Primer día en IRO de Sumire: conociendo a su compañera de cuarto
Sumire - Sirena ❙ Cerrado ❙ En curso
Cuando llegaron a su habitación, Sirena fue quien tomó la iniciativa de abrir la puerta, dejando luego espacio para que pudiera entrar Sumire, que así lo hizo. Y así, una vez ya las dos en el interior Sirena pudiera cerrar la puerta.
Al entrar Sumire afirmo con la cabeza ante las palabras de Sirena - "Llegamos, supongo..."
Posteriormente, se dirigió hacia la silla en la cual había dejado previamente sus pertenencias, y de ellas saco un pequeño saquito de color lila. Allí tenía guardado el regalo que durante el camino hasta la habitación había estado pensando en darle a Sirena, y puesto que sabía que ésta tenía que irse pronto a sus clases, quería poder dárselo antes de que se fuera. Así pues, busco por un momento en su interior, no tardando mucho en encontrar lo que buscaba, para posteriormente guardarlo en su mano y volver a dejar el saquito con el resto de sus pertenencias.
Después de esto se dirigió hacia Sirena.
- Yo también quiero darte un pequeño regalo - le dijo extendiendo su mano hacia ella, y abriéndola entonces dejando ver lo que parecía ser una pequeña piedra de color azulado, más concretamente de un tono similar al de los ojos de Sirena - En el mundo del cual procede estas piedras son consideradas de buena suerte. Existen en varios colores, pero he pensado que éste era el mejor para ti - le dijo con una sonrisa.
En realidad la piedra en cuestión se trataba de lo que en otros lugares era conocido como un cuarzo azul. Sumire no era un experta en el tema, por lo que desconocía su significado fuera del mundo del cual provenía. Y en dicho mundo, estas piedras de cuarzo, en cualquiera de sus tonalidades, eran consideradas como algo que daba buena suerte a las personas, además de ser relativamente bastante fáciles de encontrar y de soler utilizarse como adornos en algunas joyas. Sumire contaba pues con una pequeña colección de ellas en su saquito, el cual solía llevar siempre con ella durante sus viajes desde que había descubierto que, aunque ella desconocía realmente su valor monetario, parecían ser algo que siempre era aceptado como pago en caso de ser necesario. Y dado que Sumire no tenía dinero de todos los mundos que visitaba llevar algo así con ella le resultaba muy útil.
Por otra parte, y volviendo al regalo en si, no sabía que pensaría Sirena de él. Quizás considerase extraño que le regalase una pequeña piedra, pero aun así Sumire esperaba que pudiera ser de su agradado pues realmente se lo daba con el mejor de sus sentimientos.
Última modificación realizada por Izula (El 13-04-2023 à 18h33)