¡Bienvenid@s a "Al escuchar un cascabel"!
Mi nombre es El y soy la creadora/escritora de esta historia.
Espero disfruten la lectura y me acompañen a través de los capítulos y las aventuras que tengo en mente.
Fídi llegó a la guardia sin saber nada más que como defenderse, sin ser capaz de hablar o comunicarse comenzaron los problemas.
A TODOS/AS LOS/AS JUGADORES/AS
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Para tener en cuenta:
➜ Esta historia se desarrolla en Eldarya New Era, por lo tanto personajes como Ezarel o Valkyon no estarán presentes (¿o si?).
➜ No he decidido ninguna pareja todavía, tampoco sé si habrán a futuro, este fanfic va más sobre el desarrollo personal e intelectual, y no pienso centrarme tanto en las relaciones amorosas.
➜ Más adelante podría necesitar personajes para ir avanzando, si quieren que sus guardianas, guardianes u oc's participen de la historia entonces estén atentas.
➜ Lamento no poder calcar las personalidades de los personajes de Eldarya al cien, hago lo que puedo, pero es difícil cuando no son enteramente míos. Por lo que desde ya voy avisando que podrían quedarme ligeramente OoC.
➜ Recién voy por el capítulo 5 de New Era, por lo que recalco el punto anterior, pueden quedar ligeramente OoC.
➜ La historia ira acompañada de dibujos míos, cabe aclarar que no soy la mejor dibujante pero es la idea, y ya verán el porque.
➜ Todavía no estoy segura de como separar los episodios, si por capítulos, o por partes, pero no se preocupen, cualquier cambio se los estaré avisando.
➜ Tal vez, y solo tal vez, haga escenarios interactivos donde ustedes lectoras podrán decidir el futuro de la historia, o alguna decisión de los personajes.
La criatura temblaba en la esquina de la habitación, viéndose rodeada de extraños que cada vez iban acercándose más a ella, ellos creían que no lo notaba, que si iban con calma y despacio los recibiría con los brazos abiertos y en una posición vulnerable, pero claro que no. Estaba lista para atacar, quizás si los golpeaba de a uno podría ganar, tenía la altura y la fuerza, pero dejaría varios flancos descubiertos donde le podrían hacer daño. Les siseó enojada, revelando una lengua bífida y unos largos colmillos superiores, se defendería con todas sus fuerzas y quería que estuvieran al tanto de ello, no se la llevarían sin pelear y no ondearía la bandera blanca jamás.
♦
Fídi
Capítulo 1 al 7
Esta es la Fídi que se muestra al principio de esta historiaCapítulo 8 al ...
Espacio dedicado a aquellas personas que aportaron a la historia con su bello arte, desde dibujos hasta edits.
♥
Apartado en construcción
Historia iniciada: 11/03/2022
Historia finalizada: ??/??/????
Capítulo 1
No sabían ni como, ni de donde la criatura había aparecido, pero en un segundo y aún con sus metros de largo había logrado introducirse y burlar a los guardias, para llegar serpenteando a la cocina, donde con gran sigilo ya había logrado vaciar dos grandes vasijas repletas de pan y huevos, huevos crudos. Karuto había salido por el escándalo, encontrándose con un gran desastre en su preciada cocina, alzó su voz al cielo y muchos corrieron a ver que sucedía, otros ignoraron los gritos y siguieron su camino, no eran pocas las veces que escuchaban al sátiro embravecido, y muchos sabían que era preferible ahorrarse su ira.
Nevra había sido uno de aquellos que entró, frunciendo el ceño por la escena que se desarrollaba frente suyo, la criatura seguía engullendo sin vergüenza aquello comestible que encontraba, sin sentir asco por lo que se le había caído, lamiendo el suelo y devorando con rapidez. Allí donde su cola pasaba dejaba un rastro de harina y migajas, y por su gran fuerza, al haber intentado subirse a las alacenas de más arriba había roto algunas estanterías, ensuciando el piso con aceites y algunas hierbas, llenando el suelo de frascos rotos y pedazos de vidrio que la criatura se aseguraba de esquivar.
—¡Detente! —gritó Nevra encolerizado y cansado, estaba harto de tener que arreglar aquellos problemas, luego tendría que lidiar con las quejas de Karuto que seguía gritando, lanzando servilletas arrugadas a la criatura que se notaba ajena a sus demandas, —¡Es una orden! —gritó nuevamente, alzando su voz por sobre todas las otras, todos se quedaron callados al escucharlo, el sátiro lo había mirado sorprendido, mientras detrás de él los murmullos y susurros cesaron, el vampiro no estaba para estas cosas, y se notó en su imponente tono de voz que los dejo a todos sintiéndose inferiores, pequeños. Pero la criatura, la criatura ni siquiera lo miró, ignorando a todo el mundo siguió con su tarea, estaba más interesada en cazar un pequeño Musarosa que al igual que ella se había colado en la cocina.
Nevra apretó su nariz entre su pulgar e índice, estaba exasperado, y no le gustaba nada que sus ordenes fueses pasadas por alto, era parte de la guardia Brillante, pero de qué servía tanta posición si aquellos extraños al CG no lo entendían.
—¡Alto! —repitió, esta vez acompañando su grito con unos pasos de acercamiento a la criatura, la cual, esta vez, si que le prestó atención, en solo un segundo estaba con su vista fija en él, preparada para atacarlo si él lo hacía.
Nevra se quedó estático viendo sus ojos, cuya pupila negra y alargada parecía una fina línea, y su iris amarilla abarcaba el resto. Ni siquiera parpadeaba, y parecía tampoco respirar, en la habitación se había producido un silencio espectral que ahora temía romper. El pelinegro no se acercó más, entendiendo el lenguaje corporal de la criatura y en cambio decidió hablar, con voz baja empezó —no voy a hacerte daño —prometió —ven conmigo y solucionaremos esto —dijo, señalando con una de sus manos hacía la puerta, la criatura había entendido eso, pero no quería salir, ¿qué tal si era una trampa? una emboscada, y se sentía más segura allí, por lo que retrocedió, enroscando su cola y alejándose del extraño que le hablaba. La Musarosa aprovechó el despiste para escapar.
Bueno, Nevra ya había sido todo lo políticamente correcto que su personalidad le permitía, decidió entonces intentarlo a la fuerza, o más bien, obligandola a salir, si tuviese una bendita poción de Huang Chu podría dormirla y sacarla de allí, quizás meterla en la cárcel o mandarla en barco lejos de Eel.
—Bueno, bueno ¿Qué sucede aquí? ¿Festejamos que Mathieu por fin encontró su encanto o...
—¡Oye! —Mathieu que venía caminando justo detrás ella se quejó cuando la kitsune paró de repente, chocando su nariz con su espalda y sobandosela.
Ambos quedaron conmocionados cuando vieron el desastre, la criatura, y a Nevra echando humo por las orejas, ellos desde afuera solo podían notar a toda la gente aglomerada, pero no sabían lo que les esperaba a través de ese muro de personas.
Nevra inmediatamente los paró, colocando su brazo horizontalmente para evitar que se acercaran más, podía notar que la criatura ya estaba colocándose en una pose más de ataque que defensiva.
—Si alguno tiene una poción de sueño que de un paso al frente —les dijo, ninguno de los dos avanzó. Nevra suspiró enojado, claro que no tenían, no sabía que estaba esperando, ni siquiera Mathieu que formaba parte de la guardia Absenta solía llevar pociones consigo.
—Bueno, plan B —dijo desenvainando su espada —Quedas bajo arresto.
Mathieu no pudo evitar mofarse de esa última línea, ahogando su risa, Koori le pegó un codazo de advertencia y ambos se prepararon para atacar también, ayudarían a Nevra de ser necesario.
—Koori, sacalos a todos de aquí.
—Voy a eso —dijo, reuniendo a los cotillas de turno y echándolos de la cocina, tuvo que plantarse firme ante Karuto que no quería salir, sino que quería proteger su cocina junto con ellos, o al menos quedarse, pero luego de varias quejas logró convencerlo de retirarse. Se quedó fuera haciendo guardia.
A la criatura no le gustaba donde estaba yendo todo esto, ahora estaba encerrada entre cuatro paredes, aprisionada por unos extraños que le apuntaban con sus armas, y la idea de estar en desventaja en cuanto a número tampoco le agradaba. Se alzó sobre su cola, doblándose en tamaño, gruñendo y mostrando sus largas uñas y sus dientes afilados. Se lanzó con fiereza hacia ellos quienes la esperaban con los pies plantados en el suelo y las espadas en alto.Capítulo 2
Realmente no querían lastimarla, no era el modus operandi de la guardia matar a quienes entraran sin permiso, pero si no podían ni siquiera atraparla no podrían sacarla del cuartel general, y armaría más alboroto del que ya había y por el que tendrían que pagar varios platos rotos. Claro que hablar de gastos con quien les gruñía no parecía la mejor idea en el momento tampoco, y Nevra, habiéndole intentado hablar y dialogar, no era conocido por su paciencia. La criatura no podía entenderlo, y se notaba, ni siquiera era capaz de mostrar algo de decoro al verse despojada de cualquier tipo de vestimenta, solo tenía sus largos y descuidados cabellos que parecían cubrir lo mínimo de su cuerpo para no lucir indecente.
El vampiro no dejaba de planear en su cabeza miles de escenarios con los cuales atrapar a la criatura sin lastimarla, y lo más importante, no poner en peligro soldados en su guardia, ni Mathieu ni él deberían salir heridos si hacía correctamente su trabajo. Debía cuidarse especialmente de sus colmillos, dos armas letales y naturales que podrían morderlo en menos de un parpadeo y herirlo de gravedad, o hacerle una herida lo suficientemente profunda para preocupar. Nevra jamás hubiese pensado que además de lidiar con humanos tendría que lidiar con plagas.
Con pasos ligeros y rápidos, sin que la criatura fuese capaz de detectarlo, Nevra se iba alejando cada vez más de Mathieu, intentando posicionarse en otro lugar, para acorralar a la bestia y tomarla por sorpresa, no contaba con que esta poseía una visión bastante amplia, y que aún sin mover sus iris observaba más allá de lo que los humanos y otras especies eran capaz. Cada vez se sentía más aprisionada, y con cuidado iba arrastrándose hacía atrás, enroscando su cola, y preparándose para en cualquier momento saltar y huir de allí. No dejaba de sisear y gruñir, intentando advertirles, de ser el caso tendría que asesinarlos, pues ante sus ojos, era ella o ellos, y claro que se elegiría siempre primero. Ya les estaba dando demasiada ventaja, y cuando notó al de mayor espada acercársele se lanzó en picada, con su boca bien abierta y sus garras al frente, este, aunque sorprendido, no se dejo lastimar, se protegió con su espada, lanzando un fuerte grito de guerra que la bestia no entendió, pero tampoco le interesaba.
—¡A mí, Malis Inimicus! ¡Defiende la guardia!
La criatura alcanzó a morder la espada, quería quitársela de las manos al contrario, que no la soltaba, ni la dejaba ir, forcejeaba con la criatura, parecía un juego de tirar la soga bastante peligroso y estúpido, y de saber Mathieu la fuerza contra la que se enfrentaba se la hubiese cedido mucho antes, o tal vez no, pero si se lo hubiese recomendado a alguien más.
La bestia logró quitarle el arma de las manos, tomarla de manera inexperta y lanzarla lejos, produciendo un fuerte sonido metálico que resonó en todo el piso, gruñendo feroz, acercándose peligrosamente al castaño que ya no tenía forma de combatirla.
El vampiro, que había aprovechado toda la distracción, había logrado llegar a ubicarse detrás de la criatura sin que esta se diera cuenta, y con un gran salto logró subirse a su espalda, rodeándola con sus brazos y piernas, tomándola fuertemente del cuello justo cuando estaba estaba a punto de atacar a Mathieu. Nevra logró frenarla, y la tomó de la nuca para evitar que pudiese mover su cabeza y utilizar sus dientes. La bestia se removió inquieta y asustada, una especia de grito se escuchó salir de sus labios, la habían tomado desprevenida, y dando vueltas sobre sí misma intentaba quitarse a quien la había atrapado, golpeando con su cola más vasijas y maderas que rompía. El fuerte sonido que ella misma estaba haciendo al romper las cosas de la cocina la asustó aún más, con sus manos intentaba agarrar desesperada al chico que estaba en su espalda. Logró rasguñarlo, pero, además de soltar un par de quejidos, Nevra no iba a darse por vencido.
—¡Mathieu! —gritó por sobre todo el ruido —¡Consigue una soga o algo para atraparla! —le ordenó el pelinegro al castaño, quien luego de alcanzar su espada asintió al pedido. Corrió en busca de algo con que apresarla, pero era una cocina, y además de algunos fideos no había nada parecido a una soga en el lugar, y no llevaría fideos, no es como que quisieran invitar a la bestia a cenar, con todo lo que ya había comido tampoco debía de tener mucha hambre.
Mathieu tomó un par de manteles, que si bien no eran tan resistentes como una soga, servirían por ahora, o eso pensó.
El humano lanzó uno de los manteles a cuadros sobre la cabeza de la criatura, para que esta no pudiese ver nada, lo que les haría más sencilla la tarea de apresarla, pero que equivocado estaba, la bestia se asustó mucho más, y tan fuerte se zarandeaba que Nevra al final se cayó de ella, golpeándose fuertemente contra la pared, Mathieu intentó tomar su lugar por encima de la criatura, pero no lo consiguió, por lo que en su lugar intentó bajo el mantel atrapar sus manos. El pelinegro no se quejó, y a pesar de las heridas que ardían en su piel rápidamente se incorporó para ayudar al humano en lo que hacía, pero él, atrapando su cabeza, pues sus dientes seguían siendo un problema.
La bestia rasgó la tela de los manteles, sus ojos brillantes y fríos nuevamente estaban a la vista, pero entre los dos había logrado tumbarla en el suelo, con las manos atadas y la cabeza inmovilizada, su cola era lo único que podía mover todavía y con desesperación la removía, intentando golpear a sus captores que no se quitaban de encima, su peso los ayudaba a mantener a la bestia en raya.
—Que chica tan inquieta —dijo Mathieu refunfuñando, intentando que no se soltara.
Nevra no había pensado el próximo paso en realidad, pero ¿cómo decir eso en voz alta? Tenía todo controlado, la criatura ya estaba capturada, y aunque no supiera como hacer para transportarla fuera de allí sin que les diera una cachetada con su cola, al menos ya no estaba rompiendo las cosas, era un gran avance, pero no estaba conforme con ello, no todavía.Capítulo 3
En la sala solo se escuchaba el trazo de su lápiz sobre el papel, y sus ocasionales suspiros de cansancio, la chica tenía mucho trabajo, pues hacerse cargo de una guardia no era fácil, y aún cuando fingía total control cuando las demás personas la veían, no era tan así como lo pintaba, debía de hacerse cargo de muchos tratados de paz y cooperación con diversas tribus, así como movilizar a su gente cuando alguien más allá del mar solicitaba ayuda y todavía debía velar por la gente de Eel. Si bien todo había resultado más fácil cuando Eel floreció hace varios años, no todo estaba en paz, pero resultaban ser más problemas políticos que otra cosa, especialmente con aquellos que habitaban las montañas Genkaku. La oji miel se preguntaba ¿Cuánto duraría la paz? ¿Cuándo volvería todo a explotar en su caras? Esperaba que nunca, pero no estaba de más estar preparada. Detuvo su rápida escritura para prestar atención a quien había tocado la puerta del salón.
—¡Adelante! —gritó, ni siquiera era su alcoba, no tenían porque tocar a la puerta y esperar su aprobación, pero agradecía los modales.
Feng Zifu entró, siempre elegante y con postura derecha, pero algo había extraño en su rostro, un ligero rubor adornaba sus mejillas, Huang Hua escondió una pequeña risilla por esto, habían pocas cosas que hacían que Feng Zifu mostrara ese tipo de color en su piel, una de esas cosas era Karuto, había cierta tensión entre ellos que el albino se negaba a alimentar, pero Huang Hua se encargaba de animarlos, no entendía como todavía no estaban juntos, con lo lindo que es tener a alguien a tu lado y amarse, pero bueno, lo dejaría en paz, a su tiempo todo encajaría.
—Zif, zif, ¿Qué sucede?
El mayor tosió ligeramente sobre su puño cerrado, intentando recobrar la compostura para hablar —una criatura extraña ha entrado al CG, necesitan de tu presencia en la enfermería —informó.
Huang Hua al oír esto frunció su ceño, su gesto se volvió más serio, siempre era muy profesional en su trabajo, y que alguien se hubiese infiltrado no era poca cosa. De hecho, era un asunto muy importante, la última persona que había logrado infiltrarse en la guardia fue hace muchos años, ocasionando una gran masacre y problemas, que junto con Miiko ayudó a solucionar y limpiar, pero ni siquiera quería recordar el incidente, ya había pasado, ya estaba todo superado, o eso creía la oji miel.
—Entiendo —dijo, recogiendo los papeles con los que estaba trabajando y dejándolos en una pila sobre la mesa, más tarde los tomaría y seguiría con ellos.
Feng Zifu aprovechó el momento para seguir informando de la situación —parece una chica de raza desconocida, mitad serpiente a plena vista, quizás una naga, pero todavía no le han realizado los debidos controles, no hubo heridos y solo la cocina resulto bajo ataque.
—Ayuda a Karuto a registrar el inventario y contabilizar las perdidas —pidió, Feng Zifu asintió y salió de allí si nada más que agregar, él no había presenciado la pelea ni a la criatura más que de reojo, pues su tarea principal era siempre advertir a Huang Hua.
La chica no tardó mucho más, y salió del salón tras el peliblanco, pero tomando una ruta completamente diferente. Llegó a las puertas de la enfermería, donde se encontró con Mathieu y Koori, quienes conversaban y susurraban sobre lo que había pasado.
—¡Te lo juro! Nevra y yo tuvimos que sentarnos encima para que dejara de moverse.
—Pobre chica, eso es acoso Mathieu, tendré que llevarte con las autoridades.
—Hablo en serio, tú la viste.
—Menos mal estabas allí para protegernos a todos —dijo Koori bromista, claro que hablaba con sarcasmo.
Mathieu bufó cansado, ¿para qué intentarlo?
Huang Hua los miró, y ambos hicieron espacio para que entrara a la enfermería, ellos no estaban permitidos allí dentro, Eweleïn los había echado luego de escucharlos discutir por tercera vez en diez minutos.
—Suerte —pronunció Mathieu antes de que la oji miel entrara —tiene un carácter fuerte —dijo el castaño, Huang Hua le sonrió para seguidamente cerrar la puerta tras de si, en otro momento quizás hubiera bromeado, quizás les hubiese dedicado una sonrisa más sincera, pero no estaba de ánimo para ello.
En la enfermería se encontró con un escenario bastante pacífico, Eweleïn atendía a Nevra, parecía tener ciertas heridas en sus piernas que se veían tras la ropa rasgada, heridas profundas que Huang Hua se sorprendió al notar, parecían rasguños de garras, garras de un animal salvaje, una bestia. Ambos la escucharon entrar y solo el vampiro volteó a verla, la peli celeste seguía realizando su trabajo, vendando las heridas que ya había limpiado y desinfectado.
—¿Cómo estas? ¿Dónde esta? —preguntó Huang Hua mirándolo con los ojos entrecerrados, ya estaba en la enfermería, a donde la habían citado, pero no parecía haber nada fuera de lo normal.
—Bien —contestó escuetamente el pelinegro, señalando una cortina, respondiendo así a la segunda pregunta de la fenghuang.
Huang Hua se acercó despacio y con cuidado a la cortina, al espacio donde estaba quien había entrado a la guardia y había lastimado a uno de sus hombres de mayor confianza, produciendo caos, alertando al CG, Huang Hua estaba preparada para cualquier tipo de bestia, para cualquier anomalía extraña que pudiese encontrarse o para cualquier monstruo que hubiese osado entrar al edificio que estaba bajo su jurisdicción, pero no estaba preparada para ella, una chica, o mitad chica al menos, durmiendo sobre las sábanas, con las manos manchadas de tierra y comida, con los cabellos repletos de hojas secas, y una suave respiración acompasada y rítmica que acompañaba su sueño.
Eweleïn se acomodó a su lado, también mirando a la extraña. —Tuve que sedarla —informó —dormirá otras dos horas antes de despertar.
Huang Hua asintió sin decir nada, le parecía raro que alguien que lucía tan débil dormida hubiera causado tanto alboroto, pero no podía fiarse, ni siquiera de las personas aparentemente amables que se le presentaban. —¿En cuánto tiempo puedes tener listos los controles?
—Hora y media.
—¿Necesitas algo? —preguntó Huang Hua mirándola, le daría todo lo necesario para que pudiese trabajar con tranquilidad.
—Concentración y silencio —dijo, a lo que Huang Hua entendió, necesitaba estar sola en su trabajo, y eso era algo que la oji miel podía conceder, por suerte no tenían misiones hoy día que requirieran primeros auxilios, a excepción de Nevra que ya había recibido los tratados adecuados.
—Llámame si necesitas algo —dijo la oji miel besando la mejilla de la elfo y saliendo de allí seguida de Nevra quien había presenciado todo el diálogo en completo silencio, sumido en sus pensamientos.
—¿Al salón? —preguntó Huang Hua al vampiro, ofreciéndole un espacio donde soltar todo lo que lo aquejaba, además necesitaba saber los hechos ocurridos en la pelea, y sin reuniones pendientes, el salón era un espacio ideal para hablar con privacidad. Nevra solo afirmó, con un suave "si". Caminaron lado a lado, en completo silencio, hasta que cruzaron el umbral de la puerta.Capítulo 4
Nevra y Huang Hua no dijeron ni una palabra, la última porque quería que el pelinegro empezara, era él quien había luchado contra la intrusa y lo dejaría narrar su versión como mejor le pareciera, sin presiones, quería conceder un espacio seguro a todos los de la guardia, hasta aquellos más veteranos que estaban acostumbrados a otro tipo de formas y métodos.
Nevra, ya sentado, miró las vendas que protegían sus heridas de reojo, hecho que no pasó desapercibido para la oji miel, que estaba atenta a cada una de sus reacciones.
—¿Duelen? —preguntó la fenghuang rompiendo el silencio.
—Son superficiales, nada por lo que preocuparse.
—Pero luces preocupado.
Nevra se quedó callado unos segundos, y habló, dándole profundidad a sus palabras, pues eran ciertas y no exageraba, —es peligrosa.
—Me consta, pero ¿Es mala?
—Puedes ver de lo que es capaz, entró al cuartel sin ser notada, saqueó la cocina y... —Nevra no quería decir que lo había lastimado, era una vergüenza para él salir herido.
—¿Y? —insistió Huang Hua.
—¡No puede quedarse aquí! ¡Es una amenaza! —gritó el vampiro, parándose de su silla y golpeando la mesa con sus palmas abiertas, Huang Hua no se sobresaltó por esta acción.
—Bueno, parece ser una criatura bastante inteligente, quizás deberíamos observarla más tiempo.
—¿Y poner a la guardia en riesgo?
—Jamás sería mi intención hacer eso.
—Los accidentes ocurren.
—Si no te conociera diría que estas intentado desterrar a la chica sin poder concederle un espacio a su explicación—dijo Huang Hua alzando una de sus cejas, sabía muy bien lo que hacía, no por nada llevaba el orden en Eel. Nevra volvió a sentarse, con los brazos cruzados y frunciendo el ceño. Ya lo hablarían con el resto, seguro opinarían lo mismo que él sobre el tema, al menos eso esperaba el pelinegro.
Con Nevra más calmado Huang Hua siguió preguntando, ella lo hubiese esperado, pero el chico era obstinado, —¿Qué fue lo que realmente pasó? Podría enterarme por rumores, pero ya sabes, no confió en ellos.
—Desde mi habitación sentí los ruidos en la cocina, al llegar la vi, había destrozado tres cuartas partes del lugar, le ordene que parara, no hizo caso, Mathieu me ayudó a atraparla y la llevamos a la enfermería, eso es todo —dijo Nevra, resumiendo lo más que podía su relato, no tenía más que agregar.
Huang Hua se sorprendió por esta información, no tenía idea de que Mathieu se había visto involucrado, ni siquiera le había preguntado que tal estaba cuando lo vio, pero no se veía herido. —¿Mathieu terminó lastimado?
La simple pregunta hería el orgullo del vampiro, era su trabajo cuidar de los soldados en Eel, y bajo su mirada evitaría todos los daños, por lo menos es lo que siempre intentaba. —No —respondió de forma escueta.
—Me alegro —dijo la oji miel con una sonrisa, pero su seriedad en poco tiempo regresó, reflejando un rostro más frío que antes, —¿realmente crees que podría ser un peligro para la guardia?
—No lo creo —dijo, Huang Hua no tuvo tiempo para sentirse aliviada porque el pelinegro siguió, —lo sé.
—Entiendo —dijo la fenghuang, Nevra se retiró del salón, dijo que revisaría aquellos recovecos por los que la criatura pudiera haberse colado para solucionar esos puntos ciegos de la seguridad lo más rápido posible, Huang Hua asintió. Quería sentir que todo estaba bien, pero la charla no la había dejado nada tranquila y en todo caso más confundida y alerta, después de todo, hoy tuvieron suerte, pero pudo haber sido alguien peor quien cruzara los pasillos y ocasionara muchas bajas.
Comenzó a hacerse una lista mental de todo lo que necesitarían arreglar tras este incidente, la cocina era un punto a considerar, pues era un área común y no podían dejarla cerrada o en reparación mucho tiempo, esperaría el informe de Feng Zifu para tomar una decisión con seguridad, lo importante era reponer los muebles y la comida, debía hablar de esto con los agricultores de Eldarya, podrían buscar más de aquella comida que estaba en temporada y quizás cambiar algunos menús, no estaba segura de cuanto apoyaría Karuto esta idea, pero no había otra manera, quizás debería de asignarle más ayudantes por un período de tiempo, para que pudiese descansar más y no terminar estresándose por los ingredientes faltantes. Otro tema a ver con urgencia era lo que había ido a revisar Nevra, nuevamente, esperaría para ver que le decía, que había notado, al ser más observador seguro encontraba aquellos espacios, vería como solucionarlos cuando reconocieran cuales eran. Debía citar a los jefes de las guardias para ver como procedían con respecto a la criatura, a Huang Hua le hubiese gustado tenerla en Eel, pues parecía inofensiva, y no solo lo parecía, lo sentía, el aura de su alma si bien era un poco ruidosa no le daba mala espina, pero debía tener presente otras opiniones y pensamientos. También tendría que encargarse de los rumores que corrían por los pasillos, no quería hacer crecer el miedo en Eel, ni que los aldeanos se preocuparan por algo que ya tenían (medianamente) controlado.
Una hora paso entre pensamientos y soluciones que la oji miel sola se planteaba, quien vino a devolverla a la tierra fue Jamón, que con sencillas palabras le indicaba que una hora había pasado ya, y en la enfermería la esperaban, agradeció el aviso y hacia allá fue nuevamente, recorriendo el mismo pasillo por el que hace algunos minutos había caminado, pero con unos sentimientos y expectativas totalmente diferentes.Capítulo 5
Todos los jefes de la guardia se habían juntado en la enfermería al saber la noticia, querían estar al tanto de lo que Eweleïn tenía para decir de la extraña criatura, con suerte sus datos serían concluyentes, y ayudaría a saber a la guardia que es lo que la chica buscaba, que quería y sus razones. Pero no estaban preparados para la negativa y las malas noticias que la peli celeste les daría.
—Sus datos no coinciden con ninguna raza de la que hayamos oído hablar, podemos pensar a simple vista que es una naga, pero los resultados dan negativos y tiene ligeras diferencias con las nagas, aunque casi imperceptibles ahí están —dijo pasando un reporte de los datos a todos aquellos en la enfermería —es una faery, de eso no hay duda, pero todo lo demás esta en blanco.
—¿Y si la sometemos a más pruebas? —preguntó Huang Chu, quien no estaba dispuesta a conformarse con respuestas inconclusas.
—Le hice todas las pruebas que conozco, y aún así, para seguir estudiándola debería hacerlo más a fondo, y bueno... —Eweleïn calló, pero nadie necesitaba que siguiera su oración, entendían que el único método para ello era matarla, pero no eran ningunos bárbaros en la guardia, claro que no.
—¿Qué haremos con ella entonces? —preguntó Chrome, se había quedado al margen de todo hasta el momento, porque él no conocía mucho de la historia, ni de la chica en cuestión, pero para él la mejor respuesta era entrenarla, siempre venían bien nuevos reclutas en la guardia.
—Encarcelarla —dijo Nevra, que seguía con su antiguo punto de vista, no lo harían cambiar fácilmente de opinión.
—No creo que debamos hablar de esto frente a ella —opinó Lance.
—Esta dormida —objetó Huang Chu que todo esto le parecía una perdida de tiempo, debían empezar a hablar en serio.
—Corrección, inconsciente —agregó Eweleïn.
—Para estar inconsciente se mueve mucho —dijo Chrome señalando a la criatura, que había empezado a despertarse de su letargo.
—¡Eso es imposible! Todavía nos quedaban 20 minutos —dijo Eweleïn sorprendida porque una de dos, o sus cálculos habían estado mal, o la criatura tenía una peculiar resistencia a los sedantes.
Nadie de la sala sabía bien como reaccionar, Nevra por su parte tomó una posición defensiva, Chrome inmediatamente lo siguió, él no sabía de lo que la bestia era capaz, y si había logrado lastimar al pelinegro había que estar atentos. Huang Chu se alejó unos pasos de la camilla, pero miró atenta todo el proceso. Lance ni siquiera parpadeó, quedándose inmóvil donde estaba. Eweleïn corrió a por más sedantes, tal vez los necesitarían nuevamente y prefería tenerlos a mano, no estaba dispuesta a que hiciera un desastre de la enfermería como ocurrió con la cocina. Huang Hua, en contra de todo pronóstico y ante los ojos curiosos y sorprendidos del resto, se acercó a la camilla. La criatura se removía inquieta, aún con los ojos cerrados y el ceño fruncido, parecía estar luchando contra alguien en su mente. De repente abrió los ojos y saltó exaltada, acomodándose en la cama y viendo uno por uno a todos los que la acompañaban en la habitación, no entendía que había pasado, ella se creía muerta ¿lo estaría? pero claro que no lo estaba, ahí estaba el pelinegro con el que había luchado, al verlo gruñó enfadada, mostrando sus colmillos superiores, solo lo miraba a él, aunque sabía que todos allí podrían ser amenazas.
—Parece que no le agradas —señaló Chrome, quien sabía que no era momento de bromas, pero le parecía divertido, más porque Nevra parecía igual de enojado que la criatura, como si fuese a lanzarse en cualquier momento con su sable en mano a darle pelea.
—Tampoco me agrada —dijo lamiendo sus colmillos, había sido una actitud bastante infantil, pero él también tenía y quería demostrárselo a la criatura que parecía que presumía.
—Tranquila, no queremos lastimarte —dijo Huang Hua, esperando que la chica le prestara atención a ella, y no se centrara en Nevra, o acabarían peleando nuevamente, eso es justamente lo que intentaba evitar. —Mi nombre es Huang Hua y soy la líder de la guardia —dijo con amabilidad.
La criatura la miró y también le gruñó a la oji miel, no entendía que querían de ella, ya se la hubiesen comido, no entendía porque prolongaban su cautiverio, ella seguiría luchando.
—No creo que te este entendiendo —dijo Huang Chu en un susurro.
—Debemos intentar de otra forma —dijo la oji miel en voz alta, pero más para si misma que para el resto, y como un milagro la idea vino a ella. —Chrome, necesito que hables con ella.
—¿Yo? —dijo el pelinegro sorprendido ¿cómo iba a hablarle? ¿por qué entendería lo que él dijera y no lo que la fenghuang le decía? Eso no tenía nada de sentido.
—Si —dijo segura, cediéndole espacio para que avanzara hacia la criatura, quien no perdió la costumbre y le gruñó también al chico cuando este se acercó.
—Hola —dijo Chrome inseguro, pero como esperaba, no hubo respuesta.
—Conviértete en lobo —ordenó.
—No entiendo como esto podría ayudar —además no quería convertirse.
—Hazlo —insistió la oji miel, y todos parecían entender hacia donde se estaba dirigiendo con esto, excepto el lobo en la habitación, quien no sabía que hacer a continuación. Ya estaba convertido en un gran lobo de pelaje negro y puntas rojas, hasta tenía sus característicos accesorios de cabello.
La criatura se sorprendió por esta inesperada transformación, pero no dio marcha atrás, todavía tenía su pose defensiva, y sus garras preparadas para arañar a quien quiera que se le acercara un paso más.
—Tienes que mostrarte amigable —le dio como pista Eweleïn que seguía viendo a Chrome igual de confundido.
Chrome obedeció, bajó sus orejas, pero mantuvo su cabeza en la misma posición. Y por fin, por fin veían una reacción distinta de la criatura, que ahora, más que peligrosa se veía curiosa. Curiosa del lobo que estaba frente a ella. Guardó sus colmillos, escondió sus garras, y con cuidado y lentamente se acercó al animal. Todos en silencio estaban atentos a lo que haría la criatura, y ante cualquier duda saltar sobre ella, no permitirían que el licántropo saliera perdiendo de aquel lugar cuando estaba siendo tan valiente como para dejarle a la criatura acercarse. La mitad serpiente iba a su ritmo, tampoco quería arriesgarse aquí, pero su posición la confundía, todo este tiempo ¿los extraños querían ser sus amigos? Era difícil de creer, cuando todavía la tenían cautiva, entonces quería comprender que es lo que realmente sucedía. Ya más cerca del pelaje del pelinegro olió su esencia. Olía a carne y a bosque, le gustaba el olor. Mientras lo olía poco a poco se fue bajando de la camilla, todos dieron un paso atrás, menos Chrome. Fue inspeccionándolo, rodeándolo para poder verlo desde todos sus ángulos y poder formarse una opinión del animal, no se veía amenazador y eso ayudó a hacerla entrar más en confianza con el lobo. Volvió a estar frente suyo, y apoyándose sobre su propia cola (que era su extraña forma de sentarse) dejó que el lobo la oliera, Chrome lo hizo, más para no hacer enfadar a la criatura que porque realmente quisiera o necesitara hacerlo, pero podría tomar una renuencia a olfatearla como que no quería ser su amigo ni le interesaba conocerla, por lo que lo hizo, y esperaba que todos se guardaran sus comentarios, más frente a Karenn, o estaría burlándose todo un año.Capítulo 6
La criatura logró sentirse cómoda con el lobo en la habitación, no parecía que fuese a atacarla y en parte se sentía tranquila porque estaba segura de poder ganarle, era mucho más grande y rápida que cualquier lobo, y lo sabía pues ya había peleado con algunos anteriormente.
El primer paso del plan de Huang Hua había funcionado correctamente, el problema es que el plan era solo de un paso, no había más después de eso, por lo menos no lo había pensado tan a profundidad pues su primer interés en el momento había sido tranquilizar a la chica, lo que al parecer ya habían conseguido, claro, no dejaba que nadie más se acercara ni al lobo ni a ella porque empezaba a enojarse, pero mientras alguien pudiese ser cercano a ella les bastaba.
La criatura había comenzado a acariciar a Chrome en la cabeza con sus manos, sabía que las caricias siempre eran bienvenidas. El licántropo se había sentado, y comenzó a mover su cola lado a lado, sin ser consciente de este hecho por completo, pero para el resto de las personas en la sala no había pasado desapercibido.
—No luzcas tan contento —dijo Nevra con su tono frío.
—No lo estoy —dijo Chrome, todavía ajeno a los movimientos de su cola.
—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Huang Chu, a la cual el intercambio entre Nevra y Chrome le daba igual, quería avanzar con el tema, también tenía trabajo que hacer y no podía quedarse toda la tarde allí.
—Chrome —empezó Huang Hua —¿Hay alguna forma en que puedas hablarle?
—Puedo comunicarme a través de los gestos corporales y algunos sonidos —dijo el pelinegro —pero no puedo formar oraciones.
—Entiendo.
—Podrías empezar mostrandole que todos aquí somos de confianza —añadió Eweleïn.
Chrome asintió, y se alejó del toque de la criatura para acercarse nuevamente a sus conocidos, la criatura instantáneamente se tensó, preparada para cualquier cosa que pudiesen hacerle los extraños al lobo, pero este se acercó, colocándose en medio de ellos se sentó y empezó a mover su cola lado a lado, esta vez a propósito.
La criatura ladeó la cabeza confundida, ¿Eso significaba que todos eran amigos? ¿Nadie aquí quería dañarla? Atemorizada y siempre alerta se acercó nuevamente al lobo, más cerca también del resto de personas allí, con un movimiento de cabeza Chrome la animó a que los conociera, y eso hizo, olfateó uno por uno a todos los de la sala, dudando más en acercarse a Nevra, de hecho, fue al único que no olió y del que se mantuvo alejada, este no hizo más que poner los ojos en blanco y cruzarse de brazos, no quería ser amigo de la criatura tampoco. Cuando terminó su inspección volvió al lado del lobo, para sentarse a su lado, no entendía que estaban haciendo todos allí, si querían ser amigos suyos era tan fácil como decirlo, no entendía porque todos eran tan tímidos, les había costado demasiado.
El ambiente se había relajado en comparación al principio, todos estaban conscientes de que la criatura no pensaba atacarlos, por lo menos a ninguno exceptuando a Nevra, y que no parecía mala, un poco bestial si, pero bueno, sería cuestión de su fuerza y sus instintos, aunque todavía no habían deliberado que hacer con ella, y era imposible comunicarse, por lo menos como ellos necesitaban, por lo que hacerla parte de la guardia tampoco era buena idea.
—Bueno, ahora que todo parece en paz deberíamos movernos al salón —comentó Huang Hua, que estaba más que contenta de que todo pareciera fluir bien.
—No podemos dejarla sola —dijo Nevra.
—Yo me quedaré con ella —se ofreció Chrome, ya que parecía ser a quien le tenía mayor confianza.
Huang Hua asintió con admiración, había sido una iniciativa muy valiente de parte del pelinegro quedarse, —entiendo, llamaré a Jamón para que haga guardia, si algo sucede solo llámalo.
—Nada sucederá —dijo Chrome, estaba bastante confiado de que la criatura no podría hacerle daño, ya eran amigos ¿no?
Ni Nevra ni Lance estaban tan seguros de esto, pero dejaron la enfermería junto con el resto.
Todos entraron al salón uno por uno, en silencio y con sus propios pensamientos de la criatura, que estaban decididos a dejar claro en esta reunión. Se ubicaron alrededor de la mesa sentándose en sus puestos y como era costumbre Huang Hua fue la primera en hablar.
—Damos inicio esta reunión para deliberar que hacer respecto a la criatura, quien ha mostrado inicios de agresividad y destrucción al destrozar la cocina, comiéndose muchas de las reservas, criatura, que según informes, su raza es desconocida pues no se encuentra en nuestros archivos.
—Creo que deberíamos seguir estudiándola —opinó Huang Chu.
—La única manera es—empezó Eweleïn pero no pudo seguir por ser interrumpida por Huang Chu quien siguió hablando. Eweleïn frunció el ceño por esto, pero no dijo nada.
—Matándola, lo sé, hablo de estudiarla tras la observación.
—Y ¿Quién se encargaría de seguirla? No tenemos suficiente gente para las misiones, a veces tienen que hacer doble turno o llegar de un viaje para salir a otro, no hay integrantes de la guardia que puedan encargarse de esa tarea —informó Lance que estaba muy al tanto de aquellos soldados que tenía bajo su mando.
—En eso tienes razón —dijo Huang Hua que se encontraba muy pensativa, la idea de estudiarla le gustaba, pero Lance tenía razón en que estaban escasos de personal, y asignarles aquella tarea sería abuso.
—¿Por qué no simplemente la echamos? Que vuelva a su hogar —dijo Nevra que solo pensaba en quitarse el problema de encima, y el problema era la criatura.
—Su hogar puede haber sido atacado, usurpado, no sabemos que razones tuvo para venir al CG, pero si antes no la vimos es por algo —contestó Ewelein, quien creía que la criatura solía esconderse, por lo menos hasta que algo le ocurrió y por motivos externos a ella tuvo que abandonar su hogar.
—Concuerdo, no parece una criatura que de la nada hubiese saqueado nuestra cocina —apoyó Lance.
—A pesar de las razones que pudo haber tenido, actuó de forma violenta y puso en riesgo el cuartel —dijo Nevra, prácticamente gruñendo, no podía creer que nadie viese lo peligrosa que era.
—A mi parecer solo se estaba defendiendo —continuó Lance, —es un entorno desconocido, se le acercaron armados, no entiende nuestro idioma, todo esto pudo haber desencadenado a su reacción agresiva.
—¡¿Cómo pueden confiar tanto en ella?! ¡Por lo que sabemos podría fingir no entendernos para salir ilesa de esto! —gritó Nevra ya harto, no parecían entrar en razón.
—Es verdad que tenemos que hacerla pagar por todo lo que destruyo, pero echarla no es la clave y encarcelarla tampoco —dijo Huang Hua, sin inmutarse por la actitud de Nevra, de hecho el pelinegro tenía razón, si la dejaban salir impune ¿Qué imagen estarían presentando al resto del mundo? Se verían como un cuartel que no castigaba las equivocaciones y en cambio ¿las olvidaba? claro que no, sería peligroso si posibles enemigos de Eel se enteraban de que habían dejado ir a una bestia como si nada luego de destruir la cocina.
—Podríamos turnarnos para entrenarla —dijo Lance, quien sentía que ya no quedaban muchas más opciones para resolver el lío en el que estaban.
—A mi me encantaría estudiarla, por lo que no tengo problema —dijo Huang Chu alzando los hombros, podría ser su nuevo pasatiempo.
—Es una idea estúpida —susurró Nevra para sí mismo, pero Huang Hua, que estaba a su lado, logró escucharlo.
—Entonces Lance, Huang Chu, Chrome y Nevra, se encargaran de entrenarla, que los ayude en lo que pueda y cuando este lista se hará responsable de todos los daños que ha ocasionado, los días restantes de la semana me encargaré de buscarle un tutor para que le enseñe a hablar y escribir —sentenció la oji miel serena.
—¡Yo no estoy de acuerdo con esto! —gritó encolerizado el pelinegro, quien ni siquiera era jefe de la guardia como para encargarse de eso, además ¿Por qué tanta preparación para una criatura extraña? No era común de la guardia.
—Entenderás Nevra, que estamos en una situación complicada, no solo porque no podemos dejarla ir, sino que tampoco podemos obligarla a remunerarnos cuando no entiende que pasa, sé que es difícil, pero atengámonos a lo establecido para rápidamente sacarnos de encima este problema —dijo la fenghuang con una voz tranquila y un rostro serio, sabía que Nevra lo entendería, no por nada era su mano derecha. El vampiro no estaba contento con la decisión, pero era su palabra contra la del resto, por lo que tendría que seguir la resolución que había aceptado la mayoría.
—¿Y Chrome? —preguntó Nevra, pues era su último salvavidas, si el licántropo se negaba a seguir con la idea podían ir en contra de ella y establecer otra solución.
—Bueno, vamos a preguntarle.Capítulo 7
Todos quedaron boquiabiertos al entrar a la enfermería y observar el panorama que en menos de una hora la criatura había ocasionado. Primero, las mantas de la camilla estaban todas destrozadas y sucias en el suelo, como si la criatura se hubiese enredado en ellas, o solo por el afán de destruir. Segundo, y lo más impactante, era ver a Chrome en su forma de lobo jugando al tira y afloja con un pedazo de tela, y la criatura del otro lado, ambos con sus colmillos sujetando el trapo y haciendo fuerza. Lance fue el primero en reaccionar, aclarándose la garganta para que el licantropo notara la presencia del resto en la habitación, lo que hizo, y avergonzado soltó el juguete improvisado para darse vuelta y bajar sus orejas y cola apenado, la criatura no tuvo tiempo para reaccionar, y debido a la fuerza que estaba empleando para empujar hacia atrás cayó al piso, pero el golpe no pareció importarle, pues había ganado el juego. Nevra no hacía más que tomar con sus dedos su entrecejo, no podía creer lo que había visto, por su parte, Eweleïn estaba a nada de echarlos a todos por el desastre, pero respiró varias veces y se calmó en lo que contaba hasta cien. Huang Hua y Huang Chu se quedaron calladas, la primera con el rostro impasible y serio, la segunda con un ligero fruncimiento de sus cejas. Incómodos segundos de silencio pasaron, entre los que nadie quería hablar, asimilando la extraña situación. La criatura no notaba esta tensión, y sacudía el pañuelo frente a la cara del lobo para tentarlo a agarrarlo y seguir jugando, de no ser por el denso pelaje que cubría su rostro, Chrome creía que se hubiese visto sonrojado, agradecía que esto no se notaba.
—Bueno —dijo Huang Hua siendo la primera en hablar —necesitamos hablar contigo por esta situación —dijo la fenghuang moviendo su mano en círculos, esperaba que el pelinegro supiera que se refería a la criatura y no lo que había sucedido en la enfermería, que era extraño, pero nada por lo que preocuparse. El pelinegro asintiendo la siguió fuera de la enfermería, la bestia quería seguir al lobo, pero Nevra, quien se interpuso, imposibilitó su salida al taparle la puerta, no era tema de ella lo que entre los líderes se discutiera, claro que así no lo entendía ella, por lo que sorprendida y enojada le gruñó. Nevra ya estaba cansado de sus gruñidos, sus sonidos que nada tenían de civilizados y sus toscas formas de comunicarse. Lance, temiendo una pelea decidió acercarse, la criatura pareció tranquilizarse cuando la esencia del peliblanco llegó a su nariz, porque la conocía, porque era de un amigo, y enroscándose nuevamente sobre su cola se sentó a esperar que volviera el lobo para jugar.
Inmediatamente luego de salir de la vista de la criatura Chrome volvió a su forma normal, y tartamudeando empezó a explicarle a Huang Hua, —yo, no sé que estaba pensando, es que estaba muy hiperactiva, y quería jugar, y luego agarró este pañuelo y... —no pudo seguir explicándose pues la oji miel lo detuvo con la mirada y con una mano en alto.
—No te preocupes por eso —dijo la chica, entendía que siendo parte animal, Chrome debía descargar sus instintos de alguna forma, además, la criatura parecía volverlos a todos más instintivos que racionales cuando los tenía cerca, sería su esencia. —Todos hablamos sobre ella, tenemos dos opciones hasta el momento pero quisiera saber si tienes alguna otra idea o tu opinión sobre el tema.
—¿Cuáles son las ideas? —preguntó.
Huang Hua no se las quería decir, no quería que lo que el resto pensara afectara en nada lo que el pelinegro tenía en mente, además, estaba segura de cual sería su respuesta, solo quería que este lo dijera por si mismo, le contestó con otra pregunta, —¿qué opinas de ella?
—Es extraña, pero no se ve mala —contestó, realmente ya se había encariñado con ella, no quería que se fuera tan pronto, no sabía su nombre todavía.
—Eso creí —dijo Huang Hua sonriendo. —Las ideas eran turnarnos para enseñarle y entrenarla o desterrarla.
—¡No! —gritó Chrome sorprendido por la segunda idea, no quería que eso pasara, algo debía haberla traído al CG, quizás necesitaba ayuda pero no podía expresarlo, no sabía como. Avergonzado por su reacción ignoró la mirada de la oji miel sobre él y siguió hablando, con un tono más calmado y tranquilo esta vez —creo que la primera idea es la mejor opción que tenemos.
—Entonces esta acordado.
Volvieron a la enfermería y no había cambiado mucho desde que se fueron, en realidad, todo se veía más relajado, pues se notaba que la criatura ya no los odiaba o los veía como una amenaza. Al notar que su amigo lobuno se acercaba la criatura se incorporó, queriendo acercarse mucho más a la puerta para recibirlo, como un pequeño cachorro esperando a su dueño sus ojos se encontraban llenos de jubilo, odiaba estar prisionera en la habitación, quizás el chico podría sacarla de allí. Lo vio volver en su forma humana, y no terminaba de entender como funcionaba aquello, pues sabía que era el mismo, pero se veía diferente, y aún cuando lo vio cambiar de forma ante sus ojos instantes anteriores todavía la dejaba perpleja. Se acercó a él despacio, el pelinegro no se movió de su lugar, esperando que ella sola lo inspeccionara, y como ya había hecho, lo rodeó, lo olió, era el mismo, la misma esencia de carne y bosque, pero en otro cuerpo, seguía sin entenderlo, pero sabía que era él, y eso le bastaba para restregarse sobre su torso con cariño. Y si antes todos estaban perplejos por la forma en que jugaban, ahora se quedaron mudos de la acción de cariño que le estaba profesando al pelinegro la inusual criatura. Chrome no se movía, en cambio, sonrió, era tierna, realmente le agradaba la chica, aunque si tenía sus rarezas, pero como todos ¿no?
Eweleïn fue ahora si, la primera en hablar, nada más para echarlos de la enfermería, pues todavía tenía que trabajar y para colmo, ordenar el destrozo que había sucedido en su ausencia.Capítulo 8
Los primeros días con la criatura habían sido un total martirio, no los entendía, hacía lo que quería, no les hacía caso y para colmo seguía ocasionando destrozos allá a donde fuera, ya se había intentado tragar a uno de los purrekos, Mathieu tuvo una larga charla con ella y repetía constantemente "los purrekos son amigos, no comida", quizás repetirle aquella línea a la criatura le ayudaría a recordar, pero no, no funcionaba así, no entendía los términos ni siquiera, y cualquier criatura más pequeña que ella (que eran casi todos en Eel) se veía como un buen aperitivo ante sus ojos. No solo sus actitudes eran el problema, su tamaño descomunal y su longitud también, pues aunque era muy ágil y habilidosa, siempre tenía que llevarse por delante alguna cosa, cuando algo se encontraba tirado en el suelo no hacía falta preguntar, con una mirada de entendimiento todos en la guardia sabían lo que había pasado, la criatura había pasado. Debido a esto, ninguna ropa le quedaba y Purriry se había negado rotundamente a confeccionarle algo luego de lo sucedido con uno de sus camaradas. No podían dejarla así tampoco, con el busto al aire, dentro de la guardia no era problema, pero fuera, fuera vivían los niños y era otro tema distinto, tampoco la podían tener confinada al interior, la criatura quería salir con frecuencia, y para agotar sus energías lo mejor era que saliera. Consiguieron un viejo vestido que se lo colocaron a la fuerza por poco y la criatura despedazó con sus uñas al intentar quitárselo y no poder, no le gustaba, se sentía atrapada entre la tela, era incomodo y apretado para ella, pero luego de intentar arduamente lanzarlo lejos y fracasar se rindió. Otro tema era su nombre, todavía no podían comunicarse con ella, y llamarla "criatura" no se sentía bien, a veces la llamaban niña, chica, entre otras palabras, pero ella no respondía a ninguna de esas, Chrome decía que se debía a que no le gustaban, pero no es como si se lo hubiese preguntado, más que nada parecía que había lanzado el comentario para ver si colaba, si lo hizo, le hicieron caso. Huang Chu propuso el nombre de "Fídi", lo había leído en un libro antiguo, no recordaba del todo bien, pero significaba víbora o serpiente, y bueno, podían estar seguros de que la criatura tenía muchas similitudes con esos animales, y aunque el apodo era bonito, del significado no estaban tan seguros, tampoco estaban seguros de que la criatura les hiciera caso si empezaban a llamarla así de la nada, fue a Eweleïn , quien en un descuido se le escapó el apodo, y para gran sorpresa de la peli celeste, la chica volteó. No hubieron más dudas luego de eso, la llamarían Fídi, si eso entendía por nombre entonces así se quedaría, menos para Nevra que se negaba rotundamente a bautizar a la criatura con un apodo. Sobre su tamaño y forma no pudieron hacer mucho, las mismas pociones de sirenas y tritones, aquellas que les brindaban piernas, no servirían para Fídi, debido a su tamaño terminaría con 2 metros de pierna y un torso, en comparación, pequeño, quedaría bastante desproporcionada y no es como que lo hubiesen probado, no querían ni intentarlo, imaginarlo ya les producía escalofríos. Pociones para las nagas tampoco servían, ella no era una naga, y no sabían los efectos colaterales que podrían caer sobre Fídi si ingería aquellas pociones, Huang Chu junto a Eweleïn trabajaban muy duro para encontrar aquello que pudiera convertir a Fídi en algo más cómodo para la guardia y sus pasillos angostos, pero era trabajo de días, semanas si no fuesen las mejores en su área. En estos tiempos de cambio, Huang Hua fue quien cuidó de Fídi, no habían pasado más de 3 días, 3 días en donde había causado alboroto como para toda una vida, pero la semana empezaba y los jefes de las guardias (más Nevra) tendrían que turnarse para cuidarla. El lunes comenzó y el afortunado de cuidarla fue...
Especiales
Los especiales son escritos random para festividades y fechas especiales, cabe destacar que no son ni serán canon, ni tienen mucha correlación con este fic además de los personajes utilizados.Pascua 2022
Fídi se había levantado más malhumorada de lo usual, no entendía la emoción por las fechas, todos los niños estaban eufóricos y los adultos más ocupados que de costumbre, cocinando, decorando y escondiendo unos huevos de chocolate que al intentar tomar de una cesta de mimbre la retaron, no era gran cosa, era solo chocolate, cuestión, le dijeron que solo podía tener uno si lo encontraba, pero técnicamente ya lo había hecho, estaba ahí, sobre la mesa, cuando señaló esto le dijeron que no era fecha todavía y que así no valía, Fídi tampoco entendía mucho de validez o no pero según ella ya había cumplido, no importó cuánto discutió al final no le dieron ningún chocolate y la echaron de la cocina por si fuera poco. Eso había pasado hace unos días, y se había encontrado a Nevra en el camino a su habitación, pisoteando furiosa y encaprichada avanzaba, todavía tenía ganas de chocolate, no entendía porque se los habían negado. Nevra se dio cuenta de su mal humor y la detuvo, colocándose justo en frente para taparle el paso, Fídi intento rodearlo un par de veces pero no importaba cuánto lo intentará, el vampiro parecía negarse a dejarla huir tranquila, y todo le parecía muy chistoso porque encima sonreía.
—No estoy para juegos —avisó Fídi mostrando sus afilados colmillos superiores y gruñendo molesta.
Nevra no hizo caso a su tonada enojada y habló —eso veo —dijo sonriendo, pero al ver que la chica no le correspondía su gesto se volvió más serio y estoico, tomando una postura más firme, quizás algo malo había pasado y como parte de la guardia brillante era su deber arreglar los problemas de los pertenecientes al cuartel, claro, si estos problemas tenían "algo" que ver con el cuartel. —¿Qué sucede?
Fídi bufó, odiaba tener que explayarse, resumiría lo mejor posible su situación, para que el pelinegro ya la dejará en paz. —No me dejaron comer chocolates.
Nevra alzó una ceja sorprendido, hubiese reído de no ser porque la chica no parecía bromear y parecía poder arrancar su cuello de una cuajada con sus afilados colmillos que no dejaba de mostrar, Nevra ya tenía rato conociéndola y sabía que ese gesto se debía a su molestia. —¿Chocolates? —a Nevra le parecía extraño también que un dulce se le fuese negado, conocía como se ponía cuando ingería mucha azúcar, pero se encargaban de racionar sus porciones, y nunca se le prohibía un pequeño permitido, a nadie.
—Si, esos que parecen huevos, pero son chocolates, lo sé, pude olerlos antes de que me corrieran de la cocina —dijo fastidiaba, explicando todo al pelinegro.
Nevra al instante entendió de que se trataba todo, claro que le habían negado el chocolate, aquellos chocolates eran para los niños de Eel, para Pascua. Intentó sonreír tranquilizador y amable a la chica —es porque son chocolates para Pascua —explicó.
—¿Qué es Pascua? —preguntó Fídi confundida e interesada, le gustaba mucho aprender cosas nuevas y siempre preguntaba, generalmente a Daniel, un chico que la perseguía a cada rato, decía que era su trabajo enseñarle todo y a la vez estudiarla, Fídi solo creía que era una débil excusa porque la respetaba y quería seguirla a donde fuera.
Volviendo al pelinegro, que sabía que la chica podía desconocer el término, se ofreció a enseñarle mucho más de la festividad —déjame mostrarte, lo entenderás mejor.
Así es como quedaron para salir juntos, Fídi no sabía ni a dónde ni que harían, Daniel la molestaba, catalogando la invitación como una "cita", pero él qué sabía, él hacía años que no tenía pareja. Y a pesar de saber que Daniel la estaba molestando no pudo evitar sobrepensar las cosas, en su cabeza la palabra "cita" se repetía constantemente, pues ella nunca había tenido una, ni sabía que hacer o como vestirse y ¿Tendría que besarlo? Osea, juntar labio con labio, no sabía cómo hacerlo, la forma en que la gente se mostraba afecto era extraña y totalmente nueva para ella, la vez que intentó darle un pájaro muerto de agradecimiento a alguien gritó una octava más agudo que lo normal y se espantó horrible por la escena de las plumas por todos lados y la sangre cubriendo su boca y el piso de la habitación, no aceptó su gesto tan bien como Fídi esperaba y desde ese momento no quiso demostrarle afecto a nadie más de Eel, no lo entenderían, así como ella no entendía sus muestras de cariño, los besos, los abrazos ¿Por qué? No tenían sentido, era mucho mejor restregarse en el torso de una pareja potencial para marcar territorio y además de eso, su esencia seguiría acompañándote todo el día, como una cálida manta protectora. Pero bueno, Fídi estaba acostumbrada a guardarse sus expresiones y sus formas de darse a comunicar para sí, la gente solo entendía con palabras lo que querías demostrar, a veces ni con eso.
Llegó el tan esperado día de la "cita" y Daniel ya le había dejado ropa que debía utilizar, alegando que no podía usar sus harapos de siempre pues apestaban y no eran los adecuados, Fídi no sabía que tenían de malo sus viejos pantalones, eran cómodos y eso era suficiente, Daniel insistió que no, y nada más que para no escucharlo más le hizo caso, el chico podía ser un verdadero dolor en su trasero cuando no le prestaba atención, y aunque había ido perfeccionado su capacidad para ignorarlo al pasar el tiempo, todavía habían momentos y días que estaba realmente insufrible, por supuesto que Daniel pensaba lo mismo de ella. Terminó utilizando un vestido que no sabía que tenía, con otros de sus usuales complementos, como flores, plumas, accesorios que Fídi se negaba a dejar ir, llevando consigo una flor de cabello extra para obsequiársela al vampiro que se había ofrecido a enseñarle lo que sabía de esta tan famosa festividad.
Cuando llegó al CG Nevra ya estaba esperándola en la puerta, pero no se veía muy distinto, se preguntaba porqué era la única que se había arreglado, y aunque no lo admitiría nunca, el pensamiento le produjo cierta tristeza, claro que no demostró nada de esto en su rostro, presentándose ante el pelinegro con una sonrisa.
—Hola —dijo para que el vampiro la notará, claro que ya lo había hecho, la había oído llegar desde hace rato, y al verla tan bonita tuvo que escapar a su mirada para que su rostro enrojecido no lo pusiera en evidencia ¿qué tenía? ¿15 años? Funcionó, pues Fídi no vio nada extraño en él.
—Hola —contestó —¿Cambio de armario o por qué la falda? —preguntó Nevra, que si, estaba al tanto de las ropas que la chica solía utilizar, y jamás, jamás eran faldas, decía que no le gustaban.
Fídi se miró, sintiéndose por primera vez fuera de lugar y apenada, pero nuevamente, no dejo que se mostrara en sus facciones y decidió seguirle el juego al pelinegro, —Daniel me obligó—. Nevra frunció el ceño ante la mención de ese nombre, no le agradaba, Chrome solía molestarlo con que ese sentimiento eran "celos" y que el chico era amable, Nevra no estaba tan seguro de eso.
Fídi malentendió su gesto, —lo sé, esta mal que me obligue ¿quién se cree?
Nevra ya no añadió nada, y cambió de tema en su lugar. —¿Lista? Tengo mucho que enseñarte.
—¿Dónde vamos? —preguntó la oji miel intrigada.
—A donde todo comenzó —fue la respuesta del contrario.
La chica asintió y lo siguió, grande fue su sorpresa cuando terminaron en el mundo humano, ambos cubriéndose las orejas puntiagudas con mechones de cabello, casi no respiró cuando sintió la mano de Nevra acercarse y acomodar su cabello por ella, fue un gesto tan íntimo, y se sintió tan natural, como si tocarse mutuamente fuera algo que hicieran seguido, por supuesto que no lo hacían, pero nadie lo mencionó y se quedaron ambos con el efímero toque en sus pieles y el extraño golpeteo en sus corazones.
No se alejaron mucho del portal. Caminaron un rato, hasta instalarse en una plaza y sentarse en el césped rodeados de árboles y arbustos. La idea era observar a los humanos, sus costumbres, y aprender sobre la festividad con la cual Nevra no estaba muy familiarizado tampoco.
Veían a los niños pequeños correr por toda la plaza, buscando entre cetos los tan famosos huevos de chocolate, pero eso no explicaba donde nacía la festividad y porqué se festejaba así, por lo que luego de algunos minutos de observación, Fídi rezongó frustrada y se volteó a ver a Nevra, dejando de prestar atención a los humanos que los rodeaban.
—Sigo sin entender qué es la Pascua —le dijo enojada, ya estaba harta de tantas vueltas, mejor que se lo explicaran, con palitos y manzanas si hacía falta.
Nevra se volteó en su dirección, le causaba gracia verla tan frustrada. —Bueno, son chocolates en forma de huevo y conejos que los esconden, ¿Algo que venga a tu mente? —quería que ella sola fuera dándose una idea, aunque la mayor parte de su decisión para comportarse así es que no estaba seguro de que responderle a la chica y mejor armar un debate donde ambos pudieran opinar.
Fídi se tomó su pregunta realmente en serio y la pensó con cuidado, pasaron segundos en completo silencio que la chica rompió contestando —bueno, los huevos y los conejos, las liebres en realidad, son símbolo de fertilidad —contestó satisfecha, aunque no entendía que tenía que ver el chocolate, la búsqueda y mucho menos los niños.
Nevra asintió, también estaba al tanto de ello, pero no se le hubiese ocurrido mencionar esa definición en la Pascua —tiene sentido.
—¿Entonces los huevos son para los niños para que crezcan fértiles?
Si Nevra estuviese bebiendo algo escupiría ahí mismo, en su lugar, por tener la garganta seca tosió levente recuperando la compostura, Fídi había logrado llegar a una resolución un tanto extraña del tema. —Diría que para que crezcan saludables —dijo.
—El chocolate no es saludable —añadió la chica, que si bien le encantaba el chocolate y el azúcar, sabía las consecuencias de comerlo.
—Pero es una festividad, ¿qué clase de festividad sería si sirven cosas feas?
Fídi lo pensó, y tenía sentido, sería la peor fiesta del siglo. —¿Y por qué los decoran?
—Para hacerlos apetecibles a la vista.
—El chocolate es lo suficientemente apetecible sin decoraciones.
—No en forma de huevo.
Fídi se encogió de hombros y habló —seguirían luciendo apetecibles para mi.
La chica cansada de todo el tema se acostó sobre la hierba, Nevra no tardó mucho en imitarla, acostados ambos en el piso mirando las copas de los árboles y el cielo, a escasos centímetros uno del otro, guardaron silencio, ambos dándole vueltas a sus propios pensamientos, Fídi que no podía creer que hubiese viajado al mundo humano para saber de qué trataba la Pascua y sentía que todavía no estaba completamente al tanto, estaba algo decepcionada, Nevra por otro lado, pensaba en ella, en lo extraña que era, en sus maneras totalmente desconcertantes, en sus pensamientos tan raros y a la vez tan distintos, pues veía con sus ojos un mundo completamente diferente, y mientras ella veía las nubes, él la miraba a ella. La observaba con cuidado, recorriendola con la mirada, intentando descifrarla.
—Hey —la llamó para que lo mirara, Fídi lo hizo, encontrándose con el rostro de Nevra a escasos centímetros, una suave inspiración basto para llenar sus fosas nasales de su atractivo y atrayente olor, dentro del CG, el suyo era el aroma que más le gustaba, no sabía porque, algo en su estomago revoloteaba y se sentía en casa, acompañada. —Un maana por tus pensamientos —dijo.
Fídi sonrió divertida —pensaba en ti —contestó sincera, ella nunca tenía cosas que ocultar, ni sentía vergüenza alguna por lo que a otros quizás les costaría más revelar. —Un maana por los tuyos —dijo devolviéndosela.
—Pensaba en ti.
—¿Qué de mi? —preguntó Fídi curiosa acercando más su cuerpo al del contrario.
—Tú no me dijiste que estabas pensando de mi.
—Lo haré, pero pregunte primero —dijo Fídi infantil.
Nevra no podía negar la veracidad de sus palabras, por lo que con un suspiro y una sonrisa le contestó —lo extraña que eres—. La chica solo soltó un pequeño y escueto "ah" de entendimiento, lo sabía, sabía que eso pensaban todos en la guardia, no era sorpresa que el pelinegro también lo creyera así. —Y cuanto me atraes por ser así —completó.
—Soy irresistible —dijo Fídi arrogante, con una sonrisa de oreja a oreja.
Nevra blanqueó la mirada y divertido preguntó —¿Puedo retractarme?
—Claro que no —negó la chica efusivamente. —Yo pensaba en tu olor, es el que más me gusta dentro de Eel.
Nevra sonrió encantado, —¿y fuera?
—Más despacio colmillitos.
—Sé que también —dijo el pelinegro un poco altanero y seguro, la chica no negó ni asintió a su comentario, por lo que un cálido sentimiento recorrió todo su pecho, entonces era cierto. Ambos volvieron su vista al cielo.
—Esta salida ha sido de lo más extraña —comentó Fídi más para sí misma que para los oídos del contrario, pero por supuesto que la había escuchado, estaban lado a lado.
—Cita —corrigió el vampiro.
—¿Qué? —preguntó la chica, creyendo haberlo escuchado mal.
—Es una cita —repitió.
Avergonzada tartamudeo —eh si, cla-claro —. Daniel había tenido razón, pero no se lo diría nunca o seguiría molestándola por siglos.
Nevra, armándose de valor y agallas cruzó el espacio que los separaba, apoyándose sobre sus brazos para lograr colocar su rostro sobre la chica, y despacio se fue acercando, eliminando aquellos centímetros que sobraban. Fídi dejo de respirar, sorprendida y con una rapidez sobrehumana llevó una de las flores de su cabello (la que originalmente había traído como regalo para él) hasta los labios del pelinegro, este terminó besando los pétalos de una rosa y no los labios de la oji miel que eran su objetivo. Alzó una ceja confundido, ¿Acaso no la había entendido bien? Creía que ambos estaban en la misma pagina.
Fídi sonrió débilmente y se encogió como pidiendo disculpas —tendrás que esperarme un poco más —susurró, todavía no estaba lista, no para los besos, y el pelinegro lo entendía.
Nevra entonces dejo un suave beso en su mejilla y se alejó, llevándose consigo la flor de Fídi y colocándosela en el cabello.
—¿Cómo me queda? —preguntó bromeando.
—No mejor que a mi —dijo y rió por la mueca del pelinegro.
La tarde pasó entre risas, coqueteos, y más risas, se habían olvidado hace rato del principal objetivo que tenían para estar en el mundo humano, y ya poco les interesaba el tema.
Cuando Fídi volvió a su casa, allí estaba Daniel para interrogarla.
—¿Cómo fue la cita? —preguntó divertido e intrigado, realmente no creía que fuese una cita, su principal meta era molestarla.
—¿Sabías que la Pascua es un ritual extraño, donde atraen a los niños con juegos infantiles, colores y dulces para que ingieran alegorías de fertilidad?
Daniel se quedó callado y pasmado en su lugar, no sabía que le había explicado el vampiro de Pascua pero había conseguido que Fídi entendiera todo mal, ahora el huevo de pascua que tenía pensado regalarle no parecía buena idea y con fuerza abrazó su mochila entre sus brazos huyendo del lugar, debía deshacerse de la evidencia antes de que la chica creyera que había intentado obsequiarle una pócima extraña de fertilidad, lo cual sería completamente incorrecto, que el cielo lo libre de mini Fídis corriendo por el lugar.
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Última modificación realizada por Fídi (El 28-04-2022 à 07h56)