Era ya por la tarde, y Kuon recién llegaba a su habitación tras tener una reunión con el grupo de música con el que tocaba. Habían estado terminando de elegir los últimos accesorios para los disfraces en grupo que iban a llevar en el concierto especial en el que iban a tocar por Halloween.
De esta forma, y como solía ocurrir en su caso, dado a que contadas eran las veces que recibía alguna carta, casi por casualidad decidió mirar su buzón. Siendo entonces su sorpresa al ver que tenía una carta.
- ¡Una carta! - exclamó por la sorpresa.
Por algún motivo, incluso sin saber de qué se trataba parecía hacerle ilusión recibirla.
De esta forma la recogió, pasando entonces a finalmente entrar dentro de su habitación. Y tras quitarse el calzado y ponerse así algo más cómodo, se sentó en el sofá para leerla.
Al abrirla pudo ver de qué se trataba:
"Buenos días,
Se le ha asignado una compañera de cuarto cuyo nombre es Rania.
Llegará al cuarto número cinco en cualquier momento.
Atentamente,
— Dai, director."
El director de IRO le informaba de que iba a tener una compañera de cuarto. Kuon no pudo evitar sonreír. Y es que después de casi un año viviendo en la residencia, Rania, como así se llamaba la joven, iba a ser su primera compañera de cuarto en IRO.
El pelirosa comenzó a pensar pues en una forma de darle la bienvenida. La carta decía que podría llegar en cualquier momento, así pues podrían darse dos opciones. Por una parte que él estuviera en la habitación en ese momento, y por la otra que no lo estuviera. Pensando en esto, Kuon esperaba poder hacer algunos pequeños preparativos.
Para en el caso de que él no estuviera, le escribiría una breve nota-carta a modo de presentación y dándole la bienvenida, que dejaría colocada en la mesa que estaba más cerca de la entrada. Mesa que Kuon acostumbraba a dejar vacía para poder así posar bolsas u otras cosas que pudiera traer de la calle cuando llevaba a la habitación. Junto a la nota-carta habría pues en esta ocasión un pequeño florero, algo sencillo, pero de apariencia linda, con varias flores de color amarillo que previamente habría recogido del huerto. Esta era una forma de transmitirle que esperaba llevarse bien con ella, pues las flores amarillas se asociaban a la alegría y a la armonía, queriendo decir con ellas que esperaba que pudieran ser amigos con el tiempo y conocerse. Si bien cabe decir que, solo por si acaso, elegiría flores que fueran aptas para alérgicos. Por último, junto a esto, añadiría un pequeño toque quizás algo más personal. Una pequeña ranita hecha de origami por el mismo, como una forma de decirle “bienvenida a casa”. Aunque era probable que la joven no supiera del significado del animal, más en cualquier caso a Kuon le parecía un detalle bonito, y pensaba que siempre podría explicárselo después él mismo.
De esta forma, dándose la primera opción, en el tiempo que él estuviera en la habitación, tendría la nota-carta guardada, para poder darle la bienvenida él mismo. Si bien, tanto las flores como la ranita estarían igualmente en la mesa. Por su parte, Kuon le ofrecería su ayuda y/o le enseñaría la residencia si así ella lo quería. Y tal vez, si el momento era adecuado para ambos, pudiendo ir a la cafetería para comer algo y charlar.
Ahora pues, con todo ya pensado, el pelirosa solo esperaba tener el tiempo suficiente para tenerlo todo listo antes de que su compañera de cuarto llegara. Por lo demás, el cómo sería la convivencia entre ellos sería algo que se iría viendo con el tiempo, más Kuon esperaba que pudieran llevarse bien.
Última modificación realizada por Izula (El 16-10-2023 à 17h38)