, no sé, debamos salir huyendo de él por algún motivo u otro.
-Oh, oh, ¡eso suena a trabajo de Sombra! -Erika da unas palmadas entusiasmadas, levantándose de su sitio en el suelo y con el gesto tirando la torre de varillas de incienso que ella y Hiiro parecían estar haciendo. Hiiro no parece contento con eso- Podemos hacerlo nosotros tres.
-Eeeeh, uff -Por la cara que pone Nevra, diría que le da pereza, pero cuando Erika le lanza una mirada llena de entusiasmo, no puede resistirse... No le culpo-. Vale. Trabajo para la Sombra, entonces, y así al menos nos entretenemos -Erika hace un gesto celebratorio con eso-. Seguro que Alessa nos puede avisar si hay pasajes secretos indetectables detrás de las paredes o algo.
-No... no funciona así exactamente...
-¿Y el resto qué hacemos? -La voz de Valkyon se sobrepone a la de Alessa.
-Custodiar a Ezarel para que no vuelva a enfadar a nadie -Propongo, ganándome una risa sarcástica por parte del elfo-. No, um... No sé. Realmente tampoco hay nada que “haya” que hacer, um... Ah, ¿no queríais Hiiro y tú nadar en la piscina o algo? Ya tenéis algo que hacer.
-¿P-podemos? -Hiiro levanta la cabeza en cuanto digo eso. De verdad que es un chico sardina... ¿Estamos seguros de que es humano, verdad? ¿No es ninguna especie acuática antropomórfica?
-Es mejor si nos tomamos todo esto como unas vacaciones -Hablo con una sonrisa-. Mejor que pensar que somos prisioneros, al menos. Tratemos de... Ver el lado positivo. Seguro que podemos aprender mucho de Elsur en lo que estamos aquí. Así que, vamos a tomárnoslo con calma, mejor que desesperarnos, y disfrutemos de nuestra estancia.
-Vacaciones en Memoria, vacaciones en Feng Huang y ahora esto, cualquiera diría que somos la Guardia de Eel -Ezarel se queja porque, como siempre, tiene que quejarse de todo.
-Contigo dentro siempre he pensado que somos más bien la Garde du Soleil -Comenta Erika, y aunque a mí el comentario me resulta raro, a Hiiro le saca una risa... Hmm, deben ser cosas humanas.
-No lo pillo -Ezarel tiene la misma reacción que yo-. Lo que sea. Me aburro, así que voy contigo a buscar el buzón más cercano -Se dirige a mí, y yo me encojo de hombros. No voy a rechazar su compañía, desde luego...
-Pues hale, ya tenemos todos algo que hacer...
Con esas últimas palabras de Alessa, cada uno se pone a lo suyo. Ezarel y yo salimos de la Casa del León con la esperanza de ir a encontrar a alguien que pueda ayudarnos con nuestros problemas postales... Harim dijo que podíamos pedirle ayuda a cualquier persona del servicio, así que entiendo que no será muy difícil que encontremos a nadie que pueda ayudarnos.
No hemos conseguido llegar del todo al edificio principal del palacio, aún a medio camino desde la Casa del León, cuando Ezarel me fuerza a detenerme de repente cogiéndome por un brazo. Me paro en seco y me giro a él para mirarle algo preocupado, sin saber de dónde viene eso, y al ver su expresión seria me preocupo un poco.
-¿Ezarel? -Le invito a hablar pronunciando su nombre.
-¿Estás bien?
Estoy... ¿qué?
-¿Disculpa...?
-Sé que.. No tenemos mucho tiempo para hablar de estas cosas y que aquí probablemente hay orejas en todas partes, pero... -Mira alrededor, como esperando encontrarse una oreja flotante de repente- Sobre lo que pasó en la biblioteca con ya-sabes-quién. No hemos vuelto a hablar de eso. Y no... Quiero reabrir viejas heridas, pero estabas hecho mierda. Juraría que debes seguir estándolo, viendo que todas estas noches te has despertado a gritos. No has debido mirarte a la cara, pero se te ven las orejas. Y... Bueno, y es obvio que te pasa algo, pero nadie ha dicho nada hasta ahora porque tampoco hemos tenido tiempo para ello.
Ah...
La verdad es que, con todo lo que ha pasado desde que hemos llegado a la Ciudad de Oro, mi mente se ha aclarado un poco... Pero los días que hemos pasado de travesía en el desierto a lomos de los bananadrilos han sido... Algo difíciles.
En mi cabeza se han repetido varias veces las distintas escenas que viví en la biblioteca, la sucesión de... Muertes, a cuál más terrible. Y... En sueños, he visto... Esos mismas visiones, y otras... Distintas. Recuerdos lejanos de... Otras personas. En ocasiones, son visiones de Infierno, horribles. Otras veces es la sonrisa de una mujer que se parece mucho a Erika, pero que sé que no es ella. Y otras, es... Un hombre al que no reconozco, de ojos rojos, cabello negro y mirada triste, que hace que algo se encoja en mi pecho con un sentimiento de angustia.
Pienso atentamente qué decir. No encuentro palabras para responder a Ezarel. No sé si existen palabras para describir la multitud de sentimientos entremezclados, igual que mis memorias, que se acumulan en mi interior. No sé si las palabras son siquiera suficiente, si hay forma de expresar... esto.
Él interpreta mi silencio de una manera un poco distinta. La mano que sujetaba mi muñeca me suelta de forma delicada y en sus labios escucho un suspiro.
-Disculpa. Sé que tiene que ser duro, no quería...
Antes de que su mano pueda irse del todo, la sujeto con la mía, interrumpiéndole cuando entrelazo mis dedos con los suyos. No digo nada, él tampoco. Un segundo suspiro por su parte. Mi mente continúa ajetreada tratando de pensar en cómo comunicarme.
-No... Sé si puedo... -Lentamente, las palabras salen de mis labios- Es... difícil.
-Está bien -Su voz suena firme y segura, contrario a la mía. Apenas soy consciente del trazo que su pulgar hace sobre el reverso de mi mano, y a la vez todo mi cuerpo se concentra en esa sensación cosquilleante-. Tómate tu tiempo, si es lo que necesitas. Puedo esperarte. Ya lo hice una vez.
Cierto. Cuando... Cuando le prometí contarle mi historia, él esperó pacientemente hasta que me sentí preparado para ello. El tiempo que me tomó poder hacerlo... Agh, aquel tiempo fue una tortura. Por varias razones, entre otras el hecho de que aún estaba en pánico porque hubiera descubierto mi naturaleza, muy abrumado por los sentimientos que el estúpido elfo había conseguido revivir en mí y, bueno, devastado por la ruptura con Erika. En esta ocasión, hablar con él no debería ser tan difícil como lo fue entonces. Y, sin embargo... es aún complicado.
-Por la... noche -Digo-. Cuando no haya nadie.
-Cuando tú quieras -Asiento cuando dice eso-. Y no tenemos que hablar de ello si no...
-No es eso, es... -Me muerdo el labio- Estoy muy confundido. No es que no quiera... hablar, ojalá, creo... Creo que de verdad necesito sacarme esto del pecho... -Según digo eso, aprieto su mano casi por reflejo- Pero es... Son muchas... ideas, me abruma...
-No pasa nada -Continúa hablando en ese tono calmado y paciente, dulce como la miel que tanto le gusta-. A tu ritmo, Leift.
Leift. Una pequeña sonrisilla se forma en mis labios al oír el mote. Me hace sentirme cálido.
-Gracias, Ez.
Ahora es él el que da un apretón a nuestras manos unidas.
-Vamos a buscar ese estúpido buzón -Dice, y echa a andar de nuevo, tirando un poco de mí para arrastrarme con él.
El combo de escucharle acortar mi nombre y que aún no haya soltado nuestras manos hace que me ruborice un poco, pero ni él ni yo decimos nada al respecto. Caminamos hacia el palacio de nuevo, con la esperanza de encontrar a alguien que pueda ayudarnos, pero no tenemos mucha suerte de primeras porque las personas que nos encontramos no parecen saber mucho al respecto. Nos redirigen hacia Adalric, pero ninguno de nosotros está especialmente contento con la idea de hablarle alle silfe, así que tratamos de escabullirnos para una segunda opinión... A las muy malas, simplemente tendríamos que decírselo a su Sulta. Es elle el más interesade en que enviemos la carta, a fin de cuentas.
Mientras que no llegamos a Khash, llegamos a la segunda mejor opción, que es encontrarnos a Harim en uno de los patios del palacio, hablando con una pareja de faeries que, a juzgar por la conversación, están intentando sonsacarle algo sobre el grupo de extraños que ha aparecido esta mañana en palacio.
-¡Ah, mira, dos de ellos! -Comenta el hombre, mirando en nuestra dirección. Cuando Harim se gira y nos ve, hace una mueca que no parece muy contenta. Estando ya en público, voy a soltarme de la mano de Ezarel, pero en cuanto lo intento él aprieta aún más fuerte, impidiéndome que le deje ir. Oh... V-vale.
-¡Hola! -Es la mujer la que habla ahora- ¿Sois nuevos miembros del harem?
-No -Ezarel y Harim responden a la vez, con el mismo tono indignado. Los dos intercambian una mirada en la que saltan chispas-. Oh, gran emir, quizá puedas ayudarnos, estábamos buscando a alguien que sea útil.
-No uses mi título si no va a ser con respeto -Harim responde con tono algo seco, girándose del todo hacia nosotros con los brazos cruzados-. ¿Qué puedo ofreceros, invitados?
-Tenemos la carta -Anuncio, levantándola tímidamente con mi mano libre-. ¿Cómo podemos enviarla?
-El correo lo mandamos a través de...
Se interrumpe a media frase de repente, mirando a Ezarel con ojos muy abiertos. Lo siguiente que sale de su boca es una sonora carcajada que nos deja a todos muy extrañados. La pareja de faéricos se despide con un cabeceo y se aleja murmurando para sí, mientras que nosotros nos quedamos delante de un muy divertido Harim, a juzgar por cómo se ríe.
-Oooooh, es que no podías haberlo hecho mejor... -Al final consigue reponerse de su ataque de risa y mira a Ezarel ahora con malicia en sus ojos- Nuestro correo se envia principalmente a través de pájaros mensajeros...
-Ah -Ezarel abre mucho los ojos con sorpresa.
-Oh, no... -Yo me llevo la mano a la frente.
-Afortunadamente, esos pájaros estaban adiestrados así que sí que han vuelto a su puesto -Harim continúa, aún hablando con burla-. Junto con algunos otros más. Podremos mandar vuestra carta sin problemas, aunque no garantizo cuánto tiempo pueda tardar. No solemos enviar cartas a Eel, a fin de cuentas.
-Gracias... -Extiendo la carta en su dirección, y él le recoge sin problemas y la guarda en un bolsillo- De nuevo, me disculpo por el asunto de los pájaros...
-No, ha sido gracioso -¿En... en serio? Me sorprende un poco su respuesta, y a Ezarel parece que también.
-Su Sulta mencionó que tú también querías liberarlos -Recuerdo. Él se encoge de hombros-. Es... ¿por tu tótem?
-Quizá... -No parece muy dispuesto a hablar de ello- Me gustan los pájaros, simplemente. A Khash también. Pero dónde elle prefiere poder observarlos de cerca, yo prefiero encontrarlos volando libres.
-Porque los pájaros están hechos para volar, no para estar encerrados -Se queja Ezarel, gruñendo entre dientes.
-A Ezarel también le gustan los pájaros -Comento, sonriente a pesar del codazo que me arrea Ezarel. Ay,
-Eso me ha parecido oír...
Una vez más, se ojean el uno al otro. La tensión podría cortarse con un cuchillo, vaya...
-Su familiar es un alfeli -Sigo hablando, ignorando los golpes de Ezarel-. Se llama Taenmil. Ha tenido que quedarse en Eel, pero están muy unidos... Ah, y tiene una colección de plumas en su habitación.
-Leiftan... -En la voz de Ezarel se escucha una amenaza.
-Dime, ¿no crees que pudieras darnos una de las tuyas? -Pero yo ya he decidido que voy a seguir por este camino, incluso si al final del mismo sólo hay un acantilado por el que despeñarme- Te estaríamos muy agradecidos...
Harim nos mira con aire... No enfadado del todo, pero sí curioso, como si esa fuera una petición extraña. Supongo que lo es. Se lleva una mano a la cabeza para revolverse el pelo, con aire pensativo por un instante... Pero al final se encoge de hombros.
Su cuerpo empieza a transformarse entonces, haciéndose pequeño y llenándose de plumas, con su rostro alargándose en un pico afilado y sus brazos convirtiéndose en dos magníficas alas emplumadas... Hasta que delante de nosotros todo lo que tenemos es un águila... Um... No me acuerdo. un águila.
Cuando hace un aspaviento con las plumas y pía, yo me echo algo hacia atrás, impresionado. Ezarel, por el contrario, tiene los ojos puestos en la criatura, y es ahora cuando suelta mi mano, mucho más interesado en el águila que en mí. Cuando coloca un brazo frente a él, el ave no tiene problema en subirse a él de un salto, y observa al elfo casi con la misma curiosidad con la que el elfo le mira a él.
-Fascinante... -Escucho a Ezarel murmurar para sí. Quizá sea porque ahora mismo su mente está en otra parte, pero ha pasado al élfico de repente.
Estudia al animal con los ojos. Harim me sorprende por su paciencia, pero me sorprende aún más que de hecho colabora, extendiendo una de sus alas para que Ezarel pueda apreciarla mejor o levantando alguna de sus patas para que puedan verse sus garras. Verles a ambos es... Bueno... Hay algo en toda la escena que me hace muy feliz, así que simplemente observo en silencio.
Después de un tiempo, Ezarel hace un gesto con su brazo y Harim se baja de él, recuperando forma antropomórfica en el mismo movimiento de forma que aterriza en el suelo un poco más atrás con un pequeño bote.
-Gracias... -Ezarel dice eso, agachándose para recoger del suelo una de las plumas que se han caído del águila- ¿Puedo quedarme esto?
-Teniendo en cuenta que no me la puedo volver a incrustar en un brazo, sí, pues quedártela si así lo deseas -Con eso dicho, Ezarel observa la pluma a contraluz unos instantes, antes de ir a guardársela en un bolsillo... Salvo que la ropa que está vistiendo ahora no tiene bolsillos. Sí, esos trajes son muy imprácticos, la verdad...-. Si eso es todo en lo que puedo ayudaros, iré a encargarme de que la carta sea enviada.
-Muchas gracias -Digo, antes de que Harim se retire. Cuando se va, me coloco frente a Ezarel, que sigue mirando la pluma-. ¿Qué tal? ¿Cómo ha sido poder ver un pájaro del mundo humano?
-... -Él se lo piensa un instante, jugando con la pluma aún y frunciendo los labios- Guay.
-¿Vas a guardarte la pluma para tu colección?
-Hm... -Sus labios se aprietan un poco más- La colección la tengo en Lund’Mulhingar... Quizá debería empezar otra en la Guardia.
-Bueno, ya tienes una para empezar... Y yo puedo darte una de las mías si quieres -Recuerdo algo por un instante-. Ah, ¿recogiste la pluma de Lucien en la biblioteca? Era muy bonita, seguro q-
-No la cogí -Me corta en seco, retirando su mirada de la pluma para ponerla en mí-. No quiero nada de él -Antes de que pueda encontrar una respuesta a sus palabras, extiende una mano en mi dirección-. ¿Volvemos, o quieres hacer algo más?
-No, um... -Con algo de duda, cojo su... mano- P-podemos volver, si quieres...
Echa a caminar, tirando de mí. Procuro que el grito que quiero lanzar se quede sólo como algo interno.---
El resto del día es mucho más tranquilo que lo que hemos vivido hasta ahora. Hiiro y Valkyon se pasan la tarde entera en la piscina y cuando salen los dos parecen bastante contentos con sus largos; y el equipo de la Sombra también parece haberse entretenido. Alessa se encarga de dibujarnos un plano general del palacio, y luego Erika le agrega detalles (véase: dibujar gatitos en los márgenes del dibujo). A media tarde, Sara aparece para reunirnos a todos con una gran sonrisa en la cara.
-Su Gran Sulta ha preparado un banquete en vuestro honor -Dice, aparentemente muy contenta-. ¡Será fabuloso! Estáis fervientemente invitados a participar -Obligados, vaya.
-¿No nos ha hecho ya un banquete esta mañana? -Objeta Nevra. Ella parece despistada por eso.
-¿No? Lo de esta mañana era una comida normal, ¿qué quieres decir?
Con la invitación fervosa a la que no podemos negarnos encima, seguimos a Sara cuando nos lleva a uno de los patios interiores del palacio, de donde viene el sonido del jolgorio y la música. Allí nos encontramos... Supongo que esto es el “banquete”, pero realmente es más como un festejo. Es cierto que hay comida y bebida para aburrirse, pero además de eso hay también un pequeño grupo de músicos tocando instrumentos y una serie de bailarines que animan el ambiente con sus danzas, que agitan los distintos abalorios de metal y trapos coloridos de sus ropas... Es... fascinante, en cierto sentido.
El “banquete” no parece ser solo para nosotros. Una buena cantidad de personas se han reunido aquí, y nos observan a todos entre murmullos varios. No me cuesta mucho entender que este debe ser el harem de su Sulta, vista la diversidad de faéricos de todo tipo que se unen a la celebración de forma animada. Está... casade con mucha gente, vaya.
-¡Ah, bienvenidos! -Alle mencionade Sulta le encontramos sentade sobre un montón de cojines con pinta de ser cómodos, rodeado de una buena cantidad de sus amantes (Harim incluído, que nos saluda escuetamente desde su puesto tumbado sobre el regazo de su Sulta, que acaricia su pelo con aire dulce)- ¡Los invitados de honor, la Guardia de Eel! -Con entusiasmo, levanta la copa que tiene en su mano libre- ¡Por la Guardia de Eel!
El grito es recibido con entusiasmo, y más gente levanta la bebida a nuestro honor. Me siento un poco incómodo, a decir verdad...
-¿Es esta celebración en nuestro honor? -Me atrevo a preguntar.
-¡Por supuesto que lo es! -Responde, con una sonrisa agradable- Ya lo he dicho, sois invitados de honor. Vuestra presencia aquí merece ser celebrada. Con eso dicho, añadiré: cualquier razón es buena para armar un buen jaleo. Ahora, ¡no seáis tímidos! Tenéis a vuestra disposición toda la comida y bebida que queráis... ¡Disfrutad, Guardia de Eel, como si no hubiera un mañana!
Parte de mí se toma esa frase como la amenaza de que piensa pasarnos a cuchillo a todos por la noche, pero luego racionalizo que si esas fueran sus intenciones, lo hubiera hecho ya mucho tiempo antes... Y que aún necesita que Miiko venga a por nosotros, así que no puede matarnos.
Aunque tengo algunas reservas aún, algunos de mis compañeros (Nevra) no parecen tan echados para atrás como estoy yo y se unen a las celebraciones. Valkyon parece interesado en la bebida, Ezarel en los dulces, Nevra por supuesto en las exquisitas alfombras del suelo y no en los bailarines, y aunque Hiiro y Alessa parecen igual de cómodos que yo, Erika me convence de dejarlos atrás cuando me agarra de la mano y tira de mí para unirnos a la celebración, exigiendo una degustación gastronómica de cada uno de los platos que encontremos.
Nos dedicamos a hacer eso porque, por qué no, y todo está tan rico como esperaba. Me atrevo a mojarme los labios con algún licor después de que me aseguren de que es suave, pero procuro mantenerme a base de zumitos, que también están muy ricos. Erika, por el contrario, sí que se atreve con alguna de las diversas bebidas, aunque no todo parece ser de su gusto y al final se une al club zumitos también. Una vez arrasamos con toda la comida, nos buscamos algo más que hacer, porque hay bastante. Disfrutamos de la música y de los bailarines, que lo hacen muy bien, conversamos con algunos de los presentes, que tienen muchas preguntas para nosotros (y nosotros para ellos, y así acabamos descubriendo que de hecho Khash tiene dos humanos en su harem, un hombre y una mujer, aunque ambos son nativos de Eldarya), y al final ambos acabamos junto a Nevra muy interesados en probar un tabaco que se sirve en una especie de sifón como los que se usan para hacer café.
-Ni una palabra de esto a Eweleïn -Nos pide Nevra, antes de que ninguno de nosotros se atreva a probarlo. Erika y yo asentimos con fuerza, ambos conocedores de cómo Gèrard sufre las consecuencias de su tabaquismo día tras día.
Resulta una experiencia bastante interesante porque aparentemente hay distintos sabores de tabacos, cosa que desconocía, y el que yo elijo tiene un toque bastante interesante que me resultaría muy placentero, imagino, de no ser porque estoy a punto de asfixiarme en varias ocasiones. Bueno... supongo que eso es parte de la experiencia. Ha sido interesante, cuanto menos...
-Ah -A mitad de la sesión de fumeteo, Erika ve algo en la distancia que le llama la atención y rápidamente se incorpora-. ¡Adalric!
Sin decir nada más echa a correr en dirección alle silfe, alle que se le puede ver a lo lejos. No queriendo dejarla sola, me levanto para ir con ella despidiéndome escuetamente de Nevra, que se queja un poco pero no demasiado porque ya ha encontrado buena compañía en manos de uno de los bailarines, que parece haberse interesado en él.
Sigo a Erika, entonces, para encontrármela a media conversación con Adalric.
-¿Sobre estrellas? -Elle habla con sorpresa, apoyando la barbilla en una mano- Sí, por supuesto. Son mis amigas, oh, son excelentes conversadoras... ¿Qué quieres saber de ellas?
-Pues... -Erika hace un par de muecas y juega con las telas de su falda, parece que algo insegura sobre cómo mantener esta conversación- Alguien me ha dicho recientemente que yo, um... Soy una estrella.
-Eso tendría sentido -Adalric asiente-. Brillas como una -Mientras que coincido con que Erika tiene un brillo propio del cual estoy enamorado, si de verdad brillase como una estrella, estaríamos todos muertos ahora mismo.
-Pues yo... Yo no le veo el sentido -Eso dice, frunciendo el ceño-. Quiero decir, no entiendo cómo es que soy una estrella, ni... Ni nada, la verdad.
-¿Qué hay que entender? -Elle parece confundido.
-Um, ¿qué tal si nos alejamos un poco del barullo para mantener esta conversación? -Propongo, temiéndome que Erika pueda tener algún tipo de reacción negativa que le agüe la fiesta al resto- Y así tenemos algo más de privacidad.
-Pero acabo de llegar... -Adalric hace un gesto de decepción- Oh, bueno, está bien. Seguidme.
Eso es lo que hacemos. Nos lleva a otro de los patios del palacio, uno que no está muy lejos y que tiene un pequeño estanque en el que nos sentamos para poder charlar y mojar los pinreles de mientras. En mi caso no es muy complicado, teniendo en cuenta que nadie me ha proporcionado zapatos porque, pfffft, a quién le importa si me clavo una piedra en el pie o si cojo algún hongo extraño o si-
-De nuevo, ¿tu pregunta era? -Adalric pregunta de nuevo cuando ya estamos todos instalados. Elle no puede mojarse los pies porque no tiene, desafortunadamente.
-Si soy una estrella, ¿por qué no estoy en el cielo? -Esta vez, Erika decide ser algo más directa.
-No entiendo la pregunta... -Pero sólo parece confundir a Adalric- Al igual que los pájaros se posan en tierra y no se mantienen en el aire siempre, ¿por qué no iba una estrella a hacer lo mismo?
-Porque las estrellas no... -Se corta por un instante- ¿Las estrellas están vivas? ¿S-son criaturas inteligentes?
-Examinando tu reflejo en el agua, tú misma podrás comprobar que al menos una de esas dos preguntas se responde con una afirmación -Eso no es muy educado por su parte, pero viendo que Erika no parece pillarlo, decido mantenerme callado al respecto.
-Nuestro problema es que no sabíamos que las estrellas podían bajar del cielo y caminar entre nosotros -Me meto en la conversación, intentando ayudar a que Erika no pierda la paciencia-. Lo que sabemos de las estrellas es que son... Cuerpos celestes, inanimados. No pensábamos que pudieran ser racionales y, mucho menos, que pudieran tomar forma de persona.
-¿Por qué no iban a hacerlo? -Una vez más, parece confundide- Tienen tanto derecho como cualquier otro, ¿no?
Estoy a punto de quejarme sobre si ese no es el punto, pero me detengo cuando me doy cuenta de que estoy hablando con la personificación física de los vientos. Quiero decir, dándole ese punto de vista... Si el agua, el fuego o el aire pueden tomar forma física como faéricos, si algo tan abstracto como “el sueño de una pareja recién casada” puede dar luz a una criatura hecha de algo inmaterial como es la energía onírica, ¿por qué no iba una estrella a tomar la forma personificada de Erika? O, supongo, de Stella, que ella sería estrella de pura... ¿sangre? ¿H-helio? ¿Puro helio? ¿¿??
-Supongo que hay cosas que simplemente tienes que aceptar “porque sí”.. -Erika suspira- Y si soy una estrella... ¿Se supone que en algún momento voy a implosionar sobre mí misma y causar una supernova?
-Esperemos que no se dé el caso... -Ummm... ¿eso significa que es una posibilidad?- No sé qué te preocupa tanto... Hasta el momento, has vivido tu vida sin problemas, ¿cierto? ¿Qué ha cambiado ahora?
-¿Todo? -Erika pone cara de agobio- Es... No sé, llevo mucho tiempo queriendo saber qué soy, y ahora que lo sé... -Frunce el ceño- Esto no era lo que esperaba.
Oh, Erika...
-¿Y qué es lo que esperabas? -Antes de que yo pueda intentar decir algo para consolarla, Adalric vuelve a hablar.
-No lo sé... Algo más... ¿n-normal, supongo? No una estrella, quiero decir...
-Pero ser una estrella debe ser magnífico -Elle sonríe-. Son tan brillantes, y tienen siempre tantas historias que contar... Son aquello que anima las noches, son las que nos dan luz y vida. ¿Qué tiene malo ser una estrella?
-No es que sea malo, es... Confuso. Siento... Siento que... -Se lleva una mano al pecho- Como que ya no me conozco a mí misma. Ahora que he descubierto esta parte de mí, que siento que no tiene sentido, es como si me hubiera vuelto una extraña para mí misma.
-En ese caso, todo lo que tienes que hacer es volver a conocerte -Adalric avanza hacia ella, colocando ambas manos sobre la que Erika ha puesto en su pecho, sobre el corazón-. Has descubierto parte de ti que desconocías, pero todo lo que hay en tu interior sigue siendo tú misma. Incluso si tú piensas que en tu interior habita ahora una extraña, recuerda que llevas conviviendo con ella toda tu vida. Nadie puede conocerte mejor que tú misma... Escúchate, escucha lo que tiene que decir tu alma, sólo tú puedes oírla. Todo tu cuerpo, todo tu espíritu, es una maravillosa obra de arte, similar a las estrellas. Tienes que hacerte caso. Busca en tu interior. Reconcíliate con la estrella... Y entonces entenderás.
-Entenderé... -Erika le mira con ojos confundidos- ¿El qué?
Adalric sonríe. Retrocede ahora, retirando las manos de donde las tenía.
-No tengo ni idea. No soy tú, a fin de cuentas.
Hay unos instantes de silencio. Por educación no digo nada, pero sinceramente no estoy nada convencido del sermón que acaba de soltar. O bien este tipe es une grurú sin igual cuyos acertijos místicos están a punto de abrir a Erika a la verdad de sí misma, o bien simplemente es une flipade que no tiene ni idea de lo que está diciendo y sólo dice cosas por probar.
Como sea, prefiero no decir nada y simplemente dejar que Erika digiera todas las palabras. Aún tiene la mano sobre su pecho, y contra ella se apoya el colgante plateado del llamador de ángeles que le regalé y que ha podido mantener incluso con nuestra ropa robada.
Mi mano viaja hasta la suya que aún tiene libre, y parece algo sobresaltada al sentirme, pero cuando se gira hacia mí, sonríe.
-Sé que... quizá esto sea algo que tengas que hacer sola, y que yo no pueda entender, pero... -Me agacho ligeramente hacia ella, dejando mi frente apoyada contra la suya- Estoy contigo, Erika. Siempre.
No responde con palabras, pero la escucho hacer un sonido de afirmación. Estamos juntos en esto.
Me retiro para volver a dejarla espacio, pero ella me sorprende con un besito en la mejilla antes de dejarla ir. Después de eso, se gira hacia Adalric de nuevo.
-¿Puedes hablarme un poco más sobre las estrellas? -Le pide.
-Por supuesto -Elle responde con una sonrisa-. ¿Qué quieres saber? Hay tanto que decir...
Al final, pasamos buena parte de la tarde simplemente conversando con Adalric sobre estrellas y sobre el cielo nocturno. Es, como ya es sabido, uno de los temas que me apasionan, así que desde luego yo también tengo cosas que aportar a la conversación, pero es sobre todo Adalric el que habla, y cuenta cosas... Muy confusas... Hago un esfuerzo, pero no sé si entiendo todo lo que nos dice. A Erika juraría que le pasa tres cuartos de lo mismo. Que nadie se lo diga a Ezarel, pero la verdad es que visto lo visto me gustaría escuchar una conversación entre Adalric “las estrellas me hablan” y Ayleen “el viento me susurra”, tiene que ser interesante...
Y, bueno. Hablando de Ezarel.
La fiesta se alarga unas buenas horas, hasta bien entrada la noche. Cuando Erika y yo volvemos a ella después de haber estado conversando con Adalric, conseguimos pasar un buen rato incluso con toda la situación en la que nos encontramos, pero al final, como todo el mundo, terminamos por volver a la Casa del León para dormir a una hora prudente.
A pesar de que le dije a Ezarel que hablaría con él por la noche... No lo hago. En parte, porque siento que aún no estoy preparado, y por otro lado, porque prefiero mantenerme alerta en caso de que la Guardia Dorada decida tendernos una emboscada nocturna y matarnos contra todo pronóstico.
Eso no ocurre y a la mañana siguiente todo el mundo aparece vivo, y yo me he quedado sin hablar con Ezarel... Que tampoco dice nada, y simplemente gruñe algo sobre que si dónde y cómo se supone que vamos a desayunar.
La segunda noche, tampoco hablo con él, porque al pensar en tener que poner en voz alta todo lo que vi en la biblioteca, un pinchazo de ansiedad súbito me hace quedarme congelado y atenazado por el miedo en mitad de mi habitación de la Casa del León.
Así pasan algunos días, sin que consiga atreverme a hacer nada. No tenemos mucho que hacer en lo que esperamos respuesta de Eel, de modo que los días son lentos y perezosos. Me entretengo, como el resto de mis compañeros, con lo que puedo encontrar en el interior del palacio... Doy paseos por él, admirando la arquitectura o sus jardines, me dedico a rebuscar algún libro interesante en la biblioteca una vez nos dan acceso a ella, paso horas conversando con algunos mis compañeros... Es una rutina lenta pero tranquila, al menos. La Guardia Dorada no es en absoluto hostil con nosotros, y el resto de habitantes del palacio tampoco. Nevra parece haber hecho algunos amigos que no sé si serán miembros del servicio o parte del harem de Khash, pero parece entretenerse bien con ellos. En alguna ocasión llego a cazar también a Harim conversando con Ezarel y por lo que escucho están compartiendo impresiones sobre ornitología, lo que se me hace simplemente adorable, así que procuro no intervenir para que no salgan huyendo en desbandada. Ocasionalmente también vemos a Khash, porque aunque tiene una agenda muy ajetreada, saca tiempo para comer con nosotros de cuando en cuando o simplemente entretenernos con una tarde de té, y elle también se muestra cordial y atente con nosotros...
No puedo decir que las condiciones sean malas, desde luego, pero... Que seguimos siendo prisioneros es un hecho.
Al final... Al final, una noche consigo armarme de valor y, con todo el silencio del mundo, salgo de mi propia habitación y recorro el pasillo en silencio de camino a la habitación de Ezarel. No llamo a la puerta, sino que me cuelo en su cuarto de nuevo sin hacer ruido, y luego me acerco a su cama... Parece tan en paz mientras duerme... Tan inocente... Todo lo contrario a lo que verdaderamente es.
Le zarandeo un poco, intentando despertarle con suavidad. Su respiración tranquila se corta por un segundo y abre los ojos con algo de confusión, con su cara arrugándose cuando me ve.
-Estoy... -Susurro mis palabras- Estoy listo. Creo.
-... De acuerdo.
Le doy tiempo para que se levante de la cama, se recoja el pelo y ajuste su vestimenta. Cuando termina de prepararse, se dirige a mí con una expresión interrogante en el rostro.
-¿Dónde?
-Umm... -Me lo pienso. No sé si quiero quedarme aquí, donde nos puede escuchar todo el mundo, pero a la vez, si salimos sé que posiblemente alguien de la Guardia Dorada de encargue de tener un ojo sobre nosotros...- Ven.
Salimos de la habitación, pero no bajamos a la planta baja. En su lugar, me dirijo a la ventana que hay en una de las paredes de la planta de arriba y que, si no recuerdo mal, debería dar al tejadillo sobre la entrada. Efectivamente así es, así que no tengo problema en apoyarme en él (no te resbales...) para poder, haciendo algo de esfuerzo, pegar un buen brinco y encaramarme al tejado de la casa. Tengo que subir a pulso, pero lo consigo sin demasiado problema, y luego miro hacia abajo para ver a Ezarel asomado por la ventana y mirando hacia arriba.
-Cuál es tu problema con tener que subirte a los tejados -Me pregunta, posiblemente recordando cuando le subí hasta lo alto de la torre de la Guardia.
-Es para poder empujarte cuando menos te lo esperes -Respondo. A veces me da por pensar en cuál tan sencillo sería posiblemente matar a todos los que me rodean... N-no lo haría, por supuesto que no, pero sería fácil... Quizá demasiado...
Ehh...
Silenciando mis propios pensamientos, ofrezco una mano para que pueda subirse también. Un poco de esfuerzo y en seguida está subido al tejado conmigo, y con cuidado lo escalamos hasta llegar a la parte de arriba del todo, donde nos sentamos en silencio durante unos instantes, contemplando el cielo nocturno, la luna y las estrellas...
-¿Piensas que alguna de esas es prima de Erika?
-khé -Miro hacia Ezarel bastante confundido cuando dice eso.
-Igual que el comesueños tiene miles de primos por ahí -Sigue hablando, mirando al cielo aún-. Si su bisabuela era una estrella, a lo mejor tenía una hermana en algún lugar. Y quizá esa estrella haya tenido descendencia. Así que a lo mejor Erika tiene familia en el cielo.
-Es... -Me lo pienso- ¿Es posible...? -Suspiro- ¿Esa es tu manera de romper el hielo?
-No, para hacer eso suele ser más eficaz un martillazo o un cuchillo calentado... -¿Su... pongo...? ¿¿??- ¿Y bien? ¿De qué quieres hablar?
-Querer, lo que se dice querer... -Tomo aire con resignación- Sobre... Lucien...
Guardo silencio unos instantes, pensando en las palabras que he estado practicando en mi cabeza para este momento. Me ha llevado... Mucho tiempo de introspección, de aceptación y de confusión el llegar a entender y aceptar lo que estoy a punto de decir.
Me giro hacia Ezarel, mirándole directamente a los ojos. Él me devuelve la mirada.
-Ezarel, creo... Creo que yo soy Lucien.
Por un instante no hay reacción, pero luego la confusión aparece en su rostro. Su cuerpo se tensa también, y el pellizco de sueño que quedaba en su cara se disipa rápidamente.
-¿Cómo?
-Es muy confuso... -Admito, llevándome una mano a la cara desesperado- Pero creo que soy... O que lo fui, bueno. En... En, en otra vida, al menos.
-¿Otra vida? -Su ceño se frunce- ¿Qué quieres decir con...?
-Cuando le vi... -Le interrumpo, y él guarda silencio- Es... La sensación que me dio. No... No estaba viendo a alguien que se pareciera a mí, ese era “yo”. Y es... extraño, porque, ¿cómo va a ser eso verdad?, pero... Cuando Lucien... Cuando Li le hizo desaparecer, yo... Tuve una especie de... visiones.
-Cuando te caíste al suelo... -Imagino- ¿Y qué viste?
Aprieto los puños. De acuerdo. Ahí... vamos.
-Vi... Me vi morir.
>>Una y otra vez. Demasiadas veces. De muchas formas distintas. Estaba en Infierno, y me moría. A veces porque me atacaban, otras veces me moría de hambre, en otra ocasión, me... M-me suicidé, pero... Recuerdo morirme, muchas veces.
Mi corazón se encoje con miedo al recordar aquello. Todas las veces que me sentí morir, de tantas formas horribles. Tan cruel, y tan... doloroso. Con la misma intensidad que si lo hubiera vivido en mis propias carnes.
-Y luego... Luego, de repente, estaba en la biblioteca, volando por encima... -Tomo aire y miro al frente, tratando de imaginarlo de nuevo- Con un par de alas blancas. Y en ese recuerdo... Yo era Lucien. Tenía que salvar a la biblioteca. Alguien estaba intentando destruirla... No, no “alguien” -Niego con la cabeza-. El Titiritero. Lo... Lo recuerdo tan vívidamente. Un odio horrible hacia él, porque había hecho tantas cosas terribles, porque me había forzado a separarme de Stella... -Su nombre sale de mis labios con precaución. Pronunciarlo, por alguna razón, me produce la misma sensación que llamar el nombre de Erika- Pero no pude contenerlo. Él me... En vez de destruir la biblioteca, fui yo el que recibió el ataque. Y... Morí. Estoy... Estoy convencido de que es así como tuvo que morir Lucien.
-¿Tuviste una visión sobre la muerte de Lucien?
-No... -Frustrado, tengo el impulso de ir a ponerme de pie, pero por aquí no es seguro echarse a caminar, así que todo lo que puedo hacer es cambiar de postura- No era la muerte de Lucien. Era YO, Ezarel. Era mi muerte. Y las otras... Las otras también lo eran... -Mi voz comienza a acelerarse según llego a la parte más horrible de mi narración y la ansiedad se apodera de mí- Estoy convencido de que no eran simples memorias. Las muertes... Lucien... Era yo. Soy yo. Ezarel... Llevo... Llevo mucho tiempo muriendo en bucle. Reencarnándome. Volviéndome a morir. Una y otra vez.
Le doy un segundo para que consiga entender lo que estoy diciendo. Veo en su cara, completamente seria, el esfuerzo que hace para mantenerse al ritmo de lo que le cuento. Su ceño se frunce cuando las palabras al fin cobran sentido, y en su cara aparece una pizca de dolor, pero aún queda algo de confusión en ella.
-¿Muriendo en bucle? ¿Reencarnándote...? -La voz le falla un poco al final- Puedes... ¿puedes explicarme cómo has llegado a esta conclusión?
-Es lo único que tiene sentido... -Sé que suena extraño, pero...- Eso no eran memorias, Ezarel. Eran recuerdos, era yo, lo sé. Igual que sé que soy Lucien. Sé que son reales. Sé que era yo.
-Te... te creo -Suena algo dubitativo, pero cuando dice las palabras sé que, aunque tenga sus reservas, va a creerme-. Pero... Lo siento, simplemente me cuesta... -Asiento. Lo sé, no es... fácil de asimilar- Pero... ¿por qué? ¿Qué iba a hacer que...?
-Porque así... funcionamos -Hablo... casi con miedo-. Esa es... Otra de las cosas que he entendido. Nosotros no... No morimos, Ezarel...
-¿Los daemon? -Asiento- No morís... -Le veo ir uniendo las piezas en su cabeza y yo espero con paciencia a que encaje del todo- Os reencarnáis. Entonces, Infierno...
Vuelvo a asentir.
Las piezas encajan del todo y su cara vuelve a cambiar. La expresión que refleja es similar a la que siento yo, salvo que además de su enfado y su horror, yo siento... Desesperación. Desesperación, pánico, ansiedad, ante la idea de que yo pueda volver allí un día, cuando me muera.
Infierno...
-Los daemon de Infierno... -Sus labios trazan las palabras con mucho, mucho cuidado- Si así es como "funcionáis", entonces están muriendo... Una y otra vez, como tú. Se reencarnan y vuelven a morir. A manos de los dragones, para... Para siempre. Sin escapatoria.
-Tortura eterna -Aunque no es gracioso, parte de mí quiere reír-. Ese es nuestro castigo... Por un crimen que no cometimos.
Se lleva una mano a la frente, quizá sintiendo parte de la misma desesperación que siento yo. El genocidio que los dragones estaban cometiendo era ya terrible de por sí, pero esta nueva información le ha dado una nueva dimensión al horror de Infierno.
¿Cuánto tiempo lleva esto pasando? ¿Cuántas veces he tenido que morir en ese tiempo? El mero pensamiento me aterra. Y, una vez más, la idea de... de que algún día, cuando “yo”... Cuando Leiftan muera, el siguiente que venga... Volverá a Infierno. Otra vez.
-Es... -Después de unos instantes, Ezarel consigue hablar de nuevo- No tengo palabras. Es simplemente horrible. ¿Por qué iba...? ¿Por qué? Simplemente, ¿por qué?
-Ojalá lo supiera... -Ahora sí, suspiro sin remedio- Lucien... Lucien lo sabía. Cuando recordé su muerte, sentí... Algo. Lucien detestaba a los daemons. Con fervor...
-Eso es obvio, por cómo hablaba de... -Se interrumpe un momento y me mira. Ya...
-No parecía tenerme mucho aprecio -Una vez más me dan ganas de reírme de algo que no tiene gracia-. Intentó matarme. A mí, a pesar de que era... Él... -El concepto aún me confunde- Quizá, para enviarme a Infierno de nuevo.
-Vamos a dejar una cosa clara -Me sorprende un poco por el tono firme de su voz, y aún más cuando me agarra de los brazos con mucha fuerza-. Tú no eres Lucien.
-¿Qué...? -Me confunde un poco- Pensé que ya habíamos dejado claro que...
-No. Tú eres Leiftan. Nada de Lucien. Lucien era un sociópata y una persona terrible. Tú no lo eres, así que no eres Lucien. ¿Eso queda claro?
Lentamente asiento. Cuando lo hago, él me suelta... Es... Es verdad que Lucien no fue demasiado amable conmigo. Lo cual es... Difícil de entender. Si él era un aengel... Sus plumas eran blancas, su cabello rubio... Eso significa que él debería ser “bueno”, ¿no? ¿Entonces por qué era así? Así de cruel y despiadado, como si... No tuviera empatía.
-Con eso aclarado... -Ezarel resopla- Posiblemente el tipo estuviera un poco ido de la olla después de tanto tiempo encerrado en la biblioteca. Cuánto, ¿doscientos años, si ha pasado ahí el mismo tiempo que el Titiritpeines en su torre?
-No, ya lo he dicho, lo... Lo vi en sus recuerdos, cuando murió... -A pesar del terror que me genera, a pesar de que siento mi piel arder y quebrarse, justo como en la visión de su muerte... Trato de recordar aquel momento- Él... era así de antes. Odiaba a los daemon, estaba... Estaba asqueado por ellos, y no quería nada que ver con ellos. Pensaba que él era “especial”. Que era distinto... Que era mejor que las que él llama "alimañas". Pero...
-... pero se reencarnó en Infierno -Asiento-. Como el resto de daemons.
-Porque al final, él también era... Ah -Me sobresalto a mí mismo al recordar algo más-. Había... Había uno más.
-¿Uno más? -Me mira sin entender.
-Una muerte más... Después de la de Lucien... L-lo cual creo que significa que es antes... Um... -Es confuso- Yo... Creo que era un aengel también esa vez. Mis alas eran blancas... -Puede que fueran memorias horribles, pero... No puedo evitar envidiar esas alas, a decir verdad- Había otro hombre. Él era un daemon de alas negras. Y estaba... triste.
-¿Triste?
-Acababa de apuñalarme... fue él el que me mató esa vez -Sin pensarlo, me llevo una mano al abdomen, allí donde me apuñaló su espada-. Pero lloró mi muerte. Huh -Me lo pienso-. Creo... Creo que es posible que sea la única persona que haya llorado ninguna de mis muertes.
-Diría que es muy tierno si no fuera porque acababa de apuñalarte -Supongo...-. Y... ¿qué hay con este tipo? ¿Qué pasa con él?
-No... sé -Hago una mueca, inseguro-. Hay algo en él, que... No sé. Tengo la sensación de que era una persona importante. ¿Sabes... este sentimiento cuando te despiertas de un sueño y tratas de recordar lo que es, pero no lo consigues del todo? -Él asiente- Así me siento yo ahora...
-Siento tener que decir esto, pero... Es muy posible que ese tipo esté muerto ya -Ah. Sí. Claro... El pensamiento me apena, por alguna razón-. Algo... ¿Algo más que recuerdes?
-No... A decir la verdad, he intentado no pensar mucho en ello -Al decir eso, lanza una disculpa en voz baja, aunque nada de esto sea culpa suya-. Vi... Vi a Roy. En una de las visiones.
-... e imagino que no de forma agradable -Niego con la cabeza.
-Desde entonces, he... Es obvio, porque creo que todo el mundo me ha escuchado gritar, pero estoy teniendo pesadillas. A veces, sueño con estas muertes. Otras veces, sueño con... No sé cómo decirlo. Como... Pequeños vistazos a las que creo que son las otras vidas -Me lo pienso-. Creo que he visto a Stella, en más de una ocasión. Al daemon que estaba triste. Y.... Muchas cosas horribles de Infierno.
-Stella... la bisabuela de Erika -Asiento-. Imagino que tampoco recuerdas mucho de ella.
-Poco. Sólo que... era idéntica a Erika, bueno. Y... -Me llevo una mano al pecho ahora, donde siento una calidez familiar- Que Lucien la quería muchísimo.
-Ya, bueno, Lucien sigue siendo una persona terrible, estuviera enamorado o no.
-Una cosa no quita a la otra, pero... Supongo que... Algo bueno tuvo que hacer Lucien -Trato de pensar bien mis palabras-. A fin de cuentas, él ayudó a atrapar a El Titiritero, ¿no? Y si era Líder de Guardia...
-Me da igual. Persona terrible -Se ha ganado el odio de Ezarel, parece, y esa es una mancha que no se borra. Parte de mí está un poquito contenta, pensando que su enfado con Lucien sea por mí-. Y hablando de personas terribles... Lo siento, esto no tiene mucho que ver pero, ¿qué opinas de lo de...?
-Naytili -Completo la pregunta antes de que pueda terminarla.
Naytili... Khash ha dicho que... Que tenía sangre daemon. ¿Puede ser eso verdad? No sé... Era un rumor, así que no tiene por qué ser verdad.
-Mi principal problema con creerme eso es... -Vacilo un instante- Si tiene sangre daemon, de algún sitio tiene que venir, ¿cierto? ¿De dónde? Los daemon llevan encerrados en Infierno desde la creación de Eldarya.
-Quizá alguno escapase, como tú... -Niego con la cabeza. Lo creo poco probable- O como Lucien. Él también tiene que haber salido de algún sitio. Quién sabe, a lo mejor incluso Lucien es el que le dio su “sangre” a Naytili.
-Ew -La idea de poder estar emparentado con esa mujer de alguna forma me produce náuseas-. Ewwwwww...
-Nada de “ew”, vete a saber lo que hizo Lucien, y además tenéis los mismos ojos -No, no los tenemos. Por favor, Ezarel, detente-. Quizá, en sus tiempos, simplemente... Pasasen cosas, y Naytili sea tu bisnieta, igual que Erika con Stella...
-No. Para. No. Detente, por favor -Sé que a estas alturas lo está haciendo más para picarme que por otra cosa, pero aún así sus palabras me horrorizan-. No... Vuelvas a mencionar eso. No sabemos nada sobre cómo esto pudiera haber llegado a pasar, o si será verdad siquiera y... Sinceramente, me da igual descubrirlo -No puedo evitar un bufido-. Daemon o no, es una mala persona. Su destino va a ser el mismo igualmente.
-Si tú lo tienes claro... -Se encoge de hombros- Simplemente... Quizá ella sabe algo que tú no. Sobre... todo el asunto de Infierno.
Hmm... Eso... Si de verdad Naytili supiera algo... ¿Es buena idea preguntarla al respecto, tratar de recabar más información? ¿O será mejor dejarlo estar, tratar de barrer bajo la alfombra? No sé... esto no es nada fácil, uuuughh...
-Hasta que no sepamos con certeza si meramente es un rumor o si tiene algo de verdad... -Hablo aún con algo de duda en mi voz- No... No me arriesgaría a hacer nada al respecto.
-Entendido...
El silencio se instala de nuevo. Ezarel dirige de nuevo su mirada al cielo, y yo hago lo mismo después de un tiempo. El cielo nocturno es desde luego distinto del que se ve e Eel... Estamos lo suficientemente lejos como para que las estrellas y constelaciones sean distintas. Aún así, la luna es la misma, y desde lo alto brilla sobre nosotros.
Me dejo caer sobre Ezarel, apoyando la cabeza en su hombro. Aunque siento su cuerpo tensarse, no reacciona ni me aparta.
-¿Un poco mejor? -Pregunta en su lugar.
-Hmmm... -Me encojo de hombros de forma vaga- No lo sé. Estoy... Cansado. Tengo sueño...
-Imagino que no has tenido que estar pasando muy buenas noches con tanta pesadilla.
-No, la verdad... -No contengo el bostezo que se me escapa- ¿Qué piensas tú de todo esto?
-¿De tus historias de daemon?
-No... De... La Ciudad de Oro, Khash, Miiko...
-No me gusta demasiado cómo se están desarrollando las cosas -Le veo fruncir el ceño, aún mirando a la infinidad del cielo-. Me da mala espina. No me gusta Khash...
-Creo que tú tampoco le gustas a elle.
-No me gusta su manía de encerrar gente. Los pájaros, nosotros, sus... Parejas. No me gusta nada.
-Pero todo el mundo parece... feliz, al menos, ¿no? -Trato de buscarle un lado positivo- Al menos lo que yo he podido ver. Khash parece tratar bien a su harem, y ellos parecen contentos de estar aquí...
-Sigue sin gustarme. Supongo que simplemente no me fío de la gente que tiene tanto dinero -Huh, comprensible. No le culpo.
-¿Sabes por qué hay tanto oro en Elsur? -Inquiero, ya preparando mis lecciones de “¿Sabías qué...?” de geografía en mi cabeza. Él niega con la cabeza, no sé si porque de verdad no lo sabe (que lo dudo, teniendo en cuenta que ha tenido que tener una buena educación) o si por amabilidad para dejar que me luzca- Dicen que los del linaje de Khash son descendientes directos del Rey Midas.
-¿El imbécil que convertía en oro todo lo que tocaba?
-Ese imbécil -Asiento. Aunque hay muchas versiones del mito, en todas las que he escuchado el tal Midas no es, um... muy brillante-. Se dice que aún conservan parte de sus poderes, y que por eso pueden tener tooodo el oro que quieran...
-Desde un punto de vista de leyenda, eso está muy bien; pero siendo realistas si eso fuera verdad el oro se hubiera devaluado hace ya mucho tiempo.
-Y por eso tienen su propia moneda -Explico.
-Que está carísima, por cierto. ¿Cuánto tiene la moneda de oro, el triple de valor que el maana? -Niega con la cabeza- No entiendo cómo su economía no se ha ido al garete.
-"Cuando en Elsur, el oro, el vino y la arena a caudales" -Recito un viejo refrán sin mucha coherencia sintáctica pero que hace su trabajo.
De nuevo, un amplio bostezo se escapa de mí, contagiando a Ezael y haciendo que bostece también. No tengo muy claro qué hora es, pero para él debe ser tarde, siendo un elfo diurno... Casi me siento algo mal por haberle sacado de la cama.
-¿Volvemos dentro? -Pregunto.
-Mhhghmsh...
Me tomo eso como una afirmación. Volvemos a deslizarnos tejado abajo para poder llegar hasta la ventana, y entrar es un poco más difícil que salir... Pero lo conseguimos, aunque Ezarel necesite un poco de ayuda.
*** ←- ASTERISCOS SUTILES
AQUÍ SIGUE EL CAPÍTULO
POR AQUÍ SIGUE LA HISTORIA EOOOOOOOO(LA HISTORIA SIGUE AQUÍ)
Nos quedamos en mitad del pasillo por unos instantes, delante de la puerta de su habitación.
-Gracias por escu...
-Deja de hacer eso -Me corta, chistando para mandarme callar-. No tienes que darme las gracias por nada. Estoy aquí. Puedes contarme lo que quieras. Voy a escucharte y voy a ayudarte. ¿Entendido?
Más que entendido. La sinceridad de sus palabras me hace sonrojarme y sentir calidez, sabiendo el genuino aprecio que me tiene. Le estoy muy agradecido por todo. Por aceptarme y por apoyarme.
Sin poder resistirme, me inclino hacia él para dejar sobre sus labios un beso de buenas noches.
-Buenas noches -Me despido, después de que él se quede paralizado por mi aventurado gesto, y sin darle oportunidad a maldecir mi nombre o a musitar palabra alguna al respecto, huyo hacia la puerta de mi propia habitación.
Adentro de ella me deslizo, escondiéndome del elfo para evitar las repercusiones de mis actos indecentes, pero lo hago con una sonrisa en la cara. El nerviosismo que me ha impedido ir a hablar con Ezarel tantas noches se disipa de mi pecho, dejando en su lugar una sensación de alivio. Haber podido hablar de esto me... Supongo que me ha quitado un peso de encima.
Perezosamente me dejo caer sobre la muy cómoda cama de la habitación, sin molestarme en desvestirme porque estoy demasiado cansado para eso. Mi cuerpo entero agradece el confort del colchón y de mis labios escapa un suspiro de gusto.
Espero... Que esta noche sí que pueda dormir algo.---
(Narra Hiiro)
Los días hasta obtener respuesta de Eel pasan... Bastante lentos. No hay mucho que hacer, pero todo el mundo procura entretenerse como puede. En mi caso, a falta de nada mejor, intento echar mis horas muertas en esa maravillosa piscina hasta que alguien tiene que sacarme a rastras de ella, y el resto lo paso o bien paseándome por ahí, o bien perdiendo el tiempo con alguno de mis compañeros.
Eso es lo que hacemos, mayoritariamente. Perder el tiempo. Sé que Leiftan pidió permiso para usar la biblioteca del palacio y él al menos se entretiene en eso y a veces se lleva a Ezarel con él, porque el elfo parece ir a subirse por las paredes cada vez que pasa dos minutos sin hacer nada. El palacio es grande así que hay espacio para pasearse, pero al final seguimos encerrados entre murallas, lo cual puede ser un poco... constrictivo. Valkyon está un poco igual que el elfo, sin poder irse a escalar montañas o a correr maratones. Nevra debe ser el que mejor se lo pasa, porque juraría que está haciendo muchos amigos en palacio. Bien por él, supongo.
Pero hay al menos uno de nosotros que encuentra la forma de ser productivo. En un momento dado después de algunos días de espera, Alessa se encarga de reunirnos a todos en la Casa del León con una sonrisa en la cara y su cuaderno en las manos.
-¿Así que a ti sí que te devuelven las cosas? -Gruñe Ezarel.
-Oh, ha tenido que pasar un tiempo hasta que le logrado convencer a Harim de que me permita recuperar mi agenda, pero... -Habla mientras garabatea algo en la agenda- Ha dado resultado. Y, bien... Como no tenemos mucho que hacer, he pensado que es un buen momento para tener algunas conversaciones con algunos de vosotros. Como ya indiqué, os he acompañado en esta misión para poder hacer una evaluación sobre cómo trabajáis en equipo, y he visto ciertas... Cuestiones, que han salido a relucir y sobre las cuales deberíamos tener alguna conversación... De manera individual, porque aún tengo que evaluar la información recabada sobre el grupo. Así que, agradeceré si pudierais colaborar conmigo y cederme cada uno de vosotros un momento de vuestro tiempo. No es que vaya a ser obligatorio, por supuesto que no, pero os informo que mi reporte de la misión irá directamente a las manos de Miiko... E indirectamente, quizá, a las de Eweleïn. Ezarel, finge que te estoy mirando directamente.
-Eres una serpiente -En el tono de Ezarel hay una ira fría y contenida.
-¿Quién quiere ir primero? -Es su única respuesta, sin ocultar la enorme sonrisa que las palabras de Ezarel le provocan.
Así que, similar a como hicimos cuando llegó, se apaña una serie de consultas con cada uno de nosotros, usando su habitación como despacho. O, bueno, digo que cada uno de nosotros, pero eso es... Casi.
Porque en un primer momento le doy de largas cuando todo el mundo está hablando sobre el tema, no queriendo tener que hablar delante del resto de la Guardia sobre las inquietudes que me carcomen, y cuando más adelante viendo que le he evadido Alessa viene a inquirir directamente, le doy una sorpresa que parece sorprenderle.
-Preferiría esperar a volver a la Guardia, si no te molesta -Le digo. Se le escapa una muestra contrariada al oírme, como si no se esperase eso.
-No voy a forzarte a nada, Hiiro, pero... -Deja la frase en el aire, con la sutil amenaza de “Me voy a chivar a Miiko y Eweleïn de que no estás cumpliendo con lo que prometimos”.
-No me siento bien ahora mismo para pasar por consulta -Explico, simplemente-. No estoy... mal, creo, pero tengo algunas cosas que quiero digerir antes de hablarlas con nadie. Preferiría esperar un poco, si fuera posible.
-¿Estás seguro de ello? -Asiento, y él no parece muy contento con mi respuesta- Hiiro...
-No voy a hacerlo si no me apetece y no me siento bien -En esta ocasión, uso un tono un poco más cortante para indicarle que mi respuesta es definitiva-. Estoy tomando la medicina. Estoy teniendo cuidado. Estoy intentando escucharme a mí mismo... Y tú estás aquí para controlar que, efectivamente, no me pase nada. Pero si de verdad tengo algún tipo de control sobre mi tratamiento, entonces quiero esperar, por ahora, hasta sentirme preparado.
-Por supuesto... -Eso parece echarle un poco para atrás- De acuerdo. Si eso es lo que quieres, que así sea, pero... -Suspira- No lo dejes pasar, ¿entendido? Y voy a tener que tomar nota de ello.
Que tome todas las notas que quiera. No digo más ante sus palabras y él tiene que irse a darle la tabarra a otro, dejándome a mí a solas en mitad del patio en el que me ha atrapado para tenderme la emboscada. He de decir que no me ha gustado del todo que haya intentado presionarme... Porque genuinamente creo que estoy... Avanzando. No es que esté intentando poner excusas, lo prometo. Simplemente estoy... Incómodo.
Con Alessa. Conmigo mismo también, pero especialmente con Alessa. No sé por qué, pero desde la biblioteca... Desde que le ví... Hacer eso al perro de Naytili... Hay algo que me molesta en él. Es posible que se me pase por el tiempo, pero por esta vez... Voy a mantener mi distancia. Y, de paso, intentaré aclarar mis propias ideas sobre... Otros asuntos que sé que son relevantes y que en algún momento tendré que hablar con Alessa, cuando sea que tenga mi sesión con él.
A fin de cuentas, se supone que todo esto es para observar y evaluar nuestro trabajo en equipo. Así que supongo que no tiene nada malo si lo que necesito explorar es... Bueno.
Nevra.
Ojalá fuera tan sencillo como otra gente se piensa que ha sido y pudiera simplemente desinteresarme de él y de todo lo que le pasa y fingir que ni siquiera le conozco. Ojalá pudiera hacer caso a mi propio aviso y dejar de preocuparme por él. Pero no puedo hacer nada de eso porque, pese a todo, y pese a lo mucho que duele, continúa a ser una persona importante en mi vida. Así que... Así que la idea de que cada vez que le mire a la cara va a causarme un ataque de ansiedad no me entusiasma.
Decido, por el bien de mi propia salud mental, pasar el resto de la mañana meditando.
No sé qué tal le irá a todo el mundo con su consulta con Alessa, pero desde luego yo no pregunto. Alessa tampoco viene a volver a hablarme de ello.
Con eso, siguen pasando los días. Hace calor y el viento trae consigo arena del desierto. Chapoteo en la piscina y me quejo cuando me obligan a salir de ella. Medito un poco, intento no comerme demasiado la cabeza con mis preocupaciones.
Hasta que un día, una buena semana y pico desde que enviamos la carta, mientras estoy con Valkyon discutiendo en la piscina sobre la flotabilidad de un pulpatata, Adalric aparece flotando para traernos noticias.
-¡Hola! -Así saluda- Buenos días. ¿Estáis teniendo una buena mañana?
-Los pulpatatas flotan, ¿verdad? -Pregunta Valkyon, dispuesto a ganar este debate.
-Eso no es lo que yo he dicho -Acuso, viendo cómo está intentando tergiversar su argumento. Por supuesto que flotan si quieren flotar, pero lo que te estoy diciendo, Valkyon, es que no tienen que hacer un esfuerzo consciente por no flotar. cuando están bajo el agua.
-No tengo nada que ver con esta conversación así que no voy a meterme en ella -Esa es la respuesta de Adalric, completamente sincera y decepcionante para nosotros, pero la dice con una sonrisa-. Sara me ha dicho... Ah, me ha dicho algo; un momento... Sí, bueno, me ha dicho que os tenía que avisar por ella, porque ella no puede bajar a los baños...
-¿De qué nos tiene que avisar? -Cuestiona Valkyon, sentado en el borde de la piscina. Yo me acerco desde donde estaba en mitad del agua para apoyarme en el borde también.
-De, el... Ah... -Se lo piensa- ¿Cómo era...? ¡Ah, sí! Un barco de la Guardia de Eel ha arribado al puerto y una comitiva a su nombre se dirige hacia el Palacio de Oro según hablamos.
Que... qué.
¿Qué?
Las noticias me sorprenden, más por el tono casual por el que las dice que por la noticia en sí. La Guardia ha llegado... Eso significa que Miiko está aquí, que ha venido a por nosotros. Que qué puede significar eso en las dimensiones diplomáticas de este conflicto es todavía un misterio, pero por el momento deberíamos salir de la piscina e ir a recibir a nuestra Líder.
Así que eso es lo que hacemos, con Valkyon prácticamente pescándome fuera del agua para evitar perder tiempo en cosas innecesarias como subir escaleras, y en seguida nos dirigimos a secarnos, vestirnos, adecentarnos y salir corriendo con mucho pánico sin tener muy claro a dónde tenemos que ir para encontrarnos con el resto de nuestro grupo, Miiko o quién sea que nos encontremos. No nos cuesta mucho encontrar a quién sea, porque ya hay un par de guardias de la Guardia Dorada esperando frente a la Casa del León para escoltarnos.
El resto de nuestro grupo estarían fuera, supongo, porque no les vemos hasta que los guardias no nos llevan hasta el salón del trono de Khash, una vez más. Efectivamente allí están nuestros compañeros, cada uno con una cara de más o menos nervios. Erika y Leiftan parecen los más inquietos, mientras que Ezarel ya se ha puesto el disfraz de diplomático.
-Ah, estamos todos entonces... -Khash nos habla desde lo alto de su trono, allí sentade con las cortinas descubiertas. Al pie de las escaleras del trono está Harim, vestido con un uniforme un poco más intrincado que el que le he visto otras veces, mirando con cara seria hacia el horizonte mientras escucha a su Sutla hablar- Disculpadme por la premura, pero, bien, la Guardia desde luego no ha dado ningún aviso de su llegada esta vez tampoco... Hace el gesto de poner los ojos en blanco- Aunque al menos esta vez no ha llegado a escondidas. Paso a paso.
-Lo más posible es que Miiko juzgase que su llegada ya sería esperada, teniendo cuenta que fuiste tú quién la hizo llamar, y que la presencia de una embarcación de la Guardia fuera anuncio suficiente de ella -Señala Ezarel.
-Hmmm -Khash finge pensárselo haciendo tamborilear sus dedos en uno de loa brazos del trono-. Cuestión de perspectiva, supongo.
Pero no dice nada más al respecto. Aguardamos ordenadamente, en un silencio tenso, a que la comitiva de la Guardia de Eel llegue. Intento leer en las caras de mis compañeros qué opinan de todo este asunto, o qué pueden llegar a esperar. También trato de leer el ambiente de la sala, y sobre todo, de los guardias que hay aquí dentro y el propio Harim. Sé que si lo que piensan es tendernos una emboscada y pasarnos a todos a cuchillo, no iba a ser fácil de distinguir en sus posibles tics nerviosos, pero intento discernir en sus caras cuál es su actitud, y... O se me da muy mal leer personas, o tienen practicada la cara de póker. O una mezcla de ambas.
Al final, me sobresalto cuando las pesadas puertas de la habitación se abren con lentitud pero con gran estrépito, y allí se dirige la atención de todo el mundo, a tiempo para escuchar la voz de alguien que anuncia...
-Eh... ¡Su Gran Sulta de Elsur, ante vos se presenta, la, eh... Guardia de Eel, con su... Líder... ¿Miiko...?
Parece que hay duda en la voz del pregonero, y es obvio el por qué. Se me congela la sangre en las venas, y juraría que no soy el único, al ver quién dirige la comitiva.
Avanza con pasos firmes y seguros hacia el interior de la sala, sin que le molesten los titubeos del que anuncia su presencia, ni las miradas sorprendidas que se lleva, ni el gimoteo que se escucha en la garganta de Leiftan.
Con algo de pánico, dirijo mi mirada a Khash por un instante. Desde lo alto de su trono, observa las nuevas circunstancias con una expresión neutra que me es imposible de leer. Le mira fijamente, de todas formas, y su mirada es recibida por el que camina hasta el centro de la sala sin que en su rostro aparezca más que una sonrisa y en todo su cuerpo no se perciba ni un ápice de nerviosismo.
Es el único que parece estar calmado. Su cara dice que lo tiene todo bajo control, lo cual posiblemente sea una mentira porque, si conozco a Simonn de algo, ahora mismo debe estar gritando para sus adentros.
La presencia del comesueños nos descoloca a todos, teniendo en cuenta que ha sido el primero en entrar en la habitación, como si él fuera el protagonista de esta reunión. Detrás de él, también llegados desde Eel pero quedándose en la entrada de la habitación, Jamón e Ykhar observan la escena: Ykhar con cara de nervios y Jamón con un semblante serio que no invita a nadie a que se metan con él. Y sin embargo... De Miiko no hay ni rastro. Por ningún sitio.
-Tú no eres Miiko -La voz de Khash resuena en la habitación, entre el silencio Se mueve ligeramente para inclinarse hacia delante en su trono-. ¿Quién eres?
Con gesto dramático, Simonn hace ondear el mantón que lleva sobre un hombro. Ya lo he visto en una ocasión antes y lo reconozco como su Mantón de Caballero de Lund’Mulhingar. Cae elegantemente sobre él, acompañando al excelente atuendo que viste ahora mismo... Que no es su traje de comesueños, sino unas vestimentas todavía más elegantes y que sabe llevar con un porte magnífico, casi, casi como si fuera el príncipe encantador de una historia de fantasía. En el pecho de su chaleco veo dos insignias: Una de ellas es su broche de la Guardia Brillante, la otra... No sé reconocerla, pero sé que la he visto en algún lugar.
Pero de toda su apariencia, lo que más impacta es su sonrisa.
-Mi nombre es Simonn Giallo -Se presenta-. Miembro de la Guardia Brillante de la Guardia de Eel, asistente de la Líder Miiko y representante legal de la Guardia. Caballero honorario de la Orden de Caballería de Lund’Mulhingar. Vasallo de la familia Hiemiya del Reino de Jade, doncel de su Alteza Real Miiko-hime. Gracias por invitarnos a la Ciudad de Oro... Ahora, hablemos.
BEST. BOI.
Que adoro a Simonn.
Ojalá pudiera hacer que se casase con Hiiro y fueran felices, en serio :( En plan, geuninamente creo que como más feliz pueden estar ambos es el uno con el otro, pero como ya se sabe, yo no escribo para hacer felices a los personajes.
Lo único que puedo hacer, por ahora, es cubrir a best boi de títulos. Simonn es súper guay, ¿verdad? Le quiero muchísimo.Imágenes de un best boi principesco
Imágenes de una pareja muy feliz
De verdad que le quiero mucho. Siento haberle roto las manos, siento las desproporciones, SIENTO DIBUJAR MAL, pero oye yo lo intento. En fin. Miniño leamo.
al siguiente capítulo se muere
:)))))))))))))))
Y Eso es todo, por hoy. Creo que ya ha sido suficiente.
¿Qué podemos esperar del Capítulo 25?
>> When will you learn that your actions have consequences!?
>>Nevra is no more, only Simonn.
>>El Titiritero se rinde. En plan, ¿pa’ qué? Si es que pa’ qué.
>>Queso de cabra.
>>Hiiro corrupto se carga a la Guardia (Sale mal).
>>Y fueron felices y comieron perdices.
>>Cuando menos te lo esperas de repente llueven peras.
>>Kevin.
Guau qué intenso suena todo. Va a ser genial, sip.
Hale, nos vemos dentro de dos semanas masomenos para ver qué será lo que pasa entonces (?? Muchos besitos, bebed agüita, que no os gasten muchas bromas y, ¡gracias por leer! Nos vemos~
Desconectado
#104 El 02-04-2022 à 02h41
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Holaaaaaa uwu
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Isis es una descuidada con su fanfic favorito
Holii no he pasado por acá hace un montón, siempre terminan pasando mil cosas en mi vida y ahora que volví a clases virtuales la hora de ida y la de vuelta a la u terminan comiendose todo mi día Entonces aprovecho que es viernes y que no me han dejado entrega (que después de la virtualidad mis profes dejan entrega pal día que sea )
Paso a responder la útlima respuesta tuya---
Pri pasate una descripción del Kevin pa acabar esto jajajaja fue inevitable hacerlo unupri escribió:
( Y, bueno, imagino que quizá tu también tengas burnout de dibujar o que si ahora lo haces para las clases o de forma profesional para las comisiones te esté dando ya tirria, pero espero que vuelva a gustarte porque a mí siempre me ha gustado tu estilo D:
Sii justo por eso ya no me atreví a las comisiones nunca mas, auunque mi profesor de ilustración es un amor es inevitable comparase a mis compañros y ser muy crítica con mi trabajo, además ni me da tiempo
---
Ahora el último capitulo y lo poco que recuerde de los otros jeje
Primero adoro a Kash, punto.
Nadie salió muerto o herido de gravedad contra el titi así que van mejorqadno guardía de eel
Aaaa yo sabía que Alessa era medio maloso >, pero siento que me engañas y es bueno en su interior xd
Y si no es obvio amo tus drescripciones del palacio de Kash, todo esto del oro me recuerda mucho un museo e n mi ciudad (llamado museo del oro .-.) ojalá alg´pun día lo puedas ver, los indigenas precolombinos, bañaban personas en polvo de oro y así para rituales (la leyenda del Dorado hace referencia al ritual en guatavita en Colombia y ningún peruano o mexicano me lo puede discutir, fin) Bueno ya me distraje y mis tareas aguardan al capitulo
PD AME LAS TARJETAS DE SAN VALENTIN
porque hay algo entre líneas que creo que nadie ha leído aún, pero bueno (?
Ya estruje mi cerebro y no viene nada a mi pero está bien a veces la vida es así
Ayy no Khash es muy terque, se que tiene estatus cuasidivino pero algo malo le va a pasar a la guardia (((
Ayyy que ya quiero saber mas de Lucien, Stella y el Titi
Adalric es un amor y el unico personaje de New era al que me le aguanto sus dialogos de relleno así que no juzguen antes de conocerBomboncito's thoughts escribió:
Sus palabras me hicieron respirar con alivio, sobre todo cuando con ellas consiguió que la gente dejase a “Lucien” estar. Gracias, Ezarel. Por todo.
Los adoro UwU
De hecho he estado pensando en hacer un edit de la imagen de San Valentin y poner a Ezarel así pero no me ha dado tiempo y le tengo un poco de miedo al éxito-Vacaciones en Memoria, vacaciones en Feng Huang y ahora esto, cualquiera diría que somos la Guardia de Eel -Ezarel se queja porque, como siempre, tiene que quejarse de todo.
Amo lo caotica de la guardia de eel, me encanta jajaja
AMOOOO EZAREL X LEIFTAN PODRÍA LLORAR CADA VEZ QUE INTERACTUAN ME ENCANTA, ME ENCANTA QUE SEAN UNA PAREJA DE TRES CON ERIKA PORQUE NO TODOS LOS TRIANGULOS AMOROSOS SE PUEDEN RESOLVER ASÍ (TE ESTOY VIENDO MIRACULOUS XD)
Los fans de aves deben ser bbf <3
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https://youtube.com/shorts/L4kaqD6GCf4?feature=share
Leiftan cuadno Ezarel le dice que se quede spoiler NO ES REAL T-T
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Claro que en cualquier momento alguien lo iba a descubrir porque hay un montón de razas con oidos superdesarrollados y la verdad me alegro que sea Nevra AAAAAA ESTOY EMOCIONADAAA, no se porque me gusta tanto que alguin mas sepa, salseo talvez xd
Jajajaja porque Hiiro no pilla nada Nevra ya le iba a dar un beso xd
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Miikooo porque no fuiste AAAAA estos son lios geopoliticos
JaJAJAJAJAA NOOO PORQUE QUIEREN CASAR A SIMONN NOOO SIMONNN BEST BOIIIIIIIII
Bueno ya, algo tiene que hacer la guardia (porque me sigue gustando Khash?)}
Sabía que Hiiro iba a hacer eso lo adoro ajjaja ahora si son una familia hecha y derecha
Pero bueno nada de esto tiene sentido porque es April fools y ya está mañana me engañaron muy feo con un manga al que le tengo mucho aprecio, y después de titirikevin ya no caigo mas xd, amo tus april fools btw
Que cutes que son UwU
A la final no llevaba ropa interior jeje
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A mi no Pri llevo ya años por acá, ojalá podamos leer la reacción de alguien mas jovenzuelo xd
Esto fue lo que se soñó Valkyon esa noche porque comió mucho y April Fool tiene extraños efectos en la gente eldaryana
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Yo bajando con cuidado el capitulo pa no eprderme los astericos k¿jajaajja
Yo también le tengo miedo Hiiiro tranqui, Alessa no seas tan creppyn porfi
Están preciosos Hiiro y Simonn casados
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Tiempo de adivinar
- Hiiro a Nevra tal vez???
- Ay yo amo a Nevra dejenmelo pa mi xd
- Pues me parece bien
- Ayy no se q puede significar
- Hiiro NOOOOOO
- siento que los doas ultimos están relacionados y sup´tamadre Kevin CHADDD
Cómo siempre chau te adoro, creo que tengo mil setas sin leer aparte de las que borré la vez pasada así que cuando tenga tiempo te las pido ewe
ʜɪᴊᴏs ᴅᴇ ɢᴀɪᴀ.
sᴏᴍᴏs ᴇʟ ғᴜᴛᴜʀᴏ ᴅᴇ ᴇᴇʟ, ʟᴀs ʀᴀᴍᴀs ᴅᴇ ᴜɴ áʀʙᴏʟ ᴇɴᴏʀᴍᴇ.
ʟᴀ ᴜɴɪóɴ ᴇs ɴᴜᴇsᴛʀᴀ sᴀᴠɪᴀ, ᴇʟ ᴄᴏɴᴏᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏ ɴᴜᴇsᴛʀᴀs ʀᴀíᴄᴇs.
sᴏᴍᴏs ᴇʟ ᴀɴᴛíᴅᴏᴛᴏ ʏ ᴇʟ ᴠᴇɴᴇɴᴏ.
ɴᴏsᴏᴛʀᴏs sᴏᴍᴏs ᴀʙsᴇɴᴛᴀ.
Última modificación realizada por Isis (El 02-04-2022 à 02h42)
Desconectado
#105 El 04-04-2022 à 00h12
Hola∼❤
Bueno se supone que iba comentar esto por separado pero se acerca semana santa y eso es una crisis. En fin...
10
Bueno, fue medianamente tranquilo... Para lo que le suele pasar a nuestra querida Guardia de Eel...
Solo tomo relevancia lo de que Hiiro es alérgico al oro.
Chistes sobre Naytili.
Un tío muy guay intentando superar al Bufón de la Guardia haciendo chistes de peras.
Dicho bufón liándola, obviamente.
Comida con sabor colesterol de ricos.
Nada... Cositas normales para la Guardia de Eel, que si no la lía es que son farsantes.
11
Aquí si se vino lo bueno.
Empezamos potentes resumiendo una semana llena de arena para escribir una carta a la jefa.
Erika te han quitado tu momento de gloria y eso es algo que no puedes perdonar.
Continuamos con una profunda charla de dos amantes bajo el cielo nocturno, charla la cual se supone que tenia que resolver algunas dudas pero bueno, sigo sin en tender nada.
Es que Lucien es como los villancicos de navidad, nadie los entiende aunque todo el mundo los nombro y canta.
Y... Hay caralho bendito.
Seguimos potentes con Nevra escuchando conversaciones QUE NADIE DEBERÍA ESCUCHAR.
Y luego llega el Best Boi...
Y le meten en una boda en contra de su voluntad...
PERO SALE HIIRO Y SE OPONE Y DICE QUE SE VA A CASAR CON EL (pequeña pausa para destacar la reacción de Ezarel y la reacción de Nevra, es definir mi vida en dos secuencias contiguas, ejem) Y SE CASAN Y HIIRO MANDA AL CUERNO A LA GUARDIA Y HAY TARTA Y HAY NOCHE DE BODAS Y YO LLORO ARCOIRIS, ESTRELLAS Y BRILLITOS.
Seguro que a Onha le encantaria ver a sus papis juntos de nuevo.
Y si había un crowmero espiando por allí posiblemente se hubiese quedado calvo de la impresión y se hubiese ido a beber whisky.
Ay, adoro los finales felices.
Solo tengo la impresión de que en cualquier momento alguien se despertará de un sueño o algo pero bueno.
Interludio
Ja... Ja... Jajajaja...
¿Qué como que adivino, no? Ja...
Te preguntas si has conseguido engañar a alguien y si, yo me lo he comido con patatas...
Jajaja...
Odio el April's Fools.
Odio que España sea el único país en el que el 1 de abril es un día normal.
Odio ignorar mis propias advertencias.
Odio olvidar momentáneamente cosas que me hace falta saber.
Odio caer en todas la bromas.
Odio vivir en este instante.
Si es que tenía que haber imaginado que no quieres que los personajes sean felices.
Si ya me comí el otro April's Fool.
Si es que la vida es muy dura.
Bueno por lo menos Simonn tiene y tendrá muchos títulos y reconocimiento aunque no el de marido de Hiiro.
Y hay setas que me harán alargar la fantasía de un final feliz.
En realidad los finales felices son como una droga adictiva, te encandilan con un pseudo estado de felicidad alterno con la emoción de poder apreciar un momento así, y por más que una pequeña voz en lo mas profundo y recóndito de tu mente y alma te susurre que ese vano momento no es más que una alteración creada por tu propia mente decides ignorarlo cegado por tu propia felicidad porque muy en el fondo sabes que es lo mejor que has sentido en mucho tiempo y ese solo y único deseo te hace querer preservarlo lo máximo posible hasta que llega a su final infeliz y caes de bruces contra la dura y fría superficie de la realidad que te hace darte cuenta de tu propia ilusión y por más que sabes que lo es sigues aferrándote al sueño de ese final feliz yyyy... Demasiada reflexión pesimista para una broma de 1 de abril. Ya paro.
P.D. "And the were roommtes, anything but lovers, history hate lovers" Y Pri también.
A fin de cuentas otro capitulo maravilloso y he disfrutado con la broma y todo... Más o menos.
Desconectado
#106 El 07-04-2022 à 03h40
¿Mentalizada? No. ¿Preparada? Tampoco. Pero no pasa nada, allá vamos para seguir por dónde lo dejé Y ESPERO POR EL BIEN DE TU OJO DERECHO MI BEBÉ ESTÉ A SALVO.
24.7
''-¿¡Qué has hecho con ellos!? -Grito.
-Leiftan... No te recomiendo el camino de la violencia, ahá. Al menos, no conmigo.''Bro, a ver cómo te lo digo... El sopapo te lo voy a soltar yo.
La verdad es que Hiiro es muy gato y me hace muy feliz que su versión brownie sea un gato xD
''Observo, con horror, como el cuerpo del familiar se contorsiona de manera antinatural con el sonido de decenas de huesos rotos chasqueando, haciéndose una bola sobre sí mismo a través de una fuerza invisible y letal que convierte lo que antes era un perro en una pelota de pelaje y huesos rotos que chorrea un líquido negruzco similar a la sangre según Alessa aprieta su puño, exprimiendo de su víctima cualquier tipo de líquido.''Ehmm... Eh... Oh... Hmm... Está feo porque es un animal pero... Eh... Más feo está que me acabe de enamorar de Alessa por esta demostración de poder xdd
Woow un ¿cambiaformas? Me da igual lo que sea, está contra Naitily, me cae bien.
''pero que haya aparecido de repente para salvar a Naytili es algo que me ofende como persona.''A mí también me ofendería, de hecho efectivamente me ofende.
...¿Y Li no hace nada cuando la imbécil literalmente manda bicho que destruyen libros?
''Y no tengo claro lo que sea que va a pasar, pero lo que tengo claro es que no quiero que él tenga que sufrirlo, así que mi voz escapa de mi garganta con todo el apuro y la desesperación del mundo.
-¡LEIFTAN, NO!''Que te apuñalo un ojo eh, a mis bebés no, a mis bebés no que me vuelvo peor que Naitily cuidao.
''Entiendo que ese hombre, esa figura de luz... Soy yo. Yo soy Lucien. Siempre lo he sido.''¿Es en sentido literal o figurado Leift? Me estás rayando T^T
¿Qué cojones es Li? Necesito saberlo, me intriga muchísimo. Me parece desgarrador que haya acabado así, con tanta facilidad con Lucien o.o
Espera, ¿el Titi acaba de salvar a Leift? whuuuut
...Dios. Me ha atrapado por completo la escena de los recuerdos de Lucien, y su muerte, pero por completo, no sé por qué pero me ha parecido muy bonita :( y estoy llena de dudas, no puedes dejarlo así T^T
Lo bueno es que tengo más para leer pero como no resuelvas mis dudas... Ya sabes, puñalá en el ojo
Wooo que hay más e.e
''-Le quiero a él. Y va a ser mío. Y ni tú, ni nadie, va a poder hacer nada para evitarlo.''ADCSADCQWDVQWVSADVKSLDMCÑSDCQOWE SÍ. Mira yo lo siento pero pocas parejas con más química que el Titi y Hiiro, ahí lo dejo.
Siempre es de agradecer aunque sea la misma escena, los puntos de vista de otras partes, yo lo disfruto mucho.
He de dedcir que estoy haciendo toda la trampa porque como voy con meses de retraso pues estoy viendo directamente las respuestas xd
Juas ''por favor no tires la tarjeta'' xddd
''No te olvido'' ¿Que no es difícil? Pues yo no caigo :')
Jjajajajaja necesito una escena narrada por Niels o no G de Niels tergiversando algo tan directo como esa nota xdddd
Oh dios tu respuesta a mi comentario es demasiado larga no puedo contestarla si quiero que me dé tiempo a ponerme al día sorry T^T
...Se me hace muy difícil porque me has respondido cosas graciosísimas, 10/10 el vídeo de la choni, obviamente ya lo conocía.
24.9
Sé que es una escena fea por el sufrimiento de Leift pero es que verlo ahí abrazado a Ez, rompiéndose, me parece tan bonito...
...Y saber que ha sido en su forma daemon me parece aún más bonito T^T
''Le he visto. Ha sido él el que ha escogido cómo lidiar con el Perro. Ha sido él el que le ha cogido y ha hecho... eso. He visto cómo su puño se cerraba y cómo, incluso ya muerto el animal, ha seguido haciéndole daño.''...Sí, obviamente me repele, en absoluto me siento atraída para nada por ese toque oscuro raro suyo, nope, nop.
''-¡Atrapad a Nae Teleh! -El hombre que ha gritado antes desde el bananadrilo vuelve a hablar- ¡El resto, quedaos quietos por vuestro propio bi-
Se interrumpe cuando su cabeza cae limpiamente de encima de sus hombros.''Venga ya hombre, era perfecto, Titi tío que últimamente me estabas cayendo bien casi te estaba perdonando lo de Henry y todo.
Hermano... ¿Cómo que detenidos? Que literalmente no han hecho nada ni si quiera a ojos de su propia ley, por dios, UN ABOGADO POR FAVOR.
''-Ven a mi laboratorio -Indico, poniéndome en pie con un suspiro y comenzando a caminar en esa dirección, bastante irritado por no poder ir a tirarme a mi cama a llorar o gritar contra una almohada o emborracharme o las tres a la vez.''Siempre puede ir a ligarte a Hiiro, es una buena evasión, hazme caso.
WTF QUE EL PERRO HABLA. Ah vale no que lo están usando, hubiera estado guapo.
''-Mi nombre es Alessa. De la Guardia de Eel. Estaría interesado en hacer un trato contigo, Titiritero, si puedes ofrecerme una cierta información que llevo buscando mucho tiempo.''...No falla, si me gusta es malo, o tiene muchos problemitas, es que no falla, es una regla universal parece.
...No, tampoco me pone para nada que sea tan poderoso como para hablar a tanta distancia a través del perro. Nope.
''Sigo diciendo, no nos estamos enterando pero entre Ezarel y Leiftan están armando un complot para quitarle a Hiiro el puesto de PROTAGONISTA ABSOLUTO, me lo estoy viendo devení y me da mucho miedo por el pobre Hiiro.'' ...Como que no me quejaría mucho yo, ¿sabes? A ver, pueden ser protas los tres yo qué sé, que la trama del TitixHiiro está muy bien también. Que Leiftarel se haga protagonista no debería excluir a Hiiro del protagonismo jo :c
''Empiezo a preocuparme así que he mandado una partida de búsqueda a por las setas, pero aún no las han encontrado :('' PUES QUE BUSQUEN MEJOOOOR.
''Que no hay se... ¡Anda, mira, una seta! Oops, demasiado tarde, vaya, estamos en marzo. Meh, seguro que la puedo meter en otro lugar que no sea el especial de Halloween.'' AASFSAVASDVWVQWVQV DÁMELAS.
...Bueno, he conseguido no comentarlo del todo pero es que hacías alusión a las setas y a Leiftarel, no pude contenerme.
24.9
'' al fin encontramos a alguien con un pelo más glorioso que el de Ezarel.''Mátenlo o rápenlo, no hay punto medio.
Oh, no pensaba que ibas a meter a Aldalric o.o
''Extrañamente, no tengo ganas de vomitar, así que entiendo que nuestra buena amiga no se encuentra entre los presentes, ¿no es así?''Me cae bien.
...Es un taponcito, mide menos que yo o.o
He de decir que este capítulo me está ''deslumbrando'' en plan, me he imaginado muy fuerte cada detalle que has narrado y como todo es dorado y del mismo color, te juro que lo tengo tan visualizado en mi cabeza que me resulta infinitamente molesto por algún motivo así que voy a proceder a no imaginar más el decorado porque me está matando. Con esto lo que quiero decir es que me parece fascinante cómo has conseguido hacer ese efecto en mi mente sólo narrando xdd o igual estoy cansada, que también.
''-Y por lo que he entendido -Nevra interviene también-. Su marido, ¿cierto?
-Uno de ellos -Asiente-. Khash posee un numeroso harem de maridos, esposas y otros cónyuges.''Elle sí que sabe.
''Y, bueno, tampoco quiero ver a una chica desnuda. Ni a Ezarel, la verdad.''Pues te sorprenderías, y para bien ewe
''Por alguna razón, en el momento en el que el elfo abre la boca, Erika parece tener una epifanía. Puedes ver claramente cómo sus (dos) neuronas se activan y conectan una idea y sus ojos ganan vida, mientras que el rubor en sus mejillas se oscurece.''Jé, ya ha caído la chavala.
''Mi cuerpo se tensa al sentirle cerca. Uno de sus brazos pasa por detrás de mí en el bordillo, lo que me hace sentirme ligeramente acorralado. Su cuerpo se acerca al mío, puedo sentirlo aunque no emane calidez.''No! Fus! Eh! Que os estáis dando un tiempo, cochinos.
''¿Oh? ¿Qué es esto? Misteriosamente, ha aparecido una seta por aquí... Se han desbloqueado las Setas importadas de Estambul, contacta con Prirenna por mensajería privada para más información...''DAME DAME DAME DAME DAME D:
Editaré este comentario con lo que me queda, o comentaré otro post si alguien más comenta tras este. En definitiva, siempre un placer leerte y lo he disfrutado un montón, pero muchísimo, últimamente soy una bola de estrés y de verdad que pararme a leer tu fic era algo que hasta necesitaba :')
·
Yyyyy edito y continúo e.e
24.10
No sé por qué, veinte años me parecen pocos, me estoy haciendo vieja, claramente.
Mira me da igual cuán dura haya podido ser su vida, está mejor muerta y punto eh.
...Un daemon dejó preñada a su madre, ¿será Lucien? No por las fechas, epro estaría guapo.
''La idea es simplemente repulsiva e, incluso pensando en Naytili, y en lo terrible que es esa mujer, y en las ganas que tengo de que sufra la más horrible de las muertes, siento una verdadera lástima por ella si ha tenido que sufrir algo así.''Lo siento pero a mí la lástima se me va en cuanto recuerdo que es ella. Poco le harían, aunque en esa época no se lo mereciera y seguramente lo que haya vivido sea lo que la ha convertido en lo que es, que me da igual, que no quiero razonarlo, que poco ha sufrido para lo que se merece y punto.
''-Decreté que, de ese punto en adelante, Naytili formaría parte de mi harem personal.''Khé.
...Hmm esperaba de alguna manera más tragedia, o sea, sí mató, a mucha gente y eso pero estaba... Huyendo. Que no, que paso de empatizar con ella, que sí Sulta, que tienes razón, que su cabeza en una pica.
...No sé qué sentir por este tíe... xD
''¿Habéis oído cómo hablaba de su harem? Está forzando a gente a casarse con elle y aún lo llama “benevolencia”.''Estoy totalmente de acuerdo pero la verdad es que suena tentador que te mantengan entre eternos lujos... Y encima te deja tener más parejas, es que no está tan mal... Mira Sulta, tú a mí me pones buena conexión a internet y soy tuya.
No. Para. Las bromas de peras son tan molestas como la propia Naitily.
''Nevra me está mirando con una cara rara, casi como de... sorpresa... Le miro con algo de duda, pero al segundo le veo carraspear y rápidamente mirar a otro lado.''Jé, Nev sí se ha dado cuenta de que no llevas nada debajo ewe
''-Hmmm... -Se lleva una mano a la mejilla, como si se lo tuviera que pensar- Vuestro compañero ha... Cometido una pequeña infracción dentro del palacio, me temo. Está siendo castigado por ello ahora mismo.''Bro cuidao que apuñalo ojos eh
¿Cómo que se lo merece? Pero qué has hecho Ez...
...Oins, que ha soltado a los pajaricos ó.ò bebé :c
En serio, es que no sé qué pensar de elle, me cae mal pero me cae bien a la vez, y preguntar de forma tan directa si quiere casarse Valk con elle le hace ganar puntos.
Que se quiere casar con todos, me meo, yo estoy igual hije, te entiendo.
24.11
''¿P-por qué tiene que ser todo de oro por aquí? O, dorado, en general...''Yo estoy igual Leift.
Por cierto, que digas que es tu capítulo favorito de todo el fic me genera: desconfianza.
Ezzy preocupándose por su novio ó.ò
''Un hombre al que no reconozco, de ojos rojos, cabello negro y mirada triste, que hace que algo se encoja en mi pecho con un sentimiento de angustia.''Quién es... O sea, me intriga muchísimo porque lo obvio sería que es el Titi, pero si fuese él... ¿Lo reconocería? aaaaaa
''-Está bien -Su voz suena firme y segura, contrario a la mía. Apenas soy consciente del trazo que su pulgar hace sobre el reverso de mi mano, y a la vez todo mi cuerpo se concentra en esa sensación cosquilleante-. Tómate tu tiempo, si es lo que necesitas. Puedo esperarte. Ya lo hice una vez.''Se están cogiendo de las manitas, no puedo, ayuda T^T
''-Gracias, Ez.
Ahora es él el que da un apretón a nuestras manos unidas.''ASDCASVASVQWVQVSAMDASLDKVQWÑVNWQ.
''-Oooooh, es que no podías haberlo hecho mejor... -Al final consigue reponerse de su ataque de risa y mira a Ezarel ahora con malicia en sus ojos- Nuestro correo se envia principalmente a través de pájaros mensajeros...''Ups.
''Cuando hace un aspaviento con las plumas y pía, yo me echo algo hacia atrás, impresionado. Ezarel, por el contrario, tiene los ojos puestos en la criatura, y es ahora cuando suelta mi mano, mucho más interesado en el águila que en mí. Cuando coloca un brazo frente a él, el ave no tiene problema en subirse a él de un salto, y observa al elfo casi con la misma curiosidad con la que el elfo le mira a él.''Necesito que sean bros.
Puaj... Mira que no hay cosas interesantes por probar que se van al tabaco, ugh.
Leiftan deja de procastinar y habla con Ez de una maldita vez que necesito respuestas.
''Llevo mucho tiempo muriendo en bucle. Reencarnándome. Volviéndome a morir. Una y otra vez.''En sí es lo que tiene reencarnarse, vaya.
''-Porque así... funcionamos -Hablo... casi con miedo-. Esa es... Otra de las cosas que he entendido. Nosotros no... No morimos, Ezarel...''Uff... Que sea algo de toda la raza hace que lo de Infierno me dé mucha más rabia:)
''Se lleva una mano a la frente, quizá sintiendo parte de la misma desesperación que siento yo. El genocidio que los dragones estaban cometiendo era ya terrible de por sí, pero esta nueva información le ha dado una nueva dimensión al horror de Infierno.''Exacto :))) Tengo sentimientos encontrados porque... Al no ser seres nuevos, de alguna manera tienen culpa de lo que pasó si es que es verdad que hicieron algo, pero al mismo tiempo en absoluto no, porque nacen sin recuerdos los que los vuelve... Personas distintas de alguna manera y entonces ya no tienen culpoa y debería ser redención suficiente y aaaaaa odio Infierno.
''-No... sé -Hago una mueca, inseguro-. Hay algo en él, que... No sé. Tengo la sensación de que era una persona importante. ¿Sabes... este sentimiento cuando te despiertas de un sueño y tratas de recordar lo que es, pero no lo consigues del todo? -Él asiente- Así me siento yo ahora...''Es que tiene que ser el titi, no puede ser otro.
''Cuando pasamos frente a la puerta de Ezael, me dispongo a simplemente darle las buenas noches e irme a mi propia habitación a rumiar los acontecimientos, pero él me lo impide cuando me agarra de un brazo, impidiendo que me mueva. Le miro un poco sorprendido, y él me devuelve una mirada fija.
-¿Quieres... pasar?''Sí, sé que reacciono a casi cualquier cosa que implique un mínimo de intimidad para estos dos pero es que los quiero mucho T^T
...Espera eso ha sido una insinuación? No, ¿verdad? ¿Sí? AAAAAAAAAAA SI HAY SETAS LAS EXIJO.
''¿¡LEIFTAN ES UN DAEMON!?''WTF Vale, no me esperaba que lo escucharan y menos Nevra por algún motivo o.o
Me parece súper tierno cómo se está portando ahora Hiiro con Nevra... Si tan sólo hubiesen sido así ambos en el pasado :c
Oye oye que no se queje le Sulta que Simonn es mil veces mejor que Miiko.
Khé. ¿Se va a casar con Simonn? :0
A ver yo qué sé, que es una boda, no están del todo encerrados ahí, no? En plan... Su harem puede salir y entrar cuando quiera...? Si no es así entonces sí que es para preocuparse.
'' Personas. Con su propia vida. Les coge, se casa con ellos y les deja encerrados para el resto de sus vidas en su palacio milloneti. ¿Qué diferencia hay entre el esclavismo y esto?''Vale sí, hay que preocuparse, es que yo había entendido que como también podían ''darle su corazón'' a otra persona, había dado por hecho que también tenían la libertad de entrar y salir siempre y cuando volvieran siempre o algo.
...Hiiro por dios contrólate, que no pasa nada, se puede hacer el paripé y hacer algo más tarde para salvarlo :')
''-Hiiro, qué estás... -Escucho a Leiftan quejarse, pero por el rabillo del ojo cazo a Ezarel silenciándole a base de taparle la boca.
-Dales duro -Dice el elfo, evidentemente animando mi revolución.''Va a ser verdad que vivir entre lujos te roba inteligencia o algo eh...
''-¡NO PUEDES CASARTE CON SIMONN, PORQUE SIMONN VA A CASARSE CONMIGO!''Toma ya, y espero que de verdad.
'' Como si fuera lo único en este mundo que valiera la pena mirar. Algo en sus ojos hace que sienta mariposas en el estómago, y mis mejillas brillan sonrojadas de la misma forma que hacen las suyas, aunque él lo haga de color amarillo.''Como no se casen me voy a enfadar.
''Ni siquiera me lo pienso. Me acerco a Simonn y me echo sobre él, cogiéndole por la cadera para echarle hacia atrás y, a pesar de la diferencia de altura, inclinarle para poder besarle con toda la intensidad que se merece. ''Wadafac. O sea me encanta pero muy unexpected, o sea, es Hiiro, y hay GENTE MIRANDO.
'' y hay una persona que dice que moriría por nosotros si se lo pidiéramos.''No sabía que estaba yo ahí.
Hiiro controla la toxicidad bro tú no eres así :c y te estabas portando súper con Nevra últimamente :ccc
''-Me la suda, Leiftan -Una vez más, mis palabras parecen causarle shock-. Si hubieran sido Ezarel o Erika, ya te digo yo que no ibas a estar tan tranquilo. ¿Qué pasa, que aquí somos unos más que otros, o qué?''A ver... Varios puntos:
1. Sí, tienes completamente toda la razón en ese sentido Hiiro y estoy bastante de acuerdo, aunque también es normal no da tu vida por todo el mundo y tener una lista reducida por los que sí, por así decirlo.
2. A ver... Esto se podría haber solventado con tiempo realmente, en plan, lo mismo podrían haber conseguido un permiso para que Simonn salga, o invalidar el matrimonio de alguna manera con el tiempo, o negociar a posteriori...
3. Se os está yendo la cabeza a todos, ¿qué es eso de contestar ''chincha rabincha''? Simonn por dios que es serio.
4. Como esa fuera la intención de Miiko, la mato.
''-Eh, bueno -Carraspea, estirándose un poco y mirando ahora en alguna otra dirección-. Supongo que luego podemos... Eh, ya sabes, divorciarnos. Supongo. Para que luego no... Haya problemas ni nada...''Nah, ¿pa qué mover papeleo innecesario? Hacedlo si en algún momento alguno de los dos quiere casarse con otra persona y no ser una relación abierta, hasta entonces, ¿para qué? Así os ahorráis burocracia, hacedme caso ewe
''-Q-No, no, no me molesta... -Hace una mueca- Es, eh, uh... En realidad, ¿sabías que si dos miembros de la Guardia se casan tienen derecho a una vivienda en el Refugio?''Si es que son todo ventajas, no sé a qué espera el trío calavera.
''-De hecho, no se está nada mal aquí -Pongo los ojos en blanco, mientras que él se ríe-. ¿Cómo se supone que vas a abrir la puerta?
-De una patada.
-¿En serio?
-No. ¿Puedes abrirla por mí?''Cuando dos pasivos se casan... xD
''-¿Qué tiene de raro besar a tu marido? -Contesto yo.''No me puedo creer que esto sea canon... Sobre todo por estar viendo a Hiiro así de desenfrenado pero bueno.
...Está siendo un capítulo extraño.
''-Sólo se interesa por mí cuando necesita desahogarse del trabajo o cuando se aburre -''Tiene razón pero insisto en que me está pareciendo raro.
''¡Feliz April’s Fools!''Ya decía yo... xdddddd fue bonito mientras duró pero ya decía yo que no me estaba cuadrando nada.
''Lo que significa: No, Nevra no se ha enterado de nada; no, Ezarel y Leiftan no han pasado la noche juntos''Puedo con lo de Nevra, que por cierto había sido un buen giro, pero que mis bbs no hayan pasado la noche juntos me duele u.u
Obvio me interesan las setas de CasaBlanca, ewe
Espera qué, que no hay interludio, que el interludio es la continuación del capítulo real T^T Muchas vueltas para mi cabeza Pri D:
...Gracias por los asteriscos sutiles y el gif, igualmente me lo he releído como una imbécil xD
Madre mía... No me fío un pelo de Alessa retomando las consultas, pero al mismo tiempo me intriga mucho qué tendrá eso que ver en su plan xd
Y me parece raro que le insista a Hiiro concretamente, ¿qué trato habrá hecho con el titi?
''-Mi nombre es Simonn Giallo -Se presenta-. Miembro de la Guardia Brillante de la Guardia de Eel, asistente de la Líder Miiko y representante legal de la Guardia. Caballero honorario de la Orden de Caballería de Lund’Mulhingar. Vasallo de la familia Hiemiya del Reino de Jade, doncel de su Alteza Real Miiko-hime. Gracias por invitarnos a la Ciudad de Oro... Ahora, hablemos.''Este Simonn ya me parece más canónico, yep.
No dibujas tan mal, se entiende bastante bien :3 y me encanta el best boi principesco. Y como lo mates al siguiente cap, te apuñalo un ojo :3[/i]
''>>Kevin.'' KHÉ. Dios... Hace tanto que no le leo que me olvido muy rápido de que es uno de mis pjs favoritos :c
Bueno... AL FIN AL MALDITO DÍA, ahora a esperar :c
·
Última modificación realizada por Kadia (El 08-04-2022 à 02h20)
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#107 El 19-04-2022 à 10h17
Heyo!
Hola perdón que otra vez vengo con retraso pero aaaaaaaaaaaa me he bloqueado un poco escribiendo este capítulo, porque es... uh... Bueno, luego os hablo un poco de él.
¿Qué tal está todo el mundo, bien? Espero que sí. ¿Cómo ha ido el evento de pascua? A mí me está encantando, no sé si se verá según he vestido a mi guardiana (? La ropa me parece súper linda toda, adoro el snake porque es un juego facilillo, y la imagen es.......... Posiblemente una de mis favoritas de todas las imágenes del juego, por ningún motivo en específico aunque todos los cuerpos sean un poco copiapega y no entiendo por qué Lance no tiene 110cm de busto como los hombres de verdad.
Espero que lo estéis disfrutando tanto como yo (? Bueno, yo tenía algo que hacer además de hablar del evento... Ah, sí, comentarios chulis.
PERO ANTES DE LOS COMENTARIOS, y para que quede constancia antes de las respuestas:
La caracterización de los personajes en el capítulo de April’s Fools no es canon. Las personalidades están exageradas para efecto dramático. Así mismo, el Capítulo 24 aún no ha terminado, aunque ya le vaya tocando, y el “adelanto” forma parte de la broma, igual que el título del interludio. El queso de cabra no tiene ninguna relevancia a futuro. Repetimos: el queso de cabra no tiene ninguna relevancia a futuro.
Y no, Kevin no va a aparecer.
Por ahora.
Quién sabe en el futuro.
No lo sé.
Dejad que me invente alguna excusa para encajarle en todas las piezas del complicado puzzle que tengo en mi cabeza y ya veremos ;_;
Con eso aclarado (?)
Isis
Aaaa hola, tengo la sensación de que hace tiempo que no te veía (? Espero que te esté yendo bien y que los estudios no estén arruinando tu vida (? Se supone que merecen la pena así que, ánimo, lo hacemos por el título ;_;
Omg el virgin Titiritero xDDDD Es él, es él. ¿Descripción de Kevin? Uuuuh, sé que había una en algún sitio, pero posiblemente se perdiera en el incendio. A lo mejor debería dejarla anotada para Q&A... No, ¿sabes qué? Voy a usar esto para otra pregunta de Q&A y a dejarte una descripción aquí mismo:
Kevin es... un tipo normalucho, realmente (? Tiene una complexión delgada porque es una de esas personas horribles que pueden comer como una lima sin consecuencias para su figura, y además es incapaz de echar músculo (entre otras cosas porque no lo intenta, hay que hacer más ejercicio, Kevin). No es especialmente alto, está un poco por encima de la media, pero eso tampoco le molesta. Piel blanca pero tampoco pálida, pelo de un color castaño claro acercándose al rubio (de longitud: un poco largo para un chico, pero tampoco largo del todo, de es que tu madre empieza a decirte que “A ver si te lo cortas ya, eh”), y ojos de un tono marrón claro. Necesita usar gafas pero por lo general usa lentillas porque las gafas le incordian. No es feo, pero tampoco es especialmente guapo, es... Eh, mediocre. No le gusta su nariz porque dice que es un poco “de patata”, pero a Hiiro le parece linda así que a quién le importa. Entre diario suele vestir con traje, o al menos con camisa, porque la oficina tiene un código de vestimenta bastante estricto, pero cuando usa ropa casual le gusta ponerse ropa oscura para sentirse un malote, como su muy adorada chaqueta de cuero. Tiene los bolsillos llenos de caramelos. Si tuviera que decir su parte favorita sobre sí mismo, sería: “Mi sonrisa, por supuesto. NI UNA CARIES, ¿¡te lo puedes creer!? Ya, yo tampoco”. Según Hiiro, su parte favorita de Kevin sería: “Me... ¿gusta cómo viste las cosas? Es como... N-no sé, siempre viste con mucha naturalidad todo lo que se pone. Supongo que eso me resulta atractivo... Hombres en traje...”. Kevin se puntúa a sí mismo como un 6/10; Hiiro le puntúa con un 8.5/10. El ex-novio de Kevin le puntúa con un 3, pero ese es un imbécil.
... Eso ha sido posiblemente más detallado de lo que necesitabas. Anyways, Kevin (?
Aaaaaa cerraste las comisiones antes de que me diera tiempo a pedirte, porras :( Aunque si eso es lo mejor para ti, entonces espero que puedas volver a disfrutar del dibujo fuera de lo profesional (?
--
Bien que adores a Khash, se lo merece, aunque sea creepy a ratos (? Un día de estos, quizá, llegaremos un punto en el que no sólo la Guardia de Eel no pierda... Sino que gane y todo (? Alessa es... eh, uh... Ya veremos qué es Alessa (?
Si al final me acabo especializando en Mesoamérica a lo mejor algún día acabo viendo ese museo del oro, quién sabe (? Huehueh me alegro que te gustasen las tarjetas de San Valentín, para mí fue divertido hacerlas (? Y no te preocupes mucho por leer entre líneas, esas son cosas que simplemente me gusta hacer a mí para mi propio entretenimiento (?
Que noooo, mira, si Khash es un amor de persona, no hay absolutamente nada turbio rodeándole, fíjate, sus intenciones son claramente puras (?) Se sabrá más sobre Lucien y compañía en el futuro, promesa. Adalric en mi opinión está muy guay como concepto pero la ejecución es... meh...
Sé que hay en algún lugar, flotando en google, alguien que ha editado alguna de las imágenes del juego para emparejar a Ezarel y a Leiftan. Lo sé porque me lo enseñó Kadia intentando defender la canonicidad del Leiftarel (? Necesitamos más triángulos que se resuelvan en poliamor, sí, coincido :( Que Harim y Ezarel monten un club de observación de aves y se reúnan todos los domingos para mirar pajaritos, por favor.
--
No es real, lo siento, Leiftan (? En algún momento alguien se acabará enterando de lo de Leift, si es que siguen discutiendo las cosas en voz alta sentados en los tejados, la verdad xDDDD Lo que no queremos es que se entere Ykhar porque... ya sabemos qué pasó en el canon de Eldarya...
A Hiiro le falta un hervor, a veces (?
Siendo sinceros, ¿quién NO querría casarse con Simonn? (? Hueh hueh este año no he podido engañarte, baia (? Es un poco obvio por la fecha, pero bueno. En nuestros corazones, sabemos que Hiiro y Simonn están casados (? Es canon que el especial de April’s Fools es uno de los sueños rados inducidos por comilonas de Valkyon xDDDD
Los asteriscos son muy sutiles, espero que nadie se perdiera intentando buscarlos (? Pedirle a Alessa que no sea creepy es... Uff.. No sé yo... Hiiro y Simonn de novios son lo mejor del mundo y les amo y ojalá fueran canon D:
El avance no significa nada, me temo, no hay queso de cabra ni Kevins u.u Si quieres recuperar setas borradas o leerte las nuevas (¿creo que tienes dos pendientes?), dímelo por mp sin problemas, mi documento de setas editadas está siempre listo para hacer copiapega (?
Maera
Hola, hola ♡ Tú comenta cuandos ea que quieras y puedas, sin problema, a mí ya me hace feliz que la gente se pase por aquí de cuando en cuando uwu
Si las cosas le van bien a la Guardia de Eel... Algo raro tiene que estar pasando e.e Efectivamente, Hiiro es alérgico al oro, y eso es muy relevante, igual que el hecho de que es ambidiestro, ahám (?) Alessa sigue siendo guay, pese a todo, y Ezarel... Ezarel es un payaso y todo el mundo lo sabe (?
A Erika la he quitado una parte fundamental de su desarrollo de personaje y me siento fatal por ello, lo siento Erika xDDDD La comparativa Lucien / villancicos no me la esperaba, pero me ha hecho gracia x) Promesa que algún día sabremos más de él (? Nevra es un cotilla y best boi es best boi y le amo. Hiiro y Simonn son la pareja del año, MÍRALES QUÉ LINDOS. Si El Titiritero ha llegado a enterarse de la boda, sí, posiblemente acabase bebiendo whisky y mirándose a un espejo cuestionando si de verdad merece la pena hacer todo lo que está haciendo xDDD
:)))) Feliz April’s Fools (? No me gusta hacer bromas tan a menudo pero de vez en cuando alguna está bien y quería hacer una boda así que TOMA BODA (? Sí que quiero que los personajes sean felices, promesa, pero aún no les ha llegado el momento (? Simonn es el marido de Hiiro en nuestros corazones, están casados allí (?
Bueeeno... A mí me gustan los finales felices porque cuando leo una historia, lo hago para sentirme bien y para tener cosas que nunca voy a tener. Sé que nunca voy a poder ser un dragón volando por el cielo, sé que nunca seré un héroe de leyenda liberador de reinos, y sé que nunca tendré un romance de fantasía como los que viven los personajes de las historias de ficción. Por eso, me gustan los finales felices. A mí me hacen muy feliz. Me pone triste cuando un personaje ha luchado mucho por su felicidad pero nunca la consigue, cuando el final no es... tan satisfactorio como yo esperaba. No me gusta cuando el protagonista o su interés romántico mueren en el último momento para dar impacto. No me gusta cuando el malo maloso gana y todo lo que han hecho los héroes es en vano. No me gusta que me engañen diciendo que este personaje ha revivido y luego le vuelvan a matar y luego no se sepa si ha revivido o no, en serio qué pasa con eso, ESTÁ VIVO O NO, NECESITO RESPUESTAS. No me gusta cuando Valkyon se muere, Ezarel se va a cultivar patatas, y Erika se queda siete años atrapada en un cristal. Sé que hay personas con un corazón un poco más trágico a las que sí que les gusta que los finales no sean felices, pero para mí eso no es tan satisfactorio como un “y fueron felices y comieron perdices”, porque yo leo para vivir una historia más feliz que la realidad que me rodea. No creo que los finales felices sean malos... En mi experiencia al menos, son algo que me da un momento de paz en mi miserable vida. Me hacen sentirme mejor, me dan algo bonito en lo que pensar, y a la vez me hacen querer tener un final feliz a mí también. Pensar en que quizá algún día lo consiga, que llegue un momento en el que esté satisfecho con mi vida. Y eso a mí me gusta. Pensar e imaginar. Para mí es suficiente, incluso si nunca se convierte en una realidad, porque, incluso si no lo hace, ya me ha hecho un poquito feliz a través de vivirlo por los personajes de la historia que esté leyendo (? Sólo una pequeña reflexión personal sobre los finales felices (?
Fun fact (? De hecho, soy historiador (?) Y mis OTPs históricas son Juan II de Castilla x Álvaro de Luna y el General Prim x Amadeo de Saboya (??
Kadia
Aló (? Por favor no ataques a mi ojo derecho, es el bueno :( Al izquierdo le puedes hacer lo que quieras, pero si me apuñalas el derecho dejo de ver así que ya no puedo escribir (?
Es posible que te hagas más daño tú que Li si intentas sacudirle (? Hiiro gatito es muy lindo y a mí también me hace muy feliz poder escribir miau miau (? Naytili mata un perro: nOOOOoO CÓMO HAS PODIDO te odiOOOOOO / Alessa mata un perro: Choke me daddy- quiero decir, daddy; quiero decir, daddy-
A Li lo que le han dicho es que no deje que nadie se pegue en la biblioteca, los libros se la sudan, él ya se los ha leído todos (? Que no me apuñales ojos T^t ¿Que qué es Li? Mira qué buena pregunta. Olvídala porque si la respondo será, bffff, dentro de, bffff, muchos años. Tripleté haciendo su buena acción del día, mírale que majo ^^
Me alegro de que te gustasen las tarjetas de San Valentín (? Niels es un chico bastante peculiar y se le ve de lejos, baia xD Halaaaa, tramposa (?) La de “No te olvido” es de Hiiro para Shin :) Me voy a guardar como pregunta de Q&A lo de cómo reaccionaría Niels a la tarjeta de Gèrard porque ahora que me he acordado de que esa cosa existe tengo ganas de hacer uno de repente (? No te preocupes por no responder comentarios, si yo estoy tardando un día extra en publicar porque cuando ayer terminé de escribir vi todo lo que había que responder y dije “Nope, no, demasiado tarde, nope, no” (? Lo que sí que voy a hacer es recordarte que hay por ahí un ensayo de 6 páginas sobre Erika que escribí explícitamente porque tú lo pediste e.e
Cualquier escena con Leiftan como daemon es +10, y si tiene a Ez acariciándole las plumas, +1000, si ya lo sé yo (? Alessa mata un perro: yes daddy- / El Titiritero le corta la cabeza a alguien: noOOOOOO (??)
Abogado, ¿has dicho? Mira quién viene desde Eel :) Bsjbsjs, imagínate a El Titiritero volviendo a casa después de la paliza que se ha pegado en el desierto y que diga “Ah no espera, vuelvo al desierto que se me había olvidado tirarle los tejos a Hiiro esta vez, un momento...”. No, no, el perro sólo hace warf warf arf bark guau. Lo de que si es malo, quién sabe, lo de que si tiene problemas, eeeeeeeeeeeeeeeh, vete a saber; pero si lo que te atrae es el poder, entonces quizá Alessa vaya a gustarte un poquito. Dicho eso, no te lo recomiendo (?
Mi problema con quitarle protagonismo a Hiiro es que esta es, por el momento, la historia de Hiiro. No sé si soy capaz de explicar esto bien del todo sin hacer spoiler de mis planes futuros, pero simplemente quiero hacer focus en Hiiro como protagonista hasta que su historia llegue a su... resolución... conclusión.... mmm; y luego ya podré centrarme en otras..... cosas... Anyway, mira, ¡hay setas en una esquina! *Se va haciendo la croqueta*
NO no le puedes rapar el pelo a Adalric, lo siento e.e Dime que no es una melena gloriosa (? Khash siendo bajite y necesitando un alzador de esos de los cines para su silla cada vez que hay una reunión de líderes mundiales en Eldarya es algo que me hace mucha gracia en la cabeza, la verdad. Me alegro de que las descripciones sean tan realistas como para causarte dolor de cabeza, pero a la vez lo siento por tu dolor de cabeza xDDDD Khash con su harem viviendo el sueño (? Y Hiiro no quiere ver chicas desnudas, ew; ni tampoco a Ezarel; EWWWWWWW... Leiftan, por otro lado...
A ver, la segunda ronda (??
Veinte años en verdad es una cantidad de tiempo decente, piensa en dónde estabas hace veinte años (?) Hmmm, aunque entiendo el odio hacia Naytili, para mí simplemente es que a los niños no se les toca. Me da igual si el niño es el Anticristo, no. Nunca. Los niños tienen que crecer felices. Nadie debería hacerles daño :( *Anrie llorando en una esquina*
Las bromas de peras son lo mejor del mundo y es canon que Alessa hace bromas de peras. Quizá sea hora de replantearse un par de cosas, Kadia :)
Nev dándose cuenta de la falta de vestuario de Hiiro y no sabiendo si decirle algo por cortesía o no, si lo está haciendo porque le gusta o no, si es que es una indirecta o no, y teniendo una crisis por no saber cómo interactuar con Hiiro.
Ezarel liberando pájaros porque Ezarel.
Me gusta que no sepas que sentir con respecto a Khash porque esa es un poco la intención del personaje (? Por un lado, es difícil decir que sea una mala persona, pero por otro lado, uh- Tiene algunas cosas que son moralmente cuestionables (? Pero lo de querer casarse con todo el mundo sí es comprensible xDDD Salvo con Ezarel, es el único con el que no se quiere casar (?
Yup, un (1) capítulo y un interludio muy verídico, sí (?
Es mi capítulo favorito porque Hiiro y Simonn se casan. No, es broma, mi capítulo favorito es 12.3.
Ezarel y Leiftan haciendo manitas y dándose besitos y cosas y Erika por el fondo llorando porque Ezarel no la toca y Leiftan está demasiado ocupado tocando a Ezarel (?) ALGÚN DÍA, ERIKA, ALGÚN DÍA, TE LO PROMETO.
No, UPS no, eso no existe en Eldarya, sólo pájaros mensajeros.
Es tabaco pero realmente lo que han hecho es ir a probar shisha (? No sabía cómo ponerlo sin decir la palabra en sí, baia, pero es eso básicamente. Reencarnarse es una agonía pero, ¿sabías que este veneno es letal para los murciélagos y fatal para los humanos?
Claro, la situación entera de Infierno se aclararía con la pregunta de: “¿El crimen que cometieron merece este castigo?”. Quién sabe :)
El daemon misterioso no es El Titiritero (? El daemon misterioso es un personaje que no hemos visto antes hasta ahora. No se sabe nada de él y, si volvemos a saber de él, no será hasta dentro de... Bastante tiempo. Lo único que sabemos es que aparentemente estaba muy triste cuando mató a Leiftan.
Ah, las setas de mentira (? Y la revelación de Nevra, que es un poco la cortina de humo para hacer pensar que este capítulo es relevante, PERO NO LO ES PORQUE TODO ES MENTIRA, JAJÁ aunque en el canon hubo besito de buenas noches así que menos da una piedra?
El harem de Khash tiene prohibido salir del Palacio del Oro a menos que sea con la autorización expresa de Khash... No es difícil que te dé autorización para salir, siempre que a donde quieras ir sea a la Ciudad de Oro, pero va a estar bastante difícil que te deje ir más lejos. Harim es una excepción porque Khash confía en él más que en nadie, pero el resto del harem... Lo tienen un poco más difícil. Con lo de “entregar el corazón”, Khash se refiere a que se pueden enamorar de quién quieran y si se quieren casar con más gente, pueden hacerlo; pero ni con esas pueden salir del palacio sin su autorización. Así es como funciona su harem.
Todo lo que parece ooc en Hiiro es porque su personaje está exagerado para forzar la trama del capítulo y a la vez para el efecto cómico, porque de verdad no sé qué me pasa que me gusta mucho cada vez que Hiiro manda a Nevra a hacer puñetas (?) También, Hiiro estaba un poco corrupto en esos momentos, cosa que sólo le añade más leña al fuego. El Hiiro canónico no hubiera actuado así del todo (pero sí que se hubiera casado con Simonn, vamos que sí, de hecho lo hace de gratis y todo), y el resto de la Guardia de Eel tampoco lo hubiera hecho.
“No sé a qué espera el trío calavera”, pues yo creo que es que si mencionas la idea del matrimonio cerca de Ezarel, el elfo implosiona sobre sí mismo, así de simple (? Dos pasivo-¿¡perdona!? No creo que Simonn pueda calificarse como... Bueno... huh. ¿Quizá? Naaaah. (???)
Espero que disfrutases de la fantasía de April’s Fools, yo lo hice (? De nada por los asteriscos, me alegro de que no te los perdieras, que sé que estaba difícil. Hmmm, quién sabe qué se trae entre manos Alessa :)
Simonn recuperando su carisma y devolviendo el equilibrio a Eldarya (?? No me apuñales el ojo por favor T^T
No, shhh, vuelve a olvidarte de Kevin; fus, fus.
Gracias por los comentarios :DDD Me alegra ver que mi broma de April’s Fools fuera hasta cierto punto efectiva (? Me lo pasé muy bien escribiendo ese capítulo, huehueh.
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Y hablando de capítulos, nos toca el de hoy. He dicho antes que iba a dar un par de explicaciones sobre por qué este capítulo es difícil, bien...
ES MUY ABURRIDO.
Capítulo 24.12.-
-Bienvenidos a la Casa del León a sus nuevos habitantes... Aquí podréis pasar vuestras noches en lo que dure vuestra estancia. Cualquier petición que tengáis, podéis hacérsela a...
Harim da las explicaciones para los miembros de la Guardia recién llegados, mientras que todos pasamos al interior de la Casa del León aún petrificados por todo lo ocurrido en el salón del trono. Cada músculo de mi cuerpo está cargado de tensión ahora mismo, y mi mente se ve plagada de todo tipo de pensamientos confusos y contradictorios, entre los que se destacan “¿Eh?”, “???” y “¿¿Eeeeeh??”.
En las caras de mis compañeros veo la misma expresión de desconcierto rígido que hay en la mía. El único que no viste la misma emoción es Simonn, que continúa con esa sonrisa cordial que debe haberse pegado a la cara con pegamento y que ha conseguido que no se le caiga en todo este rato, incluso con la presión de, bueno, tener que ir a un territorio extranjero a convencer alle líder de que suelte por favor a tus compañeros tomados como rehenes.
-Muchas gracias... Harim, ¿cierto? -Habla con tono de completa calma al referirse al emir, que asiente- Volveremos junto a Khash una vez terminemos de instalarnos.
-Mandaré a alguien para que os sirva de acompañante... -Harim retrocede hacia la puerta, pero aún se queda en el límite de la entradilla- Mientras tanto, os dejaré privacidad para... -Una sonrisa maliciosa aparece en sus labios- Para que os echéis a gritar de nuevo.
-Nadie va a gritar esta vez -Miente Nevra.
-Absolutamente nadie -Ezarel le secunda.
-Está todo bajo control -Remata Simonn.
-Por supuesto, por supuesto... -Parece aguantarse una risa- ¿Se me permite un comentario sincero antes de retirarme?
-Tus comentarios son siempre apreciados, Harim -Leiftan le invita a hablar. La verdad es que coincido con él porque siento que los comentarios de Harim son las únicas palabras sinceras que nadie pronuncia en todo Elsur.
Harim se lo piensa por un instante, mirando al techo. Luego, baja su mirada directamente a Simonn.
-Buscad la manera de salir de aquí lo antes posible. Le has gustado, lo que significa que quiere que te quedes. Iros antes de que encuentre otra forma de liárosla.
Esas son sus palabras de advertencia, pronunciadas antes de que finalmente abandone la estancia, dejándonos a solas salvo por la sensación de incertidumbre que invade el ambiente.
Al menos, podemos relajarnos un poco, y todo el mundo parece bajar la guardia ligeramente una vez Harim se va. Los hombros de Simonn se hunden visiblemente y yo dirijo mi mirada a él, algo preocupado. La sonrisa en sus labios empieza a vacilar, como el agua al borde de un vaso a punto de derramarse. Me acerco a él con la intención de servirle de apoyo de algún tipo, tratando de hablar con la voz más calmada que puedo.
-Simonn, ¿te enc-
-¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA---
(Algunos minutos antes, en la sala del trono del Palacio del Oro...)
La tensión en el aire podría cortarse con un cuchillo. Cuchillos son los que Harim le está lanzando con la mirada a Simonn, que simplemente le ignora y continúa con sus ojos fijos en Khash. Dos pares de ojos dorados que conectan. La expresión de Khash continúa siendo completamente ilegible, sin que deje entrever qué tanto le disgusta la presencia del comesueños, o si le resulta relevante siquiera.
-Simonn Giallo -Finalmente pronuncia su nombre, tras un intenso silencio que pueden haber sido apenas segundos, pero que a mí me han resultado semanas-. Voy a hacerte una pregunta, y espero que me guste tu respuesta...
Simonn no parece impresionado por la amenaza muda. Sus labios siguen sonriendo con perfecta cortesía, impasible ante las circunstancias y la presión que ejercen.
Khash se echa hacia adelante en su trono. Sus ojos no rompen el contacto con los de Simonn por nada del mundo.
-Pedí expresamente que Miiko se mostrase ante mí y, sin embargo, no ha venido. ¿Por qué no lo ha hecho?
En Simonn no veo nada más que confianza. Esta es la pregunta que ha tenido que prepararse, sea lo que sea que él y Miiko hayan tramado para hacerle venir aquí.
-La Líder de la Guardia de Eel, Miiko... Expresa sus más sinceras disculpas por no haber podido acudir a la reunión, incluso después de las molestias que habéis procurado para poder reunirnos. Profundamente lamentamos no haber podido responder adecuadamente a la invitación, sin embargo... -Hay un segundo para tomar aire- Miiko aprecia que seáis permisivos en entender que, dadas las circunstancias en Eldarya, es imprescindible su presencia en Eel, y que desde luego es prioritario que el Gran Cristal quede protegido de aquellos que pretenden destruirlo; especialmente teniendo en cuenta que los mismos enemigos que tratan de atentar contra la seguridad de Eldarya hirieron a vuestra Guardia Dorada hace no tanto tiempo, cuando acudieron en defensa de la Guardia de Eel... Hecho por el que estamos más que agradecidos. Yo soy un simple mensajero, mis palabras quedan a la interpretación del que las oiga, pero podéis atender directamente a las palabras de nuestra Líder directamente desde... -Mete la mano en el interior de su chaleco, desde donde hace aparecer una carta- Aquí. En compensación por su ausencia, aunque por supuesto no sirva como disculpa, sino a modo de expresar nuestra buena voluntad, hemos traído desde Eel una serie de regalos que esperemos que sean de vuestro gusto... Contamos con que quedéis satisfeche, especialmente si os gusta la bebida, pues traemos nuestros mejores licores. Bien, una vez explicada la ausencia de nuestra Líder, quiero dejar claro que, habiendo sido enviado desde la mano directa de Miiko, mi presencia aquí simboliza la suya propia, y seré yo quién haga de representante de la Guardia durante este tiempo, y así mi autoridad será la misma que la de Miiko... De modo que, si se me permite, recomiendo... Prudencia con respecto a cómo se me trate. No soy un comesueños cualquiera.
Toda la sala se queda sumida en un completo silencio, mientras Simonn hace su monólogo en un tono perfectamente contenido. Parte de mí está aterrado por las circunstancias, pensando que en cualquier momento Khash va a ordenar que nos maten a todos, la otra parte quiere gritarle a Simonn que quiero que sea el padre de mis hijos; pero eso va a tener que esperar a ver si salimos de esta o no.
Todas las miradas están puestas en Khash ahora, tratando de discernir qué es lo que opina su Sulta sobre la ausencia de Miiko y la presencia del comesueños.
Se echa hacia atrás en su trono, cruzando una pierna sobre la otra, y mira a Simonn con lo que puede que sea... Interés.
-Tienes una lengua afilada, comesueños -Esas son las palabras que pronuncia-. Aprecio tu elocuencia, pero me temo que eso no será suficiente porque, verás, Miiko no está aquí. Y el hecho es que ella había sido invitada por un motivo muy específico. Sabes cuál es, ¿verdad?
-Como he dicho, mi presencia aquí es una extensión de la de Miiko -Simonn no deja que la firmeza de su voz vacile-. Acabáis de preguntarme que por qué estoy aquí; bien, por supuesto que lo sé... No me he metido en un barco a recorrer el Mar Mhjao sólo porque me lo hayan mandado. Lo que queréis, ya sé, es una disculpa formal por parte de la Guardia por nuestra presencia aquí, ¿es eso cierto? -Khash asiente escuetamente- Bien. La disculpa, no vamos a mentirnos, no es más que una formalidad. Puedo disculparme de forma verbal una y mil veces, y vos podréis acusarme de que no es una disculpa sincera. El sentimiento, sin embargo, será el mismo las mil veces que lo haga: arrepentimiento. Estamos arrepentidos de esta situación y de cómo se han desarrollado las cosas. Arrepentidos de habernos visto obligados a acudir a Elsur sin permiso de su Sulta, arrepentidos de haber roto el pacto mudo de indiferencia entre nuestros dos territorios... Y arrepentidos estamos también de haber permanecido ignorantes a la realidad de la situación entre Elsur y Eel durante tanto tiempo. Con eso dicho, teniendo en cuenta que como ya he expuesto, las palabras se las llevará el viento del desierto para que se pierdan en su arena; decidnos qué es lo que queréis de nosotros, su Sulta; porque si lo que quisierais fuera una mera disculpa sincera, en ese caso hubierais aceptado ya la que nuestros compañeros os entregaron anteriormente.
Ahora mismo no sabría si decir si estamos todos de Simonn o de Khash, porque lo que acaba de decir parece haberse salido un poco de línea. Un vistazo a Ykhar, que está de un ligero color verdoso que no tiene pinta de ser muy sano, me hace pensar que quizá la situación no esté tan controlada como Simonn quiere hacer aparentar. Por un lado, eso me hace entrar en pánico. Por otro lado, quiero coger a Simonn por las solapas de su chaleco y gritarle que es best boi y que estoy muy orgulloso de él pero que por favor se asegure de no matarnos a todos.
El que menos contento parece con toda la situación ahora mismo es, sin embargo, Harim. Por cómo está mirando a Simonn, debe ser que está intentando hacer que se disuelva en polvo, pero teniendo en cuenta cómo está vestido, imagino que tiene que tener puesto un atrapasueños para evitar que eso ocurra. Como sea, Harim no parece especialmente contento con esas últimas palabras, quizá porque no sea exactamente la sumisión que él y su Sulta esperaban encontrar...
Y, sin embargo...
Khash se muerde el labio, pero ni con eso consigue evitar que se vea cómo las comisuras de sus labios apuntan ligeramente hacia arriba.
-¿Quién eres? -Pregunta. Por un momento, la fachada perfecta de Simonn se resquebraja en una mueca de sorpresa, aunque consigue rehacerla a los pocos segundos.
-Simonn Giallo -Repite su nombre.
-Sí, sí, pero quién... -Tamborilea sus dedos sobre el brazo de su trono, haciendo que el sonido rítmico resuene en la sala- ... eres. Ese discursito no te lo ha escrito Miiko... -Parece... ¿interesade?- Dime, ¿qué es lo que estarías dispuesto a ofrecerme, si no es una disculpa? Dices que es algo más lo que quiero, pero, ¿qué puedo querer? Lo tengo todo; y aquello que no tuviera, no me costaría conseguirlo. Así que, qué puede la Guardia... no; qué puedes tú ofrecerme para subsanar este... desacuerdo.
-Lo que estoy dispuesto a ofrecer... -Simonn alarga un poco sus palabras, pensándoselo- Estoy dispuesto a ofrecer una disculpa, eso es todo, y esa ya se ha ofrecido varias veces. Por mi parte, no creo que nada más debiera ser necesario; pero entiendo que no ha de serlo, teniendo en cuenta las circunstancias, ¿cierto?
-Así que me estás diciendo... -Khash habla con algún tipo de sonrisa en el rostro. Me inquieta, y sé que no soy el único- Que debería conformarme con lo que me habéis dado hasta ahora.
-Pienso que ya hemos expresado una disculpa sincera en varias ocasiones -Simonn asiente-, así que sí; si eso es lo que queréis, ya deberíais poder estar satisfeche. Si lo que necesitáis es que Miiko venga a genuflexar ante vuestro trono para aceptar nuestra sinceridad, entonces me temo que de lo que estamos hablando es otra cosa. Y es por ello que, sabiendo que no es la disculpa lo que buscáis, os ofreceremos otra alternativa que a ser posible no ponga en peligro al Gran Cristal o a Eldarya.
La sonrisa de Khash se hace un poco más amplia.
-Oh, eres... -Pega un saltito entusiasmado en su trono- Eres terrible -Se, uh... ¿Se encuentra bien su Sulta? A estas alturas hasta Harim debe estar preocupado, porque ha dejado de intentar a asesinar a Simonn con la mirada para mirar a Khash con labios fruncidos-. Me gustas. Simonn Giallo, dime; ¿te casarías conmigo?
... QUÉ.
Escuchar la propuesta de matrimonio repentina hacen que mil alarmas distintas se disparen en mi cabeza, y casi me apetece gritar en voz alta, pero consigo contenerme. No soy el único que se sobresalta, lo veo en las reacciones de mis compañeros y también en algunos de los miembros de la Guardia Dorada, según Harim levanta las cejas en sorpresa, como si eso fuera algo que no se esperase.
Un poco en pánico miro a Simonn, queriendo conocer su reacción...
-Lo lamento, pero he de rechazar la propuesta. No estoy interesado.
Best. Boi.
Sin despeinarse siquiera, no parece que la propuesta le cause ninguna reacción y la rechaza con las mismas. Khash no parece especialmente heride por el rechazo, casi como si se lo esperase, pero tampoco disminuye el entusiasmo en su mirada.
-Aaaah, es una lástima... -Eso dice, ahora apoyándose en la mano que tiene puesta en el brazo de su trono. Su lenguaje corporal ha cambiado drásticamente, diría- Sabes, normalmente no me gustan las personas impertinentes que tratan de oponerse a mí, pero tú tienes algo... ¿cómo diría? Algo especial. Algún tipo de carisma... Quizá sea por tu naturaleza de comesueños, que no es la primera vez que me encandila; quizá sea porque, contrario al resto de tus compañeros que son incapaces de decir dos palabras sin que se les trabe la lengua, tú sí que tienes el don de la elocuencia... Qué decir, Simonn... Quizá, sólo porque eres tú, estaría dispueste a perdonar la ausencia de Miiko... ¿Qué me dices de ello?
-No seré yo el que se muestre contrario a una resolución favorable a nosotros -Yo ya me he perdido hace rato, y creo que no soy el único, pero Simonn continúa hablando como si lo tuviera todo bajo control-, de modo que en mí no encontraréis queja alguna si esa es la resolución que tomáis. Podemos firmar así la paz y, si vuestro interés se mantiene, podremos también hablar de cómo nuestras relaciones van a ir a futuro; una vez dejemos atrás este conflicto. La Guardia de Eel ha querido aceptar la mano que tendéis hacia ella... ¿podremos finalmente dejar atrás nuestros desacuerdos?
La sonrisa de Khash aún baila en sus labios. Mira a Simonn con una expresión en la cara... Que desde luego denota un interés intenso. Aunque parecía contrariade por la ausencia de Miiko, parece que la existencia de Simonn ha hecho que se olvide completamente de ella, lo cual... Puedo llegar a entender, hasta cierto punto.
-De acuerdo, de acuerdo... -Levanta las manos por un instante, en lo que parece ser un gesto de exasperación falsa- Así sea. La Guardia de Eel continúa siendo terca y difícil, pero... Ah, no quiero peleas. Ya he conseguido asustaros lo suficiente y he podido ver algo interesante, así que... Me daré por satisfeche. Aunque espero que ese licor que antes ofrecías sea de calidad, comesueños; porque yo sólo sirvo la bebida más exquisita en mis banquetes... ¡Harim! -Se pone en pie, levantándose del trono, y al escuchar su nombre el guardia rectifica su postura- Haz correr la noticia de que la Guardia de Eel no requiere ya de una vigilancia tan estricta y que son bienvenidos en nuestra Ciudad de Oro y nuestras tierras... A su vez, prepara al servicio para las celebraciones de esta tarde, donde brindaremos con nuestros nuevos amigos por una alianza duradera... -Comienza a bajar los escalones del trono lentamente, haciendo tintinear cada abalorio de su vestimenta a cada paso que da- Esperemos que esta dure por muchos años, que entierre rencores pasados y... -Finalmente llega al final de las escaleras, y aún continúa avanzando hacia Simonn hasta ponerse frente a él. Incluso con la diferencia de altura de medio metro, la presencia de Khash es aún intimidante.
>>Que no tenga que arrepentirme de esta decisión.
Con eso, extiende su mano hacia Simonn.
El comesueños observa el gesto. Las comisuras de sus labios se curvan hacia arriba.
-No lo haréis, Sulta. Os aseguro que no.
Responde al apretón, tomando la mano delle Sulta. Y, con ello...
¿... la paz queda firmada?---
(De vuelta al presente...)
-...AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! ¡¡NO!! ¡¡PUEDO!! ¡¡MÁS!!
Siento un pitido en mis oídos después de que Simonn lleve gritándome directamente encima durante... ¿cuánto tiempo ha sido? Una cantidad impresionante. Como si al tocarle el brazo hubiera activado una trampa, se ha abalanzado sobre mí para abrazarme y no me ha soltado en todo este rato. Aún sigue encaramado a mí mientras lloriquea. Claramente su tranquilidad de antes era una fachada, pero... Guau. Simonn, guau. Vamos a tener que hablar con Alessa después de esto.
-¡¡Eso ha sido terrible!! -Sigue llorando en mi hombro- ¡¡Lo he pasado fatal!! ¡¡Tengo mucho miedo!!
-Ea, ea... -Trato de consolarle, dándole palmaditas en la espalda- Ya pasó...
-¡L-lo has hecho muy bien, Simonn! -Ykhar trata de animarle, dedicándole dos pulgares arriba- Eso no... uh, no era lo que habíamos acordado con Miiko, pero... ¿todo ha salido bien así que está bien...?
-¡Sí, has estado muy guay! -Erika trata de añadir más a la pila de cumplidos- Has hecho hasta que pareciera fácil.
-Demasiado fácil, de hecho -Señala Ezarel-. Yo aún no me fío.
-Celebremos las pequeñas victorias, poco a poco -Nevra busca una perspectiva más optimista-. Personalmente, yo me he cagado cuando he visto que veniais sin Miiko, pero has hecho un trabajo estupendo, Simonn. Le has salvado el culo a la Guardia una vez más.
-No podría estar más de acuerdo -Leiftan también le anima con su mejor sonrisa.
-Has estado impresionante -Y, por supuesto, yo también me uno-. Lo has hecho muy bien, Simonn -Lo diré hasta que me muera, eres best boi-. Y esa ropa te queda muy bien. Pareces un príncipe, ¿sabes?
-¿... sí? -Extrañamente, parece ser eso lo que mejor le sienta de todo y lo que consigue que al fin se despegue de mí. Veo que me lanza un vistazo de arriba a abajo- B-bueno, esa ropa no te queda mal a ti tampoco, pareces una pr... -Se interrumpe bruscamente y deja de mirarme a los ojos para lanzar una mirada al general de la habitación, dejándome muy confundido- Ejem, ¿se puede saber de qué vais disfrazados todos ahora mismo?
-Khash nos ha quitado la ropa porque es une abusone y se niega a devolvérnosla -Explica Alessa-. Pero antes de hablar de eso, quizá sería conveniente una puesta al día sobre la... Situación.
-Tampoco sé si hay mucho que explicar -Ykhar es la que habla, haciendo un gesto inquieto-. Nos llegó una carta a nombre de Leiftan explicando la situación en la Ciudad de Oro y... Miiko en seguida nos movió a todos para venir a buscaros. No quería venir en caso de que volviera a pasar lo que ocurrió cuando os fuisteis a Lund’Mulhingar, así que en su lugar ha querido mandar a... uh, Simonn -Le lanza una mirada al comesueños-. Nos subió a todos en un barco, usó el conjuro ese que hace que los vientos siempre vayan a favor para que pudiéramos ir más deprisa y, bueno, aquí estamos. Jamón y yo hemos venido también en forma de representantes, porque mandar a Simonn solo hubiera sido peligroso...
-A Jamón no gustar Elsur... -El ogro protesta con un gruñido- Mucho calor.
-A mí tampoco me gusta -Ykhar hace una mueca-. Es muy incómodo caminar sobre la arena...
-Quizá eso se solucionara si usases ZAPAT-¡Ay! -Nevra le arrea un codazo a Ezarel para silenciarle, y por la cara que pone el elfo, ha tenido que dolerle.
-Desde luego nos alegramos de veros a todos -Leiftan sonríe cuando se acerca a Ykhar para abrazarla, y ella parece contenta con el gesto. En mi caso, Simonn ha vuelto a abrazarse a mí y ahora le tengo rodeándome por detrás y con la barbilla apoyada sobre mi cabeza... Me siento un poco como uno de esos gatos de soporte emocional, pero intuyo que lo necesita así que miau miau-. Y ahora, bueno, ¿cuál es... el plan?
-El plan -Ykhar se le queda mirando fijamente con una sonrisa tensa.
-Oh, el plan -Simonn habla con sorpresa.
-Plan -Jamón se cruza de brazos y asiente.
-... no tenemos plan, ¿verdad? -Ezarel señala lo obvio.
Una vez más, Ykhar enseña sus dos pulgares.
-¡Quién necesita un plan! -Trata de hablar en tono optimista, pero el nerviosismo de su rostro desvela sus verdaderas emociones- ¡Somos la Guardia de Eel! ¿Para qué vamos a necesitar estar organizados y tener la situación bajo control? Ja, ja... Ja... -Se lleva una mano a la frente, hundiéndola en su flequillo- Sabéis, mi madre me dijo que podría haber tenido un futuro brillante como profesora...
-El sueldo no merece la pena, créeme -Alessa niega con la cabeza-. Y luego son todo horas extras en casa y esas no te las tiene nadie en cuenta...
-Como seaaaa... -Una vez más, Ezarel trata de redirigir la conversación- Yo me tomaría el consejito del mazao morenote en serio -¿Valk...? Ah, no, Harim; está hablando de Harim-. Tenemos que largarnos de aquí antes de que a su Sulta se le ocurra alguna idea para volver a atarnos a la Ciudad de Oro.
-Lo malo es que ya se le ha ocurrido una y ahora tenemos que atender este banquete que nos está preparando -Señalo. Esta gente debe pasarse la vida de banquetes, parece-. Así que, por lo menos; hasta mañana nada, y después de eso habrá que ver si no se le ocurre alguna otra idea...
-Varias cosas -Ykhar toma la palabra de nuevo-. Antes de irnos, tenemos que terminar de formalizar nuestra alianza con ellos. Por el momento, parece que Simonn le ha caído bien alle Sulta, pero todo lo que hemos dicho ha sido de palabra, así que estaría bien que quedase una constancia documental de que... Bueno, de que no nos vamos a dar de leches los unos a los otros, vaya. Y segundo... -Suspira con tono pesado- Tenemos que volver a la bibliote-
-NO -Ezarel, no grites...-. No. No. Me niego. No. Yo allí no vuelvo.
-¡No habéis sacado nada de allí! -Ykhar protesta y empieza a darle golpecitos al suelo con el pie- Y sé que no es culpa vuestra porque os atacaron, y luego la Guardia Dorada os sacó de allí a rastras, pero... ¡Tenemos que usar ese sitio! ¡Está ahí mismo! Y seguimos necesitando la información. Además, si El Titiritero y Naytili tienen acceso a ella... -Resopla- Es cuestión de tiempo hasta que la hagan arder hasta los cimientos. Pero tampoco es buena idea quedarnos mucho tiempo, así que... Iré yo.
-¿Cómo? -Eso llama la atención de Leiftan, que la mira con aire incrédulo.
-Iré yo a la biblioteca -Repite-. Ya está hablado con Miiko. Soy... Posiblemente la persona más indicada, casi después de ti mismo, para pasearse por allí, así que...
-No vas a ir sola -Nevra la mira con el ceño fruncido.
-El plan ideal es conseguir apoyo de la Guardia Dorada -Habla con seguridad sólo en apariencia, porque su lenguaje corporal señala que no debe de tenerlas todas consigo-. Para que el resto podáis volver a Eel mientras yo investigo. Si no, iremos Jamón y yo. Lo ideal, por supuesto, sería que todos volviéramos a ella, pero... Entiendo que queráis volver a casa. Y... Miiko os necesita allí, también.
-Vinimos aquí en equipo porque era una viaje peligroso -Señala Valkyon-. Y lo ha sido. El desierto ha sido poca broma, podíamos haber muerto varias veces en él, y el ataque en la biblioteca... -Niega con la cabeza- Jamón y tú sois luchadores excelentes, pero no... No creo que sea una buena idea, Ykhar.
-Vinisteis en equipo porque no sabíamos qué esperarnos, así que mandamos a nuestro mejor equipo porque estábamos seguros de que ellos podrían con todo lo que surgiera -Ezarel pone los ojos en blanco al escucharla hablar-. Ahora que ya hemos evaluado los riesgos del viaje, vamos a mandar a otro equipo específicamente pensado para la recuperación de la información perdida en la biblioteca. Jamón puede navegar el desierto y yo sé leer, así que somos el equipo perfecto. ¿Veis?
-Me opongo a ese plan -Leiftan habla con tono firme-. Lo siento, Ykhar, pero no creo que sea seguro ir a ese sitio ahora mismo. Antes de dejar que nadie vuelva allí, quiero tener una reunión con Miiko para evaluar los riesgos y...
-Bueno, mala suerte, pero ya está decidido -Ella tuerce la boca.
-Está decidido que no vais a ir -Se repite, ahora frunciendo el ceño-. Ley de veteranía, vas a hacerme caso.
-Ley de jerarquía, me ha mandado Miiko. Ella es la jefa, Leiftan.
-Ley de disonancia, propongo una votación para decidirlo -Corta Ezarel-. Sólo miembros de la Guardia Brillante. Aquellos a favor de ir a la biblioteca... -Él mismo levanta la mano, ante la mirada indignada de Leiftan, pero también la levantan Ykhar y Jamón- Aquellos en contra -Leiftan y Valkyon levantan la mano. Ezarel hace una mueca irritada-. A ver, los dos sombras, qué os pasa.
-Yo ya he discutido con Miiko sobre esto y estoy en contra, peeero... -Escucho a Simonn hablar con duda- Es la jefa y lo ha decidido. No quiero oponerme a ello, pero tampoco puedo decir que esté a favor. Así que me abstengo.
-Yo no... -Nevra hace una mueca- No estoy seguro, lo siento. Por un lado, me parece peligroso y estúpido, pero... También siento que es mejor hacer esto ahora antes de que ellos nos quiten la oportunidad. Y, bueno, si consiguiéramos convencer a Khash y la Guardia Dorada de que nos presen recursos y escolta para hacer el viaje... -Se encoge de hombros.
-Tres a favor, dos en contra y dos abstenciones -Ykhar se encoge de hombros también-. Lo siento, pero sale a favor.
-¿Los demás no podemos votar, o...? -Erika pone cara de duda... Claramente se ve que está en contra. Por mi parte, yo... Creo que Nevra tiene razón cuando dice que tenemos que ir lo antes posible.
-Sólo los miembros de la Guardia Brillante pueden votar en este tipo de decisiones -Explica Leiftan-. Lo siento, Erika... -Lanza un suspiro profundo- Sigo estando fuertemente en contra, pero bueno, vale. Es lo que hay, supongo.
-¿Alguna razón por la que no quieras que se vuelva a la biblioteca, Leiftan? -La voz de Alessa parece sobresaltar un poco a Ykhar, como si se hubiera olvidado de su existencia- ¿Hay algo allí que no quieres compartir?
-¿Disculpa? -Ezarel inmediatamente se gira hacia él y le mira como si acabase de escupirle en un ojo, hablando con un tono indignado.
Sus palabras nos toman un poco por sorpresa a todos, la verdad, porque suenan un poco... ¿mal?
-Lo siento, pero yo sigo teniendo curiosidad por este tal “Lucien” al que visteis ahí dentro -Ignorando la indignación de Ezarel, sigue hablando-. Pienso que...
-Alessa, te invito a retirar tus comentarios -Leiftan le corta en seco, con una voz... Un poco más brusca que su tono habitual, y una cara que denota algo de enfado-. Ya he explicado que no sé nada de ese hombre. Mis razones para no querer volver a la biblioteca ya las he dejado claras.
-... De acuerdo -Sin cambiar la expresión tranquila de su rostro, simplemente recoloca sus gafas-. Mis disculpas.
El silencio se vuelve algo tenso después de ese intercambio. Yo puedo sentir cómo los brazos de Simonn me aprietan con un poco más de fuerza...
-¡Toc, tiquitóc, toc! ¿Se puedeeeee? ¿Estáis reunidos? ¡Quiero ver a mi hermanitooooo!
La inconfundible voz de Sara se escucha al otro lado de la puerta de la casa, interrumpiendo el silencio. Todo el mundo se queda un poco cortado por un instante... Salvo yo, que levanto la cabeza para poder mirar a Simonn con la mejor sonrisa que puedo dedicarle.
-Eso es para ti -Le digo-. No sabía que tenías una hermana, Simonn.
-T... -Él me mira con mucha confusión- ¿Tengo una hermana?
-Ah, no sé. ¿Por qué no abres la puerta?
Incluso con la confusión, eso es lo que va a hacer. Se separa de mí para acercarse a la puerta, y todos miramos con mucho interés el momento en el que la abre y se encuentra cara con cara con otra comesueños.
Sara tiene una sonrisa radiante en la cara. Simonn la mira con mucha sorpresa, pero al reconocerla, sus ojos se llenan de ilusión y una sonrisa espejada se abre paso en sus labios.
-¡Simonn! -Ella abre los brazos.
-¿¡Sara!?
¿... conoce su nombre?
Cualquier cosa deja de tener relevancia cuando los dos comesueños se funden en uno de los mejores abrazos que he visto en mi vida. Él se ríe encantado y ella hace lo mismo, el sonido de sus risas fundiéndose en uno solo...
Especialmente cuando ambos se convierten en polvo dorado, creando una torbellino brillante que empieza a revolotear por la habitación entre el sonido de la risa, y el resto observamos en parte fascinados y en parte sorprendidos por el encuentro entre los comesueños. Dan vueltas por todas partes, desordenando la habitación a su paso pero sin que les importe demasiado, claramente divirtiéndose mientras lo hacen, hasta que el torbellino de comesueños llega al centro de la sala, donde todo el mundo les da espacio para que puedan volver a hacerse materiales, aún en brazos el uno del otro.
Me sorprende un poco que Simonn vuelva a tener su traje habitual. Su ropa de príncipe azul ha quedado en el suelo donde se ha disuelto... Eso significa que no tiene un atrapasueños dentro así que, ¿cómo se ha vestido? Son preguntas que le haré más tarde, por ahora voy a disfrutar de la escena familiar... Uh, aunque antes voy a recoger su ropa, sería una pena si se mancha...
-¡Eso es súper guay! -Sara se aparta pegando un saltito y dando palmadas- ¡No sabía que había más comesueños así!
-Yo había escuchado una vez de uno, pero no... -Simonn parece algo falto de palabras, pero a quién le importan las palabras con esa sonrisa radiante que lo dice todo- No esperaba encontrarme a... nadie...
-Yyyyyup -Una vez más, se tira para abrazarle-. ¡Ayyy, qué feliz estoy de verte!
-¡Yo también!
-A ver un momento, que me he perdido -Nevra, no les cortes...-. ¿Sois... hermanos? ¿No primos? -Hace un gesto confuso- No tengo ni idea de cómo funcionan estas cosas...
-Tú eres nuestro primo segundo -Señala Sara-. Luego, la prima Akire es una prima por tu lado de la familia; mientras que el tío Andrée y los primos Luca, Stan y Adalric vienen del otro lado... Aunque lo del tío Andrée es un poco raro, bueno. Y Simonn y yo somos hermanos porque somos comesueños.
-Cuestionable -Ezarel les mira con cara de duda-. Pero tendré que vivir con ello. La pregunta es, ¿cómo es que conoces todos esos nombres?
-Ciencia infusa de comesueños -Explica Simonn-. Se actualiza con conocimientos nuevos cuando es necesario. Conocer a la familia es necesario.
-Si vuestra abuela es Gloria, la torre -Veo a Erika haciendo matemáticas en la cabeza-; ¿quiénes serían vuestros padres? ¿Las personas que tuvieron el sueño del que salisteis? ¿O alguna entidad nebulosa desconocida?
-En mi caso, la familia de Ezarel se ofreció a adoptarme en Lund’Mulhingar -Señala Simonn, ganándose que Ezarel le dedique una peineta-. Ah, y ahora que lo pienso -Mira a Sara, que aún tiene un brazo pasado sobre sus hombros, con cara de sorpresa-. ¿Eso significa que soy familia con su Sulta de Elsur?
-Eeeeh... -Sara se lo piensa- En un sentido teórico, sí; en un sentido práctico no porque físicamente no hay nada que nos documente como hermanos así que tampoco puede ser tu cuñade, lo siento...
-¿Estás casada con Khash? -Eso me pilla a mí por sorpresa, y lo expreso en voz alta casi sin pensarlo.
-Ah, ¿no os lo había dicho? -Tuerce la cabeza- Pues sí. Nací en la Ciudad de Oro y mi alternativa era ir a evaporarme al desierto o dejar que me cazaran, así que vine a pedir residencia en el palacio como su mujer y nos casamos.
-Los matrimonios en Elsur parecen ser... distintos -Ykhar se rasca la cabeza con aire confundido.
-Huh -Valkyon hace un gesto pensativo, llevándose una mano a la boca-. Fíjate que anoche tuve un sueño, precisamente que Simonn venía a Elsur para hacer las paces y... -Le lanza una mirada al comesueños. Frunce el ceño. Luego me mira a mí. Frunce el ceño más todavía. Mira de nuevo a Simonn- Ffffffffff, mejor que se quede un sueño.
-Eeeh, bueno, que yo venía a... -Sara se separa de Simonn y se recoloca en la habitación delante del resto del grupo- Su Sulta quiere prepararos un graaan banquete, por supuesto, pero para saber si va a ser un graaan banquete o con GRAN banquete primero lo que necesitamos es dejar oficializado que todos los rencores se van a quedar atrás y que a partir de ahora somos aliados.
-Ah, nosotros estábamos hablando de eso antes -Interviene Ykhar-. La Guardia de Eel también quiere dejar seguro de ello, para que quede constancia.
-Perfecto, entonces estamos todos en la misma línea, hmmm... -Junta las manos en un gesto pensativo- La cosa es, Miiko no está presente así que no podemos hacer el papeleo oficial, “oficial”, porque... Bueno, porque nos falta su firma. Así que lo que vamos a hacer simplemente es, si os parece, dejar claros los términos del acuerdo y luego montar un gran pifostio en la ciudad para que quede al menos constancia de que nos estamos aliando, aunque sólo sea en la cabeza de la gente; y luego cuando volváis a Eel os lleváis el documento firmado por su Sulta y que Miiko lo firme y nos lo mandáis de vuelta, ¿os parece?
-Así que toda la constancia que va a quedar va a ser un evento público -Ezarel habla con un tono que deja a interpretar que a lo mejor eso no le hace mucha gracia.
-Eso u os las apañais para que Miiko venga, vosotros veréis -Sara se encoge de hombros-. Lo que vamos a hacer nosotros es una reunión rápida para decidir qué es lo que queremos dar y pedir. Os recomiendo que hagáis lo mismo entre vosotros y dentro de un rato vuelvo para llevaros a la habitación de firmar tratados...
-¿Tenéis una habitación exclusivamente para eso? -Nevra frunce el ceño.
-Tenemos tantas habitaciones que nos hemos inventado funciones exclusivas para darles uso -Hace una mueca-. Si queréis un tour luego os puedo enseñar mis favoritas; como la cocina de exprimir zumos, la sala de meditación existencial, la sala de pintar en las paredes...
-Fascinante, luego nos lo cuentas -Ezarel da una palmada-. Bien, ¿podrías dejarnos entonces a solas para discutir entre nosotros de qué manera vamos a intentar encontrar agujeros legales con los que timaros?
Sara se le queda mirando fijamente cuando dice eso. El resto nos giramos también hacia Ezarel, contemplándole en silencio. Ante la presión de nuestras miradas, el elfo no puede evitar romperse.
-¡Era sarcasmo! -Protesta, con las mejillas rojas.
-De hecho, en este caso era “ironía”, más que “sarcasmo” -Corrige Ykhar, sin dudar un instante.
-Ya... Quizá la próxima vez no es conveniente que bromees con ese tipo de cosas en este tipo de ambientes, elfo -Sara le regaña-. Hay un momento y un lugar, ¿sabes?
-No voy a volver a hablar en la vida -Murmura esas palabras entre dientes. Sara pone los ojos en blanco.
-Vaaaale... Bueno, yo voy a volverme con Khash y el resto -Vuelve a acercarse a Simonn para darle un beso en la mejilla-. ¡Tengo muchas cosas que quiero hablar contigo! Luego nos ponemos al día... Así que intenta no liarla demasiado, ¿vale?
-No, no, no, está todo bajo control... -Simonn intenta vender su mejor sonrisa, pero no consigue que le salga del todo- Todo va a ir... Perfecto...
-Hmmm, no sé si fiarme de ti -Le pellizca la mejilla, donde antes le ha dado el beso, y Simonn hace un gesto de fastidio. Cute-. No hagáis cosas raras y todo irá bien... Bueno, que me están esperando. ¡Chau, chauuuuu!
Se deshace en polvo para irse por una ventana, dejándonos de nuevo a solas. Simonn se masajea su mejilla herida mientras la mira irse... Me imagino que se habrá quedado con ganas de hablar con ella... Espero que tengan tiempo para poder hacerlo más tarde. Me acerco a Simonn aún con su ropa en las manos, dirigiéndole una mirada interrogante.
-Creo que se te ha caído esto... ¿Desde cuándo puedes vestirte?
-Desde siempre -Anda, ¿sí?- Mi problema es que la ropa reaparece si me voy muy lejos de ella. Así queee, para evitar ese problema, la solución es... No alejarme de la ropa. Jamón lleva guardándomela todo este tiempo en su bolsa -Cuando miro al ogro, me fijo por primera vez en que de hecho lleva una bolsa bastante obvia encima... Aunque por el diseño florido y el color verdoso, algo me dice que la bolsa en realidad es de Ykhar-. Miiko me dijo que tenía que estar presentable ante su sultísime Sulta...
-Como si no lo estuvieras ya siempre...
-Yo tengo una pregunta que hacerte -Ezarel interviene, interrumpiendo lo que sea que Simonn me fuera a responder, y la atención cambia a él.
-¿No habías dicho que no ibas a volver a hablar en la vida? -Erika le pica, sabiéndose inmune a la ira del elfo.
-Shush -La silencia poniéndole una mano sobre la boca, sin mirarla siquiera con su atención aún puesta en Simonn-. Las dos insignias que tenías en el chaleco... Una es la de la Guardia Brillante, obvio; pero la otra...
Le tiendo a Simonn la ropa, y él recupera el chaleco donde, efectivamente, tiene dos símbolos colgados. El segundo me es familiar, pero no consigo recordar dónde lo he visto... Simonn lo recoge para enseñárselo a todo el mundo. Escucho a Leiftan lanzar un sonido de sorpresa.
-Conste que yo me he opuesto mucho a esto -Simonn se queja, frunciendo los labios.
-Es el sello de los Hiemiya -Explica Leiftan-. La familia de Miiko... -¿... oh?- Antes has... dicho algo de vasallaje, o...
-Miiko quería ofrecernos protección diplomática en nombre del Reino del Norte -Ahora habla Ykhar, mientras que Simonn continúa haciendo muecas varias-. Porque a la Guardia de Eel no la respeta nadie, pero Jade... ya es otra cosa. Así que le ha dado a Simonn un puesto como su “doncel”, que es una forma rimbombante de decir que es su secretario.
-Guau, no dejan de regalarte títulos... -Ezarel abre los ojos con sorpresa fingida- ¿Eso significa que les has vendido tu alma a los Hiemiya?
-Eso significa que ahora obedezco órdenes directas de Jade y que estoy forzado a atenderles en cualquier necesidad que ellos consideren permanente, ja, ja... -Suspira de forma derrotada- Pero por otro lado, nos garantiza que no vayan a intentar herirnos... O, bueno, al menos no a mí, vaya, pero estaría feo mataros a todos y dejarme a mí con vida. Si se atreven a tocarme, la fuerza militar de todo JADE, no sólo el Reino del Norte, vendrá a arrasar la Ciudad de Oro, e... Incluso con todo el poder que tiene, la milicia de Elsur no se compara a la de Jade.
-¿Eso es lo que significa esa cosa? -Valkyon hace un gesto de extrañeza- Estoy bastante seguro de que Miiko le dio uno de esos a Lance en algún momento...
-Ahora que lo dices... -Leiftan se lo piensa también.
-A ver, que volvemos a desviarnos -Ezarel interrumpe-. Todo eso está muy bien y me alegro, enhorabuena por tus nuevos amos y señores.
-Woof.
-Pero nos sigue dejando en una posición todavía bastante incómoda. Vale, no van a matarnos, pero aún pueden hacernos la puñeta si quieren...
-Salvo que... no quieren -Nevra habla alzando una ceja-. Estoy bastante seguro de que Khash de verdad quiere hacer las paces con nosotros y establecer una alianza. Al menos esa es la impresión que a mí me da. Quiero decir, ¿qué gana siendo nuestre enemigue? Antes estaba todo el asunto de Naytili, pero evidentemente a estas alturas ya no nos vamos a enfadar con nadie que quiera quitárnosla de en medio, así que...
-Miiko nos ha dicho que tenemos que, después de nuestra seguridad; la prioridad es establecer una alianza con Elsur -Ykhar vuelve a intervenir-. La situación, aunque haya sido estresante, ha acabado saliendo a pedir de boca para nosotros, así que... Lo que tenemos que hacer ahora es asegurarnos de que las negociaciones vayan bien. Si quieren hacer un evento público, adelante; mejor para nosotros. Que le griten a Eldarya entera que ahora somos amigos... Y que Naytili y El Titiritero se enteren. Quizá así se lo piensan mejor antes de poner un pie aquí la próxima vez. Por otro lado, está todo el asunto técnico... Hmmm... -Por un instante, pone cara de concentración- Estamos en posición de desventaja, así que tendremos que adaptarnos a lo que sea que ellos nos pidan... Pero aún así no nos podemos dejar aplastar, así que... Tendremos que ver cómo nos salen las negociaciones, qué es lo que nos ofrecen y... También, qué es lo que queremos sacar. Nos interesa tener acceso a la biblioteca, entre otras cosas, pero también, teniendo en cuenta que estamos en la Ciudad de Oro... Bueno...
-¿Oro? -Prueba Nevra. Ykhar hace un gesto de vergüenza- Siempre podemos intentar convencerles de que hagan un donativo para la Guardia... con toda la buena intención del mundo...
-Aunque no les falte el dinero, ese es siempre un tema sensible... -Leiftan hace un gesto pensativo- Vale, voy a coger papel y tinta y vamos anotando las cosas que podemos pedirles... Y las que podemos ofrecer.
-Además del comercio con Eel y el servicio directo de la Guardia, no se me ocurre nada... -Ykhar arruga la cara en frustración- Ghhhh, ¡no tenemos tantas cosas!
-¿Cuál es la situación política de Eel exactamente? -Se me ocurre preguntar. La idea que tengo en la cabeza es que tiene que ser algo como el Vaticano, pero...
-E-esa conversación si quieres la tenemos más tarde -Simonn me lanza una mirada de pánico-. Está en debate así que es un tema delicado, pero, um... El tiempo apremia ahora mismo.
Oh, sí, supongo.
Leiftan coge papel y tinta, y hay una reunión de mentes pensantes sobre la mesa del salón principal. Las “mentes pensantes” vienen a ser Leiftan, Ykhar, Ezarel y Simonn una vez vuelve de vestirse de príncipe de nuevo. El resto observamos y asentimos como si nos estuviéramos enterando de lo que sea que estén hablando... Salvo Alessa que se ha quedado sentado en su hueco junto a la ventana con cara de malas pulgas, y Erika y Jamón que están jugando al Jenga con barritas de incienso.
Al final, en nuestra lista de demandas quedan:
-Libre paso de los miembros de la Guardia de Eel a través de Elsur y completo acceso al Archivo del Sol.
-Colaboración por parte del gobierno de Elsur y la Guardia Dorada en la misión de recolectar los fragmentos del Gran Cristal.
-Libre comercio entre ambos territorios.
Mientras tanto, en nuestra lista de ofertas, tenemos:
-Libre paso de los ciudadanos de Elsur a través de las tierras de Eel y la Ciudad de Eel.
-De acuerdo con su misión de prestar protección y servicio a todos los habitantes de Eldarya, la Guardia de Eel ofrecerá completo apoyo a Elsur allí donde sus servicios sean necesarios.
-La Guardia de Eel se compromete a entregar a las autoridades de Elsur a la fugitiva conocida como Naytili, viva o muerta. La Guardia se reserva el derecho a interrogar a la fugitiva antes de hacer la entrega.
-La Guardia se compromete a compensar económicamente al Palacio del Oro por los pájaros liberados.
-¿¡En serio eso os parece algo prioritario!? -Chilla Ezarel, una vez Leiftan termina de escribir esa última oferta.
-¡Yo qué sé! -Ykhar se encoge de hombros- Al menos tendremos que expresar que estamos dispuestos a pagar por nuestros errores, ¿no?
-¡Su Sulta se ha olvidado ya de los pájaros, dejad de echarle leña al fuego!
-Haaaaaya paz... -Leiftan intenta calmarles, pero teniendo en cuenta que estamos ante dos de las personas más chillonas de todo Eel, no creo que vaya a dar mucho resultado- ¿Ponemos entonces lo del “Acceso al catálogo de solteros de la Guardia de Eel”, o...?
-Lo había dicho en broma -Nevra se lleva una mano a la cara, parece que avergonzado por su propia sugerencia.
-Sigo diciendo que podemos añadir materiales dracónidos a la lista -Valkyon interviene también-. No me importa donar sangre y eso es posiblemente una de las pocas cosas que su Sulta no puede comprar, ni con todo el oro del mundo.
-Si empieza a correrse la voz de que la Guardia de Eel dona materiales dracónidos, Valkyon, en dos semanas Eel estará sitiada por locos que quieran arrancarte la piel a tiras -Reitera Leiftan-. Nada de materiales. Que los pidan si los quieren, o que nos los compren cuando se abra el comercio entre los territorios.
-¿Alguna otra idea más? -Ahora habla Simonn, mirando ambas listas con aire pensativo- Aunque sea estúpida, da igual. Podemos discutirlo en las negociaciones.
Hay un instante de silencio largo en el que todo el mundo piensa por una última vez. ¿Hay algo más que queramos? Posiblemente sí, pero no se nos ocurre. ¿Hay algo más que podamos dar? Posiblemente no, pero ya se les ocurrirá a ellos...
-Ah.
Todos levantamos la cabeza en dirección a Valkyon al oírle pronunciar la sílaba. Una idea debe haber cruzado su mente, porque se le ha iluminado la mirada.
-Un bloque de oro macizo -Dice-. De cinco metros de alto.
-¿Bloque de oro? -Nevra arruga la cara- ¿Para qué vas a querer u-
-¡Oh! -Leiftan se lleva una mano a la boca con aire sorprendido- Es para... -Valkyon asiente- Oh... Sí. Sí, por supuesto...
-Estáis de coña -Ezarel mira al uno y al otro-. No. No vamos a pedirles un-
-Ya está en la lista -Eso dice Leiftan, terminando de anotar la petición de un bloque de oro macizo de cinco metros de alto. Supongo que es oficial entonces...
-¿Para qué queréis un bloque de oro? -Erika deja de prestar atención al Jenga para hacer la pregunta del millón- ¿No habéis dicho que al final no les ibais a pedir dinero? Es un poco lo mismo, ¿no?
-No es para eso... -Valkyon niega con la cabeza.
-¿Y entonces? -Ella hace un gesto extrañado.
Valkyon y Leiftan intercambian una mirada. A los dos se les escapa la misma sonrisilla, y luego ambos se echan a reír.
-Alguien nos pidió que le hiciéramos una estatua de oro -Explica Ykhar, que también sonríe con la misma complicidad-. Va siendo hora de que se la hagamos...
Erika aún parece quedarse confundida con eso... Posiblemente Leiftan se lo explique más tarde, imagino. Como sea, es justo en ese momento cuando volvemos a escuchar que alguien llama a la puerta... Salvo que esta vez no hay toc-tiquitoses, así que me temo que no va a ser Sara la que venga a recogernos. Cuando Jamón abre la puerta, efectivamente, al otro lado no está Sara sino Adalric.
-¡Hola! -Saluda con su habitual sonrisa- ¿Estáis listos para las negociaciones? Khash me ha dicho que tengo que venir a por vosotros. También me ha dicho que os recuerde que... Ah, ¿qué era...? Tengo la sensación de que era algo importante, hmmm...
-G-gracias, Adalric -Leiftan habla mientras elle aún se lo piensa-. Podrías, uh... ¿podrías llevarnos a donde sea que esté Khash?
-A la sala de firmar tratados, aparentemente -Añade Ykhar.
-Oh, sí, ¡por supuesto! Seguidme, por favor.
Le seguimos, cómo no, a dónde sea que quiera llevarnos. Nos perdemos entre las paredes doradas y las columnas ostentosas durante un tiempo, hasta que llegamos a una habitación que no debe estar muy lejos de aquella en la que nos reunimos con Khash para hablar de Naytili... Imagino que deben de agrupar las habitaciones por propósitos, como... La sala de reuniones, la sala de conferencias, la sala de firmar tratados, la sala de romper tratados, la sala de decidir sobre los tratados...
En lo que enumero habitaciones absurdas en mi cabeza, terminamos por colocarnos en la habitación después de la bienvenida de Khash. En el centro de la habitación hay una mesa (de, ah, oro macizo, no podía faltar), y rodeándola hay multitud de sillas, con Khash presidiendo y algunas otras personas sentadas junto a elle, incluida Sara. Nosotros tomamos asiento también rodeando la mesa (de la cual yo procuro quedarme a una distancia respetable), salvo Jamón que se queda de pie detrás de nosotros imitando a Harim que está detrás de su Sulta.
-¿Qué tal ha ido? -Pregunta Khash- ¿Habéis encontrado muchos agujeros legales?
Simonn, que preside la mesa por nuestro lado, le lanza una mirada incendiaria a Ezarel, y él agacha la cabeza sabiendo que su broma ha tenido consecuencias inesperadas.
-Es un poco difícil de decir, teniendo en cuenta que nuestros territorios tienen leyes distintas -Aún a pesar del tropezón, se las apaña para responder con toda la seguridad del mundo-, pero hemos procurado ser sensatos con respecto a lo que hemos decidido...
-Ahora veremos con respecto a eso -Khash sonríe-. Pero antes de nada, si no os importa, preferiríamos ir nosotros primero...
Hace un gesto a una de las personas a su lado, y con la instrucción esta persona desliza una hoja de papel en nuestra dirección. Leiftan la detiene en la mesa y la coloca de forma que todos podamos verla para leer y...
¿Oh?
Esto es...
Lanzo una mirada de reojo a mis compañeros. A Leiftan y a Ykhar se les ha escapado la misma cara de sorpresa que se me ha escapado a mí, pero el resto aún tratan de mantener cara de póker.
-¿Esto va en serio? -Pregunta Simonn, en tono neutro, levantando la mirada del papel para ponerla en Khash, que sigue sonriendo.
-Absolutamente.
Sólo hay dos cosas escritas en el papel.
“El Gobierno de Elsur requiere de la Guardia de Eel la entrega de Naytili, viva o muerta.
A cambio, se compromete a prestar a la Guardia apoyo militar en posibles conflictos futuros, a incentivar el comercio entre ambos territorios, a permitir el acceso de los ciudadanos de Eel a las tierras de Elsur y a asistir a la Guardia de Eel en cualquier otro menester que esta requiera del Gobierno de Elsur.”
Qué...
-Así que, básicamente... -Ezarel habla con tono cauto- Todo lo que queréis es que os entreguemos a Naytili. Y a cambio... -Alza las cejas- ¿Todo?
-Sin trampa ni cartón, sin trucos ni triquiñuelas... -Khash hablan poniendo ambos brazos sobre la mesa y entrelazando sus dedos- Eso es lo que quiero. Lo que he querido desde un primer momento, desde hace veinte años. Todo lo que quiero es a esa mujer para hacerla pagar. No me importa el resto. De hecho, mejor para mí si todo vuelve a como estaba antes de nuestra disputa. El comercio con Eel nos acercará a los purrekos; permitir el paso de los miembros de la Guardia hará que nuestra milicia pueda dedicarse a tareas más importantes mientras la Guardia hace lo suyo; y si lo que queréis es dinero, bien... -Se encoge de hombros- Tenemos dinero. Todo lo que yo quiero es a esa mujer muerta. Mejor si la mato yo; pero muerta. Si estáis de acuerdo con esas condiciones, entonces, ¿podemos firmar?
-Un momento, un momento... -Leiftan corta frunciendo el ceño- Esto parece... Muy conveniente para nosotros.
-A pesar de que sois vosotros los que creais la inconveniencia y los que dificultan el asunto y los que no dejan de tergiversar las cosas... -Según habla, inclina la cabeza hacia atrás, lo que hace que hable con un tono que parece algo exasperado- Haced lo que queráis, pero procurad usar la cabeza por una vez. Nunca he dicho que quiera ser vuestre enemigue -Vuelve colocar su cabeza en posición normal, ahora apoyándola en sus manos-. Ni que quiera procurarle daño a la Guardia de Eel. ¡Al contrario! Todo lo que quiero es hacer las paces y que todos acabemos felices pero, oh, no dejáis de ponerme obstáculos... ¿Lo estáis haciendo adrede? ¿Es eso, eh?
-¿Ykhar? -Simonn pronuncia el nombre de la brownie, cuyos ojos veo que brillan por un segundo cuando la miro, y ella asiente por alguna razón.
-¿Acabáis en serio de hacerle una prueba de doble lectura a-
-Vosotros podéis hacer lo mismo con nuestro documento -Simonn corta a su Sulta, extendiendo nuestro propio papel en su dirección-. Independientemente de sus intenciones, su Sulta, nosotros aún debemos mantenernos cautelosos. Somos la Guardia de Eel, a fin de cuentas; debemos procurar cuidado en cada paso que damos.
-Ya, ya... -Khash hace un gesto de ligera molestia, pero recoge el papel igual, rápidamente leyendo nuestras ofertas y demandas- Lo del Gran Cristal tiene sentido... Tenemos que tener algunos fragmentos por algún sitio; Sara, ve a por ellos -Sara se disuelve en polvo en cuanto dice eso, rápidamente saliendo de la habitación-. Lo de los pájaros, olvidadlo, en serio, no quiero que nadie nunca más me vuelva a hablar de ese asunto. Y... -Nos mira arqueando una ceja- ¿Para qué queréis un bloque de oro de semejantes dimensiones?
-Mi hermano era un poderoso dragón de escamas doradas -Valkyon interviene cuando escucha eso-. Murió hace dos años defendiendo a la Ciudad de Eel y a sus habitantes, a manos de un kjätzchitjlohj que Naytili soltó en el refugio. Una de sus últimas voluntades fue que se construyese una estatua de oro macizo en su honor, en el centro del CG.
Khash le mira con ojos muy abiertos y una mano sobre la boca, escuchando la historia con obvio interés.
-Bloque de oro. Entendido. Mandaré también a mis mejores escultores, que espero que puedan hacer honor a tan maravilloso hombre -Ni se lo piensa-. Está bien, está bien... Por lo demás, juraría que más o menos tenemos las mismas intenciones, aunque... -Hace un gesto interrogante- El Archivo del Sol... ¿Qué quiere la Guardia hacer con él exactamente, si pudiera saberse?
-No tenemos una idea clara exactamente, pero...
-Oh, disculpa -Khash la interrumpe-. ¿Tu nombre era? Lo lamento, antes se me ha olvidado preguntar... El comesueños me ha robado toda mi atención, me temo.
-No pasa nada... -Niega levemente con la cabeza- Mi nombre es Ykhar, pertenezco a la Guardia Brillante de la Guardia de Eel, me encargo del departamento de archivística y soy la jefa de biblioteca, así que se podía decir que... -Sonríe un poco- El Archivo del Sol me es muy relevante. Ah, y nuestro otro compañero es... -Hace un gesto hacia atrás.
-Jamón -El ogro se presenta con un gruñido-. Jamón ser Jefe de Fuerzas de Eel. Guardia Brillante.
-Encantade... -Khash hace un gesto de interés- Jamón, ¿no eres de Elsur, no? Sé que tenemos algunas tribus de orcos en el este...
-Jamón ser de Notan Al-Sur -Aclara.
-Oh, no; esos me caen mal... -Veo a Khash sonreír- Aunque quizá pueda hacer una excepción para alguien con unos ojos tan bonitos -Le guiña un ojo a Jamón, que claramente se sonroja con el gesto. Harim carraspea por el fondo de la sala-. Sí, sí; ya sigo... Luego hablamos, Jamón. Ykhar, ¿me comentabas sobre el Archivo?
-Sí... -Ella parece un poco echada hacia atrás después de la escena, pero en seguida se recupera- Eeeh... El Archivo del Sol, sí. Aún no tenemos claro qué vamos a hacer con él del todo porque desconocíamos de su existencia hasta hace poco, pero... Ahora que sabemos que está ahí, debemos aprovecharlo. Pensamos que nuestros enemigos, Naytili y El Titiritero, pueden querer deshacerse del Archivo, lo cual no... N-no creo que sea conveniente para nadie. Mi intención, bueno, nuestra intención, era que Jamón y yo nos aventurásemos al Archivo para... Al menos, saber qué es lo que hay allí.
-Aún está por decidir -Añade Leiftan. Ykhar le lanza una mala mirada-. Aún no hemos llegado a un consenso...
-Sí que lo hemos hecho -Protesta ella-. Lo que pasa es que tú no quieres aceptarlo...
-¡Bueno! -Khash da una palmada, reclamando la atención de todo el mundo y haciendo que Ykhar pegue un respingo- Sea lo que sea que resolváis entre vosotros, no tenéis que temer... El acuerdo con respecto al Archivo del Sol no tiene nada que ver con la Guardia actual. Mi familia aseguró que lo mantendría a salvo y no seré yo quién rompa esa promesa, de modo que podéis contar con su seguridad... De hecho, sabiendo que personas horribles pueden estar detrás de él, pondré especial empeño en su vigilancia... -Lanza una mirada de reojo hacia atrás, donde Harim asiente- Muy bien. En ese caso... ¿Hay algo más que creáis que sea conveniente hablar?
-Por supuesto -Simonn rápidamente interviene-. Sobre vuestras demandas... Decís que todo lo que queréis es Naytili.
-Oh, pero aceptamos muy gustosamente vuestras ofertas -Khash sonríe, dando un toque sobre el papel que tiene nuestras ofertas-. O, más bien, la intención que hay puesta en ellas -Se ríe un poco para sí-. Yo estoy conforme con las condiciones que hemos acordado. Si hay algo más que queráis darnos, por supuesto, es bienvenido. No me importaría tener otro comesueños en mi harem...
-S-si estáis conforme entonces... -Khash parece satisfeche de haber conseguido hacer que Simonn tartamudee, habiéndole pillado por sorpresa con esa frase- A menos que alguno de mis compañeros tenga algo que objetar, firmaremos con estas condiciones.
Mira alrededor, intentando leer en las caras de los demás si alguien tiene algo que decir... Pero nadie parece tener muchas objeciones. En vista de eso, vuelve a centrar su mirada en Khash, que le dedica su mejor sonrisa.
-Muy bien. Tenemos un acuerdo.
-¡Estupendo! -Khash se levanta de un brinco, haciendo que yo al menos me sobresalte un poco- ¡Eso significa que haremos una GRAN fiesta hoy! ¡Harim, Adalric, coordinad todo lo necesario! ¡Preparadlo todo! Quiero que la ciudad entera se entere de nuestra alianza con Eel. ¡Preparad los jejelephantes, pienso hacer un desfile por toda la ciudad! Simonn, te unirás a mí, ¿cierto?
-¿Qu-
-¡Por supuesto! -Khash le corta bruscamente- Necesitamos a alguien para ser la cara de Eel, y, bien, si tú eres el representante elegido por la Guardia, entonces deberás permanecer a mi vera durante todo lo que dure el evento. No tienes problema en ello, ¿verdad que no?
-B-
-¡Buscaré mi mejor vestido! Ah, hoy tengo ganas de granate. ¡Complementará bien con tu atuendo! ¿O quizá dorado? Qué tonterías digo, ¡siempre acabo escogiendo dorado! Dorado, entonces...
Hablando para sí, casi que sin hacerle caso al confundido Simonn, comienza a irse en dirección a la salida de la habitación, seguide de Adalric y de las otras dos personas que imagino que estaban de testigos de todo el intercambio, pero que desde luego no han intervenido ni un solo segundo... Harim por un momento parece que va a unirse a la comitiva también, pero en el último instante decide quedarse con nosotros.
-Um... -Nos mira con el ceño fruncido- Buen... trabajo, supongo. Eh... Por favor, esperad aquí a que regrese Sara con vuestros cristales y después, uh... -Toma aire con lo que parece que es cansancio. Estás... ¿estás bien, Harim?- Que os lleve de vuelta a la Casa del León... Después, por favor, si podéis decirla que vaya a buscarme, y si podéis no complicarme la vida y quedaros todos allí hasta que alguien acuda a llamaros, os estaré muy agradecido...
-¿Qué se supone que es lo que va a pasar ahora? -Pregunta Leiftan, tan perdido como el resto.
-Posiblemente, si ocasiones anteriores sirven de indicativo... Lo cual no es siempre así, porque a Khash le gusta superarse cada vez más... -No, no está bien. ¿Tiene este hombre vacaciones? Se las merece...- Khash organizará un gran evento público para anunciar la alianza. Un desfile a lomos de un rebaño de jejelephantes, posiblemente hasta el Alfiler de Oro y allí firmará el... Uuuuu, tengo que abrir las puertas del Palacio... organizar los invitados... Comida... Entretenimiento para...
-¿Harim? -Parece que se ha olvidado de nosotros, así que Nevra le llama y Harim pega un respingo.
-S-sí -Carraspea-. Este... Simplemente, por favor, tened paciencia y... A falta de palabras mejores... -Suspira- Seguidle el rollo a su Sulta. Os prometo que mañana mismo- Bueno, no, mañana no, quizá en un par de días, podréis volver a Eel... A menos que ocurra algo terrible, quiero decir, o que alguno de vosotros acepte una propuesta de matrimonio, por favor no lo hagáis, no sé si puedo organizar un desfile e inmediatamente una boda...
-Tienes un trabajo muy difícil -Comenta Ykhar, parece que bastante impresionada.
-No me mostraré a favor o en contra de esa oración -Harim responde hablando entre dientes-. Como sea, tengo que... No, primero la comida, es lo que más tarda en... Eeeh, ¡simplemente esperad a Sara!
Sale de la habitación murmurando cosas para sí, claramente muy atareado con la celebración que le ha caído encima de repente. Me siento mal por él. Además de jefe de seguridad, ¿también es el organizador de fiestas? Como sea, su ausencia nos deja a todos un poco cortados. En el silencio que se origina cuando se va, todos intercambiamos miradas confundidas.
-No tengo ni idea de qué está pasando -Suelta Ezarel, verbalizando todos nuestros pensamientos.
-Creo que no lo sabe nadie -Añade Nevra.
-Antes que nada, ¿he hecho bien aceptando esas condiciones? -Simonn habla con un toque de nerviosismo.
-Por supuesto que sí, Simonn -Leiftan le dedica su mejor sonrisa-. Buen trabajo. Gracias por todo. Al resto también, por supuesto... Ha sido difícil, pero parece que la situación se va... aclarando, poco a poco.
-Pregunta de humana tontita -Erika levanta la mano-. Si en teoría ya tenemos permiso para salir del Palacio del Oro, ¿qué nos impide coger e irnos de inmediato?
-El hecho de que su Sulta nos odiaría para siempre -Responde Ezarel.
-Y que, de hecho, aún no tenemos el acuerdo firmado -Añade Alessa-. Irnos ahora no es una buena idea. Parece que vamos a tener que bailarle el agua a su Sulta un poco más.
-Odio a este tipe, odio este país, odio el continente entero... -Con desesperación, Ezarel se lleva las manos a la cara.
-A ver, ¿dime eso a la cara otra vez?
Ezarel grita y pega un respingo cuando de repente Sara se materializa a su lado, mirándole fijamente con ojos muy abiertos.
-Venga, venga, dímelo a la cara, ¿qué problema tienes con mi Sulta, hm?
-¡Ninguno! -Rápidamente corre a esconderse detrás de Valkyon, que ni se inmuta- ¡Por favor dejad de hacerme esto! ¡Prometo no volver a ser sarcástico, así que dejad de tomaros en serio mis estupideces!
-Eso tampoco era sarcasmo... -Ykhar hace un puchero.
-Así que no nos escuchas llegar -Y Simonn mira a Ezarel con una sonrisa socarrona. El elfo pone cara de fastidio-. Hmmhá, ¿cuántas veces le has gritado al aire “Comesueños, puedo verte” sin obtener respuesta?
-Guau, qué vida más triste tienes que tener -Sara remata el combo mirando a Ezarel con cara de pena. El elfo simplemente aprieta los dientes-. Bueno, que yo tengo algo para vosotros...
Se mete las manos en... e-en el estómago, vaya. Simplemente hunde las manos en el interior de su cuerpo y de allí saca una caja de un tamaño bastante decente, que nos extiende. Mi mirada viaja directamente a la caja, sintiendo un extraño escalofrío al poner mis ojos en ella, pero otras personas parecen tener otros intereses.
-¿Cómo has hecho eso? -Pregunta Simonn, parece que perplejo- ¿Puedes guardarle las cosas dentro?
-Oh, no es fácil, pero si quieres luego te lo explico. ¿Cómo lo haces tú para llevar ropa normal?
-Pues...
-Siento interrumpir, pero... -Leiftan les corta con un gesto de disculpa- Sobre esa caja. Habéis encontrado... ¿cristales?
-Oh, sí -Sara asiente-. De cuando en cuando nos encontramos alguno. Tuvimos un problema bastante serio, de hecho, porque una vez uno contaminó una de las fuentes de agua de la ciudad y hubo mucha gente que... -Hace una mueca- No hay... no hay cura para eso, ¿verdad?
Hay unos instantes de silencio incómodos. Mi mano izquierda... No pica. Bien.
-Es un poco complicado -Viendo que nadie quiere responder, lo hago yo-. No hay una “cura”... Pero la corrupción puede... controlarse, más o menos.
-Oh... -Pone cara de lástima- Nuestros... Nuestros médicos y alquimistas no encontraban una cura, así que, um...
-Podíais haber pedido ayuda a Eel -Leiftan también habla con pena.
-Pero no lo hicimos...
-Es Naytili la que está corrompiendo cristales, aparentemente -Nevra habla con más enfado que lástima-. Asegúrate de que su Sulta se entere de ello -Sara asiente-. ¿Podemos ver los cristales?
Sara coloca la caja de los cristales sobre la mesa... Yo me alejo un poco, pero mis ojos se quedan fijos en la caja según se abre y en su interior se ven... Cristales.
Algunos pequeños. Algunos grandes. Algunos azules. Otros no tanto. No hay ninguno de color... Negro, pero sí que hay morados bastante oscuro.
Mi mirada se fija en el brillo purpúreo de los cristales. Es tan... llamativo. Tan atractivo. Algo se retuerce en mi interior cuando siento el magnetismo de la corrupción llamarme. Una voz en mi cabeza susurra que me acerque a ellos, que los toque... Que... Que rasque mi piel con ellos y deje que la maldad se cuele en mi sangre, que mis venas se llenen con su ponzoña, que me deje caer en su oscuridad y deje que la misma me cons-
-No puedo estar aquí.
Musito esas palabras y fuerzo mi cuerpo a girarse hacia la puerta para poder irme. Escucho algunas voces que me llaman y luego a Valkyon diciendo que “Iré con él”, así que en cuanto salgo de la habitación y el aire caluroso del exterior me golpea, Valkyon viene conmigo y se coloca a mi lado, mirándome con expresión interrogante.
-¿Tu mano? -No sé si me pregunta por ella o si quiere que se la enseñe, pero eso es lo que hago igualmente. Está... mejor de lo que esperaba. Ni siquiera se nota la marca de la herida.
-Estoy bien -Digo-. Pero mirar los cristales me hace sentirme... raro -Frunzo el ceño-. Mal.
-Creo que eso nos pasa a todos, en realidad -Habla con tono calmado-, aunque entiendo que a ti te afecta mucho más. Procuraré... Procuraremos que no tengas que acercarte a ellos en lo que volvamos a Eel, ¿de acuerdo? -Asiento- Bien. Esperemos aquí fuera al resto.
-Okey...
A esperar, entonces.
AAAAAAAAAAAAAAAA. ¿Hm? No, no, eso no era un “AAAA” histérico, era un bostezo.
No me gusta demasiado este capítulo (? Me parece que es todo diálogo inconsecuente que sólo da vueltas sobre sí mismo. Pero, bueno, había que escribirlo para exponer lo que está pasando y lo que va a pasar. El próximo capítulo será más interesante, espero. Más me vale (?
Anyways, eso es lo que es y lo que hay. A la próxima, más y mejor (? ¿Cuándo es la próxima? Pues muy buena pregunta porque he vuelto a romper el horario porque soy tonto. Quizá la semana que viene o la siguiente a ella, no lo sé, depende de cómo me vea escribiendo. Empiezo a entrar en temporada de trabajos de la uni así que no sé cómo estará eso, hmmm. Bueno.
Ya nos veremos, sea cuando sea (? Os mando muchos besitos, os deseo buena fortuna para conseguir ropitas en el evento de pascua y, como siempre, os doy las muchas gracias por leer ♡ ¡Hasta la próxima!
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#108 El 20-04-2022 à 01h35
No tío pero cómo me haces esto que el adelanto del siguiente cap era lo mejor T^T Kevin se merece aparecer u.u
...
...NO PUEDO CONTESTAR A ALGO TAN LARGO POR DIOS PERO SI TIENE LA LONGITUD DEL CAPÍTULO!
Bueno vale, sí puedo, vamos allá.
''Naytili mata un perro: nOOOOoO CÓMO HAS PODIDO te odiOOOOOO / Alessa mata un perro: Choke me daddy- quiero decir, daddy; quiero decir, daddy-'' ...No me escondo, la verdad... D-daddy? Sorry? Daddy?
''¿Que qué es Li? Mira qué buena pregunta. Olvídala porque si la respondo será, bffff, dentro de, bffff, muchos años.'' Si es spoiler pues... Obviamente no lo digas porque se sabrá en algún momento del fic, pero si no va a salir... DÍMELO POR DIOS NECESITO RESPUESTAS.
''Me voy a guardar como pregunta de Q&A lo de cómo reaccionaría Niels a la tarjeta de Gèrard porque ahora que me he acordado de que esa cosa existe tengo ganas de hacer uno de repente (? ''Porfa, y de paso contestas lo de Li xD
'' Lo que sí que voy a hacer es recordarte que hay por ahí un ensayo de 6 páginas sobre Erika que escribí explícitamente porque tú lo pediste e.e'' Oh dios es verdad eso existe... No recuerdo si me lo leí D: lo hice?? Ay dios en mi memoria no está archivado, tanto si lo hice como si no, tengo que leerlo en algún momento porque obviamente no lo recuerdo D:
''Cualquier escena con Leiftan como daemon es +10, y si tiene a Ez acariciándole las plumas, +1000, si ya lo sé yo'' Uy... Atrapada
'' Alessa mata un perro: yes daddy- / El Titiritero le corta la cabeza a alguien: noOOOOOO (??)'' Déjame con mis fetiches Aléssicos... Que tampoco te voy a mentir, también son Tirititéricos.
'' pero si lo que te atrae es el poder, entonces quizá Alessa vaya a gustarte un poquito. Dicho eso, no te lo recomiendo (?'' ...Tarde, es que no me puedes decir que no toque un botón rojo, y mucho menos decirme dónde está el botón rojo.
'' Anyway, mira, ¡hay setas en una esquina! *Se va haciendo la croqueta*'' DÓNDE?? DAMEEEEEEEEEEE *le funcionó la distracción*
''ni tampoco a Ezarel; EWWWWWWW..'' No quiere ver desnudo a Ez porque no lo ha visto desnudo, que si no cambiaba de opinión xd
''es canon que Alessa hace bromas de peras. Quizá sea hora de replantearse un par de cosas, Kadia :)'' Hostia... Acabo de cortocircuitar. ¿Qué es más infinito, mi odio a los chistes de peras o mi amor a todo lo que parezca o sea un villano poderoso y carismático?
''Salvo con Ezarel, es el único con el que no se quiere casar (?'' Volvemos a lo mismo: porque no lo ha visto desnudo.
''mi capítulo favorito es 12.3.'' aaaaaa qué pasaba en ese capítulo????
''¿sabías que este veneno es letal para los murciélagos y fatal para los humanos?'' what? Acabas de citar una frase de Morbius por algún motivo? xD
Estoy enamorada de la autoestima que muestra Simonn, en serio, aunque pueda ser un papel fingido.[7color]
''-. Me gustas. Simonn Giallo, dime; ¿te casarías conmigo?''
''-¿Alguna razón por la que no quieras que se vuelva a la biblioteca, Leiftan? -La voz de Alessa parece sobresaltar un poco a Ykhar, como si se hubiera olvidado de su existencia- ¿Hay algo allí que no quieres compartir?
-¿Disculpa? -Ezarel inmediatamente se gira hacia él y le mira como si acabase de escupirle en un ojo, hablando con un tono indignado.''
¡¿Pero cómo que se reconocen Sara y Simonn?! o.o Oin, me parece súper tierno que se hagan hecho polvo y todo, por algún motivo me resulta... íntimo.
Juas, Valkyon soñando el capítulo de april fools xD
Yo te juro que no me explico cómo es que nadie respeta a la Guardia, en serio, son los malditos encargados de proteger el cristal... Es cierto que son unos malditos incompetentes de pies a cabeza pero o.o me sorprende tener que acogerse a otro título, aunque es una clara demostración de poder.
...Al fin Lance tendrá la estatua que se merece :')
No me cae bien Sara, se mete con mi bebé ¬¬
Uff, no sé si me gusta la idea de que Hiiro viaje con esos cristales cerca :)
A ver, aburrido el capítulo no ha sido, al menos a mí no me lo ha parecido. No en todos los capítulos tiene que estar pasando algo o lo que sea, simplemente es un capítulo de transición y asentamiento, que también son necesarios :3
Well, quedo a la espera del siguiente ewe
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#109 El 02-05-2022 à 00h29
Quiero decir que lo primero que he visto al entrar en el hilo ha sido la firma de MOTOMAMI que se ha puesto Isis porque el rojo me ha pillado por sorpresa y llevo dos minutos riéndome solo por alguna razón. Por alguna razón es canon ahora que Motomami existe en el fic y que Miiko lo escucha cuando está haciendo tareas de la Guardia para sentirse una #Girlboss. Simonn la juzga en silencio porque no lo pilla, especialmente después de la disección que Hiiro le hizo de "Chicken Teriyaki" y la apropiación cultural desvirtuada en la era de la globalización.
Con eso dicho. ¡Hola! ¿Qué tal? ¿Bien todo el mundo? Espero que sí. Vengo un poco tarde de nuevo porque ando entre trabajos y exámenes y son las fiestas de mi ciudad, pero aquí estamos (?
Vamos a ver qué tenemos aquí.
@Kadia
No Kevines por ahora, se siente. Tengo, en plan, pensado TODO el backstory para poder meterle en Eldarya, tengo dos o tres ideas sobre cómo meterle, y hay una SÚPER guay en el que hay un Kevin VS. Hiiro antes de que se den cuenta de contra quién están peleando, la cosa es... que no... CONSIGO METER... A KEVIN EN LA TRAMA!!1! Algún día. Prometo que si consigo encajarle le meto.
Sé que a veces me paso en las respuestas, perdón uwu Intentaré ser más breve, simplemente es que me emociona mucho compartir ideas sobre el fic (??
Nnnnoooo, que no llames a Alessa daddy, que tiene más red flags que unos sanfermines, nooooo (?
Lo de Li, no es que sea spoiler, es que es como... Está en lo más profundo del iceberg. Tengo mazocientas capas de lore que están en mi cabeza sólo para que las cosas tengan sentido y Li es una de ellas, así que explicarle sin su contexto puede quedar un poco, hmmm, raro. Quizá Tripleté quiera darnos el contexto algún día. Quién sabe.
Recuerdo que dijiste que lo de Erika te lo habías dejado para otro momento porque era mucho texto, pero no sé si te lo acabarías leyendo o no (?
Nota: cada ??? es un emoji de bandera roja que el estúpido editor de textos no me quiere traducir.
Fetiches Titiréticos: ????????????
Fetiches Alésicos: ????????????????????????????????????????????????????????????
Botón ROJO como las banderas ????????????????????
Oh, no. Hiiro no quiere ver desnudo a Ezarel. Es la última persona en Eel a la que quiere ver desnuda. Es como, cuando piensas en la idea de que tus padres tuvieron que triscar para tenerte. Ew.
Alessa haciendo chistes de peras es ????????????????, si eso no te desencanta, ya no sé qué hacer (?
Khash no se quiere casar con Ezarel porque le cae mal (? No hay otra razón para ello (??
Capítulo 12.3 es el de las falsas muertes de Simonn y Hiiro y cuando El Titiritero sale de la torre (?
Lo de la frase de Morbius viene por la obviedad que señalaste en el comentario anterior (?Kadia o algo escribió:
''Llevo mucho tiempo muriendo en bucle. Reencarnándome. Volviéndome a morir. Una y otra vez.''
En sí es lo que tiene reencarnarse, vaya.El pavo ese que escribe el fic o algo escribió:
"Reencarnarse es una agonía pero, ¿sabías que este veneno es letal para los murciélagos y fatal para los humanos?
Esa es la explicación, creo que había visto la película hace poco y tenía el meme en la cabeza simplemente (??
La autoestima y confianza de Simonn vienen y van dependiendo de si quiere impresionar a Hiiro o a Miiko (?? Pero ha hecho un buen trabajo, sí xDD
El primer encuentro entre los comesueños es muy guay, me ha hecho feliz poder escribirlo. En un primer momento iba a hacer que se "intercambiaran" con Simonn con la apariencia de Sara y viceversa porque había habido confusión al volver a sus cuerpos, pero pensé que luego eso podía ser confuso y crear paranoia de "¿¿Y si esta es Sara fingiendo ser Simonn??".
Valkyon y sus sueños extraños condicionados por sus cenas cuantiosas (??? Lo de la Guardia y su reputación, yo lo veo de esta manera... La Guardia tenía mucha mala fama debido a su corrupción, descontrol y cosas turbias (peleas en Obsidiana, tráfico de narcóticos en Absenta, Naytili, Kaze también era un poco raro), así que la gente le cogió manía... Y para cuando se "curaron" de eso, que aún hay rumores extraños (Andrée es ejemplo vivo de ello), va y se les rompió el Gran Cristal. Lo que mantiene todo el mundo en pie y tal. Así que la gente desde luego no tiene una buena imagen de la Guardia de Eel (? Quizá hable de ello más adelante en el próximo capítulo.
Sara es mi nobia y si te metes con ella se apuñalo tsss
Hostia los cristales me había olvidado de ellos escribiendo este capítulo.
Espero que este sea más entretenido que el anterior (?
Gracias por el comentario <3 Espero que mi respuesta haya sido un poco más corta esta vez (?
Vamos ahora a por el capítulo de hoy, a ver qué pasa (??
Capítulo 24.13.-
(Narra Simonn)
-Guau ese desfile ha sido estupendo.
-¡Ha sido fantástico! ¡Nunca había visto algo similar en mi vida!
-¿Cuál ha sido tu parte favorita?
-Oh, oh; ha sido esa en la que el jejelephante ha...
Presto atención sólo a medias a las conversaciones que escucho a mi alrededor. La gente parece satisfecha por cómo se ha desarrollado todo el evento... La verdad es que ha sido bastante impresionante. Nunca había visto un jejelephante en mi vida, son enormes...
Yo no he podido ver todo el asunto porque era una de las partes principales del desfile y me he pasado todo el rato sonriendo y dándole las gracias a muchas personas, pero si la Ciudad de Oro lo ha disfrutado, pues me alegro por ellos. Que quede grabado en la memoria de la ciudad que ELSUR Y LA GUARDIA DE EEL SON AMIGOS AHORA Y HAY UN PAPEL QUE LO DICE.
Casi me dan ganas de resoplar, pero me contengo. Aún estoy en público, rodeado de gente en mitad de uno de los patios interiores del Palacio del Oro. Khash nos ha traído aquí después del desfile y ha montado un “banquete”... Comida por todos lados, música que inunda el ambiente y una cantidad de alcohol que a mí me preocupa y de la que procuro mantenerme alejado. Aunque lo intente, es difícil porque ya ha venido mucha gente interesada en hablar conmigo y preguntarme por la Guardia de Eel y la nueva relación con Elsur. Más de alguna persona me ha llamado “Miiko”, porque se deben de pensar que soy ella, a pesar de que... no soy un kitsune. Soy un comesueños.
Y hablando de comesueños... Sara.
Quería haber hablado con ella un rato, pero ni ella ni yo hemos tenido tiempo para ello con todo lo que ha pasado... Y ella ahora mismo está demasiado atareada asegurándose de que el banquete permanece en orden, así que tampoco voy a ir a molesarla mientras hace su trabajo. Quizá más tarde, cuando todo el mundo esté durmiendo, podamos hablar...
Lanzo una mirada hacia arriba, observando el cielo nocturno del desierto. Ni una nube en el cielo, así que el brillo de la luna y las estrellas es claro y poderoso, aunque no llegue del todo hasta nuestra celebración con las linternas de aceite y hogueras que iluminan el patio con un tono dorado muy distinto al blanco brillante de la luz de luna.
Estoy... cansado.
Ghh. De repente nos llegó a Eel la carta desde Elsur, a Miiko casi le da un infarto al verla, y en cuestión de horas ya estábamos zarpando desde la costa de Eel... El viaje ha sido terrible. Tanto agua rodeándonos por todas partes... Llevo comiendo comida de familiar todo el trayecto. Necesito un sueño. Sólo uno, por favor, uno chiquitito me sirve. Entre el viajecito y todo lo que ha pasado hoy, el estrés de tener que parecer una persona decente delante de su Sulta y el agotamiento de toda la celebración, estoy... estoy muy cansado, la verdad.
Aún así, trato de poner mi mejor cara todavía mientras finjo que me involucro en la conversación que discurre frente a mí entre Khash y... No sé quién es esta gente, ¿parte de su harem? ¿Miembros de la Guardia Dorada? Ni idea. Ggh. Doy un sorbo de mi bebida afrutada para darles a mis mejillas un descanso de tanto sonreír.
-... y desde entonces, no he vuelto a comer queso de cabra -Khash finaliza su historia, causando una carcajada entre los que le escuchan-. Dime, Simonn, ¿alguna vez lo has probado tú?
-¿Hm? -Al verme mencionado, intento salir de mis ensoñaciones y dirigir mi mirada a Khash, que me observa con una sonrisa- ¿Queso de cabra? No lo tengo claro. No acostumbro a consumir comida orgánica, salvo en... ocasiones especiales.
-¿Sí? -Parece sorpendide- A Sara le gusta hacer varias comidas al día... Supongo que depende del comesueños -Lo que sea por normalizarnos y encajar...-. Dime, ¿me lo parece a mí o será que nuestra conversación te está aburriendo?
Para aburrirme, primero tendría que estar prestando atención, su Sulta.
-He de admitir que me siento un poco... fuera de lugar -Explico, con tono sincero pero respetuoso. No pienso bajar la guardia ni por un segundo con su Sulta-. Apenas he tenido tiempo de conversar con mis compañeros de la Guardia y me encuentro algo cansado después del viaje y del día de hoy. Lo lamento si eso empobrece mi conversación.
-Oh, para nada -Su mano se coloca en mi hombro con gesto algo más cariñoso de lo que me encuentro cómodo, pero me siento presionado a aceptarlo incluso si no me apetece-. Es comprensible. Admito que es en parte culpa mía por haberte secuestrado lejos del resto de tu grupo, pero no he podido evitar... -Se encarga de lanzarme una mirada de arriba a abajo- Interesarme. Como sea, tampoco querría abducirte por completo, y aún tengo pendiente catar esos licores deliciosos que habéis traído de Eel... Quizá sea hora de dejarte ir. Nos veremos nuevamente en la mañana, imagino... Salvo que muestres otro tipo de interés en mi presencia.
-Nos veremos en la mañana -Respondo con toda la cordialidad posible, haciendo una escueta reverencia-. Disfrutad de nuestros licores y del resto de la noche...
Y me voy, me voy, adiós, chao pescao, yo ya no existo.
Intento huir a esconderme entre la multitud antes de que su Sulta pueda cambiar de idea, y parece que lo consigo a base de escurrirme entre unas y otras personas. Aún habiéndome alejado de su Sulta, aún parece que llamo bastante la atención, porque hay mucha gente que me saluda y me da la mucha enhorabuena por la nueva alianza, que me dice lo muy guay que soy y que me gritan algo sobre arenas piadosas antes de desaparecer de mi vista.
Quiero irme a gritar a algún sitio, pero no sé qué tan educado será si simplemente desaparezco de la fiesta... En cuanto me aleje un poco, además, mi traje va a volver a aparecer y va a quedar un poco raro con lo que llevo puesto. Tampoco puedo forzar a Jamón a ir conmigo a todas partes... Le distingo fácilmente entre la multitud porque es fácil de ver, está riendo y bebiendo mientras cuenta lo que deben ser historias de guerra bajo la atenta mirada de varias personas que le escuchan.
Otras dos personas fáciles de distinguir entre la gente son Nevra e Ykhar. Se han unido a los bailarines en algún momento y parecen estar pasándoselo bien pegando saltos y haciendo piruetas con ellos, rodeados de música animada y otra gente que no baila pero que dan palmadas al ritmo de la música. Parte de mí quiere unirse a ellos porque parece divertido, pero otra parte simplemente está MUY cansada y todo lo que quiere es un poco de calma y un hombro sobre el que llorar.
Se me ocurre una persona que me puede prestar su hombro, y empiezo a buscar a Hiiro con la mirada. Lo único sorprendente de ello es que no me haya puesto a buscarle antes. A ver, dónde está mi humano favorito... No le veo... No me digas que se ha ido a dormir ya... Ah, no, mírale.
Como quién no quiere la cosa me acerco a mi humano, que está bebiendo alguna bebida de color azulada mientras mira fijamente al infinito con cara de aburrimiento. Está solito, lo cual es un poco triste, pero favorable para mi situación así que me acerco a él sin que nadie me interrumpa, y me acuclillo a su lado, agradecido porque su bebida no sea alcohólica porque si no tendría que irme a llorar a otro sitio.
-¿Te han dejado libre? -Me pregunta, alzando una ceja- Pensé que Khash iba a estar pegade a ti toda la noche.
-Casi, pero me ha dado libertad cuando ha querido irse a beber -Asiente, comprensivo-. ¿Qué te ha parecido el desfile?
-La verdad es que ha sido impresionante.
-¿Verdad que sí?
-No tengo palabras para describirlo... -Niega con la cabeza- Um... Quizá sea un poco raro si soy yo el que dice esto, pero... Gracias por todo, Simonn. Has hecho muy buen trabajo.
... je, je.
-Aún no hemos salido de aquí, así que... No cantemos victoria aún -Pero puedes seguir diciéndome que he hecho un buen trabajo si quieres, eh, no dejes que nadie te lo impida-. Y hablando de salir de aquí, uhhhh... ¿será muy malo si nos escaqueamos de la fiesta?
-Se supone que somos invitados de honor -Me mira con cara de sorpresa-. ¿Y cómo es que quieres escaquearte? Pensé que este tipo de cosas te gustarían...
-Y de normal me lo estaría pasando muy bien bailoteando y llenándome la boca de comida, pero... -Frunzo los labios- No estoy muy cómodo aquí ahora mismo. Me apetece alejarme un poco de la gente.
-Bueno, yo tampoco es que esté dándolo todo aquí ahora mismo, así que...
Nos miramos fijamente teniendo una conversación muda. Leeentamente ambos nos levantamos. Poquito a poquito nos vamos moviendo hacia el exterior del patio. Dejamos nuestros vasos a medio beber con mucha discreción en alguna bandeja que nadie está usando. Admiramos la decoración floral con disimulo, es muy bonita. Ignoramos a Harim según intenta prendernos fuego con la mirada cuando nos escaqueamos y lo conseguimos, alejándonos del ruido de las celebraciones mientras nos perdemos en el interior laberíntico del Palacio del Oro.
Una vez doblamos una esquina y perdemos de vista la fiesta, me deshago en polvo para salir de mi ropa “de pega” y dejar que mi traje habitual vuelva a mi cuerpo cuando me rehago junto a Hiiro, que ha intentado agarrar mi ropa más o menos como ha podido. Iba a volver a aparecer en cuanto me alejase de Jamón, así que prefiero hacerlo yo mismo...
-Harim nos ha pillado... -Hiiro habla claramente avergonzado por ello.
-Si nos ha dejado ir, tan malo no será -Yo intento defender nuestras acciones-. Peero por si acaso yo me alejaría antes de que venga a por nosotros.
-Volvamos a la Casa del León... -Suspira- Si nos vamos a cualquier otro sitio posiblemente nos acabemos perdiendo.
De acuerdo, a dónde sea que me lleves yo te sigo... Más que nada, porque no tengo ni idea de dónde estamos o a dónde hay que ir, vaya.
Hiiro nos redirige hacia la Casa del León. En nuestro camino, nos cruzamos con algún miembro del servicio de la casa o algún guardia, pero además de arrugar la cara no nos dicen nada más. Llegamos allí sin ninguna inconveniencia entonces, y Hiiro respira con alivio cuando entramos... Sólo para pegar un respingo cuando descubre que no estamos solos, y la verdad es que yo también me asusto un poco.
Al fondo del salón, recostado junto a la ventana en un montón de cojines, se puede ver la silueta de Alessa leyendo un libro.
Me tenso un poco al verle. No... Tengo muy claro cómo interactuar con él ahora mismo. No sé qué es lo que pretende, o cuáles son sus intenciones... Pero que haya mentido sobre algo así hace que me sienta muy incómodo en su presencia.
No se me olvida, aunque haya tenido que dejarlo en un segundo plano por ahora... El secreto que me confesó Gèrard sobre él.
El mismo día en el que llegó la carta de Leiftan, después de haberme estado mareando durante semanas pidiéndome que le hiciera favores sin llegar a darme la recompensa por ellos...
-A-Alessa -Hiiro parece sobresaltado por su presencia-. ¿Tú también te has escapado?
-Me temo que sí -Habla mirando hacia nosotros, sonriendo levemente mientras su cola ondea de forma tranquila-. Me gusta un ambiente un poco más... tranquilo. Pero Simonn, vaya, pensé que tú eras invitado de honor.
-Bueno... -Procuro disimular cualquier tipo de emoción en mi voz, pero coloco una mano sobre el hombro de Hiiro para levemente empujarle en dirección a las escaleras, confiando en que lo entienda como que no me quiero quedar aquí- Su Sulta sabrá buscar a otro que le entretenga. Empezaba a haber demasiado alcohol en el ambiente.
-Ah, sí, lo entiendo... La manía que tiene la gente de querer ponerse ciega. Nunca lo entenderé.
Se ríe con su propia broma, pero a nadie más le hace gracia, de hecho a mí me... Indigna, casi.
-Te dejamos leer tranquilo -Hiiro habla antes de que pueda hacerlo yo-. Estaremos en... mi habitación, supongo.
-Dulces sueños y buen provecho...
No como sueños humanos, pero no me molesto en corregirle. Simplemente sigo a Hiiro escaleras arriba hasta que llegamos a la puerta de la que sea su habitación, y allí entro con él. Supongo que todas deben ser iguales, porque si les han quitado sus cosas, no pueden personalizarlas, pero... Sólo la idea de que es “de Hiiro” hace que me sienta un poco más cómodo, así que me tiro junto a él cuando colapsa en la cama.
-Eso ha sido incómodo -Murmulla sus palabras, casi como con miedo de que Alessa pueda escucharnos.
-No pasa nada -Trato de consolarle-. Si te puedo contar un secreto... Alessa no me cae muy bien.
-Por qué será que me daba esa impresión... -Rueda en la cama para girarse hacia mí- A mí me pone un poco... nervioso a veces, sobre todo después de, um... -Hace una mueca- Ahora te lo cuento. Cuando nos pongamos al día. Porque nos vamos a poner al día, ¿verdad?
-Pero por supuesto -Sus palabras me hacen sonreír de forma sincera por primera vez en toda la tarde-. Quiero que me cuentes todos los detalles sobre el campamento de shaendels.
-Oh, pff, pregúntale a Nevra sobre eso...
-No, prefiero que me lo cuentes tú -Él sonríe un poquito también cuando digo eso.
Ha dejado por ahí mi ropa de pega, y con ella dejo yo también mis mocasines, americana y corbata, cuando me quito las partes más incómodas de mi atuendo para estar más cómodo en la cama mientras él me cuenta sus desventuras desérticas. Me impresiono con cada una de las criaturas que me describe, me río cuando comenta haberse tropezado y comido arena, me tenso cuando narra la pelea de Valkyon con el kjätzchitjlohj y presto completa atención cuando narra el pasaje en la biblioteca.
-Y apareció el resto de la Guardia Dorada montados en bananadrilos... -Bana... ¿qué? Ni idea...- Así que Naytili se dio a la fuga con ayuda de El Titiritero, que también se fue, y en vez de perseguirles, la Guardia Dorada decidió que era buena idea arrestarnos a nosotros.
-Semejante muestra de inteligencia -Hablo un poco picado al respecto-. Algún día la cazaremos.
-Algún día -Lo dice con un suspiro, casi como si no estuviera muy seguro-. Bueno, y... ¿qué tal tú? ¿Que has estado haciendo en la Guardia?
Ser esclavizado por un criónido...
-Lo típico, hacerle recados a Miiko -Decido omitir esa información por el bien tanto de Gèrard como el mío-. Haciendo presupuestos. Ordenando su cuarto. Recogiendo el correo... Ah, eso me recuerda, te han llegado un par de cartas, ¿sabes?
-¿Cartas? -Hace un gesto confundido.
-Una de ellas no tenía remitente... -Finjo pensármelo, aunque ya sé que es Gèrard diciéndole que le mazomola- Pero la otra venía del matrimonio Aënwer.
-¿Los padres de Draz? -Ahora pone cara rara.
-No. El otro matrimonio Aënwer.
A ver cuánto tarda en pillarlo. Un, dos, tres...
-¿¡Se han casado!? -Pega un brinco en la cama, haciendo que todo el colchón se agite, y yo me río con eso- No, ¿¡de verdad!?
-Ah, no sé. Pero viene a nombre de “Draezel y Alec Aënwer”...
-Oooooh... -Una sonrisa radiante aparece en su cara. De repente ya no estoy cansado- Eso es... genial.
-Por favor, prométeme que me contarás todos los cotilleos de las cartas.
-Quizá no todos... A Draz le gusta escribir correo bastante... -Sus mejillas se sonrojan un poco. ¿Oh?- Explícito...
-Qué indecoroso -Me llevo una mano a la boca con sorpresa fingida-. El joven señorito es un pícaro.
-No es esa la palabra que yo usaría... -La última vocal se alarga en un bostezo. No hagas eso, que me entra hambre...- Hm, supongo que estoy cansado... La verdad es que estoy deseando volver a mi cama de la Guardia... Quién me iba a decir a mí que iba a echar tanto de menos Eel.
-A mí me lo dirás... -La primera vez que me metieron allí pensé que no iba a salir, pero... Fíjate, aquí estamos. Ahora soy representante de la Guardia Brillante en el extranjero.
-¿Qué tal el viaje en barco? ¿Ha ido bien? Habéis, uh... ¿v-visto piratas?
-No, y menos mal -Frunzo el ceño. Los piratas son terribles... No sé por qué nadie iba a querer hacerse pirata, buaj. Qué clase de corazón podrido hay que tener-. Todo ha salido bien. Esperemos que a la vuelta tampoco nos les crucemos.
-A-ah, sí, por supuesto... Nada de piratas... -A lo mejor es por el sueño, pero noto su voz un poco más débil ahora.
La conversación ha hecho que me relaje y me olvide un poco de todo lo que hay fuera de esta habitación, pero antes de que se me duerma tengo que... Preguntarle por algo.
-¿Antes has dicho que ibas a contarme algo sobre Alessa? -Intento hablar con toda la inocencia del mundo, procurando que no se note que, de hecho, estoy a punto de someterle a un interrogatorio para mi propia investigación privada.
-Ah -Pone mala cara cuando se lo recuerdo-. Sí, bueno, es... ¿te acuerdas lo que te he dicho antes, del... perro? -Asiento. Alessa se cargó a uno de los perros de Naytili... por un lado, bien. Por otro... si el perro estaba en una situación similar a la de Shaïtan, me siento fatal por él- Cuando hizo eso... Me... pareció muy cruel. Porque no sólo le mató, sino que luego, su cuerpo... Como que se desquitó con él, y... Eso me hace sentirme un poco incómodo, supongo. No sé. Alessa siempre ha sido amable conmigo, pero como que le he cogido... Miedo.
Y de entre todos los crímenes que este hombre haya podido cometer, si es que ha cometido alguno que en realidad no lo sé, asustar a Hiiro es el peor de todos.
-Es normal -Trato de consolarle. Me gustaría darle una brazo o pasarle una mano por el pelo, pero tengo la sensación de que el gesto sería un poco más íntimo de lo que sería adecuado si lo hiciera-. No pasa nada. Creo que ya te lo he dicho pero a mí Alessa siempre me ha... Dado mala espina.
-Alguna vez lo has mencionado, sí... -Me mira con cara algo extrañada- ¿Pasa algo con él, o...?
-No realmente -Miento sin que me tiemble el pulso-. Sólo una impresión. Quién sabe. Nadie te fuerza a relacionarte con él, así que si te pone incómodo... -Por favor, no te acerques a él.
-Bueno, es mi psicólogo -... Supongo que eso significa que no puede evitarle-. Cuando volvamos a Eel me va a caer bronca porque me he saltado una sesión con él...
¿Es siquiera un psicólogo? ¿Quién puñetas es este tipo? ¿De dónde ha salido? ¿Es el Alekssaindre de verdad? ¿Está suplantando la identidad de otra persona? ¿Es por eso que...?---
(Unos días atrás, en la Guardia de Eel...)
-¡Me da igual, Kero; ni Ykhar ni yo vamos a estar así que tienes que ser tú el que se encargue de ello, lo siento!
Cierro la puerta de la biblioteca de un portazo sólo para dar efecto dramático, porque sería más fácil para mi pasar por debajo de ella convertido en polvo pero mE Da iGUaL mAMá nO ES unA FAsE!!!
Inmediatamente después me tiro por la barandilla para caerme al primer piso porque no tengo articulaciones que romperme y hago un repaso mental de qué más cosas me faltan por hacer antes de salir corriendo al BARCO, porque voy a tener que viajar en BARCO, PORQUE A ALGUIEN AL OTRO LADO DEL OCÉANO SE LE HA IDO LA PINZA Y HA SECUESTRADO A MEDIA GUARDIA DE EEL Y AAAAAAAAAAAAAAAAA.
Respira que te deshaces en polvo, a ver; ya le has puesto comida a Ohna, a Yurio también, le has encasquetado tu trabajo a Kero... Tengo que recoger las ropas caras de la tienda de Purriry, rezar porque me estén bien, poner una nota en el tablón de anuncios- ¿¡POR QUÉ NO PUEDE HACERLO ESO MIIKO!?
-Siiiiiiiimooooooooonnnnnn ♡
Me giro pegando un respingo, sobresaltado por una vez al escuchar mi nombre ser canturreado a mi espalda, y casi me explota algo cuando veo a Gèrard detrás de mí. No es un buen momento para intentar producirme infartos, criónido.
-Gèrard, lo siento pero ahora no puedo ayudarte, tengo q-
-Lo sé, oído -Le resta importancia con un gesto de la mano-. Viaje a Elsur. Importante.
-Mucho, y tenemos que salir lo antes posible...
-¡Contarte secreto!
Sus palabras me dejan muy despistado así que sólo puedo mirarle con confusión durante unos instantes. Al final, recuerdo a lo que se refiere, el supuesto secreto de Alessa que tantas veces me ha prometido y ninguna me ha dado...
-No es buen momento -Protesto, sintiendo rabia porque ahora me voy a quedar todo el viaje sin saberlo.
-¡Momento perfecto! ¡Antes que Alessa vuelva!
Eso tiene sentido, supongo, pero en sus palabras veo que hay... Algo más.
No sé qué es exactamente. Me mira con su sonrisa normal, que siempre tiene un aire pícaro como si estuviera maquinando alguna travesura, pero hay algo en sus ojos que me hace pensar que se esconde algo en su cara y en su voz, en cómo pronuncia las palabras... Como si... Como si lo que sea que quiere decirme sólo puede decírmelo cuando Alessa está en otro continente cruzando el océano.
-... Muy bien -Al final acepto, corrigiendo un poco mi postura y a la vez ajustando el nudo de mi corbata-. Espero que sea jugoso.
-Muy jugoso.
Avanza dos pasos para prácticamente pegarse a mí, y luego se inclina en mi dirección y se pone ligeramente de puntillas, a la vez agarrándome de la solapa de la americana para atraerme a él y dejar que sus labios hagan contacto directo con mi oreja.
Y entonces escucho el secreto, oh, tan jugoso.
Las palabras se pronuncian en un tono mucho más serio que la voz jueguetona que usaba antes. Cada sonido lo hace con firmeza y precisión, como si en vez de palabras estuviera lanzando flechas. El agarre que hace en mi ropa es férrero. Siento su frío natural de criónido invadir mi cuerpo cuando escucho...
-Alessa no es ciego. Está fingiendo.
¿Cómo?
Bruscamente me empuja, separándose de mí, y me mira con una enorme sonrisa inocente y traviesa.
-¡Secreto jugoso! ¡Favor saldado! Feliz viaje Elsur...
Y de forma súbita gira sobre sí mismo y se va, dejándome congelado de forma casi literal en mitad de la sala de las puertas.
Qué es lo que acaba de decirme.
Que Alessa no... ¿qué?
Muy confundido por las palabras, intento darle sentido a la información. Eso no es un "secreto jugoso", eso es... Es... ¿Es verdad?
¿Alessa está fingiendo ser ciego? Q-¿Por qué? ¿Por qué iba nadie a hacer algo así? No tiene ningún sentido... Pero Gèrard no iba a mentirme.
El "secreto" todavía me confunde, porque sigo sin entender qué tendría de ventajoso para él fingir algo así ahora mismo... No es que en la Guardia paguemos bonus de discapacidad... Bueno, sí lo hacemos, pero sólo si la persona ha tenido un accidente durante el servicio a la Guardia, pero él dijo que lo suyo era de nacimiento, y... Es verdad, vi sus ojos una vez.
¿Gèrard puede haberse confundido? ¿Por qué iba a decirme algo así, si no? De hecho... ¿por qué decírmelo a mí? No parece el tipo de “secreto” que de hecho debas contarle a otra persona, yo que sé, me esperaba algo como que tiene otro tipo de piercings en otro tipo de sitios o que le dan miedo los familiares o YO QUÉ SÉ PERO GÈRARD QUÉ QUIERES DECIRME CON QUE NO ES CIEGO, ¿¡QUÉ SE SUPONE QUE HAGO YO CON ESA INFORMACIÓN AHORA!?
Además de tener un ataque de nervios, que me está dando en el PEOR momento posible, porque me está esperando un barcoooOOOo y si no cojo ese barcoooo van a- van a matar a todos mis amigos, jeje, y no, no quiero que pase eso, ¡¡AAAA!! ¡NO TENGO TIEMPO PARA ESTO AHORA!
Pongo mis prioridades claras, intentando disminuir la cantidad de gritos en mi cabeza. Primero... Primero, el barco. Luego tendré tiempo para reflexionar sobre qué significa esto.
Voy a tener mucho tiempo para hacerlo en el largo trayecto que me espera...---
(De vuelta al presente...)
Y he tenido tiempo para reflexionar, sí, pero lo único que he sacado en claro es...
Que no me gusta Alessa. No confío en él. Y tiene que haber algo más que esté escondiendo.
Su repentina aparición súbita en el momento exacto en el que la Guardia le necesitaba. Que haya mentido sobre su ceguera. Y... y alguna intuición que siento que me dice que no debo fiarme de él, que hay algo en él que es... turbio. Lo he sentido desde el primer momento que le vi, y he intentado actuar con comprensión y conocerle mejor durante este tiempo, pero no consigo quitarme la sensación de encima por mucho que lo haya intentado. Simplemente siento que hay algo que no encaja.
E, imagino, Gèrard debe de sentir lo mismo, y me fío más del instinto de un criónido que de mis propios sentidos. Ha sentido la necesidad de compartir esa información concretamente conmigo, y además lo ha hecho de una forma muy... Peculiar, con todo lo que ha hecho de estarme mareando arriba y abajo pidiéndome “favores”. Por cómo me contó el secreto, me queda claro que no piensa que sea algo gracioso o ligero, al contrario, creo que pocas veces le he sentido tan serio como en ese momento.
Y que me lo contase cuando Alessa no estaba... Algo me hace pensar que quizá es que le tenga miedo a Alessa, por alguna razón, que no quiere que se entere de que él sabe la verdad sobre sus ojos. Que cómo ha obtenido esa información, por cierto, es algo que escapa a mi inteligencia. Pero le creo. Por supuesto que le creo.
Lanzo una mirada a Hiiro después de mis propias meditaciones. El cansancio ha acabado pudiendo con él y se ha quedado dormido en la cama... Con un olfateo compruebo que sus sueños... No son exactamente plácidos, pero tampoco parecen ser una pesadilla esta vez. Espero que pueda pasar una noche tranquila...
Me deshago en polvo para no molestarle al levantarme de la cama y me alejo de él, dejándole descansar tranquilamente. No tengo muy claro si quiero volver a la fiesta o qué quiero hacer con mi vida ahora mismo... Aunque supongo que es lo que me toca.
Paso por debajo de la puerta de la habitación para acceder al resto de la casa, con la intención de simplemente irme... Pero al pasar por el salón, no puedo evitar mirar a Alessa y hacerme la pregunta de qué será este hombre, por qué esconde tantas cosas y qué es lo que quiere de...
-Ah, Simonn. ¿Ya te vas? No... Acompáñame un rato.
La voz de Alessa hace que me congele en el sitio.
Así que es capaz de... Verme o percibirme de alguna manera "extraordinaria", supongo. ¿Será que va por ahí con los ojos cerrados a todas partes o algo? ¿Quién iba a hacer eso y por qué? Mira de verdad no sé si este hombre es un asesino usurpador de identidades o si es El Titiritero disfrazado o lo que sea, pero desde luego es raro de cojones.
-¿Te aburres solo? -Intento sonar casual cuando tomo forma material en mitad del salón, sin acercarme a él del todo.
-No realmente -Se gira en mi dirección para mirarme y en su rostro aparece una sonrisa-. Hay algo que me gustaría hablar contigo. Tengo un dilema moral.
-No sé si yo soy la mejor persona para ese tipo de cosas... Por ser un comesueños y tal.
-Precisamente, creo que eres la mejor persona para ayudarme... Además, esto te involucra a ti, ¿sabes?
-¿Sí? -Me pongo un poco tenso cuando él coloca su libro entre los cojines y se levanta... Especialmente cuando me doy cuenta que eso no es un libro, sino su libreta, y las hojas que estaba mirando están en blanco- Uh, qué...
-Me ha dicho que todo lo que tengo que hacer es acabar con tu vida y Él me dará lo que quiero.
Qué.
De repente, siento que no puedo moverme. No puedo hacerme polvo siquiera, mi cuerpo no responde y me siento aterrado cuando Alessa se acerca a mí sin que yo pueda huir de él.
-No te preocupes, no te dolería si lo hiciera -Se coloca frente a mí, y siento su mirada clavada en mí. No me está percibiendo con su mente... me está mirando, lo sé incluso detrás de esas gafas teñidas que no dejan ver lo que hay detrás-. Y, no te preocupes, tampoco vas a acordarte de esto. No es la primera vez que hacemos esto... Aunque no te acuerdas, por supuesto...
¿Q... qué? ¿D-de qué está hablando?
Una sensación de pánico empieza a invadirme. ¿Va este tipo en serio? ¿Va a matarme? Ha dicho que Él iba... No, ¿ha hecho un trato con El Titiritero? Oh, no. ¿Es eso lo que era? ¿Es uno de sus aliados? ¿Le ha infiltrado en la Guardia? Oh, no, oh, no; t-tengo que decírselo a Miiko... A alguien, a quién sea...
-Aún puedes hablar, ¿sabes? -Dice, hablando en un tono completamente calmado y casual, como si no estuviera pasando nada raro- Quiero oír tu opinión al respecto. Pero no grites. No queremos que Hiiro se despierte, a lo mejor se asusta.
-¿Has hecho un trato con El Titiritero? -Es lo primero que sale de mi boca, en cuanto me siento capaz de hablar- ¿Por qué?
-Porque tú no quieres darme la información que necesito...
-¿Información...? -De qué está hablando.
-Oh, no te molestes. Ya hemos pasado por esto aunque no te acuerdes. Sé que no me la vas a dar porque no me la diste en la otra ocasión, y cuando rebusqué en tu mente también te opusiste a mí, eres inusualmente... -Frunce el ceño- Obstinado. Será más fácil. Para todo el mundo. Si simplemente me dieras lo que quiero...
-N... no sé lo que quieres...
-Que me ayudes con mi pequeño dilema moral -Su cola latiguea en el aire por un instante cuando se lleva una mano al mentón-. ¿Debería matarte, Simonn? ¿Tú qué opinas?
Está mal de la cabeza.
No sé qué puñetas quiere. No sé por qué está haciendo todo esto, por qué está fingiendo, qué placer saca de decirme a la cara que va a matarme.
Pero sé que hay algo que está mal con él.
-¿Y bien? -Vuelve a hablar con toda la cara del mundo- ¿Algo que decir?
¿Qué vas a decir en una situación como esta? ¿Qué se supone que quieres que piense, o haga, cuando me tienes inmovilizando y me preguntas si quiero mantener mi vida? La última vez que se me permitió decir unas últimas palabras, mi mensaje, para otra persona, fue interrumpido. En esta ocasión... Como no se me ocurre qué decir, todo lo que puedo hacer es responder con sinceridad.
-Por favor... no me mates.
Eso es todo. Lo digo mirándole a la cara, a donde supongo que deben estar sus ojos. Porque no quiero morir. Hay muchas cosas que tengo que hacer aún. Hay deudas que aún tengo que saldar, gente a la que tengo que ayudar. Hay personas en mi vida de las que no he podido despedirme. Sé que soy un comesueños, sé que nuestras muertes en muchas ocasiones son súbitas, inesperadas, crueles... Pero no así.
No quiero morir así.
-Huh -Una sonrisa aparece en la cara de Alessa-. Por qué será que no me sorprende esa respuesta.
Se descruza de brazos y veo que se lleva una mano a las gafas, que se retira por un instante.
Ver sus ojos me descoloca por un instante, porque no lo entiendo. Y, después, cuando estos cambian, lo entiendo menos todavía, porque... simplemente qué... ¿Qué es eso...?
-Gracias por esta conversación, Simonn -Su voz suena aún calmada, pese a todo, ajena al terror que me provocan sus ojos-. Ha sido muy... reveladora.
Una de sus manos se cierne sobre mí, colocándose en mi cara y oscureciendo mi visión, y todo lo que puedo hacer es lanzar una exclamación de sorpresa.---
(Narra Leiftan)
-Aún sigo pensando en el desfile -Erika habla con ojos brillantes y una gran sonrisa, después de dar un sorbo a su bebida. Es posible que esté algo achispada, pero no se lo voy a echar en cara... Se supone que estamos de celebración-. Es... Creo que ha sido una de las mejores cosas que he visto desde que llegué a este mundo. ¿¡Por qué no hacemos cosas así en Eel!?
-Porque no tenemos jejelephantes -Responde Ezarel, un poco más resignado con su bebida no alcohólica en la mano.
-Ni presupuesto para montar algo así -Añado yo.
Erika continúa expresando su mucho entusiasmo por el desfile (no la culpo, desde luego ha sido magnífico, mis felicitaciones a la Ciudad de Oro), y Ezarel y yo escuchamos sus opiniones... Eso es, hasta que alguien se coloca detrás de mí y escucho un fuerte carraspeo. Al girarme descubro a Harim, que me mira fijamente.
-Leiftan, ¿pudiera pedir que me acompañaras? -Oírle decir eso me causa algo de confusión.
-¿Y eso?
-Nada preocupante, pero su Sulta necesita... -Se lo piensa un instante- Hablar de algo.
-¿Conmigo? -Me pongo en pie ante la mirada de Erika y Ezarel, que han interrumpido la conversación- ¿No con Simonn?
-Simonn se ha excusado por esta noche -¿Eh? ¿Sí? Qué... raro por su parte-. Hiiro y él se han visto abrumados por el ambiente de la fiesta... Han regresado a la Casa del León por el resto de la noche, como hizo vuestro compañero... -Se cuelga un momento- El chico ciego.
-Alessa -Le recuerdo el nombre. Ahora que lo pienso, creo que no le he visto en toda la tarde...-. Bueno, um... Voy, entonces.
-No dejes que te asessssss... -Ezarel se corta al ver la mirada que Harim le dirige. Aprendiendo la lección ya, se lleva la bebida a la boca y casi que se la tira por encima en un intento de silenciar sus palabras.
-Por aquí, por favor -Harim hace un gesto para que le siga.
Eso hago, navegando entre la multitud de gente junto a él. Con la mirada intento distinguir dónde están el resto de miembros de la Guardia a los que he perdido de vista. Ykhar y Nevra son fáciles de ver porque parece que están bailoteando todavía... Antes he querido prestar un poco de atención a ver si Ykhar hacía el baile ese que a veces hace dando muchos saltitos... Pero no va a ser porque no se ha traído los zapatos especiales que necesita para ello, lo cual es una lástima.
Me doy cuenta de que Harim me saca del patio, lo cual me deja un poco confundido porque pensé que íbamos a ver a su Sulta... Empiezo a extrañarme según me conduce por los pasillos del palacio, especialmente cuando dejo de reconocer los mismos y comprendo que me está llevando a algún sitio un poco más... Rebuscado.
-Um... ¿Puedo preguntar a dónde vamos? -Me atrevo a pronunciar palabra después de un rato.
-A las dependencias privadas de su Sulta.
-¿Qué? -Eso me descoloca, así que me quedo quieto en mitad del pasillo. Él se gira a girarme con una cara que me dice que no tiene tiempo para mis tonterías mientras yo sumo dos más dos en mi cabeza- Uh... No estoy interesado... Estoy en una relación cerrada...
-Bien por ti. Cuando dejes de montarte cuentos, por favor continúa siguiéndome.
A-ah, v-vale...
Un poco avergonzado, le sigo ya en silencio con la cabeza gacha. Termina guiándome por un corredor larguísimo hasta que damos con unas escaleras que impresionan un poco... Subiéndolas, damos a parar a otra parte del palacio que desde luego no había visto, estando en un nivel superior, pero que tiene unos jardines maravillosos que me fascinan con su diversidad floral...
-Aquí es donde duermen su Sulta y el harem -La voz de Harim me sobresalta-. Normalmente no está permitido que nadie que no tenga una relación de matrimonio con su Sulta entre aquí... Se les quitan los ojos, para castigarles por lo que han visto; o se les corta la lengua para que no puedan contárselo a nadie... -Me lanza una mirada por el rabillo del ojo- Su Sulta ha permitido que se haga una excepción contigo. No sé por qué será que lo ha querido así y no voy a ir contrario a su juicio... Sin embargo, saliéndome de lo que me ha ordenado, quiero pedirte que por favor no discutas con nadie sobre este lugar.
-Por supuesto -Asiento, notando la seriedad en su voz-. Me siento honrado de poder haber entrado aquí aunque sea en... circunstancias extraordinarias.
-Gracias -Se detiene frente a uno de los edificios que rodean el jardín. Hay varios conectados entre sí por pasillos descubiertos, pero se nota que este debe ser... importante, porque sus puertas son de oro-. Hete aquí la alcoba de su Sulta. Desconozco la información que quiere discutir contigo, y mis órdenes que son volver a los festejos y fingir que nada de esto ha ocurrido. No puedo decir que eso me guste -Frunce un poco el ceño-, pero así lo ha querido mi Sulta. Ruego que por favor mantengas el respeto correspondiente con elle incluso en mi ausencia -Asiento- y, a la vez... Que si la situación te incomoda, se lo hagas saber y abandones la reunión. Vuelve a buscarme en caso de que la situación se tuerza e intercederé por ti.
-Qué... -Eso me preocupa un poco- ¿Qué quieres decir con eso?
-Su Sulta no tiene intenciones perversas, puedo asegurarlo -Niega con la cabeza-, pero en ocasiones sus acciones y palabras no son tan... Prudentes, como deberían. Eso puede incomodar a algunas personas, herirlas o presionarlas de alguna manera. Antes de que ocurra algo así, y en pos de evitar un accidente, prefiero interceder directamente para protegeros a ti y a Khash -Eso me hace sonreír un poco.
-Eres un buen hombre, Harim -Pronuncio-. De acuerdo. Lo tendré en cuenta. Muchas gracias por todo.
Asiente levemente, y después de eso hace un movimiento que provoca que su cuerpo se contorsione de alguna forma mientras se transforma, tomando la apariencia de un águila que se aleja volando con el aire y me deja a solas frente a la habitación de su Sulta.
Examino las puertas de oro. Ahora mismo, después del jaleo de los festejos, con la oscuridad de la noche y en silencio por primera vez en tiempo, tengo una sensación de soledad que siento que no tengo desde que partimos de Eel. Tomo aire para mí, procurando serenarme por completo antes de... Lo que sea que vaya a pasar.
Luego, coloco una de mis manos sobre la puerta de oro, empujando levemente para abrirla.
Mis ojos observan el interior de la estancia mientras entro en ella. Lo primero que noto, aunque no sea con los ojos, es que huele bien. La decoración aquí dentro parece... Menos recargada que en otros lugares del palacio. El suelo está cubierto por alfombras exquisitas, y el mobiliario parece estar hecho de los mejores materiales, pero en sí la decoración se compone de alguna planta aquí o allá o alguna figura tallada, pero nada exageradamente complejo... La estancia tiene dos áreas: una primera con un sofá y una mesa en la que hay dispersos algunos libros, estanterías a los lados y algo de decoración; y una segunda ligeramente más elevada donde ya hay una cama con un dosel que ahora mismo está retirado, mostrando sábanas blancas sobre las que me espera... su Sulta.
Me mira sentade en el borde de la cama, mirándome con una sonrisa, y no dice nada en lo que hago el camino al interior de la habitación. Sin saber qué es lo que se supone que estoy haciendo aquí, no se me ocurre cómo saludar, de modo que espero a que elle diga algo.
-Gracias por venir, Leiftan -Esas son sus primeras palabras-. Espero que Harim no te haya incordiado demasiado. Posiblemente te preguntes qué estás haciendo aquí... Bien, lo primero del todo: no debes asustarte. Estoy aquí para saciar mi curiosidad personal sobre un tema concreto, y nadie tiene por qué enterarse de esta conversación.
Va a preguntarme que si soy un daemon, por supuesto que va a preguntarme eso, ha tenido que darse cuenta desde el primer momento, posiblemente ya lo supiera, ahora va a forzarme a casarme con elle para completar su colección de faéricos en venganza por no haber podido casarse con Naytili- Si es que tenía que haberlo sabido. Cuando nos habló de su naturaleza daemónica, me estaba mirando fijamente a los ojos... Seguro que ya lo sabía, y si no yo se lo tuve que confirmar cuando me dio un infarto al oír la palabra “daemon”.
-¿En qué puedo ayudarte, Khash? -Aún con todo, trato que no me tiemble la voz cuando hablo. He dicho que lo intento, no que tenga éxito en ello.
-No te pongas nervioso, tranquilo -Se ríe levemente-. Toma asiento si quieres. No puedo ofrecerte una bebida, me temo, porque no tengo nada aquí ahora mismo... -Se cruza de piernas y apoya uno de sus brazos sobre su muslo, usando el mismo para sujetar su cabeza- Te vas a preguntar de dónde viene esto, pero, voy a hablarte un poco sobre algo de mi familia. Posiblemente ya sepas que aquellos con mi sangre tienen algunos dones... Especiales.
-Puedes... convertir cosas en oro, ¿verdad? -Elle asiente ante mi pregunta.
-No es tan sencillo como eso, pero sí. Ese es uno de mis dones. Otro de ellos es... -Toma aire- Esta laaaaarga, larga vida que tengo, o que me espera al menos. Se alarga un poco más con cada generación que pasa, así que espero vivir una vida más larga que mi padre, y él ya estuvo demasiado tiempo aquí... -Hace una mueca que parece que es de fastidio- Mírame, tengo desde luego más años que tú pero mi cuerpo aún no ha terminado de pasar por su pubertad... -Ah... A-ah, pensé que simplemente era bajite, eso tiene más sentido...- Por un lado es una fortuna, por otro, en ocasiones ansío poder envejecer junto aquellos a los que amo y poder disfrutar de la fugacidad de la vida como los que me rodean. Como sea, y antes de que la conversación se vuelva deprimente, te diré; cuando tienes una vida tan larga, acabas teniendo que buscar algo con lo que entretenerte... Y una manera fabulosa para ello son las colecciones -Me sonríe ampliamente. Aaaaaa va a ponerme una gargantilla de metal y una cadena y me va a encerrar en una mazmorra oscura para que sea su esclavo y mientras eso ocurre va a organizar una matanza en el banquete para asesinar a mis compañeros...-. A mí me gusta coleccionar cónyuges... A mi madre, aunque no tuviera la misma longevidad de mi padre, le gustaba coleccionar... Aves. Era todo lo que me quedaba de ella.
... Oh, no. De repente me siento algo mal por los pájaros liberados... A la vez me asombra que, siendo algo tan importante para elle, no decapitase a Ezarel al enterarse de su "travesura".
-Y mi padre... -Su voz hace que me centre en elle de nuevo- A mi padre le gustaba coleccionar sombreros, sabes.
SU PADRE ES EL TITIRITERO.
-¿S... sombreros de copa? -Pruebo, con tono vacilante, temiendo el momento en el que decenas de hilos vayan a enredarse en mi cuerpo y filetearme...
-Entre otros -Casi parece que canturrea las palabrsa- Sombreros de copa, de bombín, con ala o sin ella, diademas y tiaras, coronas y gorras... La que llevo yo puesta era parte de su colección, pero me la regaló -Con una sonrisa da un toque sobre la tiara dorada que lleva en la cabeza, haciendo que el metal emita un tintineo-. Eso era lo mejor... Su colección era tan grande y variopinta que adoraba regalar sombreros a sus amigos más cercanos, a las personas a las que amaba o, simplemente, a alguien porque sí. Si se enteraba de que era el cumpleaños de uno de los sirvientes del palacio, le hacía llamar para que eligiera un sombrero de su colección y se lo regalaba... -Se ríe, posiblemente recordando una buena memoria. Eso me enternece y me hace sonreír, PERO AÚN NO BAJO LA GUARDIA POR SI APARECE EL TITIRITERO-. Un cambio brusco de tema pero, ¿sabes que en el mundo humano hubo una cosa que se llamó la "fiebre del oro"?
-¿Fiebre del oro? -Repito el concepto con algo de sorpresa, sin entender qué será eso. A lo mejor lo tuvo alguno de los antepasados de Hiiro y por eso su alergia...- No... No lo conozco.
-No es una fiebre física, es más en un sentido... -Gesticula, haciendo girar su muñeca- Figurado. Los humanos buscaban reservas de oro allá donde podían, no importa qué tan pequeñas fueran o qué tan difíciles fueran de conseguir y, al encontraban, migraban en masa para dedicarse a explotarlas... A pesar de las condiciones miserables y las muchas penurias, pensando que sería "la oportunidad de su vida", aunque apenas consiguieran hacer fortuna. Es divertido para alguien como yo, que puede hacer oro de la nada... Como ver a un grupo de hormigas entrar en una espiral de la muerte -Esa es... Una comparación bastante cruel-. El caso es, mi padre escuchó hablar de esta "fiebre del oro" y quiso descubrir qué se traían esos humanos entre manos, así que viajó al mundo humano para descubrirlo... -Por supuesto que, mientras en Eel luchamos por conseguir los ingredientes para abrir un círculo de hechicería y conseguir comida, en Elsur abren uno cuando les apetece hacer turismo- Y a la vuelta lo hizo algo decepcionado, pero con él se trajo... Un souvenir.
Lleva una mano a su espalda donde, según su posición en la cama, estaba escondiéndome algo... Lanzo un sonido de sorpresa cuando veo que saca mi desaparecido sombrero, que sin ningún reparo y con una sonrisa se coloca sobre la cabeza. Ese es mi sombrero... El sombrero de Roy.
-Le gustaba mucho este sombrero, ¿sabes? -Continúa hablando, ajene al infarto que me está produciendo- Venía del mundo humano, oooh, aaah, y tenía un enorme valor emocional para él... Así que imagina mi sorpresa cuando vi a un extranjero con el sombrero, hm.
Echa la cabeza ligeramente hacia atrás, con ello haciendo que el ala del sombrero cubra parcialmente su cara. Yo estoy teniendo sudores fríos. No tenía ni idea de dónde había salido ese sombrero, sólo que Roy lo llevaba a todas partes... Por otro lado, um... Sea elle Sulta de Elsur o quién sea, no voy a dejar que se quede el sombrero... Es mío ahora.
-Posiblemente no tuvieras ni idea del valor de este sombrero -Se lo quita de la cabeza y empieza a jugar con él. Mi mirada sigue el sombrero con mucha atención-. Es una de esas pocas cosas que, incluso si convirtiera en oro, no ganaría ningún valor... De hecho, lo perd-
-Por favor no hagas eso.
Interrumpo su palabras con tono angustiado. Elle deja de jugar con el sombrero inmediatamente y su sonrisa disminuye un poco.
-Ese... -Hablo con vacilación, pero muy seguro de lo que quiero decir- Ese sombrero es muy importante para mí. Es un recuerdo de un ser querido...
-Hmmm... -Hace un gesto pensativo, inclinando la cabeza a un lado- Bueno, tampoco es que yo lo quiera para nada... ¡Alehop!
Lanza el sombrero hacia adelante, y yo chillo y casi que me tiro al suelo para cogerlo, pero lo recojo sin problemas.
-Exagerado -Khash se ríe de mí-. No te preocupes, no iba a dañarlo a propósito. De hecho, me he encargado de que lo arreglen un poco...
Con el sombrero ya asegurado, le echo un vistazo y compruebo que es verdad. Parece un poco menos roño-Eh, desgastado... Pero aún sigue siendo el mismo sombrero, con algunos de sus defectos irreparables. Vaya... Sin tener aún mucha idea sobre qué es lo que esté pasando, me pongo el sombrero, casi con miedo de que vayan a salirle patas y vaya a salir corriendo de repente.
-Recuerdo al hombre que consiguió quitarle ese sombrero a mi padre -Sonríe como si estuviera pensando en una buena memoria-. Un djinn que había perdido su lámpara apostándola en una partida a las cartas... Cuando mi padre oyó hablar de eso, quiso tener un juego con él. Fue así como perdió su muy querido sombrero... Oh, estuvo enfadado durante días, a pesar de que él era el único culpable de su desdicha. Dime, ¿qué fue de este misterioso viajero? ¿Logró encontrar su lámpara?
-Me temo que no... -Hablo con un poco de pena. Nunca hubo ninguna lámpara que encontrar...- Um, el sombrero... ¿me lo puedo quedar entonces?
-Sí, por supuesto que sí. Era de aquel hombre, de modo que si él te lo dio... Entonces es tuyo ahora.
No me lo dio exactamente, pero.... Bueno...
-Gracias...
-¿Por devolverte lo que es tuyo? No me parece motivo para darlas...
-Teniendo en cuenta que hasta el momento te has negado a devolvernos el resto de nuestras pertenencias, lo considero un privilegio... -Mis palabras quizá salgan con un poco más de rencor que como yo pretendo que hagan, pero eso no parece molestarle, sino al contrario... Parece hacerle gracia- Um... ¿Me has llamado hasta aquí sólo para esto? Harim lo ha hecho parecer como si... Venir aquí fuera algo muy importante. Más que esto.
-¿No es importante recuperar tu sombrero?
-Quiero decir, lo es, pero...
-No le des demasiadas vueltas entonces -Una vez más, descarta con un gesto de la mano-. Quería preguntarte por ese sombrero, nada más, saber cómo... Había llegado a tus manos, simplemente. Mi curiosidad está saciada. Puedes irte, Leiftan.
Qué... Nada de esto tiene sentido, pero quizá deba simplemente dejar de buscárselo. Me ha sacado de la fiesta únicamente para preguntarme por un sombrero... Bueno, al menos estoy contento de haberlo recuperado, la verdad. Ni mucho menos me había olvidado de él, y no hubiera dejado Elsur sin él en mis manos, así que de hecho me alegro de verle.
-En ese caso... -Miro de reojo la puerta por un instante- Me excusaré de vuelta a la fiesta.
-Sí, sí, por supuesto -Me dedica una sonrisa, mientras que yo me giro y comienzo a dirigirme hacia la puerta-. Dile a Harim que se acerque, si vuelves a verle, y que traiga una botella de esos licores tan deliciosos vuestros... Ah, y, ten cuidado de que no te quiten el sombrero de nuevo, ¿vale? De hecho, ten cuidado de que no te quiten nada. Tengo la sensación de que alguien tiene envidia de todas las cosas que tienes...
-¿Qué...? -Cuando dice eso, me giro a mirarle una vez más. La expresión de su cara no ha cambiado en absoluto.
-¿Hm? -Inclina la cabeza- ¿Ocurre algo?
-Lo que acabas de decir...
-Que avises a Harim -Su voz suena un poco más... brusca-. Aún no he podido probar los licores de Eel... Pienso irme con vosotros en barco si no logro catarlos, así que más os conviene que lleguen a mis labios -Con un gesto de la mano, gesticula como si me estuviera echando-. Ahora, vete.
Aún un poco confundido por las palabras que he escuchado (porque sé que las he escuchado, aunque de repente parezca que no quiere reconocer que las ha dicho), decido que quizá lo mejor sea simplemente irse, entre otras cosas porque me está poniendo nervioso, y eso es lo que hago, saliendo de la habitación por la misma puerta a la que he entrado.
Aún me quedo muy extrañado por todo lo sucedido. ¿Ha sido todo esto por el sombrero? Lo retiro de mi cabeza para poder echarle otro vistazo. Tenerle entre mis manos me alivia un poco... Si pudiera también recuperar mi mochila, sería perfecto. Entiendo que nos devolverán las cosas antes de que nos marchemos...
Mirando el sombrero, no puedo evitar pensar en su propietario original. No el padre de Khash, bueno... El mío. Roy. Por supuesto que fue así como consiguió su sombrero... Lo ganó a las cartas contra el Sulta de Elsur. Me pregunto hace cuántos años sería eso... Hm. Casi, casi me dan ganas de empezar mi propio viaje por todo Eldarya para recordar todos los lugares que visité con él y buscar historias suyas que no conozca... Dudo que nadie que conociera al djinn sin lámpara se haya olvidado de él.
A lo mejor puedo hacerlo en un futuro. Cuando todo se calme un poco. Le pediré a Miiko todas las vacaciones que no me he pedido en los últimos diez años... Je, je, quizá incluso consiga que Erika se venga conmigo. Dudo que Ezarel quiera unirse, pero posiblemente ella sí. Así podría enseñarle todos los rincones de Eldarya...
Mis ensoñaciones sobre el futuro me distraen un poco del presente y de la sensación de inquietud que la visita a Khash me ha dejado, aunque no se me olvida que no se supone que debería estar aquí así que vuelvo a hacer el camino por el que Harim me ha guiado antes, con la esperanza de ser capaz de deshacer el trayecto laberíntico de vuelta a la fiesta... Hm, laberíntico... Me pregunto si además de Midas, no tendrá Khash también algo de Minos en su sangre, je, je. Ooh, ¿me pregunto si el palacio ese minoico del mundo humano se parecerá a este sitio? Hmmm, me pregunto si algún día podría visitar el mundo humano y recorrerlo también... Y que sea Erika la que me enseñe sobre el mundo humano... Podemos ir a ese “Tomorrola” que dijo una vez que se había quedado con ganas de ver, no sé cómo será pero si a Erika le interesa, entonces tiene que ser fascinante...
Ay, que sí, sí, que tengo que volver, deja de perderte en tus propios pensamientos, Leift...
Ah... hablando de perderse, um... ¿d-dónde estoy?---
(Narra Hiiro)
-Y entonces, llorando, llorando por primera vez desde que era una niña, inspirada por las palabras de su capitán, desde lo más profundo de sus pulmones gritó... “¡¡QUIERO VIVIR!!”. Y entonces estuvo decidido. Finalmente, había encontrado un motivo por el que luchar por su vida. Allí estaban, todos ellos, sus amigos, su familia. “¡Quiero vivir!”, gritó. “¡Llévame al mar contigo!”. Y ante estas palabras, sus compañeros s-
-Esteeeee, perdón por interrumpir, pero vamos a llegar ya a Eel... Si pudierais, hum, empezar a prepararos para el desembarque...
Leiftan interrumpe mi narración dramática, lo que hace que Ezarel le ponga mala cara. Debe ser que al final se ha enganchado a la trama de la historia (cómo no hacerlo), porque me he pasado la mitad del viaje haciéndole una narración dramática de One Piece y él se la ha comido con patatas. Que se me ocurriera comentar la historia ha sido en parte por mi decepción por el hecho de que, una vez más, no hemos visto UN SOLO PIRATA en todo el trayecto. Por qué me decís que las aguas están infestadas de piratas si luego no hay piratas. Para eso no me digáis nada. No puedo decepcionarme si no tengo expectativas...
-No, termina esta escena -Leiftan pone cara indignada cuando Ezarel desestima sus palabras-. ¿Qué pasa entonces? Van a salvarla, imagino, ¿no?
-Hmmm -Me encojo de hombros-. No sé. Lo descubriremos en el próximo capítulo...
-No -Frunce el ceño-. No puedes- No puedes hacerme eso, necesito saber si Robin consigue...
-Que vamos a desembarcar -Leiftan habla con un tono un poco más insistente y molesto-. Ya podréis seguir más tarde con vuestras historias de piratas... -Hace una mueca mirándome a mí ahora- Sabes que los piratas de Eldarya son, um... un poco distintos a esos, ¿verdad, Hiiro? Y que, uh, es bueno que no nos hayamos encontrado con ellos, ¿no?
-Sí... por supuesto...
... pero yo también quiero que alguien me lleve al mar consigo...
Leiftan aún me mira con algo de preocupación, pero al final me deja estar mientras arrastra a Ezarel bajo cubierta para que se organice a sí mismo, mientras el elfo se queja porque quiere saber cómo acaba la historia. Sí, pues anda que no nos queda aún, majo.
Antes de ir yo mismo a recoger todas mis cosas, me acerco a la barandilla del barco para lanzar una última mirada al océano infinito que dejamos atrás, al que siento que voy a echar un poco de menos. La verdad es que la vida marítima no ha terminado de disgustarme... Quizá porque tampoco he hecho ningún trabajo en el barco porque la tripulación no nos deja tocar nada, pero aún así he disfrutado de la sensación del sol y el viento marítimo en la piel, el olor a salitre casi permanente, el balanceo reconfortante de las olas y, por supuesto, la fascinante vista del vaivén azul del mar. Lo voy a echar un poco de menos. Quizá debería pedirle a Miiko que me mande a alguna misión en el extranjero para poder viajar más a menudo...
Aunque no a Elsur. El viaje a Elsur ha sido... Una experiencia. Aún no sé si buena o mala, porque han pasado muchas cosas, pero desde luego no voy a olvidarme de Elsur en mucho tiempo, entre otras cosas porque sé que me voy a pasar semanas encontrando arena en sitios en los que no quiero encontrarme arena. Al menos ya ha pasado, supongo. En su mayoría.
Por el rabillo del ojo echo un vistazo en dirección a nuestro polizón... Bueno, no es un polizón realmente, porque el barco prácticamente es suyo, pero nadie se esperaba que Harim fuera a abordar con nosotros. Órdenes de su Sulta, para asegurarse de que la firma del tratado iba a discurrir sin problemas: nos ha encasquetado a Harim. No me quejo, porque Harim me pone menos nervioso que otras opciones de compañía, pero aún así su presencia es un recordatorio de que no somos libres del todo.
Por otro lado, Ykhar y Jamón se han quedado en Elsur para volver al Archivo del Sol... Así se llamaba la biblioteca, ¿no? Hay gente (Leiftan) que se ha mostrado muy indignada por ello (Leiftan), pero (Leiftan) han tenido que aguantarse (es Leiftan). Posiblemente vaya a haber pelea con Miiko sobre eso, pero bueno...
Suspiro una última vez y ahora echo una ojeada a la cada vez más cercana Eel. La torre del CG se ve de lejos, casi dándonos la bienvenida. Hm... De vuelta aquí, una vez más.
Finalmente me separo de la barandilla y me acerco a la puerta que lleva al interior del barco, con la intención de ir a recoger mis cosas de los camarotes. La tripulación el barco empieza a prepararse para el desembarque, con gente correteando de aquí para allá haciendo tareas importantes... Intento ponerme lo menos en su camino que me es posible, según me acerco a recoger todas mis pertenencias y prepararme.
No pasa más de una hora hasta que finalmente llegamos a la playa de Eel y la tripulación deja caer una pesada plancha de madera sobre la arena para que la gente pueda bajarse... Y hay desde luego dos personas con mucha prisa para hacerlo.
Simonn es el primero en bajar, directamente deshaciéndose para volver a hacerse ya en la arena, donde le grita al viento con mucha gratitud por haber sido capaz de sobrevivir al trayecto sin disolverse. Por su parte, de entre los que no podemos deshacernos en polvo, Alessa es el primero en bajar y siento que se queda con ganas de gritarle al viento también o de besar el suelo. Lo cual no es recomendable porque, bueno. Es de arena.
-Puedes tachar “viajar en barco” de tu lista de cosas por hacer -Comento a Simonn, una vez termino de bajarme yo también junto al resto, y él me mira con una sonrisa.
-No pienso volver a hacerlo. Ha sido terrorífico. Lo siento, Hiiro, pero odio el mar.
-Me dejas sin opciones de compañía si en algún momento gano un viaje en crucero...
-Hmmm, bueno, a lo mejor se puede hacer una excepción.
Me río con la tontería y él se ríe también. Y, bueno, nos reímos ahora, pero sí que parece haber pasado un mal trayecto. No puede alimentarse muy bien en el espacio pequeño del barco porque si lo hiciera dejaría dormido a todo el mundo, así que ha tenido que mantenerse a base de galletas de estrella, fresas pistacho y caramelos de amora. Además de ello, no ha podido salir a cubierta porque el viento marino le sienta mal y le hace deshacerse, sobre todo cuando sopla con fuerza, pero luego en el interior del barco la humedad también le causa problemas de consistencia y además hace que se le estropee el pelo... Ahora que estamos en tierra, vero su pelo al fin correctamente puntiagudo como debe ser, como si acabasen de cambiarle las pilas.
Pero bueno, hemos llegado. Sanos y salvos. Pese a todo.
-¿Dónde está el comité de bienvenida? -Se queja Erika- Miiko podía haber venido a saludarnos...
-Miiko posiblemente esté llorando enterrada bajo un montón de papeles si ella y Kero son los únicos miembros de la Guardia Brillante que quedan en Eel -Responde Ezarel.
-Dicho eso, no veo nubes de humo negro así que parece que la Guardia parece estar en una pieza aún -Nevra hace la observación-. Guay. Aún tenemos casa. No tengo que volver a vivir con mis padres -Ya, imagínate volver a ver a tus padres, pffft.
-Iré a avisar a Miiko de nuestra llegada -Comenta Simonn, deshaciéndose en polvo mientras lo hace y yéndose rápidamente posiblemente todo lo lejos que pueda de la playa.
-Harim -Leiftan se dirige al hombre, que se había quedado mirando en dirección a la torre del CG. Puede que Eel no sea tan grande como la Ciudad de Oro, ni tan impresionante, pero a día de hoy creo que no he visto edificio tan alto en Eldarya como esa torre, así que supongo que debe ser su propia maravilla arquitectónica-. Sé que posiblemente pretendas volver lo antes posible a Elsur, pero entiendo que tú y tu tripulación podréis pasar unos días de descanso en Eel antes de volver a aventuraros en altamar, ¿cierto? Aunque sea, necesitaréis un día para aprovisionaros y hacerle el mantenimiento al barco... ¿Querrás que os preparemos habitaciones en la Guardia?
-Hmm... -Él le lanza una mirada a la tripulación, que aún sigue trajinando en el barco- Lo discutiré con la tripulación antes de dar una respuesta a ello, si no te molesta.
-De acuerdo -Leiftan asiente-. Sea como sea, tú y los tuyos sois bienvenidos a las tierras de Eel, y por supuesto, también a la Guardia... Como invitados, podréis acceder a nuestra cocina si necesitáis alimento, pero cualquier compra que queráis hacer me temo que deberá ser en el mercado de la ciudad, que está regentado por los purrekos... No os preocupéis, cubriremos cualquier gasto que necesitéis.
-... con el dinero que os hemos “donado”.
Leiftan se silencia al escuchar ese comentario. Harim simplemente muestra una sonrisa socarrona, pero después se ríe.
-No has de preocuparte por ello -Dice-. Es de interés para Elsur establecer relaciones comerciales con los purrekos también. Hablaremos de esos asuntos más adelante. Ahora, entiendo que debéis estar ansiosos por regresar al hogar...
-Mi gato me espera en casa -Comenta Erika, metiendo un poco de prisa. Mi gato también me espera así que yo no tengo inconveniente en salir corriendo hacia el CG también.
-Me temo que Vero va a tener que esperar un poco para verte, porque aún tenemos que pasar por Miiko -Erika hace una mueca con las palabras de Leiftan-, pero después de eso podrás ir a verla. Volvamos al CG, entonces.
Eso hacemos, yendo a combatir contra mi muy querida escalera de arenisca para poder salir de la playa, y luego haciendo el camino hacia la Gran Puerta. A pesar de la ausencia de Jamón, o quizá precisamente por ella, las puertas están bien protegidas y parece que el sistema de vigilancia está ya afinado del todo, aunque evidentemente a nuestro grupo nadie le pregunta que quién es porque todo el mundo reconoce a la Guardia Brillante y a Erika. ¿Y supongo que a mí también? No sé hasta qué punto debo ser popular en el CG, pero viniendo del mundo humano y siendo el ex-novio de Nevra, posiblemente alguien conozca mi cara.
Disimuladamente intento mirar a Harim para saber cuáles son sus impresiones sobre el CG según nos paseamos por él. Su cara no es especialmente expresiva, pero parece interesado en la arquitectura local y la vegetación. Es posible que eso sea algo en lo que le llevemos ventaja a Elsur, teniendo en cuenta la naturaleza desértica de sus tierras.
-¿Te falta oro? -Pregunta Ezarel, posiblemente para pincharle.
-No... -Parece pensárselo un poco- De hecho, siento que hasta agradezco su ausencia. Las calles de la Ciudad de Oro a veces son algo... agobiantes. Esta ciudad es mucho más colorida. Aunque sí, admito, echo de menos el aire cálido del desierto cargado del olor de las especias.
-Ahora que pasemos junto al mercado podrás esnifar pimienta, no te preocup-AUCH DEJAD DE PEGARME CODAZOS CADA VEZ QUE HABLO POR AMOR AL ORÁCULO ESTOY HARTO DE TENER QUE SER CENSURADO.
Harim muestra una sonrisa ante las desgracias de Ezarel, pero no vuelve a comentar nada el respecto. Conseguimos llegar hasta el CG, donde somos recibidos con muchos saludos, muchas preguntas y muchos ánimos en todo nuestro camino hasta la sala del Cristal donde, finalmente, después de semanas de viaje, nos encontramos con Miiko y Simonn, que ha debido de hacerle un resumen de cinco minutos de toda la situación, y ambos parecen muy formales y muy dignos ahora mismo, aunque sea todo apariencia.
-Bienvenidos de vuelta -Saluda Miiko-. Buen trabajo. Me alegro de veros... -Sus ojos nos escanean a todos hasta dar con Harim, y entonces se fijan en él- Y bienvenido a la Ciudad de Eel y a nuestra Guardia... Harim, ¿cierto?
-Así es -Él asiente, para después adelantarse un paso y hacer una reverencia clavando una rodilla en el suelo-. Es un honor para mí poder hacer de embajador en Eel después de tanto tiempo de enemistad entre nuestros territorios...
-Oh, por favor, aquí no hacemos eso, ponte en pie... -Harim obedece en cuanto escucha esas palabras- Quiero reiterar mis disculpas por toda esta situación... Ha sido por nuestro desconocimiento sobre el pasado que no hemos sabido solventar este conflicto hasta ahora y... Lo admito, entrar en Elsur sin notificar previamente de nuestras intenciones ha podido verse como algo hostil. Como sea, me alegro de haber podido resolver la situación pacíficamente y... Simonn no me ha contado todos los detalles, porque apenas hemos tenido tiempo, pero he entendido que nuestros territorios territorios se encuentran al fin en camino para trabajar juntos...
Por qué... Por qué se me hace tan raro escuchar a Miiko hablar así. Su voz es mucho más amable y calmada de lo usual, casi parece que derrame ternura... Se está esforzando mucho en quedar bien, y es un poco raro al compararla con sus habituales chillidos agresivos y su tono de voz irritado.
-Mi Sulta está más que encantade de poder volver a retomar las relaciones con Eel -Harim también habla con un tono más acaramelado, mucho menos seco que de costumbre-. Esperemos que este acuerdo traiga prosperidad a ambos de nuestros territorios durante muchos años... Traigo conmigo, como ya habrá informado el comesueños, el tratado que una vez sea firmado hará oficial nuestra alianza... No pretendo apresurar a nadie con ello. Entiendo que tenéis asuntos que tratar sobre la misión que la Guardia llevó a cabo en nuestras tierras...
-Agradezco la paciencia... Es cierto que me encuentro ansiosa por saber qué ha sido de mi equipo después de su alargada ausencia -Sonríe escuetamente, y por un instante me parece leer en sus ojos un "QUIÉN OS CREÉIS QUE SOIS PARA SECUESTRAR A MIS SÚBDITOS Y HACERME PERDER EL TIEMPO", pero posiblemente sea sólo imaginación mía-. Simonn, ¿serías tan amable de procurarle una habitación a...?
-Aún está por decidirse si mi equipo y yo nos hospedaremos en el CG -Harim la interrumpe, pero con tono cordial-. Informaré de mi decisión una vez llegue a una resolución con mi equipo, si no es molestia.
-Oh, no, ¡para nada...! -La voz de Miiko parece vacilar un segundo- En ese caso, Simonn, uh, enséñale... Uh... T-trata de darle una bienvenida adecuada.
-Por supuesto, Miiko... -Parece haber un poco de burla en cómo el comesueños pronuncia las palabras, pero obedece según avanza hacia Harim y más adelante hacia la puerta- Si pudieras seguirme, te mostraré los lugares más relevantes de nuestras instalaciones para que tú y tu equipo podáis acomodaros...
Ambos se alejan en dirección a la puerta, desapareciendo tras su arco, y en la Sala del Cristal hay un silencio tenso durante unos instantes mientras escuchamos el cacareo de Simonn disminuir en volumen a lo lejos.
Y, una vez se hace lo suficientemente tenue... Miiko explota.
-¡POR EL ORÁCULO! -Eso grita, antes de venir a nosotros y estrangular con un abrazo a Erika, que debe ser la primera que pilla- ¡Estáis vivos! ¡ A g h ! ¡Casi me da un infarto cuando llegó la carta de Leiftan! Pensé que no iba a volver a veros...
-Estamos sanos y salvos, fíjate -Erika parece contenta con el abrazo, porque sonríe-. Hasta hemos cogido un bronceado muy chulo, mira -Le enseña uno de sus brazos, que tiene una tonalidad claramente más oscura que cuando salimos de Eel.
-La verdad es que eso me da un poco de envidia...
-Nos han pillao con el carrito del helao -Nevra habla cruzándose de brazos-, pero hemos conseguido salir del paso... Gracias a tu fiel vasallo y doncel, sin duda.
-Por favor, no me hagas pensar en todo lo que implica eso... -Hace una mueca- Como sea, me alegro de que todos estéis bien. ¿Entiendo que Ykhar y Jamón se han quedado en Elsur?
-Sí, y tengo algunas quejas que exponer ante eso, Miiko -Leiftan la mira con cara de reproche.
-Puedes dejarlas en el buzón con las demás, Leiftan -A Miiko no parece sentarle muy bien el comentario de Leiftan, y a él su respuesta aún menos-. Como sea. No os habéis muerto, no hemos tenido que cederle el poder de la Guardia alle Sulta de Elsur y la Guardia de Eel no se ha caído en pedazos mientras no estabais, así que... Yuju -Hace un gesto de falso ánimo-. Guay. Hablaremos más tarde de forma mucho más extensa sobre todas vuestras aventuras elsureñas, pero de mientras, tengo dos puntos sobre los que quiero preguntar, que son: QUÉ QUIERES DECIR CON QUE EL TITIRITERO ERA MIEMBRO DE LA GUARDIA BRILLANTE y QUÉ QUIERES DECIR CON QUE NAYTILI TIENE SANGRE DAEMON.
-Miiko, ya hemos hablado de que gritarle a los demás no es una forma adecuada de desahogar nuestras frustraciones -Alessa la regaña y Miiko pone cara pocha.
-Mis disculpas -Ezarel parece que va a decir algo, pero Valkyon le corta antes de que pueda abrir la boca siquiera-. ¿Pero de qué va todo eso?
-Lo de Naytili puede ser perfectamente un rumor, y ya discutiremos más adelante sobre ello cuando estemos en una situación más... Apropiada -Por la cara que pone Leiftan, el tema no parece ponerle muy cómodo. Él es el experto en cosas oscuras y turbias, así que quizá sepa algo que el resto no sobre todo el asunto-. Sobre lo de El Titiritero... -Suspira- ¿Es verdaderamente una sorpresa?
-A medias -Ezarel responde a la pregunta-. El pasado de la Guardia es, por lo que hemos aprendido en Elsur, algo de lo que no tenemos ni idea. A lo mejor nos convenía estudiarlo un poco a ver si resulta que además de la biblioteca y la torre viviente tenemos un Museo de El Titiritero en algún sitio y no nos hemos enterado.
-Oh, si sólo la persona que se encarga de la archivística de la Guardia no estuviera en otro continente.
-Y daaaale -Miiko pone los ojos en blanco, mientras que Leiftan ahora se lleva una mala mirada de Erika-. Lo que sea. Puede que Ykhar esté en Elsur, pero aún tenemos a Kero y, de hecho, creo recordar que tú también te encargas de documentación, Leiftan... Y, de hecho, ¿sabes qué? Podemos aprovechar que Ayleen y Andrée están aquí y preguntarles a ellos. Quizá sepan algo.
-Eeeeeesh... -Ezarel pone cara de asco cuando menciona a sus dos personas favoritas- ¿De verdad quieres preguntarle a la ermitaña con complejo de esfinge y al Tenebritas que ha dicho en repetidas ocasiones que ODIA a la Guardia de Eel?
-Ezarel, todos hemos dicho en repetidas ocasiones que odiamos a la Guardia, y tú el primero -Le recuerda Nevra.
-¿Qué es el “complejo de esfinge”? -Pregunto yo por lo bajo, desconociendo el concepto.
-Las esfinges únicamente pueden hablar haciendo acertijos -Me responde Valkyon, también en un tono más bajo-. Y a Ayleen le gusta hacer un poco lo mismo y nunca da una respuesta clara.
-Ah... Gracias -Esfinges... No hemos visto ninguna en Elsur. Oh, no, ¿acabo de perder mi oportunidad de preguntarle a alguien si las pirámides las construyeron los alie-Pfft, no, lo siento, no puedo terminar esa frase; sólo un verdadero idiota pensaría que no fueron construidas por manos human... eh... Pues a lo mejor las construyeron los faeries, ahora que lo pienso.
-No sé tu Tenebritas, pero estoy segura de que Ayleen nos contará todo lo que sepa... Si es que sabe algo, que tampoco está claro -En lo que yo me distraigo con mis propios pensamientos, Miiko retoma la conversación-. Como sea, aparentemente nos conviene empezar a indagar un poco en la historia de la Guardia, y... -Suspira- Ellos dos son probablemente los que más puedan ayudarnos con eso. Y Ayleen la que más, aunque le guste hacerse la misteriosa.
-Sabes, todo esto me ha dado qué pensar -Nevra interviene frunciendo el ceño-. Ayleen lleva aquí la tira de tiempo, y antes de Naytili estaba un tal “Méele”, pero no tengo muy claro quién era el Líder de Obsidiana antes de Lance...
-Esa es información confidencial de la Guardia Obsidiana -Valkyon responde inmediatamente, sorprendiéndonos a todos un poco-. Nadie puede saberlo, por... Órdenes estrictas que vienen directamente de los labios del propio ex-Líder.
-¿Qué? -Nevra le mira con el ojo muy abierto y cara de mucha sorpresa- Pero q... ¿¡Por qué no se me ha ocurrido preguntar antes!? ¿Información confidencial? ¿¿Y cómo es que tú lo sabes?? Bueno, imagino que tiene lógica porque tendrías que conocerle antes de que le diera su puesto a Lance, huh...
-Oh, oh, yo también sé quién es -Muy entusiasmado, Ezarel levanta la mano. El que se sorprende ahora es Valkyon, que primero le mira a él y luego a Leiftan... Haciendo que la atención se centre en él.
-Em... -Parece nervioso por unos instantes y se lleva una mano a su sombrero para jugar con el ala del mismo- Información confidencial. Sí. La historia de la Guardia Obsidiana es... Turbulenta.
-Oh, no me digas... -Miiko le mira alzando una ceja- De repente tengo interés por conocerla. Y, bueno, soy la Líder de la Guardia, así que...
Hay un momento de silencio tenso en el que Leiftan simplemente pone cara de pánico, Ezarel le mira con una sonrisa y Valkyon mira de uno a otro con lo que es clara confusión en la cara, debe ser que sintiéndose traicionado porque Leiftan le haya soplado a su novio un secreto que él lleva guardándose más de diez años.
Y Miiko simplemente taladra a Leiftan con la mirada, claramente pidiendo información.
-... bueno, y cambiando de tema evidentemente no intentando lanzar una cortina de humo -Alessa habla, carraspeando ligeramente de forma que toda la atención va a él, lo que parece aliviar un poco los muchos pesares de Leiftan-. Siento que yo ya no pinto nada en esta conversación y la verdad es que estoy cansado de todo el viaje. Si no os importa, yo me retiraré a mi cuarto para intentar dormir todo lo que no he dormido todas estas noches en altamar. Miiko, una vez ordene mis notas te haré un reporte de mis observaciones. Si me necesitáis para algo... Que sea dentro de veinte horas, a ser posible.
-Retomaremos esta discusión más tarde -Miiko se lleva una mano a la frente, hundiéndola en su flequillo, y suspira-. Id a vuestras habitaciones, achuchad a vuestros familiares, deshaced el equipaje, daos una ducha, echaos una siesta... Y ya mandaré a alguien que no sea a Simonn a llamaros porque él también tiene que descansar porque aparentemente no puedo demandar que trabaje treinta horas seguidas sin darle descanso, o eso dice Eweleïn.
-¡No necesito dormir! -Nevra se araña la cara con dramatismo- ¡Necesito respuestas!
-Pues yo me voy a la cama -Alessa se despide con un gesto de la mano-. Buenas noches.
-Pero aún es mediodía... -Erika murmura eso mientras el otro se aleja, sin que sus palabras le afecten- Bueno... Supongo que yo también estoy cansada. Um... Entonces, nos vemos más tarde, supongo...
-Uh, sí, es, eh, irse... -Leiftan en seguida aprovecha su oportunidad para escurrir el bulto y empieza a caminar hacia la puerta evitando el contacto visual con todo el mundo- LuegoseguimoshablandovoyaverqueAmayanohayarotonadahastaluegoadiós.
-Madre mía... -Miiko se lleva una mano a la cara cuando Leiftan huye de la habitación, no sin antes chocarse contra el marco de la puerta al intentar salir- Lo que sea. Hale. Irse. Ya me quedo yo sola pensando en qué puñetas hacer con la Guardia Dorada, a ver si se me ocurre algo antes de que Simonn me traiga al emir de vuelta.
-Oh, hablando de cosas doradas -Mientras que todo el mundo empieza a alejarse ya hacia la puerta, Valkyon hace ya su última intervención-. Vamos a necesitar hacer hueco en los jardines.
-Hueco en... -Miiko arruga la cara- ¿Q-qué quieres decir con eso?
Valkyon se encoge de hombros con aire misterioso y Miiko se queda con la intriga, posiblemente preocupara y sola según todos abandonamos la habitación. La verdad es que no quiero perderme su cara cuando alguien le hable del bloque de oro de cinco metros que Khash nos ha prometido, así que espero que me inviten a esa reunión.
Todo el mundo se dispersa de camino a sus habitaciones, así que yo me voy a la mía, por supuesto. Tomo aire antes de entrar y giro el picaporte con mucho cuidado... Y abro la puerta con delicadeza...
Y Yurio directamente salta en dirección a la puerta y al menos la madera me defiende de que sus garras no se claven en mi piel cuando expresa su entusiasmo a base de maullidos y arañazos que podrían sacarme un ojo.
Más o menos me peleo con él y con la puerta para conseguir entrar sin que mi ropa, el mobiliario o yo mismo seamos destruidos, y apenas puedo dejar mi mochila por ahí antes de que Yurio se me abalance encima para una buena sesión de mimos... Está un poco frío, pero... Je, je, se aprecian los besitos, incluso con la lengua áspera... Yo también te quiero, Yurio... Eres muy lindo... Je, je... Gatito bonito... Miau miau... Quizá algún día podría usar una perla de brownie y jugar con él en condiciones. ¿Me pregunto si eso le gustaría? Todo es probar. De mientras, rascaditas entre las orejas porque eres un michi lindo, ¿quién es un minino guapo? Tú lo eres, tú...
... ejem.
Después de unos poquitos mimos, me quito a Yurio de encima al fin porque lo siento pero tengo cosas que hacer además de darte mimitos. Te prometo que luego vamos a jugar en los jardines, pero déjame deshacer la mochila al menos...
En lo que estoy en eso, no puedo evitar darme cuenta de que sobre mi escritorio hay dos sobres, y me acuerdo de que Simonn me avisó de ello. Reviso el remitente de una de ellas y con una sonrisa en la cara compruebo que efectivamente viene de parte de “los Aënwer”. En seguida busco con qué abrir la carta (no me... dejan tener un abrecartas en mi habitación. La katana está bien, pero un abrecartas no, aparentemente), y cuando consigo hacerlo hojeo las varias páginas y mis ojos se encuentran con una línea claramente resaltada entre la elegante cursiva de Draz, una que dice:
“¡¡Y ME PIDIÓ MATRIMONIO!! ¡ALEC! ¡¡ME PIDIÓ MATRIMONIO!! ¡¡CON MI PROPIO ANILLO!! ¡¡ALEC ME HA PEDIDO QUE ME CASE CON ÉL!! ¡¡CON ÉL!! ¡ALEC! ¡MATRIMONIO! ¡¡AAAAAAA!!
Pero le dije que no, porque-”
-¿¡Cómo que le dijiste que no!? -Le grito a la carta, completamente indignado. Evidentemente me falta el contexto de lo que sea que haya pasado entre ellos (porque esto son muchas páginas de texto, Draz, tenemos que aprender a resumir), pero no me entra en la cabeza cómo...
Escucho toques en la puerta, lo que me sobresalta porque mi mente ahora mismo estaba concentrada en la idea de que ¿¿Draz le ha rechazado una propuesta de matrimonio a Alec??
Voy a la puerta un poco indignado porque me distraigan de la carta, y la abro esperándome a Simonn posiblemente, pero me sorprendo cuando no, vaya, no es Simonn, es Nevra.
Oh. ¿Nevra?
-H-
-¡Alec le ha pedido a Draezel que se case con él y Draz le ha dicho que no, ¿te lo puedes creer?!
-¿Q-qué? -Él parece sorprendido por mi grito repentino. Cuando comprende el sentido de mis palabras, frunce el ceño- ¿¡Qué!? ¿Cómo que le ha dicho que no? ¿Qué?
-¿¡Verdad!? -Resoplo- Aún no me he enterado de todo, pero, ¿¡qué!?
-Oh, cuando te enteres cuéntame el marujeo, necesito enterarme de esa historia.
-Desde luego.
-...
-...
... E-esto es incómodo... No sé por qué he abierto con esa frase, creo que por la necesidad de expresarle a alguien mi frustración al respecto, pero claramente he interrumpido lo que sea que tuviera preparado para decirme.
En un primer momento ni me lo he pensado al ponerme a hablar, pero ahora, uh... M-me pone un poco nervioso que haya venido a verme. Hablar con Nevra me pone nervioso en general, pero... Eh...
-Quería, uh... -Consigue ser él el que rompa el silencio, aunque parece que su voz vacila un instante- ¿Podría pasar un momento? No creo que... Debamos hablar de esto en el pasillo.
... Oh.
-Eh... s-sí, claro... -Hace... un tiempo desde la última vez que Nevra entró en mi habitación, creo. Fue Valkyon el que llevó las cosas que se había dejado de vuelta a la suya, así que...- Sólo, eh... Yurio, ¿puedes ir a pasear por el CG un momento? En un rato voy contigo...
Yurio no parece para nada contento con la idea de tener que alejarse de mí ahora que nos hemos reunido, y parece aún menos contento de ver a Nevra, pero aún así obedece. Nevra se aparta de la puerta para dejarle pasar, y juraría que Nevra hasta se asusta un poco cuando le gruñe, pero luego Yurio sigue su camino por el pasillo y la puerta se queda despejada para que él entre, así que...
-Adelante.
-Gracias...
Entra en la habitación y yo cierro la puerta detrás... Con la mirada echo un vistazo por encima... Lo tengo todo recogido, vale, um, no hay nada raro fuera de su sitio... Esta situación me pone muy nervioso, aunque él haya estado aquí mil veces antes. Para empezar, no tengo ni idea de qué es de lo que quiere hablar... Pero si es algo privado, uh... Sea lo que sea, me pone nervioso.
-Um, intentaré ser... breve -Le presto toda mi atención cuando habla-. Primero de todo, siento si esto es... Una invasión de tu privacidad o algo así, pero no... No pude evitar escucharlo. Literalmente. Porque tengo un oído demasiado fino y aunque susurres las cosas a veces las escucho sin querer. Lo siento.
-Eh... -Que empiece con una disculpa me hace preocuparme por lo que sea que vaya a venir- ¿De qué va esto exactamente?
-Cuando estuvimos en la biblioteca... -Habla después de pensárselo unos instantes- Le pediste a Valkyon que te buscara algo, ¿no es así? Sobre el amigo phy del muñ... eh, de tu amigo el criónido.
-Oíste eso... -Se suponía que era secreto... Gèrard me lo pidió de manera extraoficial y yo hice lo mismo con Valkyon- Bueno, supongo que es normal. Uh... L-lo siento si no tenía que haber dicho nada, sé que no se supone q-
-No, no, espera... -Me interrumpe, levantando una mano- No vengo a regañarte ni nada parecido. Eso se lo dejo a Miiko. Yo, uh... Dejando a un lado mis diferencias con el criónido, puedo entender que quisieras ayudar a un amigo. Si alguien en quién confío me pidiera a mí robar información secreta, también lo haría, sin pensármelo un segundo. Así que, por eso... -Hace un gesto nervioso, cambiando el peso de una pierna a otra- Uh... Es mejor que te lo dé y ya.
-¿Dármelo?
Se lleva una mano a la espalda, donde parece rebuscar dentro de su kimono... Y de él saca, sorprendiéndome, lo que parece ser una carpeta con pinta de desgastada, que en seguida me tiende. Me la quedo mirando durante unos instantes, dudoso y parcialmente atónito, leyendo el trazo de tinta que hay en la portada de la carpeta: “L252-2012”.
-Esto es...
-Valkyon no tenía ni idea de por dónde empezar a buscar... -Hace una mueca incómoda- Pero yo sí, porque me he pasado muchos años sacando información de dónde no tenía que haberla sacado para Naytili, así que sé cómo funciona el sistema de archivo de la Guardia. No se lo digas a Miiko. Ni a nadie. Esto queda entre nosotros, ¿de acuerdo?
-Sí... -Al fin consigo reaccionar y estiro el brazo para coger la carpeta que me tiende- No... No sé qué decir... Gracias.
-Hmm... -Se encoge levemente de hombros y luego se lleva una mano al flequillo para peinárselo, casi como si estuviera avergonzado- Tuve que echar una ojeada para asegurarme de que era el fichero correcto, pero no lo he leído. Creo que es mejor que no lo haga. Sea lo que sea que hay ahí dentro, prefiero enterarme por los medios “oficiales”... Si eso llega a ocurrir.
-Gèrard está convencido de que Niels es inocente -Miro la carpeta, casi esperando que se ponga a gritarme la verdad a la cara-. Yo... No creo poder emitir un juicio al respecto. Quiero creer a Gèrard, y sé que la Guardia tiene la mano bastante suelta con eso de encerrar a la gente, pero... Lo de Khär-zell suena serio. No creo que encierren a nadie allí por robar una manzana.
-Allí es a dónde va la peor calaña -Asegura-. Inocente o no, sea lo que sea de lo que le acusaron debió ser bastante grave. Yo no quiero tener nada que ver con esto en el futuro, a menos que traiga problemas en los que tenga que interceder, pero recuérdale a tu amigo que, independientemente de si el phy era inocente o no... -Frunce el ceño- Ha hecho un trato con El Titiritero. Y está yendo directamente contra la Guardia y el Gran Cristal. Sus acciones pueden causar daño a mucha gente inocente. Nada de lo que sea que ocurriera en su pasado justifica eso.
Sus palabras son... duras, pero son verdad. El Titiritero es una persona horrible. Lo tengo en mente a todas horas, y en parte me aterra el hecho de que tenga que recordármelo a mí mismo. La causa no justifica los medios. Nunca.
-De verdad, gracias por esto, Nevra... -Me acerco la carpeta al pecho, casi abrazándome a ella, y le miro a la cara- No le diré a Gèrard que has sido tú el que la ha sacado -Asiente cuando digo eso. Parece que de verdad no quiere verse involucrado en el asunto, lo cual es... Comprensible-. Y... Te lo diré si noto que hay algo preocupante.
-No me lo digas a mí -Niega con la cabeza-. Díselo a la Guardia. Aunque quieras proteger al criónido, a veces... A veces la gente necesita que alguien le diga las cosas a la cara y le pongan en su sitio. La Guardia está para proteger a la gente, no para herirla. A pesar de todo.
Una vez más, son palabras duras, y parte de mí se siente mal al escucharlas. El secreto que llevo guardando desde Latteria quiere salir a la luz de repente, por alguna razón. Quizá... Para que Nevra me ayude, o para que la Guardia lo haga. Pero sé que pronunciar una sola palabra al respecto acarrearía perder las ventajas que tengo con El Titiritero. Ahora mismo, conozco más información que nadie sobre él, pero eso es porque no puedo compartir nada de lo que sé. Y hasta que no sepa más... No podré compartir nada, o me arriesgo el perderme la verdad para siempre. Por otro lado... ¿cuál es el precio de la verdad? ¿Estoy dispuesto a pagarlo, sea cual sea?
Intento sacar esos pensamientos de mi cabeza. No merecen la pena ahora mismo. El asunto de Niels y el asunto de El Titiritero son cosas distintas. Y ya he abusado demasiado de la confianza y amabilidad de Nevra. No voy a meterle en más líos.
-Lo tendré en cuenta. Gracias... Solo, tengo una pregunta -Inclina ligeramente la cabeza cuando digo eso-. Li dijo... que no podían sacarse libros de la biblioteca.
-Bueno, eso no es un libro -Sonríe ligeramente con su respuesta-. Que se hubiera explicado mejor. Si se ha dado cuenta y me ha dejado robarlo igual, entonces es mejor que no volvamos a pensar en ello. Y no se ha dado cuenta... Entonces, mejor. Sé que es un tío raro, pero confío en mis habilidades de Sombra. No sabes la cantidad de documentos secretos que ha robado este kimono.
-Ah, así que tiene una utilidad práctica -Finjo sorpresa, no pudiendo evitar la pulla-. ¿Es por eso que lo usas? ¿Para guardar tus documentos secretos robados?
-Hmmmm, quién sabe -Su sonrisa se afila un poco más. En mis labios intuyo también una sonrisa-. Pero es más bonito que el tuyo.
-¿Disculpa? -El comentario me hace lanzar una carcajada indignada.
-Tengo que admitir, no soy muy fan de este kimono -Se lleva una mano al mentón e inclina la cabeza-. No es tu estilo. No del todo. Me gustaba mucho más el que compramos juntos.
-Por supuesto, hablas de forma completamente objetiva... -Pongo los ojos en blanco. Ese kimono desapareció por la magia de los shinigamis. Créeme que si pudiera recuperarlo, o poner una queja, ya lo habría hecho- Pero, lo admito, a mí también me gustaba más.
-Podemos volver a ir de compras algún día, si quieres que te enseñe a vestirte.
-Guau, la vida de un vampiro tiene que ser dura, no pudiendo mirarse a un espejo...
-Oh, ho, ho... -Y ahora la sonrisa se agranda del todo, colmillos incluidos- Vigila tus palabras. Estás vistiendo sandalias con calcetines, por si no te has dado cuenta.
-Se llaman geta y son un calzado tradicional de-
-Sandalias con calcetines -Me corta, rechazando mis palabras con un gesto de la mano-. Simplemente avísame cuando quieras ropa decente. No te preocupes, con mi ayuda podremos arreglar... Esto.
Estoy a punto de responder alguna otra cosa, pero me interrumpe cuando, de camino a la puerta, coloca una mano sobre mi cabeza y me revuelve el pelo. El gesto, la cercanía y el afecto que demuestra, me descoloca durante unos instantes, sin que sepa cómo reaccionar a ello.
A él no parece generarle ningún tipo de problema. Le escucho reírse cuando su mano se retira de mi cabeza y se acerca a la puerta.
-Nos veremos en la próxima reunión, asumo -Cuando le escucho hablar, me giro para verle en la puerta.
-Sí, um... -Recuerdo de repente el motivo de su visita, que aún tengo en las manos- Gracias de nuevo por...
-No sé de qué me estás hablando... -Finge ignorancia por un instante. Después de eso, sus dedos tamborilean en el marco de madera de la puerta con un sonido rítmico bastante satisfactorio- Bueno. Nos vemos, Hiiro.
-... Ahá.
Me dedica una última sonrisa, y luego desaparece por el pasillo. Me quedo unos segundos quieto donde estoy, pero después de eso me acerco a la puerta y... Simplemente le miro alejarse durante un tiempo, hasta que la curvatura del pasillo termina de esconder su figura.
... Hm.
Echo un vistazo a la carpeta que se ha quedado en mis manos. L252-2012... Igual que Nevra, no quiero leerlo. Esto... Es para Gèrard. Siento un poco de pesadez en el pecho, porque posiblemente esto... No esté bien del todo, pero... Pero sea lo que sea que pasó con Niels, él tiene que saberlo.
Contengo un suspiro. Vuelvo a mi habitación, cerrando la puerta tras de mí, y vuelvo a mi escritorio para dejar la carpeta, con la intención de dársela a Gèrard más tarde, cuando toda la situación se calme... Y, por el momento, leer la carta de Draezel... Y la segunda carta misteriosa sin remitente.---
(Narra Alessa)
Hmmmpf... Qué... Qué hora es...
Agh... Bf... Menuda siesta... No, eso ha sido una siesta. Tampoco ha sido un sueño reparador, desde luego. Es uno de esos sueños que te echas cuando colapsas por accidente en tu cama y cuando te despiertas... Bfff...
Me duele el pelo... Tengo la boca pastosa...
Tengo calor... Los párpados de mis ojos no quieren abrirse...
...
Abro los ojos, permitiendo que mi mirada se centre en el interior de mi habitación de la Guardia. Está verdaderamente oscura... Es algo difícil ver aquí dentro, aunque entre las rendijas de la cortina se cuela algo de luz.
Luz de luna, desde luego. Debe ser bastante tarde. ¿Cuánto tiempo llevo durmiendo? Por el Oráculo... Culpo de ello al mar, a su salitre, al balanceo mareante de sus olas, al olor nauseabundo... Cuánto me alegro de que se haya terminado ya el dichoso viaje. Un día más en ese condenado barco y tal vez me hubiera lanzado a las aguas.
Hago un esfuerzo por levantarme de la cama con un bostezo. Ni siquiera me he molestado en ponerme el pijama antes, apenas me he quitado los pantalones me he caído en la cama... Ahora tengo la camiseta llena de arrugas. Gh.
¿Agua? No, tengo la cantimplora en la mochila... Y aún así, creo que la tengo vacía. Pero tengo sed... Pero tengo que salir a por agua si quiero beber... No quiero salir...
Suspiro, pasándome una mano por el pelo, que después de tantos días de sol, arena, mar y no usar mis productos habituales tiene una textura extraña que no me resulta demasiado agradable. Al fin consigo ponerme en pie y me paseo por la habitación intentando despertarme un poco, porque sigo dormidísimo.
Aunque haya prácticamente entrado en coma, la verdad es que sigo teniendo sueño y sigo cansado. Lo único que me apetece es volver a meterme entre las sábanas, dormirme de nuevo y esperar a que de milagro me despierte en mejores condiciones, pero no sé si eso va a ser fácil... Bff... Quizá debería ponerme a organizar mis notas... Sé que en cuanto Miiko vuelva a verme me va a pedir que le haga el reporte... Pero no me apetece hacer eso... Estoy cansado.
Posiblemente sea mejor si simplemente vuelvo a la cama, aunque sea para dar vueltas en ella, e intentar que mi reloj biológico no se descontrole por completo. Mañana será otro día, y podré volver a mi rutina habitual y tratar de traer algo de normalidad a mi vida. Sí, eso suena bien.
Aunque sea, quiero saber qué hora es, así que me acerco a la ventana para echar un vistazo a la posición de la luna, y de paso la abro para dejar que la habitación se airee un poco después de tanto tiempo cerrada. La brisa nocturna que entra acaricia y refresca mi piel, y la verdad es que sienta bastante bien después del calor agobiante de Elsur. Por un instante, me quedo apoyado en la ventana y disfruto de la sensación del viento, que me calma... Con lo que consigo cerrar los ojos, y tomo aire...
Hasta que escucho el sonido de algo posarse en el marco de la ventana y el graznido de un crowmero.
Sorprendido por el sonido súbito, vuelvo a abrir los ojos con una explosión, y mi grito de sorpresa queda silenciado por el ruido del familiar lanzando un graznido agónico cuando se prende en llamas y arde vivo, cayendo de la ventana los tres pisos hasta el suelo, donde escucho el chasquido que termina de romperle...
Horrorizado y asustado por la situación, rápidamente giro sobre mí mismo y me agacho para refugiarme de cualquier mirada indiscreta que pudiera observarme desde el exterior del edificio, recordándome a mí mismo que esto no es culpa mía y tratando de calmar mis nervios y a mis ojos... Y rápidamente volviendo a colocar sobre ellos la ilusión que me mantiene a salvo, en cuanto me es posible.
Es entonces cuando me levanto de mi posición acuclillada en el suelo y vuelvo a mirar a la ventana hacia abajo, esperando ver los restos del crowmero...
Salvo que no lo encuentro allí, y el animal vuelve a asustarme cuando se posa de nuevo sobre mi ventana, sin que haya efecto aparente de destrozos en sus plumas. Le miro sorprendido y él me mira interrogante... Hasta que recuerdo, al fin, que Él me había dicho que volvería a ponerse en contacto conmigo a través de un crowmero. Cierto. No esperaba esto. No sé qué esperaba. Pero esto es, inconfundiblemente, un crowmero.
Extiendo el brazo y el animal se posa sobre el mismo, permitiéndome que le mueva cuando entro en la habitación allí donde nadie pueda vernos.
Esto no era lo que estaba esperando...
"Ni yo tampoco. Nunca me habían hecho arder vivo. Ha dolido más de lo esperado."
Procura anunciar tu presencia de alguna manera la próxima vez, si prefieres evitar ese tipo de accidentes de nuevo...
Me siento en el borde de la cama. El pájaro se suelta de mi brazo e inspecciona la habitación por un instante, antes de ir a posarse sobre el respaldo de la silla de mi escritorio, mirándome a mí.
"Mis disculpas. Lo tendré en cuenta a futuro. Pero hablemos de lo que es relevante, por favor... Dime, ¿aceptarás mi oferta?"
Su oferta. El precio a pagar por... Descubrir al fin la verdad sobre...
Mis manos cerradas en puños se aprietan un poco más todavía. En todo mi cuerpo siento un calor agobiante que escuece... La presión de la situación, los nervios, mi eterna frustración, mi odio hacia ellos y mi propia repulsión hacia mí mismo...
No puedo hacerlo. Lo siento.
No puedo matar a Simonn. No se lo merece. El mero pensamiento de que verdaderamente me haya planteado acabar con la vida del comesueños hace que todo mi cuerpo se revuelva con... El más puro desprecio hacia mí mismo.
Decidí que iba a hacer cualquier cosa por obtener mi venganza, pero a la hora de la verdad... Sé que hay una línea que no quiero atravesar. Tomar la vida de alguien inocente, especialmente de un hombre como Simonn, es algo que ni siquiera debería haber llegado a pensarme. Y, sin embargo... Aquí estoy.
"He de admitir, me sorprende tu respuesta. Cuando hablamos parecías más... Determinado."
No quiero matar a alguien que no lo merece.
Matar a alguien. Qué pensaría mi madre si me escuchase hablar así. Sobre las cosas que estoy dispuesto a hacer.
"Oh no pretendas actuar inocente... Si algo he aprendido con el tiempo es que la gente que viene a mí para hacer un trato no son nunca buenas personas."
No estoy diciendo que yo lo sea. Simplemente he dicho que no voy a matar a Simonn. De modo que, como hablamos, es hora de que renegociemos nuestras condiciones.
"¿Estás seguro...? Bueno, siempre tendrás tiempo para cambiar de opinión. Bien... En ese caso, sabes que no puedo proporcionarte toda la información que requieres. El trato era que tú te deshacías del comesueños a cambio de que yo te dijera toda la verdad sobre tu muy odiado enemigo..."
No le llames así. No aún.
"Quisquilloso. Como sea. La cantidad de información que estoy dispuesto a intercambiar es ahora una bastante menor. Si demuestras ser útil, eso puede cambiar con el tiempo. Estarás de acuerdo con eso, ¿no?”
Entiendo que no hay otra opción para obtener toda la información...
“No. Si quieres saberlo todo, entonces el comesueños tiene que desaparecer. La información que poseo es muy valiosa, ¿sabes? Y a mí mismo tampoco me conviene que se sepa...”
Hm. Sabes eso sólo hace que tenga más curiosidad. Pero no puedo hacerle eso a Simonn. No puedo herirle. No quiere morir...
De acuerdo, entonces. Espero que, si la información va a ser reducida, aquello que quieras de mí se adecue a ella.
“Por supuesto. Mis tratos son siempre justos... He de decir, me genera curiosidad. ¿Para qué puedes querer esta información? Estás lo suficientemente desesperado como para contactar conmigo, pero no como para matar a un hombre...”
Estoy dispuesto a compartir mis motivaciones si tú compartes conmigo las tuyas. Eso es un trato justo. Puedes empezar tú.
“No, gracias.”
Una lástima. Ahora, si tienes planeado que esta conversación llegue a algún sitio, por favor dime qué es lo que quieres de mí.
No quiero admitir que estoy desesperado, pero es claro que lo estoy. No hay respuestas por ningún sitio. La Guardia se ha encargado de borrar todo rastro de él. El comesueños se ha resistido a todos los interrogatorios que he hecho, incluso cuando directamente intento meterme en su mente... Ayleen se niega a hablar, evidentemente no quiero preguntarle a Leiftan y Valkyon no parece tener ni idea de nada de este asunto.
No puedo seguir así. Necesito respuestas. Necesito saber a quién culpar. Necesito saber de quién vengarme. Necesito... Necesito dejarlo salir de una vez por todas. Necesito que alguien me diga que esto no es culpa mía, porque voy a volverme loco si tengo que seguir soportando esto el resto de mi vida sin poder... Sin poder reconocer este problema siquiera.
Sé que mamá me diría que lo deje estar, que vuelva a casa... Pero esa tampoco es una opción. Ella también necesita que la venguen. No es justo para ella. No puedo volver con las manos vacías después de descubrir que... Que lo que lleva esperando todos estos años... No va a pasar.
“Tenemos un trato, entonces.”
...
Necesito... respuestas.
Tenemos un trato.-Fin del Capítulo 24-
:OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Me parece que no eres el único que quiere respuestas, tronco. Vete a saber qué está pasando ahí. Also,
Hiiro: La vida de un vampiro tiene que ser dura, no pudiendo mirarse a un espejo lololol get rekt
Nevra: Me lo dices tú que te has pasado diecisiete años en el armario y no has aprendido a vestirte.
No lo he escrito porque me parecía demasiado brutal y a Nevra también, y Hiiro se hubiera echado a llorar; pero Nevra se ha quedado con ganas de decirlo y yo también
Anyways. Se nos ha acabado el Capítulo al fin, lo cual significa... ¡Interludio!
Interludio XXIV
(Narra Khash)
Cuando escucho la puerta abrirse de nuevo, me incorporo en la cama y con mi mejor sonrisa miro a Harim cuando entra a través de ella. Aplaudo alegremente al ver que ha traído una de esas botellas venidas de Eel, tal y como he pedido.
-¡Al fin! -Canturreo mientras él se acerca- Llevo toda la tarde queriendo hacerme con una de esas...
-La gente se está preguntando dónde estás -Ignorando mis palabras, empieza a echarme la bronca como es usual en él, mientras termina de llegar a mí y descorcha la botella para servirla en dos copas que ha traído con él-. No es habitual para ti perderte una fiesta...
-Hmm, quizá es que hayamos tenido demasiadas con la Guardia de Eel rondando por aquí estos días... -Me coloco de rodillas sobre la cama, de forma que nuestra diferencia de altura se ve anulada, y mientras él me tiende una de las copas, yo tomo su cara con una mano y aplasto sus mejillas levemente para forzar en su rostro una mueca graciosa- Además, sin el comesueños la fiesta pierde casi todo su interés. ¿Qué ha sido de él?
-Ja betibado khó eh humabo a ba Caba bel Beón...
-Hm -Cachis... Eso va a dificultar mis planes de matrimonio. Dejo ir el rostro de Harim y cojo la copa, echando un ojo al líquido rosado y espumoso de su interior-. Los mejores licores de él... Veremos si no decepcionan tanto como su Guardia -Vuelvo a sentarme en la cama, extendiendo la copa hacia él para proponer un brindis-. Chin, chin. Por que la alianza nos sirva de algo y la Guardia de Eel sea menos estúpida de lo que aparenta.
-Por que el agua del mar deje de ser salada...
Me río, pero ambos chocamos nuestras copas con el tintineo del cristal y yo llevo la mía a los labios... Hm. Ahá. Hmm. No es muy fuerte, eso está bien, pero no... No es, huh, especialmente recalcable...
-Estoy casi decepcionade -Tras probarla, le dirijo a la bebida una mirada crítica-. Claro que no sé por qué, si verdaderamente Eel no es famosa por sus licores...
-Al igual que todo lo que hace la Guardia -Después de dar él su propio trago, levanta la copa para mirarla a contraluz como si así fuera a desvelar sus secretos-, la bebida es mediocre. Todo apariencia y reputación para nada fundamentada...
-Oooooh... -Finjo un puchero y dejo mi copa en la mesilla, a lo que Harim rápidamente se apresura a colocar un posavasos antes de que pueda... E-espera, ¿de dónde ha sacado eso exactamente? ¿Lleva un posavasos a todos sitios o qué?- Dices eso, pero en el fondo sé que te han caído bien. No se te nota ni nada.
-Mi opinión con la Guardia es neutra, si no desfavorable...
-¡Mentiras, todo mentiras! -Levanto las manos para darle un tono de dramatismo extra a la frase- Sé que te encantan porque se estaban dando de puñetazos con Buaj Qué Asco No Quiero Pronunciar Su Nombre, y que en realidad te gusta mucho que hayan venido aquí -Me planteo la idea de mencionar la colección de cromos de la Guardia que tenía de pequeño, pero lo descarto porque se me ocurre algo mejor con lo que molestarle-. Especialmente, tu amigo elfo. Te he visto hacerle ojitos.
-Eso es mentira... -Protesta, pero mis palabras claramente le causan vergüenza.
-Ah, pero a mí no me dejas acariciar tus plumas... -Que te he visto, que os he pilladoooo... Huehuehueh me encanta descubrir nuevas vulnerabilidades de Harim- Harim y un elfoooo, sentados en un baaaaanco, muy juntiiiiitos...
-Simplemente es alguien con quién comparto una afición mutua, eso es todo -Se ha puesto rojoooo. Qué lindoooo.
-Amor, haces que sea de lo más sencillo molestarte... -Me permito reírme un poco de su modestia- Es una pena que no llegaras a conocer a mi madre. Le hubieras encantado. Ella también amaba las aves... Y es por ella que he querido mantener las pajareras tanto tiempo, pero tu elfo liberador me ha quitado eso también... -Suspiro con pesadez. He tenido que contenerme mucho para no ejecutar al malnacido elfo y mandar su cabeza a la que sea su familia en los reinos élficos, porque el acto de liberar a los pájaros me parece lo suficientemente agraviante como para ser merecedor de ese castigo, pero... Por muy complicado que me lo esté poniendo la Guardia, el objetivo es hacer una alianza con ellos...- Pero no hablemos de cosas que me ponen de mal humor. Ven conmigo, me apetece consentirte.
Descruzo mis piernas en la cama y palmeo mi regazo, indicativo de lo que quiero hacer. Él suspira escuetamente (probablemente pensando en todos los problemas que pueden llegar a ocurrir estando él ausente en los festejos), pero no le queda otra más que obedecerme y acudir a mí, sentándose en la cama y tumbándose de tal forma que su cabeza queda apoyada en mis muslos... Y puedo entretenerme haciendo una de mis actividades favoritas, que es acariciarle.
Su pelo no es para nada perfecto, tras tantas horas sudando al sol, y sé que él tampoco lo cuida como debería. Allá donde el mío es liso y suave, el suyo es áspero y quebradizo, retorciéndose en rizos oscuros con los que a veces es divertido jugar, pero en los que en otras ocasiones mi mano se enreda. Como sea, el gesto es muy relajante para mí. Es, casi, como el que acaricia a una mascota.
-¿De qué has hablado con el lorialet?
Harim interrumpe la calma de la situación con su pregunta. Ahá. Debía habérmela esperado.
-¿Estás celoso, amor?
-Sabes que no.
-Así que es sólo impertinencia.
-... Mis disculpas.
-No... sé que te preocupas por mí, y por la Ciudad de Oro... -Quizá más por la dichosa ciudad que por mí, teniendo en cuenta el poco tiempo que pasas haciéndome caso- Yo me disculpo. Pero no has de preocupar esta linda cabecita tuya con mis tejemanejes con el... lorialet. Simplemente quería traer algunos recuerdos del pasado. ¿Sabes ese sombrero que te hice restaurar?
-Sí.
-Bien, ese sombrero perteneció a mi padre. Lo perdió a las cartas contra un djinn sin lámpara, ¿cómo te quedas?
-¿Y el lorialet lo tiene ahora?
-Aparentemente, sí. El mundo es un pañuelo, ¿no te parece?
-Y para mantener esa conversación has hecho que me salte el protocolo y le invite a entrar en...
-Oh, chitón -Le mando callar, castigando su impertinencia con un tirón de orejas-. Quería acostarme con él para luego obligarle a casarse conmigo y que tuviera que quedarse aquí para siempre, pero desgraciadamente no ha caído en mis seducciones. ¿Es eso lo que quieres oír?
-Conociéndote, me sorprendería menos.
-Me ofende que pienses que me abro de piernas tan fácilmente... -¿Tan mala fama tengo? No le diría que no si la situación se diera, desde luego, pero no era eso lo que me interesaba de él en esta ocasión- De cualquier manera, ha salido huyendo en cuanto ha podido... Me pregunto por qué. No será porque alguien le haya dicho que soy perverse y cruel.
-La palabra empieza también por “perv”, pero...
-No puedes imaginar lo mucho que te odio.
-El sentimiento es mutuo, amor.
Pfft... No vale que me llames así sólo cuando te burlas de mí, Harim. CÓMPRAME FLORES. ES TODO LO QUE TIENES QUE HACER. COMPRARME. FLORES.
-Corramos un tupido velo -Me esfuerzo en ignorar el último comentario para no darle la conversación de caer en sus provocaciones, pero sólo eso ya causa que una sonrisa aparezca en sus labios y se la quitaría de ahí si no fuera porque aún tengo negocios que hablar con él-. Asuntos importantes. Atiende atentamente, ¿de acuerdo?
-Dime.
-Mañana, pasado, o cuando sea que nos abandone la Guardia de Eel... Quiero que viajes con ellos.
El tono de nuestro encuentro cambia en cuanto digo eso. Sé que se tensa ligeramente, y la sonrisa cae de sus labios de una forma distinta a la que yo querría que lo hiciera. Ahora se ha puesto serio, y atiende atentamente a cada palabra que diga. Podría pedirle que se tirase por un puente y... No, iría a buscar a alguien para quitarme un hechizo de posesión, porque sabe que nunca le pediría algo así. Pero podría pedirle que bajase y matase a cada uno de los miembros de la Guardia de Eel y lo haría sin pestañear.
-¿Quieres que viaje a Eel? -Su voz, aunque en tono templado, no consigue disimular por completo su sorpresa.
-Eso es lo que he dicho, sí. Te hará bien salir de Elsur y conocer otros lugares... Sabes que no todo Eldarya es desierto, ¿verdad?
-Algo así había oído, sí. Y... ¿cuál es mi misión en Eel?
-Tienes varias. La primera es, por supuesto, conseguir que Miiko firme ese dichoso tratado y que no hagan ninguna triquiñuela con él -Si la coneja ha hecho una doble lectura de cada uno de los documentos que les hemos entregado, entonces nosotros también vamos a hacer eso, desde luego-. La segunda... Que intentes sacarles los colores de todas las maneras posibles porque estoy, tan irritade por que la maldita kitsune no se haya presentado aquí... -Conocer a Simonn ha sido maravilloso, desde luego, y aún más ver la carita de mi dulce Sara cuando ha conocido a un congénere; pero no puedes simplemente “no presentarte” cuando LE SULTA DE ELSUR te dice que aparezcas. Estoy muy enfadade. La Guardia de Eel parece estar buscándome las cosquillas adrede, y no les recomiendo ese deporte- Así que, aunque sea, hazles sentirse mal por ello. Que no se vayan de rositas. El tercer objetivo es que trates de establecer relación con el gremio de los purrekos, estaría bien llegar a un acuerdo con ellos, y cuando digo “estaría bien” quiero decir “tenemos que”, ¿entendido?
-Sí.
-Por último, pero no menos importante... Búscate la manera de hacer que el comesueños y el dragón se vuelvan contigo. Quiero casarme con ellos.
-Khash, entre mis labores no se encuentra la de hacerte de casamentera.
-Intri mis libiris ni si mñi mñi mñi, tú simplemente calla, asiente y obedece, ¿de acuerdo? -Suspira cuando me escucha decir eso.
-No hago promesas.
-Estoy segure de que te las apañarás... Bien, con eso tienes tarea para rato. ¿Alguna duda, objeción o comentario?
-Comentario.
-Dime.
-No creo que sea sabio enredar con la Guardia de Eel. Conseguir la alianza debería ser suficiente para nosotros. No trates de quitarles a sus miembros. Son... distintos a nosotros, Khash.
-¿En qué sentido?
En el silencio, hay un momento de vacilación. Espero pacientemente a que Harim termine de buscar las palabras exactas que quiere usar. Aunque no lo parezca... Aprecio sus consejos.
-Son... Un equipo. Tienen una cercanía entre ellos que no se parece a las relaciones que tenemos aquí. Tal vez sea una diferencia cultural. Tal vez no. Pero no creo que puedas robarle a la Guardia de Eel ninguno de sus miembros, Khash. Inténtalo y no habrá alianza que te salve.
Hm. Qué miedo...
Reflexiono sobre sus palabras, tomándolas en consideración. Sé que uno de los problemas que tiene Elsur (además de la falta de agua, además del dichoso calor, además de la condenada arena en todas partes) es que... Cuando te alejas tanto del resto del mundo, al final acabas olvidándote de como funciona. Igual que ellos no son capaces de entender muchas de las formas en las que nosotros vemos el mundo, entiendo que ellos tienen sus propias rarezas que aquí nos resultan incomprensibles...
-Está bien... -Acaricio la cabeza de Harim una vez más mientras hablo- Lo tendré en cuenta. Pero aún así, inténtalo. Sara parecía verdaderamente feliz cuando ha sabido que tenía un hermano... Y dime que no sería fabuloso tener un dragón en el palacio.
-Estaría chulo.
-Muy chulo. Así que hazme ese favor, si puedes. Y, si no, no pasa nada.
-Veré lo que puedo hacer.
-Eso es suficiente para mí, Harim.
Me agacho sobre él, dejando que mis labios besen su frente mientras mis dedos aún se hunden en su pelo. Sé que el gesto de afecto, por pequeño que sea, significa mucho para él. Sé que se lo toma como una “recompensa” por el trabajo bien hecho, cuando no debería de serlo. Tu recompensa es el dinero que te pago, Harim. Esto es meramente una muestra de mi amor. Ojalá pudiéramos dejar los asuntos del trabajo fuera del dormitorio... Pero supongo que, en nuestra relación, es imposible.
Y hablando del dormitorio, bueno.
-¿Madrugas mañana? -Pregunto, dispueste a cambiar el tono de la conversación de nuevo.
-Cuándo no.
-Bueno. Como sea. Estoy aburride. Encámame.
-...
-...
-No.
-Cómo que n-
-Estoy cansado. Si mañana tengo que irme con la Guardia, no quiero tener que pasar la noche satisfaciendo tus deseos.
-Siempre me haces esto -Le miro con el ceño fruncido-. Te gusta que te ruegue. Pues no lo voy a hacer, hale.
-De acuerdo. ¿Puedo irme ya?
-...
-...
-Es una orden, Harim. Encama a tu espose.
-No con las festividades aún en marcha. Necesito estar preparado para cualquier emergencia.
LE GUSTA HACER ESTO. SIEMPRE ME LO HACE. UGH. TE ODIO, PÁJARO ESTÚPIDO.
-¡Pues ve a cancelar la fiesta! -Al final grito, levantando ambos brazos en el aire, y él aprovecha el gesto para incorporarse y mirarme con una sonrisa que no esconde lo mucho que se divierte negándome su afecto físico- ¡Venga! Sal ahí fuera y di que se acabó, que todo el mundo a su habitación. Invéntate una alerta de tormenta de arena si hace falta.
-¿Tan necesitade estás? ¿No hay nadie que te complazca en mis ausencias?
-Oh, no te vengas arriba, tengo miles de opciones distintas a ti -Alza una ceja en respuesta a mi comentario-. Pero me apeteces tú. Así que, venga.
-De acuerdo -Se incorpora de la cama con aire serio, disimulando su sonrisa ahora como si estuviera obedeciendo una de mis órdenes de Sulta y no uno de mis caprichos de Khash-. Iré a poner fin a las celebraciones, si así lo ordenas.
-Oh, eres odioso -Pongo los ojos en blanco-. Te detesto.
-El sentimiento es mutuo, mi Sulta.
Le saco la lengua, y su cara seria se quiebra un poco para enseñar una sonrisa. Me deja a solas en la cama mientras se aleja hacia la puerta, y pienso que se va a irse sin decir nada más, pero en el último instante se detiene y se gira hacia mí.
-¿Comentario? -Pide, esperando como siempre a que le dé permiso.
-Dime.
-Usa el conjunto de la última vez. Era fácil de desabrochar.
Me cierra la puerta con un portazo después de sus palabras, sin darme tiempo a responder. Ugh. Agh. Buuuuuughhhh. Le detesto.
...
Pues sólo para chincharle, pienso ponerme otro conjunto distinto. Quién se piensa que es, dándole órdenes alle Gran Sulta de Elsur...
Yyyyyy, fin de la saga de Elsur. Esperemos. Mi archivo del documentos de Google me ha dicho que ya no puedo escribir más en él de lo mucho que se ha terminado alargando, es la primera vez que me pasa. Hora de abrir "Basura pestilente Vol. IX".
Y ahora...
>>¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DEL PRÓXIMO CAPÍTULO?
>Hiroko.
>¡Sorpresa! Capítulo R3.
>Cómo que la Guardia de Eel tiene que responder a autoridades mayores quéeeee-
>Sexismo. Por todos lados. En todas partes. Me disculpo de antemano.
>A Miiko le va a dar un infarto, si no se lo da a Ezarel antes.
>La Guardia de Eel tiene una (1) neurona y Simonn la tiene a lo largo de todo este Capítulo.
Owao. ¿R3, qué? Hmm... Yup. Como he explicado al principio, ando en épocas extrañas de exámenes y trabajos y... Alguna cosa más. Me voy a tomar el fic con un poco más de calma hasta entonces. Van a pasar cosas importantes de aquí a dentro de no mucho, así que quiero aprovechar también para colar esto por aquí antes de que todo el mundo esté muerto y tal. Así que (? ¡Capítulo R3! Ya veremos lo que sale, porque aunque tengo algunas ideas en la cabeza, aún tengo que ver cómo termina definiéndose del todo.
En fin, delfín. Me voy a cenar (? Muchos besitos, nos vemossss... En algún punto antes del día 19 de mayo, pero no sé cuándo. Ya hablaremos entonces (? Recordad beber agüita, decidle a vuestros seres queridos que les queréis, acariciad un gatito. ¡Adiós!
Última modificación realizada por Prirenna (El 02-05-2022 à 12h19)
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#110 El 04-05-2022 à 02h12
Agh, intenté meterme anoche pero no tuve tiempo al final u.u Al menos esta noche sí que puedo ewe Veamos, veamos.
...
''Prometo que si consigo encajarle le meto.'' TE TOMO LA PALABRA. Por favor, es un personaje genial, lo necesito de vuelta
''Nnnnoooo, que no llames a Alessa daddy, que tiene más red flags que unos sanfermines, nooooo (?'' ...T-tarde...
''Recuerdo que dijiste que lo de Erika te lo habías dejado para otro momento porque era mucho texto'' Vale, eso me suena mucho, efectivamente, lo tengo en pendientes. Perdona por haberme olvidado :')
''Fetiches Titiréticos: ????????????
Fetiches Alésicos: ????????????????????????????????????????????????????????????'' Mira te comento, es muy sencillo. Yo cuando leo una historia, entro en un rol, veo una película, serie o lo que sea, tengo un escáner con precisión milimétrica que me advierte de cuáles personajes tienen más redflags y en cuanto los visualizo, pueden pasar dos cosas:
1. Que no tenga carisma o sea así porque sí y entonces meh.
2. Que tenga un mínimo de carisma y entonces se me caigan las bragas y me putopille. Bueno pues el Titi y Alessa entran en la categoría 2 xdddd
''Alessa haciendo chistes de peras es ????????????????, si eso no te desencanta, ya no sé qué hacer (?'' Estoy perdida...
''Al fondo del salón, recostado junto a la ventana en un montón de cojines, se puede ver la silueta de Alessa leyendo un libro.
Me tenso un poco al verle. No... Tengo muy claro cómo interactuar con él ahora mismo. No sé qué es lo que pretende, o cuáles son sus intenciones... Pero que haya mentido sobre algo así hace que me sienta muy incómodo en su presencia.
No se me olvida, aunque haya tenido que dejarlo en un segundo plano por ahora... El secreto que me confesó Gèrard sobre él.''
''-No. El otro matrimonio Aënwer.
A ver cuánto tarda en pillarlo. Un, dos, tres...''
''¿Es siquiera un psicólogo? ¿Quién puñetas es este tipo? ¿De dónde ha salido? ¿Es el Alekssaindre de verdad? ¿Está suplantando la identidad de otra persona? ¿Es por eso que...?''
''-Alessa no es ciego. Está fingiendo.''
...Definitivamente estoy perdida, está amenazando de manera directa a Simonn... Y... Eh... Daddy?
Por favor, que Simonn esté bien, es lo único que pido :c
''-Y mi padre... -Su voz hace que me centre en elle de nuevo- A mi padre le gustaba coleccionar sombreros, sabes.
SU PADRE ES EL TITIRITERO.''
''Ese es mi sombrero... El sombrero de Roy.''
''porque me he pasado la mitad del viaje haciéndole una narración dramática de One Piece y él se la ha comido con patatas''
Necesito saber qué le ha hecho Alessa a Simonn T^T
''Pero le dije que no, porque-”
-¿¡Cómo que le dijiste que no!? -Le grito a la carta''
''-Valkyon no tenía ni idea de por dónde empezar a buscar... -Hace una mueca incómoda- Pero yo sí, porque me he pasado muchos años sacando información de dónde no tenía que haberla sacado para Naytili, así que sé cómo funciona el sistema de archivo de la Guardia. No se lo digas a Miiko. Ni a nadie. Esto queda entre nosotros, ¿de acuerdo?''
''Horrorizado y asustado por la situación, rápidamente giro sobre mí mismo y me agacho para refugiarme de cualquier mirada indiscreta que pudiera observarme desde el exterior del edificio, recordándome a mí mismo que esto no es culpa mía y tratando de calmar mis nervios y a mis ojos... Y rápidamente volviendo a colocar sobre ellos la ilusión que me mantiene a salvo, en cuanto me es posible.''
...Pero qué narices es Alessa que es capaz de hacer fuego y cosas y aaaaaaaaaaaa DADDY.
''No puedo matar a Simonn. No se lo merece.''
Dios mío necesito saber toda la trama de Alessaaaaaaaaa.
Necesito máaaaas T^T
Bueno, al menos tenemos el interludio :')
Oh, no me esperaba un interludio narrado por su Sulta o.o
''-. Especialmente, tu amigo elfo. Te he visto hacerle ojitos.''
...Tienen una relación extraña estos dos pero me gustan bastante x) Sigo sin saber qué sentir por Khash, pero como ya dijiste es la gracia del personaje, y has sabido hacerlo bien xd.
''Van a pasar cosas importantes de aquí a dentro de no mucho, así que quiero aprovechar también para colar esto por aquí antes de que todo el mundo esté muerto y tal.'' ¿¿¿??? Cuidao que te apuñalo el ojo bueno.
...¿Qué narices significa R3?
T^^^T Por favor necesito saber más de la trama de Alessa, estaré esperando u.u
·
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#111 El 14-05-2022 à 22h43
Buonasera!
... porque estoy viendo Eurovisión en lo que escribo esto. Y es en Italia. Y di dos cuatrimestres de italiano en la uni y me gustaría que me sirviera para algo, pero creo que ya me he olvidado de todo menos de las palabras tedesco/a, poltrona y termosifone.
Anyways.
¿Qué tal? Espero que bien. Yo estoy sorprendentemente bien porque empiezan a resolverse algunos de los problemas de mi vida. Hablaremos de las consecuencias de ello al final del post; antes de ello, vamos a ver ese comentario tan guay que tenemos (?
Kadia
Bueno pues he empezado a hacer brainstormings de Kevin y cómo siempre, me está intentando romper el espacio-tiempo y crear su propia realidad paralela a lo que quiero hacer con la historia. Cómo no.
Es verdad que tanto El Titiritero como Alessa están hechos específicamente para ser ese tipo de personajes de “me da igual si eres malo, ¿encámame?” así que no te culpo de nada (? Pero no te olvides de los chistes de peras, tenlo en cuenta.
Creo que te he visto algo confusa por el tema del secreto de Alessa y cuándo se lo dijo Gèrard (? Creo que hubiera funcionado mejor si todo el Capítulo se hubiera hecho de seguido, baia D: Al principio del Capítulo habían pequeños PoVs de Simonn cada X tiempo de él haciéndole estos favores tontos a Gèrard, pero el secreto no se contó para dejar este “suspense” que se iba a resolver ahora (?
Oh, ¿Simonn? No te preocupes por Simonn, todo correcto. Alessa al final ha decidido que Simonn es best boi y no quiere hacerle daño (?
Leift tiene una imaginación muy, uh, activa (? Y él asocia sombreros con El Titiritero. De hecho, para todo el mundo excepto para la alianza villana y Hiiro, El Titiritero es simplemente un sombrero con una persona debajo. En el momento en el que El Titiritero se quite el sombrero, dejan de reconocerle, a la Clark Kent.
Hiiro y Ezarel conectando a través de Hiiro contándole historias de anime es lindo (?
Nevra haciendo cosas de Sombra me hace feliz (?
Aaaaaaaaaaaa sabremos más sobre Alessa en el futuro (? Todavía nos queda un poquito, pero estamos cerca. Por si acaso, ten cuidado con él (?
Si no narraba su Sulta, no iba a volver a tener oportunidad de narrar en su vida así que aquí está (? Khash shippea a Ezarel y Harim sin que sea un secreto (?
¿Que qué es el capítulo R3? Pues, como el capítulo R1 y el R2, pero el... 3 (?) Capítulo genderbent
Gracias por el comentario ♡
Eurovisión está interesante y me está entreteniendo demasiado así que, venga, hale, vamos a soltar el capítulo.
... me acabo de dar cuenta de que no he hecho el .png del título del capítulo. Uh...
Capítulo R3.1.-
(Narra Simonn)
No siempre es fácil trabajar para la Guardia de Eel. De hecho, no lo es nunca. Es siempre complicado. Siempre hay emergencias en todos sitios que requieren ser resueltas de inmediato, todo el mundo me está llamando a gritos desde varios sitios del CG, mi lista de tareas siempre se hace más grande y nunca más pequeña y Miiko es una histérica.
Pero ya me he acostumbrado a todo eso. No es que la Guardia vaya a caerse y colapsar sobre sí misma si algún día me voy (o eso espero), pero me enorgullezco al pensar que mi presencia aquí sirva al menos para aliviar un poco las labores de la gente que se encarga de mantener el Gran Cristal a salvo.
Dicho eso...
Tener que entregar el correo es algo que podría hacerlo otro, ¿no? ¿No hay nadie al que podamos pagar para que haga de cartero? ¿Es Miiko consciente de la cantidad de tiempo que pierdo teniendo que ir por todos lados buscando gente? Oh, oh, ¿sabes qué? Podíamos poner buzones en los que la gente pueda recibir su correo. ¿QUÉ TAL ESO, MIIKO? ¿TANTO NOS CUESTA?
Pues debe ser que sí.
-Toma tus cartas -Casi escupo mis palabras mientras le doy a la zorra que tengo por jefa su correo del día.
-Gracias... -Ella me lanza una mirada con el ceño fruncido- ¿Es cosa mía o estás gruñón hoy? ¿Te has peleado con Hiiro?
-No... -Deja a Hiiro fuera de esto. Este problema es entre tú y yo. PON BUZONES.
-Yaaa... -Alza una ceja, pero luego simplemente se pone a pasar las cartas a ver qué hay entre la publicidad y las estafas postales. Yo le lanzo una mirada al Gran Cristal, pensando en si al Oráculo le interesará ganar maana fácil en sólo tres sencillos pasos- ¿Cuál se supone que es vuestro rollo?
-¿Cómo? -Ahora la miro a ella, confundido.
-Sé que decís que sois amigos y tal, pero, no sé... Sabes que el chico no va a venir a ti él solito, ¿no? Ahora que está soltero deberías aprovechar para pedirle salir. Seguro que te dice que sí.
-Tú... ¿tú crees? -Por un momento me lo pienso.
-Yo creo que le gustas, pero simplemente piensa que no estás interesado...
-Humm... -¿Le gusto? N-no, no puede ser. Hiiro tiene otros problemas en la cabeza ahora mismo como para estar pensando en chicos... Y de todas formas...- Y no te... ¿molesta?
-¿No?
-Siempre te pones celosa cuando hablo de otras chicas...
-No sé de qué me estás hablando... -Yaa... Seguro que no...- Lo que hagas o dejes de hacer por ahí no tiene nada que ver conmigo.
He estado leyendo sobre esto, sabes, Miiko. Creo que se llama "gas de luz" o algo así, es un nombre estúpido. Rehusarte a admitir que ha pasado algo o que hay algo entre nosotros es una conducta tóxica y yo no debería aceptarla.
-Bueno... -Tomo aire y me armo de valor, dispuesto a confrontarla al respecto- Sé que no hemos... Hablado de ello, per-
-Oh, mierda -Su exclamación interrumpe mis palabras, y la veo mirando una de sus cartas con el ceño fruncido-. Se me había olvidado esto... -Con una uña abre el sobre y en seguida empieza a leer el contenido del papel que contiene- Ahá, ahá... Aaaaaaaaa...
-¿Todo bien? -No sé si lo está haciendo para evitar que pueda confrontarla o si realmente le preocupa el contenido de la carta.
-¿Sí y no? -Hace una mueca- No sé si te acuerdas del lío que te comenté de la inspección de la Guardia... Me había olvidado ya de eso, pero ya se ha decidido fecha y es de aquí a poco.
-Aaahh... -Eso parece medio serio, vale- ¿Qué hacemos entonces?
-Simplemente intentar poner buena cara... -Se lleva una mano a la frente mientras sus ojos aún examinan la carta casi frenéticamente- Prepararle una habitación al inspector... Ooooh, no, Ykhar está en Elsur... Bueno... B-bueno, ya me las podré apañar yo misma. Hablaré con Purriry para que me consiga algo...
-¿Apañártelas? -Me cruzo de brazos y la miro esperando una explicación- ¿A qué te refieres?
-El inspector era un viejo amigo de Kaze... -Veo que pone cara nerviosa- No se toma su trabajo muy en serio. Y es un poco un... Uh... Viejo verde. Así que si eres amable con él, le pones una bebida que le guste y dejas que le haga ojitos a las chicas, la inspección se pasa sin problemas.
-Estás de coña.
-Oh, ojalá lo estuviera -Pone una mala cara-. Pero no. Este es el mundo en el que vivimos, mala suerte. Si puedo pasar la inspección vistiéndome de corto, pienso hacerlo.
Esto... Qué... ¿Por qué hay sólo una persona encargada de decidir si la Guardia de Eel es apta para seguir operando o no y es un viejo verde amigo del antiguo Líder de la Guardia? ¿En qué tipo de sociedad vivimos?
-Como sea... -Miiko toma aire- Lo mejor es tener puesta nuestra mejor cara para ese día. Debemos asegurarnos de que todo lo que se vea está en su mejor estado... Llama a Kero y a Leiftan, por favor. Vamos a empezar a pensar en cosas que tenemos que arreglar...
-Como quieras, princesa... -Pone los ojos en blanco en cuanto me escucha decir eso.
-No me llames princesa...---
(Un periodo de tiempo indeterminado que no quiero definir para que no afecte a la línea temporal del canon más tarde..)
-Así que Eel en sí es una ciudad independiente, con su propia legislación, y su propia gestión, y en ese sentido no responde a nadie salvo a la autoridad de la Guardia, que es su “Gobierno”, a falta de decilo mejor, aunque Miiko no tiene un verdadero poder político per se a causa de ello...
Hiiro me mira con atención mientras le hago la explicación, sus degos jugando con una brizna de hierba en el suelo mientras sus ojos azules como el cielo de verano se fijan en mí. No, no estoy embobado con el color de sus ojos, cállate Simonn interior. Ha mostrado interés en todo el asunto del inspector, así que me he preparado una explicación rápida para darle porque ya le prometí en Elsur contarle cómo funciona la Guardia de Eel desde una perspectiva política. No sé por qué puñetas iba nadie a interesarse por ello pero, eh, si le hace feliz, yo estoy aquí para servir.
-Es una situación especial -Continúo-. Eel pertenece a la Comarca del Este, que no tiene ningún gobernante como es el caso de Elsur o el Reino del Norte; así que podemos ir un poco “de por libre”. Ahora, entrando en las excepcionalidades más excepcionales... La Ciudad de Eel viene de la mano de la Guardia de Eel, que en sí, repito, no es una organización política, sino que, técnicamente, es una ONG. Se supone que la misión de proteger el Gran Cristal tiene que ser algo que no se vea corrupto por intereses políticos, y además de eso está el tema de la gestión del refugio del CG, que es, bfffff, otra movida que te cuento otro día, porque vaya. Pero hete aquí el problema: La Guardia de Eel no es una organización política que sin embargo controla un territorio que sí que lo es, ¿cómo funciona esto? Pues, la Guardia tiene que responder a otra autoridad mayor que sea políticamente neutral, y este es el famoso “Consejo General” del que te hablaba antes.
-Las Naciones Unidas de Eldarya...
-No sé lo que es eso, pero si te ayuda para hacer una comparativa, vale -Él asiente. Sé que le está costando un poco comprender toda mi palabrería, así que lo más probable es que esté intentando traducirlo a ejemplos humanos con los que esté más familiarizado-. Es a partir de este Consejo General que obtenemos nuestro presupuesto general para poder, bueno, seguir existiendo; porque las donaciones nunca son suficientes... -Critico mucho a Miiko al respecto, pero en realidad las donaciones desde luego son necesarias para muchas de las cosas que hacemos- Y la cosa es que, para asegurarse de que la Guardia cumple su cometido y que no estamos de parranda todo el día, cada cuatro años se realiza una inspección para saber si estamos usando bien el dinero que nos dan y que al menos intentamos ser útiles. Dependiendo de la valoración de la inspección, se deciden los presupuestos para los siguientes cuatro años. No es que nos vayan a cerrar el tinglado entero de repente, pero... Un menor presupuesto significa que hay que empezar a recortar esquinas.
-¿Más aún? -Hiiro pone cara de escándalo fingido.
-Más aún, me temo -Puedo escuchar en el fondo de mi mente a Miiko llorando por la falta de presupuesto-. La cosa es que este tal inspector llega hoy, aparentemente. Así que... Eso. Si le ves, procura poner tu mejor cara y dile que la Guardia te ha salvado la vida y que sin ella te habrías unido a la Resistencia Humana y ahora serías un alcohólico.
-Vale... -Se lo piensa un segundo- ¿Lo lleváis bien? Pareces preocupado.
-Hm. Hmmmm... -Intento que en mi cara no se note demasiado mi verdadera opinión sobre todo el asunto, pero si Hiiro puede verlo, entonces no se me da tan bien como yo pensaba- Digamos que... No me gusta mucho la estrategia que Miiko tiene pensada, pero ella es la jefa así que ella pone las normas -Me encojo de hombros. Parece que se queda con ganas de ir a decirme algo al respecto, pero prefiero dejarlo estar así que busco una forma de cambiar el tema-. Y tú, ¿qué vas a hacer hoy?
-Oh, pues... -La pregunta le sobresalta por un instante, y después baja la mirada a la hierba del suelo- Hmmm... Sabes... esta carta que había junto a la de Draz...
-¿Aháaaa...? -Arqueo una ceja, interesado por la dirección en la que puede ir esto.
-Hm... Imagino que sabes quién la envió, por supuesto... -El puñetero de Gèrard que me estuvo mareando semanas para que le hiciera recados, sí- Pues fui a, uh, darle las gracias y le... ¿le pedí una citaaaaa...?
Oh. Qué. QUÉ.
-¿¡LE HAS PEDIDO UNA CITA A-
-¡¡Sshhhhh, shhh!! -Cuando pego un brinco en el sitio, él se lanza sobre mí para taparme la boca a dos manos- ¡No grites! -Vale, vale; no grito, pero AAAAAAAAAAAAAAAAAAAA HIIRO TIENE UNA CITA y no es conmigo...
Me deja ir, y yo le miro con ojos que hacen muchas preguntas, esperando que me cuente hasta el más mínimo detalle. ¿¡Por qué no me he enterado yo de esto hasta ahora!?
-No... tengo muy claro lo que estoy haciendo -Confiesa-. No sé... si vamos como amigos, o... Si es otra cosa...
-¿Pero te gusta? -Inquiero. Él se encoge de hombros.
-¿No sé? Ahora mismo no... Sé si me gusta nadie, ni si es buena idea empezar a salir -Ah. Oh. Hm-. Pero, aunque sea, quiero pasar un buen rato, así que...
-¿Un buen rato o un buen rato?
-Un buen rato -Se queja con las mejillas rojas-. No exageremos las cosas... Sólo es... una prueba. A ver qué pasa.
Okey. Bueno, eso está... Bien, imagino. Sí, está bien. Que Hiiro salga está bien. Sabes qué, se lo merece. Ha pasado por mucho. Y me da un poco de envidia pero entiendo que yo no ocupo ese puesto en su vida. Ocupo otro que también tiene importancia, y me siento bien sabiendo que Hiiro me tiene aprecio. Sí. Eso es. No estoy necesitado de afecto. Para nada. Nevra está peor que yo.
-Espero que paséis un buen rato entonces -Digo esas palabras con sinceridad, a pesar de todo-. Aunque seguro que sí. A Gèrard le va la marcha, así que espero que estés preparado para ello.
-Tengo que mentalizarme aún...
Se me eriza el vello en la nuca cuando de repente intuyo que alguien (Miiko) me está llamando en algún rincón del CG. En vista de eso me levanto, ante la mirada interrogante de Hiiro.
-Mi princesa me llama -Informo-. Va a ser un día largo así que no sé si vamos a volver a vernos.
-Oh, uh... -Él se levanta también, limpiándose el kimono cuando lo hace- Buena suerte entonces. Espero que vaya todo bien con el inspector.
-Y yo espero que te vaya bien también a ti en tu cita -Trato de dedicarle mi mejor sonrisa, y no me cuesta cuando veo que sus mejillas se sonrojan ante la mención de la cita-. Nos vemos...
Y me deshago en polvo, haciendo una pirueta a su alrededor antes de ir a buscar a Miiko, que por una vez no está en la sala del Cristal sino en su habitación preparándose.
-¿Con qué puedo ayudarte, prince...? Oh, guau.
Tomo forma material en una de las pocas zonas de suelo despejado en su habitación, y por unos instantes me quedo embobado al verla. Es la primera vez que veo a Miiko con kimono, y la vista desde luego merece la pena, especialmente teniendo en cuenta que su kimono es... Bastante más descocado que los de Hiiro. La falda es corta y se abre a ambos lados de forma que expone sus muslos, y la longitud me hace pensar que este kimono no está hecho para subir escaleras con él. La tela del centro, el comosea que se llame que ata el kimono, está prieto contra su cuerpo casi como si fuera un corsé, marcando y estilizando su figura. Por la parte de arriba, el kimono se abre dejando un escote que... Hm. Hmm...
-¿¡Por qué pareces decepcionado!?
-No sé de qué estás hablando -Rápidamente desvío la mirada hacia cualquier esquina de la habitación.
-Sé dónde estabas mirando, comesueños.
-Hay... mujeres distintas con cuerpos distintos, Miiko... -Que estés acomplejada no es culpa mía, igual que tampoco es culpa tuya estar plana como una tabla. Es lo que ha querido la madre naturaleza. Vive con ello, Miiko, igual que vivo yo con la incapacidad de tener un cuerpo orgánico- Como sea, estás... Muy guapa. Te... Queda bien el kimono. Aunque no me parece para nada adecuado que tengas que vestirte así para alegrarle la vista a un viejo verde.
-Gracias... -Suspira con la palabra, y entendiendo que su ira se ha apaciguado vuelvo a mirarla, ahora para ver que se ha maquillado bastante, con mejillas sonrojadas, labios brillantes y pestañas largas y llamativas.
-¿Te has maquillado tú? -Pregunto, porque aunque su tocador es un desastre y está lleno de todo tipo de trastos, no suele usarlos tanto.
-La verdad es que no, me lo ha hecho Ezarel -Confiesa-. Ríete, pero estamos todos en el ajo. Necesitamos que nos renueven los presupuestos así que... -Hace un gesto resignado- Me toca fingir que soy guapa por un día.
-Tienes que fingirlo sólo un día porque los demás te sale natural... -Musito las palabras sin atreverme a decirlas del todo, pero sé que las escucha y juraría que eso hace que el rubor en sus mejillas se oscurezca un poco, aunque me sacuda un manotazo- Auch. Bueno, ¿para qué me llamas?
-Por lo que he oído, el carruaje del inspector está a punto de llegar, así que vamos a salir a recibirle -Escuchar eso hace que me ponga nervioso-. ¿Crees que podrías ir de Carole en lo que dure esto?
-¿Carole? -Abro los ojos con sorpresa.
-Lo siento si es una petición rara... -Parece un poco arrepentida por decirlo- No sé cómo... uh, funciona lo tuyo, pero tampoco quiero forzarte a...
-No, no me importa... simplemente me ha sorprendido.
Un chasquido de dedos para efecto dramático y me deshago en polvo para volver a hacerme como Carole. Miiko asiente satisfecha al verme.
-¿No podrías... -Se lo piensa un segundo- vestirte un poco más... guarrilla?
-En serio.
-Perdón...
Con un suspiro resignado, vuelvo a chasquear los dedos para aumentar mi talla de busto de forma que mi chaleco quede prieto, cambiar mis pantalones por una falda de tubo y mis mocasines por unos tacones que verás como me tropiece con ellos, porque no estoy acostumbrada.
-Gracias -Me dirige una sonrisa de medio disculpa-. Te prometo que te compensaré esto.
-¿Qué piensa Eweleïn de todo esto? -Inquiero, sabiendo que ella pondría el grito en el cielo con la situación que tenemos entre manos. De hecho, me extraña que nadie lo esté poniendo.
-Eweleïn va a estar fuera toda la mañana recogiendo frutas en el bosque con Alajea -Noooo... Mala, mala, Miiko; eres mala-. Al inspector no le gustó la última vez cuando habló de su proyecto de formar un sindicato...
Es una idea que seguimos perfilando, por el momento, pero yo ya le he dicho que mi apoyo lo tiene porque es fundamental que alguien pelee por las condiciones de los trabajadores de la Guardia. Sé que no estamos, bueno, mal del todo, pero hay muuuuchas cosas que tienen que mejorar, desde luego, y si Miiko no me escucha cuando le lloro, entonces va a tener que escuchar a una muchedumbre enfurecida con pancartas.
-¿Qué? -Al darse cuenta de que me pierdo en mis ensoñaciones sindicales, me lanza una mala mirada- ¿Me estoy perdiendo algo?
-N-no, nada... -Carraspeo ligeramente- ¿Vamos a recibir al inspector o qué?
-Vamos...
Aún me lanza una última mirada en la que duda de mis intenciones, pero al final echamos a caminar fuera de su habitación y hacia la Gran Puerta... Je, je... los tacones hacen clac, clac, clac...
Cuando llegamos al sendero de los arcos, nos encontramos con los Líderes de la Guardia (+ Leiftan) que ya están aquí esperando. Por supuesto, ninguno de ellos ha tenido que cambiarse de ropa... Claro que en el caso de Leiftan, qué ropa se iba a quitar.
-Oh, là, là -Nevra sonríe al vernos llegar y en seguida se acerca-. Qué buen día par-
-Ni me hables ahora mismo, Nevra -Miiko le corta con un gesto de la mano, y él simplemente se ríe-. ¿Tenemos noticias?
-El carro debería estar saliendo del bosque ahora mismo -Informa Ezarel-. Así que démosles entre... Diez y veinte minutos -Hace una mueca-. No te has puesto la colonia que te dije.
-No me gusta, huele muy fuerte y cuando me pongo colonia Carole no se me quiere acercar.
-¿Soy la única que ve un problema con todo esto? -Intervengo, callando la voz en mi cabeza que se ríe como una adolescente con el pavo al pensar que Miiko me tiene en cuenta con sus elecciones de perfume- Estamos. Vendiendo nuestros cuerpos. Para sobornar a alguien que está aquí para asegurar que todo esté bien con la organización que trae el orden a este mundo. Que somos nosotros.
-Entiendo tu punto de vista, pero... -Leiftan me mira con cara de pena. Et tu, Leiftan?- Este año la inspección es más importante que ningún otro. Es la primera que tenemos desde que se rompió el Cristal...
-... y la aparición de Ashkore...
-... y la llegada de la elegida del Oráculo...
-... y la puesta en libertad de El Titiritero...
-... y el escándalo de Lund’Mulhingar...
-Así que -Frunce los labios-. Tenemos que. Jugar todas nuestras cartas.
Parte de mí considera que está dejando pasar todo esto a modo de venganza por tener que prostituirse él todos los años en Halloween, pero en el fondo imagino que estará en contra. Nevra debe estar hasta contento de verle el cachete a Miiko, a Ezarel no podría importale menos y Valkyon...
Le dirijo una mirada en la que intento recriminarle su pasividad.
-Es mi primer año haciendo esto como Líder de Guardia -Objeta-. Se me había olvidado por completo de lo que iba hasta hoy...
-Lo que nos hace recordar la problemática de las tradiciones sexistas que se mantienen porque nadie se molesta en luchar contra ellas y cambiarlas, sino q-
-Chitón -Miiko me interrumpe colocándome un dedo sobre los labios-. Ahórrate el discurso. No te creas que yo estoy contenta. Pero es lo que hay y listo, lo siento. Dentro de cuatro años quizá la situación cambie. Hoy no.
Desde luego no va a cambiar si nadie hace nada al respecto... Mi opinión claramente no es apreciada, de forma que simplemente guardo silencio esperando con el resto a que llegue el carruaje. Así lo hace después de un tiempo, un carro blaco tirado por dos familiares que hace su entrada por la Gran Puerta, después de pasar el control de vigilancia que me alegro que le estemos dando uso, algo que hemos hecho bien por una vez.
Cuando el carruaje se detiene, nos acercamos a Eel, con Miiko en cabeza esperando con su mejor sonrisa. Se abre la puerta, y yo trato de quitar mi cara de asco para saludar al infame viejo verde...
... salvo que la persona que sale del carruaje no es un viejo verde.
El hombre que aparece por la puerta no es el gnomo anciano que me habían descrito, sino un brownie con rasgos cérvidos, que tiene que agacharse para evitar que sus cuernos den contra el tope de la puerta. Al salir, en seguida saca de alguna parte una libreta y del bolsillo de su chaleco un bolígrafo de tinta (guau, el dinero), y nos mira a todos con una expresión de ligero desdén.
-Saludos. Mi nombre es Riko Marguose. Vengo en nombre del Consejo General para realizar la inspección de la Guardia de Eel... Entiendo que estaban avisados de mi llegada.
Lanzo una mirada de reojo al resto del equipo. El único que parece ser capaz de más o menos disimular la sorpresa es Ezarel, y a Valkyon no parece importarle demasiado, pero los otros tres tienen en la cara una emoción que mezcla la sorpresa con el horror. Oooookey, evidentemente esto no era lo que se esperaban y tengo la sensación de que Miiko va a tener un ataque de pánico si no hago nada...
-¡Así es! -Me apresuro a hablar antes de que el silencio se alargue más de lo que es cómodo- Bienvenido a Eel. Nosotros somos los miembros de la Guardia Brillante... Mi nombre es Carole, un placer. Mis compañeros son... -Me siento muy tentada de darle a Miiko un codazo, pero me lo ahorro y en su lugar intento perderle fuego con la mirada.
-Oh. Sí. Ah -Al menos eso parece espabilarla-. Hmm, m-mi nombre es Miiko, Líder de esta Guardia... Es un placer tenerle entre nosotros por hoy, señor Marguose... H-he de decir que nos ha sorprendido un poco verle, ¿qué ha sido del anterior inspector? Llevaba muchos años viniendo a visitarnos...
-Se retiró hace un par de años después de una fractura en la cadera -Miiko, no te eches a llorar que vas a arruinarte el maquillaje-. Lo cual puedo entender que sucediera con este viaje... Quizá sería buena idea que mantuvierais mejor los caminos de la zona. Mi espalda lo agradecería... -Se lleva una mano a la zona lumbar mientras hace una mueca, como para indicar que le hemos debido de romper la espalda a pesar de que los caminos no son competencia nuestra.
-Eso está fuera de nuestro control, me temo... -Miiko deja salir una risa incómoda- Verá, es un debate que llevamos teniendo con la Comarca; porque los caminos en sí están fuera de lo que es el territorio de la Guardia, así que no forma parte de-
-Pero es el camino que lleva a la Guardia, ¿cierto? El único camino que lo hace, además de la vía marítima... Imagino que es la propia Guardia la que más usa ese camino ¿no?
-Me temo que no podemos hacer nada hasta que no resolvamos los tecnicismos legales -Leiftan interviene ahora, con una sonrisa tensa-. Hola. Mi nombre es Leiftan, yo también pertenezco a la Guardia Brillante... Todos aquí lo hacemos, en realidad. Estos son los tres Líderes de Guardia...
-Ah, ya veo que ha venido a recibirme toda la Guardia Brillante, sí, qué honor... -No parece especialmente... honrado- Los días deben pasar lentos en Eel si tenéis tanto tiempo libre.
Oh... Este tipo es...
-Bueno, no os quedéis ahí quietos -Cuando ve que todo el mundo se queda cortado con sus amables palabras, nos espabila a todos de una palmada-. No tengo todo el día. Mi tiempo es valioso y tengo una inspección que hacer. ¡Así que, venga!
... es un gilipollas.---
(Narra Miiko)
En qué estaba pensando Kaze al dejar la Guardia en mis manos, me pregunto. No había otra persona. Tenía que dejármela a mí.
Oh, Kaze. Estés donde estés, lo siento. Siento que todo esto vaya a acabar así.
No va a ser con la ruptura del Gran Cristal.
No va a ser con la Guardia Dorada viniendo a conquistarnos.
No va a ser con El Titiritero cumpliendo sus ambiciones.
Va a ser porque soy tonta.
Y yo vestida como una fulana.
Creo que lo peor de todo es que, una vez terminamos de presentarnos todos ante el inspector y nos decidimos a empezar la guía por el CG, mi mirada se cruza por la de Carole por un momento, y sin telepatía soy capaz de entender muy claramente el mensaje que me transmite a través de sus ojos.
“Esto es lo más bajo que has caído, Miiko. Podrías haberlo evitado usando un poco la cabeza. Pero no lo has hecho, y ahora vas a tener que enfrentarte a las consecuencias de tu propia estupidez”
LO SÉ, SÉ QUE ESTO ES CULPA MÍA, SÉ QUE SOY ESTÚPIDA.
Pero bueno.
Bueno.
Bueno.
No voy a rendirme. Aunque esta vaya a ser la última actuación del Circo de Eel... ¡Que sea la mejor de nuestra vida!
-Si le parece, comenzaremos por el interior del edificio -Hablo con mi voz más melosa mientras nos dirigimos al CG-. Luego podremos dar un paseo por el exterior...
-No he venido a pasear, señorita -Sus palabras suenan con una irritación que sólo se puede encontrar en miembros del funcionariado-. Muéstreme lo que me tenga que mostrar... -Sus ojos, detrás de unas gafas rectangulares, me miran de arriba a abajo durante unos instantes mientras su ceño se frunce- Sobre su Guardia, preferiblemente.
Escucho el click de su bolígrafo, e inmediatamente después, el sonido furioso de la escritura sobre su libreta. Tengo la sensación de que ambos sonidos van a aparecer en mis pesadillas de aquí a poco.
-Bienvenido a nuestro cuartel general -Eso es lo que digo cuando entramos en la sala de las puertas, gesticulando a nuestro alrededor. Mientras que yo estoy al frente de la comitiva, Carole y el inspector me siguen de cerca, y el resto se mantienen detrás... Sin duda llamamos la atención, y muchas personas nos echan una ojeada o incluso se detienen para vernos-. Esta de aquí es la que llamamos la... “Sala de las puertas”, por motivos obvios -Me río de la forma más falsa que puedo-. Desde aquí, nuestros miembros pueden llegar a acceder fácilmente a...
Click.
Escuchar el sonido del bolígrafo me hace interrumpirme.
-Si se me permite la pregunta, señorita Miiko... -NO; cállate, muérte, desaparece de mi vida- Aquello de allí arriba es la enfermería, ¿cierto? -Con el bolígrafo, señala arriba del todo, donde obviamente se distingue la enfermería con la enorme cruz roja sobre la puerta.
-Así es...
-¿No le parece que está en un rincón un poco... inaccesible?
Oh, no. No, no, no...
-Hay que subir varios pisos de escaleras para llegar a ella, lo que me hace pensar... ¿Escaleras? ¿No hay otra forma para acceder a estas puertas? Díganme, ¿cómo es que no tienen las instalaciones adaptadas para aquellos con movilidad reducida? ¿Cómo esperan que un paciente que tenga cualquier dificultad para moverse acceda a esta enfermería de forma autónoma?
-S-si fuera necesario, el propio personal de la enfermería podría ayudarle -Leiftan se apresura a intervenir y menos mal que es él porque yo quiero echarme a llorar-. Estamos más que preparados pa-
-He dicho de forma autónoma -Le lanza semejante mirada de asco que corta a Leiftan en seco, lo cual es un acto completamente desalmado. Pobre Leift-. La clave de la inclusión, por si no saben, es permitir que todo el mundo tenga las mismas oportunidades. Las instalaciones tienen que estar adaptadas para que todo el mundo pueda usarlas sin la ayuda de una tercera persona. ¿Son claras mis palabras?
-Lo son, lo son... -Rápidamente asiento- Es verdad que a la Guardia le gusta ofrecer oportunidades a todo el mundo, y desde luego nos enorgullecemos de la diversidad de nuestros miembros -No es que me enorgullezca de nada, realmente, simplemente es que si alguien se quiere apuntar, pues bien, hale, mientras sea útil me da igual que tenga una pierna, dos, ocho o ninguna.
-La diversidad está muy bien... -Oh, oh. Vale. A lo mejor esa no era la palabra que tenía que haber usado- Pero espero que no sea simplemente algo aparente para colgarse una medalla, sino que la Guardia realmente ofrezca estas oportunidades...
-Si se me permite -Nevra se adelanta un paso, llamando la atención tanto mía como la del examinador-, yo mismo soy ejemplo de ello. Perdí mi ojo defendiendo a la Guardia de Eel, y desde entonces cuento con una incapacidad parcial del 33%. En nuestro servicio a la Guardia, a veces las heridas nos hacen perder sentidos o facultades, ese es un riesgo que todos asumimos al alistarnos... Pero la Guardia cuida de nosotros. Y aquellos que vienen condicionado por otros eventos anteriores a su alistamiento a la Guardia, o por su propio nacimiento, cuentan con el mismo tipo de oportunidades que el resto, siempre que se encuentren en condiciones adecuadas para poder ejercer sus funciones adecuadamente.
Oh, Nevra. Gracias, Nevra. Te quiero, Nevra. Sé que para él no es fácil hablar de su ojo, así que agradezco que haya intervenido. Nunca me había planteado si lo suyo cuenta como discapacidad o no, lo admito.
-Hmmm... -El inspector simplemente hace una mueca y anota cosas en su cuaderno con tanta intensidad que no sé cómo no está rompiendo las páginas.
-Tendremos en cuenta adaptar nuestras instalaciones a futuro -Vuelvo a hablar, con la intención de cerrar este tema para poder pasar a otro lo más rápido posible-, aunque me temo que es un poco complicado en estos momentos debido a nuestro reducido presupuesto...
-¿Reducido? -Me mira como si acabase de escupirle en un ojo y yo quiero morirme- Hm. Me encargaré de que esas palabras lleguen al resto del Consejo General y, por qué no, a los ciudadanos de Eldarya que pagan sus impuestos regularmente para que la Guardia de Eel mantenga el Gran Cristal a salvo.
Pero por qué hace esto. ¿Quiere hacerme llorar? ¿Es eso? ¿A qué tipo de persona le gusta hacer llorar a una chica? ¿Enta en su descripción de trabajo lo de ser un completo gilipollas, o qué? ¿Le pagan por cada comentario desagradable que hace?
Trato de que mi cara no se arrugue demasiado con las duras palabras, y juraría que Carole y Leiftan me lanzan una mirada preocupada. No pasa nada, estoy bien. Estamos bien. Por ahora. Madre siempre decía que la heredera al Reino del Norte no podía ser vista derramando sus lágrimas, así que se me da muy bien aguantármelas. Que qué efectos ha tenido eso a largo plazo en cómo no he aprendido a gestionar y expresar mis emociones de una forma controlada NO es algo de lo que vayamos a hablar ahora.
-¿Empezamos por la primera planta? -Continúo usando mi mejor sonrisa y mi tono de voz más agradable- ¿O prefiere visitar la enfermería primero, ya que hemos hablado de ella? ¿Quizá quiera visitar el Gran Cristal?
Click.
-Empezaremos por el Gran Cristal.---
Click.
-¿De modo que tienen el Gran Cristal así, desprotegido, de forma que todo el mundo puede acceder a él?
-Eh... Habíamos meditado... P-poner una puerta mágica, a la cual tuviera acceso únicamente los miembros de la Guardia Brillante y alguna otra persona en situaciones especiales, pero nos parecía... Restrictivo. El Gran Cristal no es de nadie. Debería estar disponible para todos los eldaryanos. Hay gente a la que le gusta orar frente a él...
-Entiendo. ¿Qué tal va la búsqueda de los fragmentos del Cristal?
-¡... estamos en ello! Despacio, pero con... Con constancia. Es... más complicado de lo que parece, hay algunas más escondidas que otras... Encontramos una dentro de un volcán.
-Y otra en el fondo de un lago.
-Y hay un hombre al que le gusta corromperlas y dárselas a humanos inocentes...
-¡Pero estamos en ello! Y todas las piezas que encontramos, vienen de vuelta al Gran Cristal.
-¿¡Están dejando que las piezas de cristal corrupto vuelvan al interior del GRAN CRISTAL QUE TRAE EL EQUILIBRIO A TODO ELDARYA!?---
-Y esta es... La herrería... La armería está al fondo, allí guardamos las armas no-mágicas... No hay mucha gente que use esta habitación, pero le damos uso de forma ocasional cuando, uh, necesitamos hacer labores de mantenimiento a nuestras armas, o alguna... Manualidad compleja...
-Calabazas... Halloween...
-Murciélagos de papel...
Click.
-¿Quién está a cargo de este sitio?
-A... ¿a cargo? Pues, uh... ¡V-Valkyon! ¡Valkyon, nuestro jefe de Obsidiana! Por supuesto.
-Calaba-¿Eh, yo? Eh, sí. Yo.
-Y usted... ¿qué formación tiene?
-For... mación... Ninguna, señor...
-¿No tiene formación ni experiencia como herrero?
-No tengo formación en el sentido técnico... Nunca he tenido estudios más allá de lo... básico... Pero tengo experiencia, desde luego. Más de diez años. Llevo trabajando metal incandescente y herramientas de forja chispeantes desde que me uní a la Guardia cuando tenía siete años.
-¿Cuánto? ¿Qué...? ¿¡SIETE AÑOS!? ¿¡Te uniste a la Gua----
-... laboratorio de Alquimia. Aquí preparamos las pociones, materiales y todo tipo de necesidades mágicas que son necesarias para los miembros de la Guardia. En ocasiones, también creamos recetas específicas bajo demanda que intercambiamos con el gremio de Purrekos. Por supuesto, todo esto está bajo mi supervisión. Si necesita mis credenciales, yo soy graduado magna cum laude de la USAC de la promoción del 2011, además de pertenecer al Consejo de Alquimistas.
-¿Es eso que veo ahí polvo de khatappun expuesto al ambiente sin nada que lo cubra?
-... correcto.
Click.
-Y el joven licántropo con el que nos hemos cruzado saliendo del laboratorio mientras se limpiaba las manos de polvo era un adolescente, ¿verdad?
-... así es.
Click.
-¿Podría enseñarme los papeles de la última revisión que se hizo de este laboratorio?
-....................
Click.---
-Y esta es la enfermería... Nuestra jefa de enfermería, Eweleïn, suele estar siempre aquí en caso de que se la necesite, pero hoy ha salido a recolectar hierbas para algunas curas. Insiste en hacer ella misma la tarea, para recoger las que sean de mejor calidad... De todas formas, siempre tenemos a alguien vigilando, tenemos varios miembros voluntarios y a nuestros dos enfermeros, Annieta y Gè... ¿dónde está Gèrard?
-Dijo que “Hoy cita importante” y se fue de la enfermería. Sin consultar los turnos. Como siempre. Así que me voy a quedar yo a cubrirle. Como siempre.
Click.
-... V-vamos, Annieta, eso no es verdad y lo sabes... T-tendré unas palabras muy estrictas con Gèrard cuando le vea, desde luego...
-Viendo cómo es usted la única persona a cargo de este sitio... Señorita Annieta, ¿usted qué formación médica tiene?
-Un curso de enfermería a distancia y uno de primeros auxilios que hice en la universidad como optativa. Soy licenciada en Filología. No debería estar trabajando aquí. La única que tiene formación en medicina es Eweleïn. El otro niño es fisioterapeuta. Ni siquiera puede entrar a un quirófano porque se desmaya cada vez que lo hace, así que realmente las únicas que podemos hacer algo por aquí somos la jefa y yo.
Click.
-Entiendo. Dígame, ¿podría hablarme de su experiencia trabajando para la Guardia de E-
-¡A-ah, eso me recuerda! ¡Tenemos otro especialista de la salud en nuestro CG! Recientemente hemos contratado a un psicólogo para la atención psiquiátrica de la Guardia, sí; eh, deberíamos de ir a decirle hola a Alessa, ¡váaaaaaamonos!---
-¿La Guardia de Eel? Por supuesto, todo el mundo tiene sus propios problemas, pero nada con lo que no se pueda trabajar. Es esperanzador ver cómo una organización tan influyente como es la Guardia reconoce la importancia de una buena salud mental y se esfuerza en cuidar de sus miembros. Sin duda, un ejemplo a seguir.
-¿Y cuáles son sus credenciales?
-¿Las mías? Estudié psicología en la Universidad del Oeste, y después de ello me especialicé en tratamiento infantil. Decidí tomarme una pausa de la vida académica y obtener algo de experiencia real antes de realizar mi doctorado. Si se fija, hasta puede ver mis títulos colgados en la pared justo detrás de mí. No los tengo escondidos.
Click.
-¿... qué es eso que está anotando?
-No tiene por qué saberlo...
-Oh, pero sí que tengo que saberlo. Verá, una evaluación de este tipo debería ser transparente y pública con los evaluados de forma que puedan defenderse en caso de que haya algun-
Click.
-...
-... Conducta inadmisible... Impertinencia...
-... Gracias, Alessa. ¿Qué tal si vamos a la cantina ahora? Se acerca la hora de comer...
-Que aproveche, señor Marguose. Intente no atragantarse con su propio-
Click.
-... bolígrafo.
Cli-¡SPLAT!
-¡UAAAAAAAH!---
-Lamentamos la... mancha de tinta... Quién iba a esperar que su bolígrafo iba a explotar repentinamente, je, je...
-Menos mal que tenía usted otro. Menuda suerte. Ahora no podrá decir que ha desaprovechado usted su segundo bolígrafo.
-Ezarel, por favor, cállate... Eeeh... N-Nevra le traerá un producto de limpieza en un instante, no se preocupe. De mientras, ¿por qué no pasamos por aquí a la cantina? ¡Hmmmm! ¿No huele delicioso?
-¿... por qué estamos pasando por la despensa para llegar al comedor?
-...
-...
-...
-... Astuta observación. Verá, es una pregunta que nosotros también nos pregunt-
-¿Estas son las reservas de alimento de la Guardia de Eel? ¿Las que tanto cuesta conseguir y que alimentan a las fuerzas que tratan de proteger nuestro mundo? Y, una vez más, ¿están dispuestas forma accesible para todo el mundo?
Click.
-... ¡Aaaaandaaaa, la cantina! Aquí es... Donde se alimentan nuestras fuerzas, de manos de nuestro maestro cocinero, el Gran Karuto. Su comida trae el vigor de mil hombres a uno solo y-
-Miiko, ¿se acuerda de la conversación que hemos mantenido anteriormente sobre el lenguaje inclusivo?
-Sí, señor.
-Hm. Huh... He de decir, la decoración me sorprende. Es... elegante, puedo apreciarla. Y esa cortina del fondo casi consigue distraerme del hecho de que la cocina está en una habitación contigua ni siquiera separada por una puerta de forma de forma que es perfectamente accesible para todo el mundo y que no existe forma de resguardar el alimento d-Y ahora que caigo, ¿tienen que desfilar la comida por todo el comedor cada vez que quieren llevarla de la despensa a la cocina?
Click.
-Al menos reconoceré que huele bien... ¿Quién es el encargado de la coci-
-¡Eeeeeh! ¡Qué tenemos aquí, el viej-Eh, no. ¿Tú quién eres? ¿Dónde está el viejo Token?
-Imagino que se refiere a mi predecesor... Se retiró después de su jubilación hace un tiempo. Ahora pasa sus días en las Islas del Sur.
-¡Ah, viviendo la vida! ¡Bien, bien! Aunque es una pena, había preparado sus platos favoritos sabiendo que hoy venía, incluso había ido a buscar un orujo especial...
-... Espero que el señor Nadera no bebiera durante sus inspecciones.
-¿Que no? ¡Anda que no! ¡Nos pegábamos unas q-
-K-Karuto, ¿por qué no le cuentas al señor Marguose cómo es tu experiencia en la Guardia? Llevas muchos años trabajando aquí, ¿no es así? Seguro que tienes algo bueno que decir de la Guardia.
-¿Hm? Sí, llevo la tira de años trabajando aquí. Estos fogones son míos. ¡El reino del Gran Karuto! ¡Ja, ja!
Click.
-Puedo ver que su delantal está algo... Sucio.
-Por supuesto, chaval. Es un delantal. Están pa’ ensuciarse. El que lo saca pa’ otra cosa es un parguela. ¿Qué te crees que pasa en una cocina, que los platos se hacen solitos y salen bonitos y limpios? Nah. ¡Para cocinar hay que ensuciarse, como para todo! Los cocineros cuchiminís de ahora quieren hacer cocina “minimalista” que eso no es nadená...
-Creo que quiere decir “pitiminí”...
-Tanto monta, monta tanto, el Cristal como el Oráculo. Lo que sea. Aquí se prepara comida DE VERDAD. ¡Para alimentar a un regimiento!
-Pero es cierto que últimamente estás incluyendo algunas nuevas técnicas culinarias en tu cocina, ¿no es así, Karutoooooo? ¿Gracias a Erika?
-¿Eh? Bah. Sí, supongo. Los humanos hacen cosas muy raras con su comida. Esta chica no deja de hacer tarta esto y tarta lo otro...
Click.
-¿Se dedica a la repostería, entonces? Tartas y pasteles, en vez de dar verdadero uso a los alimentos del mundo humano que tanto cuesta traer cada vez que abrimos un portal.
-Yo no he dicho... Eh, ¿qué estás escribiendo ahí? ¡Eh!
-Y, dígame, esta chica humana, ¿le ayuda en la cocina? Entiendo que esto es mucho trabajo para dos personas...
-¡Qué va! ¡Yo trabajo solo! ¡El Gran Karuto no necesita ayuda en sus fogones, bah!
-¿Y qué hace usted cuando se pone enfermo?
-¡Yo no me pongo enfermo!
Click.
-Dale con el lapicerito, a ver, ¿qué estás escribiendo? No, no, enséñamelo, a ver, que te voy a enseñar yo lo q-¡VALKYON, SUÉLTAME, SUÉLTAME O TE QUEDAS SIN COMER HASTA QUE YO M-
-Ahora que lo pienso, aún no hemos visto la biblioteca, ¿no es así? Vaaaamos a la biblioteca, señor Marguose, que parece que a la comida le falta... Enfriarse un poco aún...
-¡¡QUE EN MI COCINA NO VA A VENIR NADIE A CUESTIONARME!! ¡¡SOY EL GRAN KARUTO!! ¿¡ME ESTÁS ESCUCHANDO, HIJO DE P----
-Yyyyyy, nuestra biblioteca... Un remanso de paz y tranquilidad... Donde podemos... Estar... calmados...
-Parece una biblioteca... Modesta.
-El grueso de nuestro archivo y documentos importantes se guardan en otro lugar. Este es un sitio más para... Consulta general, digamos, abierto al público; tanto los miembros de la Guardia como los habitantes del CG. Tenemos libros para todos los públicos y de todos los géneros. Puedo ofrecer recomendaciones, si así le place.
-¿Es usted el jefe de biblioteca, Leiftan?
-Oh, no; no... Pero, reconozco, he pasado bastante tiempo aquí, perdiéndome en la lectura. Nuestra jefa de biblioteca no se encuentra aquí ahora mismo, me temo. Se encuentra de misión en las lejanas tierras de Elsur, junto a nuestro jefe de seguridad. Esa es la razón por la cual no ha visto ni a uno ni a otro.
-¿Elsur? Pensaba que la Guardia no tenía relaciones con ellos...
-Es algo muy reciente, pero hace poco conseguimos llegar a un entendimiento mutuo. Oh, de hecho, aún tenemos entre nosotros al jefe de la Guardia Dorada de Elsur, el emir Harim. Vino en forma de representante... ¿Quizá pueda interesarle reunirse con él? Estoy seguro de que podrá ofrecerle una visión externa sobre la Guardia de Eel...---
-¿La Guardia de Eel?
Los ojos de Harim, abiertos en sorpresa, cambian por un momento del inspector a mí. Mientras que mi cara continúa con la misma sonrisa que tengo puesta desde el primer momento, que no ha vacilado a pesar de todas las vicisitudes que hemos superado el día de hoy, mis ojos...
Mis ojos le ruegan que diga algo positivo. Por favor. Harim, por favor.
En sus labios, aparece una sonrisa fea, feísima.
-Sí, por supuesto -Devuelve su mirada al inspector-. Puedo contarle mis impresiones y experiencias con ella. Cómo no.
Click.
No quiero ni oírlo. Discretamente me alejo un poco del grupo mientras él se entrevista con Harim, yendo a apoyarme en una de las paredes del exterior del CG, donde hemos encontrado a Harim después de que Carole se fuera a buscarle. Creo que estoy a punto de tener un ataque de... nervios, de pánico...
No, no, no.
Es de ansiedad. Sé que es un ataque de ansiedad. Y esta vez no es broma, ni exageración, porque esto, desde luego, no es una broma.
Nada está yendo bien. Todo esto es un desastre. No deja de escribir cosas en su cuaderno. click, click, click, click, TODO el rato, y le saca pegas a todo y yo- Yo no sé qué decirle. Porque es verdad. ¡Es verdad, no tenemos rampas de accesibilidad, porque Jamón lleva en brazos a todo el mundo y nadie se queja! Es cierto, todas las habitaciones están abiertas y todo el mundo puede pasearse por todos sitios, oooops. Dejamos que se alisten menores porque no tenemos edad mínima porque es imposible regularla con la diversidad de faéricos y sus distintos ciclos vitales.
No, no... Esto está yendo fatal... No puedo permitir esto... ¿Qué voy a hacer si esto sale mal? Si... La Guardia... No, no puedo dejar que le pase nada...
-Miiko.
La voz de Carole me sobresalta y me llevo una mano a la boca para no gritar. Se ha escurrido conmigo fuera del grupo y se apoya en la pared con un brazo... Es lo suficientemente alta como para taparme el sol, lo cual le agradezco, porque me estaba entrando mucho calor...
-¿Te encuentras bien? -Pregunta con una cara evidentemente preocupada- Estás... Pálida.
-Es la base del maquillaje -Miento.
-No lo es. ¿Por qué me mientes?
-No lo sé. ¿Tengo cara de estar en plenas facultades ahora mismo?
-No la tienes.
Aún con aire de preocupación, lleva su mano libre a mi rostro para apartar un mechón de pelo que se me había venido a la cara, y aprovecha para acariciar toda mi cabellera. Es más placentero que la asfixia agobiante de la ansiedad, así que permito el gesto.
-Qué vamos a hacer... -Casi lloriqueo las palabras, con verdaderas ganas de echarme a llorar- Esto está yendo fatal...
-Ese tío es un gilipollas -Y el cielo es azul, Carole, cuéntame algo nuevo-. No te preocupes. Aunque tenga mala pinta, ¿qué es lo peor que puede pasar? No es como si pudieran cerrar la Guardia de Eel.
-No, pero nos pueden quitar la autonomía, si consideran que no estamos haciendo bien nuestro trabajo... -Y eso es prácticamente lo mismo... Además de que a mí me mandan de una patada a Jade, vaya...- ¿Qué vamos a hacer...?
-Tranquila... Tiene que haber algo...
-Yo tengo un plan.
Vuelvo a sobresaltarme cuando esta vez es Ezarel el que se desliza para apoyarse en la pared con un hombro. Ahora mismo sólo quedan Valkyon y Leiftan asistiendo a la escena, y juraría que nos están haciendo un poco de muro para que el señor inspector no pueda darse cuenta de que estamos maquinando en una esquina.
-¿Plan? -Miro a Ezarel con la ansiedad posiblemente visible en mi rostro, esperando que vaya a proponer algo mejor que mi idea de matar al inspector y dejar que Ayleen le convierta en fertilizante.
-No voy a decir que sea una solución mágica maravillosa... -Oh. Vaya- Pero quizá hay algo que podamos hacer.
-¿Matarle? -Carole y yo decimos la palabra a la vez intercambio una mirada con ella- ¡Chispa! -Qué... ¡No, no es justo!
-Dejaos de juegos -Ezarel nos regaña, frunciendo el ceño-. No, no es matarle. Ese es el plan C. El plan que tengo en mente es... Igual que hemos hecho otros años... Seducirle.
-¿Q...? -Le miro incrédula- Se supone que... Se supone que eres la persona más inteligente de todo Eel, ¿cómo es que tienes ideas tan estúpidas como las mías?
-Porque la estupidez es contagiosa -Arruga la cara-, pero no, no es tan estúpido como tu idea de vestirte de corto. Este tipo... -Con la cabeza señala levemente en su dirección- ¿No le habéis visto? Cómo habla de usted y con todo el señoritaje. Cómo le gusta cuando Karuto pone el comedor fisno. Cómo acepta que Leiftan le haga la pelota si es hablando de libros. Ese tío es uno de estos "caballeros" -Traza comillas en el aire-. Pero no es verdad. En el fondo, los tipos con ese carácter con incluso peores que Nevra. Seguro que se piensa que Miiko es una guarrilla por ir enseñando te... -Se lo piensa- Hmmm, no del todo. Bueno. Me entendéis. Nuestros métodos son buenos, pero tenemos que adaptarlos al nuevo viejo verde.
-No parece tan viejo -Cuestiona Simonn.
-Lo que sea, da igual -Ezarel habla... Casi con pasión. ¿Podrías ser un poquito más siniestro, elfo? Gracias-. Lo que necesitamos es una mujer elegante. Refinada. Educada. Y con más... "personalidad" que Miiko.
-¿Quieres que hablemos de tu personalidad, Ezarel? -Empiezo a picarme...
-No hace falta.
-¿Y quieres que yo finja ser una chica elegante y refinada? -Pregunta Carole, tan escéptica como yo.
-Mejor todavía -En la cara del elfo aparece una sonrisa... Perversa, simplemente perversa-. Voy a ir a buscar una yo mismo. La mujer más hermosa de todo Eldarya...
-¿Erika? -Frunzo el ceño. Él me mira como si hubiera dicho una tontería- Tu novia y tal.
-Ah. No, qué va -Qué... Qué es lo que le ven ella y Leiftan, me pregunto-. Tengo a una persona en mente, y puedo ir a por ella, y va a ayudarnos quiera o no, pero... Con dos condiciones.
-A ver... -Lo que sea. No puede ser peor que el desastre que tenemos entre manos.
-Necesito que me deis dos horas... Y que Nevra esté todo lo lejos posible de ella.
-Oh, no -Carole arruga la cara de repente-. Creo que empiezo a entender por dónde va esto... -La sonrisa de Ezarel sólo aumenta- ¿Estás seguro de esto, Ezarel?
-Sólo va a ser poner un poco de espectáculo para tener contento al gilipollas este, después de ello, todo volverá a la normalidad.
-No sé si quiero preguntar siquiera... -Me llevo las manos a la cara, antes de arrepentirme de ello porque me había olvidado del maquillaje- No debería hacerlo, pero... Me fío de ti, Ezarel. Que esas dos horas se conviertan en una. Y ya veremos qué hacer con Nevra.
-Hmmm, puedo hacerlo en una hora si nos damos prisa... -Se lo piensa- Cuando Nevra vuelva con el detergente, mandadle al bosque a por Eweleïn. Eso le entretendrá un rato.
-De acuerdo... -Tomo aire- El destino de la Guardia de Eel está en tus manos, Ezarel.
De la garganta del elfo sale un sonido que creo que es una risa, y a mí se me eriza el vello y el pelo de las colas al escucharlo. Mi instinto me está gritando que acabo de cometer un error horrible, pero es ya demasiado tarde porque en cuanto digo esas palabras mágicas, Ezarel sale corriendo para hacer... Lo que sea que va a hacer. Intercambio una mirada con Carole, preocupada, y a punto estoy de preguntarle que qué sabe ella de todo esto...
Click.
-Disculpe, señorita Miiko, no quería importunarla... -El estúpido inspector ha debido de terminar ya de interrogar a Harim, porque viene hacia nosotros ahora- Pero tengo un trabajo que hacer, así que si no la importa que continuemos...
Si le... Si le muerdo podría... Arrancarle la nariz, quizá...
-Tendrá que disculparnos, la señorita Miiko ha tenido un vahído momentáneo -Carole sale en mi defensa antes de que yo pueda cometer ningún acto de violencia, colocándome una mano en el hombro casi como para sujetarme-. Un ligero golpe de calor, posiblemente.
-Quién lo diría, con lo... -Una vez más, los ojos del inspector me recorren de arriba a abajo. En esta ocasión, el gesto se me hace mucho más repugnante que en veces anteriores- Fresca que va.
... eso es lo que me pasa por vestirme así...
Es extraño, porque otras veces que me he vestido de corto para el otro inspector, no me he sentido tan mal. Viejo verde que era, no dejaba de mirotearme, y alguna vez ha intentado poner su mano en sitios que no correspondían, pero con un manotazo se le espantaba, como a una mosca. Eweleïn me ha dado mucho la chapa al respecto pero, sinceramente, si puedo aprovecharme de las perversiones de un viejo verde para mantener mi Guardia a flote, no me importa vestirme de fulana una vez cada cuatro años. Dicho eso... evidentemente, no, no me gusta tener que exponerme. Ya sé que mi ropa del día a día es bastante fresca también, y hay mucha gente que dice que sólo combinándonos a Leiftan y a mí conseguiríamos hacer un atuendo completo, pero este vestido es... Algo distinto, algo a lo que no estoy acostumbrada y no me gusta, aunque sólo sea porque lo he vestido para otra persona y no para mí misma.
La cosa es que, aunque el otro hombre era un viejo verde mirón, él no me... Hacía sentirme incómoda de esta manera. Al menos con él, sabía lo que había. Pero con este tipo...
Siento la mano de Carole hacer fuerza en mi hombro. Leiftan y Valkyon intercambian una mirada por un instante, y luego ambos miran al inspector.
-Ese tipo de comentarios no son bienvenidos -Dice Leiftan, llevándose una mano a la cadera.
-¿Dice eso porque usted va bien fresco también? -El inspector le cuestiona, casi con una sonrisa. Eso claramente enfada a Leiftan.
-Voy como me da la gana ir. Si tiene algún problema con mi vestuario, anótelo en su cuaderno, pero creo que el Consejo General tiene otras preocupaciones más importantes además de debatir cómo nos vestimos en Eel...
Click.
Dejad de provocarle, dejad de provocarle...
-¿Podemos seguir con la visita? -Interrumpo antes de que esto pueda írsenos aún más de las manos- ¡Ya que estamos aquí, podemos dar un paseo por los jardines! Hay... Muchas cosas que ver en la Guardia.
-Por supuesto... Veamos esos jardines.
Click.---
(Narra...)
-Hmmm, hmm, hm- Hm, tudu-duru; sugar, we’re going down swinging... I’ll be the hmmm, hm, hm, turu-duru...
Toc, toc, toc.
Escucho toques en la puerta de mi habitación e interrumpo mis tarareos, cortado a medias en lo que intentaba adecentarme. En el reflejo del espejo veo mi cara de sorpresa al escuchar el sonido... La verdad es que no estaba esperando una visita ahora. Me estaba preparando para la cita... Como puedo, porque... Tampoco sé qué preparar... Estoy... Estoy bien, ¿verdad? Hmm... N-no sé qué hacer con el pelo corto, aún siento que me falta algo sin el flequillo...
TOC, TOC, TOC, TOC, TOC.
Madre mía, menuda urgencia... Ya se puede estar muriendo alguien...
Me acerco a la puerta de la habitación para abrirla, después de un grito para rogarle al misterioso tocador de puertas que no me toque más la puerta. Al otro lado de la puerta tocada me encuentro con una cara que no me esperaba ver. Bueno, a medias. Sé que tenemos algún asunto pendiente.
-¿Qué, ya se te ha pasado la llorera por la muerte del Merry? -Me burlo un poco, a pesar de que yo también eché mis lágrimas cuando me tocó narrar la secuencia- Lo siento, pero hoy no tengo tiempo para seguir contándote historias. Otro día... ¡Eh, ¿quién te ha invitado a pasar?! Qué... ¿Q-qué te pasa en la cara? Estás... Estás dándome miedo...
>>¡No, suéltame! ¿¡Qué haces!? ¿¡Qué es esa jeringa!? ¡No! ¡SOCORRO! ¡¡SIMONN!! ¡¡NOO!! ¡¡EZAREL, SUÉLTAME!! ¡¡NOOOOOOOOooooooooooooooooo...---
(Narra Valkyon)
A pesar de mi posición como Jefe de Obsidiana, y a pesar de la fama que me precede, me considero un pacifista.
Herir a la gente está mal, al igual que lo está usar la violencia gratuita para solucionar los problemas. El diálogo y la razón deberían ser las únicas armas a empuñar. La sangre no ha de derramarse entre faéricos, pues somos todos hermanos. Toda esa parafernalia. Desgraciadamente, en la sociedad en la que vivimos, a veces la opción más sencilla involucra la vía de la violencia.
Por ejemplo.
Todo esto se resolvería abriéndole el cráneo a este gilipollas de un martillazo.
-Sí, sí, desde luego, el puesto de pasaje en la Gran Puerta es una gran mejora en la seguridad de la Guardia... ¿Entiendo que han debido hacer algo similar en la entrada subacuática, no? ¿Y cómo gestionan las entradas de aquellos faéricos que son capaces de llegar por aire?
Click.
Esto no está yendo nada bien.
A pesar de que Miiko se esfuerza en sonreír todo lo que puede y más, en sus ojos veo que cada vez que el inspector pulsa su lápiz de tinta, pierde años de vida. No sé cuánto alcanzan a vivir los kitsune, la verdad, pero me preocupa seriamente que Miiko no sea capaz de sobrevivir al día. Por eso, antes de dejar que la maten... Sería más sencillo simplemente... aplastarle... de forma súbita y violenta contra la roca más cercana.
Se supone que Ezarel tiene un plan, pero nadie sabe a dónde ha ido Ezarel ahora mismo. Desapareció de repente, y cuando volvió Nevra con el detergente Miiko le mandó a él a buscar a Eweleïn al bosque, así que ahora mismo sólo estamos Leift, Carolina, Miiko y yo. ... ¿Era Carolina...? Sé que era Carol, pero...
-Y una vez que ha terminado usted de pasearme por todos los rincones de ese CG -El inspector se gira a mirar a Miiko por encima de sus gafas, y ella muestra una sonrisa que refleja el brillo del sol. Da un poco de miedo verla tan sonriente. Es casi antinatural-, ¿se puede comer aquí, o...? Creo recordar que hemos pasado por una cocina en algún momento, ¡ah, sí...! La del cocinero grasiento. Me encantaría poder probar bocado, si fuera posible.
-Por supueeeesto que lo es -Miiko habla con ese tono meloso que lleva usando todo el día-. Vayamos a la cantina entonces. Estoy segura de que Karuto tendrá preparado algo delicioso para nosotros.
Estoy seguro de que Karuto tiene reservado un plato sólo para este hombre en el que ha escupido tres veces.
Comenzamos el camino de vuelta al CG en un silencio tenso. Miiko sigue sin borrar esa sonrisa de la cara y Carol la mira con aire preocupado de cuando en cuanto, sin prestarle mucha atención. Intercambio una mirada con Leiftan por un instante, siendo que somos los dos que vienen cerrando la comitiva. Disimuladamente hago un gesto con mis manos, simulando la acción de... destapar un tarro, salvo que el tarro es un cuello y la tapa una cabeza. Los ojos de Leiftan se abren con escándalo por unos instantes, pero después me hace un gesto que me hace saber que él también se ha debido plantear la idea al menos un par de veces ya.
-He de decir, Miiko, la evaluación de su Guardia no está siendo muy positiva -El inspector pronuncia esas palabras mientras entramos en el edificio del CG, hojeando su cuaderno en el cual... Ha escrito bastantes cosas, parece... Veo muchas exclamaciones-. Eso no es algo bueno.
No me digas.
-Ahahaha, ¿sí? -Por un instante, Miiko se queda completamente quieta, pero luego se gira para mirar al hombre aún con su sonrisa- Oh, vaya... Estoy... Segura de que aún podremos hacer algo para... Hacerle cambiar su opinión. ¡La Guardia de Eel tiene mucho que ofrecer!
-Oh, lo dudo. Lo que he visto de este sitio, que para mí es ya más que suficiente, ha resultado ser lo que yo esperaba: un completo desastre gestionado por una panda de incompetentes, y usted la que más.
Estoy hasta un poco perplejo al oír eso, y me lo tengo que pensar dos veces para enterarme de que lo he escuchado de verdad y que no ha sido una alucinación.
¿Qué tipo de persona simplemente dice eso? Es tan... Agresivo, incluso sin son sólo palabras. Sé que la Guardia de Eel es un desastre a veces, y cada vez me voy dando cuenta de que hay cosas de ella que me gustan cada vez menos, pero de ahí a lo que ha dicho él hay una clara diferencia. Y, sinceramente, lo que más me ofende de todo eso...
Es que se lo ha dicho a Miiko. Sus palabras han ido directamente dirigidas a Miiko. Y sé, porque lo veo en su cara cuando la sonrisa se le cae, que eso le ha hecho daño.
Y no me gusta que le hagan daño a Miiko.
Leiftan no me interrumpe cuando me ve avanzar un paso en dirección al inspector, Miiko está demasiado sorprendida por las palabras que ha oído y si Carol no dice nada es porque también avanza un paso hacia él...
Pero de repente, en el silencio cargado de tensión, cuando está a punto de terminar la vida de este hombre, se escucha un sonido inusual que por un momento consigue distraerme. Como un... claqueteo de madera. Y, acto seguido...
-¡Kyah~!
Un grito que se escucha desde lo alto de las escaleras a nuestra derecha. Por el rabillo del ojo veo un borrón de color azul que se precipita en nuestra dirección, y mis reflejos se anteponen a mi ira y me hacen alejarme dos pasos para evitar la colisión...
Que termina por ser contra el inspector, que es incapaz de apartarse a tiempo. Se escuchan dos gritos con el impacto, uno de voz masculina y otro de voz femenina, y el borrón azulado y él caen al suelo con mucho estrépito y un sonido doloroso por parte del inspector.
-¡¡MI ESPALDA!!
Ha sucedido todo muy rápido, pero me esfuerzo en analizar... Lo que sea que ha pasado. Alguien parece haberse caído por las escaleras, impactando directamente contra el inspector, y ahora ambos están en el suelo. Con los ojos estudio a la figura misteriosa vestida de azul. Es una mujer a la que tengo la sensación de haber vist...
Ah.
La he visto antes.
Por supuesto que sí.
No podría olvidarme de su rostro.
El color azul de sus ojos es inconfundible, así como la belleza que se esconde en ellos. Pelo lacio, oscuro y brillante cae con elegancia sobre sus hombros y con timidez sobre su hermoso rostro, tapando parcialmente una de sus cejas, y parece una lástima perder parte de las facciones que embellecen su cara, porque cada una de ellas es a cuál más hermosa. Todo en ella inspira un aire de elegancia y belleza casi antinatural, como si hubiera un hechizo puesto en ella para cautivar a todo el que la mire, y debe ser que algo así debe estar pasando, porque soy incapaz de apartar los ojos de ella... Y sé que no debo ser el único porque, además de las quejas del inspector, todo lo que escucho en el silencio en el que apreciamos su belleza son leves exclamaciones de sorpresa al ver, algunos por primera vez, el ejemplo del arte hecho mujer.
... no sabía que tenía yo una vena de poeta.
-¡Y ahora me atacan! ¡No puede estar uno un minuto tranquilo en esta dichosa Guardia, ni uno! -El inspector grita y hace aspavientos, claramente molesto por la situación- ¡Quítateme de encima, condenada muj...!
Es entonces cuando la ve. Sus ojos se fijan en los de ella cuando alza levemente la cabeza y sus miradas se cruzan. La suya está cargada de la inocencia más pura, y la de él... Toda muestra de enfado desaparece de su mirada al caer en el pozo sin fondo que es el azul de esos ojos.
... quizá debería escribir un libro.
-Oh... -La voz de ella sale melodiosa y suave, cálida como el abrazo de una madre (no tengo madre así que no sé cómo se siente pero imagino que será algo así)- Lo... Lo siento muchísimo, ¿se encuentra bien...?
El inspector enmudece. Toda la sala lo ha hecho, en realidad, y nadie parece saber cómo reaccionar a la situación inesperada de la bella joven cayendo sobre el... No se me ocurren palabras bonitas para describirle. El tío. La bella joven se ha caído sobre el tío.
-Oh, no... ¿Le he hecho daño? -Ella vuelve a hablar- He tropezado por las escaleras, y... ¡Oh! ¡Usted me ha salvado! Ha sabido cogerme en brazos y me ha protegido para evitar mi caída... ¡Oh, gracias, mil gracias!
Es entonces cuando ella sonríe.
La verdad es que siento que me da un vuelco el corazón en el pecho al ver la sonrisa, lo cual es raro, pero sé que no soy el único porque el inspector se sonroja violentamente.
-Y-yo... ah... -Mira a la belleza que aún tiene encaramada encima con ojos muy abiertos, casi incrédulo por el hecho de que alguien así exista en el mundo y que casualmente haya ido a tropezarse justo encima de él- Y... ¡N-no ha sido... nada! N-no ha sido nada, por supuesto que no, ¡a-al contrario! Me... siento encantado de poder ayudar a... Ejem, a una señorita como usted...
-Aún así, ¡gracias! -Ella aún sonríe. La temperatura de la sala parece aumentar por cada minuto que mantiene la sonrisa, cómo si esta fuera el mismo sol- No todo el mundo hubiera podido detenerme. Pero usted sí, ha sabido reaccionar tan rápido, con tanta agilidad, y me ha salvado con sus fuertes brazos...
-¡P-por supuesto!
Se te ha caído encima. Todo lo que has hecho es estar en medio.
-¿Puedo preguntarle su...? ¡Oh, no! Discúlpeme, permítame que me levante...
Con un gesto aparentemente torpe, ella va a ir a incorporarse de encima del hombre, pero de alguna forma extraña parece que sus piernas se han enredado entre sí y les cuesta un poco coordinarse, sin querer se pegan un cabezazo mutuo con el que ella se ríe y él se sonroja, ella se apoya en el hombro de él... El resto de los que estamos aquí no decimos nada. Miiko aún observa ojiplática, Leiftan mira en todas direcciones buscando una explicación (Ezarel en lo alto de las escaleras con una sonrisa enorme en la cara) y Carol se tapa la boca no sé si para evitar gritar o para evitar echarse a reír.
Al final, entre los dos consiguen ponerse en pie, y ella recoge el cuaderno y el lápiz de tinta del hombre para poder entregárselos.
-¡Y con eso estamos...! -Eso dice una vez terminada la tarea, dejando que sus manos rocen con las del inspector cuando se lleva a cabo el intercambio de objetos, y después adopta una pose formal algo rígida pero desde luego muy grácil y casi protocolaria, colocando ambas manos cruzadas al frente de su kimono- Ah, dígame, ¿no será usted el famoso inspector que venía a evaluar nuestra Guardia hoy?
-S-sí... -Él parece un poco falto de palabras, pero tras unos instantes y un carraspeo, parece recuperarse- ¡E-efectivamente, soy yo!
-¡Es un honor conocerle! -Con aire de alegría, ella da una palmada entusiasmada. El gesto es adorable- Dígame, ¿está disfrutando de nuestra Guardia? ¡Espero que sí! Oh, amo a la Guardia de Eel. Me ha cambiado la vida, ¿sabe? Sin ella... Oh, no quiero ni pensar dónde estaría yo sin la ayuda inestimable de la generosa Guardia de Eel. Desde luego, no aquí hablando con usted, eso está claro. ¡Ji, ji!
-Ah... -Al escuchar la risa, el hombre vuelve a quedarse sin palabras y casi parece que sin aliento- La... Gua... E... Aaa... La Guardia de Eel...
Finalmente... Finalmente, parece que su cerebro vuelve a ponerse en marcha, y él se pasa una mano por el pelo entre los cuernos mientras ofrece su mejor sonrisa.
-¡La Guardia de Eel es un sitio extraordinario! Desde luego que lo es, sí, ¡por supuesto! Dígame, señorita, ¿podría llegar a conocer su nombre, si no fuera mucha impertinencia? El mío -Sin esperarse a que ella pueda hacer nada, coge su mano para hacerle un elegante besamanos, al que ella reacciona con una sonrisilla que no sé si es de “jiji, qué mono” o de “por qué me estás tocando, baboso”. Quiero apostar por la segunda-, es Riko Marguose. Es un honor y un placer conocerla, señorita...
-Hiroko Fujimori.
Rápidamente, ella retira su mano de la del inspector, y en su lugar hace una reverencia educada que deja que un largo mechón de pelo se escurra por encima de su hombro.
-El placer es mío. Espero que nos llevemos bien.
Huehueh. Una tontería de tono algo más ligero porque me apetece hacer tonterías y divertirme un poco. Como avisé, el sexismo y la misoginia aquí van a haber a cascoporro, por eso me he llevado a Eweleïn fuera porque si no ella le ponía los puntos sobre las íes al inspector bien prontito. Todo saldrá bien, por supuesto, porque este es un capítulo de relleno... Sigue siendo canon, eso sí, así que Miiko sigue sufriendo.
En fin. Vamos ahora a hablar sobre cómo va a ser el horario durante las próximas semanas porque están pasando cosas en mi vida (?
La semana que viene tengo una intervención médica que me va a dejar incapacitdo un tiempo. Eso significa que quizá me pase tres semanas escribiendo como un poseso, o quizá me pase las tres semanas llorando en la cama o a lo mejor me quedo en el quirófano pero no vamos a pensar en eso. Como no lo sé, simplemente voy a avisar de que durante al menos tres semanas, quizá un mes, es muy posible que no nos veamos. Depende de cómo me vaya encontrando, pero el tiempo que tengo que pasar en reposo, prefiero tomármelo con calma y no tener que andar pensando en si tengo que actualizar o no. A lo mejor a la vuelta tengo 37 capítulos escritos y los publico todos de una, quién sabe (??
Bueno. Ya nos veremos cuando sea que volvamos a vernos. Sea cuando sea eso, os mando muchos besitos y os mando buenos deseos <3 Nos vemos cuando sea. ¡Chao! Ah, y, ¡gracias por leer!
Desconectado
#112 El 19-05-2022 à 21h01
Hola∼
Primero que nada buenos días... Algo tarde igual.
12
Esto solo ha sido un capítulo calmado en el que se han realizado los procesos políticos y burocráticos correspondientes
Y todo gracias al best boi .
13
Ay diosito después de tanta arena se nos acaba el capítulo.
Bonito lo de Hiiro y Simonn fugándose juntos, me da esperanzas (y me recuerda que yo también tendría que haberme fugado de muchos sitios).
No Alessa tío guay como que no eres ciego?
NO Alessa manos fuera ya. Al best boi no.
Pensé que Leiftan había dejado los pensamientos paranoicos pero se ve que no.
Maravillosa la historia del sombrero roño- desgastado que ha visto más mundo que yo que se.
Imagen mental de Harim esnifando pimienta (no es buena idea hacerlo).
Voy a ignorar la charla en la sala del cristal de después de todas las misiones.
¿Alguien más huele eso? ¿Capítulo especial con Hiiro brownie jugando con Yurio?
También voy a ignorar el trapicheo de carpetas oficiales.
Alessa ya no eres muy guay pero sigues siendo un poco guay y empiezo a sentir esa especia de compasión que siento por El Sombreros contigo.
Yo también me quedé con las ganas de leerlo.
Interludio 14
Esto solo ha sido algo bonito en el adora la relación de Harim y Khash, aunque este sigue dando un poco de yuyu.
Del Capítulo R.3 no voy a decir nada porque aún no me lo leí y me da un poco de miedo pero ya le llegará el momento.
Desconectado
#113 El 04-06-2022 à 15h35
Vuelví e.e y esta vez no se me ha acumulado nada, lo que esbien porque así no me tiro el día en el pc, pero también mal porque sólo hay uno :c
...
''me está intentando romper el espacio-tiempo y crear su propia realidad paralela a lo que quiero hacer con la historia'' Sí a todo ¬¬
Tengo en cuenta los malditos chistes de pera... Pero Alessa o.o
''Hiiro y Ezarel conectando a través de Hiiro contándole historias de anime es lindo (?'' Necesito que se forje una amistad sólida a través de ello por favor xD
... ¿En serio no hay buzones? Pues por debajo de las puertas o.o
'' ¿Por qué hay sólo una persona encargada de decidir si la Guardia de Eel es apta para seguir operando o no y es un viejo verde amigo del antiguo Líder de la Guardia? ¿En qué tipo de sociedad vivimos?''
''-¿No podrías... -Se lo piensa un segundo- vestirte un poco más... guarrilla?''
...Vale, por una parte me alegro de que al final la inspección no se haga de rositas por un viejo verde, pero qué tío más estúpido xD
¿Pero cómo quieres que no me caiga bien Alessa? Guapo, mi rey, precioso, te comía to lo negro muy bien reventao está ese boli.
Karuto te adoro.
'' Nuestros métodos son buenos, pero tenemos que adaptarlos al nuevo viejo verde.''
Jo, me había hecho ilusiones.
HOSTIAS ACABO DE CAER QUE ESTÁ HABLANDO DE HIROKO o.o
''-Voy como me da la gana ir. Si tiene algún problema con mi vestuario, anótelo en su cuaderno, pero creo que el Consejo General tiene otras preocupaciones más importantes además de debatir cómo nos vestimos en Eel...''
''... quizá debería escribir un libro.''
Ezarel es un genio... Aunque también te digo que quién se resiste a Afrodita... xd
Me ha gustado mucho el cap, la verdad es que no sabía cuánto necesitaba algo así, ligero de leer, sencillo y divertido, me ha venido estupendo, sinceramente.
''La semana que viene tengo una intervención médica que me va a dejar incapacitdo un tiempo'' cómo???? D: no tenía ni idea (o me has contado algo y no me acuerdo??), espero que estés bien :c
Cuídate mucho por favor, que tienes que seguir el fic D:
·
Desconectado
#114 El 16-06-2022 à 18h13
TOY VIVO
Perdón por el retraso, me he ido un poco de tiempo. ¿Qué tal? Por si alguien se lo preguntaba, yo muy bien. Todo perfecto y chachi pistachi salvo que me he pasado unas semanas convirtiéndome en una seta pegado a un sillón, pero ahora está todo perfecto así que vuelvo con fuerza (?
Tenemos comentarios, vamos a haber qué nos dicen.
Maera
Hola, hola~ Buenas tardes a ti también (?)
Bf que ya se me ha olvidado de lo que ha pasado en la historia y todo, a ver si me acuerdo (? Ah, capítulos aburridos de burocracia, efectivamente, las partes más apasionantes de esta historia xd Al menos Simonn las hace interesante.
No más arena... Salvo la que se hayan traído de vuelta en el equipaje que seguro es mucha. No sé de cuántos sitios te quieres haber fugado (?), pero yo soy partidario de fugarse de cualquier lugar en el que uno no esté a gusto... Salvo de la cárcel (? Alessa muy guay pero debería estarse quietecito. Leiftan es un conspiracionista en su corazón (? El día que Eldarya vuelva a hacer una fiesta de los familiares, tendremos capítulo de Hiiro gatuno jugando con Yurio (?) Pobrecito Alessa, qué se traerá entre manos.... (?
Khash seguirá siendo rarite siempre, pero al menos ¿parece? que se preocupa por Harim... ¿no?
El capítulo R3, cuando le quieras está ahí (? No sé si te pierdes mucho, pero yo me lo paso bien escribiendo esas paridas (?
Kadia
Vuelbienida (? No te has perdido mucho desde la última visita, como verás (?
No puedo romper la historia, Kadia. Tengo unos planes. No puedo romper los planes. Si los rompo... No sé cómo mandar a esta gente a una isla desierta Ni siquiera son tan fan de Queen... Ya me dirás de dónde peines va a sacar Kevin líquido de lentillas en Eldarya... Hiiro tiene demasiados amantes y se va a formar su propio tome el tío YA BASTANTE TIENES CON-
A ver el lío (?
El problema de las puertas es que LAS PUERTAS NO ESTÁN NUMERADAS. Lo único que hay para indicar cuál es la puerta de cada quién es la decoración de encima de la puerta, y ya me dirás quién va a tener ganas de aprenderse a quién corresponde cada puerta. A mí no me mires, mira a las ilustraciones del juego.
Miiko lo que quiere es no sentirse sola en su putivuelta, por eso busca apoyo en Carole (?) Hmmm... no sé qué has dicho que le vas a hacer a Alessa, pero no tengo muy claro que él consienta (?)
Ezarel cortejando gente... No, pero... HmmmMmMmMmmMMM (???????????) Por supuesto que está hablando de Hiroko, mucha Erika y mucho Leiftan pero el amor verdadero de Ezarel es Hiroko (?)
Ezarel es un genio pero aún no se le ha ocurrido ir a entregarle a El Titiritero un paquete de regalo con Hiroko atada con un lacito. Hacen eso y El Titiritero dejaría todos sus planes oscuros. Como bien has dicho, no hay quién pueda resistirse a ella. A mí también me es muy diver escribir estos capítulos, porque puedo tomármelo un poco menos en serio (? Al final son sólo tonterías, te echas una carcajada o no y ya está.
Todo bien, no preocuparse, no me he desangrado aún, todavía se me pueden abrir las incisiones y todo está bien (?)
¡Gracias por los comentarios! Van respondidos con retraso así que me disculpo por ello u.u ¿Más vale tarde que nunca?
--
Yyyyy vamos que nos vamos con la segunda parte del Capítulo R3... Pero antes...
/!\ ATENCIÓN: Aviso de contenido /!\
Este capítulo contiene cantidades desorbitadas de misoginia y comentarios muy poco agradables, junto con algunas dosis de lenguaje bastante fuerte en algunas escenas. No sé hasta qué punto esto puede ser desagradable para algunas personas; pero simplemente quiero que quede constancia de que eso no está bien.
Con eso dicho,
Capítulo R3.2.-
(Narra Valkyon)
-Qué está pasando. Qué está pasando. QUÉ ESTÁ PASANDO.
Miiko continúa gritándole a la pobre Hiroko, que ahora mismo está mirando al suelo con aire de derrota, como lleva haciendo desde que Ezarel se ha llevado al inspector para limpiarle de una vez por todas la mancha de tinta que tenía en la camisa.
Ha pasado todo muy rápido. Poco después del encontronazo entre Hiroko y el inspector, antes de que nadie pudiera hacer ninguna pregunta, Ezarel ha aparecido de la nada para hacer su intervención.
-Ooooh, ¡aaaah! Estabais aquí, vaya. Oh, señor Marguose, ha debido conocer usted ya a nuestra encantadora Hiroko. Es la alegría de la Guardia, ¿sabe? Todo el mundo la adora, cómo no hacerlo...
-Sí, puedo... Ver el encanto... -El inspector seguía con los ojos fijos en Hiroko, incapaz de apartarlos de ella, y Hiroko en respuesta le estaba dando la mejor de sus sonrisas.
-Aquí nuestra querida Hiroko está en la Guardia Absenta, no pude evitar tomarla bajo mi ala como mi aprendiz después de su llegada súbita a la Guardia... Ah, Hiroko, ¿por qué no le cuentas tú la historia? Estoy seguro de que al señor Marguose le gustaría oír sobre tu experiencia en la Guardia.
-Me encantaría, pero... -Ella se llevó una mano a la mejilla, con cara de dilema- No quiero distraeros... Estoy segura de que estáis muy ocupados de la visita, no querría robaros un tiempo valioso...
-No, no, no... -El inspector intervino en seguida- Estaría encantado de escuchar la visión de alguien de dentro de la Guardia... Especialmente de una jovencita tan encantadora...
-Ah, ¿de verdad? -Ella dio una pequeña palmada de entusiasmo- Entonces... ¡Oh, ya sé! ¿Quizá podría unirme a vuestra comida, entonces? Así aprovechábamos el tiempo...
-¡Qué buena idea! Pero antes de eso, señor Marguose, ¿cómo es que nadie le ha quitado esa mancha de tinta de encima? Un caballero como usted no puede ir así por la vida, oh; no, venga conmigo a la sala de alquimia, que pienso quitarle eso...
-Qué.. uhm...
-Nos vemos ahora -Hiroko se despidió de él agitando la mano suavemente, mientras que Ezarel se llevaba al inspector a rastras hacia la sala de alquimia.
Y el resto nos hemos ido al comedor, donde todos intentamos encontrarle algún sentido a la situación e intentamos ignorar las miradas que vienen desde todos lados de la sala. Miiko continúa vociferando, Leiftan mira a Hiroko con ojos muy abiertos y Carole y yo esperamos pacientemente a que se pase la tormenta inicial para ver qué es lo que vamos a hacer con esto ahora.
Todo lo que yo quiero es que nada de esto involucre un gatog*rfio, por favor.
Miiko finalmente debe de quedarse sin energías para gritar, y simplemente acepta que esta es la situación en la que estamos y que no va a cambiar por mucho que ella lo intente, y casi jadeante mira a Hiroko esperando que las respuestas al por qué de la vida y la creación del universo aparezcan solas de repente.
-¿Es esto real? -Pregunta simplemente- ¿Eres de verdad? ¿Existes?
-¿Pienso, luego existo? -La respuesta de Hiroko viene algo dubitativa- Miiko, créeme. Nadie odia esta situación más que yo.
-Cómo puede ser esto posible -Ahora Miiko retrocede un paso, aceptando que esta es la realidad al fin-. De dónde has... salido...
-Mira, Miiko, yo tampoco sé nada de esto. El psicópata que tengo por jefe ha aparecido de repente en mi habitación, me ha pinchado con una jeringa y me ha dicho que tenía que hacerle de geisha a un pavo insoportable. Y ya está. Ese es todo el contexto que me ha dado. Me ha vestido con este kimono que no me preguntes de dónde ha sacado porque no lo sé, me ha peinado y maquillado y luego me ha empujado escaleras abajo para que me cayera encima del otro tipo.
-Entonces eres... -Leiftan la mira con ojos muy abiertos- Eres... ¿Hiiro...?
-¿Sí? -Ella frunce el... Le estoy tratando en femenino, pero debería estar usando masculino, ¿verdad? Debería. Sí. Perdón. Hiiro frunce el ceño- Por supuesto que soy- ¡Sigo teniendo la misma cara!
-Bueno, eso es... -Leiftan se lo piensa- Es que ahora es más... Eres... Umm... -Pone cara de apuro, parece que un poco nervioso- D-déjalo... -Hiiro hace un gesto de confusión con eso.
-Una víctima más que cae ante los encantos de la dulce Hiroko... -Carole hace una mueca de lástima fingida- Este era el plan maestro de Ezarel. Genial.
-Parte de mí quiere gritar por dejar que el destino de la Guardia caiga en manos de Hiiro travestido -La mirada de Miiko tiene ahora una intensidad que casi asusta-, pero otra parte se alegra mucho de que una solución nos haya caído del cielo y además de verdad porque si los aengels no estuvieran extintos, diría que eres uno de ellos, por qué tienes que ser tan guapa.
-¿Qué? -Hiiro se ruboriza un poco al escuchar eso. Se escuchan varias exclamaciones a lo largo y ancho de la sala cuando eso ocurre- L-lo que sea... Ezarel me ha dicho que no va a devolverme a la normalidad a menos que no me encargue de, uh... Seducir a ese tipo.
-¿Sabes al menos de qué va todo esto? -Pregunto. Él niega con la cabeza- Ese hombre es el inspector que han mandado para evaluar la Guardia -Eso al menos lo sabrá, porque así se ha referido a él antes-. No nos está yendo muy bien porque es un gilipollas y está deseando hundirnos.
-Así que en vez de intentar mejorar por nuestra cuenta -Carole habla entre suspiros-, vamos a intentar seducirle para que nos ponga una valoración positiva y no nos cierre la Guardia.
La mirada de Hiiro nos juzga. Bajo el foco de esos ojos intensos y brillantes, me siento no sólo avergonzado, sino sucio, como si no fuera digno ni siquiera de estar en su presencia.
-Lo siento, Hiiro... -Leiftan le lanza una mirada de lástima- ¿Puedes ayudarnos con esto? Parece que... le has caído bien al inspector.
-Mis planes para el resto del día se han arruinado, así que supongo que no me queda otra... -Resopla con resignación.
-No te preocupes -Carole hace una de sus sonrisas pícaras, que a pesar de que ha cambiado la estructura de su cara se parece mucho a la de Simonn-, seguro que Gèrard no tiene problema en mover vuestra cita, aunque posiblemente te pida una compensación por-
-¿¡Tenías una cita con Gèrard!?
Hiiro se sobresalta cuando tanto Miiko como Leiftan como yo mismo soltamos esas palabras a la vez, porque eso desde luego no se lo esperaba nadie. Cuando se recupera del susto, le lanza una mirada incendiaria a Carole, y luego hace una mueca incómoda.
-No importa. Um. No vamos hablar de eso. De hecho, mejor si lo ignoramos...
-Por eso no estaba en la enfermería... -Miiko claramente no tiene ganas de ignorarlo, de hecho se lo está pensando bastante- Tiene sentido... Ah, ¿y por eso Ezarel nos ha pedido que nos deshagamos de Nevra? ¿Porque no quieres que se entere de que tienes una cita con otro chico?
-Q-n- n-no, me da igual lo que piense Nevra de... -Una vez más, sus mejillas parecen sonrojarse- D-da igual.
-Aháaa...
-Pero, bueno, me alegro de que no esté aquí -Admite, un poco a regañadientes-. La verdad es que preferiría si, uh... Nevra no... N-no me viera así.
-Comprensible -Miiko arquea una ceja-. No quiero ni imaginarme el efecto que tendría sobre él si viera tu cara bonita, en serio, por qué eres tan guapa, estoy sintiendo cosas raras.
Miiko dice eso, lo cual es un punto a contemplar, pero, a la vez...
Sé que hay algo más detrás del hecho de que Nevra no pueda encontrarse con Hiroko. No me he llegado a enterar del todo, porque Ezarel y Hiiro cambian rápidamente de tema cuando quiero preguntarles al respecto, pero aparentemente le hicieron... algo... a Nevra la última vez que pasó eso. He escuchado algo de psicofonías y no sé qué historias, pero por la cara que ambos ponen, casi parece que hayan cometido algún crimen de guerra. Como sea, parece que Nevra olvidó completamente todo lo sucedido después del accidente con la flor...
... lo cual también juega a mi favor. Sé que Nevra me vio haciendo... Cosas... Con una joven misteriosa de pelo negro y sin pecas. No ha vuelto a mencionarlo desde entonces pero, ¿sinceramente? No me apetece que se acuerde. Especialmente si su cerebro de murciélago es capaz de hacer la conexión entre la joven misteriosa de pelonegro que estaba revolcándose en el césped conmigo y la otra joven misteriosa de pelo negro que casualmente comparte la misma cara con ella.
... Nevra no puede ver a Hiroko. Bajo ninguna circunstancia.
-No te preocupes -Me cruzo de brazos-. Me aseguraré personalmente de que ese encuentro no ocurra -Parece un poco más aliviado cuando digo eso. Me siento un poco mal por el hecho de que estoy haciendo esto más bien por mis intereses personales...
-¿Puedes ayudarnos entonces con esto, Hiiro? -Pide Leiftan- Va a ser... Una mala experiencia, posiblemente, pero...
-Que sí, que sí -Hiiro simplemente suspira-. Quiera o no, Ezarel ya me tiene atrapado en la telaraña, así que... No me queda otra, si quiero volver a ser “yo”.
-Me encargaré de ir a decirle a Gèrard que la cita se anula porque te has convertido en una chica y tienes que seducir a otro hombre para salvar la Guardia -Carole habla con una sonrisa de oreja a oreja, y Hiiro vuelve a intentar asesinarla con la mirada, pero ella se deshace en polvo con una risa antes de que eso pueda ocurrir.
-All of this because mum was missing an ingredient for dinner...
-¿Qué murmuras? -Miiko mira a Hiiro alzando una ceja.
-Nada, nada... -Un suspiro se escapa de sus labios pintados de rosa- Queee... Vamos a poner en marcha el plan maquiavélico de Ezarel.
-¿Hay un plan? -Ahora soy yo el que habla con sorpresa.
Hiiro se acerca a la barra del comedor, que ahora mismo esconde la cocina detrás de las cortinas que Karuto ha puesto para intentar hacernos pasar por alguien elegante. Da unos toques sobre la misma, como si estuviera llamando a una puerta, y después de unos instantes la cortina se descorre un poco, dejándonos ver a Karuto y... Sorpresa, Erika, que por alguna razón le está haciendo compañía ahí dentro.
-¿Habéis terminado ya? -Pregunta Hiiro, y Erika asiente.
-¡Sip! Una petición un poco rara y repentina, pero ya está todo... -Cuando nos ve al resto, pone cara de sorpresa- Anda, hola. ¿Vosotros también vais a uniros al picnic, o qué?
Todos intercambiamos una mirada confundida. Al final, es Miiko la que hace la pregunta.
-¿Picnic?---
(Narra Hiiro)
El sol brilla radiante en un cielo despejado, pintado de un maravilloso color azul. A pesar de eso, no hace calor, porque corre una brisa muy agradable que hace que se revuelva mi pelo y que se agiten las copas de los árboles. Con eso, pétalos rosados caen desde el cerezo centenario, descendiendo en una danza primaveral. En ocasiones, sobre el suelo. En otras ocasiones, sobre la ropa. A veces, sobre mi cabello, o sobre el de mi acompañante, como es en esta ocasión.
-Ah... -Le doy a mi voz un tono de sorpresa- Por favor, permítame...
Estiro una mano, para poder llegar hasta el pétalo juguetón y retirarlo del pelo del inspector con un movimiento suave, procurando inclinarme en su dirección cuando lo hago y mirarle a los ojos en todo momento. Cuando atrapo el pétalo, se lo enseño y luego le dedico una sonrisa.
-Así mejor. Son muy revoltosas estas flores, ¿no cree?
-S-sí... Lo... son...
QUIERO VOMITAR.
¿¡Por qué estoy haciendo esto!? ¿¿Por qué está este tipo siguiéndome la corriente?? ¿Holaaaaaa? No entiendo nada.
No entiendo por qué puñetas se ha decidido que tengo que ser YO el que se encargue de encandilar a este hombre. No entiendo por qué se ha decidido que NADIE tiene que seducirle, ¿¡qué tipo de evaluación es esta!? En serio, ¿qué está pasando? Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Procuro que mi cara no me traicione y refleje mis pensamientos internos, aunque para mis adentros esté gritando. No va a servirme de nada cuestionar esta situación, nada más que para enfadarme. Simplemente tengo que asumir que esto está pasando, lo quiera yo o no, y que tengo que conseguir que este hombre esté contento o si no... Eh... ¿Cierran la Guardia de Eel? ¿Pueden hacer eso? No lo sé.
Como es obvio, toda esta situación no me tiene para nada contento, por más de un motivo. Pero si me tengo que resignar y montar el espectáculo. Pues. Bueno. Al menos pienso hacerlo bien, para desasociarne todo lo que pueda de la persona de "Hiroko".
Al menos esto no es peor que el último picnic que tuve.
-Aaah... -Dejo que un suspiro escape de mis labios- Esto me recuerda... Me recuerda a mis días en el mundo humano, con mi familia, cuando nos reuníamos para celebrar bajo los cerezos la temporada de hanami... Quizá es por eso por lo que me gusta tanto este lugar, ¿sabe? Estando cerca de este árbol siento que estoy cerca de ellos. Oh, cuánto les extraño. Pero, sí, este es mi rincón favorito del CG... ¿No es precioso?
Una vez más, miro al tiparraco inspector con una sonrisa. Juraría que tiene efecto en él porque por un momento se queda sin respuesta, y después balbucea algo y se centra en la comida.
Un bento, o intento de ello porque está hecho con lo que Erika y Karuto han podido hacer en un intento de cocina de fusión humano-asiática/eldaryana-jadense. ¿El gentilicio de Jade será "jadense"? Lo que sea. Han conseguido hacer algo que más o menos puede pasar por comida humana, y este señor no sólo se ha comido su parte, sino también la mentira que venía con ella...
-A-así que ha... Ha cocinado esto usted, Hiroko, sólo para esta ocasión...
-¡Por supuesto! -JÁ JÁ JÁ JÁ JÁ COCINAR DICE, ¡¡YO!!, JÁ JÁ JÁ JÁ a lo mejor todo esto se solucionaba si le preparo un sándwich- Sé que no es mucho, pero espero que sirva para compensar el que me haya salvado en esas terribles escaleras...
-O-oh, no es... -Sus orejas de ciervo se agitan por un instante- No es nada... N-no se preocupe por ello... -Salvo que aparentemente, le he debido romper la espalda o algo cuando me he caído sobre él, porque no deja de quejarse de ello. Posiblemente se lo merezca, pero aún así me siento un poco mal- He de decir,... Hiroko... Tiene usted muy buena mano para la cocina.
-Oh, ¿eso cree? -Sí... desde luego... Por supuesto...- ¡Me alegro de que piense eso! Ya sabe usted lo que dicen... A un hombre se le conquista por el estómago, así que cualquier mujer que se precie tiene que saber cocinar ♡
Juro que estoy a punto de vomitar al decir la frase, porque siento el regustillo de la bilis y la misoginia subiendo por mi garganta. Conste en acta, ha sido EZAREL el que me ha dicho que dijera esa frase en algún momento.
Mientras que el inspector se ríe de lo que he dicho, yo lanzo una mirada fulminante al elfo en cuestión, que está al otro lado del jardín del cerezo. Él y el resto de la Guardia Brillante también han venido a disfrutar del picnic, pero ellos están un poco más lejos y nos han dejado algo de “privacidad” a nosotros dos... Aunque no dejan de mirarnos fijamente, así que lo de la privacidad es relativa. El único miembro que nos falta ahora mismo es... Nevra.
Lo cual es bueno. Porque Nevra NO puede encontrarse conmigo ahora mismo. Bajo ningún concepto.
Cuando Ezarel caza la mirada asesina que le estoy lanzando, me pone algún tipo de mueca y gesticula con las manos, haciendo algún gesto que interpreto como un “Venga, hazle la pelota, sé útil”. Le hago una mueca de vuelta, y él me responde con otra, ignoro la mirada confundida de Miiko y luego vuelvo a centrarme en el inspector que espero que no se haya enterado de nada de eso.
-Así que -Hablo con el tono más meloso que puedo-. Dígame, ¿cómo está yendo la inspección de la Guarda? Confío en que bien... Todo el mundo aquí se desvive por ayudar a los demás, así que confío en que estemos teniendo una evaluación positiva...
-Eeeeh... -Cuando digo eso, el inspector vacila por unos instantes. Yo no rompo el contacto visual en ningún momento, intentando ponerle lo más nervioso posible- B-bueno... Es, uh... a-algo a determinar aún...
-Ah, ¡por supuesto! -Asiento- No tiene que ser algo fácil de juzgar. El suyo tiene que ser un trabajo difícil, Marguose-san... -Sí, estoy usando honoríficos. Es parte del personaje de Hiroko. Ha salido directamente de un shojo. Si hubiera podido meterme una tostada en la boca cuando me he chocado con él, lo hubiera hecho sin pensármelo dos veces.
-L-le he dicho, puede llamarme simplemente “Riko”...
-Oh, por supuesto -Le dedico otra sonrisa. Voy a tener agujetas en las mejillas después de esto-. ¿No podría decirme en qué consiste su evaluación exactamente?
-Pues, em... -Con lo que parece nerviosismo, se rasca la cabeza- Es, ejem... Una evaluación completamente objetiva, basada, uh... Ciertos criterios y directrices...
-¿Por ejemplo?
-Por ejemplo, ehhh... A-ah, sí, de esto hemos estado hablando antes... -Carraspea ligeramente- Adaptabilidad, inclusión e igualdad de oportunidades...
Ah. Eso es... ¿No era lo que yo estaba esperando? No sé por qué pero pensaba que la evaluación iba a ser algo más... Tipo... Cuántos monstruos voraces ha derrotado la Guardia, o cuántos huérfanos inocentes han salvado, o cuántos fragmentos de cristal han reunido. No sé. Pero supongo que tiene sentido desde un punto de vista administrativo si lo que vienen a revisar es que no estemos cometiendo delitos de odio.
-¡De eso le puedo hablar yo de primera mano! -Antes de que él tenga oportunidad de seguir hablando, intervengo, viendo mi oportunidad para introducir la backstory de Hiroko- Cuando yo llegué a este mundo... Ah, me sentía tan sola y asustada, lejos de casa. No sabía qué estaba pasando, y no hubiera podido sobrevivir un sólo día por mi cuenta... Pero la Guardia de Eel me salvó y me acogió sin dudarlo ni un instante -No como a otras personas a las cuales Miiko arrojó directamente al calabozo, vaya-. A pesar de ser distinta a ellos y venir de un mundo completamente distinto... Desde el primer día me recibieron entre ellos con brazos abiertos, y me dejaron ser, simplemente... Una más. Nunca podré dejar de estar agradecida a Miiko-san y al resto por todo lo que han hecho por mí, a pesar de ser una completa desconocida. Ahora todos ellos son como... Como si fueran familia, ¿sabe? Echo de menos a mis padres, oh, desde luego, pero la Guardia de Eel es mi segunda casa. ¿Sabe aquello que dicen, Riko-san? Home is where the heart is... El hogar es donde está el corazón. Mi corazón está dividido, entre el mundo humano y la Guardia de Eel, pues amo incondicionalmente a la Guardia y a todos mis compañeros, amigos y hermanos que he conocido en ella.
Mientras suelto mi monólogo, el viento sigue soplando, incesante pero aún suave y juguetón, con una brisa amable que desde luego le da bastante más dramatismo a todo cuando mi pelo ondea al viento y los pétalos de cerezo nos arropan.
El inspector tiene los ojos puestos en mí en todo momento. En su mirada veo un brillo que desvela que, aparentemente... Hiroko ha causado una fuerte impresión en él.
¿Por alguna razón?
Como sea, entiendo que algo debo haber hecho bien. Parece que va a hablar, pero vacila un instante y duda. Al final, consigue reunir valor, y, finalmente... Las palabras salen de su boca.
-¿Me enseñaría... su Guardia de Eel, Hiroko? -Habla con voz suave y firme, casi amable. Casi. Yo hago un gesto de sorpresa fingida- Escucho la devoción en su voz... Soy capaz de sentir el amor que tiene usted por la Guardia. Ojalá, ojalá pudiera yo amar como ama usted, Hiroko, con semejante pureza. Me gustaría ver el mundo a través de sus ojos, me gustaría percibirlo como lo hace usted. ¿No me lo enseñaría, Hiroko? La Guardia a la que usted ama.
-Por supuesto... Por supuesto que sí, Riko-san -Suavemente llevo mis manos hasta una de las suyas, atrapándola-. Estaré encantada de poder enseñarle... A amar como amo yo.
BILIS.
Quiero decir. Doki, doki. O algo. No sé. Esto es lo más patético que he hecho en mi vida, he tocado fondo.
Pero evidentemente mis palabras tienen un fuerte efecto en él, porque se sonroja con fuerza y el aire escapa de sus labios, habiéndose quedado sin respiración después de mis palabras. Me levanto, haciendo a la vez que se levante conmigo y, forzando a mi cuerpo, porque ninguno de mis músculos quiere hacerlo, continúo cogiendo su mano mientras tiro de él.
-Venga conmigo, Riko-san -Digo, comenzando a caminar marcha atrás mientras mis ojos siguen completamente fijos en los suyos-. Le enseñaré mi Guardia de Eel.
Él asiente, completamente sin palabras, aún boquiabierto y con una sonrisa tonta en la cara. Al fondo del cerezo, veo al grupo de la Guardia brillante intercambiar gestos silenciosos de júbilo y triunfo.
Me debéis una muy gorda.---
-¡La sala del Gran Cristal! Por supuesto, esta es la habitación más importante de toda la Guardia...
-... y, sin embargo, todo el mundo tiene acceso a ella...
-¡Oh, por supuesto! ¡Todo el mundo debería ser capaz de apreciar el Gran Cristal! Reconozco que cada vez que lo veo, me quita el aliento, es tan... Azul... Oh, además, Miiko-san está siempre aquí para que podamos localizarla fácilmente... Y siempre tiene un ojo puesto en el Gran Cristal. La admiro tantísimo... Es una gran responsabilidad sobre sus hombros, pero consigue llevarla encima y cuidarnos a todos. Es como, una madre, o quizá una hermana mayor...
-Ah... uh... Parece que... Le tiene bastante respeto a... Miiko...
-¡Por supuesto! ¡Cómo no tenérselo! Es gracias a su amabilidad que he podido instalarme tan bien en la Guardia. Por no hablar de todas las veces que se ha... portado taaaaan bien conmigo... a lo largo de todo este tiempo... Sin que tengamos ningún conflicto... En ningún momento... He, he; pero no hablemos más de Miiko, ¡que me da vergüenza mientras nos está escuchando! ¡Ah! Sabe, alguna vez me han dicho que el color de mis ojos se parece al del Gran Cristal. ¿Qué opina usted? ¿Hmmm?
-E-eh, a-aah... Hum... O-opino que tiene usted u-unos ojos muy bonitos, Hiroko...
-¿Sí? ¡Ji, ji! ¡Me alegro! Oh, oh, ¡aún tengo muchas habitaciones que enseñarle...!---
-Esta de aquí es la herrería... No solemos usarla demasiado, son sobre todo Jamón-san y Valkyon-san los que la usan, pero ocasionalmente el resto tenemos que venir por aquí también. Me acuerdo, poco después de llegar Valkyon-san me regaló una espada y prometió entrenarme... Aún no soy muy diestra con ella, pero intento practicar un poquito todos los días. Todo el mundo es tan amable y comprensivo conmigo... Me ayudan a entrenar y no se enfadan cuando cometo algún error. Verá, yo soy un poco torpe, como ha podido ver antes cuando casualmente me he caído por las escaleras. Continuamente me tropiezo y me hago daño a mí misma... Si ve que vuelvo a caerme, agárreme fuerte, ¿vale? Justo como ha hecho antes...
-S-sí, p-por supuesto, faltaría más...
-¡Muchas gracias! Usted es muy amable también, Riko-san. Ah, ¿quizá querría unirse a la Guardia?
-Eh, ehehé, no sé yo si...
-¡Oh, qué cosas digo! Disculpe... sé que tiene que estar muy ocupado con sus cosas de inspector en la otra punta del mundo. Usted también tiene una labor muy importante, como nosotros en la Guardia... Cuando vuelva, no se olvide de mí, ¿vale? Le estaré animando para que haga un buen trabajo, incluso en la distancia.
-No... No creo que pudiera olvidarla, Hiroko...
-¡Oír eso me hace feliz...! Ah, ¡venga conmigo! Voy a enseñarle una de mis habitaciones favoritas de la Guardia...---
-¡Este es el laboratorio de alquimia! Oh, he aprendido tantas cosas aquí. Ezarel-san es un profesor estricto, pero bajo su guía he aprendido cosas que en el mundo humano jamás hubiera sido capaz de imaginar. ¡Por ejemplo, por ejemplo! Una vez hicimos hanabi. ¿Sabe lo que es eso?
-De... ¿de eso no ha hablado usted antes? Que lo hacía con su familia en el mundo humano...
-¿Se acuerda de eso? Ah... pensé que no recordaría mis balbuceos tontos... Eso me hace feliz...
-P-por supuesto... L-le presto atención cuando habla...
-Debe ser que es usted el único que lo hace... Es raro encontrar hombres así de atentos y considerados....
-...
-... Bueno, pero no, aquello era hanami. Son dos cosas distintas, me temo, hehe. El hanabi es una exhibición de fuegos artificiales... Son tan bonitos. Iluminan el cielo nocturno con colores fantásticos, y brillan con la intensidad de mil estrellas... Oh, ojalá pudiera enseñárselos. Una pena que no vaya a pasar aquí la noche.
-Quizá pueda hacer una excep-
-No.
-...
-... quiero decir, ¡n-no quiero que pierda usted el tiempo en mis inventos estúpidos del mundo humano, tee-hee! Q-quizá si este verano la Guardia vuelve a organizar un espectáculo de hanabi podamos enviarle una invitación, ahá. Sí, eso estará bien. Hmhá. ¿Qué le parece si pasamos a la siguiente habitación?---
-O-oooooh, a-ahora que lo pienso mejor, q-quizá no sea una buena idea si entramos en la enfermería...
-¿Por qué es eso?
-B-bueno, la enfermería es un sitio en el que no debería entrar uno si no tiene una emergencia, ¿no es así? No... No querriamos molestar a los que trabajan dentro...
-A decir verdad, cuando antes he venido a visitar la enfermería con sus compañeros, la he encontrado bastante... desocupada. Sólo una persona dentro. La jefa de enfermería se había ido a recoger flores y uno de los enfermeros había decidido no presentarse a trabajar hoy porque tenía una “cita”.
-............... A-ah... haha... Q-qué mala suerte...
-Escaquearse del trabajo por algo así...
-Y-ya, hay gente que no sabe mantener la cabeza fría, ¿eh? Ha, ha, lo cuál es irónico porque es un criónido...
-¿Conoce a este enfermero irresponsable?
-Sí... Sí le conozco, Gèr-uh, Gèrard-kun me ha, uh, atendido en algunas ocasiones... A-al final te acabas aprendiendo el nombre de todo el mundo, supongo...
-Ahá... Oh, ¿qué hay del famoso psicólogo? Reconozco que a mí no me causado muy buena impresión.
-Ah, Alessa-san, es, uh... Da un poco de miedo, ¿verdad? Pero es un gran profesional. Desde el primer momento se ha preocupado por todo el mundo...
-¿Miedo? N-no. Pero tiene este mismo aire de rebeldía e irresponsabilidad... ¿Qué tipo de persona se hace tantos agujeros en la cara?
-Ah... ya... uh...
-Más aún, un profesional que tiene que trabajar de cara al público... No sé cómo no le da vergüenza presentarse así ante sus clientes...
-A-ahá. Um. R-Riko-san, creo que estamos estorbando un poco el paso aquí en mitad del camino, ¿qué le parecería si fuéramos a la biblioteca? Aún no hemos visto esa sala, ¿no?---
(Narra Ezarel)
Esto está yendo... Mejor de lo esperado.
Lo que sólo confirma que, como ya intuíamos, soy un genio. Traer a esa mujer ha sido uno de mis momentos más brillantes, posiblemente.
En silencio, ninguno de los miembros del comité de la Guardia Brillante dice nada mientras observamos cómo Hiroko le dora la píldora al inspector gilipollas, contándole nosequé ñoñerías mientras le enseña la biblioteca mil veces mejor de como lo pudiera haber hecho antes Leiftan. Llevamos prácticamente todo el tiempo sin decir nada, y juraría que el inspector hasta se ha olvidado de nuestra presencia, lo cual no es necesariamente malo... Sino al contrario, en realidad.
Mi mirada atenta se centra en ellos y en la conversación que mantienen. El asqueroso no le quita los ojos de encima. Ugh. Me produce urticaria cómo la mira, con ese... Ugh. Es repugnante. Es como si estuviera intentando desnudarla con los ojos. Qué asco.
Hiroko aguanta la babosidad del inspector pervertido como una campeona, sin perder por un instante su radiante sonrisa. Es una sonrisa verdaderamente bonita... Sé que es falsa, pero... Pero, por alguna razón, verla me trae paz. Como si ese gesto... Como si verla sonreír fuera la cura para todos los males que existen en este mundo. Como si la curva de sus labios fuera la respuesta a la incertidumbre y al dolor. Lus labios... Labios carnosos pintados de rosa por mis propias manos, con un tono que no hace más que realzarlos y hacerlos aún más tentadores de lo que ya son.
A mi mente viene el momento en el que la he estado maquillando horas antes en su habitación, después de ayudar a colocar todas las partes del (exageradamente caro) kimono que he comprado a Purriry sólo para esta ocasión. Recuerdo haberme perdido en sus ojos al aplicar el rímel, haber sentido una calidez como nunca antes cuando mis manos han acariciado su rostro al aplicar el colorete, el temblor que han sentido mis manos cuando me ha tocado aplicar el dichoso pintalabios, mientras contenía la respiración... Mientras luchaba con toda mi voluntad contra la extraña sensación de magnetismo que... Simplemente me pedía que me acercase a ella... Que la tomase entre mis brazos... Que rompiera todos los tabúes... Que la bes-
-¿Ezarel?
Mi nombre y un golpe en el brazo me hacen volver a mí mismo con un respingo, y miro alrededor para situarme de nuevo. Ahá, la biblioteca. Varios pares de ojos me observan como si esperasen una respuesta de mí, así que miro a Miiko y carraspeo.
-¿Sí?
-He preguntado que hasta dónde llega tu “plan” exactamente -Habla arqueando una ceja-. Hiiro le seduce con sus misteriosos encantos y el tío se pone contentillo, ¿y después, qué?
-¿Después, qué de qué?
-Ezarel, estás un poco distraído, ¿no? -La comesueños me mira con una sonrisa socarrona en la cara- ¿Tienes algo que te ronda la mente? ¿Alguien, hmmm? -N-no. Deja de inventar cosas...
-No sé qué insinúas... -Vuelvo a carraspear- Si te refieres al plan con el gilipollas, Miiko, creo que no tiene mucho más. Es seducido, se pone contento y se va a su peinetera casa. Ese era al plan original, ¿no?
-Sí, pero... -La veo hacer una mueca y mirar en dirección a la bella y la bestia- ¿Estamos... seguros de que va a ser tan fácil?
-¿Qué es lo que esperas exactamente? -Cuestiona Valkyon.
-No lo sé... -Miiko pone cara de duda- Simplemente me parece que se ha solucionado demasiado fácil...
-¿Forzar a Hiiro a un cambio de sexo y básicamente prostituirle a un baboso te parece “fácil”? -Carole habla con tono crítico- A lo mejor deberías preguntárselo a él, a ver si a él le parece fácil o no -Miiko va a responder, pero antes de hacerlo, Carole se dirige a mí-. Por cierto, hablando de cosas fáciles... Devolverle a la normalidad va a ser fácil, ¿verdad? No vamos a tener que lidiar con... -Le lanza una mirada rápida a Valkyon, que en seguida se ha puesto tenso- La-palabra-que-empieza-por-G.
-¿Te refieres a Gèrard?
-No, a ese ya le he tenido que explicar yo por qué Hiiro le ha dado plantón. No le ha sentado muy bien, ni tampoco que le mandase de vuelta al trabajo. Estaba teniendo sudores fríos cuando nos hemos acercado a la enfermería, me alegro de que Hiiro haya hecho caso a mis caras de pánico y no nos haya hecho entrar... -Quizá algunos de nosotros hubiéramos salido de la enfermería con algunos dedos menos y un buen resfriado, ya- Pero no. Ya sabes a lo que me refiero.
-Oh -Miiko interpreta las palabras-. ¿Estáis hablando un gatog-
Carole le tapa la boca, yo la fulmino con la mirada y Leiftan suspira con lástima, mientras que Valkyon gimotea. Ya hemos dicho mil veces que no podemos decir esa palabra delante de él, Miiko. Yo mismo tengo traumas relacionados con el encuentro que ya tuve una vez con esa bestia... No quiero pensar en lo que tuvo que pasar la vez que Valkyon se las vio a solas con uno.
-No... Esta vez no nos va a hacer falta nada de eso -Suspiro-. Ya tenía todos los ingredientes necesarios de antes, así que puedo devolverle a la normalidad sin tener que traumatizar a Valkyon más todavía.
-¿Esta vez? -Leiftan me lanza una mirada con tono inquisitivo. Al ver el silencio que guardamos, también mira con sospecha en dirección a Valkyon y Carole- Qué...
-No vamos a hacer preguntas -Corta Miiko-. No quiero saber nada. Ya es todo lo suficientemente raro como es, no necesito saber más -Correcto, Miiko. Correcto-. Con saber que todo va a volver a la normalidad después de esto me doy por satisfecha.
-¿No sería gracioso que hubiera desarrollado una inmunidad a la poción y nos tuviéramos que quedar con Hiroko? -Pregunta Carole, aún con la sonrisa socarrona.
No. No sería para nada gracioso. Sería todo lo contrario a gracioso, desde luego. Tener que vivir día tras día con esa mujer existiendo... No podría vivir tranquilo ni un sólo segundo sabiendo que está en algún lugar en mis cercanías. Viviría completamente aterrado el aroma de su perfume, del sonido dulce de su voz... Acongojado ante la idea de encontrármela cara a cara y tener que enfrentarme a sus ojos y a su mirada. Sentirme culpable por haberla hecho una mujer... Tener remordimientos de conciencia... Acercarme a ella poco a poco para tratar de disminuir mi culpa, vivir atado a la eterna tortura de su magnetismo, incapaz de separarme de ella, eventualmente siendo incapaz de contemerme a mí mismo y cayendo por completo a sus encantos, decidiendo redimir mis errores y tomar responsabilidad por mis actos, queriendo darle una nueva vida, pidiéndole que se casase conmigo... Podríamos dejar la Guardia atrás... Lejos de todos los que se opusieran a nosotros... Nos asenteríamos en una casa modesta pero hogareña... Quizá podríamos empezar una familia...
-¡... Ezarel!
Vuelvo a mí con un respingo. Ahora es Leiftan el que me ha golpeado, y me mira con cara de reproche, por alguna razón.
-¿Q-Qué?
-No quiero ni saber en lo que estás pensando... -Suspira- Vamos a ver los jardines ahora, aparentemente.
-V-vale.
No estaba pensando en nada...
Hiroko ha debido terminar ya con la biblioteca, porque ya ha salido de ella con el inspector siguiéndola bien de cerca (y aún con los ojos pegados a ella de forma obsesiva, qué tío más siniestro, vete a saber lo que está imaginando), e imagino que nosotros vamos con ellos también. Aunque hayamos estado siguiéndoles todo el rato, la verdad es que ninguno de nosotros se atreve a intervenir y meter la pata, así que simplemente les vamos siguiendo mitad para asegurarnos de que el tío sigue embobado y mitad por si decide abalanzarse sobre ella, tener una excusa con la que justificar su evisceración.
Salimos del edificio de la Guardia y cruzamos por la ciudad en dirección a los jardines, con Hiroko parloteando sobre lo muuuucho que le gusta la Guardia y todos los amigos que ha hecho en ella y no sé qué tonterías. He de reconocer que no entraba en mis planes la capacidad de improvisación que está demostrando, pero está dando la actuación de su vida ahora mismo. Me hace echar un poco de menos mis días en el grupo de teatro de la USAC...
Me fijo en que, según vamos caminando, es muy evidente lo mucho que nuestro grupo llama la atención... Y sobre todo, ella. Muchas miradas se giran hacia Hiroko al verla pasar, todo tipo de personas pero sobre todo hombres. Un tipo que estaba haciendo su carrera de por la tarde llega a pararse para poder admirarla, claramente fingiendo tener que ajustarse los zapatos. Un grupo de chavales que estaban hablando a gritos detienen la conversación y todas sus cabezas siguen el movimiento de Hiroko cuando pasa frente a ellos. Dos chicas en un banco lanzan una mirada rápida en su dirección, y luego empiezan a cuchichear en tono exaltado. Chrome se queda quieto en el sitio y mira a Hiroko boquiabierto. A su lado, Karenn hace una mueca claramente irritada cuando el ex-novio de su hermano seduce a su pseudonovio sólo existiendo.
Me irrita.
Primero, porque quiénes se creen que son para mirarla de esa manera. Como si tuvieran el derecho, como si fueran dignos de admirar su belleza. Segundo, que me enfada más todavía... Es que ella ni siquiera se da cuenta. Ignora completamente las miradas y comentarios que despierta su existencia, completamente ajena a todo... Como si no fuera consciente del efecto que genera. A pesar de que ella revoluciona mi mundo y el de tantos otros, ni siqu-
-¡Ezarel!
-¿¡Queréis dejar de sacudirme en el brazo!? -Me quejo cuando me golpean por tercera vez, ahora girándome hacia Carole con el ceño fruncido- ¿Qué, qué pasa?
-Algo horrible.
Según dice eso, señala en una dirección concreta y yo miro hacia allí...
Se me congela la sangre en las venas.
Nevra y Eweleïn vienen por el camino de la Gran Puerta. Eweleïn parece claramente irritada, Nevra le da una conversación que debe de haber estado sosteniendo por sí mismo todo el camino.
Ooooooh, no. No, no, no... NO.
-Mierda... -Musito entre dientes la palabra, mientras que mi mente empieza a maquinar todo lo rápido que puede. Hiroko me ha distraído lo suficiente como para que se me haya olvidado pensar en qué hacer con Nevra una vez volviera a Eel. Va a mandarme a la mierda si le mando a exorcizar psicofonías ahora mismo...
-Tengo un plan -La voz grave de Valkyon me sorprende, pero le miro siendo todo oídos-. Si me quitas a Eweleïn, yo me encargo de Nevra.
-Vamos -Asiento. Miiko nos mira de forma interrogante-. Seguid sin nosotros un rato. Si pasa algo...
-Carole va a buscaros -Ella termina y yo asiento, ignorando el “Podrías preguntarme primero, ¿no?” de Carole.
Valkyon y yo caminamos con toda la prisa que podemos hacia la inusual pareja, dejando atrás nuestro grupo y confiando en que Nevra no haya sido capaz de detectar a Hiroko con Radar de Gente con la que Quiere Acostarse™.
Nevra hace un gesto sorprendido al vernos, posiblemente más todavía al ver la cara de seriedad que ambos lucimos ahora mismo.
-Hey -Así nos saluda-. Ya he traído a Eweleïn. ¿Qué ha pasado con el inspector?
-Ahora te lo contamos -Hablo yo primero-. Eweleïn, te necesitamos en la enfermería.
-Hola, Ezarel, he tenido un buen día recogiendo plantas con Alajea en el destierro al que Miiko me ha sometido, gracias por preguntar... -Me responde con voz molesta. A mí no me mires, tus problemas son con Miiko y no conmigo- ¿Le habéis abierto la cabeza al inspector y necesitáis que se la cosa? He escuchado de Nevra que es un tipo muy agradable.
-Desafortunadamente, no, todavía no hemos recurrido a la violencia... -Haz el amor y no la guerra, o algo así- No, simplemente te necesito en un ambiente controlado. ¿Puedes ser una mujer sumisa y obediente por el resto del día?
-Mira,
-Lo que Ezarel quiere decir -Valkyon interviene antes de que Eweleïn pueda soltarme un discurso-. Es que apreciaríamos si pudieras prestarnos tu cooperación con toda esta... Situación. Está siendo un día muy largo y cansado para todo el mundo. Nadie está contento con cómo han salido las cosas. Posiblemente para la próxima inspección se cambie el proceso a seguir... Y estoy seguro de que Miiko apreciará tus ideas entonces, visto que las suyas han salido catastróficamente mal.
-Hm -Se cruza de brazos y nos mira a los tres con cara de perro-. Voy a seguir enfadada una semana. Pero está bien. Me iré a la enfermería a no dar la lata y a comerme mis opiniones, pero no os enfadéis si las regurgito más tarde en forma de panfleto sindicalista.
-Los elfos oscuros y sus ideas revolucionarias... -Pongo los ojos en blanco y ella finge juzgarme con la mirada, pero no es un secreto para nadie que históricamente son los suyos los elfos con las ideas más... radicales- Me encargaré de compensártelo de alguna manera, promesa de elfo burgués.
-Más te vale... -Suspira de forma cansada.
-Y como aviso -Arquea una ceja al oírme decir eso-. Tienes a Gèrard de muy mal humor hoy. Así que cuidado con él.
-¿De mal humor? -Hace una mueca- Eso me extraña, pensé que hoy era su cita con H... -Se interrumpe cuando le lanzo una mirada asesina, y rápidamente le lanza una mirada de reojo a Nevra, que inmediatamente pone cara de sospecha antes de que Eweleïn pueda devolverme la mirada a mí- ¿Sabes qué? Voy a estarme calladita y voy a irme a la enfermería a decirle a Gèrard que se tome el resto del día libre...
-Nos vemos más tarde, Eweleïn.
Tras eso, rápidamente se va con paso acelerado, no queriendo saber nada más de todos nosotros. Eso nos deja a los tres Líderes de Guardia, con Nevra llevándose ambas manos en las caderas para ponerse en jarras y mirándonos con una cara que no dice nada, pero que lo dice todo.
-¿De qué estaba hablando Eweleïn? -Pregunta, con el tono inocente de un depredador a punto de lanzarse al cuello de su presa- ¿Tenía el muñeco de nieve una cita?
-No sé de qué me estás hablando... -Yo también finjo completa inocencia, poniéndole a Nevra mi mejor sonrisa- Pero sea lo que sea, no es relevante. Olvidémoslo.
-No... No, no, no -Niega con la cabeza-. Estaba a punto de decir un nombre...
-Oye, Nevra -Valkyon interviene de repente, reclamando la atención de ambos-. Una pregunta que no tiene nada que ver con esto pero, ¿te acuerdas de cuando me lanzaste un dardo tranquilizante para poder colarte en la enfermería para ver a Hiiro?
...
¿Qué?
Aunque yo sea el más extrañado por la pregunta repentina, Nevra también parece pillado por sorpresa, y le mira con una cara que refleja esa emoción.
-Um... ¿A qué viene e-
Me llevo un mano a la boca para contener un grito cuando de repente, sin ningún aviso, escucho el sonido de algo zumbando a través del aire y lo siguiente que veo es un dardo clavado en el pecho de Nevra, justo sobre su corazón.
Él mira hacia abajo, donde sobresale el proyectil de su ropa, y luego hacia Valkyon, que separa la cerbatana de sus labios lentamente cuando baja un brazo, mientras que el otro asciende... Haciéndole una peineta a Nevra con la mano libre.
Nevra cae al suelo en redondo de inmediato, y yo me llevo una mano a la boca para evitar gritar cuando lo veo, incapaz de procesar QUÉ COJONES ES LO QUE ACABA DE OCURRIR.
Miro a Valkyon muy confundido. Luego miro a Nevra, roque en el suelo con el dardo aún clavado en el pecho. Luego vuelvo a mirar a Valkyon, que tiene un semblante impasible ahora mismo.
-¿¡QUÉ COJONES, VALKYON!? -Grito, a pleno pulmón. Sé que llamo la atención de algunas personas, las pocas que no nos estaban mirando ya cuando Nevra ha colapsado de repente en el suelo.
-Había dicho que me encargaría de él, ¿no? -Eso dice, inocentemente, mientras se guarda la cerbatana en un bolsillo- Eso he hecho.
-¿¡Pero por q- ¿¡Cóm-¿¡¡¡¡!!!???
-Te veo nervioso, Ezarel. Quizá tú también necesites algo para tranquilizarte...
Ante la amenaza de sus palabras, me callo de inmediato y levanto las manos para que no dispare. A él casi parece hacerle gracia mi reacción. A mí no porque sigo sin entender qué es lo que está pasando aquí ahora mismo.
-¿De dónde narices has sacado eso? -Pregunto, lo primero intentando discernir la procedencia del dardo para intentar elucubrar cuánto tiempo lleva planeando esto.
-La cerbatana de la herrería, y el tranquilizante de la sala de alquimia... -O sea que ha sido premeditado...- En cuanto escuché que íbamos a tener que inutilizar a Nevra se me ocurrió que esta podía ser mi forma de vengarme.
-No estoy seguro de que nadie haya usado la palabra “inutilizar” en ningún momento... -Bajo las manos lentamente según él se agacha junto a Nevra, arrancando el dardo antes de recogerle y cargárselo sobre un hombro como si apenas pesase- Aunque supongo que es... Una forma efectiva de lidiar con él...
Mi mente por un instante viaja a la última vez que se dio una situación similar, cuando intenté estrangular a Nevra y Hiroko le noqueó en seco con una rama contundente.
Creo que no estoy en la posición moral de cuestionar a Valkyon.
-Me le llevaré a su habitación -Dice-. Échame la culpa de esto si quieres. No me importa. Soy una persona vengativa y he querido gastarle una jugarreta a Nevra.
-¿Justo el día en el que tenemos al inspector pululando por aquí? -Se encoge de hombros cuando digo eso, y luego tiene que volver a recolocarse su... eh, bulto- Esto va a ser... Difícil de justificar.
-Bueno... -Él se lo piensa- No importa. El secreto de Hiroko está a salvo. Eso es lo importante.
-Sí... -Por un segundo, me había olvidado de todo eso- Supongo... Sabes qué, creo que no voy a darle más vueltas a esto. Filosofía de Miiko: quiero saber lo menos posible del asunto. Haz lo que quieras con él, mientras que no le mates, y luego vuelve con el resto del grupo.
-Le llevaré a su habitación para que pueda echarse una siesta apacible...
Eso es lo que hace, poniendo rumbo al edificio de la Guardia, levantando muchas miradas sorprendidas a su paso cuando va por ahí con un Nevra a la espalda. La estrategia de la cerbatana ha sido inesperada, pero en el fondo de su corazón, sigue siendo un Obsidiana y está claro que la discreción no es su punto fuerte.
Bueno. Lo que sea. Tenemos problemas más urgentes ahora mismo además de las posibles tendencias sociopáticas de Valkyon.
Hora de volver con Hiroko...
... quiero decir... con... el resto del grupo... y Hiroko... y el inspector...---
(Narra Carole)
Ezarel se reincorpora a nosotros no mucho tiempo después, y tampoco se ha perdido mucho, simplemente otro rato de tener que escuchar al pobre Hiiro teniendo que venderse al inspector. He de admitir que me está sorprendiendo un poco lo bien que está llevando la situación, a pesar de todo... Tiene completamente encandilado al inspector.
Aunque cómo no iba nadie a resistirse en sus encantos. Quiero decir, sólo hay que mirarla. Sólo eso es suficiente para percibir lo inusual que es su belleza, lo mucho que resalta por sí sola como si fuera algo de otro mundo (lo cual en realidad es cierto), algo que se ha colado en nuestra realidad sólo para poder enseñarnos lo que verdaderamente significa la belleza. Cada movimiento que ella hace es la definición de “gracia”, su caminar es elegante y cautivador, su-
Eeeeeeeeeeeeepa, vaaaamos a calmarnos, Carole. No necesitamos ese tipo de pensamientos aquí y ahora. Quizá más tarde. Ya tenemos bastante con Ezarel intentando comérsela con los ojos, Leiftan sonrojándose como una colegiala y Miiko cuestionando lo que Huang Hua no ha conseguido que cuestione en treinta años.
Carraspeo levemente para llamar la atención de todo el mundo en un momento dado. No parece hacer efecto, así que le sacudo un codazo a Miiko para espabilarla, y parece que eso funciona. Señalo en dirección a Hiiro y el inspector, que vienen en dirección a nosotros por primera vez en... Uh, todo el rato. Casi parecía que el inspector se había olvidado de que existíamos, o de que hay más gente en este mundo además de Hiiro.
-Creo que ya he terminado de enseñarle todos los lugares relevantes a Riko-san -Nos informa, con una sonrisa. No sé por qué a todo el mundo le está poniendo ese “san” detrás de su nombre, pero nadie lo ha cuestionado-. ¡Ha sido muy divertido! Gracias por dejarme hacerlo, Miiko-san -No, en serio, qué significa...-. Espero que usted también lo haya disfrutado, Riko-san... -Queda como un poco repetitivo tanto “san” todo el rato...
-Oh, hehe; por supuesto -El inspector hace un gesto de timidez... Caramba. Hiiro le ha domesticado por completo-. Ha sido una experiencia maravillosa contar con su compañía.
-¿Sí? ¡Oír eso me hace feliz! -Escucho a Ezarel suspirar cuando Hiiro sonríe de forma radiante al decir eso- ¿Qué le ha parecido nuestra Guardia entonces? Merecedora de una evaluación positiva, imagino, ¿no? Ji, ji.
Ah. Ahí está, la hora de la verdad. Casi se me había olvidado que no estamos vendiendo a Hiiro por ser miserables, sino que hay un motivo detrás de todo esto.
La atención se centra en el inspector ahora, y la tensión podría pincharse con un tenedor. Veo que Miiko contiene la respiración y todo, mientras el destino de la Guardia se decide en si Hiiro ha sabido camelarse a este insoportable o no...
-Bueno, es... -Cuando el hombre habla, la tensión se incrementa- Es una decisión... d-difícil de tomar, quiero decir...
Noooooooooooooo, no, no, no...
-¿Q-qué quiere decir con ello? -Hiiro hace una mueca triste, lo que en seguida le cambia la cara al inspector- La... ¿la Guardia está en peligro? Nooo...
Sólo escuchar el leve gimoteo de su voz me dan ganas de asesinar al inspector aquí y ahora, pero por la cara que pone el hombre, juraría que la tristeza de Hiiro está a punto de matarle de por sí.
-T-tendría q... que revisar mis notas, y... Y, y luego tomar una decisión...
Grr. Estúpido inspector. No termina de caer del todo.
-Quizá podamos hablar de esto... -Se gira para mirar en derredor, posiblemente apartando los ojos de Hiiro por primera vez en todo este tiempo- En otro ambiente.
-¿La sala del Cristal, tal vez? -Propongo rápidamente, antes de que diga que quiere hablar a solas con Hiiro en su habitación o algo así- Es allí donde la Guardia tiene la mayoría de sus reuniones, a fin de cuentas. Quizá sea un buen lugar...
-Buena idea, Carole-chan -Hiiro asiente con mi propuesta-. ¿Vamos entonces?
-V-vamos...
Al inspector no le queda otra más que seguirle cuando Hiiro empieza a andar, claramente con bastante prisa por terminar con todo esto. El resto también vamos detrás de ellos, y yo me quedo pensando para mí sobre por qué yo no soy san y soy... Cualquier otra cosa que haya dicho, ni me he enterado. De verdad, no me estoy enterando de nada.
Nos cruzamos con Valkyon de la que vamos a ir al Cristal, y él se une a nuestra comitiva sin decir mucho, intentando pasar desapercibido posiblemente... Salvo que eso es un poco difícil cuando tienes la complexión de un armario.
-Ah, ya sentía que nos faltaba alguien... -El inspector habla con sorna- A propósito, ¿qué ha sido del otro, el Líder de la Sombra?
-Hm... -Valkyon pone cara de pánico por un instante... Eso ya me asusta, pero me da más miedo todavía que en la cara de Ezarel aparece una expresión de horror que no le he visto nunca antes, ni siquiera en Lund’Mulhingar cuando le teníamos en el estrado siendo acusado de magnicidio-. Ha tenido que encargarse de un... Asunto importante relativo a... Algo de...
-Es confidencial para la Guardia, me temo -Miiko interrumpe viendo que a Valkyon está a punto de darle un chungo-. Valkyon, recuerda que no siempre tienes que dar una excusa, seguro que el señor Marguose comprende el secretismo que requieren este tipo de asuntos... -Oh, eso... eso ha estado bien. Bien hecho, Miiko- Corramos un tupido velo y continuemos a la sala del Cristal, si les parece...
Nos debe de parecer, y hacia allá seguimos después de que Valkyon respire con alivio. Aunque hayamos esquivado la pregunta (no quiero saber qué narices han debido hacerle al pobre Nevra), el inspector parece haberse quedado mosqueado con ese intercambio... Qué bien...
A pesar del mucho peloteo de Hiroko, parece que aún no está convencido del todo de la evaluación que nos quiere dar. Lo cual significa... Que aún está en pie el plan de asesinarle.
Llegamos finalmente a la sala del Cristal, donde nos ponemos en nuestro círculo usual de reuniones. Hiiro se asegura de quedarse bien cerquita del inspector, que le lanza miradas de reojo cada dos segundos de forma siniestra. No más siniestro que Ezarel que a veces se queda colgado y no reacciona, eso vamos a admitirlo.
-Y bien... ¿qué será lo que tiene que decir sobre nuestra evaluación, señor Marguose? -Miiko habla con tono acaramelado, sin perder un solo segundo.
-Sí... -El inspector abre su cuaderno, hojeando las páginas y haciendo muecas- Hmmm. Huh. Errr...
Su mirada se dirige a Hiiro por un momento. Él no dice nada, simplemente parpadea con aire de inocencia, con una sonrisa suave en los labios. No puedes decirle que no a esa carita, ¿a que no? ... ¿Verdad que no?
-D... diría que... a-aún estoy un poco indeciso con mi evaluación final.
Veteeeeeeee a tomar por el cuuuuuu-
-Quizá requiera un poco más de... tiempo de deliberación, entenderán ustedes que es una decisión difícil... -NO NO LO ES ES TU TRABAJO TE PAGAN POR ELLO SÓLO DI QUE PASAMOS Y VETE DE AQUÍIIII- Pero es verdad que soy un hombre bastante ocupado, y desafortunadamente no puedo permitirme alargar un sólo día mi estancia en Eel, así que...
¿Así que?
El hombre se gira hacia Hiiro, al que está a punto de escapársele una mueca de sorpresa. Le dirige una mirada intensa que da algo de miedo, y que tiene un fervor... Preocupante... Vale, quizá este tipo sea más siniestro que Ezarel a fin de cuentas.
-Me gustaría que viniera conmigo al Consejo General, Hiroko.
Habla con tono completamente serio, firme y seguro. A todos los demás se nos escapa una expresión de completa sorpresa, pero Hiiro consigue mantenerse estoico, incluso cuando el sociópata siniestro agarra una de sus manos y la alza casi como si lo que estuviera haciendo fuera proponerle matrimonio. Que quizá es la intención, visto lo visto.
-Agradecería poder tenerla a mi lado a la hora de poder tomar una decisión... -Sigue hablando, ajeno a las reacciones que aparecen en la sala con sus palabras- Tener a un miembro de la Guardia que pueda contarme de primera mano sus experiencias con ella sería desde luego un recurso invaluable, y... Hiroko, siento que hay... Una conexión entre nosotros. Me gustaría poder conocerla mejor, poder pasar más tiempo con usted... ¿No vendría conmigo, Hiroko? Quiero conocer más de su vida, y más de su mundo... No sólo del mundo humano, sino de la visión optimista y amorosa que percibe usted de Eldarya. Me ha fascinado por completo en esta visita, nunca había conocido a una mujer como usted y no quiero... No, no puedo dejarla pasar. La necesito a mi lado, Hiroko. Acompáñeme. Ahora... y siempre.
Ah, pues mira que sí va a ser una propuesta de matrimo- QUÍTALE LAS MANOS DE ENCIMA A MI HIIRO, ASQUEROSO.
-¡NO! -Estoy a punto de abalanzarme sobre él casi sin pensármelo, pero escucho a alguien que parece casi más desesperado que yo y me detengo en seco para mirar a Ezarel, al que se le ha escapado el grito- Quiero... decir... Eh... No... Parece buena idea sí... Oh, a la mierda. ¡No! ¡No puede llevarse a Hiroko! ¡Es propiedad de la Guardia!
-¿Disculp-
-¿¡Perdona!? -Es Hiiro el que más se ofende con eso, evidentemente.
-Vamos a calmarnos... Vaaaamos a calmaaaAaAaArrrrrrnosss -Miiko se adelanta un paso en el círculo, mirando intermitentemente a Ezarel y al inspector con cara de ansiedad-. Ezarel, cuenta hasta diez en tu cabeza; señor Marguose... -Le dirige al hombre una sonrisa cordial, aunque claramente no se la merezca- Quizá haya dicho usted algo... un poco precipitado. N-no sé si podemos dejar que Hiroko se vaya con usted...
-No, no podemos -Fulmino a Miiko con la mirada, no vaya a ser que se le ocurran ideas extrañas, pero por la mirada irritada que me devuelve me doy cuenta de que, vale, no es que quiera vender a Hiiro. Hm.
-Eso tendrá que decidirlo ella, ¿no es así? -El inspector meramente se gira a Hiiro, al que ya le empieza a costar mantener la expresión calmada y me sorprende que no tenga ninguna vena hinchada- Ven conmigo, Hiroko. En el Consejo General estarás mil veces mejor que en esta Guardia...
-Hmmmmm... -Él pone cara de pánico, y aunque continua orientado hacia el inspector, sus ojos se giran hacia nosotros en lo que es un grito de auxilio mudo.
Y, sabes qué. No. Esto ha ido muy lejos.
No me lo tengo que pensar dos veces antes de avanzar directamente hacia el inspector mientras saco un tenedor de mi chaleco, dejando que se agrande y apuntándole con él ignorando por completo los gritos de Miiko cuando lo voy haciendo.
Mis tacones chasquean contra el suelo cuando me detengo frente al hombre, extendiendo el brazo en su dirección para dejarle claro que esto es una amenaza.
-Suéltala -Digo, en el tono más frío que puedo. Por un instante el hombre no obedece, así que hago el ademán de ir a pincharle, causándole un respingo-. ¡YA!
-Qu...
-Obedezca a la comesueños, señor Marguose -Leiftan habla con un tono calmado, pero su voz también deja saber que no está contento con la situación. Mientras él habla, cruzado de brazos y mirando fijamente al inspector, Valkyon también se acerca a nosotros, sin aspecto especialmente amenazante... pero desde luego intimidante, según la mirada que le dedica al hombre-. Deje ir a Hiroko.
El inspector suelta la mano de Hiiro que sostenía, y él rápidamente aprovecha para retroceder e ir a refugiarse detrás de Valkyon, lo que parece causarle algo de shock al verlo.
-Pero qué... -Sorprendido por la situación, comienza a mirar a su alrededor casi como si no comprendiera lo que está ocurriendo. Yo no dejo de amenazarle con mi tenedor en todo momento- ¿¡Qué es esto!? ¿Un ardid en mi contra?
-Fuuu... -Miiko suelta aire con cansancio. Finalmente se ha rendido en mantener las apariencias, parece, y también se acerca, cerrando un poco más el círculo- No hace falta que nos alteremos, pero... Señor Marguose, no apreciamos del todo que quiera llevarse consigo a uno de nuestros preciados miembros de la Guardia, y menos con una propuesta tan... Abrasiva.
Se coloca a mi lado, e intercambiamos una mirada de reojo. No, Miiko, no quiero bajar el tenedor... Aún así, me coloca una mano en el brazo y me fuerza a bajarlo.
-No le des razones para ponerte una infracción... -La escucho murmurar- No merece la pena.
Hmmmpf...
Obedezco y dejo que el tenedor se haga pequeño de nuevo, pero aún así me mantengo alerta a lo que pueda pasar. Miiko mira al inspector y luego a Hiiro, evaluando la situación.
-Creo que su propuesta ha asustado un poco a Hiroko, señor Marguose -Explica, en una voz que casi parece que le esté dando una explicación a un niño pequeño-. Vamos a dar todos un pasito atrás... Hiroko, imagino que no tienes mucho interés en irte con el señor Marguose, ¿a que no?
-Ummm... -Hiiro habla asomándose desde detrás de Valkyon. Ha roto personaje y parece que le está costando repararlo, aunque lo intenta- Me ha sobresaltado un poco algo así de forma repentina... Perdón, esto es culpa mía... -No, no lo es- Pero, uh... A-aprecio la propuesta, pero tengo que rechazarla... Preferiría, uh... Quedarme aquí en la Guardia. L-lo siento...
-¿Cómo? -El inspector no se toma demasiado bien la respuesta- Qué... ¿P-por qué iba a quedarse en este lugar? ¡Véngase conmigo...! Le prometo que llevará una vida mil veces mejor, desde luego.
-No, uh... gracias, pero no...
-La vida en la Guardia es un peligro, ¡especialmente con esta gente al mando! Míreles, Hiroko, ¡míreles! No son sino una panda de salvajes que recurren a la violencia para todo...
-Esteeeee...
-¡Usted y yo tenemos un brillante futuro juntos, y usted lo sabe! ¡ESTAMOS HECHOS PARA ESTAR JUNTOS!
Después de que grite esas palabras, hay un completo silencio porque nos ha hecho enmudecer a todos. Esto se ha ido de madre hace mucho, pero eso desde luego ha sido la guinda del pastel.
Miro a Hiiro, que desde luego es el que más afectado parece por las palabras. Aunque lo haya intentado con todas sus fuerzas, en su cara ya no queda nada de la amabilidad fingida de Hiroko. Todo lo que se ve en ella es la repugnancia que siente por el inspector, como si él no fuera más que un gusano retorciéndose en el suelo.
Y eso se confirma cuando, de forma inconsciente, todo lo que es capaz de salir de sus labios a modo de respuesta es:
-Ewwww...
La onomatopeya rompe en silencio. No sólo eso, también rompe la fachada de Hiroko, rompe nuestra artimaña y... Claramente rompe algo en el inspector, que mira a Hiiro con ojos muy abiertos, despertándose de la ilusión en la que sus encantos le habían sumido y dándose cuenta por primera vez de cuál es la realidad.
-¿Por qué me miras así? -El inspector habla con la misma sorpresa que expresa su rostro- Qué...
-Esto está yendo demasiado lejos -Es Ezarel el que interviene ahora, repentinamente-. Se acabó. Pasamos al plan C.
-¿Qué...?
-Estoy empezando a tener miedo...
-No te preocupes, no va a ponerte una mano encima -Valkyon consuela a Hiiro, que sigue escondido detrás de él-. Ya ha pasado...
-¿Qué está pasando, qué...? -En cuanto dice eso, y en cuanto vuelve a mirar a Hiiro... El inspector se da cuenta- Oh, tú. ¡Túuuuu...! ¡Oh, ahora lo entiendo! ¡Ahora lo veo claro! ¡Por supuesto que la Guardia de Eel no iba a tener una sola persona decente, y menos aún una mujer! Oooooh, no... -Se ríe de forma... Muy siniestra... Me está produciendo escalofríos- Tú... oh, tú. Me has engañado, claro que sí. Eso es lo que hacéis las mujeres como tú. ¡Pero no eres nada más que una fulana que lo único que sabe hacer bien es vender su cuerpo! ¡No le importarías a nadie si no fuera por eso! La Guardia te tiene sólo para que le ofrezcas tu cuerpo al mejor postor, ¿no es así? ¿Con cuántas personas te has acostado para llegar a tu puesto, eh? ¡Las mujeres como tú no tienen ningún valor! Sólo eres una sucia prostituta oportunista y embustera, un putón verbenero sin escrúpulos... ¡ERES IGUAL QUE MI EX-MUJER!
-¡CÁLLATE YA!
A todos nos sorprende cuando Hiiro le grita de vuelta. Al mirarle a él, veo en su cara una expresión de completo enfado que, tengo que admitir, impresiona un poco. Hasta Valkyon le parece sorprendido por haberle escuchado gritar detrás de él.
-¿¡De qué narices estás hablando!? ¡Deja de montarte historias! -Continúa gritando, mirando al inspector de una manera que mezcla su enfado con la repugnancia- ¡Todo lo que he hecho ha sido ser amable contigo, cosa que ni siquiera te mereces! ¿¡Tú te escuchas hablar!? ¡Todo lo que eres es un abusón que aprovecha su poder para meterse con los demás! ¿Te parece esa forma de hablar a nadie? ¡No lo es!
-¿¡Tú me vas a dar lecciones sobre cómo tengo que hablarle a los demás, mujer!?
-¡Y para ya con eso! Mucha igualdad y muchas historias que te montas para acusar a la Guardia, ¡pero sólo eres un baboso misógino! Si una chica es amable contigo vas detrás de ella sin importarte si la pones incómoda o no, y cuando pasas la raya y te llaman la atención te pones violento con ella...
-Eso es... porque... ¡¡eso es culpa tuya!! ¡¡Por haberme seducido!! ¡Has usado tus encantos de mujer para-
-NI SIQUIERA SOY UNA MUJER.
Yyyy... ahí está, la revelación final. No he podido apartar los ojos del uno y del otro mientras se han estado gritando, y el resto están igual, sin que nadie sepa cómo manejar esta situación. Miiko está completamente pálida, abanicándose con una mano y con una cara que me dice que está al borde del colapso.
-¿No eres...? -La voz del inspector se entrecorta. Balbucea un poco, sin saber qué decir, y Hiiro tampoco se molesta en explicar nada más- Esto ha... ¡esto ha sido todo una conspiración en mi contra! ¿Queríais intentar comprarme y ganaros mi favor? ¿Buscabais humillarme y reíros de mí? ¿O ha sido por venganza? Sea como sea... -Hace un gesto de enfado, con la cara completamente roja ahora mismo... Quizá por la vergüenza, quizá por la rabia- ¡He tenido suficiente de todo esto! ¡Vuelvo inmediatamente al Consejo General, y podéis ir preparando las maletas! ¡Sí! -Se gira hacia Miiko ahora, y ella suelta aire como si una flecha acabase de perforarle el pecho- ¡Espero que esté contenta, Miiko, porque su estupidez ha causado el fin de esta ridícula Guardia!
Eso es lo último que dice antes de girarse y, a paso acelerado e indignado, sale de la habitación en dirección al pasillo.
Todo lo que se escucha es su caminar según se pierde fuera de la sala. Miro al resto, esperando instrucciones sobre lo que hacer ahora porque, guau, estamos muy en la mierda ahora mismo. Esto ha hecho aguas increíblemente rápido y de la forma más catastrófica posible. Pero no me arrepiento de nada.
-¿Le matamos, no? -Pregunta Ezarel, como si fuera algo obvio- Le matamos.
-Vamos a calmarnos un segundo... -Leiftan intenta hablar con tono tranquilo, pero no le sale bien del todo- Hiiro, ¿estás bien? Lo siento por haber tenido que hacerte pasar por eso...
-Sí, estoy... -Él suspira- Bien. No lo sé. Perdón... No tenía que haberle dicho todas esas cosas, tenía que haber seguido...
-No -Yo le corto-. No tendríamos ni que haberte hecho hacer esto en primer lugar. No has hecho nada malo. Ese tío no es sólo gilipollas, sino una basura de persona. Todo lo que te ha dicho es horrible...
Hiiro no parece muy convencido con eso, pero ya tendremos que arreglar eso más tarde... Miro a Miiko, queriendo ver cómo se encuentra ella, y...
... No muy bien, con la cara que tiene. Siento un poco de arrepentimiento al verla así, con esa cara de preocupación y desesperación, aunque sólo sea por haber perdido la oportunidad... Pero esta es una de esas cosas en las que no podemos ceder.
-Tenemos que... -Miiko aún musita para sí- Tenemos que hacer algo... No puedo dejar que se vaya tal cual...
-Miiko... -Leiftan dice su nombre con tono preocupado- Quizá esto sea lo mejor...
-No lo es... Quiero decir, sí lo es, porque... Porque es un asqueroso y lo que ha hecho es horrible, y todo lo que quiero es ir a meterle en el calabozo y dejar que se pudra ahí dentro, y, y, lo siento, lo siento Hiiro por haberte hecho esto, pero... -Se lleva las manos al pelo, donde empieza a darse tirones- Noooo, no, no, nononono, no... No puedo dejar que... Pero la Guardia... Noooo...
-¿Miiko? -Empiezo a preocuparme por ella, así que me adelanto un paso...
Pero antes de que pueda acercarme, la veo salir corriendo en dirección a la puerta, gritando el nombre del inspector. Prácticamente se me escapa y por un instante me quedo confundida, así que lanzo una mirada al resto del equipo, sin saber qué hacer.
Leiftan es el primero en salir detrás de Miiko, y después va Ezarel, así que yo soy la siguiente y escucho a Valkyon y Hiiro venir detrás de nosotros. Miiko está intentando llegar al inspector pasillo abajo, aún gritando su nombre.
-¡Señor Marguose! -Le llama- ¡Espere, por favor! ¡Vamos a hablar como personas civilizadas...!
-¡Ya he oído suficiente, Miiko! -El inspector se detiene el seco al oírla y se gira, lanzándole a Miiko una mirada terrible que hace que ella se frene también, y Leiftan está a punto de chocarse con sus colas- ¡Ya he tenido suficiente, de usted y de su maldita Guardia! ¡Son el hazmerreír de todo Eldarya! ¡Todos ustedes son una panda de incompetentes que se pasan el día jugando a ser los héroes y poniendo a nuestro mundo en peligro! Son incapaces de hacer nada por nosotros, ¡todo lo que tienen que hacer es vigilar a una condenada piedra para que no se rompa y son tan inútiles que ni siquiera pueden hacer eso! Debería estar avergonzada de cómo vive su vida, fingiendo ser la reina de este montón de mierda en mitad de la nada porque no tiene el poder suficiente para serlo en su propio país, donde no la quiere nadie. ¿Cree que de verdad alguien la toma en serio? ¡Já! ¡Por supuesto que no! ¡Sea útil de una vez y búsquese un trabajo honrado! Deje a otro hombre más capaz para ocupar su puesto, y tal vez él sea capaz de hacer algo con esta Guardia en lugar de ponernos en peligro a todos. Ah, y, ¡no estoy hablando de ninguno de ustedes! -Con un gesto, señala de forma que nos abarca a todos- Un fetichista pervertido que lo único que hace es ocupar espacio, un elfo demasiado inútil para ser un alquimista de verdad que se cree importante por ser el pez más gordo de su charca, un mestizo que no sabe hacer ni la o con un canuto, ¡y el estúpido Líder de la Sombra que ni siquiera tiene la decencia de estar presente cuando se le necesita! Todos ustedes, TODOS, deberían renunciar inmediatamente a su puesto e irse a desperdiciar su vida sin valor a otro sitio, y quizá así, quizá, pudieran hacerle un favor a este mundo.
Silencio.
Es lo único que hay, silencio, mientras que él toma aire después de sus vociferaciones.
No me atrevo a mirar a Miiko. No me atrevo a mirar al resto de mis compañeros. Imagino que deben de estar pensando lo mismo que estoy pensando yo.
...
Me adelanto un paso, todavía con el tenedor en la mano, lista para matarle, me encamino a él e ignoro su grito asustado, levanto el brazo y le miro a los ojos para poder ver el momento en el que la vida escape de-
-¡Carole, no!
Me veo interrumpida cuando dos brazos me rodean por la cadera y me atrapan en el sitio, impidiendo que me mueva. Podría deshacerme en polvo e ignorarlo, pero no lo hago... Sólo porque es Miiko.
-Déjame hacerlo -Gruño, entre dientes y sin querer mirarla aún, con los ojos fijos en ese hombre horrible-. No puedo dejar que hable así de la Guardia. De nuestros compañeros. De ti.
-Lo sé -El abrazo con el que me sujeta se hace un poco más fuerte. Su voz tiembla ligeramente-. Lo sé. Pero no lo hagas, por favor. No merece la pena.
¿No lo hace?
Hay un límite, Miiko. Puede que tú dejes que otra gente lo pise y lo traspase como quieran, pero yo no.
Porque amo a esta Guardia. Amo todo lo que me ha dado. Me ha dado la vida con la que siempre he soñado y que siempre pensé que era imposible. Me ha convertido en una nueva persona. Me ha dado amigos que me quieren, y a los que yo puedo querer, personas a las que amar.
No estoy haciendo esto porque odie a este hombre, sino porque os quiero a vosotros. Porque te quiero a ti.
Quizá demasiado.
Quizá es por eso que suelto el tenedor, dejando que se haga pequeño y caiga al suelo con un tintineo metálico. Por eso relajo mi postura y me giro para pasar un brazo sobre los hombros de Miiko, devolviéndole el abrazo. Por eso quito mi mirada de encima del hombre y la poso en el rostro de Miiko.
Ojos humedecidos por las lágrimas, hinchados y enrojecidos. Llenos de ira y de frustración, humillados y asustados. Como existen en mí emociones más fuertes que el odio, emociones que he aprendido aquí, en la Guardia de Eel; simplemente devuelvo el abrazo y la aprieto contra mí, de forma que yo pueda ser la única que vea sus lágrimas, y que queden ocultas al resto del mundo.
Mi mirada vuelve a incinerar al inspector, y le dejo un mensaje muy claro. Si no quieres que te mate... Entonces, ya puedes salir corriendo.
Incluso con su falta de cerebro es capaz de comprenderme, y aunque con algo de reserva todavía, se gira para poder seguir su carrera por el pasillo, parece que con más prisa que la que tenía antes...
... y se choca con otra persona.
Eso me sorprende, porque no me había dado cuenta.
El inspector tampoco, y juraría que nadie le había visto.
Hay alguien más en el pasillo que ha asistido a toda esta escena y ha escuchado los vociferios del hombre. Un criónido que mira al inspector con cara inexpresiva, una mirada impasible de pupilas blancas.
-Chocado -Dice. Por alguna razón, la palabra suena como una amenaza.
Me doy cuenta de repente de que la temperatura ambiente es... Muy baja.
-Ya, ya; lo que sea... -El hombre va a hacerse a un lado para seguir caminando, pero el otro le sigue para impedirle el paso- Qué... ¡quítate de en medio!
-Chocado conmigo -Repite-. Di disculpa.
-¡Tú te has chocado conmigo!
-Revés.
-¡No tengo tiempo para esto...! -Vuelve a intentar escaparse, pero una vez más su camino se ve bloqueado- ¡Que te quiteeeeeEEs!
-Día terrible. Mal humor. Di disculpa. O consecuencias...
-¿G-Gèrard...?
El criónido levanta la cabeza al escuchar su nombre ser pronunciado, y sus ojos se cruzan con... Hiroko.
Hay un momento tenso en el que los dos intercambian una mirada larga. Hiiro pone cara de nervios y se cruza de brazos de manera incómoda, como si lo que quisiera fuera ocultar sus pechos más que otra cosa. La expresión de Gèrard se mantiene indescifrable, pero sus ojos estudian el cuerpo de Hiiro un par de veces, y después... Frunce el ceño.
Hiiro gimotea.
La temperatura baja más todavía.
Y Gèrard mira al inspector ahora.
-Inspector...
-¡Que te apartes, espantapájaros! -Sin que le importe la vida que acabo de perdonarle, el hombre le grita a Gèrard a la cara- ¡No tengo todo el día para perderlo contigo, ya lo he desperdiciado suficiente en esta condenada Guardia!
Gèrard nos mira a todos, uno a uno. Claramente ve a Miiko en mis brazos y no le cuesta mucho hacerse una idea de qué la pasa. Mira a Hiiro que parece muy incómodo en su cuerpo. Mira a Leiftan que está negando suavemente con la cabeza.
Gèrard da un paso atrás, apartándose, y hace una falsa reverencia con una falsa sonrisa en la cara.
-Ya era hora... -El inspector gruñe entre dientes.
No da ni dos pasos más antes de que Gèrard se abalance sobre él.
Todos le gritamos que no lo haga, Miiko directamente salta de mis brazos para ir a pararle, Ezarel aplaude, y el inspector grita con pánico cuando Gèrard súbitamente se lanza sobre él y le coge por la cabeza con ambas manos, haciendo un movimiento brusco y repentino...
CLACK.
El sonido de huesos crujiendo hace eco en mi cabeza por unos segundos.
Después, el grito agudo y penetrante que se escucha en el aire... Alargándose... ¿De quién viene? Evidentemente no de Valkyon, pero tampoco parece venir de Leiftan o Ezarel; Hiiro está mudo de horror más que otra cosa, Miiko ha vuelto a esconderse en mi pecho así que ella no está gritando, y sé que yo no soy...
Gèrard se aleja un paso, soltando al inspector. En lugar de desplomarse de forma inerte en el suelo como pensé que iba a hacer, el cuerpo se mantiene de pie... Es de él de donde viene el grito.
Al verse libre se aleja de Gèrard de un salto, claramente alterado, y el grito se interrumpe cuando se queda sin aire. Se lleva las manos al cuello, como si esperase el mismo resultado que hemos esperado al resto, pero desafortunadamente parece que todas sus vértebras siguen intactas y en su sitio.
-¿¡Qué me has hecho!? -Grita, aterrado, mirando a Gèrard con pánico. El criónido mantiene en su cara la sonrisa falsa todavía- ¿¿Qué me has hecho?? ¿¡Qué me has...!? Qué... Qué... -El miedo desaparece de la cara del hombre, cambiando por una expresión distinta. Balbucea un poco, llevándose una mano a su espalda- Qué... ¿M-mi espalda? Ya... Ya no me duele...
-Corregido -Gèrard habla en un tono... menos amenazante que antes-. Fisioterapeuta. ¿Sientes mejor?
-S-sí... qué... -El hombre hace una mueca atónica y comienza a moverse, rotando como para estirarse- Es como... Como si el dolor no hubiera existido nunca...
... khé.
A ver, qué está pasando aquí. Qué está sucediendo.
Muy confundida, miro a los demás a ver si ellos son capaces de encontrarle más sentido a la situación, pero todos parecen igual de extrañados que yo con toda la escena. ¿Gèrard acaba de arreglarle la espalda al inspector? ¿Qué? ¿¿??
-Manos de oro -Gèrard presume, alzando dichas manos y agitando sus dedos para enseñarlas-. ¿Siente bien? Puedo masaje.
-¿U-un masaje? -El hombre aún parece sorprendido, pero incluso con todo mira a Gèrard con ilusión- Podría, eh... M-mis hombros están...
Con un movimiento suave, Gèrard prácticamente se desliza detrás del inspector y coloca ambas manos en los hombros, donde aprieta.
-Hmmm... -Se coloca de forma que su rostro se queda relativamente cerca de una de las orejas cérvidas del hombre- Tensión...
Sus labios soplan sobre la oreja, que se agita con el estímulo, y todo el cuerpo del inspector parece tener un escalofrío. Con una sonrisa ladina en el rostro, Gèrard le suelta y se separa un paso, antes de agarrar al hombre por el cuello de su camisa, tirando levemente de él para forzarle a mirarle a los ojos directamente.
-Vamos a arreglar esa espalda -Dice.
Y, tirando de él, simplemente se le lleva arrastrándole por el pasillo hacia el fondo, hacia las... Habitaciones.
El grupo de Valkyon, Leiftan, Ezarel y Hiiro tienen que apartarse para poder dejarles pasar, y Gèrard no intercambia miradas con ninguno de ellos, sigue con los ojos puestos al frente. Es un hombre con una misión.
Sus pasos y los del inspector se pierden en la distancia.
Todos miramos atónitos en dirección al pasillo que se les ha tragado.
-Qué acaba de pasar.
Ezarel hace la pregunta en voz alta. Nadie tiene respuesta.
Si alguien más además de Ezarel se hace esa pregunta... Estamos hablando de Gèrard. Conocemos la respuesta.
Puede que el final parezca un poco abrupto y Gèrard-ex-Machina, pero a todo cerdo le llega su San Martín así que no preocuparse. Aún nos queda una parte para terminar este capítulo.
A decir verdad, mi intención era terminar esta cosa en dos partes porque tengo muchas, muchas ganas de ponerme con el canon porque van a pasar cosas muy, muy chulas de aquí a poco, peeeeerooooo al final he decidido que mi calendario requiere de un capítulo más de relleno y, además... Esta parte como que ha dejado un poco de mal sabor de boca, ¿no? Sobre todo a Gèrard
Así que prefiero hacer una última parte que vuelva a tener un tono más cómico y animado y que no desaproveche el potencial de Hiroko (?) Como no estaba planeado, me voy a tener que inventar un poco peeeeerooo espero que me salga bien y podamos echarnos unas risas para olvidarnos de este onvre, si fuera posible.
Anyways. Eso es lo que hay planeado. De hecho, lo que tengo planeado a partir de ahora es...
☆Martes 21: Capítulo R3.3 y sorpresa especial muy chula en la que llevo mucho tiempo trabajando y que espero que salga bien, ¡esperadla con ganas!
☆Martes 28: Día del orgullo, así que... ¡Especial del orgullo! Con varias cositas.
☆Martes 5 o jueves 7 o algún día de estos: Empezamos el Capítulo 25: “Escondido en la oscuridad” Título provisional sujeto a cambios
(?
Bueno que se vienen cositas e.e Espero, de verdad espero, que me dé tiempo a tenerlo todo a tiempo, porque si no, voy a echarme a llorar o algo (?)
Pos hale. Ya está todo dicho y hecho, lo que significa queee... ¡Nos vemos el día 21! Espero
Hasta entonces, a beber agua que hace mucho calor y a cuidarse mucho. Os mando muchos besitos y, como siempre, os doy las gracias por leer.
Desconectado
#115 El 17-06-2022 à 02h25
Por fin :D (y luego yo desaparezco meses y no me quejo en fin la hipocondría)
...
''No puedo romper la historia, Kadia. Tengo unos planes. No puedo romper los planes.'' LITERALMENTE ERES EL ÚNICO QUE PUEDE AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
''no sé qué has dicho que le vas a hacer a Alessa, pero no tengo muy claro que él consienta (?)'' Tranquilo, no me hace falta consentimiento ewe
''Ezarel cortejando gente... No,'' No me quejo de Hiroko pero esto hubiera estado guapísimo, no me lo niegues.
''Ezarel es un genio pero aún no se le ha ocurrido ir a entregarle a El Titiritero un paquete de regalo con Hiroko atada con un lacito.'' Supongo que no puede ser Einstein mi niño u.u
Vamos al lío e.e
''en serio, por qué eres tan guapa, estoy sintiendo cosas raras.''
''Quiera o no, Ezarel ya me tiene atrapado en la telaraña, así que... No me queda otra, si quiero volver a ser “yo”.''
''¿¡Por qué estoy haciendo esto!? ¿¿Por qué está este tipo siguiéndome la corriente?? ¿Holaaaaaa? No entiendo nada.''
...Dios no aguanto el papel de Hiroko, es demasiado melosa, UGH.
''Que la tomase entre mis brazos... Que rompiera todos los tabúes... Que la bes-''
''Podríamos dejar la Guardia atrás... Lejos de todos los que se opusieran a nosotros... Nos asenteríamos en una casa modesta pero hogareña... Quizá podríamos empezar una familia...''
''(y aún con los ojos pegados a ella de forma obsesiva, qué tío más siniestro, vete a saber lo que está imaginando)''
''Como si tuvieran el derecho, como si fueran dignos de admirar su belleza. Segundo, que me enfada más todavía... Es que ella ni siquiera se da cuenta.''
...Valkyon te quiero mucho, no me esperaba para nada el dardo xdddddddddd
''-Te veo nervioso, Ezarel. Quizá tú también necesites algo para tranquilizarte...''
''Creo que no estoy en la posición moral de cuestionar a Valkyon.''
...Estoy en chock, Prácticamente le ha pedido matrimonio wtf, deverdad que ahora es una necesidad que el Titi conozca a Hiroko
'' Quiero... decir... Eh... No... Parece buena idea sí... Oh, a la mierda. ¡No! ¡No puede llevarse a Hiroko! ¡Es propiedad de la Guardia!''
...Que se lo cargue G no me parece un mal final, así se desahoga xdd
''El sonido de huesos crujiendo hace eco en mi cabeza por unos segundos.''
...Y será verdad que le ha curado la espalda xdddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddd NO SE LO MERECEEEEE
''Y, tirando de él, simplemente se le lleva arrastrándole por el pasillo hacia el fondo, hacia las... Habitaciones.''
Vale, vale, vale, no me he enfadado tanto, me había preparado para enfadarme mucho más pero ha sido soportable xd
''y sorpresa especial muy chula en la que llevo mucho tiempo trabajando y que espero que salga bien, ¡esperadla con ganas!'' AAAAAAAA quieroooo
Bueno bueno, a esperar al 21, que tampoco es mucho tiempo :3
·
Desconectado
#116 El 22-06-2022 à 19h15
Hola, holaaaaaa...
La actualización estaba planeada para ayer, pero me puse pocho así que al final no pude subirla, lo cual me da mucha rabia porque por una vez sí tenía las cosas a tiempo :(( Pero bueno. Con un día de retraso, aquí estamos. ¡Hola!
Como ya voy a hablar extensivamente después del capítulo de hoy, voy a pasar directamente al comentario (?
Kadia
Mi problema con Kevin es que todo el final de la historia está pensado sin él y no sé cómo meterle dentro ahora, y si le metiera tendría que cambiar tantas y tantísimas cosas y no puedo hacerme eso a mí mismo ;_; Ojalá hubiera forma de encajarle, porque sería muy guay, pero no tiene pinta D:
Sh, no. El consentimiento es importante a menos que te llames Titiritero >:(
Creo que la última vez que Ezarel hizo el papel de seductor fue en el baile de Latteria y esa noche acabó con él llorando y escapando a Lund’Mulhignar así que no sé yo si le conviene volver a intentarlo (?
Darle ataques random de gay panic a Miiko es gracioso a veces (? ¿Biiko? Lo de Hiroko lo estoy tratando mucho de jajas pero mi cerebro FtM sufre con Hiiro, imagínate el trauma D: Que sepa “ligar” yo creo que es más porque literal ha cogido la personalidad de protagonista de shojo genérica #373 y la está interpretando como un personaje de teatro a ver si cuela... Y está colando.
¿Parejas? ¿Quién? No. Head empty, no thoughts, only Hiroko. ¿Quién es esta “Erika” de la que me hablas? Aunque sí, valentía la de Ezarel la de pensar en tener una familia con Hiroko estando preñado de Leif-*EJEM* Mejor dejo las fantasías mpreg para otro momento...
Valkyon anarquista es el mejor Valkyon y cada vez se está desinhibiendo más (?)
Nos hemos quedado con ganas de que Gèrard le mate, pero no, al final el tipo se ha llevado un masaje y todo. Hmmm, no sé hasta qué punto estará fuertote Gèrard, pero imagino que sí al punto de poder crujirle los huesos a sus pacientes (? De todas formas, a Gèrard me le imagino más del estilo ninja de clavarte una aguja en un punto vital y dejarte tolai con eso, o algo así.
Nononono aquí todo el mundo tiene el consentimiento pleno para todo, Gèrard no iría por ahí coaccionando a nadie a hacer cosas indeseadas con él... Sabe buscárselas para seducir a sus presas, si le hiciera falta (? Excepto a Niels.
Si no te has enfadado... Mejor, el tiparraco no se lo merece xD Y, sip, mira, el día 21, súper puntual.... hueh... hueh.
Gracias por el comentario ♡
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Y ahora... Vamos a pasar al final del capítulo, a ver qué es lo que ocurre...
Lo tenía que haber dejado en dos partes en vez de en tres pero bueno ES LO QUE HAY LO SIENTO
Capítulo R3.3.-
Miiko colapsa en mis brazos y a punto estoy de dejarla caer por accidente, pero más o menos consigo recuperarme y acabamos las dos caídas de rodillas en el suelo, con ella prácticamente sollozando.
-Pensé que le había matado... Oh, Oráculo...
-E-está bien, todo está bien... Creo -Leiftan se acerca a nosotras rápidamente-. Miiko, ¿te encuentras bien? -Ella niega con la cabeza.
-Esto ha sido un desastre... -Se lleva las manos a la cara y lanza un sonido extraño que sale distorsionado. Después de un par de suspiros, retira las manos y se gira para poder mirarnos a todos, ahora que se han acercado el resto y estamos en formación casi circular en mitad del pasillo- Lo siento. De verdad que lo siento. Esto no tenía que haber llegado a estos extremos, ni de lejos.
-No es culpa tuya que ese tipo sea una persona horrible -La recuerdo.
-Pero es culpa mía no haberle parado los pies y haberle consentido llegar hasta aquí... -Toma aire y se frota la cara. Su maquillaje está arruinado ya- Uuugh... Soy una líder pésima...
-Tampoco creo que ninguno de nosotros fuera a hacerlo mejor -Valkyon intenta consolarla... a su manera.
-No tendría que haber permitido esto... -Niega con la cabeza- No. Esto ha ido mal, todo. Yo... -Se interrumpe, con voz entrecortada- Lo siento.
-Está bien -Aún junto a ella en el suelo, estiro un brazo para poder acariciarla el pelo, confiando en que eso ayude en algo-. Tenemos un momento de calma... Parece. ¿Creo?
-Sigo diciendo, ¿qué es lo que acaba de pasar? -Ezarel vuelve a hacer la pregunta- ¿Va a matar el criónido a ese hombre, o...?
-No... -Hiiro hace una mueca- Supongo que va a darle un masaje...
... ahám. Ya. “Masaje”. Sí.
-Parece que ha conseguido domar un poco al inspector, aunque sea... -Pone cara incómoda- Lo que significa... Ezarel, ¿puedes hacer el favor de quitarme esta cosa ya?
-¿El qué? -El elfo la mira con incomprensión.
-La poción de cambio de sexo -Hiiro frunce el ceño-. Me gustaría volver a la normalidad, si fuera posible.
-¿De qué estás ha...? Ah -Ezarel pone cara de decepción de repente-. Ya. Se me había olvidado...
Antes de que Hiiro se indigne y empiecen a discutir, yo centro mi atención en Miiko por unos instantes. Parece verdaderamente angustiada y me preocupa un poco. Ese hombre ha dicho cosas muy crueles e hirientes...
-No le hagas caso, ¿vale? -Le digo. Ella me mira con pena- Tú sabes lo que es verdad y lo que no. Ha querido ser cruel a propósito.
-Ya...
-¿Por qué no te quitamos el disfraz a ti también? -Cuando digo eso, parece despistarla por un instante- Este kimono está muy mono, pero... Te queda mejor el magenta, princesa. ¿Qué me dices?
-Hmm... -Se lo piensa- Sí... No me importaría poder quitarme esto de encima.
-Perfecto, entonces vamos a hacer eso -La tomo de la mano para ayudarla a levantarse, y las dos nos ponemos en pie-. Ezarel, devuelve a Hiiro a la normalidad, por favor. Yo voy a ayudar a Miiko a quitarse la pintura de la cara. Leiftan, si puedes ir pensando en cómo vamos a lidiar con...
-No -Miiko me interrumpe-. No, creo que... Creo que voy a lidiar yo con esto.
-Um... ¿segura? -Asiente ante mi pregunta- Bueno... ¿Segura de verdad?
-Que sí -Suspira. Me suelta la mano y se gira hacia Hiiro, al que lanza una mirada de lástima-. Lo siento mucho por todo esto. Ha sido una idea terrible.
-No te disculpes por una idea que no ha sido tuya... -Él le lanza una mirada de reojo a Ezarel, que se pone a mirar al techo como si fuera algo fascinante- No te preocupes por esto, Miiko. No ha sido agradable, pero lo hecho, hecho está. La próxima vez simplemente vamos a pensárnoslo mejor antes de forzar a alguien a que se cambie de sexo, ¿vale?
-Sí... -Inesperadamente, Miiko se acerca a él y le abraza, con lo que Hiiro pone cara extrañada- Sí, esto no va a volver a pasar, tranquila...
-Hm -Hiiro hace un gesto incómodo-. ¿Miiko? Hm. ¿Puedes por favor...?
-Dame un segundo... Hueles muy bien...
... quiero unirme a ese abrazo con todas mis fuerzas, pero...
-Vaaale ya -Agarro a Miiko para separarla de Hiiro antes de que al pobre chico le dé un chungo-. Vamos a quitarte el maquillaje...
Me la llevo arrastrada a su habitación, de forma similar a como ha hecho Gèrard antes con el inspector, aunque como su cuarto está frente a la sala del Cristal, está directamente aquí al lado. Nada más entramos, se deja colapsar sobre su cama con un gruñido, mientras que yo me acerco a su tocador y empiezo a buscar los productos desmaquillantes.
-Esto es lo que me pasa por elegir la opción fácil... -La escucho gruñir por el fondo- Que al final todo se nos cae encima... Ugh... Odio a ese tío...
-No más que yo -Cuando encuentro los productos que necesito, me acerco la cama y me siento en ella, pinchando con un dedo el culo de Miiko para reclamar su atención y que se incorpore, porque poco voy a poder hacerle si sigue con la cada hundida en el colchón... Ugh, seguro que ha manchado las sábanas, hale, más cosas para la lavandería...-. No me has dejado matarle.
-Hmmm... -Se incorpora y se gira hacia mí, de forma que puedo empezar a limpiar su cara poco a poco- No quería que... No quería que tuvieras que cargar con eso. Créeme, yo también tenía muchas ganas de... hacerle daño. Pero no iba a dejar que te manchases las manos con su sangre. No creo que... No creo que merezca la pena. A pesar que ha dicho cosas horribles...
-Pues yo creo que sí se lo merecía.
-Se lo merecía, pero no... Eres tú la que no se merecía tener que acabar con su vida. En el sentido de... -No parece encontrar las palabras exactas, así que hace una mueca.
-Quieta -La reprimo-. Te voy a meter un dedo en el ojo si no.
-Ya, ya... -Resopla- Gracias. No por esto. Por esto también, sino por... Enfadarte.
-Todos estábamos enfadados -Continúo la tarea, con cuidado de por dónde paso las manos... Aunque parte de mí quiere meterle dos dedos en la nariz-. Es lo normal. Pero ahora ese momento ha pasado, y tenemos que pensar en qué vamos a hacer.
-No te preocupes por eso, yo ya...
-Miiko -La corto-. No te lo guardes todo para ti. Los demás también estamos aquí y queremos ayudar. Después de este desastre, verás que es buena idea escuchar a los demás.
-Hm -Se queja, pero decido ponerme a retirar el pintalabios, de forma que le cuesta un poco hablar ahora mismo.
-Eres tú la Líder de la Guardia, sí, pero el resto también estamos aquí para ayudar. Seguro que si nos hubiéramos puesto todos juntos, hubiéramos encontrado una solución mejor que dejar que Ezarel transformarse a Hiiro en una mujer -Termino con el pintalabios, dejándola hablar ahora.
-Ezarel estaba demasiado emocionado por convertir a Hiiro en una mujer -Bueno... sí.
-Creo que todos nos hemos emocionado un poquito más de lo normal al ver a Hiroko -Admito- Y tú incluida.
-Es muy guapa -Intenta justificarse.
-Lo sé.
-He sentido mariposas en el estómago cuando la he abrazado...
-Yo sigo prefiriendo al Hiiro normal.
-¿En serio?
-Sí, porque Hiiro normal está feliz en su cuerpo -Que a todo el mundo parece que se le olvida que, de hecho, tiene que ser bastante horrible que un científico loco te modifique el cuerpo de esa manera sólo porque le pone cachondo-. Pero sí es verdad que Hiroko es muy guapa, así que te entiendo un poco.
-¿Ves? -Esgrime una sonrisa triunfal, como si me hubiera derrotado.
-Quizá me recuerda un poco a ti -Entrecierro los ojos un poco, como si la estuviera mirando de cerca-. Ojos del azul más intenso, pelo oscuro y lacio...
Cuando digo eso, llevo una mano a su cabello para quitar la horquilla que lo tenía recogido, dejando que caiga en cascada sobre sus hombros, y luego paso una mano por él. Me gusta la textura.
-Aunque me gustan tus mechas -Admito, prestando atención a la parte azulada de su pelo cuando mis dedos la atraviesan.
-Gracias... Ayúdame con el kimono.
Se incorpora y yo voy tras ella para ayudarla a desatar el lazo y desenredarla del mismo... Parece que este kimono debe ser mucho más complicado de atar que los de Hiiro, huh.
Una vez que termina de dar vueltas y queda frente a mí con el kimono desatado, hace un movimiento con los hombros y simplemente con eso la prenda se escurre por sus brazos y cae al suelo. Mi primer instinto es ir a echarle la bronca porque ya le he dicho mil veces que deje de tirar la ropa por el suelo porque luego nunca la recoge y se arruga y queda mal, pero me distraigo un poco al darme cuenta que lo único que le queda de ropa ahora mismo es el infame tanga de encaje negro.
La miro.
Me mira.
-Si te puedo contar un secreto -Me dice-, en realidad yo también tengo mis preferencias... Por ejemplo, me gusta más Simonn que Carole.
-¿Quieres que le llame? -Pregunto, conteniéndome para no alargar una mano para colocarla en sus pechos. Me gusta jugar con ellos, porque son del tamaño perfecto para hacerlo.
-No lo sé... No tenemos tiempo tampoco.
Oh, pero tenemos el tiempo justo. Posiblemente se tarde lo mismo que en lo que Gèrard tarda en dar su masaje. Pero bueno, vale.
De todas formas, cambio mi forma para que sea Simonn el que aparece frente a ella, y coloco una mano en el centro de su pecho para empujarla sobre su cama.
-Incluso si no tenemos mucho tiempo -Digo, yendo a colocarme de rodillas en el suelo frente a la cama-, déjame hacer algo para que te olvides de todas las cosas feas que te ha dicho ese hombre.
Mis manos se cuelan bajo ambos lados de la única prenda que le queda y las deslizo hacia abajo por sus muslos, mientras que ella se ríe y coloca una mano sobre mi cabeza, aferrándose a mi pelo.---
(Narra Ezarel)
-Bueno, ¿me quitas esto o qué?
Lanzo una mirada a Hiroko cuando me habla. Parece indignada, a juzgar por su postura de brazos cruzados y su boca torcida. Está linda así y la parte de mí que nunca llegó a crecer quiere tirarle del pelo y estirarle los mofletes y decirla que es fea y luego estamparla contra la p-
-¿Seguro que no estás mejor así? -La pico- Creo que te favorece más. Seguro que te va mejor con los chicos. Bueno, no con Gèrard, pero...
-Ezarel -Ella gruñe mi nombre.
-El trato era que te devolvía a la normalidad si nos conseguías una valoración positiva...
-Ezarel -Ahora es Leiftan el que me nombra, también cruzado de brazos y con tono de reproche-. No bromees con eso. Devuélvele a la normalidad.
-Cuántas prisas... ¿De verdad no queréis esperar mejor a que termine de irse el...?
-E Z A R E L .
Joder, qué hostilidad...
Resignado, agarro a Hiroko por el pescuezo del kimono para llevármela conmigo a la sala de alquimia. En seguida empieza a pelearse porque la libere como una cría de purreko intentando librarse del agarre de las mandíbulas de su madre, pero no la dejo ir hasta que no llegamos al laboratorio y allí ya la empujo dentro para que bufe y muerda si quiere... Aunque, si mal no recuerdo, creo que le iba más lo de que la muerdan a hacerlo ella misma.
-Al menos al fin vamos a terminar con esto -Se queja, apoyándose contra la mesa-. Seguro que lo tienes todo, ¿no? Nada de ingredientes sorpresa, nada de “Oops”, nada de...
-Eres más pesada que un moogliz en brazos -Protesto yo, mientras me pongo a rebuscar entre mis ingredientes las cosas que necesito-. Quizá debería dejarte hacer la poción a ti, a ver qué sale.
-Has sido tú el que me ha forzado a-
-Shhh, no me hables mientras trabajo. Me distraes. No queremos que la poción me salga mal...
-Eso es mentira. Las pociones sólo te salen mal cuando quieres que te salgan mal, y si quieres ignorar a alguien cuando te hablan lo haces perfectamente sin que te cause ningún problema.
-...
-Sólo me estás dando la razón.
-...
-Quién calla otorg-
-Cállate ya o la poción te la hace tu madre en el mundo humano.
Eso consigue que se esté calladita al fin. Es verdad que me la sopla bastante si quiere estar parloteando por el fondo o no, pero no pienso dejarla ganar una discusión, por mucho que me guste el sonido de su voz porque me hace sentirme cálido por dentro y- Tengo problemas.
Como sea, me dedico a la poción en silencio, aunque sea muy a regañadientes. No sé por qué tanta prisa... Se podía quedar así un rato más... No le iba a pasar nada y nos haría más felices a todos...
No. Sé que mis pensamientos están distorsionados. Hiroko es un arma terriblemente poderosa. Si la he traído para lidiar con el inspector es por esa razón. No debo caer en la trampa que yo mismo he preparado...
Dejo los ingredientes preparándose antes de ir a terminar la poción y, en lo que espero, me giro hacia Hiroko para ver qué está haciendo y que no haya tocado nada. Está simplemente apoyada en una pared y mirándome con una mueca que debería desequilibrar la belleza de su rostro, pero que sin embargo le añade una nueva profundidad, aquella de una belleza real e inevitable... No importa cuántos e tuerza su rostro, en todas sus expresiones es hermosa, porque... Porque lo es, ella, simplemente. Esa la mujer más-
-EEEEJEJE JEM -Me fuerzo a toser para detener mis propios pensamientos. La veo frunciendo el ceño, evidentemente extrañada por mi conducta-. Uhh... Se está haciendo.
-¿Se está haciendo? -Su mirada me juzga duramente- Vale, es verdad que tenía que... Espera, ¿entonces tenías una preparada de antemano para convertirme antes?
-Siempre tengo una preparada de antemano. No exclusivamente para ti. No te creas que eres tan especial -No voy a admitir que el hecho de que se me haya ocurrido invocar a Hiroko es porque su existencia cruza por mi cabeza más ocasiones de las que es apropiado-. Hay gente que a veces me pide ayuda para... Cambiarse.
-Oh -Hace un gesto de comprensión-. Eso tiene sentido. No tiene sentido de dónde has sacado el kimono, pero el resto sí -Eso es... uh... porque...-. ¿Puedo preguntar exactamente qué es lo que ha sido de Nevra? Valkyon parecía nervioso cuando le han preguntado por ello...
-Valkyon le ha lanzado un dardo tranquilizante y le ha tumbado al suelo -Simplemente se queda boquiabierta cuando digo eso. ¿Verdad? Yo he pensado lo mismo-. Por él no hay que preocuparse. No va a enterarse de nada de esto, ni tiene que darse cuenta de que sus alucinaciones de la última vez de hecho no eran alucinaciones.
-Okey... -Veo que toma aire- Eso es... Posiblemente lo mejor para todo el mundo.
-Salvo para el propio Nevra -Se encoge de hombros-. Pero, sí, es posiblemente lo mejor si nunca conoce la verdad -Además, no quiero imaginar qué tipo de efectos podría tener la exposición continuada a Hiroko en alguien como él...
Nos quedamos en un silencio largo e intenso. Yo tengo que contenerme físicamente para no poner los ojos en ella. Me doy cuenta de lo extraña que es mi obsesión por ella, pero realmente no puedo hacer nada para evitarlo, y eso es lo peor. Tiene un magnetismo que me atrapa y me deja completamente indefenso ante sus enca-
Ooookey, ya ha pasado tiempo suficiente, vamos a terminar con esto...
Vuelvo a mis ingredientes para sacarlos de su sopa, y comienzo con los últimos pasos para terminar la poción. No pasa demasiado tiempo hasta que finalmente está todo listo y en una jeringa con la que me acerco a Hiroko, que ya está remangada.
-Por favor, libérame de este infierno... -Me pide, con un suspiro.
-Creo que exageras -Me contengo para no poner los ojos en blanco.
-No realmente -Frunce el ceño-. No me gusta estar en un cuerpo que no es el mío. No me gusta que me hables en femenino. No me gusta el pelo largo, ni el maquillaje. No me gusta que me digan que soy una chica guapa. No me gusta tener que haberme rebajado delante de un idiota como aquel. No me gusta esta situación y, sobre todo, no me gusta que me hayas forzado a ella.
Las palabras salen de él con una sinceridad que me pilla desprevenido y me hace replantearme mis acciones.
-... L-lo siento.
Me cuesta un poco decirlo. Pero lo digo. Sin excusas, sin tonterías. Lo digo.
Él suspira.
-Pínchame y estaremos en paz.
A eso voy, clavando la aguja en su piel y empujando el émbolo de la jeringa para hacer que la poción rosada entre en su sangre. Me alejo un par de pasos en seguida para dejarle algo de espacio en lo que la transformación hace efecto... Es casi inmediato. Su cuerpo cambia rápidamente, haciendo su pelo más corto y su pecho menos abultado, sus caderas más estrechas y hombros más anchos. Nuez visible en su cuello, mandíbula más cuadrada, rasgos menos redondos.
-Aaaaa.... -Lo primero que hace es probar su voz, que tiene un cambio de tono repentino que le hace desafinar- Aaaa-aaa... Aaaaaa... Okey... Todo correcto -Suspira con alivio.
-Bienvenido de vuelta, Hiiro.
-Nunca me he ido -... Ya. Sí-. Salvo ahora que me voy a ir corriendo todo lo lejos de ti que pueda.
-¿No vas a quedarte a decirle adiós al inspector? -Hace una mueca de completa repulsión y asco cuando digo eso. Guau. No sé si será por el cambio en las facciones de su cara pero juraría que no era tan expresivo en la forma femenina.
-Me voy a ir más lejos todavía, ahora que dices eso.
-Le mandaré recuerdos de tu parte -Digo eso con mi peor sonrisa en la cara, viendo cómo hace muecas según se aleja a la puerta.
Parece que va a irse del todo con las mismas, dejándome a mí para limpiar, cómo no, pero en el último momento se queda en el borde de la puerta.
-Por cierto...
Ya me había girado para irme a limpiar, pero vuelvo a ir a mirarle a él.
-Todo esto del cambio de sexo, me recuerda mucho a un cierto personaje de One Piece con una cierta... Habilidad...
-Nada de "espoilers" -Viendo por dónde van los tiros, en seguida procuro cortarle usando el término que me enseñó.
-Ah, sí, perdón... Ya llegaremos a eso, y ya tendremos tiempo de hablar de Crocodile siendo la madre de Luffy...
Que que de QUÉ QUE QUIÉN ES LA MADRE DE LUFFY QUÉEEEEEE.
Sus palabras me pegan semejante puñetazo emocional que no soy capaz de perseguirle en lo que él se escapa de la sala, habiendo ya obtenido su venganza por las horas de terror psicológico que le he forzado a sufrir.
Por esta vez, voy a dejarlo pasar. Por esta vez.
... Pero cómo puede ser que Crocodile sea- Quiero decir, le hubiera reconocido en Arabasta, aunque viendo que tampoco sabía quién era su padre, entonces...---
(Narra Valkyon)
Pasa un buen rato, algo más de una hora, hasta que volvemos a saber del inspector. Miiko y Simonn se tomaron su tiempo en volver a salir de la habitación de ella, ahora con su ropa habitual en vez del kimono, y Ezarel también tardó en volver de la sala de alquimia, aparentemente teniendo una crisis existencial juzgando por cómo va murmurando cosas para sí. De Hiiro no hay ni rastro, pero cuando Simonn le pregunta bufa algo sobre que si ya le ha devuelto a la normalidad y que puede irse a hacer muchas puñetas. Su amistad es rara.
Cuando finalmente el inspector aparece de nuevo, lo hace acompañado por Gèrard. El criónido está muy sonriente, el inspector parece... Inusualmente nervioso. Está vivo, lo cual no sé si es necesariamente algo bueno, pero en su mirada veo que sea lo que sea que Gèrard le ha hecho ha debido de cambiarle para el resto de su vida. Es curioso... Siempre había escuchado que los criónidos hacían directamente ejecuciones y nunca torturaban a sus prisioneros porque empatizaban demasiado con ellos.
-Señor Marguose, ¿qué tal su masaje? -Es Ezarel el que se adelante a hablar- ¿Ha sabido Gèrard satisfacerle?
-S-s-sí, ha... -El hombre le lanza una mirada nerviosa a Gèrard, cuya sonrisa se ensancha lentamente. Es un poco espeluznante- Sido una experiencia muy... intensa...
-Hmmm, hmm... -Gèrard canturrea para sí mientras se acerca al inspector para colocarle una mano en la cabeza y acariciar el cabello entre su cornamenta. Juraría que el hombre tiene un escalofrío- Recuerda hablado... ¿Decir...?
-S-sí, p-por supuesto -Él toma aire antes de lanzarnos una mirada general a todos-. Quería, uh... Q-quería disculparme por mi conducta anterior. Evidentemente, perd-perdí los nervios, y fui muy descortés con todos ustedes...
-Buen chico... -Gèrard murmura eso, ahora jugando con un tirabuzón del pelo del hombre. Él empieza a respirar de forma pesada, posiblemente por el alivio que siente al tener la aprobación de Gèrard.
-No hay de qué preocuparse -Miiko es la que responde, en un tono neutral. Ha perdido el carácter complaciente de antes, y se la nota más... Hostil. Lo cual tiene sentido. Todo esto ha sido un desastre, y desde luego no tiene ningún motivo por el cual ser amable con el inspector, sino todo lo contrario-. ¿Qué tal si nos vamos yendo a la Gran Puerta? Creo que la inspección ha acabado ya, ¿no es así?
-Umm... -El inspector le lanza una mirada a Gèrard como si él tuviera la respuesta, pero el criónido simplemente alza las cejas- S... ¿s-sí?
-A la Gran Puerta entonces -Miiko gira sobre sí misma y echa a caminar sin dudar un segundo.
En vista de eso, yo hago lo mismo para ir a seguirla, y detrás de mí escucho algo parecido a un golpe y un grito que jugaría que viene de parte del inspector, lo que me sobresalta. Cuando miro hacia atrás, todo lo que veo es al inspector con aspecto nervioso y a Gèrard sonriente detrás de él, pero nada más... No estoy a favor de los castigos físicos, pero quizá este tipo se lo merece, así que lo pasaré por alto...
Vamos en comitiva hacia la Gran Puerta, sin que nadie diga nada, salvo cuando Miiko le ordena a Simonn que vaya a llamar al carruaje del inspector. En lo que viene, sin embargo, nosotros nos quedamos esperando frente a la Gran Puerta.
-Irme -Una vez Gèrard ha escoltado al inspector hasta aquí, parece desinteresarse por nosotros rápidamente-. ¿Hiiro?
-Llorando en algún rincón -Ezarel se encoge de hombros-. No te preocupes, ya te le he devuelto a la normalidad. Ya puedes ir a arreglarle la espalda a él también -No sé por qué lo ha dicho en ese tono... Los masajes de Gèrard son muy buenos. Hiiro se ha ganado uno después de todo esto, desde luego. Gèrard asiente ante la información recibida.
-Porta bien -Le dice al inspector, antes de darle un pellizco en las costillas, con lo que el hombre grita. ¿Será eso algún tipo de estímulo desencadenante de las memorias de la tortura? ¿Qué tipo de técnicas horribles ha usado Gèrard en esta persona?
-H-hum... -El inspector traga saliva antes de mirarle- N-nos... ¿Volveremos a vernos algún d-
-Shhhhhh, shh, shh... -Gèrard le corta colocando un dedo sobre sus labios.
No dice nada más. Le mira a los ojos, fijamente, haciendo que el cuerpo del hombre tiemble con lo que debe ser el más puro terror, y mirándole aún fijamente Gèrard se aleja, caminando sin en ningún momento levantar la mirada del hombre.
Incluso cuando desaparece de la vista de todo el mundo aún siento la mirada de Gèrard, como si siguiera aquí con nosotros. No debo ser el único, porque el inspector está casi jadeando mientras mira de forma fija en dirección a donde se ha ido el criónido.
-... me siento sucio, por alguna razón -Comenta Ezarel-. A ver, señor Marguose. ¡Eh! -Chasquea los dedos para llamar la atención del hombre, que pega un respingo. ¿Será ese otro estímulo que le ha enseñado Gèrard?- Sobre la inspección...
-Oh, no te preocupes por eso, Ezarel -Es Miiko el que le responde. Se está mirando las uñas con lo que parece que es indiferencia, pero en su voz se palpa la irritación-. Nuestro amigo inspector ha dejado sus impresiones sobre la Guardia muy claras.
-B... bueno... -El hombre parece recuperar un poco de aplomo y se yergue sobre sí mismo, luciendo cornamenta- Q... quizá me he precipitado al decidir mi veredicto... L-la Guardia tiene muchas facetas y es difícil saber s-
-Oh, no -Miiko niega con la cabeza y le interrumpe-. Tus impresiones son claras. Nos las has gritado con la suficiente fuerza como para que se nos queden pegadas... ¿Sabes qué? -Levanta la mirada de sus uñas para ponerlas en el inspector- Vamos a aprovechar en lo que llega el carruaje para que te diga lo que va a pasar ahora, ¿qué te parece?
-¿... Miiko? -Leiftan le lanza una mirada preocupada, pero ella le ignora.
-Todo esto me ha hecho reflexionar un poco... -Miiko avanza un paso hacia el inspector, después otro- ¿Qué sentido tiene toda esta inspección? ¿Qué sentido tiene que me vista de corto y que tenga que ser agradable? ¿Por qué tengo que forzar a los miembros de mi guardia a ser amable con un imbécil de semejantes proporciones que claramente nos odia y no tiene problema en gritárnoslo a la cara? -Suspira con lo que parece que es exasperación- Y ahora todo esto se va a solucionar porque Gèrard te ha arreglado tu dolor de espalda, ¿no? Pues no. No me da la gana.
Umm... Qué está pasando.
Lanzo una mirada hacia Leiftan y Ezarel. Leiftan ha empezado a morderse las uñas con cara de angustia y Ezarel se encoge de hombros cuando caza mi mirada. Ninguno de los dos tiene pinta de ir a intervenir, así que decido que yo no voy a hacerlo tampoco y simplemente me cruzo de brazos y tomo postura firme detrás de Miiko, listo para apoyarla en lo que haga falta.
-Abre el cuaderno y ponte a anotar si quieres, pero te aviso que si escucho un sólo “click” más, te comes el esúpido bolígrafo -Miiko continúa hablando, en tono cada vez más agresivo-. No voy a seguir permitiendo esta situación. Paciencia tengo MUCHA, quizá demasiada para mi propio bien, pero tú has superado un límite. Me has insultado a mí, has insultado a mi Guardia y, lo peor de todo, has insultado a mi gente. Y eso es algo que no voy a pasar por alto.
>>Hay mucha gente aquí ahora mismo que todo lo que quiere hacer es arrancarte la cabeza de los hombros, y a mí me encantaría darles permiso, pero desafortunadamente en la Guardia tenemos la siguiente política: No matar a menos que sea necesario. Así que, enhorabuena. A pesar de tu impertinencia, que te hubiera costado la vida en cualquier otro lugar de Eldarya... Vas a vivir. Y me vas a hacer un favor y vas a volver al Consejo General para decirles que dejen de darle por culo a mi Guardia o el siguiente inspector que venga a lo mejor no vuelve.
>>Esto... Esto de aquí es la Guardia de Eel. Aquí salvamos gente. Aquí, intentamos salvar el mundo. Tú dices que “jugamos a ser héroes”, yo digo: “Cállate la boca, somos los únicos haciendo este trabajo, o lo tomas o lo dejas”. Mientras el resto de territorios están demasiado ocupados intentando conquistarse los unos a los otros o tratando de hacerse más ricos, nosotros estamos aquí intentando proteger a TODO EL MUNDO. Incluídos desgraciados ingratos como tú a los que se les comería un loboleón salvaje en cuando pusieran un pie fuera de su burbuja mágica de ignorancia y burocracia. ¿Quieres deshacerte de la Guardia? Dos días, dos días y el Cristal está en manos del psicópata que quiere matarnos a todos, ¿qué te parece eso? ¿Te piensas que estar aquí es fácil? ¿Que tenemos tiempo para preocuparnos de si el césped está demasiado largo o si tenemos una grieta en las paredes o si todas las habitaciones tienen un colchón por defecto, que no lo tienen porque un colchón es puto caro y nos dais una mierda de presupuesto? Estar aquí es día, tras día, tras día, tras día comiéndose toda la mierda de Eldarya. Ha habido un tsunami, tenemos que ir a ayudar a las víctimas, reconstruir sus pueblos, darles recursos. Un psicópata quiere romper el Gran Cristal, por supuesto que vamos a arreglarlo nosotros solitos, porque para qué va nadie más a ayudarnos a proteger la piedra que nos mantiene vivos a todos, pfffft, con lo fácil que es luego echarnos la culpa si sale mal. Oh, noooo, una criatura del Eldritch ha escapado a nuestro plano porque un adolescente estúpido ha leído un tomo de necromancia prohibido, ¡vamos a dejar que la Guardia de Eel se encarge, no es como si tubiéramos una organización entera creada expresamente para lidiar con este tipo de prob-Oh, espera, sí que la tenemos, pero vamos a encargárselo a la Guardia de Eel igualmente, total, seguro que no tienen nada que hacer...
>>Somos la Guardia de Eel. Y protegemos a todos los habitantes de Eldarya. Esa es nuestra misión. Y lo estamos haciendo sin ayuda por culpa de imbéciles como tú. Así que no me toques las narices diciendo que no hacemos nuestro trabajo, porque sin nosotros, este mundo hubiera hecho aguas hace mucho tiempo.
>>ESTA es la realidad de este mundo, y no ninguna fantasía que tengas en tu cabecita ignorante sobre cómo funciona la realidad. Puedes ir a decirle eso al Consejo General. Puedes decirles que hemos sido muy malos contigo, y me importa una mierda. Si me tengo que pelear con todo el Consejo, pienso hacerlo; si tengo que montar una guerra para defender mi Guardia, pienso hacerlo. Pero no voy a dejar que un gilipollas como tú, que no sabe nada del mundo, nos humille.
>>Ese hombre de ahí es el hombre más inteligente que conozco, un genio de los que sólo se ven cada mil años, y está trabajando en la Guardia haciendo invenciones que han salvado MILES de vidas y miles más salvarán; el otro de allí es el último dragón conocido con vida, con un corazón de oro y un coraje insuperable que se lanzaría a una muerte segura para salvar a cualquier inocente sin pensárselo dos veces; el tercero que ve es un portento de la magia y uno de los investigadores más eficaces de la Historia Prohibida, además del compás moral de la Guardia y la única persona impidiéndome que te salte los dientes ahora mismo; y el Líder de la Sombra ahora mismo no sé dónde está, pero si tuviera que apostar diría que o bien planeando tu muerte o bien acostándose con tu ex-mujer, y no creo que tú pudieras evitar nada de eso porque en comparación con él, o con cualquiera de estos hombres, tú no eres nadie.
>>Tú eres, como ya te ha dicho el humano que ha conseguido engañarte porque eres un baboso estúpido que piensa que una mujer es un agujero con patas, un abusón que disfruta del poder burocrático que tiene y que, en la realidad, no vale una mierda porque, me repito, podría saltarte los dientes ahora mismo y nadie iba a impedirlo. Eres triste. Vienes a la Guardia de Eel e intentas traernos abajo, perdona, ¿qué es lo que intentas? ¿Qué vas a ganar con eso, sentirte mejor contigo mismo? Tu ex-mujer no va a volver contigo cuando le cuentes que te has comportado como un gilipollas con nosotros. ¿Te van a dar un ascenso? Vale, ¿a quién vas a ir a hacerle bullying después? ¿Al rey de Lund’Mulhingar? Porque te van a cortar la cabeza.
>>Y ahora, déjame decirte, ¿quién soy yo? Bueno, yo soy la Líder de la Guardia de Eel. Te parecerá poco. No me quieren en mi reino de origen porque tengo cuatro colas, oops, vale. Ya ves que problemas. No necesito ninguna de ellas para saltarte los dientes. Tampoco necesito ser un hombre para hacerlo, por cierto; y no necesito ser un hombre para dirigir esta Guardia. Soy la líder. YO. Y tú no vas a venir aquí a cuestionar mi autoridad y a insultarme a la cara. O, al menos, no sin salir inmune. Tranquilo, ya te he dicho que no vamos a matarte. Te necesito vivo para que vayas a decirle al Consejo que, si se atreven a mandar a otro inspector más, que al menos nos manden a uno lo suficientemente inteligente como para no ganarse que le cortemos la cabeza.
>>Un dato más sobre mí: Soy una tremenda zorra.
Nada más acaba de decir eso, escucho un gruñido salir de su garganta, un sonido animalístico que no le he oído nunca antes, y se abalanza sobre el inspector, que grita.
Creo que tengo la piel de gallina. Nunca había escuchado a Miiko cantarle las cuarenta a nadie de esta manera, y es por la sorpresa general de la situación que apenas reacciono cuando directamente le ataca. Ezarel y Leiftan tampoco consiguen reaccionar a tiempo, ni tampoco Simonn, que ha vuelto en algún momento a mitad del chaparrón y se ha quedado mirando con ojos muy abiertos y expresión de ligero pánico.
Después de tanto que ha amenazado con saltarle los dientes, sorprendentemente Miiko no hace eso, sino que simplemente se queda contenta con arañarle la cara con unas uñas que yo no recordaba que tuviera tan largas (¿Transformaciones de kitsune? Eso tendría sentido...), y aunque no le ha sacado los ojos, le ha dejado un arañazo en la cara que posiblemente se vaya a convertir en una cicatriz a futuro.
-¡¡AAAAAGHH!! ¿¡QUÉ...!? -El hombre grita adolorido, doblado sobre sí mismo, pero es interrumpido cuando Miiko le agarra por el cuello de la camisa para acercarle a él y sacudirle un buen cabezazo, evitando golpearse con los cuernos pero llenándose la frente con la sangre que ha abierto su arañazo.
-Y ahora que estás servido, aléjate de mi Guardia y no vuelvas a poner un pie en ella si no quieres que tengamos problemas de verdad, gilipollas.
Le suelta con un empujón brusco, haciendo que el hombre caiga al suelo. Desde allí mira a Miiko con miedo, gimoteando levemente, y la verdad es que es un espectáculo casi penoso verle con la cara sangrando y tanteando el suelo con una mano en busca de las gafas que se le han caído. En cuanto consigue encontrarlas, se pone en pie con algo de torpeza, sin quitarle la vista de encima a Miiko.
-V-vas a... ¡Vas a pagar por esto...!
-Que te vayas.
Miiko da un paso hacia él cuando dice eso.
La amenaza es efectiva, y en seguida el hombre busca con la mirada la forma de salir de aquí más rápidamente, que es el carruaje que al fin ha llegado a por él. El cochero parece igual que sorprendido por toda la escena como el resto, así que cuando el inspector consigue llegar al carruaje y subirse en él, tarda un poco en reaccionar y el inspector tiene que sacar la cabeza por una ventana para gritarle que arranque. Aún le sangra la cara, de hecho nos ha llenado los azulejos del suelo con ella.
Todos observamos en completo silencio mientras el carruaje se pone en marcha, parece que con bastante prisa, y abandona la ciudad de Eel a través de la Gran Puerta... Para nunca volver, quizá.
O a lo mejor tenemos dentro de una semana a un ejército entero pidiendo la cabeza de Miiko.
Hablando de Miiko, una vez el carruaje se va y desaparece en la distancia, se gira hacia nosotros. Tiene salpicaduras de sangre en la cara de cuando le ha pegado el cabezazo.
-Lo siento... pero tenía que hacerlo.
-No te disculpes -Ezarel en seguida responde con una sonrisa en la cara-. Yo lo he disfrutado muchísimo. Sobre todo la parte en la que decías que soy un genio -Miiko pone los ojos en blanco cuando le oye decir eso.
-Oye, Miiko, ¿te acuerdas de eso de lo que hemos estado hablando hace veinte minutos sobre hablarle a los demás antes de elaborar planes por tu cuenta? -Simonn se une a nosotros al fin, hablando con cara de angustia. Es el que más preocupado parece por la situación.
-Lo sé, lo sé... -Ella suspira.
-No voy a decir que no se lo mereciera... -Leiftan habla con duda- Pero eso desde luego no nos pone en una posición favorable a futuro.
-Cuando le he dicho que le declararía la guerra al Consejo General, lo he dicho a sabiendas de que no va a haber una guerra -Se encoge de hombros-. No creo que debamos preocuparnos por un conflicto de ese estilo. Si la gente quisiera conquistar Eel, ya se habrían puesto de acuerdo para ello hace mucho tiempo, pero no conviene. La Guardia tiene amigos e influencia, aunque no lo parezca... Y aunque todo el mundo nos tome por el pito del sereno -Suspira-. Estoy aburrida ya de eso. Esto ha sido la gota que ha colmado el vaso. Con un poco de suerte, captarán el mensaje de que no es buena idea de mandar gente directamente a insultarnos a la cara. Lo peor que puede pasar es que le digan al mundo que somos una panda de salvajes...
-O que pidan tu cabeza -Intervengo-. Si hay un conflicto, te van a hacer a ti la responsable.
-Estoy dispuesta para asumir eso -Responde con una sonrisa amarga en la cara.
-Bueno, pues a lo mejor el resto no -Simonn frunce el ceño-. A lo mejor a los demás no nos hace especial ilusión si de repente viene alguien y te quita de tu puesto.
-¿Te preocupas por mí, comesueños? Qué tierno.
-Me preocupo por mi puesto. No todo el mundo está dispuesto a ofrecerle trabajo a un comesueños, ¿sabes? Además, ¿de qué voy a trabajar si no es ordenando tu cuarto? -Miiko le lanza una mala mirada, y él hace un gesto exasperado- Pues sí, Miiko. Me preocupo.
-Bueno, pues no debes. Lo hecho, hecho está... -Fingiendo indiferencia, Miiko vuelve a mirarse las uñas, que ahora están manchadas de sangre y... Sí, parecen más cortas. Es como mis garras, entonces- ¿Cómo dicen los humanos? Alea iacta est o lo que sea.
-Creo que el término correcto es “Alajea iacta est” -Corrige Ezarel.
-Hmmm, lo dudo... -Una vez más, Miiko hace un gesto sarcástico- No os preocupéis por mí. Ya soy mayorcita. Incluso si surge un conflicto, me encargaré de dejar claro que el que lo ha iniciado ha sido el gilipollas que ha sugerido que mi puesto estaría mejor en manos de un hombre.
-Ese es un buen punto desde el que afrontarlo... -Leiftan tuerce la boca- Si tú estás segura de esto, entonces adelante. Tampoco es que podamos hacer nada ya, a estas alturas.
-Mandar a Nevra a matarle -Recomienda Simonn.
-O a que se acueste con su ex-mujer -Añade Ezarel-. Seguro que eso hasta lo hace como bonus.
-Hablando de Nevra -Miiko frunce el ceño-, ¿dónde puñetas se ha metido? Pensé que iba a volver después de que Hiroko desapareciera.
Ezarel me mira a mí cuando surge la pregunta, lo que hace que el resto haga lo mismo, y así la atención se centra en mí.
-Um...---
(Narra Hiiro)
No voy a decir que este es el peor día de mi vida después de haber vivido la muerte de mi hermano dos veces y haber sido aplastado por un autobús, pero si tuviera un ránking, esto estaría situado alrededor del número 20, posiblemente...
Tomo aire cuando veo a Gèrard acercándose por los jardines desde la distancia. Llevo preparándome mentalmente para esta conversación todo el día, pero no sé si estoy listo. Ha sido un día muy largo.
Él se acerca con lo que parece que es una sonrisa amistosa. Suele estar sonriendo siempre, así que eso tampoco me dice mucho de sus intenciones... Me he quedado debajo del cerezo esperando no sé muy bien a qué, si a que mi vida se derrumbara o a que Ezarel volviera con otra jeringa o qué... O quizá estaba esperando a Gèrard. No lo sé. Bueno. Aquí estamos.
Me pongo en pie para recibirle, y él me saluda con un gesto de la mano cuando se aproxima.
-Hola... -Respondo con algo de nervios- Um, el inspector...
-No preocupes -Sonríe un poco más al pronunciar esas palabras-. Ido.
... Hm. No sé si me quiero enterar de cómo ha terminado todo ese asunto, la verdad. Creo que es mejor conservar mi inocencia.
-Sobre todo lo que ha pasado hoy... -Empiezo a hablar, con algo de duda- Lo siento.
-No tu culpa -Niega levemente con la cabeza al responder-. Simonn explicado.
-Aún así, es por mí por lo que se ha cancelado y, uh... -Nervioso y sin saber qué hacer, junto las manos para evitar hacer gestos con ellas- Ha sido un mal día.
-Eh -Se encoge de hombros-. Más días.
Supongo que los hay. Aún así...
-Tenía ganas de... -Me corto un poco- Um... Salir... contigo.
-También -Veo que me dedica una sonrisa.
Me sorprende un poco cuando levanta una mano para llevarla a mi cara y acariciarme la mejilla. Gèrard sabe que no me gusta mucho el contacto físico, así que procura evitarlo, a pesar de que a él evidentemente le encanta... Quiero ser permisivo por esta vez, pero la verdad es que no he tenido un buen día después de todo lo que he tenido que hacer con el inspector. El roce de su mano es bastante más agradable que cuando he tenido que tocar al otro, al menos. Es... reconfortante, en cierto sentido. Está fresquito y cosquillea mi piel. No puedo decir que no lo disfrute.
-Mejor dejamos... otra ocasión -Sus palabras tienen un peso... Que me hacen cuestionar su significado.
-Con eso te refieres a... -Lo dejo un poco en el aire. No tiene pinta de que lo esté dejando simplemente para otro día.
-Difícil... -Frunce el ceño. Su mano aún acaricia mi rostro, pero parece ser un gesto casi automático, como si su mente estuviera en otra parte- Confuso. Niels y... cosas -... Ahá-. No preparado para...
Duda un instante, como si no supiera cómo ponerlo en palabras. Eso es inusual para Gèrard, así que simplemente espero.
Me siento un poco culpable, porque tengo la sensación de casi haberle forzado a la cita. Quizá esto ha sido una mala idea desde un primer momento... Es obvio que están siendo tiempos difíciles para él.
-Lo entiendo -Trato de sonar comprensivo-. No voy a forzarte a nada. Está bien si-
-No se me dan bien... -Me interrumpo al instante cuando empieza a armar una frase completa- las relaciones -Asiento.
-Está bien. Yo tampoco... -Tomo aire- Yo tampoco tengo muy claro qué quería de todo esto. S-supongo que era un poco... por probar.
-Mal momento... -En su cara leo una disculpa- Complicado.
-No tienes que justificarte...
-Muero de rabiaaaaa... -Hace un sonido frustrado que me hace un poco de gracia- Quería mucho.
-Pero no es el momento. Ni para ti ni para mí.
Un último gesto de pena en su cara, y luego sube la mano de mi mejilla a mi cabeza. Se agacha sobre mí y por un momento la cercanía me sobresalta, pero después de pegarme el susto, sus labios simplemente se posan sobre mi frente, donde siento una sensación de frío... Casi similar a cuando se me congela el cerebro al tomar helado. ¿Es así como son los besos de criónido?
-Cita pendiente -Asegura, cuando se separa de mí-. No dejo pasar.
-En otra ocasión -Yo asiento-. A ser posible... Un día que Ezarel no tenga que hacerme un cambio de sexo.
-¡Hiroko guapa! -No, por favor, tú también NO- Pero no mi tipo.
-No quiero volver a oír hablar de ella -Ruego, exasperado por la existencia de mi alter ego.
Gérard se ríe de mí y mis problemas, y yo simplemente tengo que aceptar su risa. Hay un momento de silencio algo tenso, sin que ninguno de nosotros sepa cómo terminar la conversación, pero al final es él el que rompe el hielo porque por algo es el criónido.
-Irme enfermería -Anuncia-. Hablamos.
-Okey...
Con eso y otra mano agitada a forma de despedida, se va en dirección al edificio de la Guardia.
A solas me quedo bajo el cerezo, y suspiro para mis adentros mientras vuelvo a sentarme en el banco. Todo mal, ¿eh? Reconozco que me apena un poco la conclusión que ha tenido esto, pero... Bueno, como he dicho, yo tampoco tenía muy claro en qué dirección quería que fuera la “cita”. No sé. Ha sido todo... Bfgbh. Un mal día.
Suspiro una vez más. Estoy cansado después de todas las desgracias que he tenido que soportar a lo largo del día. Casi me apetece ir directamente a mi habitación, acostarme y dejar que mañana sea un nuevo día, pero aún es demasiado pronto...
Me sobresalto cuando escucho un sonido... Familiar, y miro a mi alrededor, buscando con la mirada el crowmero del que ha podido salir el graznido.
Lo encuentro, no muy lejos del banco en el que estoy sentado. Con un aleteo, se dirige a mí para colocarse a mi lado en el banco y poder dejar junto a mí...
Una flor.
La reconozco inmediatamente, es igual que la que usó Henry para peinarme la primera vez que me convertí en Hiroko. Ezarel dijo que significaba... Que algo bueno está a punto de pasar.
Miro el crowmero. El crowmero me mira a mí.
En mi mente, inmediatamente se forma la imagen de El Titiritero sonriéndome de la forma más pedante posible.
-Piérdete -Le suelo, y el pájaro se aleja volando con una serie de graznidos que casi parecen una risa.
Odio a Hiroko.-Fin del Capítulo R3-
Oh, Hiiro. No digas eso. No te preocupes... Hiroko volverá, un día de estos...
... O al menos, eso espero. Me gustaría hacer un capítulo más de Hiroko en algún momento, porque llevo un tiempo queriendo escribir una escena entre Hiroko y Nevra que nunca consigo terminar de escribir. Esta vez tenía planeado escribirla, pero... Pft. No me salía la escena. La he rehecho tres o cuatro veces y como al final no terminaba de encajarme, al final corté a Nevra del todo. La situación entre Hiiro y Nevra está demasiado complicada ahora mismo como para que esa escena tiene sentido.
Pero, sólo por los jajas, recuperado gracias al archivo de versiones del documentos de google, aquí tenemos...
Versión eliminada
(Narra Ezarel)
-Bueno, ¿me quitas esto o qué?
Lanzo una mirada a Hiroko cuando me habla. Parece indignada, a juzgar por su postura de brazos cruzados y su boca torcida. Está linda así y la parte de mí que nunca llegó a crecer quiere tirarle del pelo y estirarle los mofletes y decirla que es fea y luego estamparla contra la p-
-¿Seguro que no estás mejor así? -La pico- Creo que te favorece más. Seguro que te va mejor con los chicos. Bueno, no con Gèrard, pero...
-Ezarel -Ella gruñe mi nombre.
-El trato era que te devolvía a la normalidad si nos conseguías una valoración positiva...
-Ezarel -Ahora es Leiftan el que me nombra, también cruzado de brazos y con tono de reproche-. No bromees con eso. Devuélvele a la normalidad.
-Cuántas prisas... ¿De verdad no queréis esperaros mejor a que termine de irse el...?
Mi voz se entrecorta con el crujido de una puerta al abrirse. Escucho a Hiroko hacer un sonido de pánico, y rápidamente va a esconderse detrás del primero que pilla, que soy yo, y yo también pongo cara de susto cuando recuerdo a quién pertenece esta puerta.
De las tinieblas de su habitación, surge Nevra. Con cara completamente grogui, entrecerrando el ojo para que no le moleste la luz y evidentemente muy confuso. Inmediatamente me coloco mejor delante de Hiroko, y Valkyon viene a pegarse a mí para hacer un mejor muro que le impida la visión de la chica que tenemos detrás.
-¿Nevra? -Leiftan, que no se ha enterado de nada, pronuncia su nombre con cuidado, y Nevra se gira súbitamente en su dirección- ¿Q-qué estás...?
-Hmmgggññmpf... -Hace un sonido de queja y mira alrededor... Y en cuanto ve a Valkyon, parece espabilarse de inmediato- ¡TÚ! ¿¡DE QUÉ VAS!? ¿¡QUÉ NARICES HA SIDO ESO!?
-No hace falta gritar, Nevra... -Trato de apaciguarle, sintiendo que empiezo a tener sudores nerviosos. No debo ser el único ahora mismo.
-¡Sí hace falta! -Levanta un dedo acusatorio en dirección a Valkyon, que no parece saber ni qué cara poner- ¡Me has disparado un dardo tranquilizante!
-Que te ha q-¿¡QUÉ!? -Es Leiftan el que grita ahora, casi pegando un respingo, y mira al uno y al otro con cara atónita- ¡Valkyon!
-¿Vas a creerle así, tal cual? -El mencionado mira a Leiftan, que parece dudar por un instante.
-¡Ah; no, señorito! -Nevra frunce el ceño- ¡Tengo testigos! Ezarel estaba delante.
-¿Ezarel? -Ahora Leiftan me mira a mí casi más enfadado. ¡Oye, que yo no tengo la culpa! Ni siquiera podía imaginarme que Valkyon fuera a lanzarle un dardo tranquilizante a nadie, mucho menos a Nevra.
-Vamos a tranquilizarnos... -Intento calmar las aguas.
-¡Lo único tranquilo aquí era ese dardo! -Nevra sigue protestando- ¿¡Qué puñetas, Valkyon!? ¿¿A qué ha venido eso??
-Bueno, tú también me disparaste un dardo una vez -Esa es la respuesta-. Ojo por ojo, dardo por dardo -Nevra empieza a vociferar una cacofonía de sonidos que no tienen sentido alguno, demasiado alterado como para poder formar una frase completa-. Ha sido una broma. De las mías. Ya sabes.
-Valkyon, eso no está bien -Leiftan le mira como una madre decepcionada y, mientras que por un lado lo entiendo; por otro tengo la sensación de que se ha olvidado que hay de hecho un motivo por el cual nos ha sido conveniente lanzarle un dardo tranquilizante a Nevra.
-Lo siento, pido perdón -No parece para nada arrepentido-. Nevra, creo que deberías ir a la enfermería, por si acaso. Así nos aseguramos de que estés bien.
-No antes de que te parta la cara... -Continúa poniendo cara de enfado- Eso no ha estado bien, Valkyon.
-Lo sé. Lo siento. Me disculpo mucho.
-No pareces para nada arrepentido... -Juraría que todo esto es parte de la venganza personal de Valkyon. Me da un poco de miedo porque, si se está portando así con Nevra, ¿qué pasará cuando llegue mi turno? No quiero ni pensarlo...- Ya estamos teniendo un dia lo suficiente complicado hoy, como para que andes haciendo estas cosas... A propósito, ¿qué ha pasado con el inspector? ¿Ya se ha ido? ¿Dónde está Miiko?
-Es, eh... una historia muy larga -Leiftan interviene-. Pero todavía no se ha ido, no. Valkyon tiene razón con lo de la enfermería. ¿Quieres que te acompañe? Así de mientras te pongo al día...
Nevra se queda mirando fijamente a Leiftan por unos instantes. Bomboncito, como no puede ser otra, se derrite y pone cara de nervios, ante lo que Nevra ladea la cabeza.
-Parecéis muy empeñados en que vaya a la enfermería -Dice, lanzando otra mirada en general. Mi pulso aumenta temiendo que vaya a darse cuenta del par de piernas extras detrás de Valkyon.
-En realidad, a dónde deberías ir primero es al baño, para deshacerte del tranquilizante -Intervengo, sabiéndome el mejor mentiroso de los presentes-. Pero después de eso, sí, deberías ir a la enfermería.
-¿Tiene esto algo que ver con el muñeco de nieve? -Cuestiona. No... No, tu amigo criónido le está dando al inspector la experiencia de su vida ahora mismo- Es por lo de... -Se lo piensa- Tiene una cita con Hiiro, ¿verdad? Eso es lo que iba a decir Eweleïn. Y por eso me habéis arreado con el tranquilizante.
-Nevra, no es el momento ni el lugar -Valkyon habla con nervios.
-¡No tenéis que lanzarme un dardo tranquilizante por eso! -Suena casi ofendido- Estoy... Bien. Pue-puedo asumirlo. Sí. Hiiro está viendo a otra gente. No pasa nada. Me alegro por él. Yyyyyyyup.
-Creo que deberías ir a le enfermería sólo porque has debido hacerte daño en la cabeza al caerte en redondo al suelo... -Me siento muy tentado de lanzarle una mirada de reojo a Hiroko, pero procuro no hacerlo- Estás diciendo estupideces.
-No son estupideces, son... -Suspira- No sé, es... raro. Sé que... S-sé que es lo normal, que se vea con otras personas, y-y por supuesto me gustaría animarle, ¡hurra...! Ya ha perdido muchos años de su vida en el armario. Bueno, en realidad no lo sé, porque aún queda la incógnita del tal “Kevin” que sé que existe, aunque se empeñase en decirme que no...
-O a lo mejor lo que necesitas es it a ver a Alessa -Decreto-. Como sea, esto no es para hablarlo aquí. Quizá más tarde en la cantina, ¿vale, Nevra?
-... de VERDAD que quiero animarle a que siga adelante con su vida y... Oh, no, a quién quiero engañar -Suspira-. No, no quiero. Quiero que siga pensando en mí. ¡Durante diez años al menos!
Y ahí se queda (? Como se entiende, la escena fue descartada porque Nevra se estaba comportando como un tonto aquí, por eso decidí finiquitar con la referencia a AoT antes de borrarlo todo (? Las otras versiones, que hacían a Nevra menos estúpido, no me terminaban de encajar tampoco, asi que al final decidí que Nevra estaba muy bien dormidito y que a la próxima ya se verá qué hacemos.
Así que, bueno. Quizá haya una próxima vez. Quizá no. Depende de cómo se den las cosas.
Lo que sí que va a haber, como después de todo buen capítulo, es un interludio narrado por nuestro personaje favorito...
Interludio R3
(Narra Riko Marguose)
-Estúpida... Guardia de Eel... Condenada zorra...
Sigo refunfuñando mientras aún mantengo el paño prieto contra mi rostro. He echado a perder por completo mi ropa, teniendo que rasgar una de mis mangas para intentar detener el sangrado con la tela... ¿¡Cómo no hay ni un solo botiquín en este carruaje!? ¿¡A quién se le ocurrió hacer esto!?
Y esa mujer... No sólo tiene el coraje de lanzarme semejante discurso, ¡sino que encima me araña! ¡Como una completa salvaje! ¡Ugh! Bien, pues espero que ya esté haciendo las maletas, porque va a irse de la Guardia bien rapidito.
¡Cómo se atreve a ponerme una mano encima a mí!
Ugh. Me dijeron que venir a la Guardia sería de lo más fácil... Que están tan desesperados por dinero que harían lo que fuera para complacerme. Pues fíjate que no. No han hecho ni una sola cosa q-
B-bueno, quizá una... Pero eso no ha sido la Guardia, ha sido... G... Gèrard...
¡NO!
N-no, tienes que olvidarte de ese criónido... Pero me miento a mí mismo pensando que puedo llegar a olvidarle. Incluso si mi mente lo hiciera, mi cuerpo no lo hará nunca... ¡Oh, qué bajo he caído! ¡Oh, cómo he podido traicionarme a mí mismo, cediendo ante tales placeres...! Aún siento el tacto de sus manos recorriendo mi cuerpo, como si su fantasma siguiera a mi lado. El susurro de su voz en mi oído. La frescura de su piel al rozar con la mía. La intensidad de su mirada, ojos de pupila blanca, dejando en mi mente una marca imborrable; creando en mi pecho un vacío que jamás podrá llenars-
Escucho de repente un golpe fuerte en el techo del carruaje. Miro hacia arriba, entrecerrando los ojos para intentar distinguir qué ha podido ser, pero es difícil de decir sin las gafas... Uh... Hay... ¿H-hay algo en el techo?
Escucho un grito, posiblemente viniendo del cochero, y de repente todo el carruaje pega un fuerte frenazo que está a punto de proyectarme hacia adelante, si no fuera porque logro agarrarme a tiempo a la agarradera incrustada en uno de los laterales de la estancia.
-¿¡Qué ocurre!? -Grito, irritado por el movimiento repentino y por la pausa- ¡No tenemos tiempo para esto...!
Por un instante no obtengo respuesta, lo que me hace fruncir el ceño más todavía. Retiro el paño ensangrentado de mi cara, confiando el que el sangrado ya se haya detenido, y me acerco a la ventanilla que comunica con la parte delantera del carruaje...
Pero me interrumpo en seco cuando la puerta se abre de forma súbita. Me cuesta reconocer a la figura borrosa que entra de repente en la estancia, pero procuro alejarme de ella, yendo a refugiarme en una de las esquinas del carruaje mientras con la mano tanteo en busca de mis gafas, que he dejado sobre el asiento...
La figura, ignorándome, va a sentarse en el lado contrario del carro, con completa calma cuando se asienta sobre el sillón acolchado. Como si estuviera en su propio carro, abre la ventanilla para instruirle al cochero:
-Siga conduciendo. Ya le diré cuándo parar.
La voz... No la reconozco, pero tiene un acento fuerte... ¿¡Será el Líder de la Sombra!? No puede ser... ¿¡Viene a matarme!? ¡Yo, asesinado de esta manera...! ¡Un mero inspector...!
Finalmente doy con mis gafas, y me las pongo de forma precipitada. Están manchadas por la sangre seca y duele cuando las pongo sobre la reciente herida, pero al menos puedo ver delante de mí a...
A...
¿... al tipo de la Guardia Dorada que ha malmetido contra la Guardia...?
-Ah, inspector -Cuando enfoco la vista en él, veo que me mira con una expresión seria-. Siéntese, tranquilo. No pretendo causarle ningún mal. Al contrario, he venido a negociar con usted.
-T-tú eres... -Lentamente, tomo asiento frente a él.
-Harim, emir de Elsur -Dice su nombre de forma calmada-. ¿Se acuerda de mí? Hemos hablado esta mañana... -Asiento levemente.
-Me dio sus... Impresiones sobre la Guardia de Eel -Cómo se habían colado en un territorio extranjero sin permiso y cómo la maldita Miiko había eludido presentarse allí...
-Efectivamente -Él asiente también-. Llevo todo el día observando la... Situación con la Guardia, y el patético espectáculo que ha resultado ser todo. Visto el final que ha tenido... Me he visto obligado a intervenir, a fin de conservar los intereses de mi Sulta.
-El Sulta de Elsur... -Trago saliva. Ese es un pez gordo. Si este tipo tiene tantas ganas de cargarse la Guardia de Eel como tengo yo ahora mismo, puede ser un poderoso aliado, sin duda...- Aaah, sí, sí... He oído hablar maravillas del Gran Sulta de Elsur, sin duda un hombre d-
Escucho un sonido muy fuerte y algo pesado que golpea el asiento justo a mi lado. Al mirar hacia allí, veo que... El hombre ha dejado caer su pierna sobre el asiento, salvo que esta está a medio transformar en la pata de algún tipo de ave, y sus afiladas garras se clavan en el asiento perforándolo... de forma que podría haber hecho con mi pierna si hubiera decidido hacerlo dos centímetros más a la izquierda...
-Mi Sulta no es un hombre -Su voz suena ahora mucho más hostil-. No vuelva a cometer ese error... De hecho, no vuelva a hablar de mi Sulta. No quiero escuchar ni su nombre ni su título saliendo de su boca. ¿Queda claro?
Cristalino. Asiento.
-Mi Sulta me encomendó dos misiones cuando me envió a Eel... Tres, realmente, pero la tercera es estúpida así que voy a ignorarla. Me dijo... -Hace el gesto de pensárselo- Que le sacase los colores a la Guardia de Eel, que les pusiera en algún apuro... Simplemente quería tostarles un poco delante del inspector, pero evidentemente son lo suficientemente estúpidos como para que todo se les haya ido de las manos... -Suspira- Y eso es malo. Porque, verá, la Ciudad de Oro acaba de formar un tratado con Eel. Mi Sulta estaba muy entusiasmade por poder llegar a un acuerdo con ellos de una vez por todas y, estando el acuerdo tan reciente... Mi Sulta No sería bueno si la Guardia de Eel se metiera en problemas ahora.
Nooooo me gusta la dirección que está tomando esto...
-Mi Sulta tiene muchas expectativas de nuestra alianza con la Guardia de Eel, y eso va a frustrarse si no hay Guardia de Eel con la que aliarse... -Me mira a los ojos, y mi corazón da un vuelco- Usted es un hombre inteligente. No necesita que le haga un diagrama de hacia dónde está yendo esta conversación.
-Dígame qué es lo que quiere de mí...
-Ignore las amenazas de Miiko -Esa es la respuesta-. Vamos a fingir que nada de esto ha pasado. Usted va a dar un reporte positivo sobre la Guardia: Todo está perfectamente, sin problemas. Haga lo que quiera con el presupuesto, si se lo quiere subir, si se lo quiere bajar... No es mi problema, de hecho la Ciudad de Oro se beneficiaría si la Guardia de Eel tiene que buscar otra manera de financiarse. Pero la Guardia de Eel no puede meterse en problemas... Eso es, si usted mismo no se quiere meter en problemas también. Y tener problemas con la Ciudad de Oro... Oh, bueno. La Ciudad de Oro soluciona sus problemas rápidamente, si me entiende.
Creo... que lo entiendo.
-No tenemos por qué ser enemigos... -Lentamente baja la pierna del asiento a mi lado y se inclina hacia adelante, aún mirándome a los ojos- Al contrario. Ya le he dicho que he venido a hacer negocios. Si usa un poco la cabeza, todo esto se puede resolver muy bien para usted. Usted tiene una hija, ¿no es así?
-¿C-cómo...? -Carlota... ¿Cómo sabe de ella...?
-Yo lo veo todo. Yo lo sé todo. Sé que usted no es muy buen padre -El comentario me ofende un poco. Es verdad que no paso mucho tiempo con ella, p-pero... Eso es por la bruja que tiene por madre... Carlota nunca quiere pasar tiempo conmigo y es todo su culpa...-, pero a lo mejor puede cambiar eso. ¿Cuánto oro necesita para hacer feliz a su hija? Deme una cifra. Yo se la duplico. Y usted puede ser feliz con su hija, y ella nunca tiene que quedarse pensando en qué le pasó a su padre cuando desapareció repentinamente un día... La opción inteligente es obvia, ¿no?
M-me está... sobornando... Dándome la elección de tener todo el oro del mundo o... D-desaparecer... Obviamente no puedo desaparecer, pero si acepto su dinero... Bueno, el oro es oro... No es dinero en sí... Pero es lo mismo...
-Dar un reporte positivo sobre la Guardia de Eel y poder comprarle un zarali a su hija para su próximo cumpleaños, o... -Cuando el hombre vuelve a hablar me sobresalta- No celebrar ese cumpleaños. Usted decide.
...
-Y q-qué... -Tomo aire para evitar que mi voz tiemble- Q-qué pretende que haga con la cicatriz de mi cara.
-Ah, cierto... Miiko le ha hecho eso, ¿huh? Se nota que no debe hacerlo a menudo, porque ha evitado sus ojos... ¿Quizá quiere que yo termine el trabajo? -Rápidamente niego con la cabeza y me echo hacia atrás, alejándome todo lo posible de él... Él sonríe y se inclina un poco más hacia adelante- ¿No? Bueno, vale... No es mi problema la patraña que quiera inventarse. Mi problema, y el suyo, es que suene convincente. Involucre a la Guardia de Eel de alguna manera y, ups... La miopía no volverá a molestarle. Creo que he sido lo suficientemente claro. ¿Necesita alguna aclaración, o...? -Vuelvo a negar con la cabeza.
Esto da miedo... Por qué tengo que pasar yo por esto... Me hice funcionario para llevar una vida fácil, no para que una panda de salvajes me arañen y me amenacen de muerte...
-Muy bien, muy bien... -El hombre se levanta, sin que el traqueteo del carruaje le moleste- Encantado de hacer negocios con usted, señor inspector. Queda en su mano tomar la decisión que más le convenga, pero recuerde... Que en Elsur nos tomamos los negocios muy en serio. Nunca faltamos a nuestra palabra cuando se trata de negocios. De modo que no sea estúpido...
Se acerca a la puerta del carro y la abre, todavía con el vehículo en movimiento, y por un instante parece que va a saltar por ella, pero en último instante se gira hacia mí.
-¿Me permite un último comentario? -Su... ¿supongo? Asiento levemente- A los niños el oro no les sirve de nada. Busque otra forma de conectar con su hija, si es que de verdad le importa.
Tras esas palabras, su cuerpo se contorsiona repentinamente y se lanza a sí mismo fuera del carro, tomando la forma de un ave que se aleja por el aire y que lo único que deja tras de sí son un par de plumas.
Oh. Oh, Oráculo. Oh.
Rápidamente me acerco a la puerta y la cierro, con una mano temblorosa, y después me dejo colapsar en el suelo del carruaje.
A... acaban de amenazarme de muerte. La Ciudad de Oro me ha amenazado de muerte... ¡A mí! ¿¡Por qué a mí!? Qué... ¿qué he hecho yo para merecer esto?
Todo esto... Es culpa de la Guardia de Eel y de esa condenada mujer, Miiko... ¡Maldita seas, Miiko! ¡Malditas seáis tú y tu Guardia!
Llevo una mano a mi rostro, donde siento que arde la cicatriz que han dejado sus uñas. Además del dolor, a través de ella siento... Ira. Una ira que no he sentido antes, y un odio que me intoxica por completo. Odio por esa mujer, por su Guardia y por todo lo que simbolizan.
Jamás te lo perdonaré, Miiko. Jamás.
Algún día me vengaré... Y mi venganza... ¡Será terrible...!
Y así es como se crea un súper villano.
Pero, no. No vamos a volver a verle ni a saber de él ni del Consejo General ni de todas esas vainas porque, tal y como y me las he sacado de una chistera, voilá! Las hago desaparecer. Han dejado de ser relevantes para la historia. Mala suerte, inspector, tu venganza tendrá que esperar a que me interese que vuelvas a ser relevante (?)
A propósito, la Guardia pasó su inspección sin problemas y Miiko no se metió en líos por arañarle la cara a nadie. En el Consejo General también odian al inspector así que nadie le preguntó siquiera que cómo le había pasado eso en la cara. Su ex-mujer sigue sin hablarle y su hija no quiere saber de él.
Y, por las noches, él todavía sigue pensando en Gèrard. Ha intentado en escribirle, pero Gèrard nunca responde....
Un final feliz, vamos (?
Bueno, y ahora que hemos terminado con eso del capítulo y tal...
¿Qué día es hoy?
22 de junio.
... Vale. ¿Pero qué día fue ayer?
21 de junio... ¡El primer día de verano! :D
Sí per- ¡No, tampoco es eso! Ayer fue...
El cumpleaños de Chris Pratt.
¿El c-Oh, wao, ¿sí? Huh. Espera, ¿42 años? Chris Patt tiene 42 años??? ¿¿ESTÁ CASADO CON LA HIJA DE SUATSHENAGER¿¿¿¿¿¿¿¿¿
N-no, que me distraigo. Ayer... Fue el día Europeo de la música. No el día internacional de la música, sólo el Europeo, porque... ¿P-por qué no? Por qué carajos no se celebra Eurovisión ese día entonces, si hace mejor tiempo...
No hubiera llegado a saber de la existencia de esa festividad si no fuera por Beemov, sinceramente. El evento del día de la música es de mis favoritos, y eso lo digo jugando con el juego muteado porque no soporto el sonido. Siempre me gustan las ilustraciones y los atuendos, y mi obsesión con los pupaltatas (y la de Hiiro) nació gracias a eso. ¿Podéis volver a poner la tienda de merchandising con el peluche de pulpatata, por favor?
El caso. Fiesta de la música. ¡Yuju! ¿Voy a escribir un capítulo especial dedicado al día de la música? Eh... No. Algún día quizá Hiiro se monte una boyband, pero hoy no es ese día ni ayer tampoco
Hace un años, en algún momento en algún lugar, alguien (¿Isis?) me preguntó que qué música escuchaba mientras escribía, y esa pregunta fue respondida en un Q&A con un “uwu no c uwuwuwu no me gusta la música >.< aaaaa no seeee”.
Spotify me dijo en el warp del año pasado que aparentemente escucho más música que el 94% de otros usuarios. Hm. Hmmmmmmm...
Desde que empecé a escuchar música en el trabajo para no dormirme, me ha cambiado la vida. Empecé escuchando la radio, luego en la pandemia me hice spotify y ahora tengo unos cascos puestos 24/7 porque así la gente me deja en paz y el ruido ambiente hace que sea menos aparente la sensación de vacío constante e irreparable que sient-Eh, digo, WEEEEE qué chula musikita chunda chunda.
Seguimos con mi historia. X cantidad indeterminada de tiempo después, para otro Q&A distinto alguien (no me acuerdo lo siento) me pidió una canción para los personajes de la historia. ¡Y fue muy divertido hacer eso! Creo que vamos entendiendo por dónde van los tiros, ¿no?
“Oh, Pri, ¿has hecho una playlist del fic con una compilación de las canciones de los personajes y música relevante para la historia?”
N o . :)
He hecho 37 playlist distintas para cada uno de los personajes del fic.
¿Necesita alguien 37 playlist en su vida? No. ¡Pero ha sido divertido de hacer! Es algo que empecé a hacer hace algo más de un año ya con la intención de haberlo publicado en el evento del día de la música del año pasado pero, uh, el incendio y demás frustraron mis planes así que decidí dejarlo para este.
Uso las playlist para escucharlas yo mismo de cuando en cuando, no necesariamente cuando estoy escribiendo, aunque sí que hay ocasiones que si estoy en el PoV de un personaje me pongo su playlist porque, ¿por qué no? Pero hay muchas que me gustan como playlist en sí, quizá porque como las he hecho yo tienen música que me gusta (?
Algunas han sido más o menos difíciles de hacer, otras han salido solas... Y hay algunas que son un collage que he tardado meses en completar. Una guía general sobre lo que podemos esperar en las playlist:
☆Hay algunas playlist cuyas canciones siento que describen a los personajes, o que pienso que son de “su estilo”, hay otras que he elegido simplemente porque el título tiene algo que ver con el personaje en sí (?), y hay una playlist que es la descripción de la vida de un personaje + bonus track.
☆Hay algunas que, aunque su simbolismo sea X, yo le he dado la vuelta en mi cabeza para adaptarlo a otro personaje con un mensaje Y. A veces mi cabeza hace cosas raras y se monta escenarios nuevos a través que algo que ya existe... Como un fanfic...
☆Hay canciones que son memes, hay música clásica, hay canciones salidas de musicales, hay dos playlist muy peculiares con canciones especiales... Hay un poco de todo... Lo que yo conozco. La mayoría son canciones que conozco y que he pensado que le irían bien a un personaje, aunque también hay cosas nuevas que he ido descubriendo, pero dentro de eso, todo está dentro de mi, uh, zona de confort musical, supongo.
☆La mayoría de las canciones he intentado que sean las originales, pero hay algunas que son remixes, versiones "especiales" o covers... Bien porque me gusta más la cover, porque quiero señalar a algún cantante/grupo que me gusta, o porque la original no estaba disponible y ha habido que improvisar lol
Qué más que decir, qué más... Ah, bueno. 37 playlist son muchas playlist, y algunas de ellas son... Largas, así que no creo que haya nadie que se las vaya a escuchar todas, pero os animo a pinchar el link y curiosear por ellas para ver lo que he escogido, y, bueno...
Como quería hacer un juego de todo esto, igual que con las tarjetas de San Valentín, no he indicado a quién corresponde cada playlist. El título de la misma es más o menos ilustrativo, pero es desde las canciones desde donde se puede adivinar de quién es cada playlist. No creo que sea muy difícil... En la mayoría de los casos. Por ejemplo, la playlist que tiene 3 canciones de MCR seguidas es obvio de quién es... Naytili, duh. Es broma. No es la suya.
La suya es otra, porque Naytili también tiene su playlist, a pesar de que en un momento me planteé crear una lista con esta única canción y ya. Pero no, tiene playlist porque 33 personajes son muchos, y entre ellos se incluyen también los villanos.
Sobre por qué los nombres de las playlist son... Así... Huh. Qué curioso. Me pregunto qué significará.
Ya diré en algún momento a quién corresponde cada cual, y si alguien me pregunta se lo digo sin problemas :)
Bueno, que ya he hablado demasiado. Vamos a poner esas playlist, ¿no? De aquí en adelante, estarán también disponibles en el primer post del hilo, debajo del cajón de disfraces que algún día volveré a actualizar (?)
Y con todo eso... ¡Allá vamos!
Música, maestro
01. The Magician
02. The Priestess
03. The Empress
04. The Emperor
05. The Hierophant
06. The Lovers
07. The Chariot
08. Justice
09. The Hermit
The Hermit (Alt.)
10. The Wheel of Fortune
11. Strength
12. The Hanged Man
13. Death
14. Temperance
Temperance (Alt.)
15. The Devil
16. The Tower
17. The Star
18. The Moon
19. The Sun
20. Judgement
21. The World
8)
Eso son MUCHAS horas de música. Si alguien tiene el coraje de escuchárselo todo, que me diga cuál es su playlist favorita. Also, como soy un paleto y no conozco tanta música, si a alguien se le ocurre una canción que pudiera encajar con una playlist, que me lo diga y le daré un par de escuchas y estudiaré si la meto (?)
No sé hasta qué punto esto le hará ilusión a alguien, pero para mí ha sido un proyecto muy chulo para hacer y con el que me lo he pasado muy bien. Podría hacer una disertación larguísima y excesivamente elaborada sobre por qué he elegido todas y cada una de las canciones, pero eso es... bf... Nos tiraríamos aquí días si alguien quiere preguntármelo que lo haga lol adoraría hablar de ello
Como última anotación, voy a dar agradecimientos a mi mejor amigo por ayudarme con algunas playlist y por hacerme de conejillo de indias, y al creador de Kaira, Merigold, por hacer la playlist de Kaira (?
Y vale, venga, ya está, ya me voy y ya me callo (? Nos vemos la semana que viene con el especial del orgullo... Este año tengo planeado hacer una colección de escenas cortitas, así que si alguien tiene sugerencias, que diga a ver si me gusta? Nosé.
Bueno que adiós. Muchos besines. Bebed agua y acariciad gatitos. ¡Gracias por leer!
Última modificación realizada por Prirenna (El 22-06-2022 à 19h18)
Desconectado
#117 El 23-06-2022 à 22h59
Te perdono el día de retraso, yo también llevo un día de retraso de lectura u.u
...
''Mi problema con Kevin es que todo el final de la historia está pensado sin él'' ¿Qué final? ¿Qué hablas? Eso no existe.
Pues yo daría lo que fuera por volver ver a Ez modo seductor por algún motivo y a Leift celoso por ello ewe
''Sabe buscárselas para seducir a sus presas, si le hiciera falta (? Excepto a Niels.'' Justo eso iba a decirte pero te has contestado solito xd
''-. ¿Miiko? Hm. ¿Puedes por favor...?
-Dame un segundo... Hueles muy bien...''
''-Sí, porque Hiiro normal está feliz en su cuerpo -Que a todo el mundo parece que se le olvida que, de hecho, tiene que ser bastante horrible que un científico loco te modifique el cuerpo de esa manera sólo porque le pone cachondo-. ''
...Unexpected estas setas así gratuitas que han nacido PERO MIRA OYE NO ME QUEJO SSABES
...Ezarel tío te has pasado nombrando a su madre xd estás gilipollas de más en este cap eh
''-No realmente -Frunce el ceño-. No me gusta estar en un cuerpo que no es el mío. No me gusta que me hables en femenino. No me gusta el pelo largo, ni el maquillaje. No me gusta que me digan que soy una chica guapa. No me gusta tener que haberme rebajado delante de un idiota como aquel. No me gusta esta situación y, sobre todo, no me gusta que me hayas forzado a ella.''
...Se ha disculpado, así me gusta.
No puedo con el Ezarel obsesionado con One Piece contado por Hiiro xDDDD
Dios, no lo voy a copiar porque es puto largo pero touché a las cuarenta que le canta al tontopol*a Miiko sobre la guardia, ojo, sigo diciendo que lo hacen COMO EL PUTÍSIMO CULO. Pero también tiene toda la razón de que son los únicos 4 gatos que lo hacen.
''>>Ese hombre de ahí es el hombre más inteligente que conozco, un genio de los que sólo se ven cada mil años, y está trabajando en la Guardia haciendo invenciones que han salvado MILES de vidas y miles más salvarán;''
''-. Yo lo he disfrutado muchísimo. Sobre todo la parte en la que decías que soy un genio''
''Me siento un poco culpable, porque tengo la sensación de casi haberle forzado a la cita.''
Se me ha hecho muy cortito el cap o.o
Hostia, escena de regalo qué ofertón.
''-¡Lo único tranquilo aquí era ese dardo! -''
''Me da un poco de miedo porque, si se está portando así con Nevra, ¿qué pasará cuando llegue mi turno? No quiero ni pensarlo...-''
Me esperaba -500 interludio del soplaverjas este xddd
...Dime que hay setas que G y este tío por favor jajajajajaja
Me esperaba que se hubiera subido desde Nevra que se ha despertado y se ha enterado de alguna manera de todo porque es un Sombra a fin de cuentas hasta el Titi, pero me esperaba CERO a Harim xd
''Algún día me vengaré... Y mi venganza... ¡Será terrible...!''
''En el Consejo General también odian al inspector así que nadie le preguntó siquiera que cómo le había pasado eso en la cara. Su ex-mujer sigue sin hablarle y su hija no quiere saber de él.'' Tú sí que sabes hacer finales felices.
...De la música se entra, pero no se sale, ya te lo digo yo que no.
''para otro Q&A distinto alguien (no me acuerdo lo siento) me pidió una canción para los personajes de la historia. '' Fui yo :ccc Y también te pregunté las voces de los personajes y por tu culpa cada vez que me sale ''La Seine''en Spotify tengo que escucharla varias veces porque Leift xd
''así que no creo que haya nadie que se las vaya a escuchar todas, pero os animo a pinchar el link y curiosear por ellas para ver lo que he escogido, y, bueno...'' ¿Qué no? Algo tengo que ponerme de fondo mientras devoro BLs chinos.
''Como quería hacer un juego de todo esto, igual que con las tarjetas de San Valentín, no he indicado a quién corresponde cada playlist.'' ...Te odio con toda mi alma, odio adivinar T^^^^^^T NO QUIEROOO, a mí no, a mí me lo dices que luego me equivoco y en mi cabeza subconscientemente hasta cambio al personaje y todo ¬¬
''Ya diré en algún momento a quién corresponde cada cual, y si alguien me pregunta se lo digo sin problemas :)'' oleeeee
''si alguien quiere preguntármelo que lo haga lol adoraría hablar de ello'' COF COF.
Te avisaré cuando las escuche ewe
·
Desconectado
#118 El 28-06-2022 à 21h19
¡Hola, hola, caracola!
¿¡Qué es esto!? Estoy... ¿a tiempo? ¿¡A tiempo para un especial!? ¡Rápido, pedid un deseo!
Eeeeh... Feliz... ¿día del orgullo? ¿Estas cosas se felicitan? No lo tengo muy claro. La mayoría de las grandes compañías parecen celebrarlo simplemente cambiándose la foto de perfil en Twitter... Este año podemos ir a celebrando yendo a ver Lightyear, que como bien es sabido está volviendo a la gente gay.
Anygay, hoy tenemos cositas, pero antes de las cositas vamos a responder a ese comentario.
Kadia
Mira, hoy no tengo día de retraso, puntualidad perfecta (?)
Por supuesto que va a haber un final de la historia, cuando Naytili despeñe a Nevra por un acantilado después de traicionar a El Titiritero e instaure su régimen malvado en Eldarya. Luego está la secuela de Mery como protagonista intentando liderar la resistencia contra Naytili, pero... En una de las tonterías estas que digo voy a meter un spoiler y no se va a enterar nadie
Quizá veamos a Ezarel seductor en un futuro. Es posible. A ver si el año que viene consigo tener algo escrito para San Valentín. Niels es el counter natural de Gèrard y viceversa, por eso están tan obsesionados el uno con el otro (?
Miiko la pobre está teniendo un día duro, todo lo que quiere la pobre es un abrazo (? Simonn es best boi por algo. Y en mi cabeza estos dos simplemente andan triscando cada vez que se pillan el uno al otro de buen humor, aunque luego nunca hablen de ello (?
A Ezarel se le mueren todas las neuronas cada vez que Hiroko está delante, no piensa bien el pobre. Miiko siendo reina y soltando su discurso haciendo por una vez su labor de Líder de Guardia (? ¿Te estás volviendo Ezarel? Mírate el pelo, lo tienes azul ahora (?)
Sí, ese capítulo era más cortito porque en teoría iba a ser parte del anterior, pero pensé que le podía meter más escenas y al final se quedó regulero :( Pero bueno, escenas eliminadas e interludio para compensar.
Si le flor malévola cambiasexos tuvo su interludio en el capítulo R2, Riko Marguose puede tener su interludio ahora (? En el capítulo R4 el interludio será de Pepito la cucaracha con lacito. No hay setas para este tipo, desafortunadamente, las cosas que ha hecho Gèrard con su cuerpo son demasiado escandalosas para que yo las ponga en palabras... Harim salvando el día porque la Guardia es demasiado tonta como para mantenerse en pie por ella misma.
Mira a ver si le meto La Seine a la playlist de Leiftan, cuidao e.e Espero que hayas disfrutando / estés disfrutando de las 40h de música <3
¡Gracias por el comentario!
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Ahora, vamos a ver si este año estamos orgulloso o no. Este año, en vez de hacer una historia larga, he querido hacer pequeñas historias cortas con focus en distintas partes del colectivo, y de paso hacer un par de salidas del armario que tengo metidas entre líneas en el fic pero que así las dejo más claras para a quién verdaderamente le importe las movidas mentales que me monto en la cabeza en mi misión de hacer todos mis personajes lo más heteron't posible Esto me pasa por ver Lightyear
Así que allá vamos. Y empezamos, cómo no, con nuestra elfa favorita porque qué tipo de especial del orgullo es este si no hago focus Ewe.
La mejor médico de todo Eldarya y una paciente impaciente
Años atrás, en la Guardia de Eel...
(Narra Eweleïn)
Que me está evitando es más que evidente. Bueno, no es que me esté evitando en sí, lo que está haciendo es pasar de mí directamente en mi cara... Grr. Ezarel ya me ha dicho que me rinda varias veces, pero yo no pienso hacerlo. Me han nombrado jefa de enfermera, y yo pienso hacer mi trabajo... ¡le pese a quién le pese!
Así que... Cuando, desde la puerta de la enfermería, la veo entrar una vez más por la sala de las puertas, en seguida comienzo a correr en su dirección con la esperanza de esta vez conseguir que me haga caso.
-¡Naytili!
Ella, por supuesto, no se interrumpe. Sube por las escaleras hasta la primera planta, lo cual de hecho la deja más cerca de mí, así que yo voy hacia ella landánzole miradas a su perro por si intenta morderme otra vez. No se separa de esa cosa, ¿eh?
-¡Naytili...! -La llamo de nuevo cuando estoy más cerca de ella- Hola, qué tal. Sé que me estás escuchando. Llevamos semanas con esto, Naytili... No voy a rendirme, así que hazme caso y así yo tendré que dejar de darte la tabarra y-
Se gira repentinamente, con ojos fieros fuertemente marcados con un delineador intenso, y por un instante mis palabras se convierten en un balbuceo, un poco impresionada por la irritación en su mirada.
-Te lo vuelvo a decir, elfita... -Habla con un tono de voz... Muy poco agradable, vale, la tengo hasta el moño, eso está claro- No. Deja de cruzarte en mi camino. Deja de hablarme. Deja de existir en mi presencia, o...
Con un gesto de la cabeza señala a su perro, que me gruñe enseñando todos los dientes. Si los picotazos de taenmil ya duelen, no quiero saber lo que pueden hacer esos dientes...
Aún así. Ya he dicho que no voy a rendirme. De modo que carraspeo ligeramente y enderezo la espalda antes de conectar mi mirada con la suya... Es un poco más alta que yo, lo cual es... Sorprendente, porque no conozco a muchas mujeres que me ganen en altura. Será por los tacones...
-He hablado con Kaze -Digo, sin que me tiemble la voz esta vez-. Y está de acuerdo conmigo y me ha dicho que te diga queee... Por órdenes suyas, tienes que dejar que te examine.
Termino con una sonrisa, mientras que ella pone los ojos en blanco con gesto exasperado. El perro azul me sigue gruñendo. P-por favor, que pare. Me da un poco de miedo.
-Kaze te ha dicho eso... -Sus ojos me examinan atentamente, como si me estuviera viendo por primera vez.
-Puedes ir a preguntarle tú misma si quieres...
Acepto el desafío de su mirada y se la devuelvo. No me das miedo, Ezarel es peor que tú. ... B-bueno, vale, sí da un poco de miedo. Urfh. El concurso de miradas me está poniendo nerviosa. No bajes la vista, Eweleïn, no le dejes saber que eres débil... Ngahaah, no, soy débil, por favor deja de mirarme así, necesito parpadear aaaaaaaaa-
Naytili chasquea la lengua con irritación. Yo vuelvo a respirar.
-Que sea rápido... -Le da a su perro un saco... que por alguna razón está goteando... que tenía en en las manos, y el familiar obedientemente camina hacia la sala de alquimia, dejándonos a solas- Tengo una agenda ocupada, enfermera.
-Doctora -Le corrijo-. Doctora Eweleïn.
-No. Me. Importa -Chasquea los dedos de una mano, asustándome-. Deprisa, enfermera...
No soy una... Mira, déjalo...
Inspiro con fuerza para que no me duela morderme la lengua, y luego simplemente me giro para echar a andar hacia la enfermería. Es casi la hora de comer así que todo el mundo está fuera, de modo que... Vamos a estar solas. Yuju. Qué ilusión. Como si esta tía no fuera ya siniestra de por sí, ni nada...
-Siéntate allí, por favor -Señalo una de las camillas reclinables-. Necesito hacerte unos exámenes primero y luego vas a ayudarme a que te abra la ficha médica... -Mientras digo eso, empiezo a buscar mi instrumental por la sala- Me ha sorprendido ver que no tenías una ya hecha, viendo que eres... Líder de Guardia.
-Las otras enfermeras tienden a captar el mensaje cuando les digo que me dejen en paz...
-Eso serán las enfermeras, pero yo... -Con mis piedras ya en la mano, me giro a ella de nuevo- Soy doctora -Frunzo el ceño al ver que todavía no se ha puesto donde le he dicho-. ¿Qué haces? Siéntate. Pensé que no tenías tiempo que perder -Suspira de forma exagerada y dramática, pero obedece, AL FIN, y va a sentarse-. Quítate la parte de arriba, por favor. Puedes mantener el sujetador... -¿Si llevas...? Juraría que no...
-¿... sólo la parte de arriba? -Asiento.
-A menos que quieras una revisión de ginecología también...
Bufa, lo cual ya me da su respuesta. Ya... tampoco es que me haga falta. Simplemente me conformo con un chequeo general. Lo ideal sería hacérselo a todo el mundo en la Guardia y forzarles a que se revisen cada cierto tiempo, pero Kaze ya me ha parado los pies con eso... Aunque sí me ha dejado que se lo haga al menos a los miembros de la Guardia Brillante. Algo es algo.
Los Líderes de Guardia son los que más problemas me están dando, por alguna razón. Lance en un primer momento fue colaborativo, pero entró en pánico cuando se enteró de que tenía que hacerse un análisis de sangre, y tuvo que venir Bomboncito a tranquilizarle y darle la mano... Lo cual fue adorable. Ayleen, por otro lado, se ha negado completamente a que le haga el análisis, y Kaze a ella se lo ha pasado por alto. “No es por ti, es por mí”, ha dicho, pero, ¿¡qué se supone que significa eso!? También me dijo que en su lugar podía pinchar a Ezarel, así que pinché a Ezarel, muy a su pesar...
Sorprendentemente, tiene unos niveles de azúcar normales. Huh.
-Soy naturalmente hipotenso, así que así se compensa...
-Primero de todo: no, no lo eres; segundo, una cosa no tiene nada que ver con la otra; tercero, el azúcar no es lo q-
Por una oreja le entró, y por la otra salió...
Me acerco a Naytili con mi instrumental, habiéndose desvestido ya ella (sorpresa, sí llevaba sujetador, es que es uno de esos sin tirantes), y en seguida empiezo a colocarle las piedras sobre el pecho.
-Vaaale, dame un momentito... Esto no tarda mucho.
Un conjuro y un par de chispazos mágicos después, ya lo tengo...
-Puedes vestirte de nuevo -Indico-. Voy a hacerte una analítica. Con todos esos piercings, voy a pensar que a ti no te dan miedo las agujas...
-...
Gran conversación, gracias, Naytili. Suspiro para mis adentros. A pesar de su bordería, no puedo evitar meterme en el papel de enfermera simpática... Quiero decir, doctora. Soy doctora. No enfermera. Uuuugh...
-¿Qué se supone que vas a ver con eso? -Me sorprende que me dirija la palabra mientras aún le estoy sacando la sangre.
-Oh, eh... -No estaba preparada para esa pregunta- Pues... Cómo están los niveles en tu sangre. Si tienes alguna deficiencia, o si te sobra algo...
-Pero qué es lo que vas a ver -Uh...-. No, déjalo.
¿Que lo deje...? ¿Pero entonces quiere que le responda o no? De verdad, qué tía más rara...
Guardo silencio en lo que se termina la analítica, y una vez tengo todos mis botes de sangre retiro la aguja de su brazo y voy a atender la herida, pero... Antes de que pueda hacerlo siquiera, ella le pega un lametón. ... Ew.
-Ya está, ¿no? -Eso dice, levantándose sin que le preocupe si puede marearse o no.
-Aún nos queda la ficha -Le recuerdo.
-Hm, sí. La haces tú.
-¿Q- ¡No! -Cuando veo que se dirige a la puerta, voy tras ella- ¡La tienes que rellenar tú! ¡Son tus datos!
-Invéntatelos...
-¡No! -Madre mía, esta mujer...- Necesito saber tu fecha de nacimiento, peso, altura, antecedentes médicos, alergias y cualquier medicación que tomes.
-No, clasificado, a ti qué te importa, nada y las enfermeras irritantes.
Voy a ir a quejarme de que todavía le queda responder a una pregunta, pero antes de que pueda hacerlo, me da con la puerta en las narices... Además de forma literal, porque avanzo hacia ella justo cuando cierra la puerta y me arrea un golpe.
Llevándome una mano a mi adolorida nariz, no puedo evitar preguntarme cuál es el problema de esta tipa y qué necesidad tiene de ser tan puñeteramente borde... Pero termino por suspirar, decidiendo que no merece la pena. Ya tengo mis pruebas, lo que significa que al menos voy a poder hacerme una idea de si está sana (o no, porque como no me ha dicho sus antecedentes a lo mejor veo sus resultados y me da un infarto), y, por encima de eso, que Ezarel ha perdido la apuesta así que le toca a él invitarme a un postre esta vez.
De todas formas, la situación me deja irritada así que a modo de venganza repito las palabras de Naytili con voz de pito mientras coloco todas las muestras en sus lugares correspondientes, lista para dejarlos procesar y luego ya hacer la lectura cuando vuelva de la comida... E inventarme los datos de su ficha médica, supongo.
Ugh.---
Tomo aire una última vez... Allá vamos... Espero que no me parta la nariz... Una, dos y...
-Hola, Naytili.
Juraría que la asusto cuando me coloco junto a ella, apoyándome en la pared junto a la puerta de su habitación, de la que acaba de salir. Lanza una exclamación de sorpresa y se sobresalta, y cuando eso sucede en seguida su perro me gruñe, lo que me asusta a mí, pero trato de mantenerme firme, por favor no me comas...
-¿¡De dónde s- ¿¡Qué quieres de mí!? -Reponiéndose del susto, me mira con cara de enfado- Ya te he dicho que no me apetece que me molesten. ¿Estás sorda? ¿Tienes un problema en la cabeza? ¿Quieres que haga una cara nueva, es eso?
-No, no y no... -Pero por qué tiene que ser tan agresiva- Simplemente quería comentarte los resultados de tu analítica, he... Visto algo que me ha llamado la atención, y quería comentarlo contigo. Por supuesto, quiero que sepas que todo esto es en la más absoluta confidencialidad, y que jamás compartiré tus datos personales c-
-Métetelos -Me interrumpe-, por donde te quepan. Y luego me dices el resultado de eso.
-... Sobre tus niveles de testosterona -Su amenaza no me intimida, y termino la frase.
Su carácter cambia de repente. La irritación en su cara se ve sustituida por un enfado mucho más frío, y la postura hostil de su lenguaje corporal cambia cuando se estira para ponerse recta. Su perro gruñe, pero ella le manda callar con un gesto de la mano. Chasquea los dedos, y el animal se pone en pie y se aleja por el pasillo, dejándonos intimidad.
-... y otros tipos de hormonas -Continúo hablando-. Soy médico. Sé sumar dos más dos.
-Dijiste que tus análisis miraban sólo la sangre...
-Las hormonas están en la sangre, Naytili -Están por TODO tu cuerpo, pero ese no es el caso-. No estoy aquí para juzgarte. No estoy aquí para decirte nada. Estoy aquí para ayudarte a...
Bufa cuando digo esa palabra, poniendo los ojos en blanco. Mira, estoy intentando ser amable, pero no tengo ni tiempo ni ganas de soportar esta actitud.
-Tenemos que regular tu situación -Continúo hablando, ahora un poco más molesta por su actitud-. Necesito saber qué es lo que estás haciendo para poder ayudarte, porque evidentemente no lo estás... Haciendo bien. Tenemos qu-
Escucho un golpe fuerte cuando la palma de su mano impacta contra la pared a mi lado, agrietándola. Lentamente miro hacia la izquierda, donde su brazo me acorrala contra la pared a apenas escasos centímetros de mi cuerpo. Luego miro hacia adelante, donde Naytili está inclinada sobre mí, con ojos que me miran fijamente como si estuvieran intentando llegar a lo más profundo de mi alma.
-Tú y yo, elfita... -Pronuncia las palabras con un tono de voz grave y peligroso, que desde luego suena a amenaza- No tenemos que hacer nada. Tú no vas a hablar de esto con nadie, vas a olvidarte de ello y vas a destrozar cualquier registro que haya quedado por escrito, ¿está claro? A cambio, yo dejo que te quedes con esas orejitas puntiagudas tan monas que tienes, ¿qué te parece?
... No voy a mentir. Hay algo en toda esta situación que me pone un poco.
Peeeeero me está amenazando, y- y además se supone que tengo que guardar una actitud profesional, así que trago saliva... gesto que parece seguir con su mirada; y luego hablo.
-Soy médico -Digo, en la voz más firme que puedo-. Y al aceptar mi profesión, hice un juramento que decía que haría lo imposible por ayudar a todos y cada uno de mis pacientes. Y eso es lo que voy a hacer. Te guste o no.
La miro fijamente a los ojos, desafiando su mirada. Aunque la tensión sube a cada segundo que el duelo de miradas se alarga, procuro mantenerme firme y no vacilar ni un sólo instante ante la intensidad de sus ojos. Simplemente aguanto.
-¿Cuál era tu nombre, elfita? -Finalmente el silencio se interrumpe y ella se aleja de mí, dejándome tomar aire... Vale, vale... Eso ha sido intenso, ufff... Por qué me meto yo en todos los líos siempre.
-Eweleïn -Le recuerdo.
-Doctora Eweleïn -¡Sí! ¡Eso es! ¡Doctora, no enfermera!-. ¿Qué es lo que propones?
-Lo primero que necesito es saber qué es lo que estás tomando ahora mismo, o qué es lo que estás haciendo...
-Hm -Arruga la cara cuando digo eso, pero no sé si porque le caigo mal, porque está pensando o si es que su cara es así-. No lo sé. Medicina -Ajá, medicina. Muy útil, gracias-. Una pastilla. La llevo tomando desde... No sé. Desde que era una niña.
-¿Y llevas tomando la misma... medicina, desde entonces? -Asiente con mi pregunta- No has cambiado las dosis y nadie te ha controlado si estabas dentro de los niveles adecuados.
-Siempre ha funcionado.
Dice eso a la vez que se cruza de brazos, lo que hace resaltar que, efectivamente, los resultados son... Muy evidentes. Aún así...
-Sabes que hay... Otras formas, ¿verdad? -No parece que le interese demasiado lo que tengo que decir- Mi amigo Ezarel puede hacerte una poción para camb-
-No -Me corta en seco-. No me interesan esas pociones, y aún menos si vienen del protegido de Ayleen.
-¿No te interesan? -Eso me... Sorprende. Quizá no lo entiendo, pero...
-No me interesa que todo cambie.
Lo dice mirándome muy fijamente... Oh.
Oh, uh. Oh. V... vale. Carraspeo, en un intento de que no se note mi reacción a esas palabras.
-Bu... bueno, igualmente, eso es... Una opción, pero también hay otras, y... Simplemente tenemos que ajustar tu tratamiento a tu situación actual. No sé si a estas alturas notarás muchos cambios externos pero, créeme, tu cuerpo agradecerá si regulamos lo que tu medicina actual no es capaz de controlar... -Para mi sorpresa, parece que esta vez sí que le interesa lo que digo, porque me escucha con atención- Pero necesito que colabores conmigo, para ello.
-Colaborar... -La palabra parece hacerle gracia, porque en sus labios se expande una sonrisa que casi parece burlarse de mí- ¿De qué manera?
-Tengo que tener tus datos médicos -Juraría que se... ¿ríe? Cuando digo eso. Creo que era una risa-. Para poder saber qué hacer contigo. No puedes huir de mí si tengo que hacerte una prueba, porque si no puedo controlar tu estado, entonces no puedo saber qué es lo que tengo que darte. Estoy más que dispuesta ayudarte, de hecho me sentiría honrada de poder hacerlo, pero... Necesito que me hagas caso.
-Hacerte caso... -Una vez más, sus palabras se burlan de mí- Yo no obedezco órdenes de nadie, elfita -La verdad es que empieza a irritarme que me llame así...
-No voy a ordenarte nada -Aclaro-. Al final, eres tú la que decide lo que quiere hacer con su cuerpo. Pero si eres inteligente, y quieres seguir con esto sin problemas a largo plazo, sabrás que tienes que contar conmigo. Así que, tú eliges.
Suena como un ultimátum, y más o menos lo es. Por mucho que me empeñe, si no quiere mi ayuda, yo no puedo dársela...
Sus ojos verdes me observan una vez más de pies a cabeza, con mucha atención. Su mirada me pone... nerviosa. Me pone nerviosa. Ezarel tiene razón cuando dice que mi complejo de mesías va a matarme un día de estos.
-Eres una chica dura, ¿no, Eweleïn...? -Um... ¿eso es todo lo que tiene que decirme?
-¿No creo...?
-Me gustan las personas que saben lo que quieren... -Da unos pasos hacia la derecha, yendo a coger el pomo de la puerta de su habitación y abriendo la misma- Pasa adentro, Eweleïn. Vamos a discutir esto en privado.
-Umm... -Me pongo nerviosa por segundos- No sé... D-de qué tenemos que hablar, es una cuestión de sí o n-
-Pasa. Adentro.
En sus labios se forma una sonrisa... que no tiene buenas intenciones.
Trago saliva, pero obedezco, adentrándome en la habitación... Poco después entra ella, y escucho la puerta cerrarse a su espalda. Y el pestillo.
Ay, mamá. Dónde me he metido yo ahora...
¿Por qué no los dos?
Hace... Muchos, muchos años, en algún lugar del mundo humano...
(Narra ///////// /////////////////////)
Momentos como este son mis favoritos.
La temperatura es agradable. No es calurosa, pero desde luego no hace frío. La brisa que sopla trae consigo el frescor de las montañas, que provoca un escalofrío placentero en mi cuerpo. A la sombra, uno hasta podría coger frío, pero es buen refugio para que, tirados en la hierba como nos encontramos, el sol no pueda dañar nuestra vista cuando miramos al cielo, pues le cubren las hojas del árbol bajo el que descansamos. No hay nubes tras el que pueda esconderse el astro rey, el cielo es completamente azul allá por dónde se le mire, hasta donde las altas cordilleras que se alzan no tan lejos le arañan por debajo.
Y azul, azul es el lago de agua brillante, refulgente. En cualquier otro día hubiera sido más insistente en salir con la barca para navegar sus aguas, la que es ya bien sabida mi actividad favorita, pero hoy... Hoy hay algo en el aire, un no sé qué, que invita a la calma.
Calmados estamos aquí, entonces, bajo el refugio de este árbol.
Cierro los ojos, dejando que la brisa me acaricie y me envuelva el sonido ambiente. El canto lejano de un pájaro, el arrullo de las hojas de los árboles agitándose.
-Hablé con /////////////// el otro día.
... La voz de ////////// cuando el silencio se le hace demasiado insoportable.
-Sobre... ti.
-Cosas buenas, imagino.
Es mi respuesta, aún sin abrir los ojos. En su lugar, en mi mente trato de imaginar la expresión de su rostro al hablar. La forma en la que el viento agita los rizos indómitos de su cabello, sus ojos oscuros buscando mi reacción con la mirada, el movimiento de sus labios a cada sílaba pronunciada.
-Si le preguntas a ella, te lo negará, pero fue... Una discusión, más bien.
-Oh, no.
-No parece alterarte.
-Si hubiera sido una pelea tan terrible, ya lo hubiera leído en su cara. Y en la tuya. No la dejarías enfadada contigo demasiado tiempo, te partiría el corazón.
-Si piensas que la adoro tanto como tú haces... Te equivocas.
-Pero la adoras lo suficiente como para no querer hacerle mal.
-Tienes que quedarte siempre con la última palabra...
-Sí. ¿Sobre qué fue vuestro sin duda amistoso debate, entonces?
El silencio se hace de nuevo, por unos instantes. Un silencio dubitativo, así que eso es lo que imagino en su cara. Labios tensos, temerosos de pronunciar palabra, marcando los hoyuelos de sus mejillas cuando se tuercen. Ojos que se achican sin saber dónde enfocarse. Nariz que se arruga en gesto... adorable.
-Si fueras a besar a uno de nosotros, ¿la elegirías a ella, o a mí?
Mi perplejidad invita de nuevo al silencio, que una vez más nos rodea. Imaginarme su rostro es imposible ahora. Lo único que aparece en mi mente es un único pensamiento...
¿Qué tipo de pregunta es esa?
Mis párpados se separan según me incorporo, haciendo esfuerzo con el abdomen, para mirar en su dirección con ojos que posiblemente exterioricen mis pensamientos.
Él también se eleva, desde luego con mucha más facilidad que yo, para devolver mi mirada. En su pelo queda enredada alguna brizna de hierba del suelo, que normalmente retiraría sin darle importancia, pero por el momento todo lo que puedo hacer es continuar mirándole con la esperanza de que decida elaborar un poco más su pregunta previa.
-A ella o a mí.
Repite, esta vez en tono más insistente.
Mis labios se separan para formar una respuesta, apenas soy capaz de dejar que se cuele el aire entre ellos, y lo único que escapa de ellos es un triste sonido de confusión.
-El resto de chicos de nuestra edad... -Su mirada ahora me evita cuando se dirige al lago, perdiéndose entre sus aguas- Todos ellos presumen ya de haber besado a una mujer. Bromean con ello y cuentan historias heróicas. Algunos incluso fanfarronean de haber encamado a esta o aquella. Las chicas, ellas no hablan de ello, al menos no con nosotros; pero sí entre ellas, con mejillas sonrosadas y guardando sus risas entre susurros. A /////////////// sus amigas le preguntan que si la has besado ya, ella responde: “No, aún no”; y entre todas se ríen porque has de ser tímido, o cobarde, o tonto de remate si aún no le has dado un beso en los labios a la que todos sabemos que algún día será tu esposa. Y tú no eres ninguna de esas cosas.
>>Y me preguntó: “¿Te ha besado a ti?”. Y yo respondí lo mismo que ella le dice a sus amigas: “No, aún no”. “Deberías pedirle que me bese”, me dijo. “Y una vez lo haga, te besará a ti después”. Mi respuesta, obvia: “¿Por qué he de decirle eso? Si le digo que bese a alguien, será a mí primero”. Y de ahí nació nuestra riña, porque ella insiste en que, como es mujer, debe recibir tus atenciones primero.
Mi desconcierto desde luego no se ve resuelto por la explicación, sino más bien al contrario. Qué tipo de... ¿Esos son los pensamientos que aparecen por la cabeza de ambos?
Avergonzado por la situación, nada más que farfullo algunas palabras sin duda ininteligibles. Ese es... un debate estúpido... Afortunadamente, son las cosas estúpidas aquellas que tienen la solución más sencilla.
-... supuesto, yo continúo repitiendo, que aunque yo no sea mujer, te amo como si fuera una, y es por ello que ella no puede reclamar ese derecho, pues estamos en igualdad de condiciones. Pero si hablamos de reclamaciones, fui yo el primero en conocerte y el primero con el que trabaras amistad, y eso me dotaría de una veteranía q-
El tacto de mi mano en su nuca le interrumpe, pero son mis labios sobre los suyos los que le silencian.
Silencio y calma en el lago. Sólo se oye la agitación del viento. No se escucha el aliento interrumpido, los corazones que se han detenido por un instante. En un momento de calma y de sorpresa, nada pasa y nada ocurre.
Es por ello que pienso, simplemente, en lo decepcionante del acto, en lo estúpido que resulta, y en lo ridículos que son los chicos que fardan de ello y las chicas que se emocionan por un beso...
Hasta que, al retroceder y cesar el contacto con sus labios...
Algo perfora mi corazón.
Mi mano aún continúa tras él, manteniéndole cercano a mí. Sin duda hemos estado cerca en otras ocasiones, pero de alguna manera pareciera que entre nosotros existe de repente algún otro tipo de cercanía.
Mi mirada y la suya se hacen una cuando nuestros ojos coinciden. En los suyos veo una excitación que reconozco como familiar, de todas las veces que ha hablado de historias de fantasía en tierras lejanas... Pero en esta ocasión, la excitación no viene por una fantasía, sino por algo real, por... Mí.
Ver su rostro, sorprendido por mi acto, hace que este tenga de pronto un peso que no tenía en mi cabeza cuando he decidido hacerlo. Lo que he hecho es, de repente, algo importantísimo. Su sorpresa es contagiosa, su excitación lo es más.
Una sensación cálida en el fondo de mi estómago, nervios como nunca he sentido antes, pero que resultan extrañamente agradables. En mis labios aún siento el roce con los suyos, a pesar de la distancia que nos separa ahora.
Qué es... esto.
Su boca se abre para pronunciar alguna palabra, pero nada sale de ella. Mi mirada se dirige a sus labios con fijación y obsesión, sé que mi cuerpo se ha vuelto ya adicto a la sensación que me ha producido el besarle. Trato de mantener la compostura. Que el calor en mis mejillas no traicione una expresión serena en mi rostro, que la mano que aún le sostiene no tiemble, que mi tono de voz suene certero y suave, no inquieto y nervioso como verdaderamente me siento en estos instantes.
-Parece que... hemos dado con la respuesta a vuestro debate -Sereno. Calmado. Sin tartamudeos.
Todavía enmudecido, ////////// se ve incapaz de darme una respuesta. En un gesto que no pienso, que parece serme tan natural como respirar, mi mano comienza a acariciar su nuca. Puedo ver el escalofrío que recorre su piel oscura, puedo sentir la tensión en sus músculos, en su respiración.
-Me pregunto si /////////////// se enfadará conmigo... -Continúo hablando, en vista de la falta de respuesta. Parte de mí se siente orgullosa de haber sido capaz de dejarle sin palabras. Otra parte necesita frenéticamente una respuesta que me desvele si está él tan nervioso como yo, o si resulta que le he malinterpretado y mi gesto ha sido... decepcionante- Al menos, nada me impide ahora besarla a ella también, si así lo quiere.
-¿Te estabas guardando para mí?
Ah, si resulta que no le he dejado mudo... Eso es... bueno. No sé cómo podría yo vivir mi vida sin tener sus parloteos incesantes de fondo para distraerme.
-No necesariamente... -Pongo mucho cuidado en mis palabras- Digamos que no es algo que haya... tenido en consideración, hasta este mismo momento. No sabía que este era un problema. Si tanta angustia os causaba, a ella y a ti, podíais haber actuado en consecuencia. Labios tenemos todos. Para hablar, para pedir besos y para besar.
Mi reflexión parece hacerle considerar la situación, como si acabase de ocurrírsele la idea de que, en lugar de pelearse con ///////////////, de haber querido besarme todo lo que tenía que hacer era... Hacerlo.
Pero, como en muchas otras ocasiones, es el que yo diga mis palabras lo que le hace tomar consciencia de la solución a sus problemas. En este caso... Su problema debo ser yo, y el hecho de que no nos estemos besando, porque la solución que encuentra es aferrarse a dos manos de mi camisa, tirar de mí hacia él de tal forma que llega a hacerme daño, y hacer chocar de nuevo nuestros labios con la violencia que se espera de una acción tan bruta.
Ni me importa, porque mi mano en su nuca se aprieta a él con la misma necesidad con la que él tira de mí, y dejo que sus labios se peguen a los míos, y dejo que sus manos reclamen mi cuerpo, y dejo que me empuje en la hierba y se coloque sobre mí, y...
... y me despierto.
Ah.
Con el corazón latiéndome a mil por hora, con su nombre atragantado en mi garganta, queriendo salir, con la calidez de su cuerpo contra el mío desapareciendo rápidamente según se esfuma la sensación del sueño, y dejándome sintiendo un frío cadavérico en su ausencia.
Ese ha... Sido un sueño distinto. Normalmente no sueño con esa escena, cuando sueño sobre él... ¿Cuánto hace de aquello? Ah, ¿qué edad tenía yo? ¿Catorce años?
Mucho tiempo, sí. Tanto, que algo así debería haber quedado olvidado... Pero no lo ha hecho. Y hoy, por algún motivo, mi cuerpo ha decidido revivir aquello en la forma de... Un sueño feliz.
No suelo tener sueños felices. Al contrario. Cuando sueño, mis sueños son tristes.
Casi que prefiero los sueños tristes, tal vez. Porque a ellos ya estoy acostumbrados, mi tristeza y mi luto son algo con lo que ya he aprendido a convivir; mi enfado y frustración; mi miedo y mi odio, todo eso... Todo lo negativo, no importa. Puedo paliar con ello.
Pero los sueños felices...
Son los sueños felices los que me hacen llorar.
Y así rompo a llorar, en la soledad de una habitación a oscuras, pero procuro tapar mi boca para que nadie me oiga, cubrir mi rostro con las sábanas de la cama para que nadie me vea.
Mis recuerdos tristes han de quedarse sólo para mí. El hombre que fui ha de quedar muerto, nadie puede recordarle. Su nombre quedó olvidado tiempo ha, su existencia debe serlo también.
De modo que estos recuerdos han de existir sólo en mi interior. Recuerdos tristes y recuerdos felices. Y nadie debe descubrir, nadie debe imaginar siquiera...
Que antes de ser un monstruo, fui una persona.
Valkyon me da igual tu sexualidad, he dicho que te mola Henry y te mola Henry, deja de darle vueltas
En tiempos presentes, para variar...
(Narra Valkyon)
Beber con Alessa hace que vuelva a ser divertido ir a beber. Las otras veces que lo hago es siempre en las “reuniones extraoficiales de Líderes de Guardia”, que suelen consistir en Ezarel y Nevra compitiendo por ver quién es el más tonto de los dos. Es una competición reñida, por mucho que lo intentan.
Leiftan y Hiiro no beben, así que me sentiría raro hacerlo con ellos si soy el único tomando alcohol, y salir a beber con miiko siempre trae malos resultados porque en cuanto se achispa empieza a despotricar sobre sus labores en la Guardia... Y... No sé si tengo muchos más amigos a los que invitar a beber, vaya.
Así que beber con Alessa se ha convertido en mi opción de preferencia cuando necesito algo para refrescarme después de un largo día. Juraría que él opina lo mismo, porque de hecho suele ser él el que me pregunta si estoy libre para tomar algo.
Tal vez es por la cercanía de edad, pero siento que hay algo de camaradería entre nosotros y... No me quejo. No se me da muy bien hacer amigos, así que aprecio que hayamos coincidido. Salir con él es además interesante porque se le da muy bien hablar de... Casi cualquier tema. Parece tener una opinión para todo y le gusta expresarla y debatir con otros al respecto. Le idolatro un poco por ello... La gente sesuda me parece impresionante.
Mis conversaciones favoritas son, en realidad, no cuando quiere hablar de metafísica o existencialismo o lo mucho que odia a Freud (No sé quién es ese tipo, creo que un antiguo compañero suyo de carrera), sino cuando habla de... Dragones.
Es un experto en el tema. Le encantan los dragones. No llega a ser fanatismo, afortunadamente, pero se nota que disfruta hablando y aprendiendo de ellos de la misma forma en la que Ezarel disfruta de la ornitología... Y ahora que lo pienso, él también ha encontrado un amigo con el que compartir sus pasiones en Harim. Ya sólo nos queda esperar a que Nevra encuentre alguien con quién hablar de murciélagos.
Hoy es un día tranquilo. Nada de interés que haya ocurrido, nada especialmente emocionante... Es uno de esos días en los que sólo apetece hacer el vago. Una ola de calor nos trae bochorno, y vivir al lado del mar hace que el calor sea húmedo e incómodo. A pesar de ello, en una esquina de la cantina no muy lejana a la mesa en la que nosotros estamos sentados, una pareja disfruta mucho de su cercanía. Una chica se sienta sobre el regazo de otra y las dos se dicen cucamonadas mutuamente, compartiendo un helado del que de cuando en cuanto toman una cucharada o se dan de comer entre sí. Un poco moñas, si me lo preguntas, pero quién soy yo para juzgar las relaciones de los demás.
Ver sus muestras de afecto público me hace pensar en algo que quería preguntarle a Alessa desde hace un tiempo... Algo que, quizá, debería de dejar para una sesión con él, en lugar de simplemente empezar a hablar de ello en mitad de la cantina.
-¿Puedo hacerte una pregunta un poco... personal? -Digo, en voz alta.
-Si tiene que ver con mis piercings, la respuesta es “No” y “Ese tipo de preguntas no son apreciadas y procuraré dejárselo saber a Recursos Faéricos” -Me mira alzando una ceja. Yo no lo pillo, así que frunzo el ceño-. Todo el mundo parece tener la misma pregunta que hacerme...
-Um... No, no tiene que ver con... Tus piercings -Son muy guays, pero algunos de ellos son demasiado para mí.
-Adelante, entonces... -Responde con calma según lleva su bebida de preferencia a sus labios. Sorprendentemente, a él le gusta su alcohol bastante... Fuerte, incluso aún estando a mitad de semana. Alguna vez que he probado de su bebida me he sorprendido del puñetazo que me ha pegado...
Bueno. Uh. Mi pregunta...
-¿Alguna vez te has enamorado, Alessa?
Escucho un sonido extraño viniendo de él. Juraría que se ha atragantado o... Algo, porque deja su bebida de nuevo en la mesa con mucha prisa y por algún motivo parece que el líquido ha tomado el camino que no debía, porque está saliendo por su nariz.
-¿... estás bien? -Pregunto, un poco impresionado mientras yo también dejo mi bebida sobre un posavasos en la mesa.
Él levanta una mano, pidiéndome que espere, mientras se dedica a toser y espurrear su bebida. Un par de minutos pasan en lo que consigue dejar de atragantarse, y luego se suena la nariz muy fuertemente con una servilleta, sorbe un par de veces, carraspea, se alisa la ropa, cruza una pierna sobre la otra...
-Esa ha sido... Peor que la de los piercings y todo... -Y responde sólo cuando ha conseguido recomponer su imagen por completo. Todo un profesional- ¿A qué viene esa pregunta, Valkyon?
-Simplemente, uh... Curiosidad.
... Estoy teniendo una crisis de identidad porque es posible que me haya enamorado de alguien que está muerto y no lo tengo claro porque no me he enamorado nunca de nadie y no sé lo que es el amor y siendo sinceros me da un poco de miedo la idea de haberme enamorado de Henry.
Pero mejor no digo eso en voz alta.
-Huh -Su ceño se frunce levemente- Esto es algo que pensaba que ya había quedado claro... Quiero decir, has tenido que escuchar mis debates con Ayleen, ¿no?
-¿Quizá? -Me suena haberles visto medio peleándose en algún momento... O, bueno, debatiendo intensamente.
-Yaaaaa... -Por un instante parece pensarse cómo responderme- Bueno... Versión resumida, Valkyon; yo no siento atracción romántica ni sexual. Así que, no. No me he enamorado de nadie, ni lo voy a hacer.
Ah.
Eso desde luego me pilla por sorpresa. No siente... Huh.
-¿Cómo es eso? -No puedo evitar la pregunta, dándome cuenta en seguida de lo indiscreta que es- Quiero decir... Si quieres hablar de ello.
-Meh -Se encoge de hombros, aparentemente indiferente-. El amor es maravilloso, pero no para mí. No estoy esperando a “la persona correcta”, porque no va a llegar. No es “una opinión que cambiará con el tiempo”, porque ni es una opinión ni va a cambiar. Y definitivamente no necesito a nadie que se ofrezca a “hacerme probar” para ver si así me “arregla” -Sonríe abiertamente-. Alajea tiene prohibido hablar conmigo ahora y Ayleen posiblemente vaya por el mismo camino si continúa acosándome sexualmente.
-Um, lo... siento -Me pienso cómo responder a ello-, por, uh, por oír que te hayan hecho eso. Dímelo si alguien te molesta y yo mismo tendré unas palabras con quién sea.
-Gracias -Su sonrisa adopta un tono cordial-. Pero no, no siento ese tipo de atracción por nadie.
-Eres el anti-Nevra...
-Anti-Nevra... -Parece hacerle gracia el concepto- Supongo que eso es lo que soy. Ahora, dime, Valkyon... -Una sonrisa de burla aparece en su rostro-. ¿Seguro que la pregunta viene sólo a raíz de tu curiosidad, y nada más? -Uh...
-Es posible que me esté haciendo algunas preguntas a mí mismo -Confieso-. Sobre... Qué es el amor, y qué es enamorarse. Hay... Algunas cosas confusas en mi vida ahora mismo. Si hablase con Nevra o Ezarel, iban a burlarse de mí... -No a malas, pero no quiero tener que pasar por todo ello- Así que quería ver... Si tú podías darme otro punto de vista, pero entiendo que no.
-Pero sí puedo darte otro punto de vista, de hecho, y a las malas puedo servirte de guía si lo que quieres es hacer un ejercicio introspectivo -Parece que ahora es él al que le pica la curiosidad, porque veo su cola ondear de forma similar a cómo Floppy mueve la suya cuando ve algo que la intriga-. ¿Qué me dices?
-Tampoco quiero... Hacerte trabajar fuera de horas.
-Oh, insisto, por favor -Por qué... Por qué parece que esto le divierte-. No serás el primero que me asalta con consultas fuera de horas. Especialmente consultas de carácter romántico, a la gente en esta Guardia le gusta mucho bombardearme con sus problemas de relaciones a pesar de que he dejado claro mil veces que no soy sexólogo.
-Um... -Me preocupa un poco la entonación irritada con la que dice todo eso y parte de mí piensa que lo mejor que puedo hacer es simplemente echarme atrás y dejar que este asunto quede olvidado, pero... Para bien o para mal, soy Obsidiana; así que coraje y cuchillos- Le he estado dando vueltas en mi cabeza a... Una persona. De la que no sé si puedo haberme... Enamorado -Un poco avergonzado, mi mirada cae a mis pies-. Nunca... Nunca me he enamorado antes. Por eso, no sé si... Si es amor lo que siento. He tenido otras parejas antes, pero ninguna me ha hecho sentirme... Así. Esta persona ha revolucionado mi vida por completo. Y... La cosa es, es... Una persona muy distinta a lo que estoy acostumbrando. Así que siento que es algo... Extraño, algo que no esperaba, y quizá es por eso que me siento tan confundido al respecto... -Levanto la mirada a él de nuevo, confiando en que no vaya a reírse de mí- Es algo que m-¿De dónde has sacado esa libreta?
-¿Podrías decirme en qué se diferencia esta persona de tus parejas anteriores? -Ignorando mi pregunta, le veo tomar notas en la libreta... No, en serio, de dónde la ha sacado, es demasiado grande como para que le quepa en un bolsillo y, de hecho, ¿creo que sus pantalones no tienen bolsillos?
-Um... -Intento que la libreta no me distraiga demasiado- B-bueno, es un... eh.. ah... -Vacilo un poco, no seguro del todo sobre cómo expresarme...
-No hace falta que respondas a una pregunta que te ponga incómodo -Dice eso mientras toma notas...-. A fin de cuentas, este es un tema muy... Íntimo. Dime entonces, si pudieras... ¿Qué es lo que te hace dudar sobre tus sentimientos hacia esta persona? ¿Meramente tu desconocimiento sobre lo que es el “amor”? -Asiento levemente.
-Quiero decir, cómo... Puedo saberlo. Si esto es verdaderamente amor.
-Hmmm... -Se lo piensa unos instantes- Déjame darle la vuelta a la cuestión. Dime... ¿Qué relevancia tiene si estás enamorado de esta persona o no? ¿Cambiaría en algo vuestra relación?
-Eh... -¿Sí, no? ¿Está muerto así que da igual?
Trato de pensármelo. Si de verdad estuviera enamorado de él... ¿Qué es lo que cambia? Ya estoy obsesionado con él, de todas formas, ya tengo planos y pilas y pilas de documentos investigando cómo puedo hacer para que vuelva a mí. ¿Lo estoy haciendo por amor? No lo sé. Sé que lo estoy haciendo porque... Porque quiero pasar más tiempo con él. Porque apenas tuvimos tiempo desde el principio, porque quiero seguir explorando... Qué pudo haber pasado. Cómo él me hace sentir. No estoy hablando de amor, estoy hablando de sentirme bien, de sentirme libre.
Henry de verdad puso mi vida patas arriba. Me hizo cuestionar cosas que nunca antes hubiera hecho sin él. Me-, me ha dado una parte de mí sobre la que yo mismo me había rendido. Me ha dejado rugir, extender mis alas.
Estar con Henry es divertido. Estar con Henry me hace sentirme bien, porque aunque yo no le entiendo, él es capaz de comprenderme a la perfección, y sabe qué es lo que tiene que hacer o decir para... Para provocarme, para manipularme, para hacerme sentir bien.
No lo sé. No sé nada. Mis sentimientos hacia Henry deberían ser muy simples, pero son terriblemente complejos, simplemente porque no he sentido nada así con nadie, porque nadie ha encajado así de bien en mi vida...
¿Es eso lo que es el amor?
¿Qué cambiaría, si no estuviera enamorado de él? Esa camaradería seguiría ahí. Lo que hemos pasado juntos: su tiempo como Ashkore, el vínculo que hicimos, la misión en Kemekemo... Todo ello lo recuerdo con cariño, pero... No recuerdo ninguna implicación romántica en nada de ello.
Y, sin embargo... El beso. El beso que le hice olvidar. ¿De dónde nació eso? Posiblemente del mismo lugar del que nació mi necesidad repentina de besarle en la playa. Del mismo sitio del que salieron mis palabras cuando le dije que iba a traerle de vuelta a la Guardia y mantenerle con vida, incluso si eso significaba pelearme con la Guardia entera...
Si le quito cualquier connotación romántica a nuestra relación...
No puedo encontrarle sentido a nada de eso.
-Supongo que hay... ¿cosas que no habría hecho? -Cuestiono- Si no fuera por... -Vacilo un poco con la palabra en la punta de la lengua- A-amor.
-Hmmmmm... -Veo que alza mucho las cejas... Basta, por favor, ya estoy pasando suficiente vergüenza- Sabes... Quizá tenga un secreto que contarte que el resto del mundo no quiere que se sepa.
-¿Eres un dragón tú también? -Se ríe cuando lo pregunto- Puedo guardarte el secreto...
-Oh, ojalá... -Niega con la cabeza- No, mira, te voy a contar...
Cierra su libreta, metiéndola debajo de la mesa... ¿... en algún lugar? Reclama mi atención de los misterios de su libreta cuando me enseña el dedo índice de sus dos manos, separados a una cierta distancia.
-De Nevra... -Agita uno de los dedos- a anti-Nevra... -Agita el otro- Hay todo un maravilloso mundo de escalas de grises, Valkyon.
-¿Qué quieres decir? -Le miro un poco confundido.
-Quiero decir... -Sonríe ligeramente- Que cada persona experimenta el amor de una forma completamente distinta. Para unos, el amor es un sentimiento muy claro y deseado, para otros como yo, es algo que simplemente no nos interesa... Pero otras personas, puede que el amor sea algo que aparece... Bajo condiciones muy concretas, o de manera menos frecuente. No por ninguna otra razón más que porque esa es su experiencia.
-¿Y piensas que este es mi caso? -Cuestiono, mirando a cada uno de sus dedos como si fuera a encontrar una explicación en ellos.
-Quizá. Esto no tiene por qué ser así, necesariamente. Simplemente, te digo que es una posibilidad -Finalmente deja de hacer la cosa con los dedos, ahora yendo a coger su bebida para volver a darle un trago-. Quizá te interese explorar algo más de este tema, y quizá veas patrones de conducta con los que te identifiques; o a lo mejor no. Sea como sea, mi consejo... Y esto viene del punto de vista de, ya te he dicho, alguien que no tiene interés en estos temas; es que simplemente dejes de darle vueltas. Si te has enamorado, te has enamorado. Si no lo has hecho, entonces nada. Mientras disfrutes de la compañía de esta persona, ¿importa si lo haces de una forma o de otra? Simplemente disfruta de la persona. Y luego me invitas a la boda para que yo pueda dar un discurso.
-No va a haber boda... -Niego con la cabeza, aunque lo hago con una sonrisa en la cara.
-Oh, no. ¿Cómo pretendes pagar mis invaluables consejos entonces?
-¿Quizá invitando a la segunda ronda? -Él también sonríe abiertamente cuando me oye decir eso- Con la condición de que esta vez no eches tu bebida por la nariz, si fuera posible.
-No te preocupes, la próxima vez que preguntes por mi vida romántica, directamente te escupiré encima.
A unos les sienta mejor la pubertad que a otros
Hace alrededor de diez años, en la casa de los Aënwer en Latteria...
(Narra Draezel)
Por fin le encuentro... ¿¡Estaba intentando jugar al escondite o qué!? ¡Con lo grande que es esta casa! En cuanto me despisto un poco ya se me pierde...
-¡Aleeeeeec! -Le llamo desde la otra punta del jardín. Cuando lo hago, él se gira en mi dirección así que agito un brazo para saludarle. Él imita el gesto- ¡Llevo media mañana buscándote!
-¿¡Para qué me quieres!? -Me habla también a gritos. Bfff, ya le ha cambiado la voz del todo así que ya no le salen gallos al hablar, qué aburrido...
-¡Para nada!
-¿¡Entonces para qué me buscas!?
-¡Porque quería verte!
-¿¡Sólo por eso!?
-¡Si tu amo elfo quiere verte, tú deberías sentirte agradecido, humano!
-¡Pues que aprenda mi amo elfo a buscar mejor!
-¡¡Cada vez que me doy la vuelta te pierdes tú solito en la casa!!
-¡El que se pierde siempre eres tú!
-¡¡Yo no soy el q-¿Por qué seguimos gritando si nos tenemos delante?
Justo en frente de mí, Alec se encoge de hombros. Ya... Es tan tonto que cuando me junto con él, me atonto yo también.
Le echo un buen vistazo. Yup, este es Alec, mi Alec de siempre. Con sus ojos azules de siempre, su pelo salvaje que debería irse cortando ya a estas alturas y su aroma de azaha... ha... ha...
EW.
-A-Alec... -Decido dar un paso para atrás para poner un poco de distancia entre nosotros- Um... Has... ¿Estado haciendo algún tipo de actividad física esta mañana?
-No especialmente -Él se cruza de brazos y ladea la cabeza... Huh, hay que comprarle ropa nueva, se le está quedando pequeña y los músculos de sus brazos se... aprietan en... Vaya bíceps... Hmm...-. ¿Draz?
-E-eh, ¿uh? -Pego un respingo- A-ah, sí, eh... D-dime, Alec, ¿cuándo fue la última vez que te diste un baño?
-Um... -No... No es buen indicativo si te lo tienes que pensar, Alec...- Me... caí en el río hace un par de días, pero antes de eso...
-¿Qué narices estabas haciendo cerca del r-Sabes qué, no importa... -Tomo aire... Por la boca, mejor que por la nariz, y fuerzo la mejor sonrisa que puedo en mi cara- S-sabes, quizá sería conveniente darnos un baño -Aunque lo digo por impulso, de repente la idea alumbra mi mente y el entusiasmo me invade-. Ah, ¡como en los viejos tiempos! ¿Hace cuánto que no nos bañamos juntos? Un par de años al menos...
-Um... -Alec posa su mirada en el suelo, casi como si quisiera evitar la mía- No... Creo que eso sea buena idea, Draz...
-Bueno, tú necesitas un baño, y yo no me voy a quitar la idea de la cabeza, así que... -Simplemente colabora, Alec, y todo será más fácil...
-Draz, uh... No... -Parece costarle hablar un poco- Ya no somos niños...
-Alec, tengo una habitación entera que es una bañera, ¡cabemos igual! -Sin darle más tiempo a protestar, cojo y le agarro por una mano para poder arrastrarle conmigo- ¡Vamos! A ver si te quitamos ese olor a perro que tienes...
-...
Tiro de él en dirección a la casa y concretamente hacia la sala de baño, ignorando abiertamente a todos los miembros del servicio que nos miran al pasar. Saben que si dicen una sola palabra, se van a la calle... A mis padres no les gusta cuando despido gente por meterse con Alec, pero a mí francamente me da igual.
Entusiasmado, hago todo el camino hacia la habitación del baño. Allí espera la bañera, siempre preparada con agua limpia, y yo me acerco a ir a regular la temperatura de la misma... Un poco calentita, que es como a mí me gusta, aunque sé que a Alec le gusta fría. Lo sientooo, pero es que yo con agua fría no me baño.
En lo que dejo que el agua se caliente mágicamente (viva la magia que hace que las bañeras se calienten mágicamente, porque esa es una magia que totalmente existe, es mi magia favorita), me vuelvo hacia Alec, que se ha quedado esperando de forma incómoda frente a la puerta.
-No vas a poder escapar -Le aviso-. Ahora que estás atrapado... ¡Desnúdate para mí!
Lo digo en el tono más autoritario que puedo, aunque se me escapa una risa al final...
Eso es hasta que veo que mis palabras han conseguido arrancarle una sombra de rubor a Alec, que ahora mira al suelo de forma todavía más incómoda que antes. Ay, poooobre. ¿Desde cuándo se ha vuelto tan pudoroso? Cuando era un niño salvaje desde luego no le daba tanta vergüencita tener que quitarse la ropa.
-No te preocupes, miro a otro lado si te da corte -Digo, poniendo los ojos en blanco mientras me giro y me acerco a los muebles con los productos de baño-. Ah, ¿qué me dices si añadimos al agua algunas sales de baño? Seguro que eso hace el baño más agradable...
-Um... Sí, uh, lo que tú quieras... -Oh, podías sonar más entusiasmado...
-Oh, también tengo estas... "Bombas de baño", dice se llaman, vienen de Jade, parece... ¿Quizá podamos probar una? Tengo con olor a, um, "Brisa marina al amanecer", "Levantar la vista al cielo de mediodía" y "Despedida dramática de dos amantes separados por el destino a la medianoche"... Vale... Una de esas suena como un aroma... -Me pregunto si las tres estarán relacionadas, si, uh... Hay una historia oculta entre las bombas de baño- ¿Cuál te apetece más? A mí la verdad es que me dan lo mismo, con tal de que no exploten...
Me giro para enseñarle las bombas de baño, por un momento olvidándome de mi promesa de no mirar, y en seguida voy a disculparme y volver a darme la vuelta...
Pero mis ojos se quedan pegados en Alec.
Le pillo justo en el momento en el que se está quitando la camiseta, que efectivamente le debe estar pequeña porque le cuesta algo de trabajo, y... Ah... No sólo los bíceps... Quiero decir, qué... D-desde cuándo tiene Alec abdominales, y... Músculos y... Por qué está tan...
-¿... Draz?
Su voz me sobresalta y me hace pegar un respingo. Me siento culpable porque me haya pillado mirando, como si hubiera hecho algo malo... Mi corazón late con fuerza en mi pecho y puedo sentir la sangre subiendo a mi rostro. ¿Q-qué me ha pasado...?
-Um... se te ha caído eso.
Echo un vistazo al suelo, donde yace hecha fragmentos una de las bombas de baño, que se me ha escurrido de las manos... Oh, no.
-Mecachis... -Algo triste, miro el montón de polvos azulados en el suelo- Nada de “levantar la vista al mediodía” para nosotros.
-A lo mejor se pueden... recoger y tirar en el agua... -Sí, pero yo quería ver la esfera entera a ver qué hacía... Jo- Déjame...
Se acerca para ir a hacer eso, intentando más o menos salvar las partes que aún quedan de la bomba de baño y recogiendo las que se han convertido en polvo, y yo le dejo hacer mientras voy a poner las otras dos a resguardo de mis dedos de mantequilla. Ligeramente alejado, mientras él se dedica a recoger polvos del suelo, yooo... E-echo otro vistazo... Hmmm... S-supongo que hacía tiempo que no veía a Alec sin camiseta... Su cuerpo desde luego ha cambiado.
Su altura luego no, a lo mejor es que su “estirón” aún está por venir, pero... No tiene buena pinta para él. Pero otras partes de su cuerpo han cambiado con la pubertad... Supongo que hasta ahora no me había dado cuenta, hmm... Es difícil compararle con el niño malnutrido que era cuando le vi por primera vez.
...
¿H-habrá cambiado algo más...? A... Algo que sea distinto, que haya... Um... ¿C-crecido...?
-¿Quieres verlo o no?
-¿¡El qué!? -Su voz me sobresalta una vez más, escandalizándome con su pregunta.
-La cosa esta -Se gira hacia mí enseñándome la bomba que más o menos ha conseguido recoger-. Voy a tirarla al agua.
-A-ah, sí...
Acudo con Alec al borde de la bañera, donde lanza sin mucha ceremonia los fragmentos de la bomba de baño... Que se disuelve de forma bastante eficaz, con un ligero siseo, y deja el agua... ¿Ligeramente más azul? ¿Eso es todo? Pues vaya...
-Huele a... -Veo que Alec se está olisqueando las manos- Plantas.
-Qué... -Intento olfatear el aire también, a ver si soy capaz de distinguir el aroma...- ¿Hierba del Mediodía...? -Frunzo el ceño- Esperaba algo más con ese nombre, maldita sea... Me siento estafado.
En fin... Nota: Nunca más fiarme de las bombas de baño de Jade. Las sales de baño de Rètiere tienen nombres menos estúpidos y huelen mejor. Pero bueno, habrá que aguantarse con la Hierba del Mediodía, por ahora...
-Recuerda que tienes que aclararte con agua antes de meterte en la bañera, que no quiero que me la llenes de tus porquerías superficiales -Le digo a Alec, antes de que pueda ir a tirarse al agua con toda la tierra que tiene encima.
-Ya, ya...
Le escucho suspirar. Oye, soy yo el que tiene derecho a estar exasperado por tu falta de higiene...
Le dejo que termine de desvestirse y vaya a echarse algo de agua por encima, mientras yo voy a hacer lo propio acercándome al mueble para poder dejar allí todas mis piezas de joyería y no perderlas. Tienen más o menos valor personal para mí, pero es sobre todo la estética lo que no quiero que se me rompa... Pongo mucho cuidado en mi imagen, por supuesto.
Dicho eso, cuando me estoy deshaciendo de mis propias vestimentas, de repente me vuelvo consciente de la diferencia del cuerpo de Alec con el mío. Evidentemente, somos propensos a ser distintos, él es un humano y yo un elfo, pero... Huh, no tengo nada de músculo, ¿eh? La esgrima no me gusta así que nunca la practico, y si continúo con mis lecciones de arquería es sólo porque me desestresa sacudirle flechazos a los objetivos de prácticas, pero... ¿Quizá deba hacer algo más de ejercicio?
Miro a mi reflejo desnudo intentando ver en él la sombra de algo que pueda remotamente parecer músculo... Nada. ¿Si tenso los músculos...? Uhg, no. Quiero decir, no es que quiera músculo. Me gusta mi cuerpo, porque soy bonito. Pero si pienso en los músculos de Alec... Ugggh, deja de darle vueltas. Alec tiene músculos, tú tienes... Tengo, uh... Una piel perfecta. Eso es. Suave como la seda. Alec puede morirse de envidia...
Ya he pasado suficiente tiempo haciendo el tonto delante del espejo, así que antes de que Alec piense que soy un rarito, voy a ver si yo también me aclaro antes de ir a meterme en la bañera...
Cuando voy a hacer eso, mis ojos cazan de reojo a Alec, ya metido en el agua... Que rápidamente desvía la mirada cuando le pillo. Um. ¿Me estaba... mirando?
N-no puedo culparle de nada porque... B-bueno, yo también le he mirado a él, pero, uh... No tengo músculos que admirar tampoco, y de todas formas estaba de espaldas a él así que no sé qué es lo que iba a-OH, ORÁCULO.
Siento que me arde la cara ante la posibilidad de qué es lo que puede que Alec haya estado mirando, y me reprendo a mí mismo mientras voy a echarme agua por encima para ver si puedo entrar en la bañera de una maldita vez...
Pero mientras lo hago, mientras aclaro mi cuerpo y paso las manos por mi pelo para mojarlo, siento... Siento la mirada de Alec, otra vez. Procuro fingir que no me doy cuenta, pero claramente puedo sentir sus ojos puestos en mí. Y es... ¿r-raro? Me siento muy... expuesto... E-esto nunca había pasado antes. Por supuesto, no me gusta que la gente me vea desnudo, pero es... ¡Alec! Ya nos hemos visto así más veces, hemos tomado muchos baños juntos en el pasado. E-es verdad que ha pasado un tiempo desde la última vez, pero... Nada debería haber cambiado, ¿no?
Así que no sé por qué... Me siento tan nervioso. Por qué su mirada hace que mis pulsaciones se aceleren de esta manera y que me cueste respirar. Ni siquiera está cerca, ni siquiera me está haciendo nada. Es simplemente... su mirada. Saber que me está... viendo.
Y que, una vez termino de aclararme y me vuelvo hacia la bañera... Él desvía su mirada de nuevo.
Como si estuviera haciendo algo mal, al mirarme. Algo que no debe hacer. Y yo, que me he dado cuenta de que lo está haciendo... Se lo permito.
Sin decir nada me meto en la bañera... En el extremo contrario al de Alec. Tomo aire, inspirando el aroma de la Hierba del Mediodía que flota en el aire.
...
Qué está pasando.
¿¡Por qué es esto tan incómodo!? ¿¡Por qué estoy tan nervioso!? Esto nunca ha sido así antes... ¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! ¡¡Di algo, Draezel, por amor al Oráculo!! ¡L-lo que sea! ¡¡Cualquier cosa!!
-El agua es relajante, ¿no?
-Hm.
-...
-...
...
¡¡¡AHORA ES MÁS INCÓMODO TODAVÍA!!! ¡¡AAAaaaAAaaAAAaaaAA!!
Quiero coger y hundirme en el agua y gritar ahí debajo, pero me contengo. ¡No! ¡Mantén la compostura, Draz! ¡Eres un Aënwer, de los altos elfos de Latteria! ¡No sé qué tiene eso que ver con esta situación pero, lo que sea que pueda servirme como apoyo emocional!
Qué hago, qué hago, qué hago, qué hago. Me siento incómodo, me arde la cara, y mi cabeza no puede dejar de darle vueltas a la idea de que Alec está al otro lado de la bañera y quiero hablar con él y decirle algo porque no solemos tener este tipo de momentos para nosotros, p-pero por alguna razón hablar con él me pone muy nervioso... Nooo, nooo, no sé qué hacer, no sé qué me está pasando...
-¿Draz? -Por enésima vez en lo que va de día, la voz de Alec me produce un micro-infarto, pero también corta mi hilo de pensamientos y hace que redirija mi atención a él- ¿... quieres que te ayude a lavarte el pelo?
Ah. ¡Sí! Sí, por supuesto. Eso es algo que le obligaba a hacer cuando nos bañábamos juntos en el pasado, porque siempre es mejor que lo haga otra persona, sobre todo cuando la otra persona es tu ayudante personal (o algo así) humano.
-¡Por supuesto! -Asiento con alegría, sintiendo que la tensión en el aire disminuye un poco ante su propuesta- Tengo todos mis productos aquí, espera que te digo cuáles son...
-Son, eh... ¿son muchos?
¿Te crees que este pelo se mantiene así de bien por sí solo, Alec? Inocente humano salvaje... No. Le he vendido mi alma a todos estos champús y acondicionadores y mascarillas y-
Termino de organizar todos los productos al borde de la bañera, explicando para qué sirve cada uno, pero sé que Alec no me hace ningún caso (no esperaba que lo hiciera) y directamente coge el primero y se echa una cantidad... quizá un poco excesiva, en las manos.
Como sea, yo me coloco de espaldas a él y cierro los ojos, simplemente dejándome hacer cuando sus manos se hunden entre mi pelo y comienza a lavarlo, a la vez masajeando mi cabeza. Aaah, eso me gusta. La sensación es muy relajante. Me siento bien estando entre las manos de Alec... Huh, a lo mejor es sólo sensación mía pero juraría que tiene manos grandes para lo pequeñito que es él. Pero sí, se siente bien la sensación de sus manos sobre mí. Puedo sentir la calidez de su cuerpo justo detrás, y si hago un poco de imaginación puedo hasta pensar en cómo tengo a escasos centímetros. esos abdominales que aún no sé de dónde han salido. Sus fuertes brazos se mueven para poder abarcar la longitud de todo mi cabello... Escucho su respiración profunda tan cerca de mí... Siento la calidez de su aliento en mi cuello...
...
¿...?
¡¡...!!!
NONONONONONONONO QUÉ ESTÁ PASANDO AAAAAAAAAAAAA-¿Q-qué es esto? ¿¡Por qué se va mi mente automáticamente a esos pensamientos!? Noooooo, ahora me muero de vergüenza. Me arde la cara, una vez más, y... ¡todo el cuerpo! Siento... Calor, un calor muy fuerte y muy intenso, y, y, palpitaciones, y mi estómago está haciendo cosas raras, c-como si hubiera... fuego en él... Estoy acostumbrado a sentir draflayeles en el estómago con Alec, pero esto es otra cosa... Es... distinto...
Soy de repente muy consciente de los movimientos de sus manos en mi cabeza, y... Por alguna razón, sin que yo le dé permiso, mi cuerpo empieza a imaginar esas mismas manos... En otras partes, recorriendo mi cuerpo.
Acariciando mi espalda, entre mis omóplatos y siguiendo el camino de vértebras hacia abajo. Cruzando mi pecho, sus manos tocando en todas partes mientras sus brazos me rodean y su cuerpo musculoso se pega a mi espalda. Subiendo por mis piernas, haciéndolas abrirse, acariciando la parte del interior de mis muslos, ascendiendo a...
-Ahhh...
.
A-
¿Acabo de?
¿¿... qué acabo de hacer en voz alta??
Mortificado, con la cara completamente roja y a punto de explotar, vuelvo forzosamente de mi imaginación al plano terrenal, donde de repente hay un silencio ensordecedor. Las manos de Alec se han detenido completamente. Mi respiración, también.
...................................
-¡Uaaaaah! -Finjo un bostezo, estirando los brazos- Darme un baño relajante siempre me da sueño... ¿A-a ti no, Alec?
-Hum... Sí...
Completamente salvado no se ha dado cuenta de nada soy el mejor jajajaja socorro.
¿¿Por qué me está pasando esto?? ¿Por qué aquí y ahora? Ya sabía que Alec era guapo, pero no... No entiendo por qué eso tiene tanto efecto en mí de repente o por qué mi cabeza está teniendo tantas ideas raras... No, Draz, no. Céntrate. Pon los pies en la tierra. Aaaaaa-
Aguanto pacientemente a que Alec termine de lavarme el pelo, chillando histéricamente para mis adentros y regañándome a mí mismo cada vez que mi imaginación quiere llevarme por el mal camino. Al final acabo por pellizcarme a mí mismo debajo del agua sólo para buscar algo que me distraiga de toda esta situación, porque me está poniendo muy, muy nervioso... El corazón me late a mil y tengo mucho calor... Juraría que hasta estoy un poco mareado.
Pero al fin Alec termina, aclarando mi pelo por última vez con el agua de la bañera, y ya se aleja de mí.
-Ya está -Informa, y yo rápidamente me apresuro a poner distancia entre nosotros también.
-G-gracias, Alec... -Me giro, pero realmente no le miro a él, sino en su... Dirección general- E-estoy seguro de que lo has... Dejado perfecto.
-Hmhá... -Nunca me había fijado en lo BIEN alicatadas que están las paredes de esta habitación, ¡estos azulejos son fabulosos! Guau, es impresionante, sí, de lo mejorcito...- Um... ¿puedo salirme ya?
-Ah... -Cuando dice eso, no puedo evitar que mi mirada pase a él. El... E-el pelo mojado le queda muy bien- Hm. Huh. Eh. H.
-Draz.
-S-sí, b-bueno, supongo que ya... estás limpio... N-no te voy a obligar a quedarte aquí si no quieres... No queremos que te arrugues como una pasa tampoco... J-ja, ja... -Avergonzado de mí mismo, me dejo hundir en el agua casi hasta la nariz, con la esperanza de ahogarme... Q-quizá entonces Alec tuviera que hacerme el boca a boca.
-Vale... Iré a coger ropa limpia a tu habitación y prepararé algo para ti también.
Asiento escuetamente. Con eso, Alec decide que efectivamente es hora de irse y se mueve en dirección al borde de la bañera...
Debería... Desviar la mirada... Volver a mirar esos fantásticos azulejos... Hundirme en el agua... P-pero no puede hacer daño si... Si echo un vistacito, ¿no?
Alec sale del agua.
El pelo mojado, echado hacia atrás, deja ver al completo su atractivo rostro y sus ojos del azul más intenso. Gotas de agua se deslizan cuerpo abajo a través de los músculos definidos de sus pectorales y abdominales. Mis ojos continúan descendiendo más allá, de mis labios escapa un suspiro que se transforma en burbujas, y mi corazón quiere salirse de su sitio cuando mi mirada baja más allá de la V de su abdomen...
¡¡...!!
¿¿ÑÑGHHMMAFFÑAMSAÑÑÑMAMSASDSADDFDS??
Me hundo por completo en el agua y procuro tapar mi boca para no gritar.
Qué.
Cómo.
¿¿De dónde??
¿¡DESDE CUÁNDO!?
Ohhh, nooo... No suelo decir esto, pero... Alec tenía razón.
Ya no somos niños.
Y, desde hoy en adelante... Quedan prohibidos los baños con Alec. Por el bien de mi cordura.
Y eso eso es to-, esto es to-, esto es todo, amigues (?
Cortitos pero intensos, algunos más que otros. Yo me lo he pasado bien escribiéndolos, espero que también os haya gustado leerlos.
Ahora que por fin he terminado con capítulos de relleno y puñetas... ¡En la próxima actualización seguimos con el fic! Lo que nos lleva a la pregunta...
¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DEL CAPÍTULO 25?
>>Un periodo de chill y de calma para reponernos de las emociones del desiert-Ah, no, nada de eso, vaya.
>>F en el chat :(
>>No, OH NO, todo mal, toooodo mal...
>>Se le acaba de ir la pinza del todo... Eso no puede ser bueno.
>>Algunas cosas salen a la luz y alguien está muy contento por ello.
>>Todo... todo va a ir bien, ¿verdad?
>>Si os gustaron los capítulos 8 y 11, el 25 os va a flipar :)
Huehushuehushushu.
:)
Queee... ¿Cuándo es el próximo capítulo? Pos nu lo sé. Lo más pronto, el jueves que viene. Lo más tarde, el jueves de la semana que viene. Recordamos que el horario es orientativo dependiendo de los niveles de estrés a los que me someta mi jefa (?) Pero ya nos vemos viendo, hale. Muchos besitos, cuidaos bien, mirad a ambos lados antes de cruzar la calle si no queréis que os pase como a Hiiro y... ¡Gracias por leer!
Desconectado
#119 El 05-07-2022 à 06h16
Bueno, pues como el periodo me ha jodido por completo el horario de sueño y no puedo dormir, al menos puedo leer esto que le tengo ganitas desde que lo publicaste :')
...
''Por supuesto que va a haber un final de la historia, cuando Naytili despeñe a Nevra por un acantilado después de traicionar a El Titiritero e instaure su régimen malvado en Eldarya. Luego está la secuela de Mery como protagonista intentando liderar la resistencia contra Naytili'' No me gusta ese final de la historia, borra.
''Quizá veamos a Ezarel seductor en un futuro.'' Ya te di mi alma por el Leiftarel (y algún día la gorra, lo tengo más en mente de lo que crees), ¿qué más quieres de mí? Yo te doy mi cuerpo, tómalo, pa ti todo, no puedo darte a mis gatos porque yo les pertenezco a ellos y no al contrario.
''Niels es el counter natural de Gèrard y viceversa, por eso están tan obsesionados el uno con el otro'' Son como Karuto y Zif u.u
'' ¿Te estás volviendo Ezarel? Mírate el pelo, lo tienes azul ahora (?)'' Pues mira, ojalá porque tremendo novio tendría.
''las cosas que ha hecho Gèrard con su cuerpo son demasiado escandalosas para que yo las ponga en palabras...'' Lloraré en mi esquina.
''Mira a ver si le meto La Seine a la playlist de Leiftan, cuidao e.e'' DEBERÍAS.
''Espero que hayas disfrutando / estés disfrutando de las 40h de música <3'' Aún no he escuchado todas las playlists, porque quiero prestarles atención cuando las escuche por primera vez cada una, pero ya me he puesto a repetir más de una x) No he escuchado en bucle la de Ezarel, ni la de Leiftan, ¿y la del Titi? Nah,de locos, para nada la escucho, cero, no sé quién te ha dicho eso.
Por cierto, tengo que reescucharme alguna canción de las mías porque siento que pueden pegar en algunas playlists, cuando confirme te las pasaré :3
Best médico de Eldarya
''-¡Naytili!''KHÉ. Cero estrellas, no recomiendo 0/10 este comienzo la verdad, nada recomendable.
Eweleïn como se te ocurra verla mínimamente atractiva lo has perdido todo para mí.
''-No. Me. Importa -Chasquea los dedos de una mano, asustándome-. Deprisa, enfermera...''Qué guantazico le daba así con la mano abierta.
''Sorprendentemente, tiene unos niveles de azúcar normales. Huh.''Quiero ese súperpoder.
''... No voy a mentir. Hay algo en toda esta situación que me pone un poco.''A mí también me pondría pero no con esa p*ta psicópata, Ewe, perdiste oficialmente todo mi respeto.
Es que no puedo hacer ni un sólo comentario positivo cuando se trata de esta subnormalaaaaaa.
Que no, que me da igual que pueda llegar a ser el sueño bdsm sáfico, que no las pienso shippear.
Narran palitos
Quiénes son rallitasssssssssss
''-Si fueras a besar a uno de nosotros, ¿la elegirías a ella, o a mí?''A los dos y punto, aprende del Erileiftarel amigo.
''>>Y me preguntó: “¿Te ha besado a ti?”. Y yo respondí lo mismo que ella le dice a sus amigas: “No, aún no”. “Deberías pedirle que me bese”, me dijo. “Y una vez lo haga, te besará a ti después”. Mi respuesta, obvia: “¿Por qué he de decirle eso? Si le digo que bese a alguien, será a mí primero”. Y de ahí nació nuestra riña, porque ella insiste en que, como es mujer, debe recibir tus atenciones primero.''No sé quiénes son pero 10/10 este salseo.
''El tacto de mi mano en su nuca le interrumpe, pero son mis labios sobre los suyos los que le silencian.''AAAAAAAAAAAA me da igual quiénes sean en realidad, en mi cabeza se trata del Titi y los dos de las estatuas esas de memoria, y de ahí no me bajo, por lo que procedo a shippearlos fuerte porque Titi.
''Mi mirada y la suya se hacen una cuando nuestros ojos coinciden. En los suyos veo una excitación que reconozco como familiar, de todas las veces que ha hablado de historias de fantasía en tierras lejanas... Pero en esta ocasión, la excitación no viene por una fantasía, sino por algo real, por... Mí.''AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA DIME QUE HAY SETAS. Ya fuera coñas (no, no son coñas, quiero setas), es precioso cómo lo has descrito, me estoy muriendo, necesito.
...Supiel oscura... Acho necesito saber quiénes son T^T
''Labios tenemos todos. Para hablar, para pedir besos y para besar''No te conozco, ¿o sí?, Pero ya te quiero.
''Ni me importa, porque mi mano en su nuca se aprieta a él con la misma necesidad con la que él tira de mí, y dejo que sus labios se peguen a los míos, y dejo que sus manos reclamen mi cuerpo, y dejo que me empuje en la hierba y se coloque sobre mí, y...''Mira no sé si es que estoy especialmente sensible al romanticismo pero me muero ó.ò ¿De verdad que no ha crecido por ahí alguna seta ñoña?
''Con el corazón latiéndome a mil por hora, con su nombre atragantado en mi garganta, queriendo salir, con la calidez de su cuerpo contra el mío desapareciendo rápidamente según se esfuma la sensación del sueño, y dejándome sintiendo un frío cadavérico en su ausencia.''Au.
No sé por qué pero duele mucho.
''Todo lo negativo, no importa. Puedo paliar con ello.
Pero los sueños felices...
Son los sueños felices los que me hacen llorar.''Au x2
''Que antes de ser un monstruo, fui una persona.'':ccccc Ven aquí bonito mío, yo te rompo todos los cristales eldaryanos que quieras T^^^^^^^^T
:((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((
Que te mola Henry hostia
Oh no, Alessa en pantalla e.e
''de la misma forma en la que Ezarel disfruta de la ornitología...''Como sea exactamente de la misma forma... No vas a estar muy solo ewe Leift confirma.
Que no siente atracción romántica ni sexual T^T Mi corazón hecho polvo.
'' Es algo que m-¿De dónde has sacado esa libreta?''De verdad que lo adoro xddd
...Por favor Valkyon termina ya el ritual de devolver a Henry a la vida, lo echamos de menos, y lo echamos de menos contigo :c
Vaya puñalada en el pecho recordarlos u.u
Las pubertades son duras
...Adoro a Draz, de verdad que lo adoro, y al Draz adolescente aún más xD
''-Draz, uh... No... -Parece costarle hablar un poco- Ya no somos niños...''Lo vas pillando :3
''aunque sé que a Alec le gusta fría. Lo sientooo, pero es que yo con agua fría no me baño.''Soy team Alec xdd
''Pero mis ojos se quedan pegados en Alec.''Me fliparía dibujar este momento dios mío, pero mis expectativas son demasiado altas y sé que no quedaré a gusto con las expresiones T^T
''¿H-habrá cambiado algo más...? A... Algo que sea distinto, que haya... Um... ¿C-crecido...''A ver compruébalo jajajajajjaa
No bebé, pero no te compares :c
''E-es verdad que ha pasado un tiempo desde la última vez, pero... Nada debería haber cambiado, ¿no?''Ha cambiado todo, pequeño... Ha cambiado todo.
Jjajajajaja Draz paniqueando es lo mejor del mundo xd
Draz es el elfo más horny que existe y me encanta xddd Pégaselo a Ez porfa.
Es demasiado divertido, lo quiero mucho xD
''>>Un periodo de chill y de calma para reponernos de las emociones del desiert-Ah, no, nada de eso, vaya.
>>F en el chat :(
>>No, OH NO, todo mal, toooodo mal...
>>Se le acaba de ir la pinza del todo... Eso no puede ser bueno.
>>Algunas cosas salen a la luz y alguien está muy contento por ello.
>>Todo... todo va a ir bien, ¿verdad?
>>Si os gustaron los capítulos 8 y 11, el 25 os va a flipar :)''
QUÉ PASÓ EN LOS CAPS 8 Y 11 QUE YA NO ME ACUERDO???? ALEJA TUS GARRAS DE CREADOR TODO PODEROSO DE MIS BEBÉS O MUERDO OJOS.
...Porfi no les hagas daño irreparable :') Tengo miedo.
·
Última modificación realizada por Kadia (El 05-07-2022 à 06h17)
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#120 El 14-07-2022 à 04h59
Holii no he vuelto, no me miren, solo vengo a dejar un dibujo y huir otra vez a mi cueva de no salir de casa y la improductividad. Besos
Desconectado
#121 El 16-07-2022 à 19h03
Hooooola, hola, holaaaa :P
¿Qué tal todo el mundo? ¿Mucho calor? ¿Muchos helados? ¿Alguien con una piscina a la que quiera invitarme? Por favor...
Vengo con retraso como es habitual, pero vengo. Cómo no. Y lo primero que tengo que decir es:
ISIS
No puedes soltar algo así en el hilo y desaparecer con los cálidos vientos del verano ;_; Pero qué cosa más PRECIOSA Y QUÉ CHULA Y QUÉ ALUCINE AAAAAA Me encanta. Los colores y el contraste de brillos, el escenario, lo lindo que es el Hiiro chibi, las libélulas que son luciérnagas AAAAAA qué lindo todo, me estoy derritiendo y no es por el calor ;_; Humildemente y de rodillas, aunque no puedas verme, te pido que por favor me dejes usar es imagen como portada para el fic, que como ya he mencionado un par de veces, llevo mucho tiempo buscando la manera de tener una. Bueno, primero que le pongas una firma para que todo el mundo sepa quién la ha hecho y luego que me dejes usarla, si fuera posible ;_; Me haría mucha ilusión tener una portada hecha por ti <3
Te dejo que te lo pienses. Estoy dispuesto a negociar el precio en setas porque de leros estoy pelao. La oferta está sobre la mesa, igual que mi corazoncito está en tus manos (?)
Y ahora que he terminado de fangirlear (?)
Kadia
Lo siento si no te gusta el final, pero es el que es, puedes esperar con ganas la secuela de Mery (?) Acepto sobornos en naranjas de chocolate para cambiar finales y traer Ezarels seductores a la vida, quién sabe (Ezarel seduce a Naytili y ella se vuelve buena de repente por el poder del amor).
Pásame canciones para las playlist si quieres, eh, que no te dé vergüenza (? Algunas las cambiaré un poco en algún momento (?
Que noooo, que Naytili best girl, ya verás, después de leer el capítulo de hoy vas a cambiar de opinión sobre ella muy rápidamente :) Que Eweleïn tiene un gusto pésimo en mujeres no es secreto para nadie, si no fuera por Ezarel que juzga duramente sus decisiones vete a saber con qué fulanas se habría juntado. Okey vale quizá he dejado entrever un poco mis deseos de una dommy mommy, pero Naytili best girl.
La identidad de rallitas no es muy secreta, sabemos quién es fácilmente, ahora, ¿¿cuál es el nombre?? Ya te digo que si sí a los dos:En el Capítulo 20.6, El Titiritero escribió:
Siempre he pensado que con tres personas es todo más divertido…
El Titiritero y sus parejas caminaron para que el Erileiftaren pudiera correr. Efectivamente, el chico misterioso y la otra mujer son las dos estatuas de Memoria. Habrán pasado siglos, pero Tripleté aún les recuerda con amor :) No setas, lo siento xDDD
Ahá, Alessa en pantalla :) Tu corazón hecho polvo y yo pudiendo respirar al fin después de todas las veces que he señalado en el canon que Alessa es asexual mientras tú babeabas por él (?? Aún puedes babear, por supuesto, pero me temo que Alessa no recibe solicitudes de novia, ni va a haber nunca setas aléssicas. Recordatorio: El Valenry se hizo canon a petición popular, fuisteis vosotros los que en vez de pinchazo elegisteis puñalada :)
Todos adoramos a Draz hormonado (? Ohh, yo soy team Draz, si el agua no me arranca la piel a tiras yo no me meto en la ducha. Sí, en verano también. Draz se "compara" porque en un primer momento pensó que la vergüencita y las sensaciones raras que le causaba Alec era porque tenía un "mejor" cuerpo que el suyo; pero cuando logró encajar las piezas y dejar atrás su educación casta de elfo pijo aceptó completamente su cuerpo de twink y lo usó para intentar seducir a Alec de todas las maneras posibles (con mucho éxito). Draz es el personaje más horny de toda la historia, punto y final, tiene a Alec que no le deja caminar al pobre.
Hmmm, ve a buscar las últimas líneas de las últimas partes de los capítulos 8 y 11 y entenderás a lo que me refiero :)
Daño irreparable, dice.
Juas, juas.
Isis de nuevo
*Screams in apreciación al arte*
Gracias por los comentarios :) Y gracias a Isis por el fanart de nuevo, es muy lindo y que sepas que aunque te pases sólo a saludar ya se aprecia, porque ya te echaba de menos <3
---
Hale, con todo eso, vamos a ver qué nos depara este capítulo tan chulo que se viene, ¿no?
Capítulo 25.1
(Narra Niels)
El sol sale por el horizonte todas las mañanas,
mientras se despegan las pestañas cubiertas por legañas,
la luz del sol se filtra por la ventana en tono anaranjado,
el paisaje que esta ilumina me deja maravillado,
y no puedo evitar pensar que es un día maravilloso,
para que a Naytili se la coma un oso.
Noooo se me da muy bien esto, ¿eh? Ugh.
La marioneta termina de llenar el café de mi taza, y yo murmuro un agradecimiento para ella antes de inspirar hondo para llenarme la nariz y los pulmones del fuerte aroma del café. Negro como el alma de Naytili, sin azúcar ni sin leche. Gèri me ha llamado psicópata por bebérmelo así, pero más psicopatía me parece la suya para desayunar tarrinas enteras de helado sin importar la estación en la que estuviéramos.
Noir est mon café,
aussi l'âme de cette femme;
bleu sont tes yeux,
d’or sont tes cheveux,
rouge est mon cœur.
Eso está mejor...
-¡Buenos días, Niels!
Está a punto de esnifarme el café en vez de bebérmelo cuando la voz de El Titiritero me sobresalta de repente. Consigo no atragantarme (a medias), y me quedo tosiendo mientras él se pasea por la cocina antes de ir a sentarse en la silla frente a mí, con una sonrisa que se burla de mí en la cara.
-Lo siento si te he asustado...
-No pareces sentirlo mucho -Le reprocho. Su sonrisa no disminuye ni un milímetro.
-¿Has vuelto a pasar toda la noche en vela trabajando en tus invenciones? -Pregunta, cambiando de tema de forma muy sutil- Mientras que aprecio el duro esfuerzo que pones en tus ideas, me preocupa tu salud, Niels. Tienes que dormir más.
-Meh... -Mi sangre phy en realidad me mantiene con bastante energía, siempre que coma lo suficiente... Lo malo es eso, cuando estoy tan centrado en el trabajo que se me olvida comer. Hablando de comer, tengo hambre y sigo esperando a que la marioneta cocinera termine de prepararme el desayuno, porque la última vez que me comí todo el frutero luego el resto me echaron la bronca por no dejar nada para los demás- Tú pareces haber tenido una buena noche. Normalmente por las mañanas no están tan... animado.
-Astuta observación -No tan astuta porque por las mañanas no le diriges la palabra a nadie hasta que no estás desayunado, así que obviamente algo ha cambiado hoy...-. Algo bueno pasó anoche. Tenemos un nuevo... No aliado, quizá cómplice. O quizá sí aliado, si resulta ser tan estúpido como yo creo y me quita de en medio a quién necesito que me quite.
-¿Oh...?
Me guardo mis opiniones mientras doy otro sorbo a mi taza de café, esta vez usando el esófago en lugar de la tráquea. Mientras que por un lado es beneficioso para mí que las cosas le vayan bien a El Titiritero y que se acerque a su meta...
... la parte realista de mi conciencia sabe que este hombre no debe conseguir hacer realidad sus ambiciones.
Es peligroso. Para todo el mundo. Sea lo que sea que quiere hacer, porque no nos lo ha dicho y no nos lo va a decir, no puede ser bueno.
Así que, por mucho que deteste a la Guardia, y por muchas ganas que tenga de volar su edificio por los aires... Espero que encuentren una forma de frustrar sus planes. Y que, para cuando eso ocurra, yo esté muy lejos de aquí. Con Gèri, preferiblemente. O sin él, si es así como puedo escaparme de la Guardia, y luego ya iré a buscarle o a secuestrarle o a ponerle un helado debajo de una caja sujeta con un palito para poder atraparle y llevármele.
Dejo la taza de nuevo sobre la mesa y sonrío.
-¿Vamos a tener un nuevo compi, entonces?
-Ah, no; oh, no... -Niega con la cabeza- Este va a quedarse donde está, porque está en el lugar perfecto para serme útil -Vale... Menos gente con la que pelearse por el baño. Todo el mundo tada mazo en ducharse por aquí y tengo que estar calentando el agua cada dos por tres porque “eL aGua FRía Es MaLA paRa Mi PeLO”-. De hecho, prepárate porque eres tú el que se va, junto a Chloé y Marie Anne. Vais a ir a hacerme un favor, si os parece bien...
... Y, si no, también.
-¿A dónde vamos?
-Al desierto -Oh. Guau. Arena. Vale-. No me pongas esa cara, esta misión te va a encantar, Niels... Necesito que me vueles un edificio entero por los aires.
...
¿Volar por los aires?
¿Un edificio?
BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM.
¡Imagínate el tamaño de la explosión! Sí, ooooooh, sí, quiero hacerlo explotar, reducirlo a escombros. ¿Qué tan grande es? ¿Es grande? Cuanto más grande sea el edificio, más va a explotar. El nivel de destrucción que tiene que ser eso... Ohhhhh, aaaahhh, ohhhh; ya me lo estoy imaginando, BA-BOOOOOOOOOOOM quiero volar cosas, quiero, quiero, quiero...
No me importa lo que sea, pienso reducirlo a POLVO.---
(Narra Leiftan)
-Y... -Miiko termina de garabatear su firma, y después con un fuerte golpetazo estampa el sello de la Guardia Brillante junto a ella- Listo. Con esto, Elsur y la Guardia de Eel... Son oficialmente aliados.
Levanta la mirada en dirección a Harim, que observa atentamente el recién firmado documento. Cuando Miiko le ofrece el documento, Harim lo recoge y sus ojos resplandecen por un instante... Una prueba de doble lectura. Me sorprende un poco que él tenga ese hechizo, porque no es fácil de conseguir... Nuestra única doble lectora es Ykhar y ella consiguió sus ojos antes incluso de venir a la Guardia (lo cual es una proeza de por sí).
-Parece correcto -Da por válido el documento, asintiendo levemente. Lo enrolla y lo ata con cuerda, quedándose la copia que volverá a Elsur con él-. En nombre de mi Sulta y de todo el pueblo de Elsur: es un verdadero honor para nosotros poder vernos aliados a la noble y virtuosa Guardia de Eel. Que esta amistad persevere hasta el día en que el desierto pierda su arena.
-De igual manera por nuestra parte nos sentimos honrados por poder retomar las relaciones cordiales -Miiko responde con su sonrisa de diplomática-. Esperamos que de aquí a futuro esta amistad no haga más que estrecharse.
Las palabras son pronunciadas en tono cordial, pero en el fondo sé que Miiko tiene un poco de miedo con todo esto... Y no la culpo. Estamos tratando con Elsur y la Ciudad de Oro. Si tuviéramos problemas con ellos... Iba a ser muy difícil poder oponernos.
Se suponía que esto íbamos a hacerlo ayer, pero cuando al final conseguimos todos reunirnos, nos dimos cuenta de que ninguno de nosotros tenía ni ganas ni energía para ponerse a reunirse. Al final, entre Ezarel y Nevra le hicieron un resumen teatralizado de lo que había pasado en la Ciudad de Oro, y cuando se aburrió de su pantomima Miiko nos mandó a todos a hacer puñetas y dijo que ya nos reuniríamos mañana.
Y hoy es mañana, vaya. Bueno. Mañana es mañana. Ayer hoy era mañana... Y mañana mañana será hoy... Em... Que me desvío. El caso. Que aquí estamos, al fin firmando el documento. Con esto... no debería haber ningún problema entre nuestros territorios en un futuro.
-¿Qué haréis ahora tú y tu equipo, Harim? -Se me ocurre preguntar- ¿Volveréis a Elsur de inmediato? -Aún no nos ha dicho si piensa quedarse a hacer turismo o no...
-Quizá nuestra estancia se alargue -Admite-. Un par de semanas, tal vez. Quiero aprovechar este viaje todo lo que nos sea posible...
-¿Alguna vez antes habías salido de Elsur? -Cuestiona Nevra. Harim niega con la cabeza- Guau... Tienes muchas cosas por ver, entonces.
-Estoy aquí por negocios, no por placer -Le recuerda-. Me gustaría saber algo más sobre la organización de la Guardia, para hacerme una idea de cómo funcionan las cosas por aquí... -Echa una mirada en derredor, pero no parece encontrar lo que busca- Mi idea era pedir al comesueños que me lo explicase con detenimiento, pero veo que no está aquí.
-No, Simonn tiene... El día libre -A Miiko parece costarle decir la palabra. La miro muy extrañado al oírle decir eso, porque no sabía yo que los días libres existían en esta Guardia... Pero bueno, vale, si alguien se lo merece, es Simonn.
-Quizá yo pueda ayudarte -Me ofrezco-. Aunque no sea un comesueños, sé bastantes cosas de la Guardia...
-No, hoy aprovecharé la mañana para hacer otras tareas... -Ah, pues... Vale. Te quedas sin mis explicaciones, vaya- Aunque lo agradezco. Quizá más adelante en el día vuelva a buscarte...
-A decir verdad -Miiko interrumpe-, teníamos pensado tener nuestra propia reunión para hablar de lo sucedido en nuestra biblioteca... Reunión de la Guardia.
-No para extranjeros -Asiente escuetamente-. De acuerdo. Me retiraré, entonces.
-Si hay cualquier cosa que necesites... -Dejo la oferta en el aire. La Guardia Dorada no fue especialmente amable con nosotros hasta que Khash no nos dio el visto bueno, y todo lo de tenernos encerrados en el Palacio del Oro es... cuestionable, pero aún así es mejor que nosotros ofrezcamos toda nuestra hospitalidad.
-Lo tendré en cuenta. Muchas gracias...
Es con esas palabras dichas con las que se va, dejando que el resto nos quedemos a solas en la sala del Cristal.
Todos los involucrados en el viaje a Elsur... Salvo Simonn, que tiene su día libre, y... Alessa. Habiendo sido el primero en llegar a la reunión, me ha dado tiempo a verle reunido con Miiko en privado antes de que llegase todo el mundo. En cuanto me han visto, han dejado la conversación y Alessa se ha excusado muy rápidamente... Y Miiko no ha querido contarme de qué era de lo que estaban hablando... Para nada sospechoso.
Nos quedamos aquí reunidos, entonces, y Miiko nos da unos instantes antes de empezar a hablar.
-Elsur -Dice simplemente-. Y sin teatrillos esta vez, Ezarel.
-Y yo aquí intentando hacer tu vida más divertida... -Ezarel protesta con la cabeza gacha, pero quizá es mejor para todos si se guarda sus ambiciones de actor frustrado para otra ocasión.
-Llegamos aaaaa, la ciudad esta -Es Erika la que empieza a hablar-, y Leiftan se compró un montón de trastos inútiles y yo creo que le timaron...
-¡N-no son...! -Empiezo una defensa, pero Valkyon me coloca una mano en el hombro y niega con la cabeza... ¿¡Qué significa eso!?
-Y empezamos a caminar por el desierto, y vimos una tortuga gigaaaaante, y luego vimos a un kar-kajo-coj-, un cojociempiés de esos tó chungos, y entre Valkyon y Leiftan se lo cepillaron.
-¿Un kjätzchitjlohj? -Miiko pone cara de sorpresa, mirando primero a Valkyon y luego a mí- Y vosotros dos...
Valkyon asiente, yo imito el gesto. Los tres estamos pensando en lo mismo... No es una venganza, pero es... Algo.
... Aunque no debería haber necesidad de venganza si en vez de dejarle solo, hubiera peleado a su lado.
-Y entonces nos encontramos con las shaendels -Erika continúa la narración, ajena al intercambio mudo entre nosotros-, que eran súper guays. Una le regaló un brazalete de la amistad a Valkyon, mira -El mencionado levanta un brazo, enseñando el brazalete. Me conmueve que Valky haga amigos, porque nunca ha sido su punto fuerte... Q-quiero decir, Valkyon, on-. Yyyy estuvimos bailando por la noche y el tonto de Alessa no me dejó hacerme un piercing así que pienso hacérmelo en cuanto terminemos con la reunión yyyyy al día siguiente nos fuimos de allí y seguimos el viaje y como a los, ¿dos? días, llegamos a la biblioteca al fin.
-El “Archivo del Sol” -Hiiro recuerda el nombre que nos dio Khash... El que debe ser su nombre original.
-Aquí es cuando las cosas empiezan a ponerse intensas -Nevra toma el relevo en la narración-. Al llegar nos encontramos a un tipo que se llamaba “Li”... Leiftan era el único que le conocía.
-¿Li? -Ella hace una mueca extrañada. Por supuesto, no llegó a conocerle antes de su supuesta muerte...
-Era la mano derecha de Kaze cuando yo llegué a la Guardia -Explico-. Le pasó... Algo, y todo el mundo asumió que había muerto, pero no era así. Aparentemente, lleva todo este tiempo en la biblioteca... Por alguna razón. No llegué a conocerle del todo, pero le recuerdo que era un hombre amable y con ganas de ayudar...
-Todo lo contrario al imbécil con el que nos encontramos nosotros -Ezarel me corta. Li ha conseguido entrar en su lista negra, lo cual no me extraña porque es cierto que no se portó nada bien con nosotros-. Lo primero que nos dijo fue que sólo los miembros de la Guardia Brillante podían pasar, y Erika que era una excepción.
-Y a Leiftan le dijo que no entrase -Añade ella-. Porque...
... Lucien.
-Cuando entramos a la biblioteca, dentro había... Otro Leiftan. Un Leiftan hecho de luz, que decía que se llamaba Lucien -Veo que Miiko me mira de reojo, pero después devuelve su atención a Erika-. Y, este Lucien dijo... ¡Dijo que había conocido a mi tatarabuela! Stella, se llamaba, y ella había sido Líder de la Guardia.
-¿Qué...? -Eso sorprende a Miiko- ¿De la Guardia de Eel?
-¡Sip! ¡Lo cual significa que tu puesto es m-
-Eso no funciona así, Erika... -Miiko corta sus fantasías rápidamente- Si no me equivoco, por lo que dijo la carta, este tal Lucien te había dicho que eras...
-¡Una estrella!
La sonrisa de Erika es radiante cuando lo dice. Nuestra conversación con Adalric ha hecho que le tenga un nuevo punto de vista al descubrimiento de su raza. Aún parece que no está contenta del todo, pero... Al menos, ahora le entusiasma aprender más sobre sus raíces.
-Es un poco confuso -Confiesa-. No tengo ni idea de que significa, y creo que nadie la tiene en realidad, perooo... Eso, que soy una estrella -Hay una pausa de silencio- ¡Yay!
-Bueno... -Miiko no parece saber qué decir- Me alegro por ti, Erika. “Estrella” no estaba dentro de la lista de cosas que me esperaba. Sabes que nos tienes a tu completa disposición para, ah... Intentar averiguar qué significa eso -Erika asiente de forma animada-. Lucien os habló de más cosas, ¿verdad?
-La verdad es que no le dio tiempo a mucho más -Interviene Ezarel, y eso a mí me tranquiliza un poco-. El Titiritero atacó la biblioteca cuando estábamos hablando con él. Todo fue un poco caótico... El Titiritero entró en la biblioteca y Lucien trató de matarle, pero... El tal Li se puso en medio. Llevaba todo el rato dando la lata con que “La violencia no está permitida delante de la biblioteca”, y como Lucien estaba usando la violencia... Se le cargó.
-¿A-así sin más? ¿A Lucien? -Ezarel asiente- Y no a El Titiritero.
-No. De hecho, se cargó a Lucien para proteger a El Titiritero. Muy útil el amigo, vamos.
-Sólo tú y Leiftan estuvisteis presentes entonces, ¿no? -Mi estómago se revuelve cuando Miiko dice eso y se gira hacia mí- Lucien... ¿ni idea de quién es?
-No... -La palabra sabe... Con un poco más de miedo del que me gustaría-. No sé... Quién es, o por qué se supone que se parece a mí. Créeme, yo soy el más confundido al respecto...
-¿Ninguna pista? -No parece muy convencida de lo que digo, lo cual me pone nervioso. Miiko normalmente se traga todas mis excusas sin cuestionarlas...
Simplemente niego con la cabeza, pero me cuesta sostenerle la mirada. La suya aún sigue puesta sobre mí, añadiéndole peso a la culpabilidad que ya siento.
Lleva un tiempo habiendo una... Tensión extraña entre nosotros. He intentado no hacerle mucho caso esperando a que se disipase, porque pensé que sería por el tema de Erika, pero desde que hemos vuelto de Elsur se ha vuelto un problema mucho más obvio. Sé que al menos Ezarel y Nevra, más perspicaces, han tenido que darse cuenta de que hay un aire extraño entre nosotros, y quizá Hiiro lo haya hecho también pero a él parece importarle menos... Como sea, no es una sensación agradable. No me gusta estar así con Miiko. Me hace sentirme mal.
-Hm -Su garganta hace ese sonido, mientras que ella frunce los labios-. Vale. ¿Entonces este Lucien no dijo nada más? -Finalmente desvía su atención de mí para ponerla en el resto, pero aún siento el peso de su mirada en mi alma.
-No, explotó -Ezarel habla con tono indiferente, pero juraría que él está algo tenso también-. Nos quedamos sin saber nada de El Titiritero, de por qué se parece a Leiftan o de Stella, que aparentemente fue la que selló a El Titiritero, por cierto.
-¡Es verdad, dijo algo así! -Erika se acuerda de repente- Y dijo que yo podría hacerlo también...
-Eso es... Interesante -Por fin, Miiko parece interesada por algo más que no sea Lucien- ¿Qué más? Apareció la Guardia Dorada, os disteis de leches con ellos y la titiripanda, y...
-Sólo estaban El Titiritero y Naytili -Señala Nevra-. De la cual tenemos que hablar también.
-Alessa se cargó a uno de sus perros -Apunta Hiiro.
-Por un lado, pobre bicho; por otro... Una amenaza menos -Miiko suspira. No es un secreto que le gustan mucho los familiares y que lo pasa mal cuando ellos sufren... Una vez un lapy se estampó contra una de las ventanas de la Guardia y ella se echó una buena llorera. Ezarel estuvo a punto de convencerla de dejar todas las ventanas del CG abiertas, y nos costó mucho evitar que lo hiciera EN PLENO INVIERNO-. Imagino que a nadie se le ocurrió recoger el cuerpo para tratar de averiguar qué son esos bichos, ¿no?
-No nos dio ni tiempo -Ezarel bufa-. Y aunque nos lo hubiera dado, Alessa dejó al perro hecho puré, así que no sé si hubiéramos podido "recogerlo".
-Oh -Miiko parece un poco echada hacia atrás por eso. Yo no llegué a verlo porque tenía otras cosas en mente, pero por lo que he oído de todo el mundo... De verdad destrozó al pobre perro.
-Ahora, si alguien me dejase examinar a su familiar...
-No vas a diseccionar a mi perro -Nevra sisea sus palabras.
-Nadie ha hablado de diseccionar-
-Ezarel, te recuerdo que la última vez que intentaste "examinar" a Shaïtan, tuviste que pasar tres meses sin sueldo para pagar los daños. Y sin miel -Lo cual fue contraproducente, porque estuvo muy insoportable esos tres meses-. No creo que quieras repetir.
-Así que la Guardia Dorada nos llevó a la Ciudad de Oro -Valkyon retoma la conversación-, donde conocimos alle Gran Sulta de Elsur.
-Que nos echó una peta tremenda por entrar en Elsur sin avisar -Erika continúa-. Y luego nos invitó a banquetes. Muchos banquetes.
-Y nos habló de Naytili -Miiko pone cara de interés cuando Nevra habla-. Nos contó la historia de su vida. Que su madre era una prostituta, cosa que ya sabíamos; que mató al hijo de alguien importante y Khash la metió en su harem para salvarla de la muerte, y que como “agradecimiento” Naytili masacró al resto del harem y se dio a la fuga. Vino a resguardarse a Eel y Kaze decidió que íbamos a quedárnosla.
-Y -Valkyon también se mete-, que Naytili tiene parte daemon.
Decir esa palabra causa que el ambiente de la habitación se vuelva más pesado. Mis nervios aumentan y con la mirada estudio a Miiko para ver su reacción... Evidentemente, no le ha gustado oír eso. Por qué iba a hacerlo. Estamos hablando de daemons. A nadie le gustan.
-Eso no lo tenemos claro del todo -Una vez más, es Ezarel el que interviene para solventar mis penas-. Dijo que eran rumores. No tenemos certeza. ¿De dónde iba a salir un daemon?
-¿De dónde iba a salir un dragón? -Nevra señala a Valkyon con gesto obvio.
-Eso es otro misterio de por sí -Erika mira a Valkyon torciendo la cabeza, como si así fuera encontrar respuestas-. El único que pudiera saber algo es Fáfnir, pero se negó a hablar de ellos...
-Y Lance, posiblemente, supiera algo también. Quizá haya más gente que sepa algo.
Y aunque la mirada que Valkyon me dirige de reojo es un gesto sutil, a mí se me clava en el pecho como un cuchillo.
Silencio. Silencio pensado, tenso, cargado.
No me gusta.
-Sobre... Naytili.
La voz tímida de Hiiro se abre paso entre silencio. La atención se vuelca en él.
-No sé si vamos a poder averiguar algo sobre sus orígenes -Habla con aire pensativo, mirando al suelo y frotándose la barbilla-, pero quizá podamos investigar un poco más sobre ella. Ayleen y... ah, el tío de Simonn. Ellos dos estaban en la Guardia cuando Naytili se unió, ¿no? Quizá puedan darnos algo más.
-Esa... No es una mala idea -Miiko parece tomarse bien la sugerencia-. ¡Simonn! ¿Puedes buscar a...? Ah, maldita sea, el día libre.
-¿Quieres que vaya a buscarles? -Me ofrezco, con ganas de salir de esta habitación, porque me está empezando a causar claustrofobia.
-Sí... -Miiko se lo piensa.
-Ve tú a por Tenebritas, yo iré a por Ayleen -Ezarel se ofrece también, y antes de que Miiko pueda decirle que no, ya está yendo a por la puerta-. Vamos.
No tiene que decírmelo dos veces, me voy en dirección a la puerta en seguida. Salimos al pasillo, y suelo aire de inmediato. Intercambio una mirada con él, leo una pregunta muda en sus ojos. Niego con la cabeza; no, no estoy bien. Un apretón en mi mano, similar a los que compartimos en nuestro paseo por el Palacio del Oro. Después, él se va en una dirección y yo en otra, a buscar a Tenebritas.
Me le encuentro... En la sala de las puertas. Sentado en el suelo con las piernas extendidas y leyendo lo que parece ser una revista... U-uh, ¿q-qué tipo de revistas...?
-Estoy sentado en el suelo como símbolo de protesta porque a Miiko se le ocurrió contratar a un conserje sin tener un puesto de conserjería -Eso es lo que dice según me acerco-. El día en el que tenga un sitio para sentarme, me sentaré allí.
-Oh, eh, lo... Lo tendré en cuenta para comentárselo en algún momento... -Es verdad que no tenemos ningún lugar habilitado para él... Pero también es verdad que fue él el que se presentó de repente en la Guardia porque le apetecía cambiar de trabajo- Ummm... E-estábamos intentando buscaros a ti y a Ayleen, para ver si podíais... Hablarnos de algo que pasó hace tiempo en la Guardia.
-¿Ahá? -No parece prestarme mucha atención, según pasa las hojas de su revista.
-Es... Sobre Naytili.
Eso ya parece interesarle más. Despega la mirada del contenido de la revista para ponerla sobre mí, quizá intentando adivinar qué pudiera ser lo que queremos hablar con él. De cualquier manera, es obvio que tengo su interés. Se pone en pie, enrollando la revista y guardándosela en un bolsillo de su pantalón sin ningún cuidado, y no dice nada, pero me sigue cuando yo echo a andar hacia la sala del Gran Cristal.
Pues... Vale. Esperaba que fuera a ser más difícil... No me quejo.
Más difícil tiene que serle a Ezarel convencer a Ayleen de que le acompañe, y ella ha debido gastarle alguna travesura porque cuando aparecen por la sala del Cristal Ezarel tiene cara de irritación y Ayleen se viene riendo.
-¡Pero bueno, si está todo el mundo aquí! -Saluda ella- Hasta Andy está aquí, ¡toma ya!
-Oh, no... -Andrée se lleva una mano a la frente- Que sea rápido, por favor. ¿Qué pasa?
-Como sabéis, acabamos terminar una misión en Elsur...
-Ah, sí, la biblioteca, ¿qué tal fue? -Ayleen interrumpe a Miiko- Andy, ¿te puedes creer que Kaze no les había hablado de la biblioteca del desierto? Pobrecitos. Tú la conocías, ¿no?
-Méele me habló de ella una vez, pero nunca he ido... Por razones obvias -Tiene que ser un poco faenoso eso de deshacerse con la luz del sol.
-Ejem -Miiko carraspea para retomar la palabra-. Bueno, que acabamos de volver de ahí. Acaban, vaya. Lo que sea. En mitad de todo el follón, tuvieron un encontronazo con la Guardia Dorada de Elsur, con quién no sé si sabéis que acabamos de formar una alianza; y cuando se les llevaron a la Ciudad de Oro, elle Gran Sulta de Elsur les habló de... Naytili. Y lo que pasó hace años, cuando llegó a la Guardia de Eel. ¿Vosotros sabéis algo de eso?
Andrée parece tensarse ante la mención de Naytili. Ayleen no reacciona de forma tan significativa, pero también parece cambiar un poco su actitud viendo cuál es el tema del día.
-Llegó pidiendo asilo, diciendo que la Guardia Dorada estaba tras ella -Informa Andrée-. Que querían ajusticiarla, decían. Le vendió a Kaze su historia.
-Había sido forzada por elle Sulta a vivir en su harem desde que era una niña -Ayleen continúa-. Cuando se había acercado la fecha de la boda, no había podido soportarlo más y se había ido a la fuga, porque no quería casarse. Una historia conmovedora...
-¿Pero lo suficiente como para enemistarse con la Ciudad de Oro? -Cuestiona Ezarel.
-Le comió la oreja a Kaze -Andrée sigue hablando esta vez, empezando a pasearlentamente a lo largo de la sala-. Dijo que podía servirle a la Guardia, si la protegíamos. Se uniría a nosotros. Afirmó que poseía un poder único que podríamos usar a nuestro favor, y Kaze... La escuchó.
-¿De qué tipo de poder estamos hablando...? -Hablo con cautela, sintiendo un escalofrío en mi nuca. La habilidad “única” que conocemos de Naytili es su capacidad para corromper cristales...
-Eso es algo que sólo Kaze sabía -Ayleen interviene ahora-. Nos dijo a Méele y a mí, los que éramos Líderes de Guardia entonces, que abandonásemos la sala y les dejásemos a solas. Méele intentó poner la oreja, como buen Sombra, pero Kaze se aseguró de poner una barrera mágica para que nadie pudiera escucharles. Cuál es el secreto de Naytili... Nadie lo sabe. Pero fue suficiente para convencer a Kaze de que valía la pena enfrentarse a la Ciudad de Oro para poder mantenerla.
-A la Ciudad de Oro y a quién fuera -Andrée gruñe sus palabras-. Dejó entrar a esa bruja sin importarle el tipo de persona que fuera. La metió en la Sombra y le dio un puesto importante, y le dio manga ancha para hacer prácticamente lo que quisiera. Naytili no tenía límites, las únicas personas ante las que respondía era ante Kaze y Méele, pero a Méele nunca le hizo caso.
-Méele era el anterior líder de la Sombra, ¿verdad? -Pregunta Miiko- Antes de Naytili -Andrée asiente.
-Era un poco siniestro, a su manera, pero tenía... un corazón de oro -Frunce el ceño, y su mirada se centra en el suelo a la vez que él se pierde en el pasado-. Nunca dejaba a nadie atrás. Se preocupaba por los suyos. La Sombra era su familia. Él y yo éramos familia... Hermanos. Biológicos. Él era el mayor.
-Y Naytili le... -Valkyon deja la frase colgando. La situación es... Similar a la suya con Lance. O a la mía propia, la verdad. A Lance le consideraba como un hermano, incluso si nuestras sangres eran tan distintas.
-Nunca se probó -Ayleen interrumpe-. Nunca, oficialmente. Pero todos lo sabíamos. Todo el mundo. El único que no quería corroborar esa oficialidad... Era Kaze.
-¿¡Por qué!? -Erika casi grita sus palabras- ¡Era el Líder de la Sombra! Si todo el mundo sabía que Naytili lo había hecho... ¡Tendrían que haberla castigado!
-¿No has oído lo que he dicho? -Andrée habla con tono amargo- Naytili respondía sólo ante Méele y Kaze. Méele ya no estaba, Kaze no iba a tomar represalias. No sé si es que le convenía ver a Méele muerto, o si es que le daba igual, o... -Suelta aire en un suspiro frustrado- Sea como sea. Sin Méele, la Sombra necesitaba un nuevo Líder.
-Y estaba claro... -Las palabras de Ayleen tienen un tono de gravedad que es inusual en ella- Que ibais a ser o ella o tú. Y... Kaze la eligió a ella.
-Y yo traté de pelear por el puesto.
-Pero nunca lo hiciste -Ayleen le dirige a Andrée una mirada apenada, mientras el otro sigue mirando al suelo-. Desapareciste una noche. Nadie supo que había sido de ti. ¿Habías huido? ¿Naytili te había matado? ¿O habías decidido...? -Lo deja en el aire por un momento. En el rostro de ambos aparece un profundo dolor por un instante- La confronté al día siguiente. Exigí saber qué había pasado, qué te había hecho. Me agarró del cuello, me levantó en el aire y me dijo que no era asunto mío. Que dejase de hacer preguntas, si no quería ser la siguiente. Me asusté. Me asusté, y me rendí. Me rendí con ella, me rendí con esta Guardia, me rendí con... Todo. Aquella noche lloré por Méele, por ti, Andrée, y por lo que nuestra querida Guardia de Eel acababa de convertirse.
Hay un instante de silencio pesado después de las palabras de Ayleen. El pasado de la Guardia... Es oscuro. Por mi parte, conozco de primera mano la oscuridad de Obsidiana, por aquellos secuestradores que trataron de usarme para atraer a Roy; pero la Sombra posiblemente fuera la más terrible de todas, en aquellos tiempos ya oscuros.
-Naytili mandó a su perro a atacarme -Andrée vuelve a hablar-. En mitad de la noche. Entró en mi habitación a la fuerza y se abalanzó sobre mí sin darme tiempo a reaccionar. Tuve que escapar por la ventana... Y comenzó a perseguirme. Salté el muro de la Guardia y él siguió detrás de mí. Sabía que tenía la orden de matarme. Tenía que matarle yo a él primero, antes de que pudiera conmigo, pero entonces... Apareció un segundo perro. Uno que no había visto nunca antes. Su pelaje oscuro parecía estar hecho de sombras, como las mías, pero era más... Siniestro. Se parecía a un Perro Negro, pero no era tan grande, y era... Más fiero.
-Shaïtan -Nevra dice el nombre no sin sorpresa, y eso parece sorprender también a Andrée-. Es... Mi familiar. Bueno, antes era de Naytili... No era su familiar exactamente. Le tenía... esclavizado, subyugado. Le estaba haciendo sufrir. En cuanto le liberé de Naytili se puso en su contra y luego decidió quedase conmigo. Es bueno ahora... Aunque suelta un montón de pelo.
-Hm -Andrée parece juzgarle un poco-. Bueno. “Shaïtan” y su otro amigo, el dichoso fenrisulfr, me estuvieron persiguiendo sin descanso toda la noche. Al final, consiguieron dar conmigo. Me destrozaron, me hicieron trizas, yo apenas pude contra ellos. Me dejaron... Prácticamente a las puertas de la muerte. La única forma que tuve de escapar de ellos fue... Dejándome caer en el bosque. Una caída de... No sé cuántos metros. Me partí las costillas contra una roca, es un milagro que no me partiera el cuello en la caída. Caí en un río. Se me llevó la corriente. Los perros me dieron por muerto, supongo.
-Todos lo hicimos -Admite Ayleen-. Ni siquiera se me ocurrió preguntarle a los árboles por ti. Simplemente sabía que... No ibas a volver -Andrée frunce los labios. Posiblemente no estaba en sus planes volver a Eel, tampoco-. ¿Cómo sobreviviste siquiera?
-Se me llevó el río... -Retoma desde donde lo dejó, con un suspiro- Y yo simplemente me dejé arrastrar... Sin moverme. No tenía esperanzas de vivir. No... Quería, vivir. Quería que todo se terminara. Finalmente.
>>Julia me encontró en el río. Y se acabó. Así es como conseguí sobrevivir. Desde allí, hasta hoy. Julia.
Julia, su mujer. La lorialet.
No tiene que decir mucho más, porque se intuye en el tono de su voz. Que le salvó de verdad. No sólo del ataque de los perros, sino de... Todo. Y que ella ha sido su motivo para vivir. Y ahora tengo ganas de llorar, ay, Oráculo, yo sólo quiero que sean felices y que tengan un hijo muy sano y que envejezcan juntos...
-Lo siento por que la Guardia permitiera eso -Miiko habla en tono severo-. Es... horrible, lo mires por donde lo mires. Lo que te pasó a ti, y lo que le pasó a Méele. Lo siento.
-Tú no eres responsable por ello -Andrée aprieta los puños, y cuando hace el gesto por entre sus nudillos parecen escaparse algunas sombras-. Kaze y Naytili lo son. Kaze ya no va a poder responsabilizarse pero Naytili... -Su ceño se frunce. Las sombras de la habitación parecen de repente un poco más oscuras, el ambiente más... tétrico- Naytili va a pagar.
Su voz tiene un eco, una reverberación siniestra e inquietante. Tengo un escalofrío al oír eso, se me eriza el vello, y mi cuerpo se tensa cuando mi cerebro establece una similitud entre esta voz y... la de las erinias. Los espíritus vengativos que me arrebataron a Roy...
-¿Puedo hacerte una pregunta? -Nevra interviene, rompiendo el silencio. Parece que a él no le ha afectado el tono siniestro de la voz de Andrée, aunque a casi todos los demás sí lo haya hecho- Méele. Leí sobre él en los archivos de la Guardia Sombra. Has dicho que era tu hermano, ¿no?
-Sí.
-Nevra -Ayleen se adelanta a cortarle antes de que Nevra pueda hablar-. La pregunta que vas a hacer, quizá... No la hagas.
-¿... por qué? -Él la mira con algo de confusión.
-Porque hay cosas, Nevra... -Calcula sus palabras- Que es mejor si se quedan sin saber. ¿De acuerdo?
-Haz tu pregunta -Andrée insiste. Tomando postura firme, se cruza de brazos y mira a Nevra directamente a la cara-. Adelante.
A estas alturas, incluso yo me siento inquieto con cuál puede ser la pregunta de Nevra. Parece haber un momento de vacilación, porque las palabras de Ayleen han influido en Neva, pero Andrée se mantiene completamente firme y seguro. Ante ello, parece que Ayleen no tiene nada que decir y retrocede un paso.
-Méele... Méele era un drow, ¿no es así? -Andrée asiente lentamente- Y tú...
Los drow tienen la piel violeta, y el pelo blanco. En el caso de Andrée, blanca es su piel, de una palidez enfermiza (salvando sus profundas ojeras), y su pelo del color más negro, casi como si estuviera hecho de sombras.
-Y yo -Andrée toma la palabra-. También lo fui. De nacimiento. Pero me convertí en otra cosa distinta, gracias a... ella.
-¿Naytili? -Miiko pronuncia el nombre con duda y parece que algo de miedo- ¿Qué te... hizo?
-Naytili no consiguió matarme en la noche en la que me hizo desaparecer de la Guardia. No era la primera vez que lo intentaba. Ya lo había hecho antes... Porque le molestaba mi presencia, porque quería herir a Méele... O por diversión, quizá. Y hubo una vez. Hubo una vez que lo consiguió. Pero fui yo... Quién lo hizo.
Cuando dice eso, de repente empieza a retirar de sus brazos la multitud de accesorios que los adornaban: los anchos brazaletes de cuero y las pulseras y cadenas de metal, que retira poco a poco, una a una...
Andrée gira sus brazos hacia nosotros para mostrarnos sus muñecas, y se escuchan exclamaciones de sorpresa de varios tipos en la habitación. A mí se me escapa también una, un sonido de sorpresa y horror, al ver las cicatrices de las muñecas, largas y anchas, sin duda profundas, repetidas y meticulosamente hechas con un fin muy específico...
-Ella... Me llevó a hacer esto -La voz de Andrée suena sombría de nuevo, pero no en ese tono que inspira miedo, como antes, sino con una oscuridad devastadoramente triste, que también se refleja en sus ojos, fijos en las cicatrices de sus muñecas-. Día tras día. Cada vez a peor. Sin dejar que nadie me ayudase. Haciéndome creer sus palabras. Con amenazas. Riéndose de mí. Con violencia, a veces. Metiendo ideas en mi cabeza, lentamente. Hasta que lo hice. Lo hice, porque ella me llevó a hacerlo. Lo hice, porque pensé que tenía razón. Que esto era lo que tenía que hacer. Por mi bien. Por el de Méele. Por el de todo el mundo. Porque, si no, lo haría ella tarde o temprano. Así que lo hice.
>>Naytili me empujó a quitarme la vida.
Las palabras se disipan en el aire de la habitación como una niebla fría que nos deja a todos congelados. Mi garganta se cierra y la fuerzo a abrirse al tragar saliva, pero poco más puede hacer mi cuerpo, además de agarrotarse por el horror de lo que escucho, y, completamente contrario a lo que quiero hacer y lo que debería hacer, mantengo los ojos fijos en el punto de sus muñecas por el que, en algún momento, se escapó su vida.
-Pero volví -El tono de Andrée cambia de nuevo al decir eso. Comienza a ponerse sus accesorios de nuevo, ahora con prisa, rápidamente cubriendo sus heridas-. No por un milagro médico, no porque nadie le rezara al Oráculo, yo me fui: pasé al otro lado, lo sé, porque lo recuerdo, porque le he visto la cara a la muerte y he oído su voz.
>>Volví porque alguien. Algo. No lo sé... Eligió maldecirme. Hizo que mi alma volviera a este cuerpo, pero dejó en ella la marca de la muerte. No reviví; renací. Como algo distinto. Lo que soy ahora: una sombra de lo que fui en el pasado. Por eso me muevo entre ellas y por eso ellas me acompañan y me apoyan, no soy más que una de ellas, ocupando el cascarón de lo que fue mi cuerpo. Condenado a ser incapaz de caminar bajo el sol jamás, acechado con pesadillas terribles todas las noches, capaz de maldecir a otros con el mismo horror con el que yo vivo constantemente sólo con un roce.
>>No soy el primer caso que se da. Tampoco creo que sea el último. Somos los que se quedaron al filo de la muerte, “edgelords” nos llaman. Mi cuerpo cambió de apariencia al que veis ahora. Mi vida también cambió, por supuesto. Drásticamente. Y mi odio hacia esa mujer sólo creció hasta unos niveles que nunca había sido capaz de sentir. Mi nuevo “yo” siente de forma mucho más intensa las emociones negativas. El odio que siento por ella es corrosivo, me abrasa, sólo de pensar en esa mujer mi cuerpo se siente como si me estuviera disolviendo en ácido.
>>Méele. Méele no pudo perdonárselo. Lo que Naytili me había llevado a hacer, y las consecuencias que eso había tenido. Por eso se enfrentó a ella. Por eso... Por eso, ella le mató.
Esto es terrible. Es horrible. Lo que le ha pasado a este hombre. Lo que le pasó a Méele. Naytili.
Todo lo que toca lo corrompe, lo destruye. En mi interior, abriéndose paso entre la tristeza y el horror, aparece la ira. No tengo ganas más que de ir a buscar a Naytili y hacerla pagar por todas y cada una de las atrocidades que ha cometido. De la forma más dolorosa que le sea posible. No quiero matarla. Quiero hacerla sufrir. De la forma más horrible que pueda, durante la mayor cantidad de tiempo que pueda.
-Los crímenes que esa mujer ha cometido... No tienen nombre -Es Miiko la que se atreve a hablar primero-. La haremos pagar. Ya no como la Guardia de Eel, sino a título personal, porque esto es personal. Por ti, por Méele, por Nevra; por todos a los que ha hecho sufrir. ¿Podremos contar contigo si llega el momento de enfrentarse a ella?
-Quiero mirarla a los ojos -La voz de Andrée suena con una ira corrosiva, de nuevo con ese eco reverberante y siniestro de antes-. Que vea que estoy vivo. Que no consiguió matarme. Que no lo conseguirá.
>>Pero...
Toma aire. Al hacerlo, parece que traga parte de la oscuridad que sus palabras desprendían.
-Julia me ha dicho que tenga cuidado. Que no me ponga en peligro. Por nuestra familia...
-Entiendo -Miiko sonríe ligeramente. Parece enternecida por las palabras de Andrée-. Tienes una familia a la que amar. El amor es más importante que el odio -Andrée asiente-. Gracias, Andrée. Nos aseguraremos... De que puedas echarle un último vistazo a Naytili.
-Gracias -Resopla y se cruza de brazos-. ¿Hay algo más que queráis saber de mí?
-O de mí -Ayleen vuelve a intervenir-. ¿Algo más que os podamos contar sobre los buenos tiempos de la Guardia?
-¿Algo que se os ocurra sobre Naytili o la Ciudad de Oro? -Ambos niegan con la cabeza
-¿Cómo va tu libro? -Ezarel interviene con tono casi acusatorio, y Ayleen parece sorprenderse.
-¿Mi libro? Libro, qué libr-¡Ah! El liiiiibro, ya, bueno; pensé que ya no os hacía falta porque habíais ido a la biblioteca así que... Lo he dejado a medias.
La acústica de la sala es perfecta para crear el eco que causa la palma de la mano de Miiko impactando contra su frente.
-Lo siento, Miikito... -Ayleen se disculpa con una sonrisa- Me pondré con ello de nuevo. ¿Me lo perdonas?
-Termina el libro de una maldita vez y me lo pienso... -Miiko gruñe sus palabras- En fin. Hemos aprendido... mucho sobre Naytili. Gracias a ambos. Sobre todo a ti, Andrée.
-¿Puedo irme ya? -Él se queja, con un tono de voz irritado que hace pensar que incluso con todo lo que nos ha contado, lo que más le molesta es que haya interrumpido su lectura solitaria.
-Sí... -En cuanto Miiko dice eso, el cuerpo de Andrée se derrite en una sombra, y simplemente desaparece... Vete a saber a dónde- Ayleen, tú... sigue trabajando con el libro, ¿de acuerdo?
-Como mandes, Miikito -Vuelva a sonreír al decir eso-. Ah, pero antes me voy a pasar por la cantina, si me lo permites. Tengo la garganta seca, y así no se puede trabajar.
-Lo que sea... -Miiko suspira muy resignada, y con su permiso Ayleen se retira de la habitación, soplándonos besitos a todos. Nevra y Erika se encargan de cazar uno, mientras que Ezarel activamente hace el gesto de esquivarlos- Y para nosotros... Bueno, supongo que sólo nos queda esperar a que Ykhar y Jamón vuelvan de Elsur. Estamos... Igual que como estábamos antes.
-¡Pero seguimos vivos! -Gracias por la actitud positiva, Erika. Por cosas como estas te quiero tanto.
-Y tenemos una alianza con la Ciudad de Oro, que también es importante -Ah, sí, eso también. Gracias por ser un listillo, Ezarel. Por cosas como estas te quiero tanto, mal que me pese.
-Bueno. Sí -Miiko resopla, haciendo que su flequillo se agite un poco. Se le está quedando demasiado largo, debería pasarse por la peluquería...-. Buen trabajo, chicos. Gracias por todo. Este asunto queda pausado hasta que vuelva el resto, aunque veremos si podemos hacer una investigación más a fondo sobre Naytili ahora que hemos descubierto... cosas, sobre ella. Hale -Da dos golpes en el suelo con su báculo-. Tolmundo pa’ fuera, iros a buscar algo importante que hacer. Menos tú, Leiftan; tú y yo tenemos que tener una conversación.
-¿Y-yo? -El ligero alivio que había sentido con el fin de la reunión rápidamente se convierte en pánico- ¿Sobre qué...?
-Ah, Miiko, si no te importa... -Antes de que ella pueda responderme, Hiiro interviene y se adelanta un par de pasos en su dirección- Quería hablarte de algo... Um, importante. Bastante.
-Eeeeh... -Claramente eso no se lo esperaba ella, y nos mira a ambos con duda durante unos momentos- Sí, por supuesto, adelante... Leiftan, hablamos luego.
-Bueno, Leiftan también puede quedarse si quie...
Lo siento Hiiro pero no, Leiftan tiene de repente cosas muy urgentes que hacer en cualquier otro sitio del CG donde no esté Miiko, buena suerte y que os divirtáis.
Salgo huyendo como un cobarde en cuanto se me presenta la oportunidad, y a la salida de la sala del Cristal me encuentro a Ezarel y Nevra apoyados de forma para nada sospechosa en la pared, junto a la puerta.
-Cotillas... -Les echo la bronca, juzgándoles.
-No sé de qué me estás hablando -Ezarel finge inocencia-. Simplemente estamos... Aquí. ¿O no podemos estarlo? ¿Quién nos lo prohíbe? ¿Es tuyo este pasillo, Leiftan?
-Eso, ¿dónde tiene tu nombre puesto? -Nevra le sigue el rollo también- Por cierto, ¿estás en problemas con Miiko? ¿Qué ha pasado? ¿Es por haberte enfadado con ella por lo de Ykhar y Jamón?
-Imagino que será eso... -Le dejo que se crea esa excusa, aunque realmente creo que el problema de Miiko conmigo es otro...- Ezarel, si no estás muy ocupado disfrutando del pasillo, ¿puedo robarte un momento?
-Sólo uno chiquitito -Se despega de la pared-. ¿Qué quieres?
-Ayúdame con uno de los libros que traje de Elsur, creo que uno tiene una fórmula alquímica pero no sé lo que es...
-Yo me voy aquí apreciando el pasillo... -Nevra comenta eso, mirando disimuladamente a la pared, pero con la oreja muy bien puesta en la conversación que está discurriendo dentro. Cómo no.
Ignoro el último comentario de Nevra y simplemente echo a andar hacia mi cuarto (que está a tres pasos, vaya) con Ezarel siguiéndome. Después de abrir la puerta para él y asegurarme de que Amaya no está dentro para ir a morderle los tobillos (no lo está... y eso me da más miedo, porque vete a saber qué está rompiendo ahora...), cierro la puerta de nuevo y me acerco a la mesilla de noche para recuperar lo que quiero darle.
-A ver ese libro -Dice él, cruzándose de brazos y con una sonrisa socarrona-. No será el de los tentáculos extraños, ¿no?
-Um... No hay libro -Confieso. Él pone cara de sorpresa.
-¿Cómo que no hay libro?
-Quería hablarte de algo en privado, pero tampoco quería decir eso delante de Nevra...
-¿Y has soltado una mentira? -Ahá... Mi vida entera es una mentira, Ezarel, no sé qué te sorprende tanto- Así, sin que te tiemble el labio.
-Lo que sea... -Suspiro para mí, algo incómodo con sus exageraciones, y me acerco a él- Ten, quiero que tengas esto.
Extiendo una mano en su dirección y él hace lo mismo para que pueda dejar el objeto sobre su palma. Un collar de cadena fina con un único abalorio colgando de ella, una pequeña esfera plateada que tintinea ligeramente cuando la dejo caer.
-Encontré una tienda que vendía llamadores de ángeles en Port Huaria -Explico-. No he podido dártelo hasta ahora porque tenía que imbuirlo con mi magia, pero ahora ya está hecho, así que, hale. Ahí lo tienes. Póntelo y no te lo quites.
Ezarel se queda mirando el collar durante unos instantes, como si no supiera identificar el objeto que tiene sobre la mano, incluso si indudablemente ha tenido que ver uno antes, en el cuello de Erika, y sabe perfectamente para lo que sirve.
Después de unos segundos de silencio contemplativo, levanta la mirada de nuevo a mí.
-Leiftan, no me has dejado embarazado, ¿verdad?
-¿¡NO!? -Alzo la voz involuntariamente al oír eso- ¿¡De dónde te h-¿¡POR QUÉ TODO EL MUNDO PIENSA EN EMBARAZOS DIRECTAMENTE!? ¡Tienen más usos!
-Vale... Sólo para asegurarme... -¿¡Asegurarte de qué!?- ¿Y qué se supone que hago con esto?
-Te lo pones, no hace falta que sea en el cuello, pero que lo lleves encima de alguna manera... -Tomo aire y trato de calmarme- Y si me necesitas, y digo necesitarme de verdad y no para tonterías, Ezarel, puedes hacerlo sonar y yo sabré que estás en problemas.
-O sea que si me quedo sin papel higiénico en el baño...
-No -Le reprendo. Empiezo a arrepentirme de haberle dado uno de estos-. Para emergencias de verdad, Ezarel. Tipo, acabo-de-caerme-por-un-acantilado-y-estoy-atrapado-en-una-cueva. No sabes el dolor de cabeza que da cuando te llaman con esa cosa.
-Vale... -Lo hace tintinear un poco y luego me mira esperando una reacción por mi parte, pero sólo le juzgo con la mirada- O sea que no funciona si no digo específicamente que te “necesito”.
-No es esa la única palabra que lo activa, pero sí. Tampoco hace falta que lo digas en voz alta, con que lo pienses es suficiente -Ahora es él el que me juzga-. Magia potagia, no la cuestiones.
-De acuerdoooo... -Se mete el llamador en uno de los bolsillos de su riñonera de alquimista, y luego devuelve su atención a mí- ¿Gracias?
-Simplemente... -Ahora me pongo un poco nervioso- Quiero poder estar ahí si te pasa algo. Para protegerte. Quiero... Protegeros a los dos, a ti y a Erika.
-Hm -Mis palabras parecen incomodarle... O, no, esa no es la palabra correcta. ¿Quizá simplemente le causan vergüenza-. Bueno. Gracias. Lo aprecio.
-No hace falta que le des muchas vueltas, simplemente es una muestra de afecto... -No quiero que le ponga incómodo mi regalo- Completamente platónico, n-
-Ya, hum. Sí. Bueno. Hm -Parece haberse escacharrado, así que le dejo un momento para que se arregle él solito-. Que. Eso. Que gracias. Y tal.
-No hay de qué, Ezarel. No dudes en llamarme si lo necesitas. Yo estaré ahí para ti, ahora y siempre.
-Cómo puedes decir esas cosas con-Uuuuuugh -Veo que se lleva una mano a la cara para frotársela, y al darme cuenta de que está ligeramente sonrojado, una sensación cálida se expande por mi pecho-. Vale. Me voy a buscarme algo que hacer, antes de que vuelvas a intentar ponerme las manos encima.
-Pero yo nunca haría eso sin tu consentimiento -Fingo ofensa, pero la verdad es que conociéndome, no me extrañaría si un día de estos hago algo raro-. Y en Feng Huang lo tuve.
-Huh.
-Y, sabes, mi cama es muy cómoda.
-Me estoy yendo.
-Y, si es lo que quieres, podemos buscar algún conjuro para dejarte embarazado...
La puerta cerrándose es quién me responde.
Aunque me haya quedado solo, dejo escapar una risa en voz alta, pensando en el tono rojizo de sus mejillas.---
(Narra Hiiro)
-... Y ahora Alec es el líder del Campamento Humano, y por eso nos están pidiendo recursos y ayuda para poder normalizar su situación -Termino de contar la historia, al fin. Empezaba a secárseme la boca.
Miiko me mira unos instantes en silencio, digiriendo la información que acabo de proporcionarle sobre el destino de Draezel y Alec, muy bien descrito en todo lujo de detalles (... quizá demasiados en ocasiones, no sé si Alec estará muy de acuerdo en las narraciones picantes de Draz) en la carta que recibí por su parte.
-Vale, pero -Tras la pausa, Miiko aún me mira algo atónita-. ¿Me estás diciendo que Draezel le dijo que no?
-¿¡Verdad!? Yo tampoco lo entiendo... -Mira que he releído ese fragmento veces y veces y sigo sin verle el sentido- Pero bueno, lo que importa, Miiko. El Campamento Humano.
-Sí, sí -Parpadea un par de veces, como saliendo de un trance-. Pues... Bueno, no es algo exactamente fácil de hacer, porque viven perdidos en los bosques de Latteria, que está a tomar por c... Eh, lejos; pero si nos piden ayuda desde luego no vamos a negársela.
-Alec dice que quiere mover el Campamento en el futuro -Añado-. A dónde, no se sabe. Tienen problemas más urgentes que solucionar ahora. Esa gente necesita ayuda, y si nosotros se la ofrecemos... ¿Quizá dejen de tenerle tanto recelo a los faéricos?
-Eso es lo único que me preocupa... -Hace un gesto pensativo, frunciendo los labios- Me encantaría decirte que sí sin tener que pensármelo dos veces, Hiiro, pero admito que la Resistencia Humana me da algo de recelo.
-Campamento -Corrijo.
-Sí, perdona. Bueno. Alec y Draezel Aënwer con el ejemplo perfecto de relación entre humanos y faéricos, y espero que sean un buen ejemplo para el resto de humanos, pero son... Muchos años de odio y de malas ideas, ¿sabes? Me da miedo que ayudarles luego pueda... Volverse en nuestra contra.
-Alec y Draz les tienen controlados -Insisto-. Se encargarán de reformarles, para bien. No va a ser en un día, ni dos ni tres ni un mes ni un año, pero en algún momento... En algún momento conseguirán que las cosas cambien. Y esto -Hago un gesto con la carta que aún tengo en las manos-, es el primer paso. El primer acercamiento. Ahora nos toca a nosotros reciprocar.
Veo que se muerde el labio, aún dudosa. Aunque para mí la respuesta es más que sencilla, entiendo que desde su posición tiene que ser algo más complicado. Si algo sale mal, si esto tiene consecuencias horribles... Habrá sido ella la responsable. Y, por otro lado, los recursos que les daremos son los de la Guardia. Ya hemos compartido algunos con Feng Huang hace poco. No sé cuánto más queda en nuestras reservas, pero dar de comer a unos y dejar morir de hambre a otros no parece ser la solución a ningún problema.
-Sabes qué... -Miiko toma aire- Tienes razón, Hiiro. Eso es lo que hace la Guardia de Eel. Ayudamos a todos los habitantes de Eldarya. Da igual si son humanos o no, les ayudamos si nos necesitan. Yo quiero poder ayudar a todo el mundo, aunque a veces parezca un sueño imposible o ridículo... -Suspira- Y aunque a veces las cosas se tuerzan de la peor forma posible.
-Ya hemos hablado muchas veces de lo difícil que es tu posición...
-Siento decirte esto, pero no te harías una idea de ello hasta que no estuvieras donde estoy yo -Me dedica una sonrisa agridulce-. Pero mis sentimientos de conflicto deberían ser secundarios en este caso. Esa gente necesita ayuda, ¡así que vamos a dársela! -Dice eso con un poco más de ánimo, y dando un golpe en el suelo con su bastón- No puedo prometerte que sea inmediato, porque aún estamos gestionando lo de Feng Huang, pero en cuanto esté en nuestras manos mandaremos toda la ayuda posible al Campamento Humano.
-Gracias, Miiko -Sonrío al escuchar esa resolución.
-Gracias a ti, Hiiro. Por mantenerte fuerte y en el camino correcto a pesar de todas las penurias que te ocurren. Que no son pocas.
“El camino correcto”... Siento un ligero pinchazo en el pecho cuando dice eso, porque no tengo muy claro que eso sea correcto el todo. Estoy intentando avanzar en la buena dirección, pero... No sé si por el mejor de los caminos, y desde luego no por el que Miiko piensa que lo estoy haciendo.
-Hablaré con el resto de la Guardia Brillante sobre esto para ponerles al día y gritarle a Ezarel cuando nos diga que no lo hagamos y es una mala idea -Asiento-. Posiblemente te llame a ti también, así que estate preparado para cuando eso llegue -Asiento otra vez-. Y... Poco más, por ahora, yo creo. ¿A menos que quieras comentarme algo más?
¿Te he hablado ya de mi amistad con El Titiritero? ¿No? Una pena, vaya.
-Creo que no -En esta ocasión niego con la cabeza-. Umm... Te dejo sola ya. Oh, si quieres puedo ir a buscar a Leiftan...
-No, no te molestes por ello -Su tono parece un poco enfadado cuando dice eso-. A menos que vaya yo a buscarle y le acorrale contra una pared o algo, creo que Leiftan no va a venir a hablar conmigo de forma voluntaria...
-¿... ocurre algo con Leiftan? -No puedo evitar la pregunta.
Miiko pone cara de conflicto. Es obvio que algo la preocupa con respecto al lorialet, pero no sé exactamente decir si está enfadada con él o si es otra cosa.
-Eso es lo que estoy intentando averiguar, la verdad -Su respuesta es... enigmática-. Pero bueno. No te preocupes por eso. Corre, ve a... No sé, ¿qué se supone que haces tú cuando tienes tiempo libre?
Obsesionarme por un tío con un gusto obsesivo por los sombreros de copa.
-Hm -Me encojo de hombros-. Tengo asuntos que hacer por ahora, así que supongo que iré a eso.
-Perfectísimo. Yo me quedaré aquí sola contemplando el Cristal y contando cuántos lados tiene.
... Quizá si veo a Simonn le diré que se pase a decirle hola, porque claramente Miiko necesita compañía.
Como sea, habiendo terminado la conversación, salgo de la sala para ir a buscar a la siguiente persona de mi lista, cruzando el desierto pasillo en dirección a la sala de las puertas y luego... Arriba, hacia la enfermería.
-Holaaa... -Tímidamente saludo mientras abro la puerta- ¿Se puede?
-Oh, ¡Hiiro! -Eweleïn se gira en su silla chula giratoria y me mira con fingida sorpresa- ¡Ya decía yo que estábamos tardando! Bienvenido, pasa, no te preocupes que tu camilla habitual está libre, dime, ¿cuántos litros de sangre has perdido esta vez?
-Ja, ja -Hago mi risa más seca, y ella me saca la lengua, mientras que me meto en la habitación-. No, venía a buscar a Gèrard, si se puede. Quiero secuestrarle un rato.
-Bueno, Gèrard tiene turno hasta las...
-¡Descanso! -Interrumpiendo a Eweleïn, Gèrard entra desde una habitación contigua quitándose el delantal de enfermero y tirándoselo a la elfa a la cara- ¡Hiiiiiro! ¡Bronceado guapo!
-Gracias... -Me pregunto si el bronceado será un rasgo atractivo para los criónidos, teniendo en cuenta lo pálidos que son todos. Respondo más o menos al abrazo efusivo de Gèrard, pero imito su sonrisa alegre después- ¿Podemos ir a dar un paseo por los jardines? Tengo algo para ti.
-¿¡Souvenir!?
-Ezarel a mí no me ha traído nada... -Eweleïn gruñe para sí, plegando el delantal de Gèrard- Estar en la Ciudad de Oro y no traerme nada de oro... Podía haberlo empeñado...
-¡Vamos! -Gèrard entrelaza un brazo con el mío, sin esperar a que su jefa le de permiso para el descanso, y con un tirón me saca de la enfermería y... Vamos.
¿A dónde? Pues a los jardines, por supuesto. Nos buscamos un sitio más o menos apartadito en el que podamos sentarnos, porque Gèrard sabe exactamente cuál es el “souvenir” que le he traído de Elsur, y que es mejor que nadie más se entere de lo que es.
-¿Cómo Elsur? -Pregunta, una vez que estamos a solas en un rinconcito entre las fuentes y piscinas del jardín de la música, donde podemos disfrutar del agua.
-Mucha arena -Demasiada-. Mucho oro. Mucho calor. Pero ha tenido algunas cosas buenas. Me encontré a... -Estoy a punto de hablarle de Ceci, la criónida que nos encontramos con las shaendels, pero decido que eso se puede quedar para... Más adelante. Tengo planes para Gèrard, y ya tendremos tiempo de hablar- Bueno, no importa. Luego te cuento. Antes, creo que tengo algo para ti.
De forma similar a como hizo Nevra, saco del interior de mi kimono la carpeta enumerada como “L252-2012” y la extiendo en su dirección. Gèrard lanza una exclamación de sorpresa y en seguida la coge, yendo rápidamente a abrirla. Yo no he llegado a hacerlo en ningún momento, fiándome de la palabra de Nevta y sin querer violar la privacidad de Niels.
-No he leído nada -Le digo-. Así que no sé lo que hay ahí dentro. No creo que sea mi derecho... Um, juzgar. Pero cr-
-Gracias.
Sus brazos me sorprenden cuando me rodean en un abrazo. No es algo inusual que Gèrard me abrace (me he tenido que acostumbrar a la fuerza a que a Gèrard simplemente le gustan los abrazos y no hay nada que yo pueda hacer al respecto), pero este abrazo no es uno de los normales, entusiasmados y animados. Este es uno más profundo, tiene algo más de fuerza puesta en el gesto, y su voz suena sincera y aliviada cuando da el agradecimiento.
Esto es importante para él.
-No hay de qué, Gèrard. Gracias a ti, por todo lo que has hecho por mí.
Que no es poco. Guardarme el secreto sobre mi condición y defenderme ante Eweleïn y Miiko es algo por lo que le estoy muy agradecido. Además de todo el apoyo que me ha dado durante el tiempo que he estado de baja. Sin él, Valkyon y Simonn, vete a saber lo que hubiera sido de mí.
Cuando se separa de mí, comienza a examinar los papeles del interior de la carpeta con ojos ávidos, deseoso de conocer la información que lleva tanto tiempo buscando. No le juzgo, y entiendo que ahora mismo eso debe estar lo primero en su lista de prioridades, pero... Aún hay... Algo que tengo que hacer.
-Antes de... que te pongas a leer -En cuanto le hablo, vuelve a prestarme atención-, cosa que te recomiendo que quizá sea mejor que hagas en otro momento en privado...
-Razón.
-Hay, uh, algo que... -Vacilo un poco, con nervios, sintiendo que se me acelera el pulso un poco- Al llegar de Elsur yo también me he encontrado algunos... Documentos interesantes. Dos cartas: una de Draezel Aënwer y otra de un “admirador anónimo” -Deja escapar un sonido de sorpresa bastante convincente-. Y, bueno, no sé si te han dicho esto antes, Gèrard, pero tienes letra de médico. Es bastante reconocible.
Que le pille en su mentira hace que se le suban los colores. Si pensaba que iba a poder dejarme una carta así y que yo nunca me enterase de quién la había escrito, mala suerte, porque nada se escapa a la perspicacia de Hiiro Holmes.
Le escucho mascullar algo, sonidos criónidos difíciles de identificar que suenan como el crujir de la nieve virgen cuando caminas sobre ella, pero parece avergonzado por haberse visto desenmascarado.
-Era... -Su vergüenza hace que me ponga más nervioso- Era una carta muy bonita, Gèrard. Y... Y me ha animado mucho, de verdad -Había verdadero afecto y cariño en las palabras escritas-. Ha sido una racha muy dura para mí desde... Bueno, desde hace muchísimo tiempo porque parece que la felicidad me esquiva, pero desde Memoria sobre todo. Y leer todo eso me ha hecho ver las cosas con otra perspectiva. No tengo... mucha autoestima, como es obvio, así que no tengo muy claro si soy tan heróico como me pintas, pero... Gracias. Me ha sentado muy bien leer eso. Lo necesitaba.
-... de nada -Ahora parece estar casi escondiéndose detrás de la carpeta, como si no quisiera que le viera. Es... es algo bastante adorable.
-Y, eh, um... -Tomo aire. Esto, uh.. E-esto va a ser difícil, y ya noto el pulso acelerado y las mejillas calientes- Me preguntaba si, uh... No... No tiene por qué ser en ninguna intención pero, uh, visto lo, eh... Visto lo visto, uh, y, eh, perdona si lo he interpretado mal, simplemente me he... Uh, visto halagado por la carta...
>>¿Te gustaría tener una cita?
Todos sabemos cómo va a acabar eso: Mal.
Pero Hiiro no lo sabe así que dejémosle ser feliz un poco antes de que ocurran los desastres del capítulo R3 (?
Pos hale (???
No sé si tengo nada más que decir. He terminado mis prácticas de la universidad y la semana que viene pillo vacaciones en el trabajo, así que voy a volver a tener mucho tiempo para poder dedicarlo a escribir, porque las cosas que se vienen en los próximos tres Capítulos van a ser importantillas (? También, en algún momento me gustaría escribir un especial de verano en el que Hiiro se echa un novio pirata (no, no es broma y sí, es canon), pero habrá que ver si me da tiempo a escribir eso.
¿Cuándo volveremos a vernos?
Eh... No hago promesas, pero en un tiempo máximo de dos semanas si no he muerto de calor (?)
Hale. ¡Muchos besitos! Recordad mantenéos hidratados que es muy importante, y en caso de un golpe de calor: Poneos a la sombrita, que alguien os ventile y bebed agua poquito a poquito, no toda de golpe. ¡Gracias por leer, nos vemos!
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#122 El 18-07-2022 à 04h23
''¿Alguien con una piscina a la que quiera invitarme?'' Mira, no tengo piscina pero TENGO PLAYA, si alguna vez vienes a Cartagena tienes dónde quedarte gratis x)jajaja Es broma pero que si quieres no es broma... Pensándolo bien, no, no es broma xd.
En otro orden de cosas:
@Isis... Pero qué maravilla de dibujo, te juro que adoro los colores qué has usado y su sintonía, te ha quedado precioso, me muero, y la textura también es muy bonita aaaaaaaaa.
...
''(Ezarel seduce a Naytili y ella se vuelve buena de repente por el poder del amor)'' Que no, que ni con esas, que no la acepto leches.
''Pásame canciones para las playlist si quieres, eh, que no te dé vergüenza (? Algunas las cambiaré un poco en algún momento (?'' Tengo que darle un repaso intenso y acabarme primero todas las playlists, pero no dudes que te las pasaré.
''después de leer el capítulo de hoy vas a cambiar de opinión sobre ella muy rápidamente :)'' El único cambio que veo factible es que la quiera matar sin más en vez de torturarla antes.
''pero Naytili best girl'' NO.
'' No setas, lo siento xDDD'' Habría sido preciosas, lo sé T^T
''y yo pudiendo respirar al fin después de todas las veces que he señalado en el canon que Alessa es asexual mientras tú babeabas por él (?? '' jajajaja no, tranquilo que yo sigo babeando igual, si yo atracción sexual poquita por mucho que pueda parecer lo contrario xD
''El Valenry se hizo canon a petición popular, fuisteis vosotros los que en vez de pinchazo elegisteis puñalada :)'' Te has despertado tú chistoso eh, pero gracioso, travieso, divertido, te has comido un payaso vamos.
'' aceptó completamente su cuerpo de twink y lo usó para intentar seducir a Alec de todas las maneras posibles (con mucho éxito)'' Ni yo ni Alec nos quejamos.
''tiene a Alec que no le deja caminar al pobre.'' Pues como debe ser
''Hmmm, ve a buscar las últimas líneas de las últimas partes de los capítulos 8 y 11 y entenderás a lo que me refiero :)
Daño irreparable, dice.'' Ya lo he hecho y no lo entiendo Y NO QUIERO ENTENDERLO.
...Pri... Yo te comunico que hay formas de suicidarse menos doloras, tú verás qué les haces a mis bebés ò-ó
Vamos al lío :')
''y no puedo evitar pensar que es un día maravilloso,
para que a Naytili se la coma un oso.''
'' y luego ya iré a buscarle o a secuestrarle ''
''Niels... Necesito que me vueles un edificio entero por los aires.''
'' “Estrella” no estaba dentro de la lista de cosas que me esperaba. Sabes que nos tienes a tu completa disposición para, ah... Intentar averiguar qué significa eso''
''-Y -Valkyon también se mete-, que Naytili tiene parte daemon.''
''>>Julia me encontró en el río. Y se acabó. Así es como conseguí sobrevivir. Desde allí, hasta hoy. Julia.''
''-Nevra -Ayleen se adelanta a cortarle antes de que Nevra pueda hablar-. La pregunta que vas a hacer, quizá... No la hagas.''
'' yo me fui: pasé al otro lado, lo sé, porque lo recuerdo, porque le he visto la cara a la muerte y he oído su voz.''
''En mi interior, abriéndose paso entre la tristeza y el horror, aparece la ira.''
''-¡Pero seguimos vivos! -Gracias por la actitud positiva, Erika. Por cosas como estas te quiero tanto.
-Y tenemos una alianza con la Ciudad de Oro, que también es importante -Ah, sí, eso también. Gracias por ser un listillo, Ezarel. Por cosas como estas te quiero tanto,''
''-Encontré una tienda que vendía llamadores de ángeles en Port Huaria -Explico-. No he podido dártelo hasta ahora porque tenía que imbuirlo con mi magia, pero ahora ya está hecho, así que, hale. Ahí lo tienes. Póntelo y no te lo quites.''
''-Leiftan, no me has dejado embarazado, ¿verdad?''
''-O sea que si me quedo sin papel higiénico en el baño...''
''-Cómo puedes decir esas cosas con-Uuuuuugh -Veo que se lleva una mano a la cara para frotársela, y al darme cuenta de que está ligeramente sonrojado, una sensación cálida se expande por mi pecho-. Vale. Me voy a buscarme algo que hacer, antes de que vuelvas a intentar ponerme las manos encima.
-Pero yo nunca haría eso sin tu consentimiento -Fingo ofensa, pero la verdad es que conociéndome, no me extrañaría si un día de estos hago algo raro-. Y en Feng Huang lo tuve.
-Huh.
-Y, sabes, mi cama es muy cómoda.
-Me estoy yendo.
-Y, si es lo que quieres, podemos buscar algún conjuro para dejarte embarazado...''
...No puede ser que se hayan puesto a marujear Miiko y Hiiro, no puedo xDDD
''Obsesionarme por un tío con un gusto obsesivo por los sombreros de copa.''
''Que le pille en su mentira hace que se le suban los colores. Si pensaba que iba a poder dejarme una carta así y que yo nunca me enterase de quién la había escrito, mala suerte, porque nada se escapa a la perspicacia de Hiiro Holmes.''
Se me ha hecho corto el cap o.o
''porque las cosas que se vienen en los próximos tres Capítulos van a ser importantillas'' adscasdcasdvasdvweciosdvoandvqwkwec deseando y deseandon't a la vez.
''Hiiro se echa un novio pirata (no, no es broma y sí, es canon)'' khé
Tengo mucho miedo c:
·
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#123 El 29-07-2022 à 23h25
¡Hola, hola; caracola! ¿Qué tal va todo?
Mira, no sé cuál es la temática de mi conjunto de verano este año. Sólo me apetecía ponerme tatuajes porque los tatuajes son guays. Así que, hale. Tatuajes. Esa es la temática.
Vamos a ver a quién tenemos por aquí...
Kadia
Invítame a la playa y soy tuyo, vamos, corriendo D: Siempre que voy a algún sitio con playa, por cualquier razón no puedo bañarme, así que deben hacer ya más de diez años que no me baño en una playa u.u
Naytili va a acabar siendo tu personaje favorito, ya la verás <3 Y Alessa tu personaje más odiado, JUAS cuidao con esto en verdad Yo desayuno payasos todos los días, baia, de ahí mi fantástico sentido del humor, ya sabes, como los chistes de pe
A ver el lío (? Niels poeta, mírale qué majo :') El día que Niels vaya a secuestras Gèrard se le va a encontrar con las maletas ya hechas, la mordaza puesta y un shibari muy intrincado puesto a modo de ataduras.
Si te sorprende que no haya mitos sobre las estrellas es porque realmente ni a mí se me ocurre cómo peines una estrella encaja en el mundo faery, la verdad (?) Plot hole, hale; que lo arregle Kevin. Naytili no es imbécil por talento, disculpa, es verdad que gran parte viene de su capacidad natural, pero se ha esforzado mucho y ha entrenado muy duro para ser la imbécil que es hoy día.
Worry not: Andrée, Julia y el bebecito tienen plot armor, a esos no les va a pasar nada aunque Andrée se vaya a llevar alguna que otra colleja.
Valkyon taladrando a Andrée con la mirada mientras habla de "haber conocido a la muerte" y mientras tanto Hiiro pensando en si abrirse las venas a ver si así Shin le devuelve las llamadas y le hace caso.
Del Leiftarel no comentamos nada (?
Nevra....... Bueno, tú tienes la captura, ya sabes xd La antítesis de Niels, dice, como si Hiiro tuviera aquí híperpercepción para enterarse de cuándo le gusta a alguien, juas se escucha a una anémona llorando en algún sitio
Yyyy, gracias por el comentario <3
Ahora vamos a por el capítulo de esta semana, que ya va tocando. Ah, ¿qué aventuras fascinantes nos depararán en esta ocasión?
Capítulo 25.2.-
(Narra Ezarel)
-... evaluación positiva, con lo que esperamos que la Guardia continúe sus actividades por el bienestar y el futuro de Eldarya... ¿¡QUÉ!?
Miiko está a punto de partir el papel que tiene en las manos, la carta que nos ha llegado del Consejo General sobre la inspección de la Guardia. Teniendo en cuenta el DESASTRE ABSOLUTO que fue todo aquello, nadie se esperaba que fuéramos a pasar la inspección... De hecho, lo que esperábamos era tener que ir a la guerra y llevamos las última semana preparándonos para ello, así que esto frustra un poco nuestros planes... Después del discursito que le echó Miiko al inspector, nadie se esperaba esto. ¿Significa esto que no importa la inspección, a fin de cuentas, y que les importamos lo suficientemente poco como para que no se quieran molestar en venir a aterrorizarnos?
-¿Y ya está? -Nevra habla con tono atónito- ¿Todo lo que montamos para nada?
-Lo que sea que le hizo Gèrard tuvo que ser magia -Comento. Bendito criónido que nos ha salvado a todos por ser un promiscuo-
-Sabes qué... Mejor -Miiko consigue recomponerse ya-. De verdad, mejor. Me alegro. Uff..
-Parece que la Guardia de Eel continúa escapando por los pelos a las consecuencias de sus propias acciones, ¿eh?
Todos nos sobresaltamos un poco al escuchar una nueva voz viniendo desde la puerta de la sala del Cristal. Harim, que está allí apoyado como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo, y nos mira con cara de interés.
-Enhorabuena -Dice, con una sonrisa muy arrogante-. Habéis salvado la Guardia por cuatro años más.
-No gracias a ti... -Miiko gruñe un poco- No nos pintaste muy bien delante del inspector.
-Ah, ¿pero acaso dije alguna mentira? -Eso es lo peor... Que no dijo ninguna- Perfecto, quién calla otorga. Viendo que este asunto se ha resuelto pacíficamente, entiendo que ya no tenéis intenciones de armar una guerra.
-Eh... No... -Miiko se lo piensa- V-Valkyon, ¿puedes ir por favor a anunciar a las tropas que se dejen de...? -Se detiene un instante al mirar a Harim, posiblemente sin querer descubrirle nuestras técnicas militares- Ya sabes.
-P-por supuesto -Él asiente y parece aliviado cuando se va, listo para cumplir su puesto como líder. Creo que no le hacía mucha gracia la idea de liderar un ejército.
Según él se va, Harim entra en la habitación. Se ha estado paseando por el CG con completa libertad sin que nadie le diga nada, y con lo de que puede convertirse en pájaro, es capaz de llegar a los sitios menos accesibles. Debería ser obvio para todo el mundo que está en una misión de espionaje bastante poco discreta, pero nadie ha dicho nada al respecto así que no voy a ser yo el que lo mencione porque seguro que me insultan si lo hago.
-Visto lo visto, y como parece que la Guardia no va a caer en el futuro inmediato, quizá sea hora de que mi tripulación y yo volvamos a las doradas tierras de Elsur -Menciona. Ah, finalmente.
-Pensé que te lo estabas pasando muy bien investigando Eel -Hablo con un poco de recochineo, con lo que él me dedica una sonrisa árida como el propio desierto-. ¿No disfrutas de nuestra ciudad?
-Oh, sin duda lo he hecho, es... -Se lo piensa un segundo- Interesante. Colorida... Distinta, supongo.
No parece hablar con sarcasmo, sino genuinamente fascinado por lo que se ha encontrado en Eel. Si mal no he entendido, ha pasado toda su vida en Elsur, así que el contraste ha tenido que ser bastante fuerte.
-Eres bienvenido todo el tiempo que desees, Harim -Leiftan habla con tono amable. Pelota.
-Y por ello os doy las gracias, pero también tengo obligaciones en Elsur y con mi Sulta. Sería terrible que decidiera invadir un territorio durante mi ausencia y que yo me lo perdiera.
-Sí, sería terrible... -Pongo los ojos en blanco.
Justo entonces, alguien más decide aparecer por la sala del Cristal. No es Valkyon que venga de vuelta de disolver nuestros ejércitos, sino una nube de polvos dorados que toma la forma de Simonn delante de Miiko. Tiene... cara seria.
-Miiko -Ella se sobresalta un poco, como si no le hubiera visto venir-. Acaba de volver... El barco de Elsur.
-Anda, casualidad -Nevra alza la ceja y sonríe-. Justo estábamos hablando de devolver a este a Elsur.
-¿Eso significa que Jamón e Ykhar están de vuelta? -Miiko sonríe también- ¡Guay! Pues habrá que salir a recibirles.
Con paso entusiasmado y con colas que ondean alegres, Miiko sale de la sala en dirección hacia la Gran Puerta, y Nevra en seguida va detrás. Simonn parece querer decir algo, pero en el último segundo se contiene, lo cual levanta mi sospecha y, debe ser, también la de Leiftan, porque ambos nos quedamos algo atrás del grupo en la sala.
-¿Ocurre algo, Simonn? -Pregunta Leiftan.
El comesueños hace algunas muecas, como si estuviera buscando algunas palabras... Pero no las encuentra. Al final simplemente niega con la cabeza y se deshace en polvo.
Eso es... No sé lo que es, pero no me da buena espina. Intercambio una mirada con Leiftan y al momento los dos comenzamos a andar también hacia la entrada del CG, con Harim siguiéndonos de cerca.
Apretamos un poco el paso al llegar al sendero de los arcos, donde Miiko ya se ha encontrado con Jamón, que parece inusualmente serio incluso con la sonrisa con la que le recibe Miiko.
-¡Jamón! -Ella se lanza a sus brazos en un abrazo al que el ogro responde- ¡Bienvenido de vuelta! ¡Aaaa te he echado de menos! ¿Qué tal por Elsur? Bueno, ahora me lo cuentas, a ver qué tal os ha ido la misión. ¿Dónde está Ykhar, por cierto? Conociéndola, ya debería haber subido a Eel corriendo y gritando...
...
Dónde está Ykhar.
La busco con la mirada, pero no hay ni rastro de la coneja.
El mal presentimiento en mi mente se acentúa y empieza a asentarse en mi estómago. El entusiasmo de la voz de Miiko suena de repente demasiado alto en el serio silencio de Jamón, que la mira sin darle una respuesta.
-¿Jamón? -Ahora la voz de Miiko vacila- ¿Dónde está Ykhar?
Silencio.
-¿Dónde está?
Silencio.
Jamón empuja suavemente a Miiko para deshacer el abrazo y, a la vez, para poder mirarla directamente a los ojos. Los suyos están vidriosos, y sé lo que va a decir antes de que abra la boca siquiera.
-Ykhar estar muerta.---
Algunos días antes, en el desierto Darenn-Ah...
(Narra Niels)
-¡¡NOOOOOOOOOOOOOOooOoOoOoOoOo NOMEMATESPORFAVOR AAAAA-
Ruedo la arena para esquivar por poco a la coneja cuando cae a plena potencia sobre el suelo, levantando una buena cantidad de polvo que me hace echarme a toser en seguida. Como puedo, intento alejarme de ella prácticamente a cuatro patas sobre la arena, hasta que soy capaz de ponerme en pie de nuevo y girarme hacia ella extendiendo las manos en un intento de evitar que se me acerque más. Ella, sin embargo, una vez se disipa la arena, veo que me lanza una mirada que podría matarme por ella sola.
-P-podemos hablarlo. ¿A-a que sí? E-el diálogo es...
-Lo siento, Niels -Una vez más, comienza a dar saltitos cortos en el sitio. Sus botas, las mismas que yo mismo diseñé y le regalé, empiezan a encenderse con energía, listas para que ella vuelva a intentar arrancarme la cabeza de una patada-. Tenemos que capturaros a ti y a tus compañeras. Si ofrecéis resistencia... Entonces no queda otro método más que la violencia.
Ya... Me temía que esa iba a ser la respuesta.
El Titiritero nos avisó de que íbamos a encontrarnos a la Guardia de Eel cuando viniéramos a detonar el edificio. De hecho, dijo que la misión era de lo más urgente precisamente por ello, porque debíamos volarlo por los aires antes de que la Guardia pudiera llegar a él y obtuviese algún tipo de información que hay en su interior. Eso ha hecho que tenga muy poco tiempo para diseñar mi Mega Cañón Detonador Cañero De La Leche 300 3.0., así que la explosión no va a ser tan guay como a mí me gustaría que lo fuera, pero bueno...
Lo primero que tenemos que hacer es quitarnos a la Guardia de Eel de encima. Nos hemos encontrado a dos de ellos: la coneja (¿Ykhar? ¿Se llamaba Ykhar?) y el ogro bestiazo, que se está pegando de leches con Marie Anne; y además de ello venían acompañados por un montonazo de guardias de lo que debe ser la Guardia Dorada, que...
Un círculo de magia aparece debajo de los pies de la coneja, y ella rápidamente reacciona y salta lejos de él para evitar la mano gigante hecha de arena que aparece desde el círculo y que la hubiera atrapado de no haberla evitado.
-Aaaah, tú pareces ser un poco más duradera que los otros... -Chloé se coloca junto a mí en la arena, enfrentándose a la coneja, portando en la cara una sonrisa... Bastante siniestra. No puedo evitar fijarme en las salpicaduras de sangre que adornan su kimono aquí y allá, casi formando parte de su patrón rosado, de una manera ligeramente escalofriante- A ver cuánto aguantas tú...
-Qué has hecho con los guar... -Entorno ligeramente la cabeza en la dirección de donde ha venido Chloé, donde se estaba peleando con la Guardia Dorada, pero al ver el amasijo de cuerpos malformados, miembros cercenados y arena manchada de rojo, rápidamente devuelvo la mirada a donde la tenía antes. Al ver a la coneja, sin emabrgo, se me encoge el pecho al pensar que ella pueda acabar de la misma forma...- Podías haber sido menos... violenta...
-¿Hm? ¿Disculpa? -Chloé finge no escucharme, inclinándose un poco en mi dirección con una mano junto a la oreja- ¿Dilo más alto? No te escucho entre el ruido de yo salvándote la vida y haciendo mi trabajo. Dicho lo cual, ¿por qué no estás haciendo el tuyo? ¿No tienes un edificio que volar por los aires o algo?
-¿¡Queréis volar la biblioteca!? -La coneja, que por supuesto escucha eso, grita con escándalo. El edificio, un zigurat con pinta de tener muchos añitos ya, está no muy alejado de nosotros por detrás de ella. Es... Grandote, pero nada que no pueda hacerse explotar, por supuesto. Todo explota- ¿¡Y tú quién eres!?
-Nadie importante... -Con un dedo, Chloé traza un círculo en el aire, y un portal se abre no mucho más allá para dejar caer sobre la arena todo el instrumental que le pedí que me guardase en una dimensión bolsillo, porque en mi riñonera no me cabía- Niels, a trabajar. Vuela esa cosa por los aires y vámonos a casa. Aquí hace demasiado calor... Y yo esperaba encontrarme a Nev, pero no está aquí...
-Tú eres la bruja... -Ykhar la señala, abriendo mucho los ojos son sorpresa- ¿¡Qué haces aquí?! ¿¡Eres aliada de El Titiritero!?
-Señalar es de mala educación, ¿lo sabías? -Eso responde Chloé, devolviendo el gesto al señalarla a ella, y de la punta de su dedo sale un chisporroteo de magia que la coneja tiene que esquivar con un salto para evitar ser... Bueno, menos coneja. Porque si a un conejo le haces un agujero, sigue siendo un conejo, pero es menos conejo. En plan, un conejo es 100% conejo, pero si le haces un agujero y tienes 95% conejo... No, eso está mal planteado, porque el conejo sigue siendo 100%, pero tienes 95% DEL conejo, eso es; porque por ejemplo si tienes medio conejo, sigue siendo 100% conejo aunque sea e- NIELS QUE TE PONGAS A TRABAJAR.
-S-sí.
Salgo de mis ensoñaciones conejiles rápidamente en lo que Chloé e Ykhar se ponen a pegarse la una con la otra; Chloé tratando de atraparla con su magia o disparando rayos en su dirección, y la coneja esquivando y pegando saltos cada vez más altos con la intención de dejarse caer sobre ella para partirle el cráneo o algo similar, imagino.
Como sea, ese ha dejado de ser mi problema ahora que Chloé me ha dado todos mis trastos. Rápidamente recojo del suelo mi instrumental que tan poco delicadeza ha dejado por ahí y en seguida me pongo a trabajar.
Lo primero de todo es crear una plataforma para poder montarlo todo, así que con las manos me encargo de calentar y cristalizar la arena en una superficie lo suficientemente amplia como para poder hacer lo mío, y en cuanto ya lo tengo empiezo a montar mis cosas. Aunque me corre prisa, no puedo permitirme ser chapucero (y aunque pudiera permitírmelo, yo nunca hago chapuzas), así que trabajo con mucho cuidado mientras me dedico a doblar el metal, soldarlo donde haga falta, medir perfectamente cada ángulo y cada radio... Este no es exactamente el punto idóneo para hacer el disparo, pero dudo que de todas formas nada sobreviva, porque voy... Voy con todo. Estamos en mitad del desierto así que no tengo que preocuparme de las potenciales víctimas, así que, mega KA-BOOOM.
Me detengo un instante con una sensación de angustia en mi pecho al recordar la última explosión. Aquella por la que la Guardia de Eel decidió encerrarme. Aquella que sí tuvo víctimas. Víctimas que a nadie le importan y que han quedado enterradas bajo la alfombra que la Guardia ha decidido que fuera mi expediente.
El precio a pagar por no colaborar, ¿verdad?
Pues bien.
Vosotros voláis por los aires mi villa, yo vuelo por los aires vuestra estúpida biblioteca. Hijos de puta.
Todo está montado y listo. Casi. Una vez la estructura está terminada, sólo me queda introducir los componentes alquímicos y...
-¡Niels!
El grito de Chloé me sobresalta y me giro en su dirección, a tiempo para poder gritar e invocar a Leo antes de que la coneja se tire sobre mí con una patada. El impacto hace que un fuerte “DUUUUUUUM” metálico resuene en el aire y juraría que hasta me ha abollado un poco mi escudo, lo cual no es bueno pero tiene arreglo...
La cosa es, la coneja no se queda contenta con un solo golpe. Escucho repetidos más resonando contra la chapa de mí escudo, casi como si quisiera romperlo, pero desde luego eso no va a conseguirlo a patadas... Aunque la fuerza que ejerce hace que poco a poco yo pierda pie y retroceda, lo admito...
Al final, cuando entiende que no va a poder romperme el escudo, simplemente pega un brinco lo suficientemente alto como para poder pasar por encima de mí y yo me quedo completamente bloqueado un segundo cuando lo hace porque creo que la he visto las bragas por debajo de la falda, pero cuando consigo volver en mí ya la tengo detrás y soy derribado al suelo con un barrido de sus piernas, lo que hace que caiga sobre la arena y que evidentemente mi escudo deje de ser efectivo y pase a ser una molestia.
Con miedo, levanto la cabeza hacia la coneja, que ahora se alza frente a mí en la arena y me mira, una vez más, con la completa intención de pegarme la paliza de mi vida.
-¡Leo! -Desinvoco así a mi escudo, que vuelve a su forma habitual de brazalete, y hago un repaso mental sobre qué tengo encima que pueda ayudarme contra la coneja mientras la miro directamente a los ojos.
Su mirada, sin embargo, se desvía inmediatamente hacia su derecha, donde está mi cañón todavía preparado a medias... Y veo que en su menta se ilumina la idea de reducirlo a chatarra, de lo cual posiblemente sea muy capaz con una de sus patadas, pero eso noooo vamos a permitirlo.
-¡TE HE VISTO LAS BRAGAS!
-¿¡QU-
Mi grito repentino hace que toda su atención se centre en mí y que su cara se ponga roja de inmediato. La he distraído, tengo su atención. Perfecto.
-¡Cáncer! -De mi cinturón salen las seis patas metálicas de Cáncer, y cuatro de ellas me ayudan a incorporarme sin problemas, mientras que las otras dos se lanzan contra la coneja con la intención de perforarla...
-¡Tú sigue con tu trasto, yo me encargo de la pelirroja! -Justo a tiempo para que Chloé vuelve a aparecer en escena, con cara irritada, una mano en el costillar y un labio roto, lo cual explica por qué Ykhar ha sido capaz de venir a molestarme a mí- Estúpida... ¡coneja!
Ykhar da un paso en falso y la arena parece tragarse una de sus piernas, con lo que suelta un gritillo asustable que es bastante adorable-Nonono, es la enemiga, recuerda que es la enemiga, uuuuuh, tú sigue con tu trasto, Niels.
Las vuelvo a dejar a lo suyo, aunque ahora no desinvoco a Cáncer y trato de estar atento a lo que hacen, en caso de que me tenga que volver a pegar con Ykhar en algún momento. Detonar el zigurat es más importante. Lo hacemos explotar y salimos corriendo al oasis, círculo de setas, todo el mundo se quita la ropa y se da una ducha, quemo la ropa, nos damos otra ducha, nos ponemos en cuarentena durante, uh, un par de días al menos y luego ya veremos lo que hacemos.
Mi trasto. Penúltima fase: la fase alquímica. De mi riñonera selecciono con mucho cuidado dos viales que he estado cuidando como oro en paño todo este viaje, y que me parece un milagro que no me hayan hecho volar por los aires con los meneos que me ha pegado la coneja en este tiempo que hemos estado peleándonos. Con muuucho cuidadito, descorcho ambos de los viales y los coloco cada uno en su sitio, donde el líquido se vierte en el interior de mi cañón para mezclarse, hmmm, cuando estén un poquito más lejos de nosotros; y el último paso que me queda es... El ingrediente mágico.
Extiendo la palma de mi mano y dejo que una de las patas de Cáncer haga en ella un corte amplio y profundo. En seguida mi sangre comienza a fluir de la herida, sangre de un color rojo intenso y luminoso. Sangre de phy. Qué tanto podría llegar a pagar la gente apenas por unas gotas.
Acerco la mano al embudo del cañón para poder dejar que mi sangre se vierta en su interior, dándole la energía que necesita, y en seguida este empieza a encenderse y cargarse, con un fuerte ruido que para mis oídos es la más hermosa de las melodías...
-¡No, no, no, no, ¡NO!! -Escucho a la coneja gritar al darse cuenta de lo que estoy pasando y me giro a ella. Ha conseguido deshacerse de las arenas movedizas de Chloé y de hecho parece estarse valiéndoselas bastante bien contra ella...
Cuando la bruja se tira sobre ella (por qué ibas a hacer eso, Chloé, si lo tuyo es la magia y ella claramente te supera en todos los aspectos físicos), Ykhar simplemente le sacude un codazo para tirarla al suelo, y la nariz de Chloé empieza a sangrar al igual que su labio cuando ella cae sobre la arena con un sonido gutural que denota dolor.
-¡Sea lo que sea que pienses hacer con eso, no pienso dejarte hacerlo! -De nuevo grita, ahora lanzándose directa a mí... No puedo dejar que toque el cañón en lo que termina de prepararse.
-¡Leo! -Vuelvo a invocar a mi escudo y lo coloco frente a mí, protegiéndonos a mí y al cañón de las patadas de la coneja. Las patas de Cáncer tratan de clavarse con fuerza en la arena para darme más resistencia, pero desde luego no es el terreno idóneo y poco hacen, causando nada más que me resbale hacia atrás cuando las botas de la coneja golpean la chapa de mi escudo. El pobre tiene que tener el morro achatado ya de tanta patada, voy a tener que arreglarle luego...- ¡Cáncer! ¡Escorpio!
Recojo las patas de Cáncer y dejo que mi cinturón cobre vida con la cola de Escorpio, esperando ser capaz de pegarle un pinchazo a la coneja para que se este quietecita de una vez, porque no se me ocurre otra forma de lidiar con ella, la verdad.
-Ya sé lo que hace esa cosa, ¡y no me apetece probarla de nuevo! -Se queja ella.
-¿Le tienes miedo a las agujas? -Me burlo- Es un pinchacito de nada...
-¡Eo! -Por detrás de la coneja, Chloé vuelve a ponerse en pie, llena de arena, con la cara ensangrentada y una expresión de bastante mala leche- ¡Que esto es un dos contra uno, bonita, que no se te olvide! Pienso DESTROZARTE -Tampoco hace falta ponernos... Tan... violentos...
Chloé hace un gesto con las manos, y las arenas bajo Ykhar se agitan, a lo que ella responde pegando un salto hacia atrás, evitando la espina arenosa que surge de donde estaba ella previamente. Debe decidir que librarse de Chloé es su prioridad antes de lidiar conmigo, porque a por ella se lanza, aterrizando grácilmente en la arena frente a ella y no dándole un momento de pausa a Chloé antes de recoger una de sus piernas por un instante y al segundo lanzar una patada directa a su estómago que tiene pinta de doler bastante, y que juraría que causa que a Chloé se le escape el aire de los pulmones.
Recojo a Leo por ahora y presto atención al combate, pensando en cómo intervenir. No sé por qué Chloé insiste en quedarse tan cerca de nosotros, si ella debería atacar a distancia, pero eso desde luego está jugando en su desventaja, porque la coneja no deja de desquitarse con ella, y mientras le pega palizas Chloé no puede hacer demasiados de sus trucos de magia.
No quiero alejarme demasiado del cañón: temo que si lo hago la coneja se acerque a él de dos saltos y me lo reviente de una patada... Maldita sea, si tuviera a Géminis terminado podría hacer algo a media distancia, pero no lo tengo, así que o me meto con ella o...
Escucho un grito venir de Chloé cuando la coneja la tira al suelo una vez más, después de haberle atizado otra buena ronda de patadas. Me siento fatal habiéndome quedado como un pasmarote sin hacer mucho, a pesar de que el ronroneo de mi cañón trata de tranquilizarme y decirme que tengo otras cosas a las que atender, pero... Chloé...
-¡Y a ver si te dejas ya de hacer truquitos de magia! -Grita la coneja antes de, con firmeza, pisotear una de las muñecas de Chloé.
Escucho el sonido inconfundible del hueso quebrándose y luego el grito de dolor terrible de Chloé, que me hiela la sangre en las venas. Es verdad que Chloé es... Rara, en muchos aspectos, y que puede ser cruel y que- Miara, me da igual, no se merece esto, y se supone que somos aliados así que no voy a quedarme mirando...
-¡Virgo!
Grito esto según saco la empuñadura de la espada de mi cinturón, y de ella en seguida surge el resto del arma, con la que me dirijo directamente hacia la coneja. No debe esperarme, porque pone cara de sorpresa y me esquiva en el último segundo, con lo que apenas consigo cortar un mechón de pelo pelirrojo cuando hago mi ataque. Mira, ahora vas a tener el pelo asimétrico, espero que estés contenta...
Vuelvo a atacar, blandiendo mi espada para hacer un ataque en vertical con la misma sobre ella, pero consigue pararlo al levantar su pierna y hacer chocar el metal de mi espada con la suela de sus botas.
-Oooh, son resistentes -Parece satisfecha al decir eso.
-Por supuesto q-¡Las he hecho yo, sabes! -Protesto, algo indignado ante que se pongan en duda mis habilidades- ¡No vas a encontrar mejores botas de batalla en todo Eldarya!
-Mira qué bien. Así voy a poder mandaros a ti y al resto a la cárcel de una patada en el culo sin ningún problema.
Khär-zell.
No quiero volver allí.
No otra vez. Aunque esta vez sí que me la merezca.
Mis manos se aprietan con un poco más de fuerza al mango de mi espada y hago el siguiente ataque. Trato de mantenerla ocupada por todos los medios posibles: Mi espada es una amenaza directa que no le da descanso, mientras que mi cola de Escorpio está atenta y preparada a que ella dé un paso en falso para atizarla con el tranquilizante. Ella claramente tiene cuidado para evitar que eso ocurra, y con todo y con eso, demuestra ser claramente superior a mí en términos de combate, como podría esperarse de alguien entrenado por la Guardia de Eel contra un tonto con una espada en las manos.
Al final, no le cuesta encontrar la forma para poder atizarme una patada al estómago, y en lo que me estoy doblando de dolor con ello, me arrea otra directa a la cara, golpeando mi mandíbula con su talón, y el dolor me sacude inmediatamente y me hace caer al suelo, dejando que Virgo se escape de mis manos cuando eso ocurre.
No, no, no, no...
Hay un pitido extraño en mis oídos, pero no dejo que eso me distraiga. Trato de recuperarme lo antes posible, compruebo que mis gafas no hayan sufrido daños y busco con la mirada a la coneja para poder defenderme de su siguiente golpe...
Salvo que ya no va a por mí.
En su lugar, la coneja está corriendo en dirección a mi cañón.
Oh, no. No.
No puedo dejarte.
No voy a dejarte.
-¡Naranja!
Grito, y la voz no me tiembla y no tartamudeo, porque en mi cabeza hay un único pensamiento.
Al reconocer mi voz, sus botas se desactivan, ante la mucha sorpresa de Ykhar, que pierde el pie ante el repentino cambio y cae al suelo. Desaparecen de repente, se convierten en los brazaletes que suelen ser antes de que el comando de voz les active. Yo he hecho esas botas. Y se las di a un enemigo. Sabiendo que iban a usarlas en mi contra.
No.
No vas a.
Voy a volver a.
Tengo que.
Lo siento.
Gèri, lo siento.
-¡Rojo!
Grito el segundo comando, y luego cierro los ojos.
Aunque lo hago, al escuchar la explosión la visualizo también en mi mente. No es muy potente. Pero sí lo suficiente. Lo suficiente para hacer algo que no quiero hacer, pero que he hecho.
Lo siento.
Soy una persona terrible. Lo siento.
Cuando se disipa el sonido de la explosión y el pitido en mis oídos inducido por el pánico y por el propio efecto sonoro, todo lo que quedan son los gritos de Ykhar. Gritos de confusión, de dolor, de terror.
Abro los ojos. Delante de mí, en la arena, no demasiado lejos, Ykhar sigue en el suelo. En su cara hay una expresión horrorizada, con ojos muy abiertos que están fijos en lo que queda de sus piernas, destrozadas después de la explosión.
No puedo contener el vómito que sube por mi garganta al ver la imagen, al oler la sangre, al escuchar su grito, y lo dejo caer sobre la arena frente a mí.
En cuanto sale eso, sale también toda la certeza que he tenido cuando he gritado el comando, y llega el arrepentimiento.
No.
No debería haber hecho eso.
No, no, no.
Soy una persona horrible.
Ellos son los buenos.
Ykhar era la buena.
Yo soy el malo.
Gèri, lo siento, lo siento; lo siento, Gèri...
Todo mi cuerpo tiembla con violencia cuando me acerco a Ykhar con pasos tambaleantes, entre balbuceos, mientras intento comunicarme con ella.
-L-l-l-lo sie-sien, l-lo sien... -No, no, no, soy horrible, esto es horrible, soy una persona horrible, Gèri va a odiarme por esto, no tendría que haberlo hecho, por qué lo he hecho- L-lo, lo sie- lo sient-to... A-... A-a-aún p-puede, p-puede arreglarse, p-puedo a-arreglarlo... -Puede hacerse, puedo hacerlo, tengo que arreglarlo, tengo que arreglarla, esto no es así, no quería hacer esto, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento- L-l-lo a-arreglaré, v-voy a. t-tus piernas, p-p-puedo, p-puedo hacerte o-otras, s-serán, serán, serán m-mejores, v-voy a arre- a arreglarlo, ¿v-vale? A-así que n-no, n-no grites, p-por favor, deja d-de gritar...
No deja de gritar. No deja de gritar.
Deja de gritar, por favor. Deja de odiarme. Voy a arreglarte. Voy a arreglarlo. Puedo hacerlo. Te haré piernas prostéticas, está bien, van a ser mejores, vas a poder saltar más alto y correr más rápido y a bailar mejor y-y, todo va a ir bien, todo va a ir...
Los gritos se detienen.
Lo hacen con una exclamación súbita cuando una espina de arena aparece atravesando el pecho de Ykhar desde el suelo, haciendo que la coneja exhale con sorpresa por última vez.
Después, la arena se deshace y cae sobre ella, dejando su cuerpo caer sobre el suelo sin vida alguna, aún desangrándose por las piernas que han quedado completamente destruidas en su parte inferior.
Siento una mano posarse en mi hombro. Aterrado, giro mi cabeza en dirección a la persona que lo haya hecho. Veo a Chloé, que me sonríe con completa amabilidad.
-Buen trabajo, Niels -Dice. Su voz resuena en mi cabeza de forma que por un instante es lo único que puedo escuchar-. Ahora, dispara ese cañón.
Disparar el cañón. Tengo que disparar el cañón.
-¡¡YKHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!!
Pero otro sonido mucho más fuerte reclama mi atención, menguando el efecto de sus palabras. El ogro, que desatiende completamente su pelea con Marie-Anne (que parecía ir yendo a favor del ogro, por las pintas que tiene ella) una vez se da cuenta de lo que le ha pasado a su compañera.
Veo algo siniestro aparecer en la mirada de Chloé cuando ella se gira hacia el ogro, y cuando levanta su mano sana de forma algo temblorosa, un patrón oscuro aparece sobre la arena, extendiéndose hacia el ogro...
-¡P... Piscis!
De forma que me adelanto.
Con mi grito, y apuntando mi brazo en dirección al ogro, se dispara la red de Piscis, que aunque un poco justa, parece ser lo suficientemente grande como para atraparle y sacudirle con el shock eléctrico que le tira al suelo, dejando que se electrocute a sí mismo mientras se revuelve cuando intenta salir. A pesar de eso, aún veo el patrón siniestro invocado por Chloé acercarse al otro...
-¡D-déjalo ya! -Grito, agarrándola por la muñeca. Su conjuro se detiene al instante cuando hago eso, pero su mirada irritada se clava en mí con intención casi asesina- N-n... No hace f-falta...
-Es un enemigo, Niels. A los enemigos se les mata. Como a ella -Con la cabeza señala en dirección a... No quiero mirar.
-N-nuestra m-misión hoy no era es-, esa... -Digo eso, pero... Lo sé. Sé que son nuestros enemigos, y que...
-Pues cumple la misión -Con gesto enfadado, se deshace de mi agarre-. Destroza ese dichoso edificio y vámonos de aquí. Estoy llena de arena y quiero ducharme.
-N-no le... m-mates...
-Está bien, no le mato -Pone los ojos en blanco-. Simplemente dispara el condenado cañón, ¿quieres?
-¿Qué ha pasado? -Marie-Anne llega al fin hasta nosotros, pasando de largo del ogro enfurecido que aún intenta deshacerse de mi red, sin éxito. Cuando ve a la coneja en el suelo, parece un poco echada para atrás- Oh.
-Dispara. El. Cañón. Niels.
Sí...
Tomo aire, a pesar de que con ello sólo me lleno los pulmones con el olor de la sangre que yo mismo he derramado, e ignorando el cuerpo de la pobre Ykhar, me acerco al cañón... Cuyo sonido me indica que ya está listo.
Escuchar ese ruido me calma, en parte.
Las máquinas no sangran. Las máquinas no se enfadan contigo ni te odian. No puedes esperar que una máquina te ame, así que no te decepcionas cuando no lo hacen. Las máquinas funcionan bien cuando trabajas en ellas y les prestas atención y mimo, no como las personas. Las máquinas nunca fallan por sí solas, eres tú el que les falla a ellas.
Es reconfortante poner mis manos sobre el cañón y sentir su calor. Es un calor distinto al de una persona, es uno mucho más familiar y que llega hasta la parte más profunda de mi pecho. Una de mis manos mueve la boquilla del cañón, la otra se coloca en el gatillo. Mi objetivo: La biblioteca.
Gèri, ya te he dicho que lo siento, ¿verdad?
Todo este tiempo, seguro que has creído en mi inocencia.
Te ha tenido que causar tantos problemas con la Guardia.
Siento haberte decepcionado. Lo siento tantísimo.
¿Podrás quererme incluso después de esto?
Incluso después de convertirme en el criminal que todo el mundo me acusa de ser.
Mi dedo aprieta el gatillo, y con un zumbido el proyectil mágico sale disparado a una velocidad terrible en dirección al zigurat en la distancia, perdiéndose en el aire.
Doy un paso atrás, calculando...
-¿Y ya está? -Escucho a Marie-Anne quejarse- Eso no parece haber sido m-
-Chloé, pon un escudo frente a nosotros -El tono de mi voz es lo suficientemente contundente como para que obedezca sin cuestionarme, y a un movimiento de su mano un escudo rosado aparece para cubrirnos-. Si no queréis quedaros ciegas, no miréis la explosión directamente.
Mis últimas palabras de advertencia antes de que finalmente mi proyectil detone y con un tremendo reverberar, la explosión haga efecto.
Se enciende en seguida y se hace enorme, engullendo por completo el zigurat y reduciéndolo a escombros en cuestión de milésimas de segundo. La explosión se repite, brillante y cegadora para quienes no tengan una protección similar a la de mis gafas, pero el espectáculo que yo veo, sin retirar la mirada en absoluto, es de lo mejor que he visto en la vida.
BOOOOOOOOOOOOOM.
Se escucha un fuerte sonido cuando se produce la detonación. El suelo tiembla levemente, las dunas del desierto se deshacen y se levanta una buena polvareda en todas direcciones. La onda expansiva resulta ser menor de lo que yo pensaba, pero aún así la siento golpear el escudo de Chloé, que no se quiebra, aunque ella lanza una exclamación de sorpresa. Lo que viene después es la tormenta de arena causada por la explosión, una fuerte polvareda que incluso con el escudo consigue alcanzarnos de alguna manera, y siento los granos de arena golpear mi piel con fuerza. Mi cañón, que había quedado fuera del escudo, es en seguida destrozado y mandado a hacer gárgaras por la arena.
Hasta ahí ha llegado el efecto, ¿uh? Eso ha sido... Muy potente.
...
Mi corazón late con fuerza.
Porque yo he hecho esto.
¿No es genial?
La potencia de la explosión. KA-BOOOOM. No ha quedado... No ha quedado casi nada. Si hubiera usado un poco más, podría haber hecho un cráter en la arena... Aaaah, me pregunto si podría hacer algo que directamente cambiase el desierto entero, no; por supuesto que puedo hacerlo, la cosa es el cómo, hmmmmm...
-Maaaaaaaaadreee... -Pasado el peligro, Chloé deshace el escudo y también admira la destrucción- No te voy a mentir, Niels, tenía mis dudas...
-¿¡No ha sido increíble!? -Me vuelvo hacia ella- ¿¡Has visto la potencia!? ¡Ah, ah; ha sido una pena que no hayáis podido ver la explosón! ¡Ha sido enoooooooooorme, BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM! Y los colores, y todo, y-y-y, cu-cuando luego ha venido todo hacia nosotros, ¡JA, JÁ!
-... Y yo que pensaba que eras el más normal de nosotros -La expresión de Chloé cambia un poco, pero no puedo leerla del todo-. Bueno, buen trabajo. Hemos terminado la misión. Vámonos a casa.
-¿¡A casa!? ¡Pero, pero, aún tengo qu-
-Con las ganas que tenías tú de que nos fuéramos... -Pero eso era antes de LA EXPLOSIÓN HAS VISTO LA EXPLOSIÓN VERDAD CÓMO NO PUEDE INTERESARTE LA EXPLOSIÓN AAAAAAAAAAAAAAAAAAAA- Estás demasiado excitado y es siniestro, vámonos de una vez que quiero ducharme -Peroperopero joooooooo...
... Quiero volar más cosas por los aires.
Y que la próxima cosa que vuele por los aires por favor no sea algo que pueda hacer que Gèri me odie.
-Niels -Cuando ya con resignación suspiro para ir a decirle a Chloé que nos lleve de vuelta al oasis, Marie-Anne llama mi atención tirando de la manga de mi camisa-. Una cosita...
¿Hm?
... Oh.---
(Narra Miiko)
-Y... ¿cómo volviste hasta la Ciudad de Oro?
Una vez Jamón termina su narración, de manera más o menos como puede a pesar de sus limitaciones del habla y de las interrupciones que ocasionalmente ha tenido que hacer para echarse a llorar (y que nadie ha cuestionado), me atrevo a hacer la última pregunta, tratando de usar el tono de voz más amable posible.
Aunque me cuesta, porque tengo un nudo en la garganta y los ojos llenos de lágrimas también.
Ykhar.
Han... Han matado a Ykhar.
A la dulce Ykhar, a la enérgica Ykhar. La persona más trabajadora que he conocido nunca, y quizá la más inteligente también. Amable y paciente con todo el mundo, siempre con ganas de aprender, siempre con ganas de ayudar. Ykhar. No hay nadie como ella en esta Guardia; no hay nadie como ella en este mundo.
Y ahora ya no está.
Nos la han quitado.
Porque yo di la orden de dejar que fueran al desierto.
-Jamón despertar en Ciudad de Oro -Él continúa su narración, haciendo una pequeña interrupción para sonarse la nariz. Tiene ya un ligero montoncito de pañuelos a un lado de su mesa. Nos hemos reunido en la cantina y la hemos cerrado al público, porque necesitábamos privacidad y algún sitio en el que sentarnos... No sé si yo hubiera aguantado de pie toda la narración-. No saber cómo. Gente de allí decir que llevar persona llamada “Li”.
-¿Li? -Ese nombre despierta la curiosidad de Leiftan- Li era... El encargado de la biblioteca, o algo así. Debería haber... Debería haber fallecido con la explosión.
-¿Quizá estaba de paseo cuando ocurrió, o algo? -Propone Nevra, aunque ni él se toma en serio su idea, por el tono en el que lo dice. Él también tiene algunos pañuelos a su lado de la mesa.
Leiftan y Valkyon se han mantenido más estoicos, lo que me sorprende un poco porque ellos dos eran mucho más cercanos a Ykhar. A Leift le he visto secarse las lágrimas en algún momento, pero su cara es más bien una de enfado, como si la situación, más que entristecerle, le causase una profunda indignación, y le entiendo. Valkyon... Valkyon me preocupa, porque sé que él e Ykhar fueron algo más que amigos en algún momento, pero ahora mismo tiene un semblante de piedra puesto. Quiero pensar que es porque, de nosotros, posiblemente sea el que más acostumbrado está a la pérdida, y que por ello está manteniendo la compostura, pero por supuesto que también tiene que dolerle, y mucho.
Kero se ha excusado de la reunión porque decía que tenía que digerir la noticia primero. Simonn ha hecho lo mismo, diciendo que él se encargaría de recibir al resto de gente que ha venido con Jamón y para tener a alguien de la Guardia Brillante que pueda dar la cara mientras estamos... “reunidos”.
Ezarel se ha ido con Eweleïn. Cuando todavía estábamos recibiendo la noticia ella ha debido de enterarse de que había vuelto el barco de Elsur y ha salido a recibir a Ykhar... Salvo que no había Ykhar que recibir. Allí mismo se ha roto, en mitad del sendero de los arcos, y Ezarel se la ha llevado a otro sitio un poco más discreto para poder hacerla compañía.
En resumen: Estamos todos en la mierda.
-Sea como sea -Sorbo por la nariz y aclaro mi garganta, porque recordar a Eweleïn llorando ha hecho que casi me eche a llorar yo otra vez-, es... Bueno que hayas vuelto con nosotros, Jamón. Y me alegro muchísimo de que estés a salvo.
-Pero Ykhar...
-Lo que ha pasado, ha pasado, Jamón -Le corto, pero puedo ver sus ojos llenarse de lágrimas de nuevo-. No pienses que es culpa tuya. Para nada lo es. Muchas gracias por ir a una misión tan arriesgada, y muchas gracias por volver a nosotros para contarnos lo que ha pasado. Sé que ha tenido que ser increíblemente difícil. Tómate unos días de descanso, ¿vale, Jamón? Recupérate de la misión. Deja que Karuto te consienta un poco, seguro que está deseando aprender más recetas veganas. Por ahora, ¿por qué no vuelves a tu habitación a deshacer la maleta, te das una ducha fresquita para quitarte el calor de Elsur y jugas un poco con tu familiar, que seguro que está encantado de verte? Nosotros vamos a hablar un poco más entre nosotros pero luego te llamamos, si quieres, para contarte cuál es el siguiente paso. ¿Te parece bien?
Asiente sin decir mucho más. Se pone en pie, tirando accidentalmente su silla al suelo (es algo pequeña para él) y ese accidente parece sentarle bastante mal, porque gimotea. Inmediatamente me pongo en pie para ir a recoger la silla por él, y después de hacer eso le doy el mejor abrazo que puedo darle.
Él me abraza también, sus fuertes brazos apretándome hasta un punto que es doloroso, pero no me quejo y dejo que me abrace con todas sus fuerzas y que gimotee sobre mí un poco, todo el tiempo que él necesite. Una vez consigue recomponerse un poco me suelta y, sin decir nada más, sale de la cantina.
Con Jamón fuera de la habitación, la tensión se reduce considerablemente, y se escucha el sonido de múltiples suspiros.
-Joder... -Nevra se deja caer de todo en la mesa, hablando directamente contra la tabla- Ykhar.
-Ykhar -Leiftan repite el nombre, como si fuera una palabra extraña y desconocida.
-¿Puedo pegarle un puñetazo a algo? -Pide Valkyon, que debe ser que desahoga sus emociones de la misma forma que hacía Lance porque lo aprendió de él, pero que al menos es educado para pedir permiso.
-No a la pared -Respondo. Si Lance dejaba marca, seguro que él también.
Ahora tenemos una mesa menos, o quizá tenemos una más si cuentas cada mitad como una mesa distinta, pero Valkyon parece haberse sacado algo del pecho al hacer eso y toma asiento en la silla en la que estaba yo antes, en lugar de volver a colocarse apoyado contra la pared.
-¿Y ahora qué? -Nevra vuelve a hablar, ahora apoyando la barbilla entre sus brazos, de forma que se le entiende un poco mejor.
-Ahora... -Tomo aire- Ahora, no vamos a hablar de la misión, ni de las consecuencias, ni de nada. Ahora, vamos a organizar un bonito funeral para nuestra buena amiga Ykhar, y vamos a tomarnos todos un día para recuperarnos de este golpe, ¿vale? -Todo el mundo parece conforme con lo que digo...
-No tenemos un cuerpo que cremar -Aunque Valkyon lanza una objeción-. Tuvo que quedarse en el desierto...
-No es... el primer funeral sin cuerpo que hacemos -Evito mirar a Nevra cuando digo eso.
-Quizá puedas hacer algo en su honor, Valkyon -Leiftan interviene-. Ykhar y tú erais amigos, ¿cierto? -El mencionado asiente escuetamente- Como todos sabemos que las palabras no son lo tuyo, ¿crees que podrías tallar una figurita o algo, en honor a Ykhar? Algo que la represente y que podamos usar durante el funeral como sustituto. También puede servir como... Ofrenda, o algo, un regalo de despedida.
-Hm -Valkyon vuelve a asentir. Es conocido que él trabaja en metal y calabazas, no en madera, pero tener un proyecto posiblemente sea una buena idea para él de momento-. De acuerdo.
-Nevra, ¿puedes... empezar a pensar tú en la ceremonia? -Ahora hablo yo, ya pensando en cómo repartir tareas para que todo el mundo pueda involucrarse un poco- Necesitamos tener preparadas las linternas de papel, y...
-Por supuesto -Se pone recto en su silla y asiente.
-Perfecto, gracias. Leift... -Le miro, y él me devuelve la mirada.
En sus ojos veo... Algo que no me gusta ver.
Reproche.
“Dije que no era seguro mandarles solos a la biblioteca. Tus órdenes fueron otras y ellos las siguieron. Mira lo que ha pasado”.
-Leift, ¿crees que tú pudieras ponerte en contacto con su madre? -Termino mi frase- Necesitaríamos... Informarla. Aunque, antes de eso... ¿Puedes ir a casa de Twylda y...? -Tomo aire- Preferiría que ella y Mery se enterasen antes del “comunicado oficial”. Mery es un poco pequeño para asistir al funeral, pero...
-No te preocupes, me encargaré de eso... -La mirada en sus ojos se vuelve un poco más amable. No es momento para reproches, ¿verdad? A pesar de que últimamente todo lo que me apetece hacer cuando veo a Leiftan es ponerme a gritarle.
-Gracias. Yo... Iré a hablar con Simonn para preparar el anuncio oficial, y luego nos pondremos también con... El funeral. Ykhar se merece lo mejor de lo mejor, así que... Hagamos algo bonito para ella, ¿vale?
Todo el mundo asiente, conforme.
Para Ykhar, sólo lo mejor.---
El resto del día, como podría esperarse, es una mierda. Convocamos un anuncio oficial antes de la hora de cenar, cuando Leiftan ya me ha confirmado que ya ha anunciado las malas noticias en privado a todos los que son pertinentes (un par de personas más se han unido a la lista, como Alajea o Erika) y cuando más o menos nosotros ya nos hemos repuesto del mal trago, le comunico al resto de la Guardia... Que Ykhar ya no está entre nosotros, y que todo el que quiera podrá atender su funeral mañana al amanecer desde la gran piedra. Nos reservamos los detalles de su muerte por respeto a su privacidad y a la de los involucrados, pero Ykhar murió peleando contra los enemigos de la Guardia de Eel, sin perder su coraje de Obsidiana ni siquiera después de tantos años sirviendo en la Guardia Brillante. La recordaremos por su personalidad inquieta, por sus tan entretenidas verborreas, y por ser la persona más amable y solícita de esta Guardia, siempre dispuesta a ayudar a todo el mundo.
Los que se llevasen bien con Ykhar se echan a llorar más tarde o más temprano durante el anuncio, y hay otras personas que no debían conocerla tan bien a los que no parece afectarles tanto, pero en general el tono de la Guardia es uno apagado y pesado a lo largo de la tarde después de eso. Karuto prepara para la cena la crema de zanahoria preferida de Ykhar y por una vez nadie parece quejarse del puré de verduras, y la gente se recoge pronto para irse a dormir, quizá porque no hay ambiente para jaleo nocturno, o porque quieran madrugar para asistir temprano al funeral.
En mi caso, yo tengo que quedarme un poco más tarde despierta. En parte porque me aseguro de hablar con algunas personas antes de que se haga de noche para asegurarme de que todo está bien (Valkyon parece entretenido haciendo su cosa para el funeral de Ykhar, Ezarel me asegura que Eweleïn está bien y que él también, porque está más enfadado que otra cosa; me gustaría haber hablado con la propia Eweleïn pero se ha ido a dormir pronto y me gustaría haber hablado con Alessa también pero no consigo encontrarle y no voy a poner a Simonn a buscarle porque sé que no le cae bien), y en parte porque me quedo intentando escribir algún tipo de discurso para decir mañana en el funeral.
Todo suena demasiado... Artificial, vacío. De Ykhar puedo decir mil cosas positivas, pero decírselas a la nada en vez de a ella misma no... No suena bien, de ninguna de las maneras, no importa las palabras que use, no importa las muchas veces que lo escriba.
Al final, decido dejarlo estar.
Y decido que es momento de ir a pelearme con Leiftan.
Me acerco a su habitación, contigua a la mía. Llamo a la puerta en la esperanza de que no se haya ido a dormir... Es un poco tarde, pero he preferido dejar esto para más entrada la noche por mis propios motivos.
La puerta se abre levemente y el rostro sorprendido de Leiftan me recibe al otro lado. Por supuesto que Leiftan duerme despechado, pero aprecio la decencia de que se haya puesto unos pantalones al menos.
-Um, Miiko -Parece completamente descolocado por mi visita-. No... te esperaba.
-Lo siento por no ser Ezarel -Bromeo, pero sin muchas ganas. Él pone cara de nervios-. ¿Estás... acompañado? -Niega con la cabeza. Vale... hubiera sido incómodo si tengo que decirle a sus dos parejas que nos dejen a solas en mitad de la noche- Vamos a hablar, ¿vale?
No es una petición, pero trato de decirlo con tono amable. Te he dado mil oportunidades para hablar, para venir a mí; pero... Las has rechazado todas, has salido huyendo cada vez que me he acercado a ti y has corrido a esconderte detrás de Erika, o Ezarel o quién sea para evitar que yo pudiera encararte. Así, que, aquí estoy. El peor día a la peor hora en el peor momento. Tú te lo has buscado, tú solito.
Entro a la habitación y a él no le queda otra más que dejarme pasar, cerrando la puerta detrás de mí. Examino con la mirada el cuarto por si su pequeño familiar endemoniado está aquí para morderme las colas, pero tiene pinta de que ha salido a dar un paseo nocturno y a causar destrozos en otra parte, lo cual es bueno.
Tomo asiento en la cama, deshecha, lo que me dice que ya estaba acostado, pero el libro en su mesilla de noche me hace pensar que dormido no estaba tampoco.
-De, uh... -Él parece un poco nervioso con todo el asunto- ¿De qué quieres hablar?
-Pues... -Tomo aire- Buena pregunta, porque llevo queriendo hablar contigo mucho tiempo pero ahora que por fin lo consigo, hay tantas cosas que no sé ni por dónde empezar.
-¿... es esto por Ykhar? -Tantea.
-No -Frunzo el ceño-. Espero que no, al menos. Sé que parte de ti me culpa por su muerte, pero...
-Eso no es verdad -En seguida me corta-. No te... No te culpo. Es verdad que estoy enfadado porque pienso que esto podría haberse evitado si en lugar de hacerte caso a ti me lo hubieran hecho a mí, pero no... No voy a culparte de lo que ha pasado, Miiko. Por supuesto que no -Ya... A mí no me lo ha parecido antes, pero bueno.
-Sobre eso, Leiftan -Mi tono de voz se vuelve un poco más... áspero-. Quiero... Hablarte de muchas cosas, pero vamos a empezar por Elsur. Donde han pasado... Muchas cosas raras, y eso ambos podemos reconocerlo.
-Si es sobre la biblioteca...
-Es sobre la biblioteca, y sobre otras cosas más -Le interrumpo-. Cuando volvisteis de Elsur, Alessa me dio un reporte general de la misión con sus observaciones y... Tuvo algunas cosas que señalar sobre ti.
-¿Alessa? -Ante la mención del psicólogo, frunce el ceño.
-Dice que en ocasiones te has mostrado... Poco cooperativo, evasivo, agresivo en ocasiones con respecto a ciertos temas, entre ellos Lucien y lo que pasó en la biblioteca.
-¿¡Agresiv-¡Miiko! -Parece ofendido por lo que le digo...- Creo que podemos coincidir en que “agresivo” no es una palabra que me defina.
-Cierto, y por eso me ha llamado la atención. Pero el resto... -Lo dejo un poco en el aire- Tengo que coincidir. Porque llevo un tiempo notándote... Raro, Leiftan. Siempre has sido... Distante, en algún sentido, porque nunca parece que hayas querido acercarte a nadie más que a Lance, pero...
-No me digas que es porque me he echado novia, Miiko -Resopla-. Las relaciones no están prohibidas dentro de la Guardia, tendríamos que detener a Nevra si fuera así.
-¿Quieres por favor dejar de ponerte a la defensiva? -Me agito un poco en mi asiento, algo irritada ya de que no me deje decir todo lo que quiero- No, no es por tus novios, aunque la verdad es que me parece raro lo mucho que te has obsesionado con Ezarel de la noche a la mañana, pero no te voy a juzgar por eso porque no es asunto mío con quién te acuestas o te dejas de acostar; lo que es asunto mío, como tu jefa y como Líder de la Guardia de Eel, es que últimamente parece que no estás... Siento todo lo cooperativo que puedes con la Guardia.
-¿¡Disculpa!? -Eso parece ofenderle de verdad, y también sorprenderle- Miiko, sabes que la Guardia de Eel es mi vida, y por ella me he desvivido. ¿Que no soy cooperativo? ¿Qué significa eso? Yo creo que cumplo bastante bien mis labores en la Guardia Brillante, e incluso las que no son exclusivamente esas, ¿o te crees que organizar una excursión al desierto es fácil, eh? -No estoy diciendo eso...- Ah, y, por cierto, si quieres hablar de mi trabajo en la Guardia, déjame decirte que tengo la sensación de que muchas de mis responsabilidades últimamente han sido relegadas a Simonn...
-¿Y eso quiere decir? -Empieza a cansarme ese discursito victimista.
-Que no te creas que no me doy cuenta de que me estás reemplazando, Miiko. Por otra persona más “cooperativa”, quizá.
-Leiftan -Suspiro su nombre, más que decirlo-, no te estoy “reemplazando”. Simonn se ha ganado su puesto en la Guardia Brillante con su propio esfuerzo, y como miembro de la misma, tiene tareas nuevas que antes eran tuyas, y de hecho juraría que puedes darle las gracias de que él las haga porque así puedes pasar más tiempo tonteando con Erika por los pasillos -Va a responderme a eso, pero le corto poniéndome en pie y extendiendo un dedo en su dirección-. Pero no vamos a seguir por ahí. Leift, no he venido a antagonizarte ni a nada similar, ¿entendido? No vengo a pelearme contigo, no vengo a echarte la bronca, no vengo a hacer nada de eso.
-¿Entonces qué quieres, Miiko? -Él hace un gesto aburrido, cruzándose de brazos- Ve directa al grano.
De acuerdo. Directa al grano entonces.
-Quiero que me cuentes tu secreto, Leiftan.
La habitación se llena con un silencio tenso en cuanto digo esas palabras. La expresión de su cara cambia por un instante, parece que al miedo por un segundo, luego a una frialdad pétrea. Aprieta los labios, como para contener las palabras, de modo que soy yo la que sigue hablando.
-Sé que estás ocultando... cosas, Leiftan -Hablo casi resignada-. Es obvio. Que me ocultas algo a mí, que se lo ocultas a la Guardia, que se lo ocultas a todo el mundo. Y yo quiero saber... Quiero saber qué es, Leiftan. Porque no...
Tomo aire.
-No puedo confiar en ti.
En sus ojos aparece... Un relámpago de dolor.
-Quiero hacerlo, con todas mis fuerzas -Sigo hablando-. Pero no puedo, porque ahora mismo no soy capaz de fiarme ni de mi sombra y, Leift; tú y yo somos amigos, llevamos trabajando para esta Guardia tanto tiempo... Me parte el corazón, te prometo que lo hace, tener que estarte diciendo esto, pero no puedo confiar en ti sabiendo que hay algo que ocultas.
-¿No confías en mí, Miiko? -Su voz suena... dolida. Yo niego con la cabeza- Por... ¿por qué? Como tú lo has dicho, llevamos... Llevamos trabajando juntos tanto tiempo. Sabes todo lo que he hecho por esta Guardia, sabes q-
-¿Pero qué más hay de ti, Leift? -Le corto, ahora con un tono de desesperación en mi voz, y me acerco a él un par de pasos- ¿Quién eres? ¿Cómo acabaste en la Guardia, de dónde vienes, qué hubo antes? ¿Por qué no se sabe nada de ti? ¿Por qué no hablas de eso nunca? No se sabe nada de tu pasado, tu expediente; Leiftan, tu expediente está vacío, como si no hubieras existido antes de todo esto. Y, y a lo mejor no significa nada, a lo mejor es una tontería, pero yo necesito saber, Leift. ¿Quién eres?
De nuevo, hay silencio. En mi voz se vuelca la frustración y el dolor que llevo conteniendo todo este tiempo, sabiendo que hay algo en Leiftan que no encaja, que falta una pieza del puzle, y que no la vo a encontrar nunca porque él se rehúsa a dar respuestas y a hablar de sí mismo.
No sé si mis emociones son capaces de llegar a él. No sé leer la expresión que hay en su cara, no sé qué significa la mirada que me dirige.
-Soy... yo -La voz le tiembla un poco cuando pronuncia esas palabras-. Leiftan. Leiftan el lorialet. Nadie más.
Tengo... ganas de pegarle. Me lanzo sobre él y él no opone resistencia alguna cuando lo hago, golpeando sus expuestos pectorales con un puñetazo... Frustrado, débil y cansado. Como yo.
-No lo eres, Leiftan -Hablo ya rendida, desesperada, y completamente destrozada por el hecho de que me haya mentido a la cara-. No eres un lorialet.
La mentira obvia. Leiftan no es un lorialet, y todo el mundo que sepa lo que es un lorialet debería saberlo. Pero ahora es más obvio que nunca con Julia en la Guardia. Ella es una lorialet de verdad, de piel pálida y cabellos y ojos plateados. Leiftan... No lo es.
-Sabes que eso es una mentira -Continúo hablando-. Y yo no puedo creérmela más. No sé por qué mientes, si es por miedo, si es por algún complejo, si es porque... La verdad te pondría en peligro. No lo sé. No... no tienes que contármelo todo, Leiftan. Pero, por favor. Admítelo. Admite tu mentira. Dame algo para confiar en ti. Por favor...
Levanto la mirada hacia él. Mis ojos están llorosos a estas alturas. Ha sido un día largo y cansado, con demasiadas emociones negativas, y tener que pelearme con Leiftan es una de las cosas más duras que he tenido que hacer como Líder de Guardia.
-Por favor.
Sus ojos conectan con los míos. Juraría que están... Llorosos también. A ambos nos duele esta conversación. Nos duele muchísimo.
Con gesto amable, la mano de Leiftan coge el puño que he estampado en su pecho y lo retira de allí.
-Soy...
>>Soy un lorialet, Miiko.
Mi corazón se hunde en mi pecho. ¿Por qué...?
-Un lorialet de luna nueva.
Y mi pulso se detiene. Ahora mis ojos le miran con esperanza, pero en sus ojos... Veo... ¿dolor?
-Los lorialets de luna nueva no son como los demás. No sé si hay más como yo. Nadie más los conoce. Por eso, nadie me cree cuando digo que soy un lorialet. Nadie me creyó cuando era un niño. Nadie creyó a mi madre. Su pareja no la creyó y la abandonó. Mi madre me odió por ello. Todos los días de mi infancia, odió mi existencia. Odiaba los rumores en la calle. Odiaba las miradas que le lanzaban. Odiaba a la luna. Me odiaba a mí. Me odiaba tanto, tanto le repugnaba mi existencia, que decidió quitarse la vida delante de mí.
>>Me salvó de morirme de hambre un hombre llamado Roy. Era miembro de la Guardia Obsidiana. Me crió como si fuera mi padre. Me trajo aquí. Me uní a la Guardia. Fin de la historia.
Escucho la historia conteniendo la respiración, casi. Eso... Eso es horrible. Evidentemente eso es algo de lo que nadie querría hablar... Este es... ¿este es su secreto?
-Leift...
-¿Contenta, Miiko?
Su mirada taladra la mía. De pronto, tengo... Miedo. Me siento mal. No tenía que haber venido a preguntar. No tenía que haber hecho esto. Tenía que haberle dejado en paz.
-¿Contenta? Ya te lo he dicho. Mi secreto. La cosa que más me duele en este mundo. ¿Estás ya satisfecha? ¿Puedes irte a dormir en paz por la noche? ¿Puedes confiar en mí ya, habiéndome forzado a contarte lo que no le he contado a nadie?
-Lo... -El agarre que tiene en mi muñeca de repente es... Bastante fuerte- L-lo siento mucho, Leiftan, yo...
-Vete de mi habitación, Miiko. Quiero irme a dormir.
Con la mano libre abre la puerta tras él, y en un gesto bastante más brusco de lo que esperaba de Leiftan, él me empuja fuera de su cuarto, haciéndome algo de daño, y luego cierra la puerta rápidamente, haciendo con el sonido que se ahogue el grito que hago al intentar llamar su nombre.
Me quedo frente a la puerta cerrada unos minutos sin saber lo que hacer, completamente devastada. La... la he liado, ¿verdad? No tenía que haber... No esperaba... Oh, soy... Soy estúpida.
Con las lágrimas ya escapándose de mis ojos, vuelvo hacia la puerta de al lado, la de mi habitación, y allí entro para poder tirarme en la cama y esconder la cara entre las almohadas.
Lo siento, Leift. Lo siento muchísimo.
Parece que, haga lo que haga, soy incapaz... Soy incapaz de hacer nada bien. Pensé que preguntar sería algo bueno, pensé que, pensé que si me enteraba de qué es lo que le pasaba a Leiftan, si pudiera entenderle mejor... No sé qué pensaba.
Quizá esperaba que me dijera que él es el topo que tan desesperadamente estoy buscando.
¿Tan desesperada estoy? ¿Tantas ganas tengo de convertir a mis amigos en enemigos? ¿Por qué no puedo simplemente confiar en ellos? ¿Por qué tengo que ver sombras en todas partes? ¿Por qué soy así? Ahora, quizá haya empañado mi relación con Leift para siempre...
Y eso es quizá más doloroso que si hubiera resultado que él era de los malos. Porque yo puedo perdonar la traición, pero no sé si él podrá perdonarme a mí.
Toques en la puerta. Levanto la cara de mi almohada, sorbiendo por la nariz. En algún momento he empezado a llorar de verdad, y mi cara tiene que dar pena ahora mismo, o al menos yo me siento bastante penosa.
-¿Q- quién va? -Tampoco es que pueda rechazar visitas... Sigo siendo Líder de Guardia, corazón roto o no.
No obtengo respuesta. En su lugar, la figura de Simonn aparece en mi cuarto cuando los ya familiares polvos dorados se cuelan por debajo de la puerta. Le miro sin saber qué decirle durante unos instantes, y él hace lo mismo, simplemente devolviéndome la mirada.
-¿... has escuchado todo eso? -Pregunto, pensando en mi conversación con Leiftan.
-No... Parecía un tema privado, así que no he querido entrometerme -Ah... Hasta siendo un cotilla de primera categoría, tiene estándares-. Pero sé que habéis discutido. Y que ahora estás llorando.
-Es culpa mía -Me incorporo en la cama, llevándome la almohada conmigo para poder abrazarla-. He hecho algo mal y Leiftan se ha enfadado conmigo. Y con motivo.
-Bueno, pues yo estoy enfadado con él... -Que diga eso me sorprende un poco, porque no entiendo a qué viene- No puedo perdonar a alguien que haga llorar a mi princesa.
La estupidez de la frase hace que se me escape una medio risa. Me doblo sobre mí misma y de nuevo me echo a llorar, pero ya no sé por qué, simplemente porque me siento mal. Siento el peso de Simonn en la cama y su presencia reconfortante cuando se coloca a mi lado, pasando un brazo sobre mis hombros, y yo le dejo hacer, sin que ninguno de nosotros diga nada.
Lloriqueo sobre la almohada aún un rato, pensando en muchas cosas. En Ykhar, en Leift, en lo estúpida que soy y lo muy mal que lo hago todo y cómo estoy arruinando esta Guardia poco a poco, y en muchas otras cosas sobre las que he llorado muchas más veces en otros momentos de mi vida.
Al final acabo tumbada en la cama, en brazos de Simonn, acurrucada contra su pecho, con sus dedos pasando por mi pelo en forma de caricias tranquilizadoras. Aún llorando, aún con hipos, pero... No estoy sola.
-¿Quédate conmigo hasta que me duerma? -Le pido.
-Por supuesto -Le siento besar mi frente, y reconozco que el gesto ayuda a recomponer un poco de mi corazón roto-. Me aseguraré de comerme todos tus sueños tristes esta noche. Sólo sueños felices.
-¿Puedes hacerme soñar con Ykhar?
-Mis poderes no funcionan así... Pero veré lo que puedo hacer.
-Gracias...
Y la última palabra que sale de mis labios se rompe, porque de nuevo empiezo a llorar. Me abrazo a Simonn con fuerza, y él corresponde el gesto, y así permanecemos, durante el tiempo que haga falta, hasta que el sueño me reclame.---
(Narra Ezarel)
Quién cojones llama a mi puerta a estas horas me cago en- Soy un elfo DIURNO joder, deberían de saberse ya estas cosas...
Me levanto de la cama peleándome con las sábanas y con mis párpados que no quieren abrirse, me sacudo un golpe contra la mesilla en toda la rabadilla, y llego a la puerta casi cojo y ciego, pero consigo abrirla.
Leiftan.
Antes de que me dé tiempo a hacer preguntas ya ha entrado en la habitación, cerrado la puerta y embestido contra mí en un abrazo para el cual no le he dado consentimiento.
-Leiftan -Gruño su nombre, espabilado de repente ante el pánico que me ha provocado el abrazo sorpresa-. ¡Leiftan! ¡Eh!
Cuando hago el gesto de ir a apartármelo de encima, veo su cara. Ojos rojizos de los que salen las lágrimas, mejillas rojas también, y labios irritados y mordidos fruncidos en una mueca de terrible lástima. Me suena la imagen, porque es la que llevo viendo en la cara de Eweleïn todo el día.
-¿Qué ha pasado? -Pregunto, en un tono más... razonable, aunque aún estoy un poco molesto por la visita sorpresa y el abrazo, sobre todo.
-He discutido con Miiko -Ah. ¿Eso es todo? Yo lo hago a todas horas...-. Y la he mentido. Y creo que he arruinado nuestra amistad para siempre. Y me siento muy mal. Pue... ¿puedo quedarme contigo?
Qué... Ffff, no son horas para...
-¿Toda la noche? -Cuestiono.
-Al menos un rato...
Eso es algo más razonable...
Anticipando la jaqueca, me llevo una mano a la frente para masajearla. Evidentemente no le voy a pegar la patada, porque eso sería cruel, pero reconozco que no estoy lo suficiente emocionalmente involucrado como para sentir pena por él, al menos no todavía.
-Cuéntame qué ha pasado, ¿vale? -Le pido, y él asiente- Y luego. Ya veremos.
-Gracias, Ez.
Sí, sí...
Suspiro para mis adentros. Qué menos. Si ha venido a mí, es porque claramente este es un tema de los sensibles. Y si soy su único confidente de todo Eldarya para hablar de ello, entonces no me queda otra más que asumir la responsabilidad de secarle las lágrimas cuando lo necesite.
... aunque no sean horas.
Comentarios del capítulo
LO SIENTO.
LO SIENTO MUCHÍSIMO.
DE VERDAD QUE LO SIENTO.
YO NO QUERÍA.
PERO TENÍA QUE HACERLO POR LA TRAMA AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
En serio que no quería hacerle daño a Ykhar ;_; Pero tenía que hacerlo por varias razones, y, vaya, ahí está el resultado. Me he convertido en el monstruo al que juré derrotar.
Lo siento muchísimo y me disculpo.
Ykhar, te amo y te amaré siempre.
Vuela alto, angelito.
Bueno, bueno, y con eso...
Pos yastá (?
Ya nos veremos en el próximo capítulo, en dos semanas aprox. Oooooh, me pregunto qué cosas chulas traerá. Seguro que muchas :)
Anyways. Nos veremos ya. Recordad echarse crema solar, beber agua y tened cuidado con los carteristas si vais a ciudades muy pobladas a hacer turismo. ¡Hale! Chao, pescao. ¡Gracias por leer!
Desconectado
#124 El 18-08-2022 à 20h13
¡Saludaciones! ¿Cómo andamos? ¿Todo bien, todo correcto? Y yo que me alegro.
Eeeh, sé que vengo con una semana de retraso, pero han pasado cosas. El mismo día de subir el capítulo de repente me entró una fiebre tremebunda y me he pasé como cuatro o cinco días con 39º de fiebre en la cama llorando y alimentándome sólo de paracetamol. Juro que ha sido el espíritu de Ykhar maldiciéndome o algo, porque tuve pesadillas con ella la primera noche (no voy de coña, mi cerebro está tan obsesionado con las historias que escribo que a veces aparecen en mis sueños e incluso he sacado ideas geniales de esa forma, pero es la primera vez que un personaje viene a atormentarme por algo que le he hecho). Y luego, bueno. Me tomé demasiado relajadas mis vacaciones de verano. Mi partida de los Sims va estupenda, gracias por preguntar, los dos adolescentes han huido de sus padres abusivos y-
Bueno que eso que vengo con retraso y me disculpo, pero estamos aquí (?
---
Y no hay comentarios así que pasamos directamente al capítulo, supongo (?
Capítulo 25.3.-
(Narra Hiiro)
Miiko dijo que el funeral de Ykhar sería "al amanecer", pero el cielo todavía está oscuro cuando nos reunimos en la gran piedra a la mañana siguiente.
Aunque es terriblemente temprano, mucha gente se ha reunido aquí, con caras más o menos largas y algunos con caras de sueño, como es el caso de Ezarel, que está junto a Eweleïn en alguna posición honoraria de Guardia Brillante en primera fila. El resto más o menos nos agrupamos como podemos alrededor en un caos que nadie se molesta en ordenar, pero es un caos tranquilo. La gente está triste, cansada o simplemente se mantiene solemne. Los ánimos se mantienen apagados. Es, desde luego, ambiente de funeral.
En realidad, creo que nunca he estado en un funeral antes.
Lo más similar a uno quizá fuera cuando enterramos la marioneta que había sido el cuerpo de Henry, pero de eso no me acuerdo del todo porque juraría no estar completamente lúcido en esos momentos, entre mi llanto y lo muy estresado que estaba por todo lo que acababa de pasar.
Así que esta es mi primera vez teniendo que hacer esto y, la verdad, no tengo muy claro qué hacer. Simplemente me cuelo entre el montón de gente que ha venido a decirle adiós a Ykhar. Han colocado algo parecido a un ataúd junto a la gran piedra de la llanura de Eel y hay gente que se ha acercado para dejar ofrendas, en su mayoría flores o cartas, junto a ello. Se escuchan llantos ocasionales entre la multitud, y aunque yo no esté llorando, siento un nudo bastante desagradable en mi garganta.
Ykhar.
La noticia me llegó a través de Simonn, un poco antes de que Miiko lo hiciera oficial a todo el mundo. Ykhar y yo no éramos especialmente cercanos, es cierto, pero... Ha sido un golpe muy duro, sobre todo teniendo en cuenta las circunstancias de su muerte.
El Titiritero se ha cobrado una víctima más. Esta vez, una mucho más cercana al corazón de la Guardia. No ha sido... exactamente Él el que la ha matado, pero ha sido el que diera la orden en un primer momento, así que es igual de culpable que... Que el resto de la alianza villana, vaya.
Con los ojos busco a Gèrard entre la multitud. Incluso sin el traje de enfermero, es fácil reconocerle entre el gentío por el tono de su cabello, mucho más claro que el de otras personas. Tiene una mueca triste en la cara según mira hacia adelante, en dirección al ataúd sin cuerpo que es el centro del funeral. Miiko no compartió los detalles de la muerte de Ykhar cuando hizo el anuncio al general, así que posiblemente no sepa que Niels ha estado involucrado de primera mano en ello. No sé si que no lo sepa es mejor o peor.
La voz de Miiko cuando de repente empieza a hablar al general desde la piedra llama mi atención, y en seguida dejo a un lado todos mis pensamientos para prestarle atención a ella y al funeral. La ceremonia consiste en varias personas hablando sobre Ykhar, dando discursos en su honor o dedicándole algunas últimas palabras. Miiko es la primera en hablar, con tono solemne y una voz que no tiembla a pesar de la expresión lánguida de su rostro, y el suyo es un discurso sobre la valentía de Ykhar, lo muy agradecida que la Guardia le está por todo lo que ha hecho por ella, y lo muy agradecida que está Miiko por haber podido tener una amiga como Ykhar... El discurso no es especialmente emotivo, y tengo la sensación de que Miiko ha tenido que meterle a calzador lo de la Guardia de Eel para dar algún tipo de imagen, pero supongo que eso tiene sentido porque Ykhar era miembro de la Guardia Brillante y murió en una misión para la Guardia de Eel.
La siguiente en hablar es Eweleïn, que desde luego no tiene mejor cara que Miiko y que va acompañada por un Ezarel de soporte emocional que la ayuda cada vez que se le atragantan las palabras o las lágrimas le pueden, con caricias en el brazo y susurros de ánimo. El discurso de Eweleïn es muchísimo más emotivo que el de Miiko, y Eweleïn parece intentar buscar algún tipo de catarsis al decirlo, mientras habla de esta chica tan maravillosa a la que todos vamos a echar de menos, y de lo mucho que significaba para ella. Son las palabras de Eweleïn las que finalmente consiguen que el nudo en mi garganta se transforme en llanto, y trato de secar las lágrimas tímidas que salen de mis ojos cuando la escucho llorar por la mujer a la que tanto quería.
Eweleïn consigue terminar su discurso con esfuerzo y hecha un mar de lágrimas, necesitando una vez más la ayuda de Ezarel para volver a su su sitio, con el elfo pasando un brazo por encima de sus hombros y susurrando algo que hace que ella le abrace con fuerza.
Kero también tiene unas palabras que decir para Ykhar. Aunque no tan emotivo como el de Eweleïn, su discurso es también uno bastante sentimental, y en alguna ocasión se tiene que cortar él también para secarse las lágrimas antes de poder seguir hablando sobre la maravillosa Ykhar y todas sus muchas virtudes.
El último en hablar es Valkyon. Sus palabras son un poco más torpes, porque no parece saber cómo lidiar con toda la situación, pero consigue aún así decirle a Ykhar lo que quería decirle, apreciando su amistad y diciendo que la echará de menos. Aparentemente, ha hecho una figura de madera, una especie de tótem de conejo o algo, que va a ser el “sustituto” para el cuerpo de Ykhar durante el funeral. Intento ver la figura, tratando de ponerme de puntillas para ver por encima de los hombros de la gente frente a mí, pero no lo consigo así que me quedo sin verla.
Una vez todo el mundo ha terminado sus discursos, Miiko retoma la palabra de nuevo y da los últimos pasos del funeral, prendiéndole fuego al ataúd en el que debería ir el cuerpo de Ykhar (algo más bien simbólico en este caso concreto, supongo), y mientras las llamas reducen la madera a cenizas, varias personas lanzan al aire linternas de papel que, por lo que tengo entendido, se supone que serán las encargadas de guiar el alma de Ykhar hasta el más allá.
Todo esto es... Evidentemente, todo simbólico, y yo ya he aprendido que la muerte no funciona así exactamente, pero no voy a expresar mis dudas sobre la ceremonia porque, como ritual, es... Bonito, diría.
Hay gente llorando muy abiertamente en lo que las linternas se escapan hacia el cielo aún oscurecido, flotando suavemente gracias a la brisa marina de Eel, iluminando el camino hacia el más allá para que Ykhar no sólo no se pierda, sino que sepa que se va acompañada por la memoria de todos sus seres queridos.
Por mi parte, he conseguido contener las lágrimas después del discurso de Eweleïn, y simplemente miro hacia el cielo siguiendo con los ojos las linternas de papel que a pesar de su brillo se pierden en la noche, preguntándome dónde acabarán.
Sea como sea.
Lo siento, Ykhar. Siento que hayas tenido que ser una víctima más. Siento que no hayamos podido pararle antes de que tú tuvieras que pelearte con los suyos. Siento que tú y Jamón estuvierais solos ante el peligro. Los que te han hecho esto... Van a pagar por ello. No sé si eso traerá tranquilidad a tu alma o no, pero es lo único que puedo decirte.
Termino mi pequeña despedida mental y suspiro, devolviendo la vista a la tierra donde la gente, una vez ya dispersas las linternas por el aire y con el fuego del ataúd ya mermado y vigilado para apagarlo antes de que pueda esparcirse por donde no debe, comienza a abandonar la llanura, en dirección de nuevo al CG. Supongo que se ha acabado el funeral. Ahora a desayunar, el que tenga estómago para ello. A mí concretamente no me apetece mucho así que posiblemente por hoy me lo salte. Eweleïn desde luego no está en condiciones para echarme la bronca por ello.
Voy a empezar a cambiar hacia el CG, un poco incómodo sin saber si hablar con alguien o simplemente dejarlo estar y continuar con mi rutina como si no hubiera pasado nada (exactamente igual que como hizo todo el mundo después de la muerte de mi hermano, que pareció pasar completamente desapercibida en la Guardia), pero cuando voy a hacerlo Simonn se materializa de repente frente a mí, dándome un pequeño susto.
-¡Ah! -Pego un salto hacia atrás cuando el comesueños aparece de la nada.
-Perdón -Él se disculpa, parece que sorprendido con mi reacción. A estas alturas ya debería estar habituado a verle aparecer de la nada, pero es algo a lo que no consigo acostumbrarme-. ¿Cómo estás?
-Hmm -Me encojo de hombros, sin una respuesta clara para su pregunta. Aunque me pone triste toda la situación, Ykhar y yo no éramos especialmente cercanos, así que desde luego no soy el peor afectado por su muerte-. ¿Y tú?
-Triste, agobiado, estresado... -Y se le nota en la cara, donde falta su sonrisa habitual- Miiko ha dicho... Que los involucrados con El Titiritero tenemos que tener una reunión.
-¿Ahora, ya? -Parece un poco... pronto, y repentino. Acabamos de tener un funeral.
-Ahora, ya -Asiente levemente-. Dime qué quieres de desayunar y yo lo cogeré en la cantina para ti -Vaya, de repente Simonn es el chico de los cafés... Supongo que no me voy a saltar el desayuno entonces.
-No sé, un... -Me lo pienso- ¿Chocolate? Algo dulce -Él asiente.
-Algo dulce. Júntate con el resto, nos vemos luego en la sala del Cristal...
Sus últimas palabras parecen casi un susurro cuando desaparece en dirección al CG. Yo miro en dirección donde el grupito de la Guardia Brillante (+ Erika) ya se ha reunido, y a ellos me acerco, escuchando a Miiko hablar de que prefiere tener la reunión lo antes posible para quitárselo de en medio, se siente Ezarel pero no puedes volverte a dormir, ya sé que eres un elfo diurno pero mala suerte.
-Iba a estar con Eweleïn -Se queja el elfo que, quién lo diría, parece preocupado por Ewe.
-Oh -Eso parece contrariar un poco a Miiko-. Lo siento... Simplemente hay... Mucho de lo que hablar -Ezarel se encoge de hombros con eso-. Bueno, nos falta Hiiro, pero ya le he dicho a Simonn que vaya a buscarle así que ya le veremos en la sala del...
-Um, estoy aquí -Parezco sorprender a más de uno cuando hablo, debe ser que no me han visto porque estaba medio escondido detrás de Valkyon-. Hola.
-Buenos días... -Nevra saluda, y yo asiento levemente para responder a eso- Pues estamos todos, ¿no? A la sala del Cristal.
A la sala del Cristal nos vamos, pues, todos en marcha hacia el CG. Suspiro para mis adentros. El día acaba de empezar y ya estoy cansado, pero tengo la sensación de que no soy el único con ese problema en nuestro grupo.
Nos llevamos todos una sorpresa cuando al llegar a la sala del Cristal encontramos allí a Harim, que también parece sorprendido de vernos llegar a todos en grupo. Le he visto antes en el funeral presentando sus respetos a Ykhar... Teniendo en cuenta que murió en Elsur, imagino que debe tener alguna emoción al respecto.
-Mis disculpas, no era consciente de que teníais una reunión planeada... -Nos examina a todos con la mirada brevemente antes de terminar de posarla en Miiko- Seré breve. Primero de todo, quiero expresar mi más sentido pésame por la muerte de vuestra compañera. Quiero disculparme, también. Ella y Jamón viajaban en compañía de una escolta procurada por la Guardia Dorada, mi Guardia Dorada, y sin embargo no pudimos procurarles protección alguna. Lo lamento muchísimo.
-Lamentamos nosotros haber puesto en riesgo a vuestros hombres -Es Miiko la que responde, en tono pesaroso. No parece del todo cómoda con las palabras de Harim-. Los que atacaron eran enemigos de la Guardia, no de Elsur. Es culpa nuestra que esos guardias se vieran involucrados y perdieran también su vida...
-Incorrecto, esa gente es ahora enemiga directa de la Ciudad de Oro y de su Sulta -Frunce levemente el ceño al decir eso-. Ayer llegó junto al navío de Elsur una carta de mi Sulta, en ella expresa también sus condolencias por la pérdida de vuestra compañera, así como sus disculpas por no haber sido capaz de protegerla. Del mismo modo, en la carta se expresa que de ahora en adelante, la Guardia de Eel puede contar con todo el apoyo que Elsur y la Guardia Dorada puedan proporcionarle a la hora de capturar y castigar a estos criminales. En el momento en el que se atrevieron a derramar sangre sobre la arena de nuestro desierto, firmaron su declaración de guerra contra nosotros.
-Es... bueno contar con el apoyo de su Sulta de Elsur. Gracias, Harim -Miiko también hace una mueca-. Pero me temo que esta “guerra” no es algo tan sencillo. Aunque nosotros también queremos acabar con estos enemigos, nos es imposible. La principal razón para ello es porque son impredecibles. Nos es imposible saber dónde se encuentran en qué momento, o cuál va a ser su siguiente movimiento. Es por ello que no podemos ir a por ellos, sino que tenemos que dejar que ellos vengan a nosotros, y... Los resultados de ello son, lo admito, nada positivos para la Guardia.
-Entiendo -Él asiente de forma severa, a la vez que cruza los brazos a su espalda-. En ese caso, si se me permitiera, a título personal me gustaría poder ser de utilidad a la Guardia si uno de estos momentos llega. Si se me permitiera, me gustaría mantenerme alojado en Eel para poder reaccionar junto a la Guardia en caso de que estos enemigos hagan de sus... fechorías.
-¿Quieres unirte a la Guardia de Eel? -Nevra habla con sorpresa, y Harim frunce más el ceño al oírle.
-Eso no es lo que he dicho... -Parece que hasta le molesta la idea, vaya- Simplemente quiero... mantenerme cerca. Si eso fuera posible.
-¿Y qué piensa tu Sulta de eso? -Ezarel interviene, colocando una mano en su cadera- ¿Está de acuerdo con que su mano derecha, izquierda, sus ojos en el cielo y su marido favorito se quede en otro continente en vez de volver al nido?
-Khash... -Por un momento se lo piensa, como si no supiera exactamente qué decir- Estoy seguro de que mi Sulta... Entenderá las circunstancias.
-Oh, no -Miiko frunce el ceño-. No voy a arriesgarme a otro incidente diplomático porque tu Sulta se piense que te hemos secuestrado o algo.
-Escribiré una carta explicando la situación -En seguida responde a eso-. Me encargaré de que no haya ningún malentendido al respecto... Que quede constancia de que mi decisión de quedarme en Eel es por mi propia voluntad.
-No nos estás intentando usar como excusa para escapar de la opresión de Elsur y de une Sulta emocionalmente abusive, ¿no? -Cuando Ezarel plantea la pregunta, en la cara de Harim aparece una mueca de enfado, y ni siquiera se molesta en responder a eso- Vale. Sólo para asegurarnos...
-Eres... -Miiko toma aire antes de suspirar- Bienvenido en Eel si así lo quieres, Harim, pero vamos a tener que hablar mejor de esto en otro momento. Si pudieras esperar a que nosotros tengamos nuestra reunión, después podemos debatir qué hacer con tu situación, si no te molesta.
-Por supuesto -Hace un gesto que es medio asentimiento medio reverencia, y comienza a dirigirse hacia la salida de la habitación, mientras que el resto hacemos lo contrario y comenzamos a desperdigarnos por el interior de la sala para prepararnos para la reunión-. Gracias por tener en cuenta mi petición... Y perdón por las molestias.
-¿No tienes ningún comentario final esta vez? -Tantea Nevra, y Harim se lo piensa un segundo.
-No, creo que no.
Con eso, termina de salir de la habitación y nos abandona. En el suspiro que le escucho a Miiko intuyo que no le termina de convencer del todo la idea de Harim y que preferiría que se fuera a la Ciudad de Oro y dejase la Guardia en paz, pero a lo mejor me lo imagino y simplemente es que su manera de suspirar es así. Cuando la miro, veo que Miiko... Tiene mala cara, la verdad. No es su irritación usual, sino que en su rostro veo un cansancio bastante profundo. Todo lo sucedido en las últimas veinticuatro horas parece haber conseguido agotarla.
-Bueno... -Habla con tono un poco dubitativo al principio- Sobre lo que quería hablar...
-¿No vamos a esperar a Simonn? -Cuestiona Erika, y Miiko hace una mueca, como si se hubiera olvidado de la existencia del comesueños.
-Ah, sí, Simonn...
Simonn no tarda mucho en llegar, afortunadamente, y cuando lo hace es con una especie de carrito en el que trae el desayuno de todo el mundo... Junto con algunos extras, y ya sé que antes he dicho que no tenía ganas de desayunar pero le he echado un ojo a una napolitana de chocolate y he cambiado de idea.
El desayuno parece ponernos de mejor humor a todos. Miiko al menos parece un poco más enérgica después de atragantarse con varias piezas de bollería distintas, y cuando la reunión empieza al fin (con todo el mundo aún desayunando, vaya), su voz tiene algo más de fuerza.
-Bien... tenemos que hablar de lo que ha pasado en Elsur, queramos o no. Obviando... lo de Ykhar, me temo que ese no es el único desastre que ha ocurrido durante la misión.
-La biblioteca -Valkyon señala lo obvio, y Miiko asiente.
-El phy se encargó de volarla por los aires, de alguna manera -Miiko frunce el ceño. Jamón no fue especialmente descriptivo a la hora de explicar qué fue lo que causó que la biblioteca volase por los aires... Aparentemente, la onda expansiva de la explosión le hizo perder el sentido-. Parte de mí quiere enviar un equipo a Elsur para medir los daños, pero otra parte... Bueno.
-Creo que podemos olvidarnos de esa biblioteca -Ezarel niega con la cabeza. La presencia de la bollería y el azúcar parecen haberle despertado del todo-. Se ha desvanecido en el aire igual que como apareció. Poof -De forma dramática sopla sobre su ensaimada, creando una nube de azúcar glass en el aire.
-Así que podemos olvidarnos de los secretos que se ocultaran ahí dentro -Erika pone mala cara-. Guay, genial. No sólo no hemos conseguido ninguna respuesta, sino que tenemos más preguntas todavía.
-Y se ha perdido una cantidad de información invaluable que vete a saber cuánto tiempo llevaba allí escondida sin que nadie le sacara provecho... -Leiftan también hace una mueca triste, mordiendo en su tostada con un crujido. Me molesta un poco el hecho de que se la esté comiendo sin mermelada alguna, simplemente pan tostado, por alguna razón.
-Vuelta a no tener ni idea de por dónde agarrar a El Titiritero, entonces -Miiko hace una mueca resignada.
-Eso no es... del todo cierto... -Ezarel parece pensar en algo, pero por un momento parece que habla más bien para sí.
-Bueno, a mí me apetece agarrarle de los pelos -Simonn intenta aligerar la conversación con su comentario-. Tiene mucho pelo, la verdad.
-Creo que simplemente da esa impresión porque parece que nunca se peina -Erika frunce el ceño, claramente juzgando a El Titiritero y sus hábitos en su mente-. Siempre va todo despelucado por ahí, para alguien que cuida tanto su imagen.
-¿Quizá el sombrero sea para distraer del hecho que va despeinado? -Teoriza Valkyon... Tomándose esto más en serio de lo que nadie debería-. Distrae del resto de su cabeza.
-¿Más que las cicatrices que le cruzan media cara y el ojo negro? -Me atrevo a cuestionar. Si hay algo que llame la atención de El Titiritero es eso y no su sombrero.
-No, no; yo juraría que el sombrero es simplemente por efecto dramático, siempre lo usa para darse aires de importancia -Erika continúa con el debate del sombrero-. Y hablando del estúpido sombrero, ¿¡por qué nunca se le cae!? Por mucho que nos andemos peleando con él, parece que lo tiene pegado en la cabeza o algo. Sigue la misma lógica que el abrigo de Leiftan.
-¿Disculpa? -Parece tomado por sorpresa cuando se le menciona- Mi abrigo no-
-El abrigo está imantado -Desvela Ezarel, y varias voces expresan su shock con distintos sonidos de exclamación. Leiftan le lanza una mirada avergonzada, como el mago cuyos secretos han sido desvelados-. ¿Verdad? Es un fraude. Todo apariencia. Seguro que ese sombrero también tiene truco de alguna manera.
-¿Q-quizá use uno de sus hilos para tenerlo, como, atado alrededor de su cabeza, o algo así? -Miiko... Tú también no...- Y por eso no se le cae nunca...
-¡Eso tendría sentido! -Erika abre mucho los ojos, con sorpresa. Madre mía...- Es como uno de esos gorritos de fiesta que tiene una gomita por abajo... Oh, ahora no puedo quitarme esa imagen de la cabeza.
-Creo que tenemos cosas más importantes de las que hablar además de los sombreros de El Titiritero -Interrumpo, antes de que nadie más pueda seguir esta conversación-. Juraría que Nevra tiene algo que decir, por ejemplo.
Cuando menciono al vampiro y toda la atención recae en él, veo que él me mira con sorpresa. Ya, bueno, no te creas que no me he dado cuenta de que llevas dos cruasanes. Nevra siempre desayuna un cortado y un cruasán. Es... Su desayuno. Desayuna lo mismo todos los días, sin excepción. Así que dos cruasanes juraría que significa que está comiendo por ansiedad.
-Hmbf....... -Con medio cruasán en la boca, parece algo cortado, como su café. Termina de tragar el cruasán, y aún me mira algo incómodo antes de dirigirse al resto- Eh... Sí, bueno, hay algo que me lleva rondando la cabeza desde ayer con todo esto. No tiene nada que ver con El Titiritero o la biblioteca... Es sobre... -Parece algo incómodo- Sobre la chica que Jamón describió, la que le dio el golpe final a Ykhar...
-Siempre pensando en chi-
-Ezarel, por una vez cállate -El tono de Nevra es algo tajante, y el elfo parece algo echado para atrás por ello, así que efectivamente se calla.
-Ah, sí... -Miiko hace una mueca- El Titiritero tiene una nueva amiga, parece.
-Que, sin embargo, creo que es una vieja conocida -Las palabras de Nevra causan algo de sorpresa-. Le he estado dando vueltas a la descripción que dio Jamón de esta mujer, y... Creo que sé quién es.
-¿La... conoces? -Leiftan habla con prudencia, creo que posiblemente con la misma idea en la cabeza que el resto de nosotros: posiblemente sea una ex malvada o una amante despechada. Alguna tiene que tener, en algún lugar de Eldarya, teniendo en cuenta su historial.
-No soy el único... Simonn también -El comesueños levanta la cabeza para mirar a Nevra, y de repente parece ocurrírsele algo.
-Oh -Su cara se arruga en una mueca de repulsión-. Oh, no... ¿Estás pensando en...? -Nevra asiente.
-Chloé -Cuando Nevra habla, hace su tic de atusarse el flequillo-. La bruja.
El nombre no me suena de nada, pero la palabra “bruja” me hace reconocer al instante de quién está hablando. Simonn me contó la historia (... en todo lujo de detalles) cuando él y Nevra volvieron de su misión desastrosa.
-¿Esa psicópata? -Miiko no parecía esperárselo tampoco, por el tono de su voz- Nevra, estás... ¿Estás seguro?
-No puedo estarlo sin haberla visto y asegurarme de que es ella... -Frunce los labios- Pero hay una voz en el fondo de mi cabeza que... Que me dice que tiene que ser ella.
-¿Pero por qué iba esta mujer a aliarse con El Titiritero? -Leiftan hace un gesto pensativo.
-¿Por qué se alía la gente con El Titiritero? -Simonn responde a su pregunta con otra- Porque queremos algo tan desesperadamente que nos da igual todo lo demás -El hecho de que hable en primera persona hace que me duela el pecho... Y la mano izquierda, pero por otros motivos-. Y esa tía estaba loca ya de por sí, y sabemos que está obsesionada con algo en concreto que... No sé hasta qué punto El Titiritero puede darle.
-¿Con qué? -Erika hace la pregunta de la que algunos de nosotros ya hemos deducido la respuesta.
Simonn hace un gesto en dirección a Nevra, que simplemente mira en dirección al suelo con lo que parece que es... vergüenza.
Una vez más, siento dolor en el pecho. Con tanta fuerza que me sorprende, y llevo una mano a mi pecho sólo para asegurarme de que no hay un puñal sobresaliendo de él.
-No sé si su obsesión con Nevra puede llegar al punto de hacer un trato con El Titiritero... -Miiko se lo piensa, y Nevra hace un gesto incómodo- Pero tendremos cuidado con esta mujer. Sea la tal Chloé, o sea cualquier otra psicópata, lo que está claro es que debería estar encerrada bajo llave por todo lo que ha hecho. Si resulta ser ella... -Resopla- Entonces tendremos que ver cómo podemos proteger a Nevra de ella.
-Primero Naytili, y ahora esta loca... -Vuelve a atusarse el flequillo- Genial.
-Siempre has sido popular entre las chicas -Miiko se encoge de hombros, y Nevra le devuelve el gesto-. No te preocupes. Lidiaremos con ella.
Sí, pues como sea con la misma eficacia que como estamos lidiando con el resto... Buena suerte, Nevra.
Suspiro para mis adentros y doy un sorbo a mi taza de chocolate, con la intención de que su dulzura se sobreponga a mis amargos pensamientos.
-Volviendo un poco para atrás en la conversación, si se me permite -Ezarel interviene-, y desviando el tema de Nevra y sus problemas con las mujeres, me gustaría señalar algo.
-Adelante -Miiko le da permiso, como si Ezarel necesitara que le dieran permiso para hacer lo que le diera la gana.
-Antes has dicho que “no tenemos por dónde agarrar a El Titiritero” -Miiko asiente-, y Simonn muy elocuentemente ha respondido pidiendo que le tiremos de los pelos lo cual no es mala idea, pero aún nos queda un último as en la manga.
-¿Poner un sombrero exótico debajo de una caja de madera sostenida por un palito? -Propone Erika.
-Tienes más probabilidades de atraer a Khash con eso... -Leiftan murmura eso, pero cuando nadie parece entenderle, niega con la cabeza- Da igual...
-Vamos a centrarnos por un momento -Oh, es raro ver a Ezarel serio-. No, estaba pensando en Ayleen y el puñetero libro que no quiere traducir.
-El libro -Miiko se da un golpe en la frente con la mano-. Siempre se me olvida el dichoso libro. Le está llevando una vida traducirlo.
-No estoy seguro de que ese sea el problema... -Ezarel frunce el ceño- Comesueños, ve a traernos a esa loca.
-¿Las palabras mágicas? -Simonn parece algo ofendido por el tratamiento.
-A Miiko no le pides palabras mágicas -Se queja el elfo.
-Las palabras mágicas de Miiko suelen ser gritos -Objeta, y Miiko le lanza una mirada en la que se intuye un grito.
-Te quejas mucho pero todos sabemos que a ambos os pone cuando Miiko te grita -Comenta Nevra, y en seguida tanto Simonn como Miiko se giran a él con distintas caras: él con las mejillas amarillas y ella quejándose con balbuceos indignados.
-... voy a por Ayleen -Al final Simonn se disuelve en polvo y se va por la puerta.
-¡Espera, llévate el carr...! -La petición de Leiftan llega muy tarde- Pues nada...
-No te preocupes por el carrito, Leiftan -Sin discreción alguna, Ezarel coge otra ensaimada del mencionado carro-. Déjale que se quede aquí otro rato.
Aquí se queda el carro con su abundancia de bollería, que parece interminable a pesar de que Ezarel y Miiko no dejan de comer (yo ya he tenido suficiente con la napolitana y mi bebida, ya me he enchocolatado), y aquí nos quedamos el resto también a que Simonn nos traiga a Ayleen.
Aparecen después de un rato, y Ayleen parece... De buen humor, vaya. Como siempre.
-¡Hola, holaaaaaa...! ¡Oh, profiteroles! -En seguida va a atacar el carro del desayuno, pero Ezarel le aparta la mano con un manotazo antes de que pueda cogerlos.
-No son para ti.
-¿¡Cómo que no!? Si los ha hecho Karuto, entonces sí que lo son, todo el mundo sabe que Karuto es mi chef perso-
-Primero: No te los mereces; segundo: Ayleen, vamos a hablar del libro.
El tono serio de Ezarel hace que ella se corte un poco, aunque todavía queda rastro de su habitual actitud jovial en su rostro.
-Mira que eres pesadito... -Dramatiza un suspiro- Ezarito, ya estoy trabajando en tu libro. Si no te fías de mí, puedes escribirle una carta a Verita y seguro que ella está encantada d-
-Ayleen, vas a callarte un momento y vas a escucharme, y el resto de los que están aquí en la sala van a escucharme también, ¿sí?
Un silencio atronador se impone en la sala de repente.
En la cara de Ezarel no queda rastro de sonrisa, y en su voz no se escucha la burla o la impertinencia habituales. Es un tono serio e imperativo que he escuchado antes en ocasiones contadas, como cuando una anémona nos arrastró el fondo de un lago y le rompió todos los huesos, o el momento en el que tomó el control de la incursión en la torre de El Titiritero después de que escapásemos de la prisión. Este es el Ezarel que es mi jefe, el Líder de la Guardia Absenta.
-Eres una persona horrible y detestable, y podría decir miles de cosas malas sobre ti y tu carácter, y me quedaría siempre corto, pero hay una única cosa buena que puedo decir -Da el sermón mirando a Ayleen directamente a los ojos. Ella, a pesar de el tono con el que le habla, no pierde su sonrisa-: No eres ni una centésima parte de lo incompetente que te gusta aparentar que eres. Sé que tienes ese libro traducido desde el primer día, y que la única razón por la que te niegas a admitirlo es porque no quieres compartir sus contenidos con nosotros.
En el silencio de la habitación hay un momento de sorpresa para todos los que escuchamos. Es... ¿es eso verdad? Ezarel parece bastante seguro de sus palabras. Miro a Ayleen, tratando de distinguir en su rostro cualquier pista que pueda desvelarme cuál es su reacción interna a esa acusación, pero la sonrisa en su rostro permanece impasible, y ahora es... Casi siniestra, como una máscara perfecta, pero obvia, que Ayleen se niega a retirar.
-No me gusta el tono con el que me estás hablando, Ezarito -Su respuesta viene en un tono de voz calmado, pero... Hay algo de tensión en las palabras.
-Y a mí no me gustas tú, pero aquí estamos -Y la sinceridad de Ezarel es brutal y, aunque todo este tiempo he pensado que su actitud hacia Ayleen era la irritación habitual de Ezarel, algo en su voz me dice que es verdad que detesta a esta mujer-. Te gusta dártelas de misteriosa, Ayleen, pero te tengo calada desde el primer día, y sé qué tipo de persona eres. No la persona que dejaría pasar la oportunidad de leer un libro así, pero sí la persona que escondería sus contenidos. El porqué se me escapa, porque tu mente es demasiado retorcida como para que entienda la razón detrás de tus acciones, pero sé que has leído ese libro, y estoy cansado de esperar a que de repente un día te dé un pronto y te apetezca compartir con nosotros su contenido... Así que déjate de historias y de tonterías y haz las cosas bien y dinos qué coño hay ahí dentro.
El silencio sigue siendo tenso, la sonrisa tranquila de Ayleen sigue impecable... Pero ahora sus ojos desafían a los de Ezarel.
-Ayleen -La voz de Miiko interrumpe el silencio, pero no el duelo de miradas entre los dos elfos. Su voz, aunque seria, suena mucho menos hostil que la de Ezarel, tiene un tono apaciguador-. ¿Es esto verdad?
Por un instante, Ayleen no responde, sino que continúa mirando a Ezarel con intensidad. Después de unos segundos, rindiéndose en el duelo de miradas, sus ojos pasan a Miiko. La comisura de sus labios tiembla por un instante cuando hace un esfuerzo por estirar su sonrisa.
-Ah, Miikito, a ti no puedo mentirte. Sí. Ya he leído ese libro, varias veces además.
Cuando dice esas palabras, la tensión en el ambiente se detona en una explosión silenciosa, pero que causa distintas reacciones entre nosotros. Caras de sorpresa en Erika y Valkyon, un ceño fruncido en Nevra, en Miiko una mezcla de emociones en su rostro, y Leiftan... Parece más bien resignado, y le escucho tomar aire antes de decir:
-Ayleen...
Pronuncia el nombre con tono... Casi de decepción, diría. Ayleen parece un poco afectada por eso, porque su mirada baja al suelo, y hasta sus orejas puntiagudas parecen algo gachas.
-De verdad, no sé qué es lo que pasa en tu cabeza, pero tiene cojones -Ezarel resopla, hace un sonido que es casi un bufido y se cruza de brazos con aire indignado e irritado, casi como si fuera el más tomado por sorpresa ante la declaración de Ayleen-. Casi me ejecutan por ese dichoso libro. Tenemos un psicópata correteando por ahí matando gente y construyendo un ejército de marionetas muertas para destruirnos del que sabemos NADA, te traemos aquí con el propósito específico de que nos traduzcas la que posiblemente sea la única fuente de información útil que tenemos sobre él y tú te niegas porque te gusta sentirte especial.
-Es un poco más complicado que eso, Ezarito -Ayleen hace una mueca también, frunciendo los labios por un instante.
-¿Por qué? -Miiko habla con un tono de voz triste- ¿Qué razón ibas a tener para guardarte esa información para ti? ¿Por qué no ibas a compartirla con nosotros?
-Porque soy una persona horrible, como ha dicho Ezarito -Esa es la respuesta de Ayleen, que lo dice como si fuera la cosa más sencilla del mundo.
-Lo eres, y que uses ese victimismo autoimpuesto no te excusa de ello -Ezarel vuelve a la carga de nuevo, pero sus palabras no parecen afectar demasiado a Ayleen-. Así que déjate de ese rollo.
-Vamos a intentar mantener las formas, Ezarel -Que Miiko diga eso parece ofender al elfo, pero antes de que tenga tiempo para protestar, ella se dirige a Ayleen de nuevo-. No lo entiendo, Ayleen. Sabes que los contenidos de ese libro son importantes para la Guardia de Eel... Para nosotros.
-Por supuesto que lo sé -Hace una risa que más bien parece de autoburla-. ¿Un libro que habla de un hombre que supuestamente conoce una manera de hacer crecer cultivos en Eldarya? ¡Por supuesto que tiene que ser importante! Y por supuesto que iba a interesarme leer ese libro con toda la prisa posible... Esa es la misión a la que he dedicado, y por la que he arruinado, mi vida entera. Soy la primera interesada en leerlo. Así que el primer día que puse un pie en Eel, en cuando cayó la noche, fui a devorar ese libro, y desde entonces he debido haberlo releído... Tantas veces ya, intentando encontrar el sentido entre sus palabras. Intentando descifrar... Qué es lo que falta...
-No tenemos ni idea de lo que estás hablando, Ayleen -Leiftan suspira-. Dinos por favor qué es lo que dice ese libro.
-La cosa es -Ayleen vuelve a hacer una mueca... Pero en esta ocasión, no soy capaz de leer en su cara qué es lo que quiere expresar-, que lo que hay escrito en ese libro...
-¡¡MIIKO!!
El grito repentino desde la puerta nos sorprende a todos. Nos giramos en esa dirección, donde vemos a Kero apoyado en el marco de la misma. Tiene pinta de que ha corrido hasta aquí, porque tiene la cara roja y está jadeando un poco... Antes ir corriendo a todos sitios era el trabajo de Ykhar, así que no parece acostumbrado a hacerlo él.
-Kero, ahora no es un buen momento -Se queja Miiko-. ¿Puedes esperar a-
-¡E-esto no puede esperar! -El tono de urgencia con el que habla interrumpe a Miiko, que abre los ojos con sorpresa- ¡ES UNA EMERGENCIA!
-Sabes, tuve una pesadilla muy parecido a esto una vez -Nevra habla con tono pensativo-, y no me gusta por dónde está yendo...
-¡NOS ESTÁN ATACANDO! ¡EL TITIRITERO ESTÁ EN EEL!
¿Qué?
Una sensación de pánico recorre todo mi cuerpo cuando le escucho decir esas palabras, y siento cómo se me eriza el vello. Por un instante el tiempo parece congelarse y mi mente trabaja por encontrar el sentido a sus palabras, con la sonrisa empalagosa de El Titiritero apareciendo en mi cabeza por unos segundos.
¿El Titiritero está en Eel?
Oh.
No.
Oh, no.
-¿¡QUÉ!? -Miiko no es la única en gritar, pero sí la que más alto lo hace- ¿¡QUÉ QUIERES DECIR CO-
-¡¡YO QUE SÉ!! ¡¡HAN APARECIDO DE REPENTE DE LA NADA EN MITAD DE LOS JARDINES!! ¡ÉL Y EL RESTO DE SU...! -No consigue encontrar la palabra que busca, así que la sustituye por un sonido frustrado y angustiado.
-¡Todo el mundo, a los jardines!
Esa es la única instrucción que lanza Miiko antes de echarse a correr, la primera, hacia la puerta, seguida rápidamente por Valkyon, que tampoco pierde un segundo.
-¡Id hacia allí! -A los que nos quedamos congelados en el sitio, es Simonn el que nos grita- ¡Yo os llevo las armas!
Ni siquiera había pensado en eso, pero la idea de que estamos desarmados aparece en mi mente en cuanto lo dice, antes de desaparecer con una explosión de polvo dorado. Esa es la señal que muchos necesitaban para lanzarse a la carga, y en seguida el resto parece reaccionar y echar a correr también, así que yo hago lo mismo, siguiendo al resto del grupo.
Cruzamos corriendo a través del CG, que parece haberse sumido en el caos. Hay gente corriendo y gritando por todos sitios, parece que sin saber qué hacer, y por delante de nosotros veo a Miiko señalando a gente y gritando instrucciones a distintas personas que va viendo (“Cerrad la gran puerta”, “Dad la alerta en la ciudad”, “Haced sonar la alarma”, “Proteged a los civiles”), con una precisión y rapidez que me asombran.
-¿¡Por qué ha aparecido justo ahora!? -Grita Erika, en lo que corremos por la ciudad- ¡No son horas!
Es verdad que “no son horas”, teniendo en cuenta que todavía no ha llegado a amanecer, aunque le quede poco, pero precisamente eso es lo que hace que sea un buen momento para un ataque sorpresa... Supongo. Aunque es verdad que ha sido... En un momento muy preciso.
-¡No puede haber sido casualidad! -Eso le responde Miiko- ¡No justo cuando estábamos a punto de saber qué es lo que decía el dichoso libro!
... Exactamente. No puede ser casualidad. La pregunta es, cómo se ha enterado... ¿Nos estaba espiando un crowmero?
Al final, y más o menos guiándonos por el sonido del caos y los gritos, llegamos... Y esto en parte me sorprende, aunque sé que no debería, hasta el cerezo centenario.
Frente a él, en una posición que casi me dice que nos estaban esperando, están las personas a las que estábamos buscando, aún rodeadas por un círculo de setas que ya ha perdido su brillo mágico.
Una mujer a la que no reconozco que viste un kimono rosa y tiene un paraguas en sus manos, Naytili, Niels, Anrie... Y El Titiritero, al frente de todos ellos, esperando con una sonrisa en el rostro y apoyándose en un bastón que mantiene frente a él.
-Saludos, Guardia de Eel... -Eso es lo que dice, nada más nos ve aparecer- Disculpad que sea tan temprano pero, veréis, me ha salido una urgencia repentina y he tenido que venir corriendo...
Levanta su bastón, señalando en una dirección concreta. Todas las miradas se dirigen hacia Ayleen, que ha venido corriendo junto a nosotros, y que ahora mismo se ve señalada por El Titiritero.
-La mujer de la piel verde -Habla con un tono calmado, suave... Peligroso-. La quiero muerta. Con el resto de la Guardia, haced lo que queráis. Pero esa mujer tiene que morir aquí y ahora.
-¿¡Cómo has...!? -Miiko deja la frase en el aire, con un sonido frustrado.
-El “cómo” ya lo sabes, Miiko -La sonrisa de El Titiritero parece burlarse de ella-. La pregunta es “¿Quién?”.
Miiko hace un sonido extraño, algo que casi parece un gruñido animal, y sus colas se tensan tras ella...
-¡Estoy aquí! -Justo entonces aparece Simonn, o al menos la mitad de él porque viene flotando y con los brazos cargados con una variedad de espadas de todo tipo para Erika, Ezarel y yo mismo, y el martillo de Valkyon- Miiko, dime si necesitas que avise a... ¡Ah! -Lanza la exclamación de sorpresa, y en seguida sus ojos se fijan en alguien... La mujer del paraguas, cuya cara se arruga de forma bastante fea al verle- ¡Tú! ¡Era verdad que te has unido a El Titiritero!
-Volvemos a vernos, comesueños... -Habla con un tono en el que la ira es palpable... Esta mujer, entonces es...- Diría que me irrita verte, pero eso significaría darle algún tipo de valor a tu patética existencia. Por otro lado... -Su cara cambia completamente de repente cuando sus ojos se posan en otra persona. Una enorme sonrisa aparece en su rostro, dulce y radiante, sus mejillas se sonrojan y sus ojos se llenan de luz- ¡Nevra! ¡Holaaaaa! ¿¡Me has echado de menos!? Pero qué digo, ¡por supuesto que sí! Yo también te he echado a ti muuuucho de menos, todos los días pienso en ti, a todas horas; y todas las noches sueño contigo y-
-Deja de hablarme así -Nevra la interrumpe-. No me importa, no me importas; y NO-, tú y yo NO-
-Awwww, no tienes que fingir delante de la Guardia, Nevra, nuestro amor es más que obvio -Ignorando completamente la expresión de repulsión de Nevra, ella juega con su paraguas, haciéndolo girar en sus manos-. Eres mi amor verdadero, a fin de cuentas...
La forma en la que dice esas palabras me parece tan... Perturbadora. Siento que se me revuelve el estómago al oír su voz, y directamente siento que todo mi cuerpo se tensa. Estiro un brazo para recoger mi katana de brazos de Simonn sin apartar los ojos de ella, y sé que mi mirada no es nada amable ahora mismo.
Dejo de taladrarla con los ojos sólo por un instante para mirar a Nevra, para ver cómo reacciona él a esta mujer.
Y en su rostro las mismas emociones que siento yo ahora mismo.
Y, luego, decido mirar a Naytili.
Sus ojos están puestos en Ayleen, y está sonriendo.
-Ah, no hay nada más tierno que el reencuentro entre dos amantes... -El Titiritero vuelve a hablar y mi atención se centra en él de nuevo. Juraría que sus ojos se posan en mí por un instante cuando dice eso- Pero tenemos otros negocios que hacer aquí hoy, Chloé. Matamos a la mujer verde y luego si quieres puedes quedarte a jugar con Nevra, pero primero...
Se corta cuando, sorprendentemente, se escucha una risa. Su cara se transforma en una mueca de intriga y su mirada se dirige a Ayleen, que abiertamente se ríe de sus amenazas.
-¿Piensas que puedes matarme? -Dice ella, y no parece para nada perturbada por la situación- Oh, buena suerte con eso, cielo. Especialmente -Con un dedo, señala a los pies de El Titiritero-, cuando estás tocando hierba.
La única que parece entender la amenaza que hay en esas palabras es Naytili, que por un segundo parece entrar en pánico... Justo cuando de la hierba bajo sus pies surgen los gruesos tallos de unas plantas que crecen de la nada y en seguida se enroscan alrededor de todo el grupo, levantando varias exclamaciones de sorpresa, y con una velocidad y una fuerza que me hace pensar que las plantas directamente van a romper todos sus huesos y aplastar todos sus órganos en un instante...
Salvo que cuando Chloé agarra uno de los tallos, de repente este empieza a marchitarse, y la decadencia rápidamente se extiende por el resto de la planta, haciendo que se seque y pulverice casi instantáneamente.
Ayleen no parece demasiado impresionada con eso. Hace un gesto con su mano, y el cerezo se sacude de repente, haciendo que una lluvia de pétalos rosados caiga sobre El Titiritero y compañía... Y a otro gesto de Ayleen, los pétalos de repente parecen endurecerse y afilarse como si fueran cuchillas que caen sobre sus enemigos...
Pero Naytili debe conocer ese truco, porque tenía preparado ya algún encantamiento y a una palabra suya, los pétalos arden en un infierno de llamas moradas que les desintegra al instante.
Es entonces cuando la sonrisa de Ayleen vacila un poco, pero la de El Titiritero aún se mantiene.
Y, entonces, empieza la pelea.---
(Narra Alessa)
Sentado sobre el muro de la ciudad de Eel, observo la batalla que discurre bajo el cerezo.
Siento que debería tener un mayor conflicto interno por mis acciones. El arrepentimiento que he sentido esta mañana en el funeral de Ykhar, sabiendo que mis acciones han sido causa indirecta de su muerte, no ha sido suficiente como para evitar que decidiera dar aviso a El Titiritero sobre lo que estaba ocurriendo en Eel.
Mi curiosidad ha podido conmigo cuando he escuchado a Simonn notificar a Hiiro sobre la reunión que la Guardia iba a hacer sobre lo ocurrido con la biblioteca... Y si Karenn puede esconderse y poner una oreja en las reuniones privadas de la Guardia Brillante, por supuesto que yo puedo hacer lo mismo volviéndome invisible.
La biblioteca ha sido reducida a polvo, oh, no, qué horror (culpa mía, oops); pero resulta que todavía queda un libro, vaya... Y Ayleen es la única que puede leerlo, vaya...
He considerado que esa era información lo suficientemente importante como para comunicársela a mi... Aliado. Sus instrucciones fueron, a fin de cuentas: "Notifícame de cualquier movimiento que haga la Guardia con respecto a mí". Y eso del libro tenía pinta de ser importante...
Y debe ser que lo es, si es que ha decidido presentarse en Eel con toda la pandilla para asegurarse de que Ayleen no le cuenta a nadie lo que hay ahí escrito.
Y he de decir... Que eso no me viene mal.
Me dejo caer desde lo alto del muro para descender al suelo, aterrizando con prudencia, y comienzo a dirigirme hacia el conflicto, con ojos fijos en mi objetivo y una idea clara en mi mente.
No se puede decir que no haya complido mi parte del trato con El Titiritero: le he avisado de la incursión a la biblioteca y del libro... Y él también ha cumplido su parte, por supuesto. No es toda la información que me gustaría, porque no he cumplido con su condición de “Matar al comesueños”, pero es suficiente.
Al menos, al fin tengo certeza después de veinte años de dudas.
Y eso significa, que ya no hay nada que pueda contenerme para ejecutar mi venganza.
En el caos de la batalla, consigo acercarme a Miiko, que se ha quedado en la retaguardia defendiendo con su magia para dar apoyo y proteger a Ayleen, y sólo cuando estoy junto a ella deshago mi hechizo de invisibilidad.
-Miiko.
Se sobresalta y grita, y una de sus manos se estira en mi dirección para atacarme, parece más bien que yendo a arañarme más que otra cosa, pero yo la agarro de la muñeca. Al reconocerme, sin embargo, parece un poco aliviada, aunque no menos sorprenda.
-Pero q-¡¡Estamos en mitad de una pelea, Alessa, no me des esos sustos!! ¿¡De dónde sales!?
-Eso no importa... -Suelto su muñeca- He venido a ayudar en la pelea... Puedo dar apoyo, como estás dando tú. Puedo ser útil. Después de lo del desierto, quiero... Quiero participar...
Parece dudar por un instante. El fragor del combate es intenso, sin embargo, y su mente está en demasiadas partes a la vez como para cuestionar demasiado mi presencia repentina, y en caso de que se decidiera a hacerlo, no tengo problema en hacerla cambiar de opinión rápidamente, porque he descubierto que es muy, muy fácil meterse en la mente de Miiko. Supongo que cuatro colas no son suficientes.
-Bueno... Sí, lo que sea, ayúdanos si puedes -Al final se decide, y yo asiento-. Pero si la cosa se pone fea, te retiras. No tienes formación en combate...
Parte de mí se ofende con eso y quiere decirle que fui yo el que mató al chucho de Naytili, pero quizá no sea el mejor momento para ponerme a rebatirla, así que simplemente vuelvo a asentir y tomo posición junto a ella, echando un vistazo alrededor...
Y fijando mi mirada en El Titiritero de inmediato. Nadie puede verlo, gracias a la oscuridad de mis gafas, y ni él mismo debe darse cuenta, y por ello parece sobresaltarse cuando hablo directamente en su mente.
Vas a hacerme un favor.
“Jesucr-¿Dónde narices estás? Estamos en mitad de una pelea, no me des esos sustos.”
Huh, Miiko ha dicho lo mismo. Voy a pelear del lado de la Guardia de Eel. Nuestro acuerdo es sólo un intercambio de información, así que no tengo obligación alguna de ponerme de tu lado.
“Y yo no tengo obligación alguna de no soltarle a la Guardia que eres tú el que ha pegado el chivatazo...”
Hazlo si quieres, me da igual. Ya he sacado de ti la información que vine a buscar a la Guardia, así que ya no la necesito.
“Suenas incluso peor que Naytili...”
Como he dicho, vas a hacerme un favor. No es un imperativo, pero creo que los dos salimos ganando si cooperas conmigo, así que te conviene hacerme caso.
“No me gusta demasiado el tono de tu... ¿v-voz? ¿Pensamientos? Pero bueno. Te escucho. Lo que sea que me haga sacar algo rentable de toda esta faena. ¿No serías tan amable de apuñalar por la espalda a esa elfa que tienes al lado, no?”
Cállate y atiende. Lo que planeo hacer es...
Y así es como empieza todo :)
Antes de que nos vayamos, sólo porque me apetece dar forma a los desvaríos de mi mente (y la de Erika)...
???
"Si usa los hilos... Para sujetarse el sombrero... Entonces es como un sombrerito de fiesta de esos..."
(?)
Enfin
Queeee me voy a ir yendo que hay algo que quiero ver. Nos vemos dentro de dos semanas si no vuelve a atacarme el espíritu de Ykhar, cuidaos mucho hasta entonces y no hagáis tratos extraños con señores raros que visten sombreros de copa. ¡Muchos besitos! Y, como siempre, ¡gracias por leer!
Desconectado
#125 El 01-09-2022 à 21h14
¡Hola, hola de nuevo! ¿Qué tal está todo el mundo? Ya se acaba el veranico y las vacaciones, espero que todo el mundo haya disfrutado de un verano chupiguay. El mío ha sido mediocre, pero bueno. No me quejo. Al menos he podido dormir mucho.
¿Cómo es que POR UNA VEZ he conseguido publicar el día previsto?
Pues porque me ha pasado algo muy chulo. He tenido una EXPLOSIÓN de creatividad, ahora mismo tengo como dos o tres capítulos almacenados porque me he puesto a escribir como un loco. ¿La razón? Porque al fin hemos llegado a una parte a la que estaba deseando llegar :)
El capítulo de hoy es chulo. Me hace feliz. Siento que es de los mejores capítulos que hemos tenido en mucho tiempo.
Espero que lo disfrutéis tanto como yo :)
Capítulo 25.4.-
(Narra Hiiro)
A decir verdad, es un poco difícil prestar atención a todo lo que está pasando en el combate a la vez, porque la situación se ha descontrolado bastante fácilmente.
Los únicos que no parecen haber cambiado de pareja hasta el momento son Anrie y Valkyon, que han estado enfrentados de forma bastante consistente, con ella increíblemente siendo capaz de plantarle cara al mismísimo Líder de Obsidiana de una manera que haría que Ashkore estuviera orgulloso, apenas molestándole los golpes que él la arrea con el martillo y contraatacando con arañazos, golpetazos con distintas partes de su cuerpo e incluso intentos ocasionales de mordiscos.
El resto, es todo una mezcolanza de armas chocando, hechizos siendo disparados en ambas direcciones y la ocasional pulla intercambiada entre los combatientes. La titiripanda en seguida se ha dado cuenta de que tenían que alejarse del cerezo si querían tener una posibilidad de sobrevivir a Ayleen, y la primera en hacerlo ha sido Chloé cuando con un hechizo ha desaparecido y luego ha vuelto a aparecer detrás de Nevra haciendo comentarios siniestros, y aunque Simonn se ha dado prisa en ir a apuñalarla con un tenedor (y no lo ha conseguido porque parece que ese paraguas suyo está hecho a prueba de tenedores), su cambio de posición repentino ha sido suficiente como para romper nuestra formación, y el resto de su grupo se ha aprovechado de ello. Naytili en seguida se ha lanzado al ataque, por una vez ignorando a Nevra y yendo directa a por Ayleen, y juraría que Ezarel se lo ha pensado antes de ir a defender a la elfa, pero ha terminado por hacerlo. Niels, que parece el que menos seguro está de toda esta maniobra a juzgar por la expresión nerviosa de su rostro, también ha ido al ataque haciendo aparecer una espada en sus manos, y como todo el mundo parecía ocupado con Chloé, he decidido ser yo el que le parase los pies interponiendo la cuchilla de mi katana delante de la suya.
-Cuando Gèrard se entere de esto va a venir corriendo a patearte el trasero -Le he dicho, y ante la mención del criónido no ha podido evitar una mueca.
-Por favor no me digas eso que me voy a echar a llorar... Ooooh, esa espada tuya está hecha por un phy, ¿verdad? Puedo verlo en la técnica, es ob-
Niels habla mucho si se trata de armas, parece ser.
El que extrañamente no parece estar teniendo tanta participación en el combate es El Titiritero. Juraría que hay algo raro con él... Pero tampoco sabría decirlo porque él siempre está raro. Sea como sea, Leiftan y Miiko parecen tener un ojo puesto en él, y cada vez que va a hacer el ademán de ir a acercarse una cuchilla sale volando en su dirección o un hechizo de fuego intenta achicharrarle, pero él siempre procura defenderse. Ayleen también intenta de cuando en cuando pincharle con el tallo de alguna planta que surge de entre las piedras del suelo (Miiko se queja un poco porque Ayleen esté destrozando el enlosado, pero Ayleen básicamente le dice que se aguante), pero El Titiritero no parece tener problemas para deshacerse de sus plantas o bien con su bastón-espada o con sus hilos.
Aunque los números nos favorezcan (contando con Alessa, que no sé de dónde ha salido pero está aquí, les doblamos en números), el combate está... Ajustado. Ellos no consiguen del todo acercarse a Ayleen, porque desde luego está bien protegida; pero nosotros tampoco conseguimos que ellos se retiren.
Hablando de números, algo muy importante a tener en cuenta... Es que los perros de Naytili no están aquí. La situación quizá hubiera sido otra distinta si lo estuvieran (o quizá no porque Alessa ya los habría reducido a puré de perro), pero que no lo estén es algo bastante significativo, al igual que lo es el hecho de que El Titiritero no haya traído ninguna marioneta consigo.
Esto no es algo que estuviera planeado. El hecho de que el maquillaje de Naytili esté a medio hacer debería ser muestra obvia de que esta gente acaba de salir de la cama, como quién dice, pero la falta de recursos también lo evidencia... Así como la mucha casualidad de que justo han ido a aparecer en el momento exacto en el que Ayleen iba a desvelar de una vez por todas qué es lo que decía ese libro.
¿Cómo te has enterado? Mis ojos se distraen del combate para ir a posarse sobre El Titiritero por un instante, en un intento vano de leer sus pensamientos. ¿Lo has escuchado de un crowmero? No sé cómo iba a colarse uno en la sala del Cristal exactamente, pero no es imposible. O quizá... Se haya enterado por otros medios. ¿Está Ayleen trabajando con él? No puedo evitar la sospecha, después de saber que ha ocultado información sobre El Titiritero adrede... Especialmente teniendo en cuenta que yo hago lo mismo. No es que trabaje con él, pero sí se puede decir que tenemos algún tipo de relación más allá de la de ser archienemigos o lo que sea. Él me da pistas e información sobre él y yo a cambio simplemente me mantengo calladito y le entretengo cuando se le pone tener una cita nocturna...
Aunque yo no sea capaz de leer sus pensamientos, tengo la sensación de que él lee los míos, porque mi mirada se encuentra con la suya cuando repentinamente me la devuelve. En su cara aparece una sonrisa, pero no sé qué significa eso, y... ¿Juraría que le veo hacer un gesto con la mano? Con un dedo señala hacia... arriba... ¿...?
OH MIERDA, NIELS.
Vuelvo al combate de repente, y hacia arriba miro para ver la espada de Niels extremadamente cerca de mi rostro, mucho más de lo que me gustaría, y por un momento mi corazón entra en pánico pensando que es aquí donde me quedo...
Pero de repente siento un tirón en la pierna que hace que me desequilibre y me caiga al suelo de cara, dándome un buen golpetazo en los morros, pero al menos evitando la espada de Niels, que se clava en el suelo a pocos centímetros de mi cara. Suelto aire con fuerza.
Mis ojos por un segundo viajan a mi tobillo para intentar discernir qué es lo que ha propiciado mi tropezón repentino... Y, como esperaba, no veo nada de nada. Es una fuerza invisible la que ha tirado de mí. Hm.
-¿Por qué no te quedas en el suelo y finges que te has desmayado y no das la lata durante el resto del combate? -Escucho a Niels, que habla en un susurro apresurado casi como si quisiera que nadie más le escuche- Así yo no tengo que pegarme contigo...
-Porque si hago eso -Le respondo mientras vuelvo a ponerme en pie con ayuda de mi espada, mientras que él arranca la suya del suelo para volver a ponerse en posición de combate-, nadie le impide a Naytili venir a rematarme. Además, seguro que me llevo un pisotón.
-Lo que tú quieras... -Le escucho soltar aire con cansancio, y hace un gesto haciendo girar su espada antes de agarrarla firmemente por el mango con ambas manos- No quería hacerte daño, pero si no me dejas otra... No me culpes entonces si luego... pasa lo que tenga que pasar.
-¿Fue esa la lógica que seguiste cuando le volaste las piernas a Ykhar?
No puedo evitar soltarlo, mirándole fijamente a los ojos mientras pienso en el funeral que hemos tenido hace no tanto tiempo, en las lágrimas que se han derramado en él, en todos los recuerdos que se han quemado junto al ataúd, vacío, de Ykhar; y en mis propias memorias de ella, que hacen que mi corazón se encoja un poco.
Que le diga eso parece, por alguna razón, impactarle más que si le hubiera clavado la espada en el pecho. Su cara cambia drásticamente cuando menciono a Ykhar, y juraría que... Juraría que palidece. Por un momento me siento mal por habérselo echado en cara, pero por otro... Por otro, lo siendo, Niels, pero es culpa tuya que Ykhar esté muerta, porque fuiste tú el que hizo eso. Y no sé de qué te acusaría la Guardia en su día, y no sé si serás inocente o no (aunque quiero pensar que sí, porque quiero creerles a él y a Gèrard), pero sé que de este crimen sí eres culpable.
La mención de Ykhar hace que su actitud cambie, desde luego. Se baja las gafas que tenía apoyadas en la frente, dejando que sus ojos se escondan tras ellas y haciendo que me sea infinitamente más difícil leer la expresión de su cara; y después de eso continuamos con nuestro combate.
Sus movimientos son algo más lentos y pesados que los míos, quizá porque su espada tiene pinta de ser más pesada también. A cada tajo que da, sé que oponer mi espada a la suya va a acabar en un concurso de fuerza que muy posiblemente gane él, así que para mí es mucho más eficaz hacer el esfuerzo de esquivarle, en vez de bloquear. Mi cuchilla, por el contrario, aunque más rápida que la suya no llega a tener la misma certeza, quizá porque parte de mí se resiste a la idea de tener que clavársela en la piel a otra persona... O, bueno, a Niels. Si mi oponente fuera Naytili, desde luego no iba yo a dudar tanto.
-¡Nieeeeeeeeels!
No es difícil distinguir la voz canturreante que se escucha de fondo de repente en mitad de nuestro combate, y menos todavía al ver el pánico que se forma en la cara del mencionado. Decidiendo que no quiero entrometerme en esto, simplemente me aparto a un lado para dejar que Gèrard tenga vía libre para deslizarse hacia Niels a través de la capa de hielo que va creando sobre el suelo... Lo que al final tiene la consecuencia de que simplemente le veo pasar en una mancha borrosa por delante de mí, que sale despedida hacia Niels y al final los dos terminan en el suelo en lo que no sé si es un abrazo o un placaje muy eficaz por parte de Gèrard.
-¡GÈRI ESTOY TRABAJANDO NO PUED- ¡A-ah! ¡F-FRÍO! ¡ESO ESTÁ FRÍO, GÈRI! ¡NOOOOO-
No... tengo muy claro si se están peleando o no, pero Gèrard parece haber neutralizado a Niels muy eficazmente, y sé que con el criónido en escena (que posiblemente haya desobedecido las órdenes de quedarse en la enfermería para escaparse y poder ver a Niels), Niels va a estar distraído...
Así que con la mirada busco qué más puedo hacer.
Ayleen sigue en pie, y diría que más fresca que una rosa pero en realidad la sonrisa ha desaparecido de su cara y en su mejilla hay un corte del que sale... ¿Sangre de color verde? Teniendo en cuenta que todo su cuerpo es verde, no debería sorprenderme, la verdad. Como sea, que hayan conseguido herirla me hace saber que, por muy ajustada que esté la cosa, esta gente desde luego va a matar.
Echo una mirada también a ver cómo está el intercambio de parejas. Chloé debe de seguir molestando a todo el mundo con apariciones y desapariciones y trucos de magia, porque veo a una muy frustrada Erika intentar sacudirle un espadazo, pero en cuanto el metal consigue rozar su cuerpo, ella se deshace en pétalos de flores rosas y Erika está a punto de atravesar con la espada a Simonn, que grita y se deshace el polvo para llevarse el tajo... Y entonces Chloé aparece justo detrás de Erika, rodeándola con ambos brazos de forma que coloca una mano en su muslo y otra en su cuello... Y algo debe hacer, porque Erika pone cara de pánico y parece estarse asfixiando por un segundo.
En seguida Leiftan aparece al rescate de su novia, y Chloé se apresura a soltar a Erika e irse corriendo, lo que hace que Erika caiga al suelo de rodillas llevándose ambas manos a la garganta... Allá donde la han tocado las manos de Chloé, en su piel, se expande una especie de mancha negra...
Leiftan se arrodilla junto a ella y empieza a decirle algo en susurros apresurados que no llego a entender, y Erika simplemente asiente con ojos muy abiertos y cara de pánico...
Ambos completamente despistados al hecho de que El Titiritero se acerca a ambos por detrás, con lo que parece ser toda la calma del mundo y una sonrisa en la cara, y a punto estoy de ir a gritar algo, pero antes de que pueda hacerlo Ezarel aparece corriendo y haciendo una estocada en dirección a El Titiritero, que la para sin mayor problema con su espada y, tras una risa, comienza a batirse en duelo con Ezarel... O, más o menos, porque sorprendentemente parece dominar el combate sin ningún problema, y cuando Miiko trata de lanzar un conjuro contra él, El Titiritero no tiene que hacer más que una finta, un juego de pies... y, esquivando a Ezarel, consigue colocarse detrás de él y empujarle de forma que le coloca justo en la trayectora del hechizo de Miiko, que impacta de lleno contra el elfo, con una explosión de luz que hace que Ezarel caiga al suelo de inmediato con un fuerte golpe.
Miiko lanza una exclamación cuando esto ocurre y la veo llevándose ambas manos a la boca con sorpresa. Alessa a su lado le dice algo y gesticula de alguna manera, creando lo que creo que es una barrera protectora sobre Ezarel, lo que evita que la espada de El Titiritero atraviese al elfo cuando él intenta apuñalarle. Ayleen en seguida se da prisa en actuar también y conjura algunas de sus plantas: una serie de tallos que se enroscan alrededor de Ezarel y le arrastran por el suelo lejos de El Titiritero y, justo detrás de el mencionado, una flor enorme que aparece de la nada y que intenta cerrar sus mandíbulas enormes (flores con dientes, por qué, por qué, por qué) en torno a El Titiritero, pero él se apresura en esquivar el mordisco y con un tajo de su espada cortar el tallo de la planta, que en seguida cae muerta al suelo con una salpicadura de algún líquido verdoso que me recuerda a medias a la sangre que he visto en la mejilla de Ayleen...
Y hablando de sangre, hay dos personas que me faltan y que no he visto y eso me preocupa mucho. Dónde estás...
Giro sobre mí mismo en un intento de abarcar todo el combate e intentar distinguir dónde... Allí. Frunzo el ceño y en seguida echo a correr en esa dirección, sin pensármelo dos veces, cuando veo que Naytili se ha olvidado completamente de cuál es su misión y se está peleando con Nevra...
-No lo hagas, yo me encargo... -Escucho la voz de Simonn cerca de mi oído y veo la niebla de polvo dorado adelantarme de camino a Naytili...
-Oh, no, purpurina; ni te molestes.
Oigo la voz de Chloé antes de verla, apareciendo de repente delante de ambos, y a un gesto suyo que hace girando su paraguas, de repente surge una ventolera de aire brutal que me empuja hacia atrás y hace que me caiga al suelo de culo... Pero, peor aún, que me llena de pánico cuando dejo de distinguir la nube de polvo, que se ha disipado completamente...
-¡SIMONN! -Aterrado, grito el nombre del comesueños.
-No te preocupes, sigo aquí... Sólo... Dame unos minutos... -Mi corazón vuelve a latir al escuchar su voz... Que no viene de ningún lugar concreto, sino un poco de todos los alrededores. Chloé debe haberle dispersado...
-Ah, pensé que un soplo iba a ser suficiente, pero parece que necesitas algo más... -Chloé hace un gesto desagradable- No te mueres nunca, eres como una kukahraxat... No, como una fila de kukahrxats, una detrás de otra... Ewwww... ¡Y tú también! -De repente, me señala a mí- Mira que esperaba que fueras triste y patético, ¡pero es peor de lo que pensaba! ¿Qué hace alguien como tú vivo? No puedes, como, ¿ir a morirte a algún sitio o algo?
... Bitch.
Sin decir nada simplemente me incorporo, espada en mano, y contra ella me lanzo tratando de empalarla con mi espada, y ella parece que se sorprende porque haya decidido atacarla, pero consigue reaccionar a tiempo y plegar su paraguas y levantarlo de forma que choque contra mi katana, bloqueando el ataque como si fuera otra espada...
Salvo que no lo es, y por eso no me cuesta dejar que la hoja de mi katana se deslice a lo largo de paraguas en un tajo en diagonal hacia arriba, y ella hacia un sonido de sorpresa y retrocede con un paso en el momento justo, aunque aún así la punta de mi espada consigue cortar una amplia raja en la tela de su kimono sobre su pecho... Si no hubiera retrocedido, hubiera conseguido abrir su piel.
Se lleva una mano allí donde mi arma ha cortado su ropa, y a la vez su ceño se frunce en una expresión de ira. Anoto un punto en el marcador ficticio que ha aparecido en mi cabeza.
-Oh, entiendo. Lo que quieres es que sea yo quién te mate...
-Inténtalo -La provoco, lo cual sé que es una idea estúpida, pero parte de mí no puede evitarlo.
Hago un tercer ataque en su dirección sin pensármelo dos veces, justo cuando ella separa los labios para responderme, así que su tiempo de reacción es un poco más lento y de nuevo tiene que interponer su paraguas en vez de esquivar. Esta vez, antes de que yo pueda hacer el siguiente ataque, el paraguas se abre de repente sobresaltándome por un instante, y veo que la tela del mismo empieza a brillar unos instantes...
-¡Esquiva eso!
Las palabras de Simonn me hacen tomar consciencia del peligro y me apresuro a efectivamente esquivarlo, tirándome al suelo y rodando a un lado para evitar el rayo de luz cegadora que surge del paraguas y que me hubiera FULMINADO si me hubiera quedado ahí... Con un poco de pánico me doy cuenta que yo no era el único objetivo del ataque, que continúa en línea recta hacia más allá de nuestro pequeño conflicto, hacia el corazón de la batalla... Hacia Ayleen, directamente.
Ella no parece darse ni cuenta del ataque hasta que no es demasiado tarde. Miiko grita su nombre y es entonces cuando ella reacciona, creando una barrera con sus plantas que no resiste para nada cuando el rayo de luz las atraviesa sin ningún problema, abriendo un agujero en mitad de la barrera.
Una segunda barrera se alza, en esta ocasión una de energía mágica que ondula en el aire frente a Ayleen y que sí que resiste contra el hechizo de Chloé... Durante un segundo al menos, antes de resquebrajarse y hacerse trizas, causando que Alessa lance un jadeo adolorido al aire, como si al romperse la barrera le hubieran herido a él, y que causa que al final el rayo de luz... Aunque algo más débil, termine por impactar contra Ayleen.
Miiko grita su nombre por segunda vez cuando esto ocurre y la elfa sale despedida por el aire con la fuerza del impacto, aterrizando medio metro más allá con la marca de lo que parece ser una quemadura de aspecto importante habiendo chamuscado su ropa (que ya de por sí era poco resistente porque parece estar hecha de papel cebolla) y en su piel, que juraría que por unos instantes humea.
Miiko deja inmediatamente todo lo que estaba haciendo y sale corriendo hacia ella, cogiéndola en brazos, y aunque parece terriblemente preocupada, Ayleen simplemente responde a todos sus gritos levantando un pulgar... Aunque el gesto no parece especialmente seguro, porque juraría que le tiembla el brazo.
-Whooops... -La cara de Chloé aparece detrás del paraguas, y aunque no veo su boca, en sus ojos intuyo una sonrisa- Se me ha escapado eso... -Su mirada pasa a mí- Si sólo te hubieras estado quietecito en lugar de esquivarlo...
-Tengo una idea mejor -Me incorporo una vez más, ignorando el crujido de mis rodillas al hacerlo-. ¿Por qué no coges ese paraguas y te lo metes por-
Mi frase queda interrumpida por el sonido de un ligero estrépito y la queja de una voz familiar. Tanto Chloé como yo nos giramos en dirección al sonido, y allí vemos a Nevra que finalmente ha perdido su rifirrafe con Naytili y ha salido despedido hasta el kiosko central, donde ha debido darse un buen cogotazo contra la estructura, a juzgar por la mueca de dolor. Delante de él, Naytili avanza con pasos seguros y una mano en la que con luz morada centellea algún hechizo que está a punto de descargar sobre el vampiro...
-¿¡Pero qué haces!? -Chloé grita con horror en cuanto ve eso, olvidándose de mí inmediatamente- ¡Te dije que no tocases a mi-
-¡Y ahora te vas a enterar de lo que vale un peine, pedazo de bruja! -Simonn aparece de la nada detrás de Chloé, habiendo conseguido reagruparse ya, y ella lanza un sonido sorprendido y en seguida tiene que desviar su atención al comesueños, que ni corto ni perezoso directamente le arrea una patada en plena cara. Ni tenedores ni puñetas, una patada, lo cual me sorprende y me impresiona a partes iguales.
Como sea. Parte de mí esperaba que Chloé fuera a lanzarse sobre Naytili y que las dos empezasen a pelearse entre sí, pero como eso no va a pasar después de la intervención de Simonn, decido ser yo mismo el que tome cartas en el asunto, dejando atrás a Chloé y a Simonn (que sigue atizándola con ganas, caramba), para ir en dirección a Naytili...
La cosa es, que antes de que pueda llegar a ella, se escucha un sonido muy singular en el aire... El chirriante sonido del piar de un pájaro que se lanza directo a por Naytili desde el aire, y en cuanto ella ve al águila que aparece en el cielo ya anaranjado, pone cara de pánico y cambia el objetivo de su hechizo, lanzándoselo a Harim, que lo recibe de lleno sin tiempo a cambiar su trayectoria para esquivarlo.
Cae al suelo de forma brusca, pero procura tomar forma antropomórfica antes de hacerlo, y es un hombre y no un ave el que se encuentra apoyado con una rodilla en el suelo y mirando a Naytili con una sonrisa... Siniestra, casi sanguinaria.
-¿¡Qué haces tú aquí!? -Tomada por sorpresa ante la presencia del emir, ella retrocede un par de pasos, demasiado agitada como para pensar en volver a sacudirle- ¿¡Por qué...!? ¡Maldita sea, lo sabía! ¡Sabía que nunca tenía que haber vuelto a...!
-Pero lo has hecho, Naytili -Harim se pone en pie sacudiendo sus hombros por un instante, como si eso fuera a quitarle de encima el dolor de haber sido electrocutado-. Y verte la cara me ha hecho recordar lo mucho que te detesto y las muchas ganas que tengo de hacerte pagar todos tus crímenes. La cosa es que, y esto quizá te sorprenda, no soy ni mucho menos el único en esta ciudad con la intención de hacerte eso, ¿sabes?
-... Hola, Naytili.
Veo el cuerpo de Naytili reaccionar físicamente a la segunda voz. Una expresión de pánico aparece en su rostro, se le pone la piel de gallina... Y, cuando de su propia sombra, justo detrás de ella, surge el cuerpo de Andrée y ella se gira para comprobar que no era una ilusión y que es la realidad, la escucho gritar con miedo.
-¡Tú...! -Retrocede un par de pasos, mirando muy fijamente a Andrée. El hombre le devuelve la mirada con una expresión completamente seria en el rostro. Es... la verdad es que es aterrador, y aunque sé que su hostilidad no está dirigida a mí, yo también siento que se me pone la piel de gallina simplemente por estar en su presencia ahora mismo- Q... ¡No! ¡No, tú estabas muerto! ¡Me aseguré de que...!
-Volveré de la muerte una y otra vez, Naytili -Él avanza un paso en su dirección, y ella vuelve a retroceder con otro sonido asustado-. Y todas las que hagan falta. Hasta poder acabar contigo.
-La quiero viva, conserje -Harim habla con tono firme, haciendo que sus brazos se conviertan en las alas enormes de un águila con dimensiones humanas mientras lo dice.
-”Viva”, ¿verdad? -Andrée hace algún estiramiento con los brazos, y escucho varios huesos en su cuerpo crujir con un sonido desagradable- Entonces no te importa si la rompo, ¿a que no?
Esto es en parte divertido de ver porque parece que todas las pesadillas de Naytili se hayan vuelto una realidad y se hayan materializado delante de ella repentinamente. Decido no intervenir en este momento de retribución por parte de ambos hombres, que en seguida se lanzan a atacar a Naytili, que apenas tiene tiempo de hacer una expresión de pavor antes de verse atacada por ambos flancos: Harim que ataca desde el aire transformando sus pies en poderosas garras que tratan de clavarse en el cuerpo de Naytili y Andrée que vuelve a aparecer en la sombra de ella atacando con lo que parece ser una cuchilla hecha de sombras.
Ella trata de defenderse de ambos ataques como puede, pero el atosigue continuo de sus dos oponentes hace que le sea difícil, y prácticamente imposible responder a los ataques.
Como sea, gracias a eso el combate parece desplazarse... Lejos de Nevra, que es lo que me interesa, así que yo voy corriendo junto a él y me agacho a su lado.
-Nevra -Le llamo, viendo que no tiene muy buena cara. Frunzo el ceño al ver que no hay respuesta. Parece algo... Atontado. Entre las electrocuciones de Naytili y el golpe que se ha pegado contra el kiosko, no me extraña. Aún así, le necesito consciente, así que le doy un par de golpes en la mejilla a ver si eso le estimula-. ¡Nevra!
-¿Q-Qué...? -Me siento un más tranquilo al ver que a eso responde, levantando la cabeza para mirar en mi dirección- ¿H-Hiiro? ¿Naytili...?
-No te preocupes por ella ahora mismo, está... -Por el rabillo del ojo, logro ver a tiempo cómo finalmente Harim consigue clavar sus garras en el hombro de Naytili- Controlada.
-No estoy siendo muy útil, ¿verdad? -Dice sus palabras con algo de pena.
-No es cuestión de ser útil o no... -Tienes dos psicópatas detrás de tu cabeza, aunque sean por dos razones muy distintas. Diría que es un milagro que no estés llorando en el suelo- Eso es lo de menos.
-No lo es en una pelea...
-Bueno, pues si tú eres inútil yo también -Quiero decir, todo lo que he hecho es correr de un lado para otro mientras todo el mundo se abalanza sobre mis oponentes para quitármelos de encima, y quizá si no fuera por El Titiritero ayudándome con Niels mis sesos estuvieran repartidos por el suelo desde hace un rato-. Somos dos inútiles -Que me incluya hace que él gruña y proteste un poco más-. Pero si quieres... contribuir más a la pelea...
>>¿Por qué no has entrado en éxtasis, Nevra?
Aunque procuro que no ocurra, las palabras salen con ligero tono de reprimenda. Su ojo se abre con sorpresa por un instante, y su expresión me recuerda a la de un niño al que acaban de pillar con la mano en el tarro de galletas, pero después su rostro cambia a una mueca triste.
-Buena pregunta... -Lleva una mano a su cara para jugar con su flequillo, pero al levantar el brazo se queja con un siseo y en su lugar su mano se apoya en el cuello, donde ha debido de darse el golpe contra el kiosko- Seguro que un chico tan listo como tú es capaz de imaginarse la respuesta.
-Tengo mis teorías... -Y ninguna de ellas me gusta, por las implicaciones que tienen.
Tampoco lo hizo en el desierto. Posiblemente, no lo haya hecho desde Memoria. La razón obvia es que... Posiblemente no quiera que vuelva a pasar lo que pasó en Memoria. Lo cual puedo entender. Pero hay un segundo motivo que intuyo y el cual él ya ha intentado omitir una vez...
-No es el momento para mantener esta conversación -Decido, viendo que por la cara que pone le he puesto en un aprieto-. Tenemos problemas más importantes... Y tú también eres un chico listo, al menos lo suficiente como para saber si te merece la pena lo que estás haciendo o no.
-Hm -Esa es su respuesta a mi acusación indirecta. Incorporándome un poco le ofrezco una mano para ayudarle a levantarse y él la acepta, así que doy un tirón para, con un poco de esfuerzo, ayudar a que se incorpore y se desincruste del kiosko-. Gracias... -Frunce el ceño- Naytili se está peleando con...
-Es mejor que les dejes hacer lo suyo, al menos un rato. Le tienen tantas ganas que creo que intentarían noquearte en seco para que no te entrometas.
Es verdad que Naytili parece haberse calmado un poco con todo el asunto de tener que enfrentarse a sus pesadillas hechas realidad y se ha acomodado un poco más a sus dos oponentes, pero aún así no parece que el combate esté yendo a su favor.
Ni a favor de nadie de la titiripanda, para ser sinceros.
Echo un vistazo para ver el panorama. El ataque de Chloé ha dejado a Ayleen tirada en el suelo, pero por el hecho de que Miiko no esté histérica voy a deducir que sigue en unas condiciones estables. En contraposición, Ezarel parece haberse recuperado y se ha puesto en pie de nuevo para seguirse peleando con quién sea que pille... Niels, en este caso, que tiene su singular cola de escorpión desplegada y con ella y espada en mano se enfrenta al elfo, aunque parece estar sudando la gota gorda porque desde luego Ezarel es mucho más eficaz en una pelea de espadas que, vamos a decir por ejemplo, un tonto con una katana que se distrae en mitad de combate por estar mirando a otra gente. El hecho de que Niels esté liado con Ezarel me hace preocuparme por Gèrard por un momento, y le veo algo más allá tirado bocabajo en el suelo en una posición que podría ser casi cómica si no fuera por el hecho de que estamos en mitad de un combate. Como sea, voy a deducir que no está muerto porque algo me dice que Niels no estaría tan tranquilo si se diera el caso.
Valkyon y Anrie siguen intentando descalabrarse el uno al otro. En algún momento el martillo de Valkyon ha debido irse a hacer puñetas y ahora se están peleando a lo que parece ser puñetazo limpio... Y arañazos y mordiscos. Los brazos y las mejillas de Valkyon están cubiertos por escamas blancas y sus ojos tienen una intensidad especial mientras se centran en Anrie, que gruñe con frustración cuando él la arrea un golpe en la mejilla, pero que en seguida procura devolverle el golpe, pero en su caso va dirigido al estómago, y Valkyon aprieta los dientes cuando lo recibe. He de decir, es bastante impresionante por parte de Anrie estarse dando de leches con un DRAGÓN y que no parezca ni molestarla. Por otro lado, sé que eso se debe posiblemente a lo que sea que El Titiritero haya hecho con ella para transformarla en esa... criatura, y pensar en eso me pone mal estómago.
La siguiente en la lista es Chloé. Juraría que ha intentado acercarse a rematar a Ayleen, porque ahora mismo está intercambiando hechizos con Miiko, que se ha mantenido al lado de la elfa todo este rato, y por detrás veo a Simonn terminar de apuñalar con su tenedor a alguna especie de goo mágica que tenía medio atrapada a Erika y que se disuelve después de ser apuñalada, dejando que después de un breve intercambio de palabras, ambos se dirijan hacia Chloé.
Y, quién más me queda...
Mis ojos se posan sobre Leiftan cuando reconozco sus abdom-eh, su figura, en el campo de batalla.
Hay algo... Raro con Leiftan. Está quieto en mitad de la pelea, sin hacer nada, con la cabeza algo gacha y su mirada perdida en algún punto del infinito... Y no parece reaccionar a nada de lo que ocurre a su alrededor. Lo cual es especialmente siniestro al ver a El Titiritero acercarse a él por detrás.
-Nevra -Le doy un golpe en el brazo para llamar su atención y señalo en esa dirección-. Algo raro pasa con Leiftan -Cuando su mirada se posa en el mencionado, veo que su ceño se frunce.
-¡Leift!
Gritando eso, no tarda un segundo en echar a correr en dirección al lorialet, desenvainando sus dos dagas, y yo voy con él aunque yo sea significativamente más lento...
Nevra salta contra El Titiritero, que se ve obligado a detener su asalto para poder parar el ataque del vampiro, no teniendo problema en interponer su espada para bloquear ambas dagas.
-¿Ya te has despertado de tu siesta? -El Titiritero habla con tono de burla- ¿Por qué no vuelves a dormirte un ratito, hm?
-¿Por qué no te vas a la mierda un ratito, hm? -Le devuelve la frase con la misma entonación.
-Vamos, vamos; no hace falta ser vulgar...
Escucho el sonido del metal chirriar y luego chocar de nuevo según ellos se enfrentan, pero yo he puesto mi atención en Leiftan, al que me acerco para ver qué le pasa... Y no me gusta lo que veo. Es como si no... Como si no estuviera aquí, como si su mente estuviera en otra parte. ¿Ha hecho esto Chloé?
-¿Leiftan? -Intento llamarle. No obtengo reacción alguna. Con suavidad acerco una mano a él para tocarle un hombro, y al ver que con eso tampoco reacciona, le agarro por ambos y le zarandeo ligeramente- ¡Leiftan! -Nada... No me oye- ¡Erika, tu novio está haciendo cosas raras! -Grito, pensando en que quizá ella pueda echarnos una mano con esto porque o bien consigue que vuelva a nosotros (porque si hay algo que llama la atención de Leiftan es Erika), o bien porque pueda usar su magia curativa en él.
-¿¡Cuál de los dos!? -Esa respuesta no era la que me esperaba pero la verdad es que tengo que contener una sonrisa al esucharla. Me giro a Erika y la veo mirando en esta dirección- ¡Leift!
Deja lo que estaba haciendo (pelearse con Chloé) para acercarse corriendo a nosotros, y yo suelto a Leiftan para que sea Erika la que ponga sus manos en él.
-¿Leiftan? -Le llama con voz dudosa, pero él desde luego no reacciona- ¡Leift...!
Escucho un quejido adolorido que sé que viene de Nevra, y al girarme en esa dirección veo que El Titiritero parece acabar de arrearle con el mango de su bastón en el estómago, lo que ha dejado al vampiro doblado... Y ahora El Titiritero le arrea un codazo en el cuello, donde antes se ha pegado el golpe contra el kiosko, y las piernas de Nevra vacilan y le tiran al suelo.
Sabiendo que Leiftan está en las manos más capaces que puedo dejarle (¿Quizá?), le abandono para ir... Y esto es una tontería, lo sé...
Contra El Titiritero.
Interpongo mi espada contra su bastón cuando parece ir a darle el golpe de gracia a Nevra. Su espada está envainada, de forma que mi cuchilla choca contra la madera de la funda... Claramente su intención contra Nevra no es letal. Posiblemente se le tenga prometido a la bruja, así que no puede permitirse matarle.
-No te entrometas, Hiiro -Me mira cuando nuestras armas chocan, y yo le sostengo la mirada. Su voz sale casi en un susurro, algo seco y firme, con una voz que es un poco distinta a su burla melosa habitual. Lo interpreto como que habla con sinceridad, no una amenaza sino una advertencia-. No me hagas tener que matarte.
-Soy lo suficientemente listo como para saber que no puedo enfrentarme a ti -Respondo yo, aún mirándole fijamente a los ojos. El ojo negro siempre se me ha hecho muy siniestro pero, quizá porque ya me he acostumbrado, por alguna razón ya no lo es tanto-. Pero no voy a quedarme mirando mientras hieres a mis compañeros.
-“Compañeros” -La palabra suena casi con burla-. Eso es muy noble por tu parte. Pero oponerse a mí tiene consecuencias...
Oh, lo sé. No te preocupes que lo sé.
Desenvaina su espada con un movimiento veloz como una centella, y a mí apenas me da tiempo a interponer la hoja de mi katana que, liberando así la funda-bastón, permite que esta me dé un buen golpe en las costillas que me hace retorcerme con dolor, pero simplemente aprieto los dientes y aguanto firme, haciendo fuerza para evitar que la espada de El Titiritero me gane el pulso.
Él retrocede un paso (alejándose de Nevra, al fin), y tras colocar la funda de su bastón al cinto para que no le estorbe, le veo tomar postura de combate. Yo hago lo mismo. Nuestras posturas son bastante distintas, siendo que distintas son también nuestras armas y nuestras técnicas de espada; pero la punta de ambas cuchillas apunta en dirección al otro.
Soy yo el que se lanza al ataque porque, qué demonios, por qué no.
Sus pies son rápidos en el suelo y se mueve con movimientos perfectos y calculados. Mi juego de pies no es desde luego así de ágil ni organizado, pero hago un esfuerzo por recordar todas mis lecciones con Valkyon y toda mi práctica para poder seguirle la marcha.
El contacto entre las armas es fugaz, cada vez que los metales chocan con un fuerte ruido parecen casi saltar chispas. Es también continuo; chlink, chlink, chlink... Intento buscar la más mínima ranura que él me permita para poder llegar, aunque sea, a rozarle, pero él no me da ni una oportunidad. En su rostro veo serenidad... No está enfadado conmigo (o, si lo está, lo disimula bien), pero no parece tampoco del todo entretenido por el hecho de que haya decidido hacerme su adversario.
Aún así, me sigue el juego. Su espada bloquea cada una de mis intenciones de ataque, dejándolas todas en intenciones... Pero él no termina de atacarme a mí. De cuando en cuando parece hacer un amago, pero no llega a hacerlo. Nuestro combate se queda simplemente en el choque de espadas.
Chlink, chlink.---
(Narra Leiftan)
No sé dónde estoy.
No sé lo que ha pasado. Sólo sé que ha ocurrido de repente. Estaba en mitad del combate... Había conseguido que Erika al fin se calmase y atendiese su mancha negra apropiadamente, e iba a ir a ayudar al resto con El Titiritero cuando, de repente, he dado un paso...
Y un infierno de llamas me ha rodeado de la nada.
No tengo muy claro que esto sea real. En un principio he pensado que sí que lo era, que de alguna forma habían conseguido prenderle fuego a... todo, así de la nada, pero luego me he dado cuenta de que esto no puede ser real. No escucho el sonido del combate, ni los gritos de una Miiko en pánico, ni nada similar. Sólo escucho el crepitar del fuego y mi propia respiración pesada.
Aunque dominase mi miedo al fuego hace ya mucho tiempo, no puedo decir que esto no me incomode sobremanera. Entre otras cosas, porque estoy... Completamente rodeado por las llamas en un círculo perfecto de las mismas. Mi único escape posible sería hacia arriba, pero... No tengo muy claro cómo funcionaría eso, o si sería prudente, teniendo en cuenta que sigo sin saber dónde estoy. ¿Es esto un sueño, una ilusión? ¿De dónde ha salido exactamente? Imagino que ha tenido que ser obra de la bruja, pero...
Escucho un fuerte sonido entre las llamas. Un sonido que hace que mi corazón se detenga por un instante y que se me pongan los pelos de punta. ¿Es eso parte de la ilusión también?¨Debe serlo. Alguien debe estar intentando hacerme revivir todos mis miedos, o algo similar... Imagino.
De entre las llamas, me parece ver que se forma una figura. Un... rostro, quizá... Algo... Es difícil distinguirlo, pero es... Algo que me suena, algo que tiene vida dentro del fuego. ¿O...? ¿No es parte del fuego? ¿Qué es...?
-¿Qué está pasando...? -Lo murmuro a medias para mí, a medias para la persona que intuyo que me está observando desde las llamas...
Calor.
Tengo calor. Demasiado...
El fuego se me hace agobiante. La sensación de peligro que hay en el ambiente. El color del fuego es una advertencia, su sonido es una amenaza. La... cosa... que hay entre el fuego... Empieza a acercarse.
Y yo retrocedo un paso por puro instinto.
Una sonrisa. Ahora lo distingo claramente, en las llamas, en el rostro de esa cosa. Una amplia sonrisa... Que disfruta al verme... así.
Calor...”Leiftan, necesito que espabiles.”
Un sonido ensordecedor aparece de repente en mi cabeza, el tintineo insistente, absurdamente alto, de una campana. Adolorido por el tremendo ruido, me llevo las manos a la cabeza y cierro los ojos con fuerza, y ni aún tapándome los oídos el ruido cesa, y sé que es imposible que lo haga, porque está dentro de mi cabeza...
Ezarel.
El llamador de ángeles.
Ezarel me necesita.
Vuelvo a abrir los ojos, a la vez que tomo una profunda bocanada de aire.
Lo veo todo borroso, una mancha ligeramente familiar frente a mí, y por debajo del sonido insistente de la campana escucho...
-¡... tan! ¡Leiftan!
E... Erika...
El sonido de la campana poco a poco disminuye, y yo respiro con alivio cuando meramente se convierte en un pitido que, me temo, se ha quedado en mi cabeza a pesar de que ya no hay ruido...
Miro a mi alrededor. El combate aún sigue, con fuerza. He salido de la ilusión. Qué...
-¡Leift, por favor, respóndeme!
Erika.
Rápidamente centro mi atención en ella. La tengo frente a mí, mirándome con una mirada llena de preocupación...
-Erika -Cuando llamo su nombre, aunque sea en un murmullo, ella parece respirar con fuerza-. Est... estoy aquí.
-¡Por fin! -A pesar de que estamos en mitad de un combate, no resiste el gesto de abrazarme. Aún sigo demasiado despistado por toda la situación como para que se me ocurra reciprocarlo, y el gesto es demasiado breve como para que me dé tiempo, de todas formas- ¿¡Qué te ha pasado!?
-No lo... tengo muy claro -Admito.
Miro alrededor. La bruja parece estar atareada con Simonn y Miiko... Eso no impide que haya podido embrujarme antes sin que me haya dado cuenta... Por lo que he visto, desde luego no le cuesta mucho concentrarse en hechizos que otra gente consideraría mucho más complicados.
Mi mirada también busca a Ezarel, por supuesto. Ha sido él el que me ha llamado... Creo que ha sido más bien una forma de sacarme de la ilusión a la fuerza, más que porque verdaderamente se encuentre en peligro. Nuestras miradas coinciden por un segundo e intuyo sus labios formar la frase “Ya era hora” antes de seguir peleándose con el phy, que... A juzgar por la camisa manchada de sangre, juraría que va perdiendo.
-¡El Titiritero casi te convierte en brocheta! -Grita Erika- Estabas... -Hace un gesto frustrado- ¡Ido!
-Lo... lo siento -No se me ocurre qué más decir-. Ya he vuelto. Hum... -Lanzo una mirada nerviosa en una dirección concreta- Ayleen...
Está en el suelo, y no parece estar... Consciente. La bruja, además, parece estar haciendo todo lo posible por llegar hasta ella.
A un movimiento de su paraguas, extingue el muro de llamas que Miiko ha plantado frente a ella (no puedo evitar un poco de angustia al ver el fuego, después de lo que ha pasado), y después usa la punta del mismo paraguas para clavársela a Simonn en el pecho cuando aparece por detrás, en un movimiento que quizá a alguien orgánico le hubiera dejado sin aire, pero Simonn simplemente acepta el golpe y trata de devolvérsela ensartándola con un tenedor gigante... Salvo que, cuando la bruja abre el paraguas, fuerza el brazo del comesueños a cambiar su trayectoria, lo que le permite esquivar el tenedor con facilidad. Es entonces cuando Miiko termina su siguiente hechizo y un círculo aparece debajo de los pies de la chica, pero ella procura rápidamente plegar su paraguas, salta sobre él y... ¿V-vuela? L... Las brujas se supone que vuelan sobre escobas, no sobre paraguas...
Como sea, salir volando es el escape perfecto para ella. Desde el aire, se coloca justo encima de Miiko y parece tomarse un segundo para apuntar con un dedo antes de que un proyectil mágico salga despedido del mismo directamente sobre Miiko. Aunque consigue esquivando, causando que el proyectil choque y rompa las piedras del suelo, Miiko se desequilibra por un instante y está a punto de caerse, evitado sólo porque Simonn la sujeta...
Pero en el instante en el que están los dos distraídos, la bruja desaparece del aire. En seguida mis ojos pasan a Ayleen... Y allí, allí está la bruja.
Salgo disparado en esa dirección, llevando una mano a mi espalda para coger algunas de mis plumas...
-¡HEY!
La bruja se sobresalta al escuchar una voz justo a su lado. De la nada, de un montón de sombras de repente aparece... ¿A-Andrée? ¿El conserje? ¿Desde cuándo...?
No tengo tiempo de cuestionarlo porque Andrée le mete semejante puñetazo que la chica se cae del paraguas y todo, dándose un buen golpe contra las piedras.
-¡Andrée! -Miiko dice su nombre con alivio.
-Estaba intentando ajustar mi venganza personal, pero parece que la incompetencia de la Guardia no me va a dejar hacer eso en paz -Resopla con lo que parece que es... irritación-. Está a punto de salir el sol así que no me queda mucho tiempo. Encargaos de proteger a la elfa, es una insoportable pero no estaría bien que se muriese... -Mira alrededor, examinando el panorama- ¿Se supone que el jefazo es el tipo con el sombrero?
-Sí... -Simonn no ha terminado de responder cuando Andrée ya se ha deshecho en sombras de nuevo.
Su intervención, aunque breve, es suficiente como para que Miiko y Simonn consigan reponerse del ataque de Chloé y puedan volver a proteger a Ayleen. Cuando voy a ir a mirar a El Titiritero para ver qué está pasando con él o qué planea hacer Andrée, mi estómago da un vuelco al ver que es HIIRO el que está peleándose con él. ¿¡Por qué está Hiiro...!? ¡Oh, no, Nevra está en el suelo! ¿Qué ha pasado?
No me da tiempo a hacer preguntas u orientarme. Detrás de El Titiritero, surgiendo de las sombras, Andrée hace su aparición.
Lo que ocurre después, imagino, no se lo esperaba nadie.---
(Narra El Titiritero)
No es que me moleste jugar con Hiiro, para nada. Pero tengo algo importante que hacer ahora mismo... No debería estar perdiendo tiempo en esto. Ya he perdido suficiente intentando seguirle el juego al niñato de Alessa... Se suponía que esto iba a ser algo rápido, pero al paso que vamos, si no acabamos con esto en diez minutos la Guardia va a acabar con nosotros.
Así que pienso en una forma amable de deshacerme de Hiiro sin tener que cortarle la cabeza, porque he invertido en él demasiado tiempo como para que me apetezca hacer eso. Él sigue intentando atravesar mis defensas, pero tampoco le dejo mucha oportunidad. Admito que ha mejorado desde el primer encuentro que tuvimos, pero... Le pasa lo mismo que a la chica del Oráculo. No tienen experiencia en un combate real. Aún son niños con un cuchillo en las manos, sin idea de lo que están haciendo... O lo que están arriesgando.
Aunque no es muy difícil detener las estocadas de Hiiro, va a ser más difícil detenerle a él. Un buen tirón de mis hilos debería ser suficiente, pero temo que se enfade conmigo si lo dejo en algo tan simple. Noquearle en seco es una buena opción, por supuesto, mucho más efectiva...
Quizá sólo por mi propia satisfacción personal, me planteo la idea de piropearle en mitad del combate, y quizá eso haga que se tropiece con sus propios pies y se me quite de en medio él solo. Algo como “Me enamora la intensidad de tus ojos cuando tienes intención asesina”... No, eso es demasiado dramático, pero decir algo de sus ojos está bien... Son exóticos, al menos para mí, muestra de su mestizaje. El color es fascinante, ligeramente similar al de el Gran Cristal, y...
¿Hm?
Veo esos ojos tan llamativos abrirse con sorpresa, y ese es el primer, y único, indicativo que tengo.
Siento una presencia detrás de mí.
Con un movimiento golpeo la mano de Hiiro para forzarle a soltar su espada y desarmarle, y rápidamente me giro para acuchillar a quién sea que tengo detrás, preparando también mis hilos para quitármelo de encima...
Ni siquiera sé lo que pasa.
Siento una mano en mi espalda que me... roza.
Y, después.
...
No.
No, no.
No... No, no, no quiero- No, no puedes, ¡NO!
¡NO! ¡DETENTE! ¡PARA ESTO!
¡¡NO!!
¡No...!
Por favor... No quiero... Recordar...
Todo se vuelve negro. No veo nada por unos instantes.
Pero luego veo una figura frente a mí.
Un hombre que me observa.
Un hombre de ojos amarillentos.
Él.
El... Daemon.
No puedo contener mi grito.---
(Narra Hiiro)
Me sorprendo, y casi me asusto, cuando Andrée aparece de repente detrás de El Titiritero. No esperaba que fuera a hacer nada más que pelearse con Naytili, y menos aún que fuera a atacar a El Titiritero...
Un dolor repentino en mi mano cuando El Titiritero me golpea con el mango de su espada, y por reflejo mi mano se abre, dejándome desarmado. Por un instante siento un momento de pánico, y sobre todo me siento muy vulnerable sabiendo que ha podido hacer eso en todo momento, pero...
Mi mirada se fija en El Titiritero según hace el gesto de ir a girarse, pero no lo consigue del todo. No sé exactamente qué es lo que pasa, simplemente veo la expresión de Andrée oscurecerse durante un segundo...
Y, después, veo el más absoluto terror aparecer en la cara de El Titiritero.
Algo se revuelve en mí al ver cómo su rostro se transforma en una mueca completamente horrorizada. Sus ojos se abren con pánico, su respiración se corta por un instante, y él...
Grita.
Es el sonido más horrible que he escuchado nunca. Es desesperación pura. Dolor. Terror. Una emoción inconcebible.
El Titiritero simplemente grita, con una potencia atronadora, y todo el mundo parece detenerse cuando lo hace. Cae al suelo de rodillas, se desploma, y se agarra la cabeza con ambas manos, dando tirones de su pelo... Como si intentase arrancárselo, casi. Pero no deja de gritar. En ningún momento, incluso cuando se queda sin aire, simplemente vuelve a cogerlo y continúa gritando, ese grito horrible que me pone la piel de gallina y que me... Me aterra.
Por un instante, no sé cómo reaccionar. Sé que no soy el único, sé que todo tipo de pelea ha cesado detrás de mí, que ahora mismo todas las miradas están puestas en El Titiritero. Y él grita, y grita, y hace algo más.
Llora.
Está llorando.
Mi cabeza se levanta de forma repentina, fijo mi mirada en Andrée, que le mira con el mismo horror con el que le estaba mirando yo.
-¿¡Qué le has hecho!?
Mi tono suena un poco más brusco de lo que pensaba. Él levanta la cabeza muy lentamente y me mira... casi parece que inseguro de sus propias acciones.
-Estaba planeando... -Su voz se entrecorta- Iba a... N-no sé, simplemente he... usado una de mis habilidades, y he visto otra gente pasarlo mal, pero esto es... -Mira a El Titiritero con lo que parece... sorpresa- Nuevo. Nunca había visto a nadie reaccionar así. Creo que se ha...
>>Roto.
Escuchar esa última palabra... Me deja congelado.
El Titiritero deja ir su cabello, haciendo un gesto de desconsuelo cuando se pasa las manos por la cara (aún llorando, y gritando, y haciendo sonidos ininteligibles entre medias), y al instante siguiente empieza a... Golpearse contra el suelo, repetidamente y con fuerza, dándose cabezazos contra la piedras de una forma que le tiene que estar haciendo verdadero daño.
Lo único que pasa por mi mente es que tengo que detenerle...
Pero apenas me da tiempo a ello, porque de repente siento un golpe muy fuerte en la cabeza, que casi hace que me derrumbe al suelo, y en lo que intento no hacer eso y me giro a ver qué ha ocurrido, todo lo que veo es a Chloé pasar corriendo a mi lado, paraguas en mano, y abrir el mismo para apuntarlo contra Andrée, que por un instante pone cara de sorpresa, y se deshace en sombras justo para evitar otro de los rayos de luz de Chloé, que iba dirigido exclusivamente a él.
-¡Titiritero! -Ella se agacha junto al hombre, con aire preocupado- ¿Q-qué estás...? ¡No, para!
La presencia de Chloé no le hace reaccionar. Sigue gritando, llorando, intentando darse golpes... Y cuando ella trata de detenerle, sujetándole por los hombros, él vuelve a lanzar un grito que hiela la sangre en las venas, y rápidamente trata de alejarse de ella, como... Como un animal herido, casi diría.
-¡¡NO!! -Grita la palabra, que deja a Chloé paralizada donde está- ¡¡NO, NO, NO, NO!!
Después empieza a... ¿Hablar? Parecen farfulleos sin sentido, demasiado acelerados y complejos para que sean inteligibles, y de vez en cuando los intercala con más gritos, llantos completamente desconsolados, alguna... carcajada que no suena para nada cuerda.
-¿Qué está pasando? -Escucho la voz de Erika, un susurro apenas en el fondo.
Nadie tiene respuesta.
Escucho algo parecido a una explosión, por el fondo, y me giro. Todo lo que veo es a Harim caer derrumbado al suelo, en forma antropomórfica, y a Naytili jadeante y con mala cara, primero pateando el cuerpo de Harim, y luego lanzando una mirada en dirección a El Titiritero.
-¡¡TÚ!! -Grita, en un tono... Autoritario, severo, iracundo y aterrador- ¿¡SE PUEDE SABER QUÉ HACES!?
-¡N-No responde! -Chloé es la que habla, porque desde luego El Titiritero no está en condiciones- No... ¡No está bien!
Lo cual era obvio. El Titiritero continúa a lo suyo, envuelto en una nube de demencia, completamente ajeno a Naytili intentando asesinarle con la mirada.
La mujer aprieta los dientes, mirando al hombre roto en el suelo.
Y sus labios se abren para dar una orden:
-Nos vamos.
>>¡Retirada! ¡Recoged a El Titiritero y nos largamos de aquí, VENGA!
-¡Y UNA MIERDA! -La voz de Miiko se sobrepone a la suya. Cuando la miro, en el rostro de la kitsune, veo... Quizá, tal vez me lo imagino... Un rayito de esperanza- ¡Guardia de Eel! ¡Es nuestra oportunidad! ¡Vivo o muerto, El Titiritero no puede escapar de la ciudad! ¡Tenemos que acabar con él, aquí y ahora!---
(Narra Ezarel)
-¡Vivo o muerto, El Titiritero no puede escapar de la ciudad! ¡Tenemos que acabar con él, aquí y ahora!
No tienes que decirlo dos veces, Miiko. No tengo ni idea de qué le ha pasado al Titiriflautas, pero esta es la nuestra. Aquí y ahora.
Bueno, miento. Quizá tenga una ligera idea de lo que le ha pasado, si Tenebritas ha tenido algo que ver. Es una de sus cosas siniestras que hace... Alguna vez nos ha hablado de ello a Ewe y a mí, y estoy bastante seguro de que se lo hizo a Simonn una vez en Lund’Mulhingar para ayudarle a algo, pero ahora no recuerdo el motivo. Su raza, además de ser escalofriante simplemente por la estética, tiene la capacidad de inducir el miedo en las personas... De una forma bastante siniestra, realmente.
Es capaz de hacerte revivir tus traumas. Todo el dolor que has sentido en tu vida, toda la tristeza, la desesperación, todo lo malo, básicamente. De una. Sin anestesia.
Como es evidente, hacerle eso a El Titiritero ha debido ser como abrir la caja de Pandora. Sea cual sea la mierda que le haya pasado el tipo para querer cargarse a Eldarya entera, tiene que ser algo... Bastante intensito. A juzgar por cómo ha reaccionado el tipo, peor que eso.
Voy a hacer algo increíble: voy a ser sincero. No sé qué le habrá pasado al tipo, pero me da pena.
Cuando le he escuchado gritar... No sé qué ha sido en ese grito, pero... Me he sentido mal por él.
Claro que eso no excusa lo de ser un psicópata, lo de cargarme el muerto de Salinne, lo de despeñar a Erika por un acantilado y lo de ser indirectamente el culpable de mi c̸̝̗̄́̉õ̵̺̜̳͈͇̦̃̎r̸̰̲̗͊̓̎̈́ͅt̵͔͈̼̪̟͆̋̽͘̕͝͝e̸̜̪̯͈̦̹͈̓́̓̈͆͝ ̶̛̮̺̘̼͎͌̐̕͘͝d̴̘̝̞͔̂́̐̑̒è̷͇̉̅̑͒̐ ̵̨̢̝̙͔͎͂̃͜p̴͖̳̩̭̅̆͝ę̶̗̰̿̏̆̉͝l̷̡͇̀̚ò̷̃́͘͜͠.
Así que se puede ir muy mucho a la mierda. Aquí y ahora.
Esa es la decisión que tomo, lo que no esperaba fuera que antes de poder lanzarme a por El Titiritero de repente el phy puñetero me arree semejante mamporro en el ojo que me deja viendo las estrellas (a todas ellas menos a Erika, porque no veo un carajo) durante unos instantes, lo suficiente como para que se me escape y pueda empezar a hacer su camino hacia El Titiritero...
Abro mi ojo sano (¿Es así como se siente Nevra todo el rato?) y trato de discernir quién está más cerca... Hiiro, pero Hiiro es un inútil y por la cara que tiene juraría que está al borde de un ataque de ansiedad de los suyos, así que...
-¡Nevra! -Grito el nombre del vampiro, que está en el suelo con una mano en la cabeza y cara de mareado- ¡Titiritero! ¡VENGA!
Me mira con desconcierto durante unos instantes, pero después reacciona y se pone en pie con un salto, desenvainando sus dagas y yendo corriendo hacia El Titiritero...
-¡No! -Pero la PUÑETERA bruja se interpone, con los brazos extendidos frente a Nevra, qué asco le tengo y la acabo de conocer- ¡Nevra, no!
A Nevra no le importa lo que tenga que decir, porque simplemente levanta una de sus manos con la daga y-
-¡Nevra, no puedes hacerme daño porque estás enamorado de mí!
... y la daga cae al suelo con un tintineo metálico.
Nevra se lleva las dos manos a la cabeza mientras hace un sonido de dolor... Algo ha tenido que hacerle.
-¡No! -Escucho el grito de Simonn por el fondo- ¡Recuerda que NO lo estás, Nevra!
-¡Lo sé, lo sé! -Nevra gruñe sus palabras- ¡Se está intentando meter en mi-
Cabeza, imagino que es la última palabra, pero nunca lo sabremos porque es en ese momento que el phy consigue llegar hasta ellos, salvo que en vez de la espada que tenía antes en las manos, ahora está usando un escudo dorado decorado con la cabeza de un león, y con él arrolla a Nevra, tirándole al suelo de nuevo... El pobre no ha dejado de besar suelo en todo el combate, y hay algo en eso que me preocupa porque eso no debería ser así.
-Yo me encargo de él, cúbrenos -Eso dice el phy, acercándose a El Titiritero para intentar agarrarle, aunque el otro se resiste... con ganas.
No parece reconocer a sus propios compañeros. Ahora mismo está completamente enajenado, y no deja de gritar como un banshee y hablar para sí de forma bastante siniestra, aunque no entiendo absolutamente nada de lo que dice... ¿Qué idioma es ese? Aunque intenta pelearse con el phy para quitárselo de encima, al final el phy consigue agarrarle de un brazo, levantarle y más o menos echársele encima, y desde luego no pierde un segundo en sacar la cola de escorpión esa y arrearle a El Titiritero un chute de lo que sea que tiene ahí puesto, que es la misma cosa que ha tumbado a Gèrard en el suelo (y ahí sigue, adornando el pavimento).
Afortunadamente tenemos más miembros capaces en la Guardia de Eel... Imagino. Leiftan y Erika llegan al rescate, Erika yendo a agacharse junto a Nevra para ver si le arregla y Leiftan no perdiendo un segundo en lanzar una lluvia de cuchillas sobre el phy y El Titiritero... Que son bloqueadas por una barrera de color rosa que aparece delante de ellos, cortesía de la bruja.
-¡Maldita sea...! -Veo a Miiko a punto de echarse a correr hacia ellos, pero como la tengo cerca me da tiempo a agarrarla de un brazo antes de que lo haga.
-En cuanto te separes de Ayleen, vienen o la bruja o Naytili y se la cepillan -La aviso. Me pone mala cara al oírlo.
-Yo me encargo de Ayleen -Tengo un mirco-infarto al escuchar la voz de Alessa, del que casi me había olvidado aunque me ha salvado la vida hace un rato-. Me encargaré de que nadie le ponga una mano encima...
Estoy a punto de decir que esta gente ataca a distancia, pero quizá esta vez sea mejor guardarme mis impresiones para mí, así que eso hago, y cojo y me voy con Miiko, intentando dejar que mi ojo pocho se abra, si es que puede... A ver cuándo sale el puñetero sol.
La titiripanda parece intentar reagruparse, así que ese es el objetivo a evitar. Valkyon grita cuando la chica-monstruo le muerde para librarse del agarre en el que la tenía cogida y ella echa a correr hacia el resto de sus aliados, reagrupándose con Naytili que no puede resistirse a ser encantadora y lanzarnos un regalo de despedida a forma de bola de energía siniestra que va a impactar a Leiftan, el único intentando atacar a El Titiritero ahora mismo, y él tiene que esquivarla.
Harim está tirado en el suelo (espero que vivo porque si no su Sulta nos mata), así que él desde luego no va a ayudarnos a parar a nadie, y Tenebritas parece haber desaparecido... Con él tampoco podemos contar.
Con Leiftan distraído gracias a Naytili, el grupo que transportaba a El Titiritero lo tiene fácil para llegar hasta el césped, donde simplemente se quedan a esperar; ella sujetando la barrera con con cara de esfuerzo y él... Peleándose con El Titiritero, al que el tranquilizante no ha debido de hacerle nada de efecto porque sigue berreando como si estuviera poseído. Me empieza a dar dolor de cabeza.
-¡Id preparando el círculo! -Grita Naytili.
-Me NIEGO a dejar que se escapen de nuevo... -Escucho a Miiko decir eso casi con un gruñido, lo cual sólo ocurre cuando se enfada mucho, mucho- Aghgg, maldita sea, ¡lo que sea, aunque sea Naytili me sirve!
Algo extrañado, sin entender eso último, me giro a mirarla, sobre todo al darme cuenta que ha dejado de correr para registrarse los bolsillos y de uno de ellos (el único que debe de tener porque no sé exactamente dónde va a tener los bolsillos su ropa) saca una probeta de líquido blancucio... ¿Qué?
-¿Qué es eso y por qué llevas productos alquímicos sin identificar encima? -Ese es mi trabajo, Miiko.
-Si lo que nos contó Khash es cierto -Esgrime una sonrisa que tiene un cierto aire... Salvaje-, entonces quizá sea una de las pocas debilidades de Naytili. Es...
>>Fuego blanco.
Mi primer pensamiento es que de dónde ha sacado Miiko una probeta de fuego blanco porque no es que sea una receta muy difícil de hacer, pero dada la ausencia de daemons, que son para los que se hace, no hay mucha gente que lo produzca.
Mi segundo pensamiento es Oh, mierda, Leiftan.
-Miiko -Miro al vial con el líquido... Casi aterrado-. De dónde has sacado eso.
-Manufactura propia, Ez -Suena casi orgullosa-. No te creas que eres el único con derechos sobre la sala de alquimia.
-Miiko, no puedes usar eso -Al oír mis palabras, la sonrisa desaparece, y en su lugar frunce el ceño-. E-es una mezcla muy inestable, no es seguro usa-
-Ezarel, tengo la sensación de que no tienes ni idea de lo que es el fuego blanco.
Al contrario. Sé muy bien lo que es.
Es una trampa para daemons. El fuego blanco está hecho para ir directamente a atacarles a ellos. Y no sé si Naytili es daemon o no, pero hay al menos una persona aquí sobre la que no quiero que se use esa cosa.
-Miik-
-Shh -Me manda callar, poco interesada en lo que tenga que decirle-. Esto va a funcionar. Confía en mí, Ezarel.
Lo hago. Lo hago, Miiko.
Por eso, cuando su brazo se levanta para lanzar la probeta al suelo, vuelvo a gritarle que no lo haga. Por eso, cuando la suelta y esta se precipita hacia el enlosado, trato de ir a agarrarla, y siento la caricia del cristal contra la yema de mis dedos, pero eso es todo.
Y cuando el vidrio se rompe y el líquido se convierte en una llamarada de fuego blanco... Siento que mi corazón se detiene.
El fuego ni siquiera se lo piensa. En cuanto cobra vida elige a su objetivo, y hacia allá se dirige.
Y no es Naytili, a pesar de la cara de pánico que pone al darse cuenta de qué era el contenido de la probeta.
No.
Es una persona con un rostro todavía más aterrado que el suyo.
Leiftan.
Leiftan, que no reacciona.
Leiftan, que no es capaz de hacer nada.
Leiftan, que simplemente se queda mirando venir el fuego.
Un fogonazo de luz blanca.
Y, después, a los gritos de El Titiritero se une el aullido de dolor de Leiftan.
El fuego le envuelve por completo. No parece estarle quemando, al menos no en el sentido de intentar consumirle, pero por sus gritos sé decir que el dolor que siente ahora mismo es inimaginable. Cae al suelo sin remedio, y allí se retuerce entre gritos de dolor, agonizando.
Por segunda vez, al igual que después del grito de El Titiritero, todo parece detenerse por un instante.
La atención está puesta en el daemon que se retuerce de dolor en el suelo. Sé que no todo el mundo lo entiende. No todo el mundo aquí sabe lo que ese fuego blanco significa, o por qué ha atacado a Leiftan.
Hay tres personas que sí lo sabemos.
Miiko, Naytili y yo.
Es, de todas las personas posibles, Naytili la primera en reaccionar.
-¿Qué?
Sus ojos están fijos en Leiftan. Es la primera vez que veo a esta mujer... Así.
No parece haber rastro de una sola emoción negativa en su cara.
Simplemente hay incomprensión. Sorpresa atónita.
-Cómo... -Habla entre murmullos- Por qué, tú... No, no puede ser...
-¡No hay tiempo para esto! -La chica monstruo la urge, agarrándola de una muñeca para tirar de ella, y Naytili se deja arrastrar, sin despegar aún los ojos de Leiftan.
Nadie las detiene cuando hacen eso, porque el resto aún seguimos mirando a Leiftan. Sus gritos de dolor se han transformado en... Algo más.
Aún se retuerce y se revuelve, pero en los movimientos de su cuerpo hay algo más. No deja de sacudirse, como si intentase quitarse algo (¿El fuego?) de encima, y el movimiento de sus hombros es casi perturbador, de alguna manera. Con un grito, uno que no se parece a los aullidos adoloridos de antes, sino que tiene un timbre mucho más siniestro, uno de sus brazos se levanta para caer en un puñetazo sobre el suelo, agrietando instantáneamente las losetas bajo él.
-¡No...! -La voz de Leiftan se escucha... Distorsionada. En un tono grave y profundo, extrañamente ronco, que no tiene nada que ver con su voz normal. El sonido me produce un escalofrío- ¡No, esto no está pasando...! ¡Por favor, no... no me miréis! ¡No..!
El siguiente sonido que sale de sus labios es un ruido aterrador, algo que no sé decir si es un grito o algo más... Pero que hasta a mí, que pensé que me había acostumbrado aunque fuera mínimamente a la verdadera naturaleza de Leiftan, me provoca un terrible miedo, y mi cuerpo reacciona retrocediendo un paso que no quiero dar, pero que doy igualmente. No soy el único. A mi lado, Miiko también retrocede.
Sus ojos están fijos en Leiftan. En ellos se ve el miedo pero hay... Hay algo más, detrás de eso. No sé definirlo del todo. ¿Dolor, tristeza? Soy incapaz de discernir qué debe estarse pasando por la mente de Miiko ahora mismo.
Tras el grito de Leiftan, su cuerpo se agita una vez más. Casi parece que abriéndose paso a la fuerza, rasgando y abriendo su piel, de su espalda surgen una pareja de alas negras que se levantan en un torbellino de plumas por encima de las llamas blancas... Y luego... Otras dos parejas de alas negras surgen más abajo en su espalda también, dejándole con tres pares de alas. No es el único cambio de su apariencia, incluso por debajo de las llamas en su cabeza se intuyen los cuernos que se curvan a su alrededor, dándole una apariencia casi monstruosa. En el aire noto el desagradable olor del sulfuro.
Un destello azulado llama mi atención a mi derecha, y de reojo veo que se trata del círculo de hechicería de Naytili y compañía. Mierda, se nos han escapado... Otra vez.
Pero por mucho que eso me irrite, ahora tenemos mayores problemas.
Leiftan completa su transformación, que casi parece que se esté forzando a abrirse paso en él, en contra de su voluntad. El fuego blanco comienza a disminuir en intensidad, exponiendo su figura a todo el mundo. Ahora es obvio para todos los presentes, no sólo los que conocemos el secreto del fuego blanco, lo que está pasando con Leiftan.
A mi izquierda, veo a Miiko llevarse una mano a la boca. El miedo en sus ojos parece haberse extinguido un poco, pero aún permanece, pero lo que más me llama la atención ver en ellos son... Lágrimas.
Sin dudar un segundo más, comienza a caminar hacia el daemon. Sus pasos sobre el suelo empedrado son firmes.
-¡¡Leiftan!! -Grita su nombre, acercándose a él- ¿¡Qué significa esto!?
Sabes lo que significa, Miiko. Lo sabes.
-¿Eres un...? Un... -Deja la frase en el aire, como si no se atreviese a terminarla.
Avanzo yo también algunos pasos en su dirección, y abro la boca para decir algo, para defender a Leiftan... Pero no me salen las palabras. No... No se me ocurre qué decir. Cómo hacer que esta situación mejore.
Poco a poco, el resto se va acercando, con más o menos reticencia. Una de las primeras personas en acercarse es... Erika. Con cara de preocupación, pero también clara confusión, se acerca hasta ponerse a la altura de Miiko, sin atreverse a avanzar más, y toda su atención está puesta en Leiftan ahora mismo.
-Leift, qué... -Su voz sale floja, casi sin fuerza- Qué está pasando, por qué... E-eres como... L-la cosa que vimos en Memoria, de lo que nos advirtió Fáfnir...
-Leiftan -Miiko habla con un poco más de impaciencia ahora, claramente nerviosa-. ¿Lo eres? ¿Eres uno de ellos?
Nadie se atreve a decir la palabra. Nadie se atreve, pero todos la tenemos en la cabeza.
Leiftan, con el fuego casi extinto, ahora está tirado en el suelo, con apariencia... Rendida y agotada, es lo único que se me ocurre. Sus ojos oscuros se levantan para mirarnos. A mí, a Erika, a Miiko.
La primera lágrima empieza a escurrirse por su mejilla.
-Lo... siento.
Miiko se lleva las dos manos a la cabeza, gruñendo, y gira sobre sí misma, como si no pudiera verle la cara. Erika lanza un sonido de sorpresa y no aparta los ojos de Leiftan, pero él no parece ser capaz de soportarle la mirada, según las lágrimas siguen surgiendo de sus ojos y se echa a llorar.
Yo me llevo una mano a la frente y tomo aire.
No, Leiftan. No deberías pedir perdón por ser quién eres.
-Miiko -Me acerco a ella, dispuesto a soltar el sermón que sea necesario para hacer que se tranquilice...
-¿¡QUÉ ES ESTO!? -Pero ella explota, girándose de nuevo y avanzando hacia Leiftan para poder gritarle- ¿¡Por qué no has...!? ¡ME HAS MENTIDO A LA CARA!
-M-Miiko -Por detrás, Nevra aparece con cara de preocupación, pero no sé si más preocupado por Leiftan o por Miiko-. Tiene que haber una explicación, vamos a...
-¡Hay UNA explicación, Nevra, y la tenemos delante! -Girándose hacia el vampiro, señala a Leiftan de forma casi acusatoria- Eso es fuego blanco. Y estás viendo lo mismo que yo, Nevra. Le estás viendo.
Sí. Es evidente y es obvio... La realidad sobre Leiftan. Nadie puede negarlo a estas alturas.
El fuego termina de consumirse del todo. Leiftan apenas parece tener fuerzas de ningún tipo, de forma que continúa en el suelo, mirándonos a todos con ojos aterrorizados y llenos de lágrimas. No me gusta verle así. No me gusta nada. Intento conectar mi mirada con la suya, pero soy incapaz de ello.
-Leift... -Erika vuelve a hablar, con voz suave, aunque en cómo vibra la palabra se nota un poco de... miedo- ¿Qué... eres?
La pregunta parece romper a Leiftan, que deja escapar un profundo sollozo de su garganta. Aún con eso, también le hace reaccionar, y hace el esfuerzo de ir a ponerse de rodillas al menos, mirando fijamente a Erika.
-Si... sigo siendo yo, Erika... -Esa es su respuesta- Soy Leiftan. A-aún soy yo, soy...
-Un daemon.
Finalmente cae la palabra.
Y no de una persona que yo estuviera esperando. Me giro levemente, y veo a Alessa abrirse paso entre nosotros... En dirección directa a Leiftan. Camina con pasos agitados pero seguros, con puños apretados y tensos... Y, si no fuera porque sé que es imposible, juraría que mirando fijamente a Leiftan.
-Es un daemon -Repite la palabra, llegando a colocarse junto a Erika, y casi parece que conteniéndose para no avanzar más-. Criaturas horribles incapaces de sentir amor o empatía. Eso es lo que es... Lo que eres, Leiftan.
-No... -A él le tiembla el labio al hablar. Se pone en pie a duras penas, y mientras lo hace consigue tomar control de su cuerpo para hacer que su transformación desaparezca, plegando sus alas, devolviendo el blanco a sus ojos y ocultando sus cuernos, aunque el olor a sulfuro aún se mantiene en el aire- No, no, no... Yo...
-No muevas un sólo músculo, Leiftan -Advierte Miiko, avanzando un paso en su dirección. Eso paraliza a Leiftan, que se queda donde está y la mira con ojos muy abiertos y asustados-. No me puedo creer que... Todos estos años... -Hace una mueca... frustrada, diría- ¿¡Por qué...?!
-Miiko-
Hace ademán de ir a acercarse a ella. En cuanto incumple la orden de no moverse, Miiko adelanta una pierna y sostiene su báculo de forma firme, apuntándolo hacia Leiftan...
En cuanto hace eso, inmediatamente Simonn se materializa detrás de ella con un tenedor preparado y listo para ensartarla.
A lo que Nevra reacciona colocándose tras él y desenvainando una de sus dagas, colocándola en la espalda del comesueños entre sus omóplatos.
Y yo, con un suspiro, desenvaino mi propia espada y sin que me tiemble el pulso la coloco junto al cuello de Nevra, dejando que el filo acaricie su piel.
Todo se detiene por un instante.
-Qué significa esto -Miiko gruñe las palabras, sin moverse, sabiendo que en cuanto lo haga, algo horrible que nadie quiere que ocurra va a ocurrir.
-Ya te haces una idea, Miiko -Es la respuesta de Simonn.
-Lo sabíais. Ambos.
Ninguno de nosotros lo confirma o lo niega, pero la respuesta es obvia.
-¿E-Ezarel? -Me distraigo momentáneamente cuando escucho mi nombre salir de los labios de Erika. Ahora ella me mira a mí, y se me parte el corazón al ver la expresión desolada en su cara- Tú... Sabías que Leift...
Tomo aire.
-Lo llevo sabiendo un tiempo -Admito-. Leiftan es un daemon. Y, lo siento, Miiko, pero no voy a dejar que ni tú ni nadie se atreva a castigarle por ello.
-Es un daemon -Alessa habla casi con veneno en su voz, pronunciando la palabra con un odio palpable-. Sabes el tipo de criaturas que son. Y está claro lo que hay que hacer con ellas. Exterminarlas.
La palabra hace que una alarma suene en mi cabeza, porque es una palabra muy fuerte que no entiendo qué hace saliendo de sus labios. Toda la actitud de Alessa ahora mismo es preocupante, en realidad. No soy el único que se da cuenta de ello, por suerte.
-¿Estás mal de la cabeza? -Simonn habla con tono enfadado- ¿Exterminar? ¿A Leiftan? ¡Es nuestro compañero! ¡Un amigo! Miiko, tú le conoces desde hace AÑOS, sabes que Leiftan no es... ¡No es malo!
-Dices eso -En la voz de Miiko no se intuye ninguna emoción concreta. La tengo de espaldas, al otro lado de la cadena de amenazas que hemos armado, así que es imposible verle la cara-, pero ahora mismo tengo la sensación de que no le conozco de nada.
-Por favor... -Leiftan lloriquea, con el corazón claramente roto- No... No os peleéis... Yo... M-me iré lejos... No volveréis a saber de mí...
No, Leift. No vas a irte a ninguna parte.
-No vas a irte a ninguna parte -Alessa dice exactamente las mismas palabras, pero en sus labios tienen un aire distinto-. Ya que parece que tenemos emociones mezcladas al respecto, ¿por qué no le preguntáis al dragón qué opina de todo esto?
Por un momento me pregunto que de qué está hablando, qué dragón.
Luego me acuerdo de alguien que todavía no ha hablado, que se ha mantenido en silencio, observante, al fondo de todo el conflicto.
Valkyon.
Oh, Valkyon.
En mi urgencia por tratar de pararle los pies a Miiko, no se me ha ocurrido cómo ha podido reaccionar él a todo esto. Leiftan ha sido siempre una figura muy importante para él, desde que era un crío, y descubrir esto de esta manera... Además, teniendo en cuenta... Su sangre de dragón...
Leiftan ha hablado de ello muchas veces. De cómo los daemon y los dragones son enemigos naturales. Está en su sangre querer matarse los unos a los otros.
Levemente giro el cuello para poder mirar a Valkyon.
En su cara hay una seriedad casi perturbadora. Normalmente el rostro de Valkyon es de piedra, pero esto es algo distinto. Hay una tensión en él que me hace saber que, dentro de su cabeza, deben estar pasando mil cosas distintas ahora mismo.
Cuando la atención recae en él, no parpadea. Comienza a caminar directamente en dirección a Leiftan.
Pasa justo por el centro de nosotros, forzándonos a romper la cadena, y Simonn y yo nos hacemos a un lado mientras que Miiko y Nevra se quedan a otro, tras intercambiar un par de amenazas a través de los ojos que nos advierten de que nadie haga nada “raro”.
Valkyon se planta frente a Leiftan, que le mira... Con miedo. Nada más que con miedo.
-Eres un daemon.
La voz de Valkyon se hace oír alta y clara. No es una pregunta, pero la entona como una. Leiftan levemente asiente.
-Sabías lo de Lance. Lo mío. Sabías que éramos dragones.
Leiftan se paraliza por un instante. Tras pensárselo un segundo, vuelve a asentir.
-Y Lance... Sabía lo que eras tú.
Por tercera vez, Leiftan asiente.
Lo siguiente que ocurre pasa demasiado deprisa como para que nadie pueda reaccionar.
Con un rugido que hace que me tiemblen las rodillas, Valkyon se abalanza sobre Leiftan, que no hace nada más que observar con horror según esto ocurre. Miiko grita el nombre de Valkyon, pero él no reacciona y, transformándose completamente, se lanza contra el daemon.
Una de sus garras de dragón se aferra en torno al cuerpo de Leiftan.
Y Valkyon alza el vuelo.
Un dragón dorado sale volando por el aire, dejándonos a todos perplejos por unos instantes... Aún más cuando hace un giro en el aire y vuelve a pasar por encima de nosotros, ahora con una de sus patas dirigiéndose hacia...
¿... mí?
No me da tiempo a gritar antes de que las garras del dragón me atrapen, con una fuerza brutal, y Valkyon se eleve en el aire una vez más, y empiece a volar... Alejándose del CG.
-¡Se están dando a la fuga! -Escucho la voz de Alessa más abajo, en el suelo- Ni de coña... ¡LEIFTAN!
No entiendo muy bien lo que pasa a continuación. Algo, algo que vuela, una criatura con alas que me ciegan por un momento, comienza a dirigirse hacia nosotros... Pero antes de que pueda llegar, Simonn aparece en una explosión de polvos dorados, blandiendo un tenedor que le lanza sin pensárselo dos segundos, y la figura cae derribada hacia el suelo. Simonn lanza un sonido que parece un gemido de dolor, llevándose dos manos a la cabeza, y después se deshace en polvo.
Meramente le intuyo en el aire, junto a nosotros, siguiéndonos mientras Valkyon nos aleja del CG, llevándonos... A quién sabe dónde.
Sé que no me veis, pero yo estoy BAILANDO.
Van a pasar muchas cosas en el fic en los próximos capítulos, y yo lo estoy deseando :)
Como he tenido esta explosión creativa y por una vez tengo los capítulos bien hechos, os puedo asegurar que nos volveremos a ver dentro de dos semanas... A menos que me pase algo horrible, que imagino (y espero) que no. ¡Esperadlo con ansias!
Y aquí me despido. Que os vaya todo muy bien, feliz vuelta al cole para aquellos que estudien, no os olvidéis de regar a vuestros gatos yyyyyy, ¡gracias por leer!
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